Buen día a todos.
Les cuento que estoy pasando por un momento muy difícil. Sólo tenía un año de casada, pero 11 de noviazgo. Tengo un bebé de tres meses, y 15 días después de que nació, mi esposo me confesó que tenía una relación de 6 meses con una compañera de trabajo. Digo todos estos números porque me sorprendió y me duele mucho que él me engañara a sólo 6 meses de matrimonio y sabiendo que esperábamos un hijo.
Obviamente no esperaba esto, pero aún fue más sorpresivo para mí porque él era una persona apegada a la iglesia. Asistíamos los dos a una comunidad, servíamos en nuestra parroquia y aún así sucedió esto.
Él al principio quiso irse simplemente, pero yo insistí en que viera lo que estaba haciendo de manera que dudó de su decisión. Han pasado dos meses tortuosos en los que él está con que se queda conmigo o se va con ella. Obviamente no nos tratamos como solíamos; él sólo va de visita una vez a la semana y supuestamente su mayor interés es ver al bebé.
Hoy supe que también frecuenta a quien solía ser su amante... ¿Debo seguir abriéndole la puerta de mi casa? No me parece justo ni correcto que él no haya decidido qué hacer de su vida, o mejor dicho de nuestras vidas, y que siga frecuentándonos a las dos. Sinceramente siento mucho coraje al pensar que él nos ponga al mismo nivel a las dos. Hay muchas circunstancias alternas en este caso, como que mi esposo insistió a aquella mujer que dejara a su marido hasta que lo logró y ahora ella está sola... pero eso no la deja peor que yo, que me quedo sola con el bebé.
Total, que estoy muy dolida, y con la esperanza de que mi esposo recapacite, y pensando que no estoy procediendo como Dios quiere. Denme un consejo por favor. Gracias de antemano por ello, y por sus oraciones.