por enrique_ellena » Vie Mar 08, 2013 2:37 pm
Hola Elvi: Un corazón destrozado Dios no lo deja solo, en El está la fuerza y la luz que necesitas. Estas viviendo las consecuencias de una familia destruida por la separación, sin modelo, son apoyo, sin guía.
Debes dejar que la vida siga su camino, es evidente no estás preparada para formar un hogar, hacerlo sería dar un paso hacia el fracaso. La vocación al matrimonio es una de las tantas gracias que Dios nos da en cada momento en que acudimos a El y para ello hay que vivirlo en nuestro corazón muy de cerca, Sacramentos frecuentes y mucha oración son el camino. Recogerse en el Señor es la manera de encontrar un amigo sincero y que jamás te dada un consejo equivocado, El solo puede dar amor a los que recurrimos cada día a su encuentro dándoles gracias por lo que tenemos y somos en la vida, solo con su ayuda podríamos haber llegado hasta aquí y solo con Su ayuda podremos seguir adelante por el camino correcto. “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, nos dice en las Sagradas Escrituras. Algo que no debería dejarnos dudas de que en El encontraremos la respuesta.
Los cursillos prematrimoniales son solo una preparación elemental para vivir el matrimonio de manera cristiana, pero a ello se llega cuando ya la decisión del matrimonio está tomada y el amor en la pareja es claro y seguro. Los hijos son el premio que Dios nos regala para hacer una familia y una prole que siga el modelo de Cristo, El es el único modelo valido para una vida cristiana y ofrecida al Señor.
Haz tenido demasiados sufrimientos y una gran soledad, algo que no ayudan a formarse ni cristianamente, ni para capacitarse para una vida familiar y social, algo extraño y doloroso en tu vida, sin saber tu edad, haz llegado a la adultez y no encuentras ni la luz, ni los deseos de una mujer que quiere seguir viviendo y corrigiendo los errores de un pasado oscuro e indeseable en el que debiste vivir sin haberlo buscado y sin tener responsabilidades.
Estarás lista para el matrimonio cuando encuentres un hombre que conmueva tus entrañas, que sientas por el toda la atracción del amor buscado y que luego de conocerse respetuosamente puedas ir haciendo nacer ese amor que te llene de ilusiones, de vivir en familia, de fundar un nuevo hogar donde las sombras del pasado no aparezcan, donde los hijos florezcan según la voluntad de Dios y donde puedas vivir con plenitud esa felicidad que hasta hoy se te ha negado.
El matrimonio no es una obligación ni un deber que haya que cumplir, es algo mucho más sagrado y orientado a la realización personal de cada uno, una manera de unir nuestras vidas al otro para juntos hacer de ambos un solo corazón y una sola carne, amarse sin condición, darse con generosidad, siendo tolerantes, generosos y comprensivos. Un amor vivido con la generosidad que Cristo nos muestra el Suyo desde la Cruz. Caminar hacia el matrimonio por imitar a los demás es solo dar pasos en la oscuridad y correr el riesgo de caer en el abismo, algo que tu lo has visto de cerca.
Querida amiga¸ no hagas nada que no estés segura y preparada para llevar adelante con éxito, que lo desees de corazón y que lo ambiciones desde muy adentro de tus sentimientos. No cometas el error de intentar darle a tu vida un sentido por el que no sientas una verdadera vocación y un sano deseo de realizarte. Vive cerca de Dios con mucha oración, misas confesiones, eucaristías frecuentes y pidiéndole a Él la sabiduría y la gracia de encontrar el camino correcto y no fracasar en el intento. Dios está a tu lado, El sabe lo que necesitas y te ira iluminando cada día un poco mas hasta el momento en el que veas con claridad cuál es tu vocación, recordando siempre que lo que decidas con tu vida es para siempre y no por un momento. Dios te bendiga generosamente.
Aquí estoy Señor para hacer tu voluntadenriqueellena@yahoo.com