DIVORCIO!, NI catolicos NI cristianos lo han salvado.

Un espacio para compartir experiencias, opiniones y consejos acerca de la vida matrimonial y familiar: relaciones conyugales, fidelidad, comunicación en la pareja, paternidad responsable, la educación de los hijos, el enriquecimiento mutuo en la convivencia y las amenazas y riesgos a las que se enfrenta la familia, como institución, en nuestros días. No es un lugar de consultoría matrimonial, sino un lugar para compartir temas y opiniones de manera pública

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DIVORCIO!, NI catolicos NI cristianos lo han salvado.

Notapor pedroavalos » Mar Jul 16, 2013 2:57 pm

Porque mi matrimonio se ha desintegado? y ahora ni esta segunda oportunidad de reconciliación nos ha salvado? Mi esposa me sigue acusando de que yo estoy en contra de ella: en el trabajo; familia etc. de que yo tengo bastardos; adulteras, que yo manipulo la gente en su trabajo para que no le vaya bien, al igual con toda la gente, parientes, compañeros, politica etc, ni rosarios, ni misas, ni oraciones, tanto católicas y todo lo que se haga inclusive con cristianos!. La verdad es que hay que aceptar lo inaceptable? es decir ¿el divorcio?
pedroavalos
 
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Re: DIVORCIO!, NI catolicos NI cristianos lo han salvado.

Notapor eduarod » Jue Jul 18, 2013 1:06 am

Estimado en Cristo pedroavalos:

Al revisar el tema que abriste antes en el foro recordé bien tu caso y todo lo que te escribí. Desafortunadamente no siempre es fácil seguir las respuestas en el foro, y, sinceramente, nunca me dí cuenta de que contestaste con información valiosa.

Bien, por ahora, respecto a la oración, recuerda que no es un acto de magia. Incluso el Papa Francisco ha llegado a escandalizar a algunos recientemente indicando cómo la misma multiplicación de los panes, incuestionablemente algo extraordinario, indudablemente milagroso e inverosímil, NO debe entenderse como un acto de magia, como si de repente hubieran comenzado a aparecer panes al por mayor; sino que la forma correcta de entenderlo es más bien como que el pan simplemente no se acababa al partirlo y compartirlo. Evidentemente, al final, el milagro es igual de sorprendente y no cambia mucho su "aspecto físico": se vea como se vea, al terminar había mucha más materia de pan que con la que se comenzó, y eso normalmente simplemente no sucede.
Pero, desde un punto de vista espiritual, la cosa cambia muchísimo al contemplar el milagro de una u otra forma por dos razones:
1. Por un lado el milagro justamente no fue un "alakazam!!!", sino que se fue desarrollando poco a poco, de manera un tanto oculta y misteriosa, sin que a nadie le fuera evidente de momento el evento tan grande que se estaba realizando, sino seguramente la gente comenzaba a darse cuenta cuando veía que más y más comían con ese pan que todo el tiempo parecía a punto de terminarse pero simplemente no se acababa, sino seguía y seguía alimentando a más y más. Luego, no nos debemos desesperar si no vemos "efectos inmediatos", claros, indiscutibles y sorprendentes, porque muchísimas veces Dios no Actúa así, de hecho muy rara vez lo hace; sino por lo general Dios Actúa más bien de manera sencilla y "callada", sin violentar nuestra historia ni nuestra libertad, sino "acomodando" las cosas para que, un detalle por aquí, una feliz coincidencia por allá, un aparente descalabro por acá, etc. se acaben conjugando todos para que, sin acabar de entender nosotros ni cuándo, ni cómo, ni porqué, de pronto comenzamos a percibir que las cosas han cambiado significativamente, justo como, de acuerdo a lo que nos enseña el Papa, la gente seguramente no percibía que el pan se estuviera multiplicando... pero de pronto se dieron cuenta de que ya todos estaban comiendo.

2. La otra gran diferencia entre la "multiplicación mágica ante todos" y la multiplicación del pan que no se acaba al compartirlo, es que la primera nos excluye, es como si Dios de pronto y casi caprichosamente decidiera resolvernos nuestros problemas, lo que siempre nos dejaría la duda de porqué a veces si lo hace y a veces no, de porqué decidió un momento y no antes, etc. En cambio, la segunda nos involucra, nos envuelve en el Misterio de la Caridad, del Amor. Porque entonces la multiplicación no sólo requiere partir de los 5 panes y 2 pescados originales que son generosamente puestos a disposición del Señor por parte de quien tenía derecho a quedárselos y disfrutarlos; sino que, si yo me quedo el pedazo y no lo parto para el otro, simplemente la multiplicación no podría seguir. Por eso es que esta forma de actuar del Señor es mucho más fructífera: porque nos involucra y nos hace tanto co-responsables (sin nosotros no hay multiplicación) como co-partícipes (gracias a nuestra colaboración y participación se logró la multiplicación). De ahí que nos sirve para aprender a amar, pues, como dice San Francisco, dándo es cuando en verdad recibimos, pues por dar ese esfuerzo, ese relativamente pequeño sacrificio que Dios nos pide de compartir el poco pan que nos llega, entonces Él nos da algo mucho más grande que es el Don de Si Mismo, el Don del Amor. Por eso el milagro de la multiplicación de los panes es figura y antecedente de la Eucaristía. Y viviendo así el Amor de Dios, es como podemos nosotros darlo a los demás, y transformar nuestra realidad en algo mucho mejor, independientemente de las dificultades y complicaciones que encontremos en nuestra vida, porque incluso esas dificultades y complicaciones se vivirán de manera muy diferente, si se viven en el Amor de Dios.

Bien, todo esto lo comento porque, si bien entiendo tu desesperación, sobre todo después de tanto tiempo que pareces haber pasado sufriendo esta situación, tal vez con altibajos, pero sin acabar de superarla, y con un agravamiento reciente; y de donde seguramente piensas que no has dejado de participar de manera activa y con mucho esfuerzo y sufrimiento en todo eso; ´por otra parte, cuando hablas de todas las oraciones, misas, etc. que al parecer has ofrecido por esto, lo haces como hablando de algo que debió "surtir efecto" por si mismo, como algo que "debió funcionar" de esa manera casi como externa y mágica. Y esto lo llevas hasta el punto de decir que "ni siquiera con cristianos" (comentario al margen: ¡como si los católicos no fueramos cristianos!) lo que te entiendo que significa que por alguna razón tuviste contacto con alguna comunidad evangélica que te quiso ayudar mediante sus oraciones. Pero, en efecto, si las oraciones católicas no "funcionan" como magia, pues mucho menos otro tipo de oraciones. No es malo que aceptes que estas personas oren por ti, después de todo, como lo enseña la Iglesia, en esas comunidades Dios ha querido preservar elementos de salvación que las ponen en una comunión muy imperfecta, pero real, con la Iglesia Católica. Y ciertamente una oración hecha de buena fé por ti, es algo que Dios perfectamente puede escuchar en tu favor.
Pero de ahí a pensar que, por abundar en recursos, peor aún, por recurrir a fuentes adicionales aunque de suyo sean menos perfectas, esto de algún modo hará que "algo especial pase", pues lo que todo eso sugiere es más bien un error de concepto.

Debemos recordar que Dios NO se impone por sobre nuestra libertad, de tal suerte que NO es posible pedirle a Dios que, por ejemplo, cambie la forma en que una persona QUIERE percibir las cosas. Ciertamente Dios puede darle Gracia a esa persona para superar limitaciones de todo tipo, para superar tentaciones, para superar condicionamientos y prejuicios, etc. Y eso puede AYUDAR a la persona a ver las cosas de manera más objetiva. Pero, para que todo eso funcione, la persona LIBREMENTE debe ACEPTAR la Gracia de Dios.
Y es ahí donde regresamos al segundo punto, porque muchas veces es a través de nosotros, a través de nuestra colaboracón, como Dios puede persuadir mejor a una persona a cambiar. Precisamente por eso Él mismo vino a hacerse presente entre nosotros, porque siendo uno de nosotros, estando presente aquí, junto a nosotros, era mucho más fácil para nosotros poder entender y convencernos de todo lo que Él quería enseñarnos y de cómo quería conducirnos para alcanzar nuestra Salvación. La Cruz de Cristo lo que nos dice es "YO le preocupo a Dios", y esa Cruz hace infinitamente más creible a nuestros ojos esa preocupación, que si simplemente alguien viniera y nos dijera, "Dios está en el Cielo en Su Infinita Felicidad, pero, por cierto, tú le preocupas". Eso nos costaría mucho trabajo creerlo. En cambio, ver que alguien se dejó clavar en una Cruz por uno, pues le hace ver a uno que esa preocupación es MUY REAL.
Y es por eso que Él mismo continúa Su Presencia en nuestra historia, llegando a la gente para poder guiarla de manera personal, pero si no lo hace directamente estando aquí como estuvo en Jerusalén hace 2000 años, es precisamente porque lo hace a través de nosotros, sus discípulos.

Entonces, quizá, cuando oras, te pasa más que quieres ver que los panes se vuelvan muchos, y no acabas de comprender que el efecto de tu oración es más bien algo en lo que tú tienes que participar de manera más directa; es una invitación en tu interior a compartir el pan con el de junto y lograr así que se produzca el milagro.
Digo, por solo citar un ejemplo, tal vez te puedas preguntar ¿qué tanto he orado porque ella vea las cosas más claramente y desaparezcan todos esos fantasmas de su mente? y, casi por contraparte ¿qué tanto he orado para que Dios me dé a mi mismo la Gracia de poder saber y entender qué es lo que ella necesita? Ojo, NO lo que "necesita para creerme", sino REALMENTE, DE FONDO, qué es lo que a ella le está faltando que, al no poder resolverlo de otra manera, le ha llevado a creer en toda esta serie de pensamientos raros. ¿Qué función, pues cumplen esos pensamientos en su interior que NO hay otra cosa que la cumpla, y qué es eso que falta y que, al faltar, no está cumpliendo esa función que debería estar realizando en ella para que ella estuviera confiada y tranquila y no tuviera la necesidad de satisfacer esa necesidad por estos otros medios tan dañinos?

Te pongo un ejemplo quizá algo alejado de tu experiencia para permitirte guardar algo de distancia y ver mejor a qué tipo de cosas me refiero:
Los niños, en general, requieren mucho cariño y atención, y de manera igualmente general eso es algo que el mundo moderno, en su egoismo imperante, de manera CRECIENTE tiende a negarles.
Se habla de que cada quién tiene derecho de "realizarse" y que, por tanto, los padres tendrían derecho a buscar actividades que les resulten satisfactorias en diferentes sentidos, particularmente actividades de tipo laboral. Actividades que les hagan sentir útiles en la sociedad (pues por quién sabe qué extraña razón del universo se ha estereotipado y difundido la tontería de que cuidar y educar a los niños NO ES "ser útil a la sociedad" a menos de que los niños no sean de uno y uno perciba un salario por ello) y que esa "contribución" se vea traducida en un "reconocimiento", típicamente en un reconocimiento salarial, que, además de generar esa satisfacción personal, sirve para comprar muchas cosas que más causan satisfacciones. Y así, para estar bien satisfechos, los padres se olvidan de que los hijos también los necesitan a ellos. Pero claro, hay que acallar la conciencia y, para eso, nada mejor que esas teorías del "tiempo de calidad" en las que se sostiene que lo importante NO es cuánto tiempo se pasa con los niños, sino la calidad del tiempo que se está con ellos. Y se justifica el punto diciendo que hay padres que están todo el día, pero como si no estuvieran, porque están atendiendo otros asuntos, de que hay padres (o mamás) que se supone que están con los hijos, pero que en realidad dedican el tiempo a ir a desayunos con amistades, o a ir a hacer ejercicio a un club deportivo, etc. En verdad todo eso no prueba nada sino que la actividad laboral no es la única manera de satisfacer el egoismo humano, porque, en efecto, "quedarse en casa" tan solo para no dedicarle tiempo a los niños, sino a otras cosas que dan satisfacción personal, como puede ser el deporte o las amistades, pues acaba siendo lo mismo que irse a trabajar.
Pero bueno, este ejemplo no se trata de los padres, sino de los niños, niños que entonces NO reciben la atención, el cariño y el cuidado que requieren, y niños que, por lo mismo, lo van a buscar y tratar de obtener CÓMO SEA.
Y muchos de esos niños no tardan en descubrir que, si se portan bien y dejan a los papás dedicarse a sus preocupaciones, sean estas de la naturaleza que sean; pues entonces los papás estarán contentos, se dedicarán a lo que quieren... y difícilmente voltearán a verlos; pero ¡oh, descubrimiento!, si en vez de portarse bien y dejar a los papás hacer sus tareas en paz, comienzan a portarse muy mal y a hacer destrozos e irregularidades, ahí si, como por arte de magia, los papás voltean a verlos, les dedican tiempo... y ¡hasta puede que acaben asignando una tarde todas las semanas para acompañarles al psicólogo! Pues entonces ¡no más preguntas señor juez! ¡manos a la obra! ¿dónde estaba esa vajilla valiosa de mamá que una vez rota garantizará por lo menos hora y media de regaños... que implicarán otro tanto de valiosísisma atención? ¡Y eso sin hablar del "plus" de tener atención conjunta de ambos padres cuando la mamá le pida al papá que hable también con uno!
Y asi, muchos papás se preguntan porqué su hijo no entiende con ninguna clase de regaños, sino que, al contrario, parece que a más regaños hubiera peor comportamiento....¡Pues precisamente porque ESO es lo que está buscando el niño! Y si el peor comportamiento maximiza la ganancia en términos de atención, vale gorro que no lo dejen jugar a uno con sus juguetes favoritos, ¡que la atención de los papás vale mucho más que el mejor juguete! vale gorro que no lo dejen a uno ir a las fiestas ¡que esos minutos de dedicación indivisa hacia uno de los papás vale mucho más que la compañia del mejor amigo!
Asi pues, aquí la necesidad NO ES que "el niño entienda", al contrario, ¡él entiende... y muy bien! precisamente por eso aprendió a usar "el sistema" a su favor. Tampoco la necesidad es tener juguetes, regalos, premios, ni no tener castigos, ni nada de eso. Sino la necesidad, simple y llanamente, es tener cariño y atención de los papás. ¿Pero es que los regaños son cariño? Bueno, tal vez no sea la forma más agradable de cariño, pero al menos se da uno cuenta de que, si el niño que vive del otro lado de la ciudad reprueba todas sus materias, el papá de uno difícilmente se va a inmutar en lo más mínimo, en cambio, si uno es el que las reprueba, el mega-regaño es prueba inequívoca de que al papá de uno el tema le afectó más y que, por tanto, algo de cariño habrá como para que se preocupe así respecto a si uno le va bien o no. Y como no hay otra manera de ver o percibir ese cariño, pues bienvenida sea esta ¡aunque duela un poco! (oucch!!)
Y esto que, platicado así quizá parezca un tanto obvio... salvo que uno esté en plan de justificarse a sí mismo y no ver lo evidente... la verdad es que la vida familiar cotidiana no va sacando letreros para ir explicándolo conforme sucede. Por eso los padres que VIVEN estas circunstancias, sobre todo aquellos que se ven de algún modo OBLIGADOS a vivirlas (por no trabajar para descaradamente satisfacer su egoismo y vandidad, sino tal vez por creer, por ejemplo, que darle la mejor educación a sus hijos y poder tener el dinero para pagarla, es una muestra inequivoca del amor que les tienen, lo que esperan que los hijos no pueden fallar en apreciar; o, peor tantito, se ausentan por no tener suficiente para siquiera garantizar la comida del día, de donde esperan que en cada bocado que se logre comprar el niño podrá saborear el cariño y el sacrificio que se hace por él), muchas veces simplemente no logran percibir la causa de ese mal comportamiento. No logran comprender que el hijo NO logra traducir esos esfuerzos y sacrificios de sus padres en "cariño hacia él", sino que él simplemente SIENTE que no tiene la atención que necesita, y, por eso, como ya dijimos, si no se le da, la va a buscar CÓMO SEA.
Bien, resumiendo de esto el punto importante, la cuestión es que, en la medida en que los padres NO logren percibir la necesidad de cariño y atención del niño, y que eso es lo que REALMENTE está detrás de todo, pues hagan lo que hagan nunca van a resolver nada. En cambio, en la medida en que entiendan que el niño tiene esa necesidad, en la medida que respondan a ella eliminando lo que haya en verdad de vanidad y egoismo en sus actividades, y en la medida en que lo que no se pueda eliminar pueda entonces ser auténticamente explicado y expuesto al niño de forma que él no se vea obligado a "traducir" consecuencias que no entiende, sino de manera visible y patente para él, se le haga SENTIR que sus papás no lo van a ver pero no porque no quieran, sino porque no pueden. Entonces la necesidad REAL se verá resuelta y el niño no tendrá motivo ya para recurrir a esas "técnicas alternas de obtener atención".
De nada serviría que esos papás se dedicaran a "aguntar" los malos comportamientos, hicieran el sacrificio de olvidarse de sus obligaciones por ratos largos para reprenderles, etc. (es decir, NO estamos siquiera hablando de quedarse con los brazos cruzados, sino estamos hablando de esfuerzos y dedicación) y oraran por su hijo, esperando "la intervención de Dios", mientras en realidad NO ATIENDEN esa necesidad fundamental del niño. Porque entonces todos los esfuerzos los están encaminando MAL y precisamente EN SENTIDO CONTRARIO del que deberían tener, FOMENTANDO el problema, en vez de eliminarlo.
Por eso, la oración de estos papás NO tendría que ser tanto "Señor, ayuda a mi hijo a entender lo importante y necesario para él que es portarse bien" o "Señor, da tranquilidad a mi hijo para que se calme", ni NADA parecido. Sino, más bien, la oración TENDRÍA que ser "Señor, ayúdame a renunciar a mi egoismo, ayúdame a darle a mi hijo todo el cariño que pueda darle y enséñame a mostrarle que todo lo que hago es también una muestra de cariño para él". "Enséñame a darme por mis hijos, como Tú te diste por nosotros, que somos Tus hijos", etc.


Ahora, volviendo a tu situación, espero con este ejemplo haberte ayudado a orientar un poco mejor de lo que quizá lo hayas podido venir haciendo tanto tus esfuerzos, como tu oración, y a ayudarte a comprender mejor cómo es que debes integrar ambas cosas para poder esperar resultados.

Y es que también hay que tomar en cuenta que Dios NO ES un Dios "carpichoso" al que, si no le pedimos exactamente lo que necesitamos con puntos pelos y señales, no nos dé lo que necesitamos. Por el contrario, la Escritura nos enseña que el Espíritu ruega por nosotros con gemidos inenarrables, porque nosotros no sabemos pedir lo que necesitamos, y entonces Él pide por nosotros.
El problema, pues, NO ES que Dios no nos dé lo que necesitamos, sino el problema es que NOSOTROS entendamos qué es lo que necesitamos, y, en consecuencia, sepamos reconocerlo y USARLO cuando nos es dado.

Hay un cuento que expresa muy bien esta situación:
Resulta que está un hombre de gran fé en medio de una fuerte tormenta que ha causado una gran inundación.
Y resulta que este hombre comienza a orar con fervor al Cielo: "Señor, yo confío en Tí, ¡Sé que no me abandonarás en esta gran tribulación!".
En eso se acerca al hombre una lancha de remos, pero este hombre le grita al de la lancha, "¡vaya a recoger a otro, por mi no se preocupe, el Señor me salvará!"
La tormenta empeora y el nivel del agua sube, por lo que el señor sube al segundo piso de su casa, y piensa "Ante las aguas turbulentas, mi fé no ha de fallar, no he de dudar como San Pedro, que se hundió por no confiar", y en eso pasa un bote de motor de rescatistas, pero nuevamente el hombre les grita: "No se detengan, vayan y salven a otros, yo ya tengo mis propios medios para salir de esto".
La lluvia y la crecida aumentan aún más, de modo que el hombre tiene que subir al techo de la casa, hasta donde casi llega el nivel del agua. En eso, pasa un helicóptero militar que le arroja una canastilla, pero el hombre, una vez más, se rehusa a subir, pidiendo que vayan por alguien más, porque él no duda de los medios por los que se ha de salvar, haciendo en ello gala de una "fé inquebrantable y ejemplar".
Pero ocurre que las aguas siguen subiendo, hasta que el torrente lo alcanza, lo arrastra y el hombre muere ahogado.
Confuso y algo decepcionado nuestro hombre llega al Cielo y se presenta ante el Señor, sin poder contener su interrogante: "Pero Señor ¿cómo es posible? ¡Tú prometiste estar con los que tuvieran fé!, yo confié en Tí hasta el final, ¿porqué no me salvaste?"
A lo que el Señor responde: "¡Pero qué dices!? ¡Te mandé nada menos que un bote, una lancha de motor y un helicóptero! ¿¡¿¡QUÉ MÁS QUERÍAS!?!?"

Más allá de la broma, la verdad es que JUSTO ASÍ nos puede pasar si nos empeñamos en pedir lo que queremos o lo que creemos necesitar, y no estamos atentos a cuando el Señor nos manda LO QUE DE VERDAD NECESITAMOS. Porque, como el hombre del cuento que esperaba algún tipo de salvación sorprendente y milagrosa, no sabremos reconocer lo sorprendente y milagroso que es que el bote, la lancha y el helicóptero nos hayan encontrado y ofrecido la ayuda que EN REALIDAD era lo que requeríamos.
Es por eso que resulta tan importante saber pedir bien, NO TANTO porque el Señor nos vaya a dejar abandonados si no sabemos pedir, sino porque NOSOTROS MISMOS no vamos a saber reconocer y usar la Ayuda que Él nos dé cuando la recibamos.
Entonces no caigamos en el error de pensar que, porque hemos sufrido y aguantado mucho, porque hemos sido muy pacientes, eso es signo inequívoco de que "estamos poniendo lo que nos toca". Porque igual sufren y aguantan y son pacientes los papás del niño que se porta mal y al que no dejan de regañar. E igual sufría, aguantaba y era paciente el hombre de nuestro cuento que soportaba los embates de la lluvia con su inquebrantable fé.

Pide pues al Señor que Él te ayude a ver y entender qué es lo que ella necesita, qué es lo que le falta, qué es lo que le está haciendo sufrir, cómo puedes tú ayudar a subsanar esas carencias, y ese tipo de cosas. Y no tanto que ella entienda (acuérdate también de esto otro que dice San Francisco: "que no busque yo ser entendido como yo entender"), o que ella vea, o que ella se calme, etc.

Todo esto respecto a tu oración por los comentarios que haz hecho en este tema.

En otra respuesta comentaré sobre la información que proporcionaste al final del tema anterior...

Que Dios te bendiga, te conceda la ayuda que necesitas, y te dé la Gracia de comprender y aprovechar la forma en que te dé esa ayuda.
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Re: DIVORCIO!, NI catolicos NI cristianos lo han salvado.

Notapor pedroavalos » Jue Jul 18, 2013 11:08 am

Quiero agradecer las palabras que me brinda pero no alcanzo a ver lo que me esta sucediendo;
Quizá yo no quiera,repito, lo que pudiera ser mi “nueva“ situación “la separación”
Un padre me dice lee 1 de Cor. Encontraras una respuesta,
Que me dice de 1 de Cor 7.15 - ?
Estuve separado de mi esposa por un tiempo de 1 año aprox. y lei un libro: Y DESPUES DE SEPARADOS QUE? propuestas espirituales para los que están separados, comunidad de caresto, San Pablo;
Ojala tuviera a bien leerlo y me comente de este libro.
Ahí encontré varias respuestas, pero cuando tuvimos esta nueva oportunidad de estar juntos nuevamente pensé que seria para siempre pero creo que no es asi, la situación no ha cambiado y creo que lo que no deseo o quiera aceptar debo admitirlo con dolor.
Aclaro algo de lo que escribi: cuando me refiero “inclusive con cristianos” solo era un punto de referencia a como usted dice “comunidad evangelica” lo que podría yo también podría pensar que también nosotros somos comunidad evangelica e inclusive somos los primeros cristianos según el evangelio; Y aunque el Espiritu sople donde quiere “cristianos” etc esto nos debe llevar hacia la única iglesia católica apostolica y romana.
pedroavalos
 
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Re: DIVORCIO!, NI catolicos NI cristianos lo han salvado.

Notapor eduarod » Vie Jul 19, 2013 3:11 pm

Estimado en Cristo pedroavalos:
pedroavalos escribió:Quiero agradecer las palabras que me brinda pero no alcanzo a ver lo que me esta sucediendo;
Quizá yo no quiera,repito, lo que pudiera ser mi “nueva“ situación “la separación”

Bueno, concretamente NO era a eso a lo que me refería cuando señalé que debemos estar atentos y abiertos a ver la forma en que Dios nos ofrece su Ayuda.
Dios constituyó esa unión y por eso se dice en la Liturgia Matrimonial: "lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre".
Por consiguiente, sería improcedente pensar que Dios quiere esa separación, tanto como sería improcedente pensar que Dios quisiera que el hombre de nuestro cuento se ahogara.
No, lo que debes buscar es la forma en que Dios te ofrece su Ayuda para que entiendas qué es lo que está motivando DE FONDO a tu esposa para tener/expresar esas ideas y pensamientos. Y a entender qué es lo que estas TÚ HACIENDO que de manera directa o indirecta está contribuyendo a alimentar esas cosas. Todo ello con el fin de que tú dejes de hacer eso que pudieras estar haciendo sin querer, pero que está dañando la unión familiar; y que le puedas ayudar a ella en lo que REALMENTE NECESITA y no en lo que tú crees que necesita, o en lo que a tí te gustaría que cambiara.
Desafortunadamente eso no es algo que yo pueda conocer y decirte fácilmente "mira, haz esto" o "mira, dáte cuenta de que a ella le molesta eso" o "date cuenta de que ella necesita aquello". Eso es algo que tú mismo, con la Ayuda de Dios, debes descubrir en la oración y en la atenta observación de la REALIDAD de la situación (muchas veces creemos que observamos con objetividad pero la verdad es que es casi imposible desligarnos de nuestros propios prejuicios que nos hacen ver las cosas según nuestra aparente conveniencia, pero en realidad en nuestro perjuicio, porque al no ver las cosas como son en realidad, no podemos arreglarlas como necesitan ser arregladas).

Un padre me dice lee 1 de Cor. Encontraras una respuesta,
Que me dice de 1 de Cor 7.15 - ?
Estuve separado de mi esposa por un tiempo de 1 año aprox. y lei un libro: Y DESPUES DE SEPARADOS QUE? propuestas espirituales para los que están separados, comunidad de caresto, San Pablo;
Ojala tuviera a bien leerlo y me comente de este libro.

El texto de I Corintios 7, 15 se refiere, muy concretamente al caso de los matrimonios en los que hay una parte que cree en Cristo y otra no, cosa que en tiempos de San Pablo era muy común, porque un cónyuge se podía convertir y no necesariamente el otro. Entonces San Pablo concedió, por inspiración del Espíritu Santo, lo que se conoce como "Privilegio Paulino" también conocido como "Matrimonio en favor de la Fé" que establece que, como el matrimonio previo a la conversión de la parte católica NO era sacramental, entonces, por si mismo, NO ES indisoluble y, por consiguiente, un converso al cristianismo puede pedir la DISOLUCIÓN de ese matrimonio NATURAL, normalmente con el fin de contraer otro matrimonio, este si SACRAMENTAL e INDISOLUBLE con una persona creyente en Cristo.
Pero, si tu matrimonio es Sacramental, que es lo que un servidor ha entendido hasta ahora, este versículo simplemente es INAPLICABLE a tu caso.
Me parecería más que el sacerdote que te lo dijo, con todo el respeto que me merece, está condescendiendo un poco con los criterios del mundo que hoy en día tanto promueven el divorcio o la separación como una solución para la tranquilidad de las partes. Pero eso NO ES CRISTIANO, eso es una actitud EGOISTA. Porque el cristiano, habiendo prometido en el Sacramento donarse completamente a la persona amada, NO PUEDE dejarla, divorciarse o separarse de ella simplemente por la propia tranquilidad y conveniencia.
Claro, cuando hay casos de maltrato y peligro real de las personas, o una situación de agresiones y ofensas tan continuas y manifiestas aunque no lleguen a la violencia física, que hacen del hogar un sitio intolerable, la separación puede darse, pero NO por el mero gusto y tanquilidad de "no tener que aguantar eso", sino, tanto para salvaguardar la salud y la vida cuando estas pudieran peligrar, como, sobre todo, para evitar que los hijos queden expuestos a un ambiente tan nocivo de manera continua. Pero eso lo correcto es que lo juzgue el Obispo, como ya te lo había indicado anteriormente, precisamente para que sea él el que se asegure de que la situación nociva realmente existe, y que no se trata más bien de ese desinterés egoista que no quiere llevar a la práctica la donación total de si mismo que corresponde a un cónyuge católico.
Entiendo que ya lo intentaste, no sé si con autorización del obispo o no. Pero el hecho es que lo hiciste.
Entiendo que hubo un interés mutuo de reconciliación. Lo que es un signo muy bueno, porque quiere decir que hay un AMOR VIVO que les puede servir de fundamento sólido con tal de que sepan aprovecharlo.
Y que entonces lo que les separa y dificulta su convivencia son más bien cuestiones accidentales que pueden ser eliminadas con tal de que ambos pongan realmente el empeño de identificarlas y corregirlas.
Insisto, NO ME REFIERO a que ella diga simplemente "debo dejarle de decir estas tonterías", porque si pudiera decidir eso ella, me parece que hace mucho que lo hubiera hecho. Sino se trata de identificar a fondo PORQUÉ no puede dejar de decirlas y CORREGIR ESA CAUSA RAÍZ, que no necesariamente tiene que estar únicamente en ella, sino puede estar en ti, o en ambos, o quizá incluso en terceros.

En el tema previo hablaste de que todo comenzó con un comentario inoportuno de tu padre. Eso es una pista importantísima.
¿Tienes idea de porqué tu padre hizo ese comentario? ¿tienes idea de si realmente, de manera directa o indirecta ella trató de aclarar con él el asunto (eso de que le dijo "mi hijo favorito", o de que se quedó callado ante la pregunta expresa de que si eras tú)? Es muy probable que ella no haya hecho la pregunta expresa, sino indirecta, pero que considere el asunto como si hubiera sido expresa y que incluso ahora lo "recuerde" así.
Me preguntabas también en ese tema si, de lo que te dije entonces, se deducía que no podía existir el rencor en la mujer, y la respuesta es negativa. SI PUEDE existir el rencor. El punto NO ERA ESE, sino que no te "casaras" con la idea de que necesariamente todo era rencor, cuando, por el contrario, lo más probable es que todo haya sido "revivir" ofensas como si estas fueran presentes a raíz de que se sintió ofendida por tu "infidelidad" que habría sido "probada" por los comentarios y actitudes de tu padre.
No sé que haya hecho tu padre en realidado o no. Pero si todo se prestó a esto, sospecho que la relación de ella con tus padres no es la mejor que pudiera existir en el universo.
Y me voy a aventar a especular duro y bonito, pero sospecho que si una relación no muy buena con tus padres le afecta tanto, es tal vez porque la relación con su propia familia tampoco es ninguna maravilla.
Me aviento a especular tanto sin fundamentos sólidos porque aquí podría estar la clave de todo: que como hija no se ha sentido nunca muy amada, y que esperaba que con tus padres eso cambiara, que tal vez ve que ellos si te aman a ti (eso del "hijo favorito") y esperaba que ella se hiciera de algún modo partícipe de ese amor para ahora si poder considerarse una "hija amada" o "hija favorita". Pero, al no encontrar exactamente eso, sino quizá incluso lo contrario, una cierta actitud de recelo o quizá incluso de franco rechazo, entonces eso le ha hecho sentirse rechazada en lo más profundo. Y como no puede reclamárselo a nadie, mucho menos a su familia, muchísimo menos a la tuya, pues adivina quién ha venido a convertirse en el "pushing-bag" para descargar tooooooooooooda esa carga emocional. Pero claro, tú no eres para ella un papá al que le pueda reclamar "¿porqué no me aceptas? ¿porqué no me quieres?" Y entonces te lo reclama como viene al caso reclamárselo a un esposo "¿porqué te vas con otra? ¿porqué no me quieres?" para lo cual, sus emociones contenidas y mal manejadas, aprovechan el mínimo asidero con la realidad que comentarios inapropiados (quizá reales, quizá exagerados) que tu familia proporcionó justamente expresando ese rechazo.
Insisto, estoy especulando a lo salvaje, pero creo que al menos vale la pena explorar esta posibilidad concreta, y, si no es el caso, puede servir al menos como ejemplo del tipo de cosas que hay que investigar de fondo y corregir. Y del tipo de ayuda que Dios te pudiera estar ofreciendo y que tú debes entender y reconocer primero para después aplicar.
Porque, suponiendo que esto tenga realmente que ver con el problema, tu podrás contestar "¿cómo que no te quiero porque me voy con otra? ¡pero si NO HAY otra! Luego, si te quiero y no tienes porqué sentirte así" Y puedes en verdad pensar que demostrarle que tú la quieres es suficiente para que se quede tranquila. Pero tienes que darte cuenta de que el problema en realidad NUNCA habría sido que TÚ no la quisieras, sino el problema REAL es que OTROS no la quieren o, al menos, no se lo demuestran convincentemente. Por cierto, esto sería consistente con eso de que te culpa de que le vaya mal en el trabajo, porque tampoco puede expresar abiertamente su frustración ahí, y bueno, ya que comenzamos con que tú "tienes la culpa" de que las familias no la quieran (ya elaborando el argumento, puede pensar que no le demuestran cariño precisamente porque tú, al buscarte otra, fuiste el que les diste la pauta para no quererla, y si "lo hiciste con la familia", pues es un paso trivial deducir que "también lo puedes hacer" con el trabajo).

¿Y qué puedes hacer entonces? ¿puedes hacer que esos OTROS la quieran para que ella no ande buscando la culpa de que ELLOS no la quieren en tí? Muy dificilmente.
Ciertamente puedes (y debes) orar por ellos. Pero eso casi seguramente será insuficiente para que cambien su actitud, deberían ser casi santos para aceptar de manera incondicionada la Gracia que requeriría un cambio tan grande súbito y unilateral. Pero precisamente el problema es que esa falta de cariño no es precisamente la mejor prueba de santidad. Luego, lo más seguro es que Dios requiera que hagas algo más que únicamente orar para poder lograr que los frutos de esa oración puedan germinar.
Pero bueno, esto ya es un indicativo de por dónde debe ir tu propia oración: en pedirle a Dios la comprensión de los mecanismos exactos de lo que pudiera estar ocurriendo y la Gracia de poder intervenir en esos puntos concretos en los que tú puedes hacer una diferencia real para que ella deje de resentir tanto ese rechazo que percibe.
Parte de ello puede comenzar porque reconozcas tú mismo la realidad de lo que pudiera estar ocurriendo (p.ej. que si tú eres el "hijo favorito", ella ciertamente no es "la nuera favorita") y que le hagas ver que lo reconoces. Eso tendría varios beneficios: le ayudaría a encauzar el problema por donde realmente está, comenzaría a separarte a tí como "cómplice" o "causante", por lo que la propensión a culparte disminuiría (ojo, dije disminuiría y NO "desaparecería"), etc.

Bueno, insisto en que todo esto es una especulación salvaje que de ningún modo te puedes tomar como la verdad el Evangelio, sino más bien es una posibilidad que ciertamente es probable dado el contexto que describes, pero que requiere estudiarse mucho más a fondo para distinguir con precisión exactamente qué está sucediendo, lo que pudiera acabar resultando muy parecido o bastante diferente a lo que acabo de describir. Y que, en todo caso, requiere mucho más de la Gracia de Dios que te oriente respecto a qué concretamente puedes y debes hacer para que la cosa "se desatore". Ponte en manos de Cristo y pídele que no sólo te mande la lancha y el helicóptero, sino también la Gracia para distinguir que esa es la ayuda que Él te manda y cómo debes usarla y aprovecharla.

Que Dios te bendiga

P.D. Disculpa si cometí faltas de tipografía que ya ví que en los mensajes del tema previo cometí bastantes, pero el problema es que no siempre, como ocurre justo ahora, tengo tiempo de revisar los mensajes tan largos.
eduarod
 
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Re: DIVORCIO!, NI catolicos NI cristianos lo han salvado.

Notapor elpoetadelcoliseo » Lun Jul 22, 2013 12:13 am

Hola pedro
El divorcio solo si ella te lo pide y mientras tanto
A esperar en Dios y en su voluntad
No quieras resolver por ti mismo las cosas
Deja y permite que Jesus actue y sane el corazon de tu esposa
nuestra tarea en este mundo se limita solamente a amar a Dios sobre todas las cosas
Y amar a nuestros semejantes, a nuestro projimo,,,,,,, a los hijos de Dios, a su creacion
Como?
Solo este dia, desde que sale el sol, hasta el ocaso
Solo hoy
Aqui y ahora


Paz y Bien
elpoetadelcoliseo
 
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