La Fe puede mermar...

[mako]

Buenos días, mi duda que deseo discernir, es preguntarles hermanos si la Fe puede mermar o como caso catastrófico de carácter espiritual de entrar en peligro de una letanía hasta de no darle la importancia debida de concurrencia, efectos causados por encontrar constantes impedimentos y a esto le temo mucho, tan importante en mi vida todo esto y quedar como anesteciado, mis espacios en la comunidad disminuyeron drásticamente al punto de pedirle a Dios que logre encontrar “esos tiempos” que anhelo , esa vida en comunidad perdida de forma involuntaria, se lo comenté a un Padre que se sufre muchísimo, pues no es fácil de digerir y siempre encuentro trabas, disponiendo de los fines de semana solamente, igualmente es difícil esa concurrencia, pero en fin, continúo así, con mis temores, con mis dudas, con mis ruegos constantes a Jesús.
Desde ya, muchas gracias y bendiciones hermanos.

[IvanEstoico]

Querido hermano en Cristo.

Con respecto a tu inquietud:

162 La fe es un don gratuito que Dios hace al hombre. Este don inestimable podemos perderlo; S. Pablo advierte de ello a Timoteo: "Combate el buen combate, conservando la fe y la conciencia recta; algunos, por haberla rechazado, naufragaron en la fe" (1 Tm 1,18-19). Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe debemos alimentarla con la Palabra de Dios; debemos pedir al Señor que la aumente (Mc 9,24; Lc 17,5; 22,32); debe "actuar por la caridad" (Ga 5,6; St 2,14-26), ser sostenida por la esperanza (Rom 15,13) y estar enraizada en la fe de la Iglesia.
CATECISMO DE LA IGLESIA

Es claro nuestro Catecismo, empero, también te menciona los medios para alimentarla, ¡Avanti querido hermano!.

Que Dios te bendiga por intercesión de su Magnificencia.

[eduarod]

Buenos días, mi duda que deseo discernir, es preguntarles hermanos si la Fe puede mermar o como caso catastrófico de carácter espiritual de entrar en peligro de una letanía hasta de no darle la importancia debida de concurrencia, efectos causados por encontrar constantes impedimentos y a esto le temo mucho, tan importante en mi vida todo esto y quedar como anesteciado, mis espacios en la comunidad disminuyeron drásticamente al punto de pedirle a Dios que logre encontrar “esos tiempos” que anhelo , esa vida en comunidad perdida de forma involuntaria, se lo comenté a un Padre que se sufre muchísimo, pues no es fácil de digerir y siempre encuentro trabas, disponiendo de los fines de semana solamente, igualmente es difícil esa concurrencia, pero en fin, continúo así, con mis temores, con mis dudas, con mis ruegos constantes a Jesús.
Desde ya, muchas gracias y bendiciones hermanos.

Estimado en Cristo hermanote:

¡Que gusto saludarte! Se te extrañaba...

Respecto a tu pregunta, hay una bella obra de Santa Teresa de Ávila que se llama "Moradas del Castillo interior" en donde compara la vida de Fe con un castillo que estuviera hecho de paredes transparentes, y en el que en el centro brilla una Luz maravillosa que es Cristo Nuestro Señor, atrayéndonos a todos hacia Él. Al ver semejante luz desde el exterior, es natural que queramos entrar entusiasmados por estar ahí, junto a la Luz del Señor. Sin embargo, Santa Teresa nos habla de que las moradas (o habitaciones) más externas, que son por las primeras que pasamos en nuestro camino hacia la Luz, están llenas de "sabandijas" (así les llama) que son las distracciones y tentaciones del mundo, el Demonio, etc. y que tratan de opacar la Luz, hay habitaciones tan llenas de esas sabandijas que en realidad logran obscurecer la Luz y no dejarnos ver nada de ella. Es entonces cuando perdemos el rumbo, no vemos ya la Luz y no sabemos porqué estamos ahí, si realmente tiene sentido o qué es lo que queremos lograr. Eso buscan las sabandijas y en realidad lo pueden llegar a lograr si nosotros lo permitimos y nos dejamos llevar por sus engaños y dejamos de buscar la Luz que nos hizo entrar al Castillo en primer lugar. Pero si, por el contrario, seguimos el camino, con el corazón puesto en encontrar esa Luz que desde el exterior nos parecía tan clara, poco a poco iremos avanzando hasta un punto donde las sabandijas simplemente no pueden ya ocultar la Luz, y es entonces cuando hemos sido ganados para el Señor de manera definitiva sin que nada ni nadie pueda detener ya nuestro camino de unión con Él.
Asi pues, la respuesta: definitivamente es posible que la Fe se aletargue y se piera si no la cuidamos debidamente.
La Fe Teologal es un Don de Dios que no podemos ganar ni obtener por nosotros mismos, sino es siempre un Regalo Gratuito del Padre Celestial.
Pero lo que no solo es posible hacer por nuestra parte, sino que de hecho es nuestra responsabilidad, es hacer buen uso de la Gracia que Dios nos Regala continuamente también para cuidar esa Fe, manteniéndola viva y despierta.
Esa Gracia que Dios nos Da para cuidar la Fe no necesariamente se da en forma de dulces consolaciones espirituales, muchas veces es más bien la simple Fortaleza para seguir adelante pese a que todo parece querer detenernos, pese a que muchas personas, ideas y apariencias (las sabandijas de Santa Teresa) se empeñan en decirnos que nuestro camino no tiene sentido, que no vamos a ningún lado, y que tan solo nos estamos distrayendo de nuestras "responsabilidades reales" del mundo.
Ahora bien, no hay que caer tampoco en el error de identificar la Fe con la participación activa en organizaciones parroquiales y similares.
Recuerdo que alguna vez platicamos sobre el carisma de organizaciones como el Opus Dei, donde se busca promover la santificación de la persona a través de su actividad cotidiana, en sus centros de estudio y trabajo.
Y es que si este tipo de organizaciones se han vuelto muy comunes hoy en día, y si Cristo mismo no nos facilita más a muchos la posibilidad de participar activamente en las labores parroquiales, eso muy probablemente es porque el Señor nos necesita más en esos terrenos de misión que son los ambientes estudiantiles y laborales hoy en día, donde hay muchos que jamás se acercarían a la Parroquia y que jamás tampoco han tenido la oportunidad de escuchar verdaderamente el Evangelio, sino a lo mucho una caricatura distorsionada del mismo.
No se trata tampoco, por supuesto, de tomar un puesto laboral para usarlo como pastor evangelista predicando en las horas de oficina, ni de dar una cátedra o entrar a ella para abandonar o influir en que se desvíe el tema del que se trata ese curso en favor de discusiones teológicas.
Sino se trata de hacer todo con perfección, pero no con un mero perfeccionismo profesional o académico, sino con la perfección propia del Amor de Cristo: por y para el Bien de todos.
Recordemos que el sello distintivo de aquellas famosas primeras comunidades cristianas y que llamaba tanto la atención de los ciudadanos y habitantes del Imperio Romano era aquel "miren cómo se aman". En el amor de los cristianos los paganos podían ver algo distinto de lo que eran sus vidas, algo notorio y atractivo que los distinguía y que hacía a los demás querer averigura más sobre qué es lo que movía a esas personas a actuar de esa manera tan especial. Y así fue como se cristianizó a una de las sociedades más organizadas, pero también más depravadas que ha visto la historia.
Por supuesto que eso no se contrapone, sino se complementa con alguna actividad apostólica o parroquial si llegamos a tener el tiempo de hacerlo y Cristo nos llama a ello. Pero si no, pues lo que debemos entender es que Cristo nos llama por otro camino y hay que seguirle y servirle en lo que Él nos pide.

Que Dios te bendiga.