Hola a todos, hermanos y amigos.
Les platicaré por lo que estoy pasando actualmente.
Primero que nada, les comento que me llamo Bernardo, tengo 24 años, soy profesionista, vivo con mis padres y trabajo. Soy católico y me esfuerzo por cumplir los mandamientos de Dios y procuro ser mejor cada día. Deseo algún día casarme con una bella mujer y junto con ella formar una linda familia. ¿Quién no, verdad?
No soy alguien que acostumbre a salir mucho. En parte, por mi forma de ser, y otra porque en mi actual trabajo roto turnos y no tengo mucho tiempo libre. Por tal motivo no he regresado a un grupo de la Iglesia al que pertenecí hace años y donde, creo yo, podría fácilmente conocer chicas católicas lindas que busquen lo mismo. Es por eso que desde hace tiempo entré a páginas de internet para tener citas con chicas. Y así fue como conocí a la actual chica que me trae loco. Les platico.
Ella es enfermera y trabaja en un hospital. Estudió una carrera técnica de enfermería. Actualmente trabaja seis días a la semana, además de estar estudiando los sábados la licenciatura. Tiene poquísimo tiempo libre ya.
Comenzamos a conversar ella y yo en abril de este año, 2013, salimos en mayo y junio y la idea era seguir saliendo. Todo iba muy bien. Ella me platicaba que quería pedir un cambio de área en su trabajo y que tomaría unas vacaciones (junio o julio) para descansar. Yo quería verla en esos días. Por más que le enviaba yo mensajes, ella nunca respondía. Tras varios días, mi esperanza se iba esfumando y me ponía algo triste. A mitad de julio, muy apenas me respondió mis mensajes, diciéndome que ya había cambiado de área en su trabajo y que se encontraba muy ocupada. Sólo platicamos ese día y no volví a saber de ella.
Nuestros medios de contacto eran Facebook y WhatsApp prácticamente, además de las veces que nos vimos en persona. Como me sentía frustrado de no saber nada de ella, eliminé su contacto de mi cuenta de Facebook. Pero nunca borré su teléfono de mi celular y por lo tanto la sigo teniendo en WhatsApp.
Pasaron semanas (uno o dos meses) y ya había vuelto a charlar con otras chicas. Y a pesar que platicaba con otras muchachas, no he vuleto (aún) a salir con alguna. Y es que, de cierta forma, esta chica, la enfermera, me gusta mucho, pues compartimos varias cosas en común, entre esas nuestra fe católica, y todo iba bien.
En ese tiempo vi la película de "Cinema Paradiso" y me identifiqué con el personaje de Salvatore, pensando que esta chica podría ser mi Elena. Así que me motivó mucho esta película en "declararle mi amor", y esperar a esta mujer, hasta que se decidiera a hablarme.
Así que días después de haber visto la película, volví a mandarle mensajes, ya sea por WhatsApp, por la página de citas donde nos conocimos y le volví a mandar solicitud de Facebook. Le comentaba que quería saber de ella, quería saber cómo estaba y le dije que la apreciaba mucho; en pocas palabras, le dije lo que sentía. Pero aún así, no me quedó más que esperar a que, en caso de que ella viese los mensajes, respondiese.
Y eventualmente, en septiembre, me contestó uno de mis mensajes de WhatsApp. Mencionó que tuvo que eliminar el programa de WhatsApp de su celular por falta de memoria y duró casi dos meses así. Me confirmó que se encontraba muy ocupada en el trabajo, y que lo más probable es que siga así el resto del año, hasta que contraten más personal en su área laboral.
Le comenté esa vez, por mensaje (no tenía de otra) que sí me interesaba seguir platicando con ella, tratarla, pero siempre y cuando ella lo deseara también, pues no quiero obligarla a nada. Ella dijo que también quería seguir platicando conmigo. Y así quedamos.
Hemos conversado muy poco, siendo casi siempre yo el que le manda mensajes sin recibir respuesta la mayoría de las veces. Me pregunto si no estoy siendo muy molesto para ella, pues las veces que me responde a veces se disculpa porque ha estado muy ocupada, pero después de eso ella ya no me pregunta por mí y tampoco me platica más de su vida.
A lo mejor estoy siendo muy impaciente. Pero sinceramente, es una chica que me gusta mucho, y que no quisiera perder la oportunidad de tener algo bien con ella en un futuro no lejano (o sea, pronto). A veces le marco, sabiendo que ya salió del trabajo, y no me contesta. No quiero molestarla, pero tampoco puedo dejar de pensar en ella. Me siento triste y ansioso, porque quiero hablar con ella.
No sólo entiendo y comprendo que ella esté muy, muy ocupada, sino también le creo.
Está la opción de platicar y salir con más chicas (en buen plan), pero tampoco quiero jugar con nadie, pero al mismo tiempo no quiero perder mi tiempo esperando algo en vano.
Disculpen que haya escrito demasiado. Suelo siempre hacer las historias largas, por que me encantan los detalles.
Me gustaría saber su opinión, qué harían ustedes o si han vivido una situación similar.
Espero respeten que haya publicado esto en estos foros.
Sé que más de uno vive este tipo de situaciones.
Y si estamos en estos foros, es por algo.
Saludos y Dios los bendiga.