He estado buscando, entre mis recuerdos, alguna experiencia con mi angelito; he encontrado ésta, y, según alcancé a leer, es bueno compartir esas experiencias, para gloria de nuestro Señor.
Un fin de semana, iba con unos familiares de paseo a un lugar muy conocido por la venta de calzado, cerca de la capital mexicana; era ya de noche y llovía muy fuerte, íbamos por la carretera libre México-Toluca, que, según se dice, es algo peligrosa; de pronto mi tía, que iba al volante, dio vuelta hacia su izquierda en un espacio que había en la malla que separa los dos sentidos de la carretera, y se metió a los carriles contrarios, como era de esperarse, los demás que íbamos en el coche nos sorprendimos y asustamos muchísimo; estábamos cerca de una curva, los coches que iban saliendo de ésta nos encontraban de frente; las personas que iban en los asientos traseros comenzaron a gritar de la angustia, yo sentía que el corazón se me salía y me quedé en shock, pensé que nuestras vidas llegarían hasta ahí, un camión estuvo a punto de chocar de frente con nosotros, y mi tía estaba como si nada, fue muy raro, no sé qué le ocurrió; de repente, reaccioné, no supe ni cómo porque por lo general, en situaciones así, el miedo me paraliza, no reacciono, entonces le dije a mi tía que se fuera de reversa para volver al otro lado de la carretera, y me contestó que su coche se rayaría
, le respondí algo así como que me importaba un rábano que se rayara el coche (de pronto me gana la impulsividad
), teníamos que salir de ahí
; bendito Dios, mi tía hizo caso y logramos salir, no pasó a mayores, sólo el enooooorme susto y alguna que otra recordada de nuestras madrecitas de algunos automovilistas que nos vieron; el lunes que volví a la universidad me sentía muy rara, como ida, y así estuve como por una semana; creo que mi angelito tuvo mucho que ver, aunque en ese entonces casi no recurría a él.
Saludos de mi angelito, y saludos a sus angelitos.