Sujeción amorosa de la mujer al marido

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Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Cesaraug » Mié Sep 03, 2014 9:37 am

Sobre este tema siento que se ha hablado anteriormente, pero en este caso cederé la palabra a Monseñor Straubinger, que con sus excelentes notas a pie de página nos da una correcta y veraz interpretación, siempre apegado a las enseñanzas del magisterio, de los santos Padres y de la Tradición.

I Cor 11, 1-34

La Mujer en la iglesia

1Sed imitadores de míos tal cual soy yo de Cristo. 2Os alabo de que en todas las cosas os acordéis de mí, y de que observéis las tradiciones conforme os la he transmitido. 3Mas quiero que sepáis que la cabeza de todo varón es Cristo, y el varón, cabeza de la mujer, y Dios, cabeza de Cristo. 4Todo varón que ora o profetiza con la cabeza descubierta, deshonra su cabeza. 5Mas toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, deshonra su cabeza; porque es lo mismo que si estuviera rapada. 6Por donde si una mujer no se cubre, que se rape también; mas si es vergüenza para la mujer cortarse el pelo o raparse, que se cubra. 7El hombre, al contrario, no debe cubrirse la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios; más la mujer es gloria del varón. 8Pues no procede el varón de la mujer, sino la mujer del varón; 9como tampoco fue creado el varón por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. 10Por tanto debe la mujer llevar sobre su cabeza (la señal de estar bajo) autoridad, por causa de los ángeles. 11Con todo, en el Señor, el varón no es sin la mujer, ni la mujer sin el varón. 12Pues como la mujer procede del varón, así también el varón (nace) por medio de la mujer; mas todas las cosas son de Dios. 13Juzgad por vosotros mismos: ¿Es cosa decorosa que una mujer ore a Dios sin cubrirse? 14¿No os enseña la misma naturaleza que si el hombre deja crecer la cabellera, es deshonra para él? 15Mas si la mujer deja crecer la cabellera es honra para ella; porque la cabellera es dad a manera de velo. 16Si, con todo eso, alguno quiere disputar, sepa que nosotros no tenemos tal costumbre, ni tampoco las iglesias de Dios.

Notas a pie de página

3. S. Pablo, que en las Epístolas de la cautividad nos presentará a Jesús como la Cabeza del Cuerpo Místico (Ef. 1, 22 s-; 4, 16, etc.) quiere aquí “que sepamos” que Jesús es la Cabeza de cada varón, siendo ésta para Cristo lo mismo que la esposa es para él, es decir, algo que, si bien le está sometido, no es una simple esclava sino el objeto de todo su amor, a quién él mismo se entrega totalmente. Este concepto del alma esposa de Cristo, que meditamos en el Cantar de LOS Cantares, es completado por S. Pablo en II Cor. 11, 2, donde dice que nos ha presentado a Cristo para desposarnos con El como una casta virgen. Dios es cabeza de Cristo: Véase en 3, 22-23 y notas, cómo este misterio de amor y sumisión de la mujer al varón y del varón a Cristo, es el mismo que existe entre Jesús y el Padre.

5. Tomen nota las mujeres cristianas del celo con que S. Pablo señala esta conveniencia de velarse la cabeza en el Templo, cosa que está olvidad o deformada por el uso de sombreros que nada cubren y que no son signo de dependencia como ha de ser el velo (v.10) En tiempo de S. Pablo, sólo las rameras se atrevían a tener esa conducta.

7. “No se dice que aquí que el varón sea la imagen y la gloria de Dios en atención solamente al cuerpo, alma y espíritu (I Tes. 5, 23) puesto que a este respecto lo es igualmente la mujer…No debe el varón cubrir su cabeza, porque el velo es señal de sujeción” (S. Crisóstomo). En esta época de excesivo feminismo conviene recordar que la sujeción de la mujer no es doctrina de tal o cual escuela sino que fue impuesta expresamente por Dios: “Estarás bajo la potestad de tu marido y el te dominará” (Gen. 3. 16). Véase Ef. 5, 22; cf. Ez 13, 17-19 y notas. “La tesis desarrollada en todo este capítulo es que la mujer, siendo inferior al hombre, debe guardar su rango y llevar el signo de su inferioridad” (Buzy). Cf. V. 10; 14, 34-35 y nota.

10. Es decir por respeto a los ángeles de la guarda, y quizá también por los que asisten invisiblemente a las asambleas de los cristianos (S. Crisóstomo y S. Agustín). Cf. v. 5 y nota

*Aquí traigo el versículo citado por Straubinger Gen 3. 16

16Después dijo a la mujer: “Multiplicaré tus dolores y tus preñeces; con dolor darás hijos a luz; te sentirás atraída por tu marido, pero el te dominará”.

nota: 16. La sujeción de la mujer al marido, que tantas veces repite S. Pablo (Rom. 7, 2; I Cor. 11, 3; Ef. 5, 22, 24 y 33; Col. 3, 18) es, según estas palabras de Dios, una ley natural y divina. Hoy se tiende a olvidar esta norma primitiva, que no significa esclavitud de la mujer, sino su legítima posición dentro de la familia, ya que no puede haber dos cabezas en el mismo cuerpo.
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Cesaraug » Mié Sep 03, 2014 10:08 am

Para los que quieran saber más de este ilustre Sacerdote y su "biblia platense" como es conocida, los remito a este link.

http://juanstraubinger.blogspot.com/201 ... iblia.html

En mi opinión es la versión más completa de la biblia, tanto por ser la mejor traducción al español como la mejor comentada, para nosotros, pobres interpretes de la palabra de Dios es una de las mejores opciones a tener. Espero en un futuro adquirir la versión impresa.

Ahora vengo a realizar mi pequeño aporte respecto a lo tratado, es interesante señalar que este biblia fue publicada alrededor del año 50, miren como él ya trata el problema del feminismo, este venía malinterpretando el rol de la mujer, haciendola igual al hombre y en vez de buscar su acoplamiento natural, lo reñía hasta lo que hoy vemos, como las FEMEN. Miren además que interesante lo que dice San Pablo al final, "si alguno desea disputar sobre esto, sepa bien que nosotros no tenemos tal costumbre" parece que las femninistas ya molestaban desde entonces :mrgreen:

Con respecto al velo, no hace mucho las mujeres usaban esa digna mantilla que cubría sus cabezas durante la misa, tradición milenaria, que la iglesia nunca prohibió.

Imagen

Al respecto les paso un link muy interesante de una comunidad tradicional de sacerdotes, la FSSP, hacen una interesante síntesis al respecto:

http://bibliaytradicion.wordpress.com/2 ... e-la-misa/

Es un tema que trataré aparte después.

Saludos
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Cesaraug » Mié Sep 03, 2014 12:05 pm

Fe de erratas

El versiculo 4 del capítulo 11 de la primera carta a los Corintios tiene un error, disculpas a los lectores, la oración correcta es la siguiente:

4Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, deshonra su cabeza.
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Cesaraug » Mié Sep 03, 2014 12:47 pm

Sobre la nota 5, Straubinger hace la crítica a las mujeres que llegaban con sombreros que no cubrían bien sus cabellos, no hace muchos años era costumbre universal que las mujeres llevaran su velito puesto en misa, sin embargo algunas de ellas llevaban sombreros que podían resultar extrafalarios y no cubrían bien su cabellera, a eso se refiere él.
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Angy_29 » Mié Sep 03, 2014 4:11 pm

Estimado César, traes un tema que siempre causa polémica; ya se había abierto uno parecido (Marce fué la que se hizo cargo :arrow: Autoridad del varón).
Pero antes de que coloque algo (que no va a ser de mi cosecha sino de lo que se discutió en otro subforo acerca del mismo tema), yo te pregunto.
¿A qué te refieres con sujeción?¿Tengo que obedecer todo lo que me mande mi esposo?
Una vez que respondas, creo que comentaré.
¡Bendiciones!
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Cesaraug » Mié Sep 03, 2014 7:07 pm

Angy_29 escribió:¿A qué te refieres con sujeción?¿Tengo que obedecer todo lo que me mande mi esposo?


Gracias Angy por tu pregunta que puede aportar mas luz sobre este asunto, para esto me remito a tres palabras, SENTIDO COMÚN CRISTIANO. Que quiero decir, primero que la mujer debe elegir bien (parece obvio pero es lo más dificil), cuando se escoge al lider de una empresa, se busca al más capaz del entorno, cuando se escoge a un marido dentro de los candidatos posibles se elige al más apto (aquí las mujeres tienen mayor responsabilidad que los hombres, porque estas son la amalgama de la familia y si no escogen bien, no tendrán un hogar armonioso). Pero que pasa, que entra el sentimiento, se opaca la razón iluminada por la fe y se elige mal cuando se podía preveer, después se vienen los problemas.

Hay otro pricipio básico del cual partir y aquí entra nuevamente el sentido común, toda institución, grupo, entidad, nación, etc tiene un ORDEN JERARQUICO, es algo de ley natural, en las mismas relaciones animales se dá, entonces, sabiendo esto, no debemos buscarle tres patas al gato, el matrimonio mil veces más elevado en dignidad no escapa de esa realidad.

Si se eligió mal un marido, se falló en el primer principio del discernimiento, viene el siguiente que ya dije arriba (jerarquía), si el esposo manda hacer una torpeza se le resiste, si manda hacer un pecado se le rechaza. La mujer que haya elegido mal le tocará soportar esa cruz, pero siempre estará sometida al marido e implorará a Dios que lo ilumine, y cuando tenga que resistirle o rechazarle según sea el caso, no debe hacerlo como si mandara sino como si estuviera sujeta a el.

Si eligió bien, debe tener su conciencia tranquila, pues en los momentos que haya que tomar decisiones no se irán a las suertes (si ambos no congenian) sino que la elección del marido pesará, él como cabeza rendirá cuentas a Dios.

A grandes rasgos y en pocas palabras es lo que vengo a responderte, si tienes algo más para aportar seguiremos debatiendo.

Saludos.
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Cesaraug » Mié Sep 03, 2014 7:40 pm

Cesaraug escribió: pues en los momentos que haya que tomar decisiones no se irán a las suertes (si ambos no congenian) sino que la elección del marido pesará, él como cabeza rendirá cuentas a Dios.


Sobre esto tengo que hacer una importante distinción, no hablo de las miles de decisiones pequeñas que se toman en el hogar, por ejemplo ponerle nombre a un hijo, perfectamente cedería a la voluntad de mi mujer, de hecho en lo personal soy muy consentidor y me gustaría hacer sentir como una reina a la persona que llegara a desposar (consintiendole caprichos incluso que no es bueno tampoco, pero tiendo a ser así). En todo caso en aquello de mas trascendencia y que no haya consenso uno debe prevalecer, y este lugar es del marido.
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Angy_29 » Jue Sep 04, 2014 3:42 pm

¡Buenas tardes, César!

Como te mencioné al principio; en otro subforo se abordó bien el tema (y del cual veo que participaste), los varones defendiendo esta posición que tú has escrito, y una mujer defendiendo lo contrario, más mi sorpresa ha sido que el mejor teólogo que he conocido hasta ahora, contra lo que yo esperaba y partiendo del magisterio de la iglesia… ha afirmado y demostrado (al menos a mí me quedó claro) que la mujer y el varón son iguales, y que más bien ambos se deben mutua obediencia, sin subordinación de ninguna clase.
El orden jerárquico como has dicho, en el matrimonio no existe, y es como tú mismo has afirmado, porque es mil veces más digno que todas las instituciones humanas, por ello la estructura de pecado que aqueja a aquellas, no valen para el matrimonio. Debemos tender a la perfección, que es lo que quiere el Señor "Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto" Mt 5,48

Veamos pues que la cita de San Pablo (Efesios 5, 23-25)
    23. Porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo.
    24. Así como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo.
    25. Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella,
el forista antes mencionado lo explica así.

El simil en el que se mueve San Pablo es el de la Iglesia como cuerpo de Cristo y por tanto una unión de voluntades reflejada en la manera en que Cristo ama a su Iglesia. No hay sumisión ni despotismo, sino la sana unión de voluntades que obra la gracia. Esa es la esencia de ese simil. Resultaría paradójico que lo que ha sido anunciado como castigo del pecado original no sea redimido en el matrimonio cristiano. Por tanto el ansia de dominio del varón, su egoismo, al que tantas veces sigue la abnegación femenina dándole más pie aún, es superado y elevado en una nueva unión de voluntades por la gracia que es la que se obra en el sacramento del matrimonio. El amor de Cristo a su Iglesia y la relación de esta con él como un solo cuerpo es la clave eclesiológica que permite a San Pablo mostrar la clave del matrimonio cristiano: la unidad perdida entre los cónyuges en el pecado original. Por eso Juan Pablo II hablará de "unión orgánica"; de cabeza que vive del cuerpo tal como el cuerpo vive de la cabeza, de "sujección mutúa en el temor del Señor". De nuevo han de superarse concepciones culturales que desvirtúan lo que es el matrimonio como sacramento de la gracia de Cristo y nos ponen de nuevo a la altura de la caída original como si no se hubiera dado la redención en Cristo

No es mi ánimo discutir César, pues como te he dicho antes, si no hubiera leído este tema antes del tuyo, te hubiese dado la razón completa. Pero creo que aún hay más que decir, ¿no? :D
¡Bendiciones!

****Simil según la RAE: Figura que consiste en comparar expresamente una cosa con otra, para dar idea viva y eficaz de una de ellas.
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Cesaraug » Jue Sep 04, 2014 5:59 pm

Saludos estimada Angy, aquí no hay animos de discutir como hacen los mundanos por ver quién queda mejor, sino declarar las verdades a los ojos de muchos católicos que pasan por acá no sin grave deformación, teniendo esto como principio gustoso te respondo.

Angy_29 escribió:Como te mencioné al principio; en otro subforo se abordó bien el tema (y del cual veo que participaste)


Sería bueno que me lo citaras, soy despistado y no recuerdo cual pueda ser :D

Angy_29 escribió:más mi sorpresa ha sido que el mejor teólogo que he conocido hasta ahora, contra lo que yo esperaba y partiendo del magisterio de la iglesia… ha afirmado y demostrado (al menos a mí me quedó claro) que la mujer y el varón son iguales, y que más bien ambos se deben mutua obediencia, sin subordinación de ninguna clase.


Angy_29 escribió:el forista antes mencionado


Me gustaría saber quién es ese gran teólogo y si es ese mismo forista

Angy_29 escribió:El simil en el que se mueve San Pablo es el de la Iglesia como cuerpo de Cristo y por tanto una unión de voluntades reflejada en la manera en que Cristo ama a su Iglesia. No hay sumisión ni despotismo, sino la sana unión de voluntades que obra la gracia. Esa es la esencia de ese simil. Resultaría paradójico que lo que ha sido anunciado como castigo del pecado original no sea redimido en el matrimonio cristiano.


Hay una falsa premisa pecado-subordinación, es una mala interpretación de San Pablo que si bien viene a confirmar la unidad de todos en un misma cabeza (Cristo) NUNCA sustituye el orden jerarquico en las relaciones espirituales, por ejemplo no crees tu que las dignidades ángelicas son tan altas o más que la matrimonial y ¿No se someten ellas a un orden de autoridad en diferentes potestades y en conjunto todas a la Santísima Virgen? (creatura humana, prueba de humildad angélica obedeciendo a un ser por naturaleza menor pero por Gracia mayor) ¿Es una obediencia despotica o es el amor que todo lo ordena para que haya orden en todas las cosas creadas?

Te puedo aseguarar que hasta en el mismo infierno hay una jerarquía (llena de rechazo y odio) pero la hay finalmente, Cristo mismo habla de que un Reino divido se destruye a sí mismo refiriendose a a los demonios, estos para el mal se ordenan en la consecusión de sus obras obedeciendo a su málefica cabeza.

Con respecto al tema "La Autoridad del varón" lo he buscado, hallado y lo voy a contrastar aquí, gracias por recordarmelo

Muy atinadamente Jenny nos dice

Sin perjuicio de lo anterior, yo se como católica que mi esposo será la autoridad visible de nuestra unión y respetaré sus decisiones, porque alguno tiene que tomarlas al final (independiente que yo tambien este de acuerdo)... lo aceptaré con mucho amor, aunque creo que el escuchará siempre lo que yo tenga que decirle...


luego tu nos citas una parte de una encíclica, pero me haces trampa haciendolo parcialmente y mal entendida ;)

quedaron) igualados los derechos del marido y de la mujer, pues, como decía San Jerónimo, entre nosotros, lo que no es lícito a las mujeres, justamente tampoco es lícito a los maridos, y una misma obligación es de igual condición para los dos; consolidados de una manera estable esos mismos derechos por la correspondencia en el amor y por la reciprocidad de los deberes; asegurada y reivindicada la dignidad de la mujer;

(Leon XIII Arcanum Divinae Sapientiae)


Es muy cierto lo que acá se afirma Angy, la mujer recuperó su dignidad y derechos con el matrimonio Cristiano, ¿pero dime ahí donde se habla de AUTORIDAD?

En cambio de la misma encíclica tenemos que:

CARTA ENCÍCLICA
ARCANUM DIVINAE SAPIENTIAE
DEL SUMO PONTÍFICE
LEÓN XIII
SOBRE LA FAMILIA

El marido es el jefe de la familia y cabeza de la mujer, la cual, sin embargo, puesto que es carne de su carne y hueso de sus huesos, debe someterse y obedecer al marido, no a modo de esclava, sino de compañera; esto es, que a la obediencia prestada no le falten ni la honestidad ni la dignidad. Tanto en el que manda como en la que obedece, dado que ambos son imagen, el uno de Cristo y el otro de la Iglesia, sea la caridad reguladora constante del deber. Puesto que el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia... Y así como la Iglesia está sometida a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en todo(16).


Por otro lado Marce muy sensatamente nos dice:

La mujeres NECESITAMOS que el varón sepa gobernar su hogar. Les aseguro que por mucho que una mujer de este tiempo quiera que ojalá sus desiones sean siempre bien valoradas y puestas en practica, en realidad termina teniando una imagen de sus esposo al respecto. Pasa que cuando el varón no sabe gobernar con fuerza y dulzura a su familia la mujer siente que tiene que ser ella la que pone la "mano firme" en su hogar porque el marido no puede...(o no quiere en su ,al entendido afán de "igualdad")
Las mujeres necesitamos que el esposo sea capás de ser firmes cuando haya que serlo, necesitamos y pedimos que haya una cabeza en el hogar y poder descansar en esa amorosa autoridad. Esto es lo que nuestra cultura moderna ha desterrado de la razón de los esposos y de las mujeres y podemos ver claramente sus consecuancias.


No es un secreto que toda mujer admire un hombre que se gobierne a sí mismo, tiene una inclinación natural hacia esta disposción viril y a sujetarse a él si es cristiano.

Esto que nos dice Jenny me encanta y lo ha dicho muchísmimo mejor que yo, porque todo es en relación al AMOR, pero las corrientes modernas guiadas sutilmente por Satanás nos muestran un bien objetivo (Autoridad), como algo represivo y las mujeres tienden a ser manipuladas, eso más su natural orgullo femenino las rebela a la autoridad del marido.

Osea!!! de lo que hablamos de autoridad aca, es totalmente distinto claro está... es decir, no se si los dos deben tomar la decisión o cortar el tema, pero si los dos deben estar de acuerdo, que el de la palabra final sea el hombre, da cierta conducción, pero seguramente antes de esa palabra final, hubo una de la mujer que decía, estoy de acuerdo... y que la palabra final del hombre sea Si mi amor!! 8-)


Esto último lo resume todo, además lo ha dicho una mujer por si se desconfía de mi que soy hombre.

Lo que viene más adelante de Marce está muy bueno, leyendo ese tema me doy cuenta con todos esos aportes que el asunto está sanjadísimo, ahora lo que haga cada quién es apartarse o acercarse de lo correcto, consecuencias las vemos hoy en nuestra sociedad paganizada.

viewtopic.php?f=187&t=18590&hilit=Autoridad
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Angy_29 » Vie Sep 05, 2014 3:23 pm

Buenas tardes César, y hermanos que leen el tema.
Voy a colocar aquí los temas referente a esto que estás hablando César, y que se discutió mucho en Magisterio de la Iglesia. Son tres.
Les recomiendo que para entender a señor Miles, tengan a la mano el enlace a la RAE, para consultar las palabras desconocidas; con una atenta lectura, vamos a comprender algunas cosas que quizá cambien la manera de ver esta subordinación de la mujer hacia el varón.
Cesaraug escribió:Me gustaría saber quién es ese gran teólogo y si es ese mismo forista
Si, es Miles_Dei :D

Estimado César, mira... lee atentamente lo que enseña Juan Pablo II en su encíclica Mulieris Dignitatem, http://www.vatican.va/holy_father/john_ ... m_sp.html; en ella se explica muy bien esta cita de San Pablo que muchos confundimos. También invito a todas mis hermanas foristas a que lo lean, es magisterio vivo de la iglesia, y trata sobre la verdadera dignidad de la mujer, es más, si alguien de las hermanas me dice que lo coloquemos en este foro, lo ponemos y vamos comentando, ¿qué les parece?, así nos evitamos concepciones equivocadas, que dan pie a que se siga fomentando esa falsa supremacía de un sexo sobre otro, que es fruto del pecado original.

Voy a colocar entonces el magisterio de San Juan Pablo II al respecto(que es magisterio de la iglesia, a menos que se quiera desobedecer su autoridad, lo cual ya no es propio de un católico).
El hecho de que el ser humano, creado como hombre y mujer, sea imagen de Dios no significa solamente que cada uno de ellos individualmente es semejante a Dios como ser racional y libre; significa además que el hombre y la mujer, creados como «unidad de los dos» en su común humanidad, están llamados a vivir una comunión de amor y, de este modo, reflejar en el mundo la comunión de amor que se da en Dios, por la que las tres Personas se aman en el íntimo misterio de la única vida divina.

Cuando leemos en la descripción bíblica las palabras dirigidas a la mujer: «Hacia tu marido irá tu apetencia y él te dominará» (Gén 3, 16), descubrimos una ruptura y una constante amenaza precisamente en relación a esta «unidad de los dos», que corresponde a la dignidad de la imagen y de la semejanza de Dios en ambos. Pero esta amenaza es más grave para la mujer. En efecto, al ser un don sincero y, por consiguiente, al vivir «para» el otro aparece el dominio: «él te dominará». Este «dominio» indica la alteración y la pérdida de la estabilidad de aquella igualdad fundamental, que en la «unidad de los dos» poseen el hombre y la mujer; y esto, sobre todo, con desventaja para la mujer, mientras que sólo la igualdad, resultante de la dignidad de ambos como personas, puede dar a la relación recíproca el carácter de una auténtica «communio personarum».

Los recursos personales de la femineidad no son ciertamente menores que los recursos de la masculinidad; son sólo diferentes. Por consiguiente, la mujer —como por su parte también el hombre— debe entender su «realización» como persona, su dignidad y vocación, sobre la base de estos recursos, de acuerdo con la riqueza de la femineidad, que recibió el día de la creación y que hereda como expresión peculiar de la «imagen y semejanza de Dios».

Solamente de este modo puede ser superada también aquella herencia del pecado que está contenida en las palabras de la Biblia: «Tendrás ansia de tu marido y él te dominará». La superación de esta herencia mala es, generación tras generación, tarea de todo hombre, tanto mujer como hombre. En efecto, en todos los casos en los que el hombre es responsable de lo que ofende la dignidad personal y la vocación de la mujer, actúa contra su propia dignidad personal y su propia vocación.
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Angy_29 » Vie Sep 05, 2014 4:22 pm

Para seguir aclarando..
La expresión que abre nuestro pasaje de Ef 5, 21-33, al que nos hemos acercado gracias al análisis del contexto remoto e inmediato, tiene una elocuencia muy particular. El autor habla de la mutua sujeción de los cónyuges, marido y mujer, y de este modo da también a conocer cómo hay que entender las palabras que escribirá luego sobre la sumisión de la mujer al marido. Efectivamente, leemos: «Las casadas estén sujetas a sus maridos como al Señor» (5, 22). Al expresarse así, el autor no intenta decir que el marido es «amo» de la mujer y que el contrato inter personal propio del matrimonio es un contrato de dominio del marido sobre la mujer. En cambio, expresa otro concepto: esto es, que la mujer, en su relación con Cristo —que es para los dos cónyuges el único Señor— puede y debe encontrar la motivación de esa relación con el marido, que brota de la esencia misma del matrimonio y de la familia. Sin embargo, esta relación no es sumisión unilateral.
Sólo de la mujer hacia el varón sino que
El matrimonio, según la doctrina de la Carta a los Efesios, excluye ese componente del contrato que gravaba y, a veces, no cesa de gravar sobre esta institución. En efecto, el marido y la mujer están «sujetos los unos a los otros», están mutuamente subordinados. La fuente de esta sumisión recíproca está en la pietas cristiana, y su expresión es el amor.

El autor de la Carta a los Efesios no teme aceptar los conceptos propios de la mentalidad y de las costumbres de entonces; no teme hablar de la sumisión de la mujer al marido; ni tampoco teme (también en el último versículo del texto que hemos citado) recomendar a la mujer que «reverencie a su marido» (5, 33). Efectivamente, es cierto que cuando el marido y la mujer se sometan el uno al otro «en el temor de Cristo», todo encontrará su justo equilibrio, es decir corresponderá a su vocación cristiana en el misterio de Cristo.
Ciertamente es diversa nuestra sensibilidad contemporánea, diversas son también las mentalidades y las costumbres, y es diferente la situación social de la mujer con relación al hombre. No obstante, el fundamental principio parenético que encontramos en la Carta a los Efesios, sigue siendo el mismo y ofrece los mismos frutos. La sumisión recíproca «en el temor de Cristo» —sumisión que nace del fundamento de las pietas cristiana— forma siempre esa profunda y sólida estructura que integra la comunidad de los cónyuges, en la que se realiza la verdadera «comunión» de las personas.

Las cartas apostólicas van dirigidas a personas que viven en un ambiente con el mismo modo de pensar y de actuar.
Que es la explicación al detalle de que Leon XIII o Pío XII, parecieran estar enfrentados al magisterio de Juan Pablo II
La «novedad» de Cristo es un hecho; constituye el inequivocable contenido del mensaje evangélico y es fruto de la redención. Pero al mismo tiempo, la convicción de que en el matrimonio se da la «recíproca sumisión de los esposos en el temor de Cristo» y no solamente la «sumisión» de la mujer al marido, ha de abrirse camino gradualmente en los corazones, en las conciencias, en el comportamiento, en las costumbres. Se trata de una llamada que, desde entonces, no cesa de apremiar a las generaciones que se han ido sucediendo, una llamada que los hombres deben acoger siempre de nuevo. El Apóstol escribió no solamente que: «En Jesucristo (...) no hay ya hombre ni mujer», sino también «no hay esclavo ni libre». Y sin embargo ¡cuántas generaciones han sido necesarias para que, en la historia de la humanidad, este principio se llevara a la práctica con la abolición de la esclavitud! Y ¿qué decir de tantas formas de esclavitud a las que están sometidos hombres y pueblos, y que todavía no han desaparecido de la escena de la historia?

Coloco algo de lo que dijo señor Miles, y que me parece que puede aplicar con esto que me has dicho que dijo Jenny
Cesaraug escribió:Sin perjuicio de lo anterior, yo se como católica que mi esposo será la autoridad visible de nuestra unión y respetaré sus decisiones, porque alguno tiene que tomarlas al final (independiente que yo tambien este de acuerdo)... lo aceptaré con mucho amor aunque creo que el escuchará siempre lo que yo tenga que decirle...
Cesaraug escribió:Esto que nos dice Jenny me encanta y lo ha dicho muchísmimo mejor que yo, porque todo es en relación al AMOR,

(yo no lo entendía antes, agradezco a señor Miles que me lo ha hecho saber, y de ninguna manera pretendo imponer lo que él dice, pero a mí me ha servido mucho, siempre se puede aprender de los demás :))
Y es que algunos confunden la caridad en el matrimonio (y fuera de él en tantos ámbitos) con el mero acto de humanidad y no es suficiente. Ni mucho menos. La caridad no es sensibilidad al otro, sino el poner amor de Dios en acto (intención de ofrecer a Dios ese acto) en todo lo que se hace con el otro y para el otro o por el otro.

Lo de que la mujer se haya rebelado y quiera masculinizarse, es de cierto modo causa de nuestro modo de organización como bien lo aclara en su siguiente comentario dicho forista. Son las estructuras que hay en la sociedad actual y que provocan que los inconformes se rebelen, cayendo así en extremos que son pecado.
El hombre tiende a llegar a casa y exigir la comida en la mesa. Para ello dará varias razones -ha trabajado fuera para traer dinero y poder llenar la alacena, por ejemplo- Lo que es un modo de organización puede por el pecado llegar a ser exigencia mandatoria y acabar en pecado y en estructura de pecado cuando se eleva a cierto derecho sobre el otro cónyuge y así la mujer acaba poniendo la mesa al marido como trabajo propio y este no la toca porque es cosa de mujeres.

Visto del otro lado, la mujer puede pedir ayuda al marido y para ello dar varias razones -Preparar la comida y a la vez salir a comprarla mientras se mantiene la casa limpia es mucho más trabajo que el que hace el marido- Media el pecado y acaba la mujer exigiendo un derecho más allá de lo que había sido al principio mera organización y división del trabajo. Incluso acaba harta en sociedades culturalmente habituadas al predominio del varón y proclama la liberación de la mujer. De una estructura de pecado a otra media bien poco.

Cristo dice: volved al principio. Tenéis mi gracia para ello. Hombre y mujer os cree y os quise uña y carne para procrear y someter la tierra. San Pablo hablará en una cultura organizada de un modo para que la armonía del principio sea más asequible en sana prudencia sin llegar a una nueva Tarpeya y sin necesidad del plante de las sabinas que haga peligrar Roma. Juan Pablo II hara lo propio en otra bien distinta y aquí unos caballeros pretenden convencer a todos que lo accesorio y hasta fruto del pecado es lo esencial. Que Cristo habría puesto la exigencia de mutuos derechos de los cónyuges como el fin a mantener. Pues no. Mantengan el matrimonio, pero no las exigencias mutuas sobre el cónyuge; dónense mutuamente y sujétense el uno al otro en Cristo y verán que bueno resulta. Tienen la gracia de Dios para hacerlo.

Lo que debemos hacer es volver al plan original de Dios, y así todo irá muy bien en el matrimonio.

Por mi parte creo que es todo, hermanos. Les animo a leer la encíclica del santo Padre, "no te acostarás sin algo más aprender" :D
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Angy_29 » Vie Sep 05, 2014 4:33 pm

Los siguiente es un comentario subjetivo mío; después de leer la Encíclica del Santo Padre, sobre la dignidad de la mujer, estoy ¡super contenta!.
Hace algunos años mi pensamiento era otro, que lo aceptaba porque creía que eso era lo que mandaba la iglesia, pero ahora que me doy cuenta de cuán perfecto es el Plan Divino, no tengo palabras para expresar mi contento, mi admiración, y mi agradecimiento hacia Dios :D :D
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Cesaraug » Sab Sep 06, 2014 11:13 am

Angy_29 escribió:Si, es Miles_Dei :D


Respecto al ultrateólogo ya los estoy intimando a discusión :mrgreen:

No me consta que Miles sea teólogo, creo haber recordado que tiene un título en alguna materia de este estilo, pero no se más, es un hombre de amplia cultura, muy polemista y algo cabrón :D . Como fuente autorizada prefiero tener el magisterio de varios papas, las mismas Escrituras bien interpretadas como nos amplía Mons. Straubinger y la tradición secular del modelo familiar cristiano, entorno a una cabeza y su PAR de IGUAL dignidad.

Angy_29 escribió:(que es magisterio de la iglesia, a menos que se quiera desobedecer su autoridad, lo cual ya no es propio de un católico).


No me vayas a excomulgar :mrgreen:

Angy_29 escribió:Cuando leemos en la descripción bíblica las palabras dirigidas a la mujer: «Hacia tu marido irá tu apetencia y él te dominará» (Gén 3, 16), descubrimos una ruptura y una constante amenaza precisamente en relación a esta «unidad de los dos», que corresponde a la dignidad de la imagen y de la semejanza de Dios en ambos. Pero esta amenaza es más grave para la mujer. En efecto, al ser un don sincero y, por consiguiente, al vivir «para» el otro aparece el dominio: «él te dominará». Este «dominio» indica la alteración y la pérdida de la estabilidad de aquella igualdad fundamental, que en la «unidad de los dos» poseen el hombre y la mujer; y esto, sobre todo, con desventaja para la mujer, mientras que sólo la igualdad, resultante de la dignidad de ambos como personas, puede dar a la relación recíproca el carácter de una auténtica «communio personarum».


Este párrafo es muy interesante, en el Génesis siempre se da un trato de igualdad entre nuestros padres (hasta la caída), tan es así que nuestro Señor sacó a Eva de la costilla del varón y como ninguna palabra es ociosa en las Sagradas Escrituras, aquí tenemos una imagen de la misma dignidad del hombre y la mujer, de hecho es curioso ver como fue ella (para variar liandonos el destino y conduciendonos con sus encantos naturales :mrgreen: ) la que tomó la INICIATIVA, es decir fue ella la que se enseñoreó y el hombre ni lerdo ni perezoso la siguió (como si nos costara mucho :D ), finalmente los dos pecaron como una sola carne que eran. Dios castiga a Eva por esta primera y personal aproximación al pecado sujetandola a Adán (el primer hombre andaba mas despistado admirandola a ella, en cambio esta segura de la atención de su hombre indagaba su entorno). En resumidas cuentas, como Eva fue la que dio el primer paso en la culpa y le secundó el hombre, luego de la caída la mujer fue la primera en sujetarsele (pero aquí en razón a una potencia desordenada, no a una virtud increada como la autoridad que más adelante trataré).

Angy_29 escribió:Los recursos personales de la femineidad no son ciertamente menores que los recursos de la masculinidad; son sólo diferentes.


¿Es igual la autoridad de Cristo y su iglesia? ¿manda el cuerpo a la cabeza?

Siendo que Cristo-iglesia es modelo de matrimonio. ¿Tiene un cuerpo una sola cabeza (hombre) y un corazón (mujer) que lo vivifica y lo sostiene?

¿Que se entiende allí por diferente?

Angy_29 escribió:Lo que debemos hacer es volver al plan original de Dios, y así todo irá muy bien en el matrimonio.


Ya ves como son las mujeres, por poco y me convences cual Eva en el paraíso. :lol:

Ahora quisiera darle a esto un enfoque distinto y más práctico

Es natural que el hombre sea mas fuerte que la mujer, como natural es que la proteja, como natural es que esta quede encinta y expuesta a dificultades (en este estado no es lo mismo tomar deciciones, mas aún si se repite). La misma constitución psicológica de la mujer es diferente a la del hombre, este tiene una visión más fría y asentimental de las cosas, la mujer intuye, el hombre indaga, esta sensibilidad femenina es guiada por la razón menos afecta de sentimientos del hombre.

Si tenemos una situación de cierta trascendencia y se ocupa tomar una decisión, pero el marido y la mujer tienen opiniones distintas, ¿que se debe hacer?

A-¿Echarlo a las suertes cual juego de azar?
B-¿Esperar que Dios nos mande un correo con la decisión?
C-¿Que el hombre decida como cabeza de hogar?
D-¿En esta decide la mujer por acuerdo amoroso y en la próxima el varón?

Creo sinceramente que cada pareja es un mundo, hay un sinnumero de personalidades e inteligencias (se de mujeres muy aguzadas) también de circuntancias tan variadas donde uno u otro está más apto para afrontar la decisión. En fin, esto de la autoridad puede volverse un justificativo para que una parte se torne pasiva (con o sin intención).

Si mi mujer llegase con un argumento de peso sobre una decisión, naturalmente le cedo la iniciatica, sería impropio, poco honesto y falto de caridad imponer mi decisión por pura arbitrariedad, por un supuesto "privilegio".

Ahora, en igual condiciones, sin una opción clara por parte de ambos, priva la del hombre.
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Cesaraug » Sab Sep 06, 2014 11:21 am

Angy_29 escribió:estoy ¡super contenta!.


¿Antes de esa enciclica las mujeres estaban amargadas?
¿Cual magisterio se impone, el de todos los papas anteriores o el de JPII?

Angy_29 escribió:Hace algunos años mi pensamiento era otro, que lo aceptaba porque creía que eso era lo que mandaba la iglesia


¿Es la iglesia un todo organico o puede contradecirse a sí misma?

Me parece que el papa no toca el tema de la Autoridad como principio regulador de la Creación, sino el desorden afectivo y dependiente de la mujer al hombre a raíz del pecado original (y muy enraízado en las estructuras sociales).
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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Angy_29 » Sab Sep 06, 2014 11:27 am

Cesariño, lee bien la carta apostólica que he puesto (tienes el fin de semana para ello, y meditarla), ahora no tengo tiempo, entré sólo para aclarar que la Mulieris dignitatem es una carta apostólica no una encíclica como erróneamente le puse.

Carta Apostolica. Es un documento cuya autoridad reviste menor solemnidad que la de una encíclica y puede versar acerca de asuntos doctrinales (por ejemplo: la Carta del Papa Juan Pablo II sobre el Misterio de la Eucaristía). También puede tratarse de la promulgación de un acto papal, tal como declarar que una persona es venerable (poseedor de virtudes heroicas) o elevar un templo a la categoría de basílica.
Exhortación Apostólica.Es una categoría de documento semejante a la carta apostólica, utilizada por el Papa para comunicar a la Iglesia las conclusiones a las que llegó después de considerar las recomendaciones que le hizo algún sínodo episcopal. También lo ha utilizado en otras circunstancias, como cuando exhorta a los religiosos a llevar una vida más evangélica.
Encíclica.Es una circular o carta general que manifiesta el sentir del Papa, casi siempre en asuntos de fe o de moral. Puede ser una carta (a toda la Iglesia) o una epístola (a una iglesia o nación particular, como, por ejemplo, "Mit brennenden sorge", de Pio XI al pueblo alemán, sobre el racismo).

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Re: Sujeción amorosa de la mujer al marido

Notapor Angy_29 » Lun Sep 08, 2014 5:44 pm

César, y demás hermanos. Les transcribo parte de la CARTA DEL PAPA JUAN PABLO II
A LAS MUJERES, en donde explica muy bien la creación del varón y de la mujer, quizá esto nos dé más luz sobre el tema.
Se dice además que el ser humano, desde el principio, es creado como « varón y mujer » (Gn 1, 27). La Escritura misma da la interpretación de este dato: el hombre, aun encontrándose rodeado de las innumerables criaturas del mundo visible, ve que está solo (cf. Gn 2, 20). Dios interviene para hacerlo salir de tal situación de soledad: « No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada » (Gn 2, 18). En la creación de la mujer está inscrito, pues, desde el inicio el principio de la ayuda: ayuda —mírese bien— no unilateral, sino recíproca. La mujer es el complemento del hombre, como el hombre es el complemento de la mujer: mujer y hombre son entre sí complementarios. La femineidad realiza lo « humano » tanto como la masculinidad, pero con una modulación diversa y complementaria.


Cuando el Génesis habla de « ayuda », no se refiere solamente al ámbito del obrar, sino también al del ser. Femineidad y masculinidad son entre sí complementarias no sólo desde el punto de vista físico y psíquico, sino ontológico. Sólo gracias a la dualidad de lo « masculino » y de lo « femenino » lo « humano » se realiza plenamente.
CARTA DEL PAPA JUAN PABLO II
A LAS MUJERES
Vaticano, 29 de junio, solemnidad de los santos Pedro y Pablo, del año 1995.

Cesaraug escribió:¿Es igual la autoridad de Cristo y su iglesia? ¿manda el cuerpo a la cabeza?
César, ésta es una analogía o comparación de como debe tratar el esposo a la esposa, no quiere decir que el varón tenga más autoridad que la mujer, esto es lo que dice Joseph ratzinger, al hacer la presentación a la carta apostólica ya mencionada.

En el momento en que se suprime el derecho del hombre a repudiar a su mujer, es necesario establecer entre los dos una relación nueva desde sus bases. Estas consecuencias están delineadas en la Carta a los Efesios (5, 21-33) donde el texto de la creación sobre el matrimonio ha de ser releído e interpretado a partir de Cristo. Con los más recientes exegetas, el Papa considera el versículo 21 del capítulo quinto como título de todo el párrafo: “Sed sumisos los unos a los otros en el temor de Cristo”. En esta sumisión recíproca, que se opone a la precedente dominación, el Santo Padre descubre la “novedad evangélica”, la fundamental superación de la discriminación de la mujer provocada por el pecado. Este nuevo y decisivo paso hacia adelante no se cancela en absoluto por el hecho de que a continuación en el texto bíblico el hombre es designado como cabeza de la mujer, De hecho esta formulación recibe su significado auténtico mediante su referencia cristológica: ser cabeza significa, a partir de Cristo, entregarse a sí mismo por la mujer (Ef 5, 25; VII, 24). Por lo demás, si lo antiguo aparece todavía en el lenguaje, esta novedad, que deriva justamente de Cristo, “ha de abrirse camino gradualmente en los corazones... en las costumbres. Se trata de un llamamiento que, desde entonces no cesa de apremiar...” (Ef 5, 25; VII, 24).
PRESENTACIÓN DE LA CARTA APOSTÓLICA
MULIERIS DIGNITATEM
DE JUAN PABLO II SOBRE LA DIGNIDAD
Y LA VOCACIÓN DE LA MUJER
30 de septiembre de 1988

Cesaraug escribió:Si tenemos una situación de cierta trascendencia y se ocupa tomar una decisión, pero el marido y la mujer tienen opiniones distintas, ¿que se debe hacer?
A-¿Echarlo a las suertes cual juego de azar? No
C-¿Que el hombre decida como cabeza de hogar? No
D-¿En esta decide la mujer por acuerdo amoroso y en la próxima el varón? No
B-¿Esperar que Dios nos mande un correo con la decisión?, César nosotros sabemos que cuando vamos a tomar una decisión importante debemos orar para pedirle a Dios, la sabiduría necesaria para elegir lo correcto; esto es lo que debemos hacer en el matrimonio. Doblar ambos la rodilla y el Señor con su Gracia, nos ayudará.

Cesaraug escribió:¿Antes de esa enciclica las mujeres estaban amargadas? Me hiciste reir, pero creo que malinterpretaste mis palabras, cuando sabes que algo es bueno, y no te esperabas que podía ser mejor, es natural que te alegres mucho :D
¿Cual magisterio se impone, el de todos los papas anteriores o el de JPII?
Ninguno puede imponerse César, el de todos es válido, sólo que debido al tiempo y las circunstancias, en determinada época tienen que aclarar detalles que no se han entendido bien anteriormente o pronunciarse contra un error... etc., por eso el Papa nos confirma en la fe, ¿no es así? :)

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