por enrique_ellena » Lun Jun 27, 2016 8:26 am
La felicidad completa tiene un precio y hay que pagarlo. Alcanzar una vida en gracia y en ello el perdón de toda una existencia en concubinato, requiere, en primer lugar, una confesión perfecta y luego una abstinencia que purifique toda esa vida en desorden. Es muy económico sacrificar los deseos desordenados para alanzar la amistad de Dios y la gracia santificante que se obtiene con el perdón, ya tendrán mucho tiempo para consolidar esa felicidad que hoy viven a medias por el pecado. Dios merece mucho más que este pequeño sacrificio para devolverles la gracia santificante y comenzar una vida desde la fe en comunión con Cristo en la eucaristía. Hay una solución más que practica para resolver esto y es acelerar los plazos sin estar pendiente de las expresiones sociales. Solo hace falta el cursillo pre matrimonial y el turno de la Parroquia y todo queda resuelto. Hay que valorar que es más importante para llegar al buen camino y seguir el consejo del alma, que pide un matrimonio canónico más que urgente.
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