EL CONOCIEMIENTO DEL BIEN: SINDERISES, SABIDURIA, PRUDENCIA

Autor: Tomás Trigo, profesor de Teología Moral de la Facultad de Teología Universidad de Navarra
Fechas: del 3 de octubre al 19 de diciembre 2011.

Se trata de un estudio amplio y documentado de las virtudes. Está orientado a quienes desean profundizar en la teoría de las virtudes a través del pensamiento clásico, sobre todo de Aristóteles y Santo Tomás, y de las aportaciones más importantes del pensamiento actual. Puede ser útil para los profesores de Ética y Teología Moral. Pero es accesible también para cualquier lector interesado en el conocimiento y la práctica de las virtudes en la vida moral

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EL CONOCIEMIENTO DEL BIEN: SINDERISES, SABIDURIA, PRUDENCIA

Notapor soranamaria » Jue Feb 09, 2012 11:35 pm

Para poder hacer el bien, antes hay que conocerlo.
La razon conoce la verdad y el bien gracias al entendimiento y la sinderisis.
Sinderisis, significa observar, vigilar atentamente y tambien conservar. Para Sto. Tomas equivale a razon natural. Habito cognoscitivo, consiste en juzgar la conducta para indicar a la persona lo que debe obar; Habito prescriptivo no se conforma con señalar el bien y el mal, sino que ademas prescribe o manda hacer el bien y prohibe hacer el ma.
La importancia de la sinderesis radica en que constituye el comienzo y, a la vez, la guia natural de toda la vida moral de la persona; es el origen del deber moral hasta alcanzar la perfeccion.
Gracias a la sinderesis, la persona cuenta, en su propia naturaleza, con un guia infalib le y permanente para discernir el bien y el mal, y para orientar hacia el verdadero bien su pensamiento, su querer y sus afectos.
Como la sinderesis es una luz que no se puede extinguir, los fines d elas virtudes y los principios de la ley natural no desaparecen nunca del corazon del hombre, aunque se pueden oscurecer cuando el hombre se deja llevar por las pasiones, por errores, y costumbres corrompidas. En este proceso, el objeto de la razon es el bien debido.
La sinderesis activa a la voluntad y encamina a la razon para que busque los bienes autenticos y en ultimo termino el bien ultimo.
La sabiduria es un virtud que perfecciona a la razon especulativa, juzgar con los ojos de Dios.
La sabiduria nace del amor a la verdad, del deseo natural que toda persona experimenta de saber cual es la causa ultima y saber del sentido de su existencia.
La sabiduria es un deber, una tarea que todo hombre debe realizar.
San Agustin afirma que el principio de la sabiduria es la disposicion de la buena voluntad.
La humildad es muy necesaria para alcanzar la sabiduria, asi, la limpieza de corazon, desprendimiento de las cosas , la castidad, sobriedad, etc.
La sabiduria ordena, unifica las ciencias, los diversos saberes, juzga a todas las demas virtudes, juzaga la vida; toma ese conocimiento como criterio de pensamiento y regla de actuacion. La sabiduria aspira a la amistad de Dios.
La humildad no solo esta en la raiz de la virtud de la religion y de la sabiduria, sin tambien en su desarrollo.
Si se deja de amar a Dios, por poner el corazon en otro bien como si fuese el bien supremo; se llega a desconocer a Dios como fin.
La prudencia tiene como objeto propio razonar y juzgar sobre las acciones concretas, que hay que realizar aqui y ahora, en orden a conseguir un fin bueno, e impulsar su realizacion. Es por tanto, una virtud intelectual de la razon practica.
El consejo nos capacita para entender los pros y los contras de una accion.
Juicio practico, engendra la virtud: sensatez, sentenciar bien, jusgar rectamente.
Imperio consite en mandar sobre uno mismo para poner por obra lo que se ha juzgado conveniente, es el mas especifico de la virtud de la prudencia.
La prudencia es condicion imprescindible de toda conducta moralmente buena.
Gracias a la prudencia, la persona que quiere ser justa, valiente o templada, elige y realiza la accion buena que en esta manera, la razon va plasmando su orden en la voluntad y los efectos, es decir, hace nacer en ellos las virtudes morales.
Sin la prudencia, el hombre no puede actuar moralmente bien, no puede tener virtudes morales.
Para evitar confusiones y ambiguedades respecto a las relaciones entre la conciencia y la virtud de la prudencia, es necesario distinguir entre el juicio de la conciena y el juicio de la prudencia.
La fe es una virtud sobrenatural por la que con inspiracion y ayuda de la gracia de Dios, creemos ser verdadero lo que por El ha sido revelado, por la autoridad del mismo Dios que revela.
Cuando Dios revel, el hombre tiene que prestarle la obediencia de la fe. Rom 1,5; Rom. 16, 26; 2 Co 10, 5-6.
En la fe, el objetivo es: el mensaje de Dios. La iglesia es la madre de todos los creyentes.
Nadie puede tener a Dios por Padre si no se tiene a la Iglesia por Madre. ( S. Cipriano de Cartago )
La virtud de la fe implica vivir de fe, de acuerdo con la fe.
El hombre que ha recibio el don gratuito e inestimable de la fe, debe ser consciente de que puede perderlo.
El hombre al creer debe responder voluntariamente a Dios.
Por la fe se conoce a Dios. Hb 11, 1
Por la fe se conoce al hombre, se descubre su vocacion.
Por la fe se conoce el sentido del mundo, de la creacion, de las realidades terrenas.
La fe es luz, ilumina el entendimiento para que perciba la realidad e intimidad de las cosas divinas, ilumina los ojos del corazon. Ef. 1, 18.
La fe es el principio de la autentica sabiduria.
La gracia de la fe abre los "ojos del corazon". Ef 1, 18.
La fe es principio, inicio, de una vida nueva, la vida sobrenatural, la vida de los hijos de Dios. Es una vida de amistad con las tres Personas divinas.
San Pablo habla de la obediencia de la fe como primera obligacion.
La Caridad es la forma de la fe, o sea, el principio vital, animador, vivificante.
La fe sin obras esta muerta. St 2, 26.
La confesion de la fe es el primer paso para que los cristianos y la Iglesia hagan presente a Cristo en el mundo.
La fe es perfeccionada por los dones intelectuales de entendimiento, ciencia y sabiduria.
La fe lo transfigura todo y nuestras acciones mas banales participan de la misma alteza divina.
Gracias al don de la ciencia, el cristiano contempla el mundo con una mirada nueva que sabe captar en cada criatura la omnipotencia, la belleza, la verdad y la bondad de Dios.
Gracias al don de sabiduria el cristiano ve todas las cosas con los ojos de Dios. Luz recibida de lo alto.
La prudencia, guia de todas las virtudes morales es guiada a su vez por la caridad.
El cristiano debe actuar de acuerdo con la renovacion de su juicio y de su capacidad para discernir la voluntad de Dios.
La prudencia guarda una especial relacion con el don de consejo: puede decirse que este don es su fuente, su fin y su perfeccion.
Las virtudes humanas intelectuales nacen y se desarrollan por el deseo natural de concocer la verdad.
soranamaria
 
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