Nuestros hijos

Un espacio para compartir experiencias, opiniones y consejos acerca de la vida matrimonial y familiar: relaciones conyugales, fidelidad, comunicación en la pareja, paternidad responsable, la educación de los hijos, el enriquecimiento mutuo en la convivencia y las amenazas y riesgos a las que se enfrenta la familia, como institución, en nuestros días. No es un lugar de consultoría matrimonial, sino un lugar para compartir temas y opiniones de manera pública

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Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Mar Jul 31, 2012 10:37 pm

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Pido al Espíritu Santo me guíe para que éste tema sea útil y sirva para el mejor entendimiento entre las familias.
Amén.

Los temas van surgiendo a medida que tengo contacto con las personas. Acabo de chatear con una chiquita de 10 años.
Y me latió el corazón, He ido aprendiendo que cuando siento así, es porque tengo que descargar mis sentimientos, así que aquí estoy.

Sucede que me comentaba que una amiguita la había golpeado. Le pregunté porqué y me contestó que no sabía. Y es cierto.

Ella comentaba que odiaba a ésa amiguita. Le dije por supuesto que no la odiara, que el odio sólo daña a quien lo siente, que tratara de preguntarle el porqué de su actitud, en fin.

Pero el corazón no dejó de latirme. Así que me dí cuenta que Dios me pide escribir mis sentimientos y pensamientos.
Recordé que su abuelita y su abuelito fueron niños que se "defendían" a golpes. Eran bravos como se dice.

Yo creo que éso no es malo. Todos hemos ido cambiando nuestra manera de ser a lo largo de nuestra vida.
Todos tenemos algo de qué avergonzarnos o algo que no hubiéramos hecho si hubiéramos sabido las consecuencias.
Yo no creo en aquello de "no me arrepiento de nada.Todo me deja una experiencia".

Es cierto. Todo nos deja una experiencia, pero no arrepentirme de nada me parece una actitud soberbia y por supuesto, es contraria a la doctrina cristiana. Jesús nos pidió antes de irse al cielo, através de sus discípulos que nos confesáramos los unos con los otros, que nos orientáramos los unos con los otros.

Esto por supuesto no tiene que ver con el confesarse con un sacerdote. La confesión con el sacerdote es una confesión ante Jesús mismo através del Espíritu santo que ambos invocamos. La confesión con un sacerdote nos da el perdón de Cristo.

La confesión que nos pide Jesús en ésa parte es el ser sinceros con los demás, es no usar caretas con ellos, es no ser hipócritas.
Vale más decirle a un hijo que hicimos algo que no era conveniente y que nos arrepentimos de ello porque no nos dejó nada bueno a decirles que lo hicimos por culpa de otras personas.


El echar culpa a los otros es lo más común. A ningún padre nos agrade que nuestros hijos nos vean con defectos.... ¿cómo podríamos llamarles la atención si nosotros también cometemos errores? podría ser la pregunta.

Y la respuesta es sencilla: se supone que al transcurso del tiempo hemos ido superando errores, hemos ido aprendiendo de ellos. No podemos presentarnos ante nuestros hijos como si nunca hubiéramos hecho nada incorrecto porque ellos mismos hacen cosas que no son correctas, porque ellos mismos tienen tentaciones y si les ocultamos que nosotros también las hemos tenido, que hemos caido pero que nos hemos levantado con la ayuda de los demás pero sobre todo de Dios, entonces los estamos enseñando a callarse sus emociones, a ocultarse a sí mismos aquellos deseos que no son buenos.

Lo malo no es sentirlo, éso no podemos evitarlo. Jesús mismo fué tentado. Lo malo es tratar de ocultarnoslo a nosotros mismos. Conosco personas que han llegado a engañarse a sí mismas de tanto contar a los otros cosas no ciertas para tapar aquello de lo que se averguenzan.

Y con ello, le quitan la oportunidad a sus propios hijos y nietos de aceptar sus emociones negativas y de tener el valor de superarlas. Y así, también ellos tienden a ocultarse de ellos mismos, dañándose más.

El presentarnos ante nuestros hijos como personas que hemos sufrido tentaciones, pero que las hemos ido superando con ayuda de Dios es además de la verdad, la mejor manera de ayudar a nuestros hijos a aceptarse tal y como son, con sus defectos y virtudes. Y a saber que los defectos pueden irse limando.

No basta aceptarse tal y como se es, después hay que pedir a Dios nos dé lo necesario para cambiar aquello que no nos agrada de nosotros mismos. ¿Y cómo hacerlo si nos ocultamos?

Conosco personas que "santifican" a sus padres como si nunca hubieran cometido errores. Los ponen de ejemplo a sus hijos y con ello cometen una gran equivocación, porque sus hijos entonces siguen el ejemplo de aquellos a quienes nosotros les hemos puesto como alguien a quien seguir.

Conosco personas que toman y son violentas o se defienden a golpes porque sus padres les decían que su abuelo era muy bueno. Y su abuelo era una persona que tomaba mucho y que se defendía a golpes.

Otras personas dicen a sus hijos que sus madres eran muy buenas. Y sucede que eran medio chismosillas o que tomaban cosas y se les olvidaba regresarlas o que tomaban lo que les hacía falta y olvidaban pagar, o eran de las personas que hacían lo que les convenía sin importarles si afectaban a los demás. Y entonces nuestros hijos seguirán el ejemplo de aquellos a quienes hemos puesto en un trono.

Con ello, los perjudicados seremos nosotros y nuestros hijos, ya que ellos sufrirán mucho y nosotros con ellos.

Hay muchas cosas que aprendí tanto de mi mamá como de mi papá y una de las que más me gustan es que nunca los oí culpar a otros de sus equivocaciones. Mis padres se mostraban a los demás tal cual eran, sin máscaras.

Fueron llamados malos, fueron llamados incluso "el diablo" porque se mostraban tal cual, con sus virtudes y sus defectos.
Ambos fueron personas que cometieron grandes errores, que sufrieron mucho, pero que tuvieron el valor de levantarse, que tuvieron el valor de aceptar sus equivocaciones y de superarlas.

Yo ví a mi padre transformarse, lo ví pedir perdón a Dios, lo ví hincarse ante El. Igual a mi abue, mi mamá.

Cuando chateé con ésta niña, me quedé pensando que el ser honestos con nuestros hijos es como ponerles una vacuna contra el veneno que tenemos dentro. Es ayudarlos a aceptar sus tentaciones, es ayudarlos a darse cuenta que son humanos y que sufren tentaciones, que es normal que se sientan heridos, que es normal que sientan que no quieren a otras personas como la niña que decía odiar a su amiga.

Pero que también es normal que sea sólo pasajero, que por encima de los malos pensamientos y tentaciones, está Dios dentro de nosotros que nos ayuda a cicatrizar ésas malas cosas, a superarlos y nos llama siempre al bien.

Cuando, como en el caso de la chiquita que les comento, sus abuelos usan una máscara de personas que son buena onda, que nunca han hecho nada malo, que son super super, es como no ponerles la vacuna contra las emociones que sus nietos o hijos tienen.
"De tal palo, tal astilla". Jesús llamaba a dos de sus discípulos "hijos del trueno" dado su carácter fuerte. Y es que los hijos y nietos tienden a heredar características de nuestro carácter. Y si no saben que somos así, ¿cómo pueden luchar contra ello? Tratarán de acallarlo, de ocultarlo y tarde o temprano el volcán estallará en el momento menos oportuno, dándoles un gran susto en sus vidas.


Seguiré compartiendo aquí, aquellas cosas que hagan latir mi corazón. :)
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Jue Ago 02, 2012 4:10 pm

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Hola, chicos del foro:

Pensé en cómo deseo llevar el tema y he decidido que como todos los que llevo, fluyan simplemente.
Ayer me enteré que uno de los cachorritos que tuvo mi perrita se murió.
Y el corazón me dolió y mucho.

Por mi irresponsabilidad falleció.
He aprendido que cuando el corazón me late, debo hacerle caso. Cuando entregué el perrito a ése señor, el corazón me latió y lo acallé, porque eran muchos cachorros y deseaba se los llevaran pronto.

A mi esposo no le agradaba el tenerlos en la casa. Tenemos 2 perras, 1 perro, 2 gatas y 4 peces.
Además, mi perrita tuvo 11 cachorritos y a mi esposo no le agradaba el tenerlos en casa.

Así que no pensé mucho cuando éste señor me pidió al cachorrito, a pesar de darme cuenta que no era el adecuado para ello. Puso al cachorro en una jaulita luego luego y lo llevaba para todas partes como si fuera un juguete.

Ayer me encontré al señor con sus dos hijos y los saludé. La niña me dijo: "se murió el perrito"
¿Cual perrito? le pregunté
Entonces me dí cuenta que era el cachorrito que les había regalado pocos días antes.

Yo no los había reconocido hasta que la niña me dijo.
Desde un principio no me latieron como dueños del cachorro, pero se los dí por la presión de mi esposo y de mi hijo mayor que se molestaban por el olor y porque los cachorritos necesitan muchos cuidados hasta que aprenden a controlar sus defecaciones, además son muy activos.
Y como eran 11, pues no les agradaban.

Los otros cachorritos los entregué a personas que me latieron porque sus niños los aceptaban y ellas mismas los acariciaban.
Este señor no. Ni siquiera permitió que sus hijos los cargaran porque no saben hacerlo, según les dijo.

Me latió que querían al cachorro para venderlo, porque estaban vendiendo un carro y vendiendo ropa usada.
Y aún así se los dejé.

Y el cachorrito se murió.
Me duele el corazón por el arrepentimiento ante mi irresponsabilidad. Sabiendo que no eran los adecuados, se los dejé.

Sabiendo que no lo cuidarían como debían, se los dejé. Me dí cuenta que no saben tratar perrios y aún así, lo dejé.

Me arrepiento de haberlo hecho. Aunque sean animales, yo los considero como una parte importante. Los quiero mucho y los cuido lo mejor que puedo.
Debí darlo a alguien que también quiera y cuide de los animales, aunque no tenga dinero como éste señor.
Los otros cachorros tienen dueños que tal vez no tengan para comprarles una jaula, ni para desparacitarlos luego luego o para vacunarlos con un veterinario, pero los quieren por ser animalitos cariñosos.

Como yo que aprovecho cuando hay campañas de vacunación gratuitas o campañas de esterilización baratas como la que recientemente llevé a una de mis perritas y a una de mis gatitas.

No todos los que tienen dinero, saben cuidar de los animales. Porque no es el dinero lo importante, sino el cariño que se les brinde.
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Vie Ago 03, 2012 9:35 pm

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Hola, chicos del foro

Hoy viendo las Olimpiadas me preguntaba porqué en México no tenemos grandes atletas o si los tenemos son como hongos que crecen y cuando se acaban, se acabó ésa disciplina.

Hubo un tiempo en que la marcha mexicana estuvo super. Después las carreras. Después los clavadistas.
Pero se han ido retirando y se acabó. No hay continuidad. Es por éso que sólo se destaca de una manera individual. En deportes de conjunto pues nadamás se apoya a la Selección de futbol.

¿Porqué ? me preguntaba.
Y creo que nace de una característica que tenemos los mexicanos: esperamos que otros hagan las cosas.

Criticamos, nos quejamos, pero esperamos que otros lo hagan.

Cuando han surgido figuras deportivas o en cualquier otra disciplina de la vida, es sólo de manera individual. "cada quien se rasca son sus uñas" parece ser nuestro distintivo.
Y así es muy difícil no sólo obtener triunfos en el deporte, sino como nación, como personas.

Traté de buscar en la Palabra de Dios o sea en Jesucristo, en sus palabras alguna parábola o pasaje que pudiera ser luz en éste tema y me remonté a milagro de los panes tan conocido y que a mí me sorprende siempre.
El domingo pasado, el Evangelio nos hablaba de éste milagro:
5000 hombres (sólo hombres, sin contar a las mujeres y niños que también había. Así que fueron más personas) fueron alimentados con 5 panes y 2 pescados que llevaba un muchacho, según nos dice Juan el Evangelista del amor.

Un profeta en la antigudad alimentóa 100 hombres con 20 peces nos decía el Antiguo testamento que también se leyó el domingo pasado.

Si en México se llevara a cabo éste milagro, entonces todo sería mejor.
Leí también en la hojita que nos reparten, una bella historia en donde un granjero se arregla y a su granja también porque va a pasar el rey y él espera que le dé algo bueno.
Cuando el rey pasa, el granjero se le acerca y le pide cosas. El rey le dice: "y tú qué me vas a dar?"
El granjero sorprendido le da un grano de trigo.
Después cuando revisa su saco, descubre una pepita de oro entre los granos y se arrepiente de haber sido tan tacaño con el rey.

Asi mismo Jesús alimentó a 5000 hombres y a muchas mujeres y niños. Con lo que llevaba un muchacho.

Para que Jesús hiciera el milagro se necesitó que sus discípulos buscaran entre la gente a quien llevara algo y que ésa persona lo diera para los demás. Y entonce Jesús actuó y hasta sobró.

Cuando yo escucho a comentaristas, deportistas actuales y retirados quejarse de que el gobierno no hace nada, que no hay apoyo me quedo pensando ¿y ellos qué hacen?
Si realmente les interesara, ya habrían hecho alguna Asociación de deportistas retirados y actuales, comentaristas, negocios que viven del deporte, etc que se encargara de ayudar a que el deporte se cimiente y puedan entonces surgir deportistas que hagan brillar a nuestro país.

Si ellos no dan el primer paso, ¿entonces quién lo hará?

De igual manera en todas las otras actividades que realizamos. A mí me interesa por ejemplo la capilla a la que asisto, porque creo que es la casa de Dios en donde nos reunimos para la Eucaristia, para alabarlo, para orar, etc. como Jesús nos dijo.
Y entonces trato de ayudar a que esté en buenas condiciones. Hago lo que me corresponde hacer.
Si nadie hacemos nada, entonces ¿qué le estamos dando a Jesús? ¿con qué va El a hacer milagros en nosotros, en nuestra comunidad?

Si en nuestras familias, nos limitamos a esperar que lo hagan los papas, o que lo hagan los hijos, etc. entonces nadie hace las cosas.
En el paraje del milagro de los panes, Jesús da como siempre el primer paso. Pregunta a Andrés y a sus discípulos ¿con qué alimentaremos a tantas personas?
Jesús pide por lo menos algo de nuestra parte. El trabajo mayor lo hace El

Jesús pide nuestra ayuda, nuestra opinión.
Yo creo que si seguimos sus palabras, los padres debemos ser como El: "mansos y humildes".
Si El les pedía opinión a sus discípulos, nosotros también debemos hacerlo con nuestros hijos.
Si El les pedía ayuda a sus discípulos, nosotros también debemos hacerlo con nuestros hijos.

Existen padres que no lo hacen, existimos otros a los que se nos olvida de vez en cuando hacerlo y queremos imponer nuestra opinión, nuestro punto de vista y terminamos con un "lo haces porque yo lo digo", "lo haces porque yo lo mando", etc.
"Tú no sabes" dicen otros. Jesús no hizo ni hace éso con nosotros.

Jesús es nuestro hermano mayor como hijo de Dios, pero también es llamado padre espiritual, es llamado maestro.
Nuestros hijos son antes, hijos de Dios y como tales debemos tratarlos como Jesús nos trata y ser mansos y humildes con ellos, no sólo con las demás personas.

Así que si opinas, es porque tienes algo que dar para poder resolver los problemas que criticas.

Yo pienso que si cada deportista sea olímpico o no, si cada comentarista (de ésos que critican tanto) aportara un granito de arena para apoyar a los deportistas de alto rendimiento, el deporte mexicano sería otro.
Pero si esperamos que sea el gobierno o las grandes compañias que lo hagan, pues estamos fritos.
Los atletas que han surgido de manera individual ha sido porque sus familias antes que nadie, han apoyado y trabajado mucho para apoyarlos, pero de ésa manera no va nunca a superarse nuestro deporte.

Como ven, las Olimpiadas pueden darnos tema para mejorar como padres, como personas y hasta como nación si la basamos en la Palabra de Dios que es Jesucristo, el Verbo hecho carne.

Saludos
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Lun Ago 06, 2012 11:22 pm

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Paz y bien.

Sigo viendo las olimpiadas. Me gustan en especial aquellas disciplinas en las que se combinan el arte con lo físico como en la Gimnasia, los clavados y el nado sincronizado.

Hoy se llevaron a cabo competiciones en las tres áreas y ahi estaba yo viendo y sorprendiéndome ante la facilidad con la que lo hacen, como dijo el Padre el domingo en el sermón.
El nos preguntaba si alguna vez nos habíamos lanzado del trampolín de 10 metros y recordé cuando tomé clases de natación en las que no era yo muy buena, me faltaba la respiración (tengo problemas en los pulmones desde muy pequeña a causa de una tosferina) me daban calambres, en fin. Pero aprendí a nadar a pesar de todo.

Un grupo del Rescate alpino que conocimos ahí se acomidió a enseñarnos a clavarnos y como éramos adolescentes nos pareció buena idea. Nos lanzamos de la plataforma y no hubo problema.
Nos lanzamos después del trampolín de 3 metros y aunque se ve refea la alberca por la distancia, pues me lancé. Más por no quedar mal con mis compañeras de las cuales era o por lo menos así lo percibía alguien a quien imitaban o seguían. Ahora si que me aventé como el borras.

Después llegó el momento de aventarnos del trampolín de 10 metros y yo muy valiente, lo hice.
Fuí después de una compañera que se subió valientemente y al estar arriba, se agarró del trampolín y no podía ni bajarse ni aventarse. Se quedó estática y el profesor tuvo que subir por ella y bajarla por las escaleras.

Me dió pena ajena y por no hacer lo mismo que ella, cuando me tocó el turno,me aventé. No miré siquiera si estaba lejos el agua (si me hubiera fijado, no me aviento jajaja) Sólo me aventé. Recuerdo cuando llegué al agua y la angustia que me dió porque me fuí hasta el fondo. La distancia del fondo a la superficie se me hacía eterna y pensé que no iba a poder salir y me empecé a desesperar.

Entonces, el maestro me tomó del brazo y me sacó. Fué la única vez en que me aventé de tan alto. Y a partir de ahí, cada vez que paso por un puente de ésos que se mueven me da vértigo. Me recuerda seguramente en mi interior, el no poder salir del agua.

Soy miedosa, pero aveces me doy valor ante personas que tienen más miedo que yo. De alguna manera percibí que si no me hubiera aventado después de que mi amiga no pudo hacerlo, ella hubiera caido en su autoestima.

Al ver que me arrojé, ella hizo un segundo intento y logró aventarse del trampolín de 10 metros.

Debo decir que no volví a arrojarme jajja, pero ella lo hizo muchas veces más. Se dió cuenta que tenía facultades para nadar, para aventarse clavados.

De alguna manera, yo era una especie de viga a la que había que saltar. Si yo lo hice que era mucho menos temeraria que ella, ella debía hacerlo mejor. Y lo hizo.

De alguna manera, yo lo intuí y me dió mucho gusto ver que se lanzaba sin problemas, ver que era mejor clavadista que yo y mejor nadadora que yo.
Eso me hizo ser su amiga.

Era yo muy estudiosa y los 4 años en el internado, siempre estuve en el Cuadro de honor en todo. Ella necesitaba algo en qué vencerme y lo hizo jajajja.

Debo confesar que yo la admiraba mucho más de lo que ella a mí. Admiraba su don de gentes, la facilidad con la que las demás la aceptaban. Y me sentí muy orgullosa de verla lanzarse una y otra vez.

Así también me dió mucho gusto saber que otra de mis compañeras se recibió como Doctora, que tuvo éxito en su vida profesional. Siempre estuvo por debajo de mí en el Cuadro de honor y seguramente éso la hizo esforzarse mucho más de lo que lo hubiera hecho. Tenía un IQ mucho más alto que yo, tenía más capacidad que yo para el estudio, tenía mejores oportunidades que yo pues contaba con mejor familia económicamente hablando y mejor relacionados y no se esforzaba lo suficiente.

Necesitó de mí para hacerlo.
Yo fuí una niña aplicada. Aplicada al estudio, determinada, estudiosa. Ella tenía mayor capacidad y no lo hacía.
La directora del internado decía que parecíamos la tortuga y la liebre.

Aveces las liebres necesitan tortugas para meterle ganas al asunto.
Nunca aspiré a una carrera universitaria, pero ella no lo hubiera logrado si no hubiera sido por mí.
De alguna manera recapacitó en cómo alguien con mucho menos capacidad, con muchas menos oportunidades le daba la batalla y no le dejaba ningún chance en ninguna actividad.

Y es que yo tenía siempre presente algo que vale más que la capacidad o las aptitudes: el deseo de agradar a quien me había dado todo sin pedirme nada. Me gustaba ver lo alegre que se ponía mi abue cuando podía decir que su nieta había hecho tal o cual cosa. No podía fallarle. No podía dejar de ver su sonrisa ante mis triunfos.
No me bajé del cuadro de honor a pesar de saber que no le agradaba a las demás compañeras de mi grado. La sonrisa de mi abue compensaba todos los malos momentos.
A ellas no les gustaba, pero a mis compañeras mayores y a mis compañeras menores, sí.
Y necesariamente, tenía que encontrar maneras de serle agradables también a ellas, pues eran mis compañeras.
Afortunadamente, fueron mejores que yo cada una en alguna cosa.

Y sigo siendo igual. No soy fácil de pasar porque tengo fé más que aptitudes o capacidades, ahora me doy cuenta. Pero no soy buena en todo, gracias a Dios jajaja
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Vie Ago 10, 2012 2:08 pm

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Hola, chicos del foro:

Empecé a escribir algo sobre mi padre en el tema de "Paz y bien" y pensé que estaría mejor en éste de nuestros hijos.

Cuando se es padre, también se es hijo y normalmente se es al mismo tiempo. Eso todos lo sabemos, pero ¿alguna vez como padre te has puesto a pensar en cómo te perciben tus hijos?

Creo que los hijos tarde o temprano empiezan el camino hacia sí mismos y en ése camino necesariamente tienen que pasar por sus padres. Muchos se remontan a los abuelos.

Más tarde o temprano, nuestros hijos se detendrán a leer el libro que son sus padres. Esto me ocurrió a mí supongo.

Empecé a leer muy, muy pequeña. A los 10 años ya había leido la biblioteca entera del internado en que estuve por 4 años.
En la secundaria leí algunos en la biblioteca.
Y así durante el tiempo en que trabajé cuando soltera compraba libros quincenalmente.

Hasta que finalmente encontré una zaga que me hizo detener en mi búsqueda. Buscaba yo algo que me hiciera entender a mis padres. Después de éso, no he vuelto a comprar libros,

Leí "Lo que el viento se llevó" y me gustó mucho la historia de Scarlett a quien admiraba en algunos aspectos, pero a la que finalmente no aprobaba. Ret Buttler definitivamente me robé el corazón.

Leí "Shogún" y me sorprendí cómo una mujer puede obedecer a un déspota que ni de su familia es y anteponerlo al amor.

Leí finalmente "Raíces" y fué el libro que me hizo buscar las mías más allá de mis padres.

Pero definitivamente la zaga de "Los inmigrantes" fueron los 3 libros que me hicieron encontrar a mi padre.
Dan Lavette hijo de unos inmigrantes llegados a Nueva York. Francés su padre e italiana su madre, se convierten en inmigrantes dentro de Estados unidos al recorrer en un tren el camino de Nueva York a California, la California recientemente "comprada" a México.

Una California que vibraba por su construcción. La familia Lavette ayudó junto con muchas familias como ellos las ciudades de San Francisco y Los Angeles donde transcurre mayormente la historia.

Dan se queda huérfano muy muy joven. Encuentra en Anthony Cassala otro inmigrante apoyo. Conoce después a Mark Levy y ellos pasan a ser su familia.

Conoce a Jean Sheldon una joven mimada y rica con quien inicia una historia de amor y desamor
Por ella Dan conquista San Francisco, sube a lo alto de la loma.

Cuando leí éste libro entendí a mi padre, entendí su manera de ser. Esa manera cautivadora como niño grande, ésa manera impetuosa a veces de ser, ésa manera que lo llevó a realizar grandes cosas.

Terminé entendiendolo antes de queo él terminara de entenderse y encontrarse casi al final de su vida.

En ése entenderlo, me ayudó mi propia May Ling una mujer que lo amó como nadie lo hizo.

Jean no es definitivamente mi personaje favorito, pero es el amor de su vida y por ella hizo todo lo que hizo.

Hoy recordé ésa historia y me hizo ver que mis propios hijos algún día terminaran encontrando un libro que les haga decir "ésa es mi madre". Espero que cuando lo hagan, sea un libro digno de ser leido.

Para ello, trato de escribirlo bien jajajja.
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Mar Ago 21, 2012 9:11 pm

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Paz y bien.

Recordaba hoy el pasaje bíblico en donde se narra la historia del Rey Salomón, hijo del Rey David .

Es conocido como el rey sabio. Se cuenta que al ser proclamado rey, pidió a Dios el don de saber discernir con claridad sobre los asuntos para no equivocarse en sus juicios y mandatos. Deseaba el bien del pueblo judío.
Al final de su vida adoró a otros dioses y con ello, se trajo contra sí el enojo de Dios quien dividió el reino y en honor a su padre David a quien había prometido que de su descendencia nacería el Mesías eligió una tribu de entre sus muchos descendientes para que gobernara al pueblo.

En fin. Esa es historia del Antiguo Testamento que sirve sólo para recordarnos porqué el Nuevo Testamento. En el Nuevo Testamento o sea en Jesucristo se cumplen todo lo anunciado en el Antiguo Testamento. Cristo mismo dijo que no venía a acabar con la ley, sino a cumplirla y perfeccionarla.

Dentro del Antiguo Testamento, el rey Salomón brilla por su sabiduría. Recordaba el conocido pasaje de las dos madres que peleaban por un hijo. Una de las madres había perdido un hijo que murió y otra madre tuvo un hijo y la primer madre deseaba al hijo de la segunda mujer.

Peleaban por él y fueron llevadas ante el Rey Salomón quien ordenó cortar en dos al pequeño. La primer mujer se quedó callada y la segunda dijo que le entregaran a su hijo antes de verlo cortado en dos. El rey Salomón le dió el hijo a su verdadera madre.

Esta historia siempre me ha intrigado porque es tan parecida a la que vivió mi abue con mi papá. El quedó huérfano de padre muy pequeño. Mi abue pidió ayuda a los abuelos paternos, pero no la quisieron ayudar. Entonces fué con sus padres a pedirles ayuda y su padre que era muy severo, le dijo que aceptaba quedarse con el niño pero con todo y papeles.

Así fué como mi padre tuvo dos actas de nacimiento. Una en la que su padre español lo registró y otra con el apellido de sus abuelos quienes lo criaron.

Mi abue fué como la madre que prefirió entregar a su hijo antes de verlo dividido en dos.

Al separarse de mi papá, llevó a sus hijas (mi hermana y yo) con su familia, pero no nos trataban bien. Ella tenía que trabajar y nos dejaban al cuidado de su hermana que tenía hijos y no nos trataba bien.
Mi abuelita que siempre fué muy buena, iba a visitarnos y un día vió llegar a mi mamá con nosotras. Era muy noche y no llevábamos suéter. Mi abuelita le dijo que no estaba bien que estuvieramos tan destapadas porque eramos pequeñas y mi mamá se enojó y le dijo que si no le gustaba nos llevara con ella.

Mi abuelita lo hizo así y desde entonces nos quedamos con ella. Pareciera que mi mamá no nos quería, pero yo sé que lo hizo porque no nos trataban bien y ella no se atrevía a oponerse a su hermana y a su madre. Mi mamá tenía fama de mal portada, pero yo creo que era por su impotencia ante las injusticias.
Nunca he culpado a mi mamá por habernos entregado a mi abuelita. Simplemente pensó que era el mejor lugar donde podíamos estar.

Cuando mis padres se separaron, mi mamá iba embarazada y mi papá creyó en los chismes de sus familiares. En ésa época mi papá estaba mucho tiempo fuera dado que era marinero. Mi mamá quedaba viviendo cerca de una tía quien "casualmente" también provocó el rompimiento del matrimonio del hermano de mi papá con sus chismes.
El carácter de mi mamá tan impulsivo y que no sabía quedarse callada junto con los chismes de los familiares provocaron la separación de mis padres.

A mi hermano lo entregó con mi abuelita paterna, pero no porque lo quisiera así sino porque estaba muy sometida a la voluntad de su madre.

Con mi hermano, mi mamá fué como la madre que entrega a su hijo a la mujer que se lo quería robar para que no lo partiera en dos.

Como ven, la historia de mis padres y familiares es tan compleja que parece el Antiguo Testamento, llena de guerras, rivalidades, etc.

Por eso tengo 2 hermanos de padre y madre. 4 hermanos de mi papá con su segunda mujer y 1 hermano con su última mujer, pasando por la mujer con la que se casó y que fué su esposa. Con ella no tuvo hijos porque ella decidió cuidar de nosotras.

Como ven también, Dios envió a la esposa de mi papá para curarnos las heridas que causó la separación de mis padres y después la dolorosa, muy dolorosa separación de mis hermanos con los cuales llegué a ilusionarme con la idea de una familia.

Se vive de ilusiones realizadas, no de sueños imposibles. Y ése fué un sueño impósible con el que soñé por mucho tiempo.
Sólo Dios hace posible lo imposible y Dios me dijo "no" cuando deseé tanto tener una familia con padre, madre y hermanos.

Por éso he luchado tanto por darles a mis hijos una familia con padre, madre e hijos. Y Dios me brindó además parientes numerosos con los cuales mis hijos tuvieron lo que yo no tuve.

Y al igual que la madre de la historia salomónica, prefiero entregar a mis hijos antes que verlos partidos en dos por la nostalgia de una familia numerosa.

Lo hizo mi abuela, lo hizo mi madre y ahora lo hago yo.
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Sab Ago 25, 2012 12:47 pm

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Paz y bien.

Son medio complicadas las relaciones familiares a veces, sobre todo en familia como la mía en que mi abuelita tuvo hijos de 4 hombres; mi papá tuvo hijos con 3 mujeres.
Ahora sí que la vida nos pone a veces a elegir ¿Con quien te vas, con melón o con sandía?

Yo creo que si un niño crece en un hogar sustituto, llámese como hijo de los abuelos, como hijo de un tío, como hijo adoptivo, la persona que lo cría es quien influye mayormente en él.

Bien dicen que es más padre quien crece que quien engendra.
En mi caso fué así. Y en el caso de varias personas que conosco.

Una de ésas personas fué criado por una buena mujer que lo adoptó junto con sus 4 hermanos. Ninguno era hijo suyo. Ella por su buen corazón los aceptó al unir su vida con su padre.

Este señor después de un tiempo, se fué "a comprar cigarros" y no regresó. Dejó a sus hijos con su mujer quien los crió con grandes sacrificios, quien los cuidó en sus enfermedades, quien los educó, quien los formó.

Un buen día, después de muchos años cuando él y sus hermanos ya estaban casados regresó como el de la canción "no estaba muerto, andaba de parranda".
Venía enfermo y su hijo lo recibió, le dió para curarse, pero no lo dejó quedarse en su hogar.

Mi mamá, la que me engendró hizo lo mismo. Después de dejarnos a mi hermana y a mí en brazos de mi abuelita, regresó enferma y eligió una fecha en que estaba yo muy sensible: a los pocos días del fallecimiento de mi hija.
La abracé y la dejé ir.

Recuerdo que le comenté a mi abuelita que mi mamá había ido a la casa a buscar a mi hermano que se crió con ella. A mi abuelita se le salieron unas lágrimas y nunca más volví a buscar a mi mamá ni ella regresó a mi casa. Porque a mí quien me crió, fué mi abuelita. Ella nos curó a mi hermana y a mí cuando llegamos con pulmonía, nos educó, nos cuidó, nos brindó su amor y ternura.
Es cierto que también nos dió nuestros azotes, pero nunca sin razón.

En cambio otra persona que conocí, que fué educado con amor por sus tíos, que lo quisieron, lo cuidaron, lo formaron, cuando regresó su padre enfermo y alcohólico, lo dejó entrar a su casa.
Cuidó de él y se olvidó de quienes lo recibieron a él y a sus hermanos. Dicen que el que "a dos amos sirve, con alguno de los dos queda mal"
Y desgraciadamente, ésta persona abrió su corazón a quien lo abandonó, a quien se olvidó de él, a quien desperdició su vida en el alcohol y sólo cuando estaba enfermo, regresó a buscarlos. Y regresó sin el afán de regenerarse, de enmendarse.

Esta persona entró en conflicto consigo misma y terminó muy mal. A los 36 años murió siendo un alcohólico, no sin antes perder su matrimonio, su esposa y sus hijos.

En la palabra de Dios nos dice:
apocalipsi 3:15-16
Yo conosco tus obras , que ni eres frío ni caliente.¡ojala fueses frio o caliente!
pero por cuanto eres TIBIO y no frio ni caliente , TE VOMITARE DE MI BOCA
.

Yo creo que Dios desea lo mejor para nosotros. Estas palabras pueden sonar muy duras, por lo menos a mí me lo parecieron la primera vez que las leí, pero son ciertas. No se puede tener un pie en un lado y el otro en el otro lado.
No se puede amar a dos padres, ni se puede servir a dos amos.

Nuestros padres son nuestros padres aunque fallezcan. Y padre o madre es quien cria, no quien engendra.

Hay muchos casos en que los abuelos cuidan de los nietos por ayudar a sus hijos, pero no son sus padres.
Hay muchos otros casos como el de mi papá en que sus abuelos lo criaron como hijo porque era huérfano de padre y su mamá prefirió dejarlo que tuviera un hogar que ella no podía ofrecerle.

Hay otros casos en que una madre soltera encuentra su pareja y se unen y el hijo es adoptado y tratado como hijo.

En la vida moderna, cuando desgraciadamente las parejas se separan y se unen con otras personas los hijos se encuentran con un pie en el lado caliente y el otro en el lado frío y ¿cómo van a poder vivir así?
Una casa separada se derrumba. Y cada uno de nosotros, somos una casa de Dios, no podemos vivir separados.

Si un niño crece con un padrastro o se le trata como hijo o se le trata como extraño.
Ningún padrastro tiene derecho a llamarle la atención a un niño si no lo trata con el cariño de un padre.

¿Y cómo vas a vivir con una persona para la cual eres un extraño?
No se puede simplemente.

Es por éso que muchas parejas se separan de su nueva pareja y termina en fracaso porque lo que mal empieza, mal acaba.

Si un padre se va de la vida de sus hijos, no regrese por favor. Y si lo hace, no espere que se le abra la puerta como si nada hubiera pasado.

Tengo un hermano que sufrió mucho porque fué tratado con frialdad por quien nos engendró. El se crió con la abuelita materna y ella vivía con su hijo quien le ayudaba. Ellos son su padre y su madre, ellos lo cuidaron, lo educaron, lo formaron. No nuestro padre ni nuestra madre.

Mi papá luchó mucho por sus hijos con sus parejas, los quiso y cuidó, pero desgraciadamente la madre de mis hermanos no nos aceptó a las dos: conmigo era caliente y con mi hermana fría y pues la relación terminó.

Mi papá nunca los fué a buscar, a pesar de quererlos mucho por no inquietarlos, para permitir que vivieran en paz con la familia que su madre había elegido como la ideal para formarlo.

Si sus mamás no tuvieron el buen sentido común de quedarse con mi padre que era un buen hombre, que las cuidaba a ellas y a sus hijos y eligieron parejas no adecuadas, no fué culpa de él.

Lo ideal es que los hijos crezcan con su padre y su madre. Si uno de los dos fallece, la familia se hace cargo de los huérfanos y la viuda como dijo Jesucristo.
En muchos casos, las viudas o viudos se casan y aquellos que se casan con ellas o ellos, toman la decisión de hacerse cargo de ellos o ellas con sus hijos. No es liviana la cruz que eligen, pero puede ser muy edificante.
Lo que no pueden hacer los que se casan con viudos es pretender que se olviden de sus hijos o tratar a los hijos de una manera distinta a como tratan a los demás.

Que vivamos de una manera diferente, ésa es nuestra decisión. Por experiencia propia, he visto que cuando no realizo la voluntad de Dios en mi vida algo malo me pasa, no porque Dios me lo envíe sino porque no hago lo que El dice y El quiere únicamente lo mejor para mí.
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Re: Nuestros hijos

Notapor lianhe » Dom Ago 26, 2012 12:43 am

Hola Scarlett!, que hermoso volver a encontrarte por aqui! Cuanto tiempo pasó?, me emociona porque te debo tantas oraciones y paciencia!! Que tema elegiste! Espero me permitas aportar de mi cosecha... Un abrazo sentido de una riojana, argentina, guadalupana hasta el corazón, que tuvo que cambiar el usuario , pero soy Lian la de siempre.... Hasta pronto!!!
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Lun Ago 27, 2012 9:16 am

lianhe escribió:Hola Scarlett!, que hermoso volver a encontrarte por aqui! Cuanto tiempo pasó?, me emociona porque te debo tantas oraciones y paciencia!! Que tema elegiste! Espero me permitas aportar de mi cosecha... Un abrazo sentido de una riojana, argentina, guadalupana hasta el corazón, que tuvo que cambiar el usuario , pero soy Lian la de siempre.... Hasta pronto!!!

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Paz y bien, Lian

Me alegra saber de tí. Por supuesto que puedes opinar, aquí todos podemos jajjaja.
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Mar Ago 28, 2012 12:30 pm

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Paz y bien.

Hoy traigo un tema peliagudo.
Cada padre o madre creemos en algún momento de nuestras vidas que somos lo único en la vida de nuestros hijos.... y lo somos en sus primeros años.

Eso los marca de por vida, pero toda marca puede quitarse o alivianarse.

¿Qué marca queremos dejar en nuestros hijos?

Estaba recordando el día de hoy a 4 niños que vivían en una situación muy difícil.
Su padre cayó en el alcoholismo y ellos y su madre sufrían las consecuencias.

Su padre llegó a decirles a sus hijos que golpearan a su mamá. Cuando tomaba, perdía el control de sí mismo.
Y los niños lo hacían. Eran muy pequeños y se espantaban.
Su mamá se quedaba sin moverse para no enfurecerlo.

Una tía que vvía cerca, tampoco se atrevía a intervenir por miedo a que su esposo matara al tipo.
Era una situación terrible la que vivían.

Yo era aún soltera y sólo Dios sabe de dónde me venía el valor. Sucede que fuí a visitar a la tía y escuché los llantos de los niños y los gritos del papá.
Con fé y valor me acerqué. Hablé con él, le pregunté qué le pasaba, le llamé la atención y le dije que ésas no eran maneras de tratar a su mujer y menos a sus hijos. ¿no te das cuenta que los espantas?
En fin. Estuve ahí hablándole, calmándolo y terminó llorando como un bebé.

No volvió a golpear a su mujer, ni volvió a asustar a sus hijos.

Aveces las personas sólo necesitan amor, que se les tome en cuenta. El esposo de la tía era muy frío con él, lo ignoraba siendo su familiar por lo menos político. Sencillamente no existía.
Una de ésas niñas sobre todo, tenía mucho miedo, se acurrucaba en un rincón. Ella se parecía a su mamá.

¿Te imaginas lo que puede pensar una niña tan pequeña? Después de mi mamá sigo yo

Tuve la oportunidad de seguir en su vida por algún tiempo y le puse a mi hijo su nombre. Para ella, ése gesto fué importante. En la actualidad es una mujer que ama mucho a sus hijos y a su esposo.

Por supuesto que no soy yo, sino Dios quien a veces me ha usado para llevar ésas pequeñas alegrías a las personas.

Dar alegría y felicidad, darse uno mismo éso es amar.

A veces Dios nos lleva a situaciones tan extremas como la de ésa familia en la que un miembro sufre terriblemente y con ello hace sufrir a toda la familia.

Este hombre sufrió mucho desde niño al morir su madre y al ser su padre un alcoholico. Fué cuidado por sus tíos al igual que sus hermanos, pero al regresar su papá no pudo superar lo que traía dentro y terminó siendo alcoholico también, perdiendo a su familia.

Murió a los 30 y tantos años ahogado de borracho, ya no tenía esperanza para sostenerse. Me dijo la última vez que lo ví "ya no tiene caso, guerita. Ya perdí a mi esposa y a mis hijos".

Dios quiera que su alma descanse en paz y que el dolor o sufrimiento que haya sembrado en sus hijos sin querer, puedan ser limiados por el amor tan grande que les tuvo.

Amén.
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Vie Ago 31, 2012 12:31 pm

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Paz y bien.

¿Has oido hablar de los robachicos?
Por supuesto que sí. Todos hemos oído hablar de ellos.

Pues no sólo hay robachicos que se llevan a los niños para ponerlos a vender o para ponerlos a hacer actos no propios, existen robachicos que tratan de jalarse a nuestros hijos. Pueden ser personas que no tienen hijos o hijas o personas que han perdido a algún hijo.

Yo he perdido a una nena cuando era pequeña y siempre tenía la necesidad de tenerla de nuevo.

En la ciudad donde nací, crecí, me casé tuve la fortuna de tener siempre quien me compartiera a sus hijas por momentos. Es una necesidad, es como tomar agua refrescante, ahora lo veo.

Tengo una concuña que tuvo una niña y yo me acercaba a ella a tomar de su aguita y ella instintivamente me lo permitía.
Pero un día se fué lejos y entonces encontré otra fuentecita de agua clara que saciaba mi sed. Desgraciadamente su mamá no permitía nos acercáramos a ella y terminamos viniéndonos a vivir lejos de ellos.

Cuando llegamos acá, encontré otra fuentecita que sació mi sed. Vine desde lejos a tomar agua de ella y me la negaron sus padres.

¿Tú dejarías a un sediento morir de sed? ¿No dice Cristo Jesús que El está en aquellos que tienen sed y les dan de beber?

Pues aquí me dejaron sin beber de ésa aguita . Estuve en el desierto por muchos años hasta que me dieron de beber un agua muy limpia y muy refrescante. Eso me salvó la vida.

Dios aprieta, pero no ahorca y menos deja morir de sed a nadie. Y yo recibí ésas gotitas de agua de una persona que ni de mi familia es, pero que me permitía acercarme a sus hijas.

Ese es Cristo, El no es un ladrón ni un robachicos. Son hombres y mujeres que comparten con otros de sus riquezas y no sólo son riquezas lo material.

Aquí donde vivo actualmente me han mantenido seca, me han vendido a sus hijas. Han puesto negocios vendiendo a sus hijas, pero no sacian mi sed. No comparten conmigo.

Yo no me había dado cuenta hasta hoy de que éso es lo que me ha sucedido desde que perdí a mi hija hace ya 32 años.

Desde entonces me he mantenido tomando agua de fuentes ajenas, de personas de buen corazón que son compasivas.

Dios bendiga a ésas personas que saben compartir con otros sus riquezas no sólo materiales que de éso, bendito sea Dios nunca me ha faltado. Dios siempre me ha dado lo necesario, si no lujos sí lo necesario para vivir.

Y realmente cuando uno está sin tomar agua tanto tiempo, llega uno a andar como loca.
Yo pido perdón a ésas personas a las que de una u otra manera les tuve tirria, nunca les hice ningún daño bendito sea Dios, pero no las aceptaba.

Cuando alguien maneja el pocito del que se surte uno, y ésa persona es alguien de mal corazón, la cosa puede salir mal.
Yo le doy gracias a Dios que me envía personas de buen corazón a saciar mi sed.
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Lun Sep 10, 2012 10:54 am

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Paz y bien.
Hace unos días recibí la invitación de amistad de una persona quien me invitaba a visitar su página. Al hacerlo, me encontré con un sacerdote que durante mucho tiempo fué capellán carcelario en Italia y comparte varios escritos acerca de los presos desde el punto de vista misericordioso.

Me gustaría compartir algo de éso en éste tema porque las personas en las cárceles algún día fueron bebés inocentes que fueron creciendo de una manera equivocada. Lo comparto no con el propósito de sentirnos afortunados (que lo somos) de no tener hijos en ésa situación y por ello señalamos tan fuertemente a los delincuentes, sino con el propósito de concientizarnos como sociedad en la parte de responsabilidad que nos toca. También para que nos sirva para educar mejor a nuestros hijos.
P. Bruno Ontiviero
Miembro de la Compaňia de la Reina de los Lirios

No se nace criminales
y si alguien se vuelve criminal, la culpa es de toda la sociedad,
inclusive de nosotros


Adonde nos hemos equivocado?

Novi Ligure, Italia, Febrero 2001. Erika una joven de 17 años y su novio Omar cumplen un horrible crimen: matan a la mamà y al hermanito de ella . Este hecho lleva mucha gente, en especial modo muchos padres, a preguntarse: donde nos hemos equivocado?

La pregunta me parece correcta inclusive si son muchos los que quisieran cargar de la culpa solo a los dos jovenes.

Donde nos hemos equivocado? Como es posible que una niña de muy buena familia, sus padres nunca le habìan hecho faltar nada, se haya tranformado en un monstruo?

Qué sentimientos pervertidos pueden haber empujado a los dos jovenes hasta llegar a matar a la mamà y al hermanito? E inclusive parece que Erika quisiera matar al padre tambien.

Es muy dificil contestar a estas preguntas. En verdad muchos expertos de varias disciplinas han buscado contestar y hacer el tentativo de comprender a estos jovenes.

Seguramente muchos en México recordamos éste caso, uno de los primeros que se dan en nuestro país, en Monterrey para ser más específicos. Continúo:
La familia està mal

Los expertos hablan de “disagio juvenil”, de “mal vivir”, de “aislamiento existencial” en el cual viven los jovenes de esta generaciòn. Ellos hablan tanbién de profunda inseguridad originada siempre segun los expertos, de algo que falta en la familia y que afecta a los jovenes, inclusive aquellos de familias economicamente muy buenas, desde la niñez.

A este proposito es muy interesante lo que ha dicho la directora de la Carcel para menores Cesare Beccaria de Milan, Doctora Giovanna Fratantonio en una entrevista concedida a una revista catolica “Famiglia Cristiana” del 18 Marzo 2001, pag. 44, segun ella:

“ hasta algunos años antes, los menores que llegaban a la Carcel eran de familias pobres, vivìan en barrios marginados y con padres que ejercian violencia cuando estaban en casa. Ahora los jovenes vienen de toda parte, de toda clase social. Tienen problemas en famiglia o en el barrio o en la escuela. Ademas una vez nos presentaban como modelos El “bueno” y el “malo”. Ahora los modelos no se refieren al bueno y al malo, sino al fuerte, el que se la pasa bien, el que aparece muchas veces por television. Ademas quien habla de honestidad de verdad de justicia viene reprochado por estar fuera del tiempo. Y entonces de que se habla ? de trajes, de belleza, de sexo, de baile que duran horas. Nos presentan super hombres y super mujeres que no ayudan a los otros, sino que exaltan a sì mismos. Modelos absurdos, que generan confusion”.

Esto es bien cierto. Antes eran los miembros de familias pobres los que iban a la cárcel por su mal vivir. Las familias pobres en donde la madre tiene la necesidad de trabajar o donde la poca educación de los padres traen por consecuencia escasez en la educación, sobre todo en valores, de los hijos.
Anteriormente veíamos o supimos de casos de delincuentes provenientes de ése tipo de sociedad de bajos recursos no sólo económicos, sino de educación y formación en valores. Ahora se está dando también en toda la sociedad.

En la continuación del escrito, puede estar la respuesta:
La television: una maestra necia.

A este punto quisiera añadir una consideraciòn sobre el papel desarrollado por la television. En hacer eso tengo en consideraciòn un libro, del editorial "Reset" del 1994 – que conserva toda su actualidad - donde ademas de la investigaciòn cumplida por John Condry se une la propuesta del famoso sociologo svizzero naturalizado americano Karl R. Popper . "Vale la pena recordar que el autor de la "Logica del descubrimiento cientifico y de la Sociedad abierta y sus enemigos", no es solamente un filosofo o un epistemologo. Desde su tesis de laurea, Popper se ha situado entre la filosofia y la sicologia, habiendo profundizado esta secunda ciencia sobretodo desde el punto de vista biologico. No es un caso que el sea todavìa miembro del Academia americana de las ciencias, en el sector dedicado a la evoluciòn y a la biologia. Pero cerca de este aspecto de su competencia muy conocido por su entera obra, hay otro menos conocido : Popper ha sido por una parte de su vida educador de niños..." (tomado de la introductiòn curada por Giancarlo Bosetti)

Ante todo el sociologo toma a hablar empezando por una investigaciòn desarrollada por John Condry, y que se puede leer en el mismo libro, junto con un articulo de Charles S. Clark sobre violencia en Tv, el professor de Human Development e family studies al College de Human Ecology della Cornell University. Sicologo cientifico de las comunicaciones, ha sido codirector del Centro por los estudios acerca de los efectos de la television, el cual afirma un hecho: la influencia de la television depende de dos factores: la exposiciòn y los contenidos.

Despues de haber aclarado que un niño americano està delante de la television como 40 horas a la semana, Condry empieza a hablar de los contenidos.

Este estudio fué realizado en Estados Unidos, pero cada vez más, nuestras sociedades latinas están siendo influenciadas por las series estadounidenses.

En lo personal, lo veo como el choque de dos sociedades que necesariamente trae desgracias como todo choque.
Se enfrentan los valores y tradiciones con que cada sociedad (americana, europea, asiática, africana y oceaníca) lleva a ése país. De ése enfrentamiento primero se ha pasado a un relativismo que raya en la actualidad en permisividad de todas las costumbres, trayendo descontrol a la sociedad estadounidense y como consecuencia, a todas aquellas sociedades que se dejan influir por ella.

Creo que en un primer lugar, Estados Unidos como sociedad, debe revalorizar sus prioridades de vida. Y los demás países sobre todo los latinoamericanos, debemos redefinir los límites de la influencia estadounidense en nuestras sociedades.
Continúo mañana con éste tema, si Dios lo permite.
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Mié Sep 12, 2012 11:25 am

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Paz y bien.

Compárto la entrada de mi blog dedicada al mayor sacrificio que una mujer puede hacer por los hijos:
dejarse dominar por su marido.
Dijo Dios a la mujer que daríamos a luz a nuestros hijos con dolor y el mayor dolor que una mujer puede sentir es doblegarse ante un hombre. La mujer es capaz de hacer todo lo que un hombre hace, pero debe doblegar ésa naturaleza en bien de los hijos.

Una mujer está hecha por Dios para vivir al lado del hombre en condiciones iguales como en el Paraíso.
Pero desde La Caída, la mujer da a luz con dolor y es dominada por el hombre. La aceptación de ése castigo es nuestra salvación.

El hombre está destinado a trabajar, dejando a un lado los apetitos que siente por la mujer. La aceptación de ése castigo es su salvación
Es hora de regresar a casa, mujer

Libro del Génesis
Libros 1-5

El castigo de la mujer
16 Y el Señor Dios dijo a la mujer:
"Multiplicaré los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz a tus hijos con dolor.
Sentirás atracción por tu marido y él te dominará"


El castigo del hombre
17 Y dijo al hombre:
"Porque hiciste caso a tu mujer y comiste del árbol que yo te prohibí,maldito sea el suelo por tu culpa. Con fatiga sacarás de él tu alimento todos los días de tu vida.18 Él te producirá cardos y espinas y comerás la hierba del campo.19 Ganarás el pan con el sudor de tu frente,hasta que vuelvas a la tierra,de donde fuiste sacado. ¡Porque eres polvoy al polvo volverás!".

Como mujer puedo sentir rebeldía ante lo escrito en el Génesis.
Posiblemente muchas personas se limiten a decir simplemente: "yo no soy religioso, así que éso no va conmigo". Otros más, tratarán de negar la validez de lo que dice la Biblia.

Sin embargo, la Palabra de Dios que contiene la Biblia no es escrita sin ton ni son, fué escrita por inspiración del Espíritu santo en el Nuevo Testamento y por inspiración de Dios en el Antiguo Testamento. Como Dios es una Santísima Trinidad, deducimos que fué escrita por inspiración de Dios toda ella.

Para aquellos que no creen en Dios, simplemente puedo decirles que la naturaleza ha dado a la mujer la función de ser la que concibe a los hijos, los lleva en su vientre por 9 meses. Con ello, está marcado el papel o la función de la mujer en la sociedad.

Los hombres tienen la tendencia al trabajo, a edificar para su mujer y sus hijos.

Asi que tanto si se tienen creencias religiosas, como si no se tienen, no puede negarse que la principal función de la mujer en la sociedad es ser madre y esposa.

Y se es madre desde antes de la concepción, se es madre desde que se es pequeña. Las niñas tienen por naturaleza cuidar de otros, llámense muñecos, llámense mascotas.

La principal función del hombre es trabajar
Los hombres de niños juegan a hacer, formar, a imaginar aventuras, etc.

Hay pues diferencias entre hombres y mujeres desde pequeños que van más allá de lo físico.

En base a éstas relexiones he llegado a la conclusión de que si vivimos en la actualidad en un mundo de violencia, de drogadicción, de falta de valores en la sociedad, podemos responsabilizar a la mujer que está fallando en su función de madre.

Soy mujer, quiero a la mujer, pero no puedo cerrar los ojos ante la responsabilidad de la mujer en la situación actual de la sociedad.

Así como responsabilizo a la mujer de la falta de valores con que vivimos actualmente, así mismo responsabilizo al hombre si tenemos un mundo no trabajado, si tenemos problemas económicos, si los campos no producen, si hay exceso de productividad en unos lugares del mundo y escasez de oportunidades en otras. Si existen guerras.

El hombre y la mujer actuales somos responsables de la situación económica y de falta de valores con que vivimos.

Recuerdo los años en que "a los perros se les amarraba con chorizo" como se dice en México. Eran tiempos en que las mujeres permanecían en sus casas cuidando de sus hogares, de sus esposos y de sus hijos; y los hombres salían a trabajar para llevar el sustento a sus hogares.

Alcanzaba el sueldo porque al no haber tanta gente ofreciendo sus servicios, las compañias ofrecían mejores salarios; los hombres duraban más tiempo laborando en una sóla empresa y con ello, su estabilidad emocional y familiar era mejor que la actual.

La mujer estaba más tranquila porque su esposo subsanaba sus necesidades y las necesidades de sus hijos.

Pero vino el terrible mal de las Guerras mundiales en donde el mundo como era conocido dió un vuelco terrible: fallecieron millones de hombres aptos para el trabajo y la mujer tuvo que lanzarse al mundo laboral para hacerse cargo de sus hijos.

Actualmente ya no estamos en ésa situación afortunadamente. Es hora de que la mujer vuelva a su función natural. Afortunadamente el hombre se dió cuenta de lo terrible que es la guerra. Sufrió mucho con las Guerras mundiales. Con lo terrible que fueron, dejaron algo bueno: la conciencia del hombre de que la guerra no es la solución para los problemas.

Afortunadamente, el mundo actual vive en paz. Luego entonces no tiene ya sentido que la mujer abandone su hogar y con ello, abandone su función de esposa y madre.

Es hora de regresar a casa, mujer. Hemos dado la batalla al fallar nuestros hombres cuando convirtieron en infierno nuestro mundo. El hombre ya se ha dado cuenta que no es buena la guerra, que no deja más que miseria y dolor.

Es hora de regresar a casa, mujer. Confiemos en Dios. Confiemos en que el hombre haya aprendido la lección.

Es hora de regresar a casa, mujer. A hacernos cargo de lo que mejor sabemos hacer: formar y cuidar a nuestros hijos.

Si bien es cierto que el hombre falló al provocar tantas guerras como el hombre necio que decía Sor Juana en sus tiempos, trayendo con ello dolor a nuestros hijos; también es cierto que nosotras estamos fallando al no darnos cuenta que nos necesitan en nuestra casa nuestros hijos y nuestros esposos.

He sido una mujer trabajadora cuando soltera, pero al tener primero en mi vientre y después entre mis brazos una vida, he atendido al llamado natural de mi ser: cuidar de mis hijos y cuidar de mi esposo. En ése órden, tal como está escrito por Dios.

Una madre es capaz de cualquier sacrificio por sus hijos.

Una madre a punto de morir, encargó a sus hijos y a su esposo a otra mujer diciéndole que se casara con él. Como sucedió con mi abuelita y unas niñas que cuidó.

Una madre que muere intempestivamente seguramente desde el cielo ruega a Dios para que envié quien cuide de sus hijos en la tierra. Conozco muchos niños huérfanos de madre que encuentran en otra mujer el amor y cuidado que su madre hubiera querido darles.

Una madre es capaz de dejar a sus hijos al cuidado de otra mujer si piensa que ésa mujer puede cuidarlos mejor que ella, como en el caso de mi mamá.

Entonces, ¿porqué las madres actuales no confían en la Palabra de Dios y se dedican a sus hijos, a sus esposos y dejan al hombre hacer la función que Dios le encomendó? ¿porqué no sacrifican la costumbre que se ha adquirido de trabajar, costumbre que la mujer adquirió por necesidad ante la falta de hombres que trabajaran después de la Segunda Guerra Mundial y los millones que murieron en ella?
¿Porqué mujer actual no eres capaz de sacrificarte a tí misma por el bien de tus hijos y de la sociedad?

Dicen que a "menos burros, más olotes". Si hubiera menos mujeres trabajando, habría más oportunidades para que los hombres laboren y puedan mantener a sus familias. Se ganarían mejores salarios. Habría menos desempleo. Habría menos violencia provocado por la escasez de trabajos y de oportunidades.

ES HORA DE REGRESAR A CASA, MUJER!!!!!
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Dom Sep 16, 2012 10:33 am

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Paz y bien.

Acabo de ver a una madre de 5 hijos peleando con ellos porque se salieron en la noche sin avisar. Madre de 4 varones y 1 mujercita.

Y no pude evitar recordar a mi propia mamá. En la manera en que educó a sus hijos.
Ella era de las madres que salían como locas tras los hijos, a cuidarlos, a protegerlos, a regañarlos, etc.

Y los resultados no tardaron en presentarse: sus hijos se escaparon del internado donde los había llevado porque no podía cuidar de ellos y anduvieron en las calles. Uno tardó varios años en regresar. A los otros los pescó a uno cargando bultos y al otro "adoptado" por una buena persona.

Mi suegra acostumbraba también salir tras sus hijos cuando andaban en la calle. Y la cosa fué empeorando.
Un día llegó a golpear a un muchacho con el que su hijo se estaba peleando. Si no la golpearon a ella también fué sólo porque su hija se metió a quitarle de encima a un muchacho que iba sobre ella.

Las mujeres o mejor dicho, muchas mujeres no entienden que los hombres son hombres y las mujeres, mujeres.
Jesús a los doce años se "perdió" de sus padres y se fué a "hacer cosas de Su Padre" al templo.

Muchas mujeres pensamos que porque nuestros hijos son adolescentes no saben lo que hacen. Y sí lo saben.

Tal vez son inmaduros, pero "la cabra tira al monte". Y al monte tiraron mis tíos. Mi abuelita se enojó con ellos y los internó en "Hijos del ejército" y se escaparon.

Mi suegra tuvo también muchos problemas con sus hijos por ésa costumbre de "meterse en sus cosas".

Los adolescentes necesitan libertad para explorar, confianza para actuar con seguridad. Pero necesitan ir extendiendo sus alas como un pájaro que rompe el cascarón porque ya no cabe en él.

Yo soy muy aprensiva. Recuerdo el dolor de estómago que me daba cada vez que mis hijos se subían a una resbaladilla o a los pasamanos. Un primo mío que era muy tremendo, se cayó varias veces. Así que cada vez que mis hijos jugaban en los juegos del parque yo sufría. Pero los dejaba hacer porque necesitan de ésas experiencias.

Recuerdo el miedo que me hacía temblar el estómago cada vez que mis hijos salían de casa, pero los dejaba hacerlo porque lo necesitan.

No creo que haya una sóla madre que no sienta que el estómago se le revuelve cada vez que los hijos salen de casa, lejos de nosotras, pero debemos dejarlos ir porque el cascarón ya es muy pequeño.

Le dije a ésta señora que no volviera a salir tras sus hijos, que los esperara en casa porque tienen que regresar y cuando lo hagan entonces les dé lo que merecen.
A los hijos no se les puede detener. Se debe confiar en que se les ha educado bien y sobre todo, se debe confiar en que están cuidados por Dios.

Afortunadamente yo nunca tuve la desgracia de que mis hijos se salieran de casa sin saberlo yo. Los eduqué dejándolos hacer, estando al pendiente de ellos a pesar de sentir mariposas en el estómago.

Y no es porque yo sea muy sabia, sino porque ví el ejemplo de mi propia mamá, el de mi suegra, el de mis tías.
Después de tantas veces que va el cántaro al agua, mal estaría yo si no hubiera aprendido algo.

Espero sinceramente que ésta señora entienda. Es muy difícil tratar con los hijos, sobre todo si son varones. Y ella tiene 4 en casa.

Las mujercitas buscamos desde pequeñas protección y si no la recibimos en casa, tendemos a buscarla fuera de ella.

Los hombrecitos buscan su libertad y si no la obtienen en casa, la buscan fuera de ella.

No permitamos entonces que nuestros hijos busquen en otro lado, lo que nosotros podemos darles en casa.
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scarlett*
 
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Re: Nuestros hijos

Notapor scarlett* » Sab Sep 22, 2012 9:28 pm

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Paz y bien.

¿Alguna vez han visto "las madres de vinagre"?
Yo sí. Sucede que mi abue se casó con una persona enferma de los nervios. El pobre señor vivía sólo con su madre y al fallecer ella, sus nervios terminaron de estallar.

Mi abue tanto por necesidad (porque necesitábamos dónde vivir) y en mucho por su compasión (tenía la vocación de enfermera muy arraigada, aunque nunca lo estudió ni mucho menos. Sentía compasión por los enfermos y éso la llevaba a ayudarlos) nos llevó a vivir a su casa.

Era una casa con muchas "ínfulas": cortinas de terciopelo, sillones de elaboradas maderas, cuadros, una serie de objetos pequeños coleccionados, etc.
Alguna vez tuve la oportunidad de ver el ropero de la mamá del señor y tenía vestidos con perlas, con chaquiras, bolsas, zapatos escarpines, etc. destellos de un pasado próspero.
Hablo por supuesto, de personas del siglo pasado y sus padres del siglo anterior a ése.

Una de las muchas cosas que tenían era unas tinajas donde guardaban un hongo que segrega una sustancia que es vinagre y a ése hongo se le llama "madre de vinagre", si se le agrega agua, produce más hongos y más vinagre. También los búlgaros tienen el mismo principio: se les agrega leche y producen algo como el yogurt que conocemos. Si se le agrega fruta y azócar, tenemos yogurt casero.

Lo mismo sucede con el tepache, bebida tan conocida por los rumbos del Bajío mexicano. Las cáscaras de piña se fermentan con piloncillo y agua y producen una bebida llamada tepache que es riquísima.

En fin. A lo que iba: La mamá de ésta persona me recuerda a una de ésas "madres de vinagre" que produjo un hijo con muchos conflictos internos.
No creo que su madre lo besara, ni lo abrazara, ni lo consolara.

Recuerdo que el señor en ése tiempo ya mayor platicaba que cuando la Revolución, su madre salía entre las balas a comprar a la tienda y lo dejaba sólo. El escuchaba los disparos, los gritos y estaba sólo siendo un bebé o por lo menos un niño de menos de 4 años, aterrorizado.
Su madre regresaba con frijoles agorgojados (con gorgojos), se los cocía después de limpiarlos muy bien y se los daba a comer.
Después, al crecer lo metió a un seminario para el que no estaba preparado, pero como él así lo deseaba, allá fué. Saliendo peor la cosa, por supuesto.

Recuerdo haber visto fotos de él cuando joven: muy acicalado, perfumado (bueno, en la foto no se huele jajjaj, pero a él le gustaba mucho perfumarse) muy trajeado y bien vestido. Guapo, instruido.

Sin embargo, no fué feliz. Cada uno de sus sueños se fueron quebrando antes de poder siquiera empezar a formarse. A

Es más. Dios perdone al señor. Cuando su madre estaba ya mayor, llegó a corretearla estando borracho. Debo decir que el señor terminó siendo homosexual, y por supuesto que a su mamá no le agradaba mucho ésa faceta,pero le permitía llevar a sus "amiguitos" a casa, como siempre le permitió hacer todo lo que él deseaba.

Todo un drama su vida. Una vida curtida en vinagre podría llamarla.

La madre del vinagre [también llamada mycoderma aceti (expresión neolatina, de la expresión griega my`khs (hongos), de`rma (piel) y del latín aceti (del ácido)]1 es una sustancia compuesta por un forma de celulosa y las bacterias del ácido acético que se desarrollan en la fermentación de líquidos alcohólicos, lo que convierte el alcohol en ácido acético con la ayuda del oxígeno del aire. Se añade al vino, sidra u otros líquidos alcohólicos para producir vinagre.
La madre del vinagre también puede formar parte de tiendas para vender vinagre si hay un poco de azúcar sin fermentar y/o alcohol contenido en el vinagre. Aunque no es apetecible en apariencia, la madre del vinagre es completamente inofensiva y el vinagre circundante no tiene que ser descartado debido a ella. Pueden ser filtrados mediante un filtro de café, usado para iniciar con una botella de vinagre, o simplemente dejarlos e ignorarlos.
¿Eres tú una "madre de vinagre"?

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