jose_ignacio escribió:El caso es el siguiente, si una persona aparece en tu camino, pero tu no sientes atraccion hacia ella, no obstante eso ¿puede que sea la voluntad de Dios hacer el intento? o ¿que sea la persona que Dios tiene preparada para ti? pues creo que estoy en esta situacion, pero no quiero, y ¿si es lo que Dios quiere?
saludos en Cristo!
Volviendo al tema del incio. Yo tengo que decir que en mi caso nunca podrá aparecer nadie en mi camino que me atraiga, porqué no existe nadie que tenga las virtudes necesarias para que esto ocurra. No existe nadie en el mundo que yo pueda aceptar ni nadie que me pueda aceptar.
Simplemente tengo el mundo en contra. Estoy solo en el mundo o solo contra el mundo. Es una espécie de maldición estraña que he arrastrado toda mi vida. No encajo en la juventud moderna, ni sociedad humana moderna. Yo intuyo que esto significa que la voluntad de Dios va hacia una vida de soledad, silencio, austeridad, humildad, oración, espiritualidad interior.
No tengo amigos verdaderos. Y mi família no es eterna. En algún momento quedaré absolutamente solo. Ya no tengo abuelos. Cada vez mi familia es más pequeña. Es un avance imparable hasta el abismo de la soledad y el aislamiento social. Cuando ya no tenga ni padres, ni tios, y con los primos cada vez más distanciados estaré completamente solo en este mundo de injustícia, engaño, sufrimiento y muerte. Quizás pasaré un tiempo viviendo con perros o otros animales. Cuanto más se conocer a las personas más se pueden amar a los animales. Es triste pero es así.
Algún dia la gente se habrá olvidado completamente de mí, pasarán los años y nadie me hechará de menos. Hasta que despúes de muchos años quizás a alguien le resulte extraño ver una casa con aspecto abandonado y ruinoso, entrarán y encontrán mi cuerpo muerto en la cama o en el sofá, o en cualquier otro lugar de la casa. Así habrá sido mi vida. Una vida de incomprensión, rechazo, maltratos, soledad y silencio en un tenebroso mundo de frialdad inhumana.
Quizás les resulte muy duro leer estas cosas. Pero no tengo a nadie más a quien contarselas. Si me censuran o critican esto que escribo me estarán dando la razón y reforzando mi creencia en la frialdad, la crueldad y inhumanidad de esta sociedad moderna.