Estimado en Cristo BrenoMar:
Debo confesarte que no había oido hablar de este señor Eckhart Tolle antes de ver tu mensaje, pero investigué un poco en su sitio, leyendo algo de lo que ha dicho/escrito así como en algunas otras fuentes; y creo que está claro que no se trata sino de un "maestro" más ligado a lo que genéricamente se ha dado a llamar NewAge. Movimiento que, mayormente basado en una versión tergiversada del Budismo Zen que de manera sincrética trata de incorporar "elementos" de otras creencias y religiones (el hinduismo, siendo el papá del Budismo, es una fuenta preferida, pero ni de lejos la única, sino que, con frecuencia, este tipo de personas/pensamientos incorporan tanto como les es posible elementos del cristianismo y de la Biblia que les ayudan mucho a ganar "aceptabilidad" en el mundo occidental).
Respondiendo a tus preguntas:
1. Se podría en principio hablar hasta cierto punto de espiritualidad en una manera un tanto "genérica" sin necesariamente involucrar a ninguna religión en específico. Lo que en tal contexto se hiciera pudiera ser, igualmente en principio, compatible con el pensamiento cristiano/católico; pero no necesariamente lo sería.
2. Sin embargo, eso es algo MUY distinto a lo que este tipo de "maestros" suelen hacer. Ellos NO hablan de espiritualidad SIN religión, sino ellos hablan de espiritualidad desde una mezcla/cocktail de religiones sin coherencia ni rigor, pero que, como dije antes, es más una versión tergiversada y parchada del budismo zen que otra cosa.
3. Si bien se pueden establecer puntos de encuentro entre el budismo auténtico y el pensamiento cristiano (p.ej. la importancia de la espiritualidad misma, la compasión por el otro, etc.) en realidad ambas religiones tienen bases y raíces sumamente distintas que generan igualmente fuertes incompatibilidades. El budismo zen tergiversado típico de la New Age, a pesar de buscar nominalmente "parecerse" más al cristianismo, de donde uno podría esperar una mayor compatibilidad, en realidad se suele construir más sobre esas incompatibilidades del budismo auténtico que sobre los puntos de coincidencia. Como resultado, el producto final, pese a esas supuestas referencias a la Biblia o al pensamiento de Cristo, acaba siendo en realidad mucho más incompatible que el budismo auténtico. Lo que ocurre es que la referencias cristianas se encuentran igualmente tergiversadas al punto de que no es raro que el sentido que se les da es exactamente el opuesto a su verdadero significado.
4. Aunque en principio sería posible "rescatar" algunos elementos individuales en este tipo de pensamiento, con frecuencia vienen tan "contaminados" con ideas ajenas al pensamiento católico, que solo un verdadero especialista que tenga muy claros y firmes los conceptos podría realmente "extirpar" esos elementos legítimos en una forma tal que no contuvieran ya elementos contrarios a la Doctrina de Cristo. En otras palabras: eso solo podría hacerlo alguien que YA tenga clarísimos los conceptos que va a "rescatar"; de donde se sigue que NO aprendería nada nuevo de ello.
5. Aunque me parece bastante claro que el pensamiento de esta persona se puede enmarcar dentro del amplio universo que se ha designado genéricamente como New Age, es preciso subrayar que no todas las manifestaciones del New Age incluyen todas las características de este movimiento, incluyendo la designación formal (es decir, no necesariamente un pensamiento afin a la New Age se reconoce a sí mismo como New Age). Esto te lo señalo porque no encontré referencias específicas de que Eckhart Tolle se considere parte de la New Age, pero el que él no se reconozca formalmente como parte de ello, no significa que no lo sea. Y la aclaración es importante en virtud de lo que sigue:
6. La Iglesia ha emitido un documento formal respecto a la New Age, en ese documento se dice lo siguiente:
1.4. La Nueva Era y la fe católica
Aun cuando se pueda admitir que la religiosidad de la Nueva Era en cierto modo responde al legítimo anhelo espiritual de la naturaleza humana, es preciso reconocer que tales intentos se oponen a la revelación cristiana. En la cultura occidental en particular, es muy fuerte el atractivo de los enfoques « alternativos » a la espiritualidad. Por otra parte, entre los católicos mismos, incluso en casas de retiro, seminarios y centros de formación para religiosos, se han popularizado nuevas formas de afirmación psicológica del individuo. Al mismo tiempo, hay una nostalgia y una curiosidad crecientes por la sabiduría y los rituales de antaño, lo cual explica en parte el notable aumento de la popularidad del esoterismo y del gnosticismo. Muchos se sienten especialmente atraídos por lo que se conoce –correctamente o no– como « espiritualidad » celta,5 o por las religiones de los pueblos antiguos. Los libros y cursos sobre espiritualidad o sobre religiones antiguas u orientales son un negocio floreciente y con frecuencia reciben el apelativo de « Nueva Era » por razones de carácter comercial. Pero los vínculos con dichas religiones no siempre están claros. De hecho, con frecuencia se niegan.
Un discernimiento cristiano adecuado del pensamiento y de la práctica de la Nueva Era no puede dejar de reconocer que, como el gnosticismo de los siglos II y III, ésta representa una especie de compendio de posturas que la Iglesia ha identificado como heterodoxas. Juan Pablo II ha alertado respecto al « renacimiento de las antiguas ideas gnósticas en la forma de la llamada New Age. No debemos engañarnos pensando que ese movimiento pueda llevar a una renovación de la religión. Es solamente un nuevo modo de practicar la gnosis, es decir, esa postura del espíritu que, en nombre de un profundo conocimiento de Dios, acaba por tergiversar Su Palabra sustituyéndola por palabras que son solamente humanas. La gnosis no ha desaparecido nunca del ámbito del cristianismo, sino que ha convivido siempre con él, a veces bajo la forma de corrientes filosóficas, más a menudo con modalidades religiosas o pararreligiosas, con una decidida aunque a veces no declarada divergencia con lo que es esencialmente cristiano ».6 Un ejemplo de esto puede verse en el eneagrama, –un instrumento para el análisis caracterial según nueve tipos– que, cuando se utiliza como medio de desarrollo personal, introduce ambigüedad en la doctrina y en la vivencia de la fe cristiana.
Como puedes ver, la propia Iglesia reconoce que el New Age suele negar su propia naturaleza, en particular los vínculos con las religiones que le alimentan.
En general y si quieres profundizar más sobre todo esto, te recomiendo la lectura del documento completo llamado "Jesucristo, poartador del Agua de la Vida":
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/interelg/documents/rc_pc_interelg_doc_20030203_new-age_sp.htmlQue Dios te bendiga en la alegría de la Resurrección del Señor