Bien sabido es que la rutina lleva según muchas parejas, al descalabro matrimonial. Pero la rutina en si misma no es la culpable, sino mas bien la actividad o inactividad que imprimimos a la rutina, es decir si tengo por rutina llegar algo cansado del trabajo y mi mujer tambièn llega igual, que mejor que hacer parte de esa rutina un pequeño presente diario, un poema, una flor, aunque sea una hierba en el camino
, con que sea dada con amor ya vale. Incluso hacerle cosquillas en la planta del pie, llevarsela como King kong en brazos, en fin, la espontaneidad es parte de la rutina misma. Y que mejor que rezar, claro la mejor rutina, esa es una inversiòn segura en el exito matrimonial. El verdadero meollo de la rutina es cuando se lleva con amor o sin èl.