por mónica elizabeth » Jue Dic 01, 2011 3:41 am
¿Cuáles son la virtudes que perfeccionan nuestra voluntad y nos llevan a amar a Dios en primer lugar, a nosotros mismos y a los demás?
La caridad (virtud teologal) nos lleva a amar a Dios en primer lugar. El amarlo a Él nos exige llevar un estilo de vida virtuoso, amarnos a nosotros mismos y a los demás, por Dios.
A nosotros mismos nos amamos con caridad, por ser creaturas de Dios, amadas por Él y llamadas a la trascendencia.
A los demás los amamos con amor de amistad, y con base en ese amor, vivimos la virtud de la justicia, que es dar a cada quien lo que le corresponde según su derecho y según la clase de amor de amistad que nos une con esa persona.
¿En qué medida la justicia nos orienta hacia Dios?
Al vivir la virtud de la justicia, damos a Dios, a nosotros mismos y a los demás lo que corresponde:
A Dios, por ser Dios, bondad infinita, Padre y Creador: nuestro amor, nuestra devoción, nuestras potencias y facultades, nuestra vida y nuestras obras;
A nosotros mismos, por ser criaturas “dilectas” de Dios, amadas por Él y llamadas a un fin trascendental, nos “regalamos” el perfeccionamiento de nuestra persona mediante una vida virtuosa, para alcanzar nuestro fin sobrenatural;
A los demás, por ser también creaturas de Dios amadas y llamadas por Él, así como por ser personas titulares de derechos, les damos amor de amistad y todo aquello que les corresponde.
Comentarios o sugerencias:
Considero que en la vida práctica, el amor de amistad puede resultar fácil de predicar pero difícil de practicar… es a veces realmente difícil amar a los demás con el amor que corresponde. Es todo un reto.
Me pareció interesante que el amor de amistad sea la base de la justicia. También me gustó mucho entender el valor de la justicia como virtud y no únicamente desde el punto de vista de la ética normativa o Ciencia del Derecho.
Pax et Bonum