por rebeca conde » Dom Oct 30, 2011 1:36 am
1. ¿Es fácil para ti identificar el bien del mal? ¿Por qué?
No, a pesar de que tengo los medios, pero incluso San Pablo lo decía, hago siempre el mal que no quiero, y no hago el bien que quiero. Además el mal viene envuelto en mentira y engaño, que si no estamos en gracia, para contar con la ayuda del Espíritu Santo, es difícil caer en la tentación.
2. “El bien ha de hacerse y buscarse; el mal ha de evitarse” Este es el principio que guía la vida moral. ¿Cuáles son los “bienes” y los “males” que el mundo sin Cristo propone?
De hecho el Papa Benedicto lo ha dicho, hay que vencer el mal con el bien. La ola del escepticismo es el peor mal del mundo actual, que impide al hombre tener la intención, el gusto, el deseo de buscar la verdad, está siempre hastiado de tantas cosas, pero sin sentido, por eso esta actitud. Los bienes que propone es una sociedad sin Dios, en todos los aspectos, traducida en un laicismo exacerbado, en una cultura de la muerte promotora del aborto, el control natal en lugar de una paternidad responsable, una desesperanza que lleva al suicidio, la eutanasia frente a la ortotanasia, en fin, un liberalismo extremo.
3. ¿Y el cristiano cómo identifica los bienes de los males?
Fundamentalmente por el fin que se persigue, si te lleva a la paz, al Jesús, está bien, y si logras inquietud, desaliento, estas en terreno equivocado. Prácticamente se identifican los bienes por la gracia, que desde el bautismo recibimos, por la sindéresis, que es un hábito cognoscitivo y prescriptivo, es decir que jusga la conducta, indica a la persona lo que debe hacer, tanto teórica como prácticamente.
4. ¿Por qué la prudencia es muy importante para saber elegir siempre el bien?
Es la virtud cardinal, de la que dependen las otras virtudes, ya que es la virtud que nos dispone a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y elegir los medios para lograrlo. Es la virtud intelectual de la razón práctica, por lo que dice Santo Tomás que es una virtud de la inteligencia y la voluntad, que además media siempre entre las cuestiones intelectuales y morales, ya que no solo se refieren a la persona en lo personal, sino también en lo social. Finalmente la prudencia nos lleva a la Caridad, que a la vez nos identifica plenamente con Cristo, ya que Él es el amor por excelencia.
5) Comentario:
Estoy convencida de que debemos maneternos fuertes en la fe, la esperanza y el amor para dar testimonio de vida, y manifestar a Cristo en nuestro actuar, par alo cual necesitamos de la prudencia, que nos dirige en nuestro conocer y actuar cotidiano, para aportar a nuestro prójimo un sentido de vida que de lo enaltezca y lo lleve a su plenitud y felicidad, que no es otra cosa que descubrir, amar y proclamar a Jesús, y contribuir a instalar su reino en este mundo.
hombre actual,