Algo de verguenza...

[josesi]

Hermanos en Cristo, quería comentarles que cuando concurro a misa, en el momento que el Sacerdote convierte el Pan y el Vino, en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sin pensarlo e instantaneamente, me emociono hasta las lágrimas, teniendo que secarme los ojos para el saludo de Paz y no piensen que soy exagerado en cuanto a sentimiento me refiero, al mismo tiempo que desconozco ese sentir ya que pienso que no me va a pasar y termina sucediendo. También queria comentarles que el tiempo me da solamente para ir a Misa los domingos o quizas para dedicarle parte del día sábado a la comunidad, pués de este modo estoy desconectado y quisiera estar integrado y aunque no sea en la Parroquia, tenia pensado poder ir a la casa de hermanos que no pueden concurrir a la Parroquia a rezar el Santo Rosario y llevarle a nuestra Madre y dejarla allí hasta el sábado siguiente, (es una idea mía) comentada acá solamente, dentro mío nesecito DAR lo poco que tengo en mi corazón y alimentarme al mismo tiempo del Amor de Jesús, pero desconectado de este modo me siento vacío hasta diría "pobre", ¿me comprenden?. Mil gracias.
Bendiciones para todos.

[Ignacio A]

Hola josesi. De ninguna manera debiera darte vergüenza el derramar lagrimas en la Consagración. El Sacrificio del calvario se hace presente en ese momento de la misa y nosotros los que participamos de ella somos parte también de ese momento.
Pero comprendo lo que sientes. Mi recomendación personal es la de ocultarte, para gozar de este Don que Dios te da. Me refiero a que quizá puedas ir a misa muy temprano en la mañana cuando no hay mucha gente y participar en un lugar algo mas retirado para que toda tu atención se centre en lo que de veras importa mas que en lo que el prójimo pueda pensar. Es un consejo práctico.
A veces las circunstancias de nuestra vida nos separan de lo que quisiéramos hacer. Deberías en primer lugar preguntarte en qué ocupas tu tiempo durante el día y durante la semana. Quizá te des cuenta que tienes tiempo pero que lo usas para otra cosa (ver televisión, hacer deporte, divertirte con amigos, pasear, etc, etc). Quizá este no sea el caso y solamente tengas tiempo para apenas dormir trabajar y comer. De ser esto así, y sabiendo que haces todo lo que esté a tu alcance para dedicarte a Dios no debieras sentirte mal. Siempre hay un tiempo para orar ( cuando te despiertas, cuando te acuestas, cuando viajas, cuando caminas, cuando comes, cuanto te bañas, etc.)
Siempre hay un lugar para Dios durante el día. Quizá tu no tengas 40 minutos diarios para ir a misa pero tengas otros momentos para la oración.
El amor a Dios no requiere un prójimo como necesario o como vía, sino a Dios, a quien puedes amar sin intermediario. Si no tienes tiempo para dedicarlo a un hermano necesitado, no te preocupes, Dios lo tiene. Ora, que Dios sabrá hacer mejor lo que tú puedas o no hacer por ellos.


Un saludo.