PARA QUE EL BIEN SEA POSIBLE: FORTALEZA Y ESPERANZA

Autor: Tomás Trigo, profesor de Teología Moral de la Facultad de Teología Universidad de Navarra
Fechas: del 3 de octubre al 19 de diciembre 2011.

Se trata de un estudio amplio y documentado de las virtudes. Está orientado a quienes desean profundizar en la teoría de las virtudes a través del pensamiento clásico, sobre todo de Aristóteles y Santo Tomás, y de las aportaciones más importantes del pensamiento actual. Puede ser útil para los profesores de Ética y Teología Moral. Pero es accesible también para cualquier lector interesado en el conocimiento y la práctica de las virtudes en la vida moral

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PARA QUE EL BIEN SEA POSIBLE: FORTALEZA Y ESPERANZA

Notapor soranamaria » Vie Feb 10, 2012 12:45 am

El entendimiento busca el bien, que es la verdad y la afectividad sensible persigue los bienes conocidos por los sentidos, ya sean placenteros o dificiles.
La fortaleza, es superar los obstaculos que provienen de las pasiones del apetito irascible y, positivamente, ordenar dichas pasiones par que la voluntad siga los dictados de la recta razon.
La razon mas profunda de la necesidad de la fortaleza es la esencial bulnerabilidad del hombre.
Segun Santo Tomas, el acto mas propio de la fortaleza es resistir.
La fortaleza solo es virtud cuando se apoya en el conocimiento objetivo de las propias fuerzas y en consecuencia pide y confia en la fortaleza de los demas y en la ayuda de Dios.
Para que alguien este dispuesto a sufrir por y para alcanzar el bien, primero tiene que saber cual es el bien.
Virtudes relacionadas con la fortaleza, la constancia, la magnanimidad y la mansedumbre.
Paciencia es dominio de uno mismo. Por vuestra paciencia poseereis vuestras almas. Lc 21, 19.
Perseverancia es la virtud que permite persistir en la realizacion del bien hasta el final, soportando la duracion en todos los actos de virtu.
La magnanimidad o grandeza de animo es la virtud que inclina a lo grande, a lo que es verdaderamente digno de honor, en todo genero de obras buenas. Ejemplo: realizar las acciones virtuosas mas perfectas, pero tambien en adquirir ciencia y bienes exteriores, de los cuales el mas elevado es el honor.
Lo s objetivos mas altos que pueden solicitar el corazon del hombre son tres: el hombre, el bien de la comunidad y el honor de Dios. Asi tambien se dan tres grandes virtudes: la mananimidad, la justicia social, la religion.
La relacion entre la magnanimidad y la humilda se comprende si se tiene en cuenta que en el hombre existe, por una parte, algo grande, los dones recibidos de Dios, y por otra algo defectuoso, que se debe a la debilidad de su naturaleza.
Para que el hombre pueda desear para si mismo este bien que es solo propio de Dios, su voluntad tiene que ser elevada, hecha semejante a la divina, por la virtud sobrenatural de la esperanza.
La esperanza es aguardar confiadamente la bendicion divina y la bienaventuarada vision de Dios.
La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuetra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyandonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espiritu Santo. Continuaremos estudiando este tema en Moral Teologal.
Cristo, es nuestra esperanza, 1 Tim 1, 1 Cristo es el cumplimiento real de la esperanza.
La esperanza incluye: incertidumbre y temor. Las acciones del hombre son libres pueden llevarle a la salvacion o a la condenacion eterna.
La esperanza cristiana, es esperanza filial; filiacion divina. Es eclesial, pues la contemporaneidad de Cristo respecto al hombre de cada epoca se realiz en el cuerpo vivo de la Iglesia. El hombre descubre en la Iglesia el rostro de Cristo.
La fe es la fuente de la vida cristia, es la esperanza. gracias a ella el hombre es capaz de tender a su perfeccion moral sobrenatural para alcanzar su fin. La esperanza lo espera todo de Dios.
El cristiano, gracias a la fe y a la esperanza, contribuye con mas claridad y empuje a resolver los problemas que preocupan a todos los hombres, esperando de Dios los medios oportunos.
La fortales y las virtudes con ella relacionadas, al entrar en el organismo moral cristiano, cuya cabeza son las virtudes teologales, adquieren una nueva dimension.
Frente a la fortaleza griega, la caracteristica distintiva de la fortaleza cristiana es su caracter cristocentrico.
El modelo de fortaleza es Cristo. Se mantiene firme en el cumplimiento d ela voluntad del Oadre y se identifica con ella.
El cristiano debe reconocer que es debil y que no le es facil guardar el equilibrio moral.de ahi la responsabilidad de todos los fieles y especialmente de los que t ienen el oficio de dirigir, de servir, espiritualmente al Pueblo de Dios, de no cegar las fuentes de la gracia, de no avergonzarse d ela Cruz de Cristo.
El N. Testamente usa la palabra "martir" para designar al testigo de Cristo por excelencia, que es el apostol.
Es propio de la fortaleza mantener firme al hombre en el bien contra los peligros, sobre todo contra los peligros de la muerte.
La fortaleza en el martirio no consiste en el hecho de recibir la muerte, sino en recibirla por conservar o ganar un bien mas importante.
La Iglesia celebra el martirio de San Juan Bautista, que no sufrio la muerte por defender la fe, sino por haber reprendido el adulterio.
La paciencia cristiana no es resignacion ante los sufrimientos, sino aceptacion voluntaria de lo que el Señor quiere o permite.
La perseverancia es necesaria para salvarse. Mt 10, 22. La perseverancia en el camino de la santidad es imposible sin la gracia y la perseverancia hasta la muerte ( la perseverancia final ) requiere un auxilio especial de Dios enteramente gratuito, que nadie puede estrictamente merecer, y que debe pedirse confiadamente a Dios.
El don de la fortaleza es un impulso sobrenatural, que da vigor al alma no solo en momentos dramaticos como el martiriro, sino tambien las habituales condiciones de dificultad , en la lucha por ser coherentes en los principios, soportar ofensas y ataques injustos, en la perseverancia valiente, incomprensiones y hostilidades. Mt 26, 41; Mc- 14, 38.
La humildad es la virtud por la que el hombre se domina a si mismo par ano desear lo que es superior a el. Se opone a la soberbia que es el deseo desordenado de la propia excelencia. La humildad impulsa a la persona a ser coherente con ese conocimiento en la accion.
Cuando la persona humilde crece en union con Dios y en las virtudes, como es consciente de sus propias fuerzas y limitaciones, no atribuye a esta riqueza a merito propio, no se enorgullece sino lo atribuye a la ayuda de Dios y de los demas y la agradece.
soranamaria
 
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