por deflaura » Dom Nov 13, 2011 2:38 pm
1. ¿Es fácil para ti identificar el bien del mal? ¿por qué?
Si, y también sé que la vida tiene tantas posibilidades, que sé que el mal estará por allí, lo que me dará siempre nuevas oportunidades para aplicar la virtud entera, siempre con la asistencia del Espíritu de Dios, para volver a seleccionar racionalmente, y principalmente por amor, el bien.
Puedo identificar fácilmente el bien del mal porque conozco a Dios, sus mandatos y su perfección en el amor y la misericordia. Este amor del que uno está lleno por Dios, me permite conocer mejor a mis seres queridos y prójimos y saber en el corazón el camino mejor, que es en Dios, es único y que siempre depende de tantas cosas, para seleccionar con sabiduría y confianza una acción buena (buena por Dios).
2. “El bien ha de hacerse y buscarse; el mal ha de evitarse” Este es el principio que guía la vida moral. ¿Cuáles son los “bienes” y los “males” que el mundo sin Cristo propone?
La riqueza económica y sus consecuencias materiales y culturales, como el poder, suelen ser el baremo mediante el cual se erigen los comportamientos apropiados o buenos, y en contra de los cuales, igualmente, se erigen los comportamientos señalados como malos. ¡Y de repente nos encontramos en realidades sociales donde esto sencillamente hace a un lado a Dios! Y en ese sentido, también Dios se revela. En este caso de las riquezas: El trabajador se merece su jornal, con el sudor de la frente cosecharás los frutos de la tierra: esto significa que hay una obligación de laborar y un merecimiento positivo que permite suplir necesidades obvias. Y esto a su vez, la necesidad, no significa un asidero para manipular a los pobres y escatimarles sus derechos ganados: No defraudarás al jornalero de su jornal, por ejemplo. Ni una puesta por parte de los pobres a exigir más de lo que han trabajado: es asunto mío (del patrón) dar 1 medida de dinero por ti y por el que llegó a último momento. No es cosa tan trivial. Evitar el mal y buscar y hacer el bien es una situación que se presenta de múltiples maneras, bajo realidades lejanas a Dios inclusive, son únicas cada vez y de amplia necesidad de reflexión particularizada, sobre todo para volver a incluir a Dios en situaciones que, de origen, están alejadas de Él. También implica ser visionario, como por ejemplo, un profeta pudiera serlo, para vislumbrar el impacto positivo en la vida de nuestras acciones y decisiones. Hacer el bien y evitar el mal es una obra que se cosecha con el paso del tiempo y del número de situaciones, con los cuales hay que luchar muchas veces, pero que en resumen nos van pintando de luz de Dios la vida y, en igual medida, reduciendo las sombras oscuras o males cada vez más, o en cada situación. Hacer el bien y evitar el mal es como una medida de la cercanía que tenemos con Dios mismo.
3. ¿Y el cristiano cómo identifica los bienes de los males?
Por medio del conocimiento de la Palabra de Dios y de las verdades que conoce la Iglesia Católica por revelación. Esto, junto con las virtudes de la sindéresis, la sabiduría, la prudencia, la fe, y junto al auxilio del Espíritu Santo y sus dones, nos permite identificar los bienes verdaderos de los males verdaderos. La racionalidad es muy importante para poder acertar en lo que proviene de la Verdad, que es lo trascendente e importante.
4. ¿Por qué la prudencia es muy importante para saber elegir siempre el bien?
Porque la prudencia conduce a la voluntad a realizar un fin bueno, mediante la manera correcta, lo cual está dictaminado por la razón, e iluminado por Dios y la sabiduría con que hemos llegado a conocerlo.
5. Cometarios o sugerencias
El curso es excelente.