Me eh acercado a este foro no sólo porque busco una opinión profesional sí no porque eh querido tener una opinión sobre mi situación ante l iglesia. Les cuento, tengo 23 años y actualmente vivo en unión libre y tenemos una hija. Hasta ahí el primer problema sería que vivimos en unión libre pero no es todo, mi pareja es casada pero sólo al
Civil y tiene dos hijos que viven con su madre. La historia de el es algo complicada, el a los 17 años se junta con una mujer de tres o cuatro años mayor que el, después de 4 meses de estar juntos y por precion de la familia de ella e ideas inmaduras del matrimonio se casan sólo por lo civil, al año viene el primer hijo y al segundo año el segundo hijo, el pues ya comprometido pero no enamorado pues sigue con la relación pero nunca con madurez siempre le fue infiel con numerosas mujeres y nunca fue el esposo responsable y en fin el vivió su vida de juventud casado. Yo lo conozco cusndo tenía 18 años el tenía 23 y en primer lugar nunca me menciono su matrimonio y menos sus hijos aunque lo sospechaba. Durante ese tiempo el siempre externo su amor por mi, empezó a cambiar mucho cuando (después supe) que su esposa se había enterado de mi existencia y su familia lo obligo a quedarse con ella por sus hijos. Desde ese entonces el sólo buscaba razones para que yo me hartara de la relación y lo dejara aunque el me quisiera. Casi a pocos meses de cumplir el año juntos me embarazo de el y el decide que lo mejor para nuestra situación es abortar, yo no quería pero la precion fue mucha por mi familia y por su falta de apoyo el al final no quería que lo hiciera, pero al fin que con inmadurez de mi parte lo hice y termine con la relación por la gran precion familiar que vivimos los dos. Yo no le perdonaba lo que me había hecho de darme la espalda y al fin que duramos un año sin saber del uno del otro, el siguió buscándome pero después de un gran precedo de terapia, visitas a l iglesia y todo eso acepte hablar con el, cuando nos reencontramos mi idea no era regresar con el aunque mis sentimientos seguían muy seguros de lo que sentía, el me confeso que jamás me había dejado de querer que término alejandose de mi porque no tendría nada más que ofrecerme se sinceró y confesó su matrimonio y sus hijos como también su reciente separación por infidelidad de ella que el vio más como una oportunidad para dejar esa relación. comenzamos a frecuentaréis hasta que no quedo más que aceptar que seguíamos amandonos y queríamos seguir juntos. Ante la negación de mi familia yo salí de casa a vivir con el, llevamos ya casi 2 años de vivir juntos, a los dos meses salí embarazada y en ese entonces vivimos carencias extremas, es un milagro de dios que mi hija haya nacido sana en ese entonces nadie nos apoyaba ni un peso daba en signo de ayuda, conforme el
Tiempo paso su familia de el nos acepto y pudimos vivir en su casa y recibir su apoyo, mi familia nunca lo
Ah vuelto a aceptar pero al menos ya respetan más las desiciones, el a raíz de nuestro reencuentro cambió totalmente se volvió responsable, cariñoso, un esposo amoroso, tiene su carácter pero siempre ah sido más fuerte el amor que nos tenemos, los dos tenemos el sueño de casarnos bien, ante dios como un buen matrimonio católico, queremos darle a nuestra hija el ejemplo de una familia unida. Pero ahí viene la contra parte, ah sido muy difícil para mi superar todo lo que eh vivido pues al final yo eh sido la que más ah estado afectada, eh empezado a crear un especie de celos y coraje ante sus hijos y su pasado, no me gusta que ellos estén En casa con el ni puedo tampoco negarlo, ellos me aceptan jamás eh hecho algo para ofender les son niños y entiendo que no tienen la culpa de los errores de los padres pero esta situación me ah hecho infeliz este último año de que nació mi hija, no me gusta que ella tenga otros hemanos ni que conviva con ellos al fin que los católicos entendemos que uno debe de unirse con personas solteras y tener matrimonios que duren para toda la vida pero yo soy conciente que no lo pensé así y estoy pagando las consecuencias con mi infelicidad. El no me ata, me dice que sí no soy feliz puedo irme pero que sus hijos son primero y en su mayoría aún más importantes que mi hija y eso ya no me gusta ella tampoco tiene la culpa y eh llegado a pensar que es mejor quedar como madre soltera y desaparecer de sus vidas, el no quiere alejarse de su hija ni yo así lo deceo pero argumenta que sí lo dejo también es que deje a su hija (aunque aveces me suene a chantaje) no se que hacer, quiero estar bien en primer lugar ante Dios, eh cometido ya muchos errores y mi hija no tiene porque seguir pagando los platos rotos, y en segundo lugar quiero ser y hacer feliz a mi hija, pero
También amo y deseo darle un buen ejemplo de familia. Que me aconsejan ? Que es lo que es mejor en estos casos, que opina la iglesia?