Re: Sesión 10. Actividad virtual: Francia, Reino Unido e Irlanda
Publicado:
Mar Mar 06, 2012 7:01 pm
por J Julio Villarreal M
.“NUESTRA SEÑORA DE WALSINGHAM,” INGLATERRA.Nuestra Señora de Walsingham.Walsingham, en 1061 Lo que dio origen al título y a la veneración Nuestra Sra. De Walsingham fue una visión que tubo Lady Richeleds de Faverches.
La presencia de María en Inglaterra empezó con tres visiones recibidas por Lady Richeleds de Faverches, una viuda quien vivía en una mansión en Walsingham. En estas visiones, María le mostraba a Lady de Farverches la casa en Nazaret en donde el ángel Gabriel le dijo a María que ella iba a dar a luz al Hijo de lo Mas Grandioso. La Bendita Madre le solicito a Lady de Faverches que construyera una replica de su casa en Nazaret dedicada a la memoria de la Anunciación de María y la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo.
María prometió: “Deja que todos aquellos que estén afligidos o necesitados me busquen en esa pequeña casa que tu mantendrás para mí en Walsingham. Pues los que allí me busquen obtendrán socorro”.
En la edad media, Walsingham se convirtió en uno de las mas grandes sitios de peregrinaje en toda Europa. Una iglesia fue construida alrededor de la casa para protegerla de los elementos.
Muchos reyes ingleses hicieron peregrinajes a Walsingham. El último de estos fue Enrique VIII, quien hizo tres peregrinajes al lugar antes de romper con la Iglesia Católica en 1534 y formar la Iglesia de Inglaterra.
Enrique ordenó la destrucción de todos los oratorios y sitios de actividad Católica. La iglesia de Walsingham y la casa fueron destruidos en la ola de destrucción que hubo. La estatua de María que residía en la casa fue quemada algunos años después.
No fue sino hasta 1920 que la Casa Santa de Walsingham fue reconstruida bajo la dirección de Alfred patten, un predicador Anglicano.
Después de tres veces de la aparición Richeleds comenzó a cumplir el deseo de Nuestra Sra., estos acontecimientos sucedieron en el año 1061. El hijo de Richeleds antes de su peregrinación a tierra Santa, dejó como sustituto al Capellán Edvoy, dándole incumbencia para erigir un convento en sus tierras y confiar la “Santa Casa” a la protección de una Orden Religiosa. De 1146 a 1174 se encargaron del convento los canónigos Agustinianos, que continuaron siendo los guardianes de la “Santa Casa” hasta la destrucción del convento y la prohibición de las peregrinaciones en Inglaterra.
Dice la tradición que, cuando Richeleds trata de construir la construcción de la “Santa Casa”, vio dos pedazos planos del terreno que misteriosamente no habían sido alcanzados por el rocío y esos 2 trozos del terreno tenían dimensiones que se correspondían exactamente con los cimientos de la Casa de Nazaret, que correspondían exactamente con los cimientos singulares que retardaban los trabajos. Todo fallaba y ya nadie creía que la Capilla podría ser terminada algún día.
Richeleds se dirigió a la Madre de Dios, pidiéndole protección para su obra, así fue a la madrugada siguiente su pedido fue satisfecho. Ella encontró el santuario muy bien construido a 200 pies de distancia del lugar en que habían comenzado a construirlo.
A lo largo de los años, se le atribuyeron varios milagros a Nuestra Señora de Walsingham, incluido el que salvó al rey Edouard I de la caída de una pared. En el siglo XIV, la Casa milagrosa de Norfolk sin embargo fue suplantada por la santa Casa de Loreto, en Italia, cerca de Ancona, pero Walsingham sigue siendo uno de los lugares más importante de oración en Inglaterra, llamado: “Our Lady’s Dowry”, la herencia de Nuestra Señora.
LA IMAGEN
La estatua permanece totalmente dentro de la tradicion de las grandes imágenes teológicas de la madre de nuestro señor. Ella se encuentra entronada y coronada , dirijiendo nuestra atencion al Niño Santo sentado en sus rodillas. Su mano derecha sostiene un cetro de lirios, emblema de su pureza. El pie derecho descansa pero a la misma vez acaricia una rana.
El trono está adornado con dos pilares, cada uno con bandas, tres en un lado y cuatro en el otro, representando los siete sacramentos, y el espaldar es redondo como un arco iris. Su hijo divino, con una aureola cruciforme, tiene en su mano izquierda el libro de los evangelios, significando que la palabra fue encarnada y moraba entre nosotros. Su mano derecha se estira hacia fuera en forma de protección y bendición.
EL SANTUARIO
El santuario católico (hay otro anglicano) está 1.3 millas al sur de Walsingham, en un caserío llamado Houghton St. Giles. Walsingham está a 5 millas de Fakenham.
El santuario de Nuestra Señora de Walsingham fue fundado en 1061 y destruido durante la Reforma.
El santuario nacional de Nuestra Sra. es para los Ingleses el de Walsingham, punto central de veneración de María Santísima en la Isla. Su historia está íntimamente ligada a la de la Iglesia en Inglaterra.
La fama de Walsingham como lugar de gracias extraordinarias se extendió rápidamente y comenzaron a afluir peregrinos de todas partes. A lo largo de las rutas de la peregrinación se fueron construyendo capillas. Todavía existen 2 capillas, una queda en King´s Lynn que es denominada Capilla de Nuestra Sra. Colina Roja y la otra está indicada en Honghton in the Dale, está dedicada a Santa Catarina de Alejandría y es conocida como “Capilla de los Descalzos”, porque los peregrinos se sacaban sus calzados y continuaban descalzos.
A Walsingham vinieron los nobles y los mendigos, los santos y los pecadores. Casi todos los reyes de Inglaterra visitaron la capilla por lo menos una vez durante su reinado. ¡Tan famoso era Walsingham en épocas medievales que comunmente se afirmaba que la Via Láctea apuntaba hacia ella! Era el santuario mas frecuentado de toda Inglaterra, ni rivalizado incluso por el de Santo Tomás de Cantorbery, el cual atraia peregrinos de toda Europa.
Milagros y cuentos extraordinarios fueron asociados con Walsingham, lo que causó que el pueblo creyera que ese era un sitio escogido por la misma Virgen Maria como el lugar de Inglaterra donde ella deseaba que el misterio de la encarnación se honrara en forma especial.
Sin embargo, al comienzo de la década de los 1530, debido a la ascendencia de la Reforma en Inglaterra, el santuario fue suprimido. Enrique ordenó la destrucción de todos los oratorios y sitios de actividad Católica. En 1538 el santuario fue destruido por la “Reforma”. La estatua de la Virgen fue llevada a Londres con otras imágenes para ser quemada.
Por unos 300 años Walsingham fue una aldea tranquila; la gente no viajó más a la santa casa de oración. Junto con todas las otras fundaciones monásticas, había poca esperanza para el sitio que una vez había sido un lugar de rezos y de contemplación. A partir de la época del vandalismo perpetrado por el rey Henrique VIII hasta los principios del siglo XX, Walsingham permanecio simplemente un remanso encantador.
LA DEVOCIÓN RENACE
En el siglo XIX, la devoción a Nuestra Señora de Walsingham vuelve a renacer
En el siglo XIX una rica señora inglesa, Charlotte Boyd, comienza la restauración del santuario de la misma manera que antes, en el siglo XVI otra dama rica lo había hecho.
Para los peregrinos que viajan de Londres a Walsingham la última estación es una capilla situada aproximadamente a una milla y conocida como la Slipper Chapel (capilla de la pantufla) porque los peregrinos se quitaban los zapatos antes de caminar la última milla, y llegaban al santuario descalzos.
El pequeño edificio del siglo XIV servía de establo a los animales antes que Charlotte Boyd no hubiese tenido la idea de restaurarlo. Antes que su plan se concretizara, ella se convirtió al catolicismo y hacia 1890 compra la capilla y la regala a la Abadía de Downside.
La Cofradía Nuestra Señora de la Redención tomó a su cargo la restauración de una estatua esculpida de la Virgen con el Niño y fue colocada en su lugar de honor. Esta se encuentra hoy en King’s Lynn.
Hace más de un siglo (el 20 de agosto de 1897) una procesión de peregrinos, que va de King’s Lynn a la “capilla de la pantufla” marca el regreso de la devoción pública en Nuestra Señora de Walsingham.
Sin embargo, durante más de una generación la Iglesia católica muestra poco entusiasmo por el santuario. Se da como razón que durante el siglo XIX muchos católicos de Inglaterra y de Irlanda no apoyaban las tentativas del Cardenal Manning y de otros para promover las devociones públicas, procesiones, etc. Los fieles estaban acostumbrados a ser más reservados en la manifestación de la oración y consideraban tales prácticas como importaciones extranjeras.
El lugar quedó desolado hasta que en el 1934 se restauró una de las capillas en el camino de los peregrinos, la «Slipper Chapel» (siglo XIV), que había sido usada como establo. También en 1934, los obispos católicos ingleses declararon la capilla Santuario Nacional y se renovaron las peregrinaciones.
Fue así que en 1921 asignaron un nuevo sacerdote a la parroquia de Walsingham. Su nombre era el padre Alfred Hope Patten. Él comenzó a investigar la historia medieval de su parroquia. Con la ayuda de su pueblo, fijó sus esfuerzos en la restauración de la capilla. Mandó a tallar una estatua, replica de la que había sido quemada en tiempos de Henrique VIII. En 1922 ésta fue colocada en la iglesia de la parroquia, y la devoción a nuestra señora de Walsingham fue restaurada. En los primeros años muy poca gente vino a unirse con los aldeanos en sus rezos y alabanzas; ¡pero Walsingham parece tocar una nota emotiva en el sentido religioso del pueblo, y pronto ese arroyuelo se convirtió en un río y luego una inundación!
En los años 30 se erigieron edificios nuevos para el santuario, conteniendo dieciséis altares en varias capillas, al igual que una reproducción de la Casa Santa basada en los planes y las dimensiones de la construida por órdenes de Richeldis en 1061.
El 15 de agosto de 1954, el Delegado Papal, Arzobispo O’Hara coronó la nueva estatua de Nuestra Señora de Walsingham.
Una encuesta del año 2003 demostró que el santuario de Walsingham es el mas visitado de Inglaterra. Mucho solicitan el sacramento del perdón y de la unción de los enfermos.
La cofradía de Nuestra Señora de Ransom, celebrada el mismo día, esta asociada a este santuario.
UN SANTUARIO MARIANO CON VOCACIÓN ECUMÉNICA
La amplitud del proyecto anglicano suscita un despertar de los Católicos y estos multiplican sus esfuerzos para animar la devoción a Nuestra Señora. Actualmente el santuario católico se ha desarrollado mucho, sobre todo después de la construcción de la capilla de la Reconciliación.
Hoy los dos santuarios con sus hoteles respectivos son muy populares y muy frecuentados.
Antes, anglicanos y católicos no reconocían públicamente su existencia respectiva en Walsingham. Las señales de la vieja ciudad indicaban “Santuario de N.S. de Walsingham., en una dirección y “Santuario de la Redención”, en otra.
Después las cosas cambiaron y hace ya unos quince años, cuando el Papa Juan Pablo II visitó Inglaterra, celebró la misa en una iglesia de Wembley donde un cuadro de la Virgen Walsingham estaba sobre el altar.
El cuadro fue colocado conjuntamente por el director del santuario católico y la administración del santuario anglicano.
Después de eso, anglicanos y católicos se reconocieron recíprocamente en sus publicaciones y en sus actividades.
Las relaciones ecuménicas, debido un poco a motivos de celos, fueron algo tensos durante un momento , pero ahora se vive un periodo de calma. El actual administrador anglicano, Martin Warner, considera el estado de las cosas actuales como “raíces que se hunden durante el invierno”. Es optimista y cree que se dará un entendimiento cordial entre las iglesias católicas y protestantes.
Algunos católicos ingleses constatan una dificultad en lo que concierne a la doctrina y a la devoción marianas.
Hoy, la Iglesia católica tiene una generación de sacerdotes y de profesores que han recibido poca formación en mariología y practican sólo una devoción simbólica a Nuestra Señora, sin embargo, se espera que los profesores y sacerdotes yendo a Walsingham o a otros sitios marianos puedan hablar con fervor a los fieles cuyo corazón desborda de fe y de amor por la Madre de Dios.
Numerosas celebraciones han tenido lugar en el santuario de Walsingham. Un nuevo vitral sobre la Anunciación, realizado por Alfred Fisher, ha sigo agregado en la «Slipper Chapel» . Otro fue ofrecido por la Cofradía de Nuestra Señora de la Redención.
STELLA MARIS
Nuestra Señora de Walsingham es conocida bajo el nombre de “Virgen del Mar”. Una leyenda medieval cuenta que ella socorre a los marinos en peligro. La hostelería de los peregrinos anglicanos lleva el nombre de “Stella Maris”, Estrella del mar. Es una de las advocaciones más antiguas de la Virgen.
Walsingham que está a algunas millas de la costa de Norkfolk, es un lugar de oración y de sanaciones, representa la salvación ante las tempestades y naufragios, y ofrece las aguas calmas de un puerto tranquilo frente a todas las pruebas.
La Capilla de los Descalzos, así nombrada en honor de todos aquellos – que en la edad media – se quitaban los zapatos para caminar descalzos a la Casa Santa, una pequeña capilla Católica localizada cerca de la Casa Santa que se las arreglo para escapar de la destrucción de la Reforma.
Esta capilla se convirtió en el Lugar Santo Católico de Nuestra Señora en Inglaterra. Ambos lugares se han convertido en centros de peregrinación nuevamente desde entonces.
Fiesta: 24 de Septiembre.
J. J. V. M.
“Nuestra Señora de Walsingham, ayúdanos ante la tormenta que nos agobia“.
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Publicado:
Mar Mar 06, 2012 7:44 pm
por MERY9
María Madre de Misericordia, Pellevoisin, Francia.
En Febrero del 1876, Estelle Faguette, una joven de 32 años, sirvienta doméstica, estaba muy enferma en cama, en un pequeño pueblo de Francia llamado Pellevoisin (diócesis de Bourges). Cuando la enfermedad comenzó, Estelle le preguntó a Dios por que la había permitido ya que ella era el único sostén de sus padres y de una sobrina huérfana. Sin embargo, con el avance de la enfermedad, ella se entregó a la voluntad de Dios, ofreciéndolo todo en expiación por sus pecados.
Curación milagrosa
Estelle le escribió a la Virgen pidiéndole que obtenga de su Hijo su curación. La noche del 14 de Febrero de 1876, se le apareció un demonio al pie de la cama. Enseguida después Estelle vio a la Virgen María al otro lado de la cama. La Virgen expulsó al demonio. Nuestra Señora entonces miró a Estelle y le dijo: "No temas, tu sabes que eres mi hija". Estelle recordó que ella había sido consagrada como hija de María a los 14 años. La Virgen le dijo: "coraje y paciencia. Mi Hijo va a cuidarte especialmente. Vas a sufrir cinco días en honor a las cinco llagas de mi Hijo. Para el sábado vas a estar viva o muerta. Si mi hijo te permite vivir quiero que proclames mi gloria." Estelle le preguntó como lo haría pues ella no es nada especial.
La próxima noche, la Virgen se apareció a Estelle para informarle que iba a vivir. Pero Nuestra Señora amonestó a Estelle por sus pecados del pasado. Aunque Estelle no había vivido una vida mundana, ella se arrepintió profundamente de sus pecados. Las siguientes noches, la Virgen continuó aparenciéndose a Estelle junto a su cama. Le dijo: "Yo soy toda misericordiosa". Tras la quinta aparición, el 19 de febrero, Estelle quedó sanada. Le preguntó a la Virgen si debería cambiar su estado de vida. La Virgen respondió: Uno se puede salvar en todos los estados. Donde estás puedes hacer mucho bien y puedes propagar mi gloria.
Conversión de los pecadores
En julio a diciembre del mismo año, la Virgen visitó a Estelle diez veces mas (un total de 15 veces). María Inmaculada le dijo en julio: “Yo he venido especialmente para la conversión de los pecadores".
Escapulario del sagrado Corazón, Pellevoisin
Escapulario del Sagrado Corazón
El 9 de septiembre la Virgen hizo otra visita y le mostró un escapulario blanco del Sagrado Corazón que llevaba puesto y le dijo: "Yo amo esta devoción"
Una semana después, Nuestra Señora visitó a Estelle y le dijo: "Que oren y que tengan confianza en mi", y profetizó que "Francia sufrirá".
En noviembre, Nuestra Señora una vez mas vino a visitar a Estelle. La Virgen le dijo: "Yo escojo a los pequeños y débiles para mi gloria".
En la fiesta de la Inmaculada Concepción, 8 de diciembre de 1876, la Virgen hizo su décimo quinta visita y última visita visible a Estelle. La Virgen le dijo que vaya al obispo, le enseñe el escapulario del Sagrado Corazón y le pida que ayude a propagarlo. La Virgen añadió: "Mira las gracias que yo otorgo sobre aquellos que lo usan con confianza, y quienes ayudan a propagarlo" Mientras la Virgen hablaba, extendió sus manos y de ellas cayeron gotas de lluvia. En cada gota Estelle leyó los nombres de diferentes gracias, como "piedad", "salvación", "confianza", "conversión", "salud". La Virgen explicó: "estas gracias son de mi Hijo; yo las tomo de su corazón; El no me puede rehusar nada". Un poco mas tarde María se fue.
En 1877 el cuarto donde Estelle fue curada se convirtió en una capilla de peregrinación.
Estelle Faguette continuó su vida humilde en Pellevoisin hasta su muerte en 1929, a los 86 años de edad.
Otros mensajes
La Virgen le dijo: "Si quieres servirme, se sencilla, que tus palabras concuerden con tus actos" La Virgen le dijo que estaba muy preocupada porque la gente descuidaban a su Hijo en la oración y en el Santísimo Sacramento.
La Iglesia ante estas apariciones
El Papa León XIII, en mayo de 1894, aprobó la Archicofradía de María Madre de la Misericordia, dedicada a propagar el escapulario del Sagrado Corazón.
La Congregación de Ritos, en un decreto del 4 de abril del 1900, concedió aprobación al escapulario del Sagrado Corazón. No hizo mención de Pellevoisin en conexión con estas aprobaciones (si se mencionó a Santa Margarita María).
La curación de Estelle Faguette fue oficialmente declarada milagrosa en 1983 por el arzobispo de Bourges, Mgr Paul Vignancour.
Re: Sesión 10. Actividad virtual: Francia, Reino Unido e Irlanda
Publicado:
Mar Mar 06, 2012 8:06 pm
por J Julio Villarreal M
.VIRGEN MARÍA REINA DE LA PAZ, IRLANDA .21 DE ENERO
“Virgen María Reyna de la Paz”En enero de 1988, una serie de eventos extraordinarios alteraron totalmente la vida de la señora Christina Gallagher, una tímida ama de casa irlandesa. El jueves 21 de enero de 1988, mientras visitaba a un amigo en Dublín, la señora Gallagher experimentó l aparición de Nuestra Señora y pocas semanas después empezó a recibir mensajes de la "hermosa señora", quien se identificó como la Virgen María, Reina de la Paz. En las apariciones, Nuestra Señora transmitía un urgente y simple mensaje, en completa armonía con los evangelios.
El Condado Mayoestá en la hermosa y ventosa región campesina de la costa noroeste de Irlanda, conocida por las lluvias del Atlántico que azotan la isla Achill, donde las montañas Twelve Pins se precipitan hacia el mar. Es un lugar húmedo, pero en los días claros hay una vista encantadora de la cumbre de Croagh Patrick en el horizonte occidental, donde en el año 435, san Patricio ayunó, oró y suplicó al Cielo por cuarenta días para que transforme la fidelidad de la hermosa Erin en una "Isla de Santos". Allí vive la vidente Christina Gallagher. Como Christina misma explica:
“Lo que Nuestra Señora está solicitándonos es que regresemos a Dios mientras haya tiempo, arrepintiéndonos sinceramente de nuestros pecados y que vayamos a confesarnos; recemos constantemente y con el corazón, especialmente el Rosario; amar a Dios en la Misa y en la Eucaristía; unirnos y amarnos unos a otros y dejar de buscar faltas y defectos y peleas con otros. Jesús Nuestro Salvador, Segunda Persona de la Santísima Trinidad, murió en la Cruz por amor a todos nosotros, y nosotros no podemos seleccionar o elegir. Debemos amar a todos, aún cuando otros no puedan reconocer a Cristo en aquellos que son los más débiles de los suyos. Hasta que podamos reconocer a Jesús en cada uno de aquellos que nos encontremos”.
Y después es lanzada una nota de urgencia.
“Mis hijos, ustedes no tienen mucho tiempo hasta que la mano de mi hijo venga sobre la tierra en justicia. Conviértanse, se los pido, mientras ustedes tengan tiempo. Ustedes no saben que es lo que Dios va a enviar a la humanidad. Mis niños que hayan regresado a mí y a mi hijo no tienen nada que temer. Yo los bendigo, mis niños, en el Nombre del padre, Hijo y Espíritu Santo”.
LA PRIMERA VEZ QUE VIO A NUESTRA SEÑORA era transparente vista a distancia y conforme se acercaba su forma se rellenó completamente. La luz que parecía brillar brillantemente sobre su corazón era en realidad una Hostia Eucarística.
"No tengas miedo, soy la Virgen María, Reina de la Paz y vengo en paz". "Tu vida y la de los demás elegidos están consagradas a todos los siervos de la Santa Iglesia. Tú sufrirás por ellos, para reparar su falta de fe, a fin de que ganen la gracia para elevarse a sí mismos de nuevo, y obtengan frutos en sus apostolados. Si esto no es entendido por los siervos de la Santa Iglesia y los ministros de Dios, entonces nada podrá salvar al mundo".
Después de que la imagen de Nuestra Señora Reina de la Paz fue pintada como se aparece para Christina, Nuestra Santa Señora le confió que ella había guiado la mano del artista.De manera extraña, el mismo artista compartió su propia experiencia de la pintura diciendo que aunque, en el principio, la propuesta de la pintura parecía impresionante, cuando comenzó a trabajar encontró una facilidad de ejecución que nunca lo había acompañado en ningún otro retrato. Nuestra Santa Madre se apareció a Christina en ese día sosteniendo una copia de la pintura en su mano diciendo:
"Aquellos que me veneren por medio de esta imagen, intercederé por todas sus necesidades y gracias."
Mientras Nuestra Señora sostenía la pintura, furiosos demonios trataban en vano de quitársela. EL LLAMADO A LA ORACIÓN Nuestra Señora Reina de la Paz le haría muchas visitas a Christine Gallagher en Condado Mayo. Desde la primera aparición, el 21 de enero de 1988 en Dublin, nuestra Señora le pidió que hiciera el mayor esfuerzo para que su oración brotara de la profundidad de su alma.
"Yo quiero que ores tanto como puedas. Sé que tienes que ocuparte de tu familia, pero mi Hijo y yo te daremos las gracias que necesitas por medio de tus oraciones. Por eso te digo: Libérate del miedo. Sé que ahora no comprendes todo, pero lo comprenderás. Has aceptado en tu corazón cómo orar, pero debes saber que yo quiero que ores más y más. No pierdas el tiempo, hija mía, te amo".
Nuestra Señora no pidió simplemente que el Rosario fuera rezado. Ella le enseñó a Christina cómo "rezarlo desde el corazón" y le pidió que enseñara a otros a rezarlo en la Casa de Oración como Ella le había enseñado. Christina relata el impacto profundo que sintió cuando Nuestra Señora rezó el "Padre Nuestro" durante una aparición. Nunca oyó rezar al Padre Nuestro como lo hizo Nuestra Señora. Nuestra Madre Bendita estaba amando a Dios con Su ser entero a través de cada frase del "Padre Nuestro". Era una entrega total de amor. Conforme ella oraba, Christina pudo ver tomar forma un corazón, despacio, delante de ella, primero en contorno, después como a través de un velo, como una textura formándose y finalmente palpitando. Christina sabía que era el Corazón de Jesús vivo y suplicante ante el Padre. El 22 de mayo de 1988, tres meses después de la primera de sus apariciones, Nuestra Señora dijo a Christina: “Me gustaría que me rezaras el Rosario desde tu corazón. Ofrece cada Ave María como una bella rosa blanca o una joya preciosa, y la Oración al Señor como una muy fina rosa roja o como una joya especial, para vestirme con ella. Pero debes saber que no puedes tener joyas preciosas que no brillen, o rosas hermosas que están sólo para ser tiradas. Mi niña, si no rezas el Rosario desde tu corazón, con amor y alegría, las rosas o joyas que me ofreces para revestirme se perderán para siempre. Reza el Rosario con amor y alegría y durará para toda la eternidad.” Es cuando se reza desde el corazón que el Rosario vence el diablo. ¡Cómo debe odiarlo!. Nuestra Señora comentó a Christina, "Lo Puede derrotar cuando se reza con el corazón puesto." Nuestra Señora le dijo a Christina: “Mi niña, la calamidad ha empezado. La influencia del Príncipe de la Oscuridad está alrededor de ustedes. Ármense con mi Rosario. Mi Iglesia se agitará, incluso desde su fundación. Mis hijos que deseen salvarse, deben arrepentirse. Arrepiéntase, se los digo a todos mis hijos, ármense con Mi Rosario. Nunca permitan que salga de sus corazones. Mis hijos elegidos, ustedes son ahora como corderos entre lobos. Permanezcan firmes, no tenga miedo, ya que la Mano del Poderoso está con ustedes. . ." Nuestra Señora, en mensajes separados, le indicó a Christina muchas intenciones específicas para el rezo del Rosario, incluyendo el consuelo de Su propio Corazón:
“Lo quiero ofrecido por la paz y por la conversión de los pecadores. Deseo que recen más a menudo el Rosario. Los protegerá durante los tiempos de pruebas y sufrimiento. Yo les suplico, ármense con Mi Rosario. Recen el Rosario por algunas de mis almas perdidas. . . . . Recuerden que Yo estoy con ustedes. Hay algunos problemas delante de ustedes, pero sus cruces no se pondrán demasiado pesadas para ustedes. Podrán cargarlas. Oren, oren por la fuerza para superar la oscuridad. Recen a Mi Corazón. Consuelen Mis múltiples heridas. Están cerca de Mi Corazón Herido. Siempre quédense cerca de Mi Corazón y el Corazón de Mi Hijo Divino. No tenga miedo. . .".
Nuestra Señora recomienda rezar quince misterios diariamente. Nosotros equivocadamente relacionamos al Rosario solamente con Nuestra Señora, pero Ella misma nos invitó (en Su mensaje del 4 de febrero de 1988) a ofrecérselo al Espíritu Santo para que nos ilumine y al Corazón de Su Hijo. Jesús le pidió específicamente a Christina que le rezara el Rosario en un mensaje el 24 de septiembre de 1988: "Reza el Rosario a Mi Corazón por las almas que están en gran oscuridad. Ofrece todo tu dolor a Mi Corazón Misericordioso. Tú has experimentado el más grande dolor de la corona de espinas. No temas, que cuando sufres dolor, yo estoy cerca de tí. . .". De nuevo, durante la Cuaresma (marzo de 1988) Nuestra Señora dijo, "Cuando ustedes recen Mi Rosario, háganlo en este momento al Corazón de Mi Hijo..."
LA MEDALLA MATRIZ: En marzo de 1988, la Reina de la Paz pidió a Cristina que se acuñara una medalla para la conversión y la protección de las personas. Nuestra Señora dijo que la medalla debería llamarse la Medalla Matriz. En una cara, la medalla representa a la Cruz con nuestra Señora arrodillada al pie, con sus brazos y manos extendidas, suplicando por sus hijos. En la otra cara están los dos corazones sangrantes de Jesús y de María. Desde 1988, se han distribuido más de un millón de estas medallas por todo el mundo. Los pedidos son interminables y Dios se ha mantenido firme en sus promesas. Se ha recibido un número incontable de cartas atribuyéndole gracias especiales, bendiciones y sanaciones. Quienes usan la medalla escriben informando a Cristina sobre las gracias recibidas.
J. J. V. M.
“Virgen María Reyna de la Paz, conviértenos y protégenos a todos”.
Re: Sesión 10. Actividad virtual: Francia, Reino Unido e Irlanda
Publicado:
Mar Mar 06, 2012 10:32 pm
por Terymar
Nuestra Señora de Lourdes
La Historia - Lourdes, Francia
El 11 de febrero de 1858, Bernadette, una niña de catorce años, recogía leña en Massbielle, en las afueras de Lourdes, cuando acercándose a una gruta, una de viento la sorprendió y vio una nube dorada y a una Señora vestida de blanco, con sus pies descalzos cubiertos por dos rosas doradas, que parecían apoyarse sobre las ramas de un rosal, en su cintura tenia una ancha cinta azul, sus manos juntas estaban en posición de oración y llevaba un rosario.
Bernadette al principio se asusto, pero luego comenzó a rezar el rosario que siempre llevaba consigo, al mismo tiempo que la niña, la Señora pasaba las cuentas del suyo entre sus dedos, al finalizar, la Virgen María retrocedió hacia la Gruta y desapareció. Estas apariciones se repitieron 18 veces, hasta el día 16 de julio.
El 18 de febrero en la tercera aparición la Virgen le dijo a Bernadette: "Ven aquí durante quince días seguidos". La niña le prometió hacerlo y la Señora le expresó "Yo te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro".
La noticia de las apariciones se corrió por toda la comarca, y muchos acudían a la gruta creyendo en el suceso, otros se burlaban.
En la novena aparición, el 25 de febrero, la Señora mando a Santa Bernadette a beber y lavarse los pies en el agua de una fuente, señalándole el fondo de la gruta. La niña no la encontró, pero obedeció la solicitud de la Virgen, y escarbó en el suelo, produciéndose el primer brote del milagroso manantial de Lourdes.
En las apariciones, la Señora exhortó a la niña a rogar por los pecadores, manifestó el deseo de que en el lugar sea erigida una capilla y mando a Bernadette a besar la tierra, como acto de penitencia para ella y para otros, el pueblo presente en el lugar también la imito y hasta el día de hoy, esta práctica continúa.
El 25 de marzo, a pedido del párroco del lugar, la niña pregunta a la Señora ¿Quien eres?, y ella le responde: "Yo soy la Inmaculada Concepción".
Luego Bernadette fue a contarle al sacerdote, y él quedo asombrado, pues era casi imposible que una jovencita analfabeta pudiese saber sobre el dogma de la Inmaculada Concepción, declarado por el Papa Pío IX en 1854.
En la aparición del día 5 de abril, la niña permanece en éxtasis, sin quemarse por la vela que se consume entre sus manos.
El 16 de julio de 1858, la Virgen María aparece por última vez y se despide de Bernadette.
En el lugar se comenzó a construirse un Santuario, el Papa Pío IX le dio el titulo de Basílica en 1874. Las apariciones fueron declaradas auténticas el 18 de Enero 1862.
Lourdes es uno de los lugares de mayor peregrinaje en el mundo, millones de personas acuden cada año y muchísimos enfermos han sido sanados en sus aguas milagrosas. La fiesta de Nuestra Señora de Lourdes se celebra el día de su primera aparición, el 11 de febrero.
El mensaje de la Virgen
El Mensaje que la Santísima Virgen dio en Lourdes, Francia, en 1858, puede resumirse en los siguientes puntos:
1-Es un agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que se había declarado cuatro años antes (1854), al mismo tiempo que así se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo que está necesitado de esta virtud.
2-Es una exaltación a la virtudes de la pobreza y humildad aceptadas cristianamente, al escoger a Bernardita como instrumento de su mensaje.
3-Un mensaje importantísimo en Lourdes es el de la Cruz. La Santísima Virgen le repite que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la cruz.
4-Importancia de la oración, del rosario, de la penitencia y humildad (besando el suelo como señal de ello); también, un mensaje de misericordia infinita para los pecadores y del cuidado de los enfermos
Santa Bernardette
Santa Bernadette Soubirous: nació el 7 de enero, de 1844, en el pueblo de Lourdes, Francia. Su nombre era Marie Bernard, pero la llamaban Bernadette. Su salud era precaria, desde niña fue asmática, tiempo después de las apariciones, fue admitida en la Comunidad de Hijas de la Caridad de Nevers. En julio de 1866 comenzó su noviciado y el 22 de septiembre de 1878 pronunció sus votos, falleció unos meses después, el día 16 de Abril de 1879.
La vida de Bernadette, después de las apariciones estuvo llena de enfermedades y humillaciones, soporto muchos dolores, tenia tuberculosis, un tumor en la rodilla, problemas en los oídos.
En los primeros años con las monjas, la Santa jovencita sufrió mucho, no solo por su mala salud, sino también a causa que la Madre superiora del lugar que no creía en sus enfermedades, inclusive decía que cojeaba de su pierna para llamar la atención.
Como religiosa se dedicó a ser asistente de enfermería y más tarde cuando ya estuvo muy mal de salud, fue sacristán. Antes de morir dijo: "Ruega Señora por esta pobre pecadora".
30 años más tarde, su cadáver fue exhumado, y hallado en perfecto estado de conservación, unos años después, poco antes de su Beatificación, efectuada el 12 de Junio de 1925, se realizó un segundo reconocimiento del cuerpo, el cual seguía intacto.
Bernadette fue Canonizada el 8 de Diciembre de 1933. Su cuerpo incorrupto todavía puede verse en el Convento de Nevers, dentro de un féretro de cristal. La festividad de la Santa se celebra el 16 de Abril.
La Piedad de Bernardette vence las pruebas
Dos virtudes resaltaban en Bernardette: la piedad y la modestia. Para ser piadoso no es necesario ser sabio. Aún cuando se hizo religiosa, ella misma decía que no sabía como orar y sin embargo pasaba largas horas en oración. Y su oración no era mecánica, sino que le hablaba a Dios y a la Virgen como se habla con una persona cara a cara. Era pues una oración del corazón, intensa, honesta y eficaz.
Amaba la oración. Ella sabía muy bien como rezar el Santo Rosario el cual siempre llevaba en su bolsillo. Lo tenía en sus manos cuando se le apareció la Virgen. Su primer gesto en momentos de cualquier prueba o dificultad era siempre tomar su rosario y empezar a recitarlo.
La pequeña escogida por la Virgen tendría mucho que sufrir hasta el día de su muerte, tanto sufrimientos morales como físicos; pero nunca debemos olvidar que Dios guía a esta pequeña niña y que ella era responde con humildad, abandono, fe y coraje. Bernardette poseía además virtudes que serían criticadas durante toda su vida como "defectos". Por este error de la gente se puso en duda también la autenticidad de las apariciones.
Esta niña de solo 14 años (cumplidos en Enero 7 1858), tuvo que ser sabia, firme, extraordinariamente valiente y saber discernir, para poder enfrentarse con las personas que trataban de disuadirla, entre ellas sacerdotes, obispos, jefes de la policía, procuradores, etc.
Para tener una idea de la fortaleza interior y la capacidad de su juicio, podemos ver algunas de las frases que dijo durante los interrogatorios a los que tuvo que someterse. Después de que el Procurador Imperial, el señor Dutor, hizo quedarse de pie por mucho tiempo a Bernardette y a su mamá, al fin les dijo condescendientemente:
-"Ahí hay sillas. Pueden sentarse"
Bernardette respondió: "No. Pudiéramos ensuciárselas"
En otra ocasión, cuando le preguntaron sobre el idioma en que le habló la Virgen, Bernardette dijo:
-"Ella me habló en dialecto"
-"La Virgen María no pudo haber hablado en dialecto", le respondieron, "Dios y la Virgen no hablan dialecto".
A lo que ella respondió: "¿Cómo podemos saber nosotros dialecto si ellos no lo hablan?"
-"Oh, ¿por qué piensa que me habló en Francés? ¿puedo yo hablar en Francés?"
En la doceava aparición Bernardette le acercó un rosario a la Virgen. Un sacerdote le preguntó después de la aparición: ¿Así que ahora también bendices rosarios?
Bernardette se rió y dijo: "Yo no uso una estola, ¿o sí?."
Otro le preguntó: "Así que Bernardette, ahora que la Virgen te ha prometido que irás al cielo, no necesitas preocuparte del cuidado de tu alma".
Bernardette: "Pero Padre, yo solo iré al cielo si me porto correctamente"
Sus interrogatorios serían de largas horas, algunas veces días enteros; y sus interrogadores trataban de engañarla para que contradijera sus declaraciones. Pero ella se mantenía alerta, en guardia, sabiendo que ellos no querían la verdad, sino probar que lo había inventado todo.
Bernardette tuvo que enfrentarse frecuentemente con el párroco de Lourdes, Abbé Peyramale, quién tenía fama por su mal genio. Sin embargo todas las veces que nuestra santa fue a verlo, a pesar del temor que sentía, nunca se echó atrás, sino que siempre vencía su natural miedo. Su voluntad de cumplir con lo que la Virgen le había encargado podía mucho más que el mal genio del sacerdote.
Y así vemos como Bernardette cumple los deseos de la Virgen a pesar de grandes obstáculos y de sus propias flaquezas. Al final, en el último día de las apariciones, el 25 de marzo de 1858, la Virgen revela su identidad dándole a Bernardette la prueba que tanto pedía su párroco para creerle.
Las palabras de la Virgen, "Yo Soy la Inmaculada Concepción" , fueron las que derrumbaron de una vez por todas el muro de la incredulidad en el corazón de párroco, quién se convirtió desde ese momento en su más grande defensor y apoyo, usando su mismo temperamento contra los que atacaban a la niña.
A diferencia de otras apariciones, como La Salette, Pointman, Fátima, Knock, Beuraing, exceptuando la Medalla Milagrosa; Bernardette era la única vidente. No tenía otros que corroborasen el testimonio y le sirviesen de apoyo. Su única fuente de fortaleza era la misma Virgen Santísima. Pero esta era suficiente para ella.
Llegaría un tiempo donde sus cualidades, su fuerza interior, su rapidez al contestar, todas usadas para defender las Apariciones de la Virgen, se usarían en su contra. Aquellos que la apoyaban sabían entender sus grandes virtudes, pero para los que la criticaban eran sus grandes defectos. A su fortaleza interna le llamaban terquedad; a su rapidez en responder le llamaban insolencia. Una vez en el Convento de San Gildard, en Nevers, cuando fue acusada de tener amor propio, ella dibujó un círculo y puso la marca del dedo en el centro del mismo y dijo: "Que el que no tenga amor propio ponga su dedo aquí" (indicando la marca del centro).
Las apariciones fueron para Bernardette un regalo inmerecido, un regalo que que en si mismo no la hizo santa. Era un regalo para el mundo, pero que al mismo tiempo por su admirable correspondía a la gracia, la llevaría a la santidad.
Hemos de tener claro que Santa Bernardita no fue canonizada por haber visto a la Virgen Santísima, sino por haber subido por la escalera de la santidad a través de enormes pruebas y cruces. Para ser santo no es necesario haber tenido grandes experiencias místicas. Es suficiente tener estas dos cosas: humildad y amor. Es en la asidua oración y en la vida de virtud que el amor se expresa a sí mismo.
Después de las apariciones
La humilde jovencita escogida para tan gran misión, permaneció después de las apariciones como era antes, es decir la Virgen se encargo de conservarla sencilla, humilde y modesta. No le gustaban el bullicio ni la popularidad.
Pasaba como una mas, excepto por sus virtudes, por su inocencia, su candor y rectitud en su obrar. Hizo su primera comunión el mismo ano 1858, el 3 de junio, día de Corpus Christi. Nada espectacular sucedió excepto que ella había piadosamente recibido a Jesús.
Dios seguía visitándola, no con brillantes apariciones, sino por la prueba amarga de los sufrimientos: de la incomprensión, burla, casi siempre estaba enferma, soportaba dolores de toda clase, recogida y resignada con paciencia. Sufría de asma crónica, tuberculosis, vómitos de sangre, aneurisma, gastralgia, tumor de una rodilla, caries en los huesos, abscesos en los oídos que le ocasionaron sordera, que esta se le quito hasta un poco antes de su muerte.
La Virgen le dijo a Bernardette: "No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el próximo". Y estas palabras de la Virgen se cumplieron plenamente en nuestra santa. Mucho tuvo que sufrir durante su vida hasta su muerte a los 35 años. La salud de Bernardette era muy delicada, muchas veces tenía que estar en cama con fiebre; tenía días bien críticos con ataques de asma que muchas veces eran bien dolorosos.
Muchos encontraban cura en la fuente de Lourdes, pero no Bernardette. Un día le preguntaron: "¿No tomas del agua de la fuente?. Estas aguas han curado a otros, ¿por qué no a ti?. Esta pregunta insidiosa pudo haberse convertido en una tentación para Bernardette en no creer en la aparición, pero ella no se turbó. Le respondió:
"La Virgen Santísima quizás desea que yo sufra. Lo necesito"
¿Porqué tu más que otros?
-"El buen Dios solo lo sabe".
¿Regresas algunas veces a la gruta?
- "Cuando el Párroco me lo permite".
¿Porqué no te lo permite todo el tiempo?
-"Porque todos me seguirían".
Antes habías ido aún cuando se te había prohibido.
- "eso fue porque fui presionada."
La Virgen Santísima te dijo que serías feliz en el otro mundo, así que estas segura de ir al cielo.
- "Oh no, eso será solo si obro bien".
¿Y no te dijo Ella que hacer para ir al cielo?
-"Nosotros lo sabemos muy bien; no es necesario que yo lo diga".
Últimos años en Lourdes
Bernardette no podía recibir en su casa el cuidado que ella necesitaba para su frágil salud y el gran número de visitantes curiosos le causaban fatiga. Viendo esta necesidad, Abbé Peyramale pidió a la Superiora del Hospicio de Lourdes que acogiera a la niña. Le dijo:
"Es con ustedes que la niña debe estar. Ustedes pueden darle el cuidado que ella necesita en todos los aspectos".
En el año 1860, las Hermanas de la Caridad de Nevers, que servían el hospital y la escuela, le ofrecieron un asilo titular. Desde aquel día permaneció bajo su techo, con su salud delicada, pero con su consigna de siempre: no llamar la atención de nadie. Aún cuando sus padres ya se habían mudado de la cárcel y vivían en un molino, le dieron permiso sin dificultades de permanecer con las hermanas. Su madre lloró por su partida pero sabía que era por el bienestar de la niña.
En el hospicio Bernardette fue asignada bajo el cuidado de la Hermana Elizabeth, quien le debía enseñar a leer y escribir mejor. Bernardette tenía 16 años, era julio de 1860. La superiora le dijo a la Hna. Elizabeth: "se dice que ella no es muy inteligente, mira a ver si es posible hacer algo con ella".
La Hna. Elizabeth al entrar en contacto con Bernardette diría: "Encuentro en ella una inteligencia muy viva, un candor perfecto y un corazón exquisito". Ella diría a la madre superiora: "Mi querida Madre, la han engañado. Bernardette es muy inteligente y asimila muy bien la doctrina que se le da."
Sin ser brillante, Bernardette adquirió gran cantidad de conocimiento elemental. En su tiempo en el hospicio, permaneció siendo una niña de su edad. Era recta, sincera, piadosa pero traviesa, muy vivaz, a quien le encantaba reír, jugar y bromear. Muchas veces la ponían a cuidar niños más pequeños, como era la costumbre en las escuelas elementales y Bernardette se mostraba tan joven y juguetona como la más pequeña niña.
Uno de los niños diría mas tarde:
"Bernardette era tan simple. Cuando le pedían que nos cuidara, lo hacía de una manera tal, que parecía otra niña jugando con nosotros, que no nos hacía pensar tanto en su aventura milagrosa. Criados con este pensamiento de que nuestra compañera había visto a la Virgen, lo considerábamos tan natural como un niño de hoy día que ha visto al presidente de la república".
Bernardette era completamente natural en su comportamiento diario, sin embargo era muy seria tocante a su vida cristiana.
Al crecer, Bernardette tuvo como toda joven, sus momentos de vanidad, queriendo estar arreglada y lucir bien. Pero todas estas vanidades pasaron por ella rápidamente y sin dejar ningún rastro en su corazón.
Decía la Hna. Victorina: "La fiebre pasó rápidamente y no dañó su profunda piedad".
La comunidad contaba con las oraciones de Bernardette. Un día una religiosa, la Madre Alejandrina, sufrió una torcedura y el médico le mandó a tener reposo. Pero ella era muy activa y le pidió a Bernardette que le pidiera a la Virgen que la curara. Bernardette inmediatamente fue a rezar ante la estatua de la Virgen en la capilla. Oró con todo su corazón. ¿Qué pasó?... no sabemos nada más que al otro día el doctor encontró a la Madre Alejandrina ocupada en su trabajo, como si nada hubiese pasado.
La vocación religiosa
La Virgen Santísima le dio una gracia especial al llamarla a la vida religiosa. Parece que nunca Bernardette consideró en serio el matrimonio. A los 19 o 20 años, en 1863, la vocación de ser religiosa se le presentó claramente. Había considerado vagamente ser carmelita, pero no fue difícil hacerle comprender que su salud era muy delicada para enfrentar los rigores del Carmelo.
Fue el Obispo Forcade de Nevers, que tenía en su diócesis la Casa Madre de las Hermanas de la Caridad del hospicio y la escuela de Lourdes, quien contribuyó definitivamente en su orientación. El le preguntó cuáles eran sus intenciones para el futuro y ella le respondió: "Señor Obispo, todo lo que pido es quedarme en esta casa como una sierva"
Pero hija mía, ¿no has pensado en llegar a ser una religiosa como las hermanas a las que tan apegada estás?.
- "Oh, Señor Obispo, nunca he creído que esto pudiese ser para una ignorante y pobre niña como yo. Usted sabe bien que soy pobre y no tendría la dote necesaria".
No es la pobreza lo que debe detenerte. Se puede hacer una excepción a la regla y recibir a una joven sin dote, si ella tiene signos claros de vocación".
- "Señor Obispo, sus palabras me han tocado profundamente, le prometo que pensaré en ellas" .
Bernardette comprendía que una decisión como esta no se hace sin consideración y reflexión. El Obispo estaba muy complacido con su prudencia y le recomendó que se tomara su tiempo e hiciera su decisión con completa libertad y sin apresuramiento.
En Agosto de 1864, Bernardette dijo a la Madre Superiora del Hospicio:
"Madre mía, he orado mucho para saber si estoy llamada a la vida religiosa. Creo que la respuesta es "sí". Yo quisiera entrar en su congregación si soy aceptada. Permítame pedirle que le escriba al Obispo".
En respuesta la superiora abrazó a Bernardette y sus lágrimas de gozo fueron su afectuosa respuesta.
Habiendo hecho su elección, más ataques de enfermedad y la necesidad de tratar varios remedios retardaron la puesta en práctica de su promesa.
En 1866 escribió: "Estoy mas presionada que nunca a dejar el mundo. Ahora he decidido definitivamente y espero dejarlo pronto".
Por fin llegó el gran día a comienzos de Julio de 1866, tenía 22 años de edad. Por última vez fue a la amada gruta donde su despedida fue de todo corazón. "¿Ven la gruta?, era mi cielo en la tierra". Al día siguiente se despidió de su familia y en Julio 4 1866, Bernardette dejó su pueblo natal para nunca más volver.
Antes de partir improvisa una oración tomando como pauta el Magnificat: acción de gracias por la pobreza de su esclava. Se dirige directamente a María: "Si, Madre querida, tu te has abajado hasta la tierra para aparecerte a una débil niña..Tu, reina del cielo y la tierra, has querido servirte de lo que había de mas humilde según el mundo".
La religiosa, la Santa
Se va para comenzar su noviciado. Llegaron al convento de las Hermanas de la Caridad de Nevers, el 7 de julio de 1866 en la noche. El domingo Bernardette tuvo un ataque de nostalgia que le llevó a estar llorando todo el día. La animaban diciéndole que este era un buen signo ya que su vida religiosa debía empezar con sacrificio. En los anales de la Casa Madre se lee:
"Bernardette es en realidad todo lo que de ella hemos oído, humilde en su triunfo sobrenatural; simple y modesta a pesar de que todo se le ha unido para elevarla. Ella ríe y es dulcemente feliz aunque la enfermedad se la está comiendo. Este es el sello de la santidad, sufrimiento unido a gozo celestial."
Hermana María Bernarda
Ni la superiora, la hermana Josefina Imbert, ni la maestra de novicias Madre María Teresa Vausou, entendían el tesoro que se les había confiado. Sí, admitían que la Virgen se le apareció, pero la veían tan "ordinaria", que tenían dificultad en ver santidad en ella. Su idea de santidad aparentemente era diferente a la de la Iglesia.
En el proceso diocesano de Beatificación, el Reverendo P. Peach, profesor de teología dogmática en el seminario de Moulins, les dijo a sus estudiantes:
"El testimonio llegó a esto, que Bernardette era muy ordinaria. Pero cuando se les preguntó si ella era fiel a las reglas, si tenía que ser corregida por desobediencia o en referencia a la pobreza y castidad, todas se apresuraron a decir: "Oh no, nada de eso".
¿Por qué sus superioras la juzgaban tan mal?; solo se puede encontrar respuesta en que era parte de la Providencia Divina para la santificación de Bernardette. De manera particular la Maestra de Novicias, Madre María Teresa Vauzou, quién fue la causante de muchos sufrimientos espirituales de Bernardette durante los 13 años que vivió en el convento. La Madre María, quien era estimada por su ojo agudo y su penetración psicológica, nunca fue capaz de leer en esta alma límpida su íntima unión con Dios, ni tampoco su total abandono a los deseos de su divina voluntad, la cual formaba su vida interior.
Bernardette, sin haber estudiado sobre la formas de oración, pasaba horas en ella, recitando su rosario con gran fervor. Vivía en unión perpetua con la Virgen Santísima y a través de Ella con Jesucristo.
"Bernardette estaba totalmente perdida en Dios".
Al recibir el hábito de postulante, recibió su nombre de religiosa el cual sería su mismo nombre bautismal, Sor María Bernarda.
Profesión anticipada
Tres semanas después de haber recibido el hábito, Bernardette enfermó de gravedad con un nuevo ataque de tuberculosis y tuvo que ser puesta en la enfermería.
Esta crisis de sofocación asmática y de tos fue tan seria que el médico pensaba que su muerte era inminente.
La Madre Superiora llamó al Obispo y este le administró el Sacramento de Extrema Unción, pero ella no pudo recibir el Viático porque constantemente estaba vomitando sangre. Pensando que Bernardette estaba a punto de morir, la Madre Superiora quiso darle el consuelo de pronunciar sus votos. Habló con el Obispo, y la comunidad dio su aprobación unánime.
Sabiendo lo que iban a hacer, Bernardette respondió con una sonrisa de agradecimiento. Fue el Obispo Forcade quien presidió la ceremonia. Bernardette dio su consentimiento por medio de signos ya que no podía hablar. Entonces le fue dado el velo de profesa. Se pensaba que estaba a punto de morir, pero Bernardette siempre ponía su salud en las manos de la Virgen.
La nueva religiosa se durmió y se despertó a la mañana siguiente en un estado de felicidad que ella declaró a su Superiora:
"Mi Reverenda Madre, usted me hizo hacer la profesión religiosa porque pensaba que iba a morir. Bueno, mire no voy a morir" .
La Madre Superiora entonces le respondió: "Tonta, tú sabías que no ibas a morir y no nos lo dijiste. En este caso, si no has muerto para mañana en la mañana, te quitaré el velo".
Y la hermana María Bernarda, con admirable sumisión heroica, le respondió simplemente:
"Como usted desee, reverenda Madre".
Y a pesar del dolor que esto le causaba, supo aceptar este cáliz que el Señor le enviaba.
Su madre murió en Diciembre 8, 1866, tenía 45 años y esta fue una de las tristezas más grandes que experimentó. En medio de su dolor dijo al Señor:
"¡Mi Dios, tú lo has querido! Yo acepto el cáliz que me das. Que tu Nombre sea bendito".
Durante su noviciado, Bernardette fue tratada más severamente y quizás más cruelmente que las otras novicias. Sus compañeras decían: "No es bueno ser Bernardette". Pero ella lo aceptaba todo y veía en ello la mano de Dios.
Bernardette profesó el 30 de octubre de 1867 con el nombre de Sor María Bernarda. Tenía 23 años. Sin embargo, la felicidad de ese momento fue teñida por una ruda humillación.
Cuando llegó el momento de distribuir a las nuevas profesas los trabajos, la Madre Superiora respondió a la pregunta del Obispo: "¿Y la hermana Marie Bernard?, "Oh, Señor Obispo, no sabemos que hacer. Ella no es buena para nada". Y prosiguió: "Si desea, Señor Obispo, podemos tratar de usarla ayudando en la enfermería". A lo cual el Obispo consintió. La hermana Marie Bernard recibió el dolor de esta humillación en su corazón, pero no protestó, ni lloró, simplemente aceptó el cáliz.
Otro cáliz que pronto tomaría fue la muerte de su padre en 1871, 6 años después que su mamá. Supo de la muerte de su papá, a quien no había visto mas desde que dejó Lourdes, pero sabía que había muerto en la fe.
Una hermana la encontró llorando a los pies de la estatua de la Virgen y cuando la hermana la iba a consolar ella le dijo:
"Mi hermana, siempre ten una gran devoción a la agonía de nuestro Salvador. El sábado en la tarde le oré a Jesús en agonía por todos aquellos que morirían en ese momento, y fue precisamente en el mismo momento en que mi padre entró a la eternidad. Que consuelo para mí el quizás haberle ayudado".
Muchas tribulaciones tuvo que pasar; humillaciones, grandes y pequeñas se apilaban sobre ella y ella decía:
"Cuando la emoción es demasiado fuerte, recuerdo las palabras de nuestro Señor, "Soy Yo, no tengan miedo". El rechazo y humillaciones de mis Superioras y compañeras inmediatamente agradezco a nuestro Señor por esta gran gracia. Es el amor de este Buen Maestro el que hará desaparecer el árbol del orgullo en sus malas raíces. Mientras más pequeña me hago, más crezco en el Corazón de Jesús."
A Bernardette se le concedió un gran regalo al comienzo de 1874. Había sido asistente de enfermería, un trabajo que amaba mucho, pero sus fuerzas se diminuían.
Después de un ataque de bronquitis en el otoño de 1873, por el cual tuvo que ir al hospital, se determinó que estaba muy débil para seguir ayudando en la enfermería y se le dio el trabajo de menos esfuerzo físico en el Convento, el cual era al mismo tiempo el más importante, y el cual ella amó mucho más que el de ayudante de enfermería; la nombraron asistente de sacristán.
Su nueva posición le daba la oportunidad de pasar mucho tiempo en la capilla, cerca del Santísimo Sacramento. Estaba casi sin supervisión, lo que le permitía hablarle al Señor en el Tabernáculo, sin que nadie pensara que ella era extraña.
Manejaba todos los artículos sagrados con gran reverencia. El corporal, los purificadores y las albas los trataba consciente que Jesús Encarnado los había tocado durante el Sacrificio de la Eucaristía. Por eso no permitía que nadie le ayudase en este ministerio.
Pero este regalo no duró por mucho tiempo ya que su salud constantemente empeoraba. A partir de 1877 no es más que una inválida. Se le provee cuidado lo más posible y ella obedece todas las prescripciones.
Pronunció sus votos perpetuos el 22 de septiembre de 1878, en un tiempo en que se sentía mejor. Pero no duró mucho. Al siguiente 11 de diciembre, retornó a la enfermería, para nunca más salir. Sus últimos meses fueron muy difíciles, haciéndole pasar por la noche oscura del alma. Perdió confianza, la paz del corazón y la certeza del cielo. Fue tentada al desánimo y desesperación. Pensaba que era indigna de la salvación. Este fue su cáliz más amargo y su sufrimiento mayor.
También sufría mucho físicamente. La cama le causó tener la espalda repleta de llagas. Su pierna tuberculosa se le reventó. Desarrolló abscesos en los oídos, los que la hicieron prácticamente sorda por un tiempo. Si no hubieran sido tan evidentes sus síntomas, nadie se hubiese sospechado que estaba enferma. Su actitud tan serena y gozosa no manifestaba el profundo sufrimiento que padecía. No perdió su fortaleza y su aceptación.
A una hermana le dijo que iba a orar para que el Señor le mandara consolación, ella le respondió: "No, no, no consolación, solo fortaleza y paciencia" .
Bernardette padeció su pasión durante la Semana Santa de 1879. El día 16 de Abril de 1879 rogó a las religiosas que la asistían que rezaran el rosario, siguiéndolo ella con gran fervor. Al acabar un Ave María, sonrió como si se encontrara de nuevo con la Virgen de la Gruta y murió. Eran las 3:15 PM.
Sus últimas palabras fueron la conclusión del Ave María: "Santa María, Madre de Dios, ruega por mí pobre pecadora....pecadora...".
Su cuerpo fue puesto en la pequeña Capilla Gótica, situada en el centro del jardín del Convento y la que estaba dedicada a San José. Fue en esta Capilla en la que, después de 30 años, en Septiembre 22, 1909, reconocieron el cuerpo, en vista al proceso de Beatificación diocesano. El cuerpo fue hallado en perfecto estado de preservación. Su piel dura, pero intacta, mantuvo su color. Hubo un segundo reconocimiento en Abril 18, 1925, poco antes de su Beatificación el 12 de Junio de 1925.
Bernardette fue Canonizada el 8 de Diciembre de 1933. Y celebramos su fiesta el día en que partió a la casa del Padre, el 16 de abril.
Lourdes se ha convertido en el santuario Mariano mas visitado de Europa y el segundo en el mundo, después del Santuario de la Virgen de Guadalupe en México. Infinidad de enfermos han sido sanados en las aguas milagrosas de Lourdes, pero el mayor milagro siguen siendo las muchísimas conversiones del corazón.
Santa Bernardette todavía se puede observar incorrupta en su capilla en Nevers, dentro de un féretro de cristal donde parece estar dormida. Su dulzura y paz aun toca los corazones.
¡Santa Bernardette, ruega por nosotros!
Re: Sesión 10. Actividad virtual: Francia, Reino Unido e Irlanda
Publicado:
Mar Mar 06, 2012 10:45 pm
por lurig6r
VIRGEN DE LOURDES - FRANCIA
"La Virgen Santísima confirma el Dogma de la Inmaculada Concepción"
Entre los días más grandes que ha tenido nuestra Iglesia en su paso triunfar a través de los siglos, está escrito con letras de oro el día 8 de diciembre de 1854, en que S. S. el Papa Pío IX, declaró dogma de Fe la Inmaculada Concepción de la Virgen Santísima, es decir, que la Virgen María no había heredado de nuestros primeros padres la mancha del pecado original.
Y la alegría de la tierra llegó hasta los cielos y la Santísima Virgen quiso volver al mundo una vez más para ratificar, Ella misma, esta definición Papal y la Divinidad de la Santa Iglesia dándose a sí misma como nombre "La Inmaculada Concepción" y para dejar sobre la tierra un lugar en que, con mano pródiga, mostraría constantemente que Ella es verdadero "CONSUELO DE LOS AFLIGIDOS".
EI lugar escogido por la Santísima Virgen para su nueva visita a la tierra, fue Lourdes, una aldea de Francia perdida en la cordillera de los Pirineos que la limitan con España y que era en aquel entonces casi desconocida.
La aldea de Lourdes está situada a la entrada de varias gargantas de montañas; y a corta distancia de ella y al oeste, se levantan las rocas llamadas "Massabielle" que quiere decir "rocas viejas".
Casi al pie de este acantilado, corre el Río Gave que se forma con las aguas que descienden de las montañas y que lleva agua a un molino y a un aserradero.
La naturaleza ha ahuecado una gruta como de 3 metros y medio de ancha por 3 metros y medio de alto, en la muralla formada por las rocas Massabielle y la derecha, en un extremo de ella a la altura de 2 mts. y medio del suelo hay una excavación en forma de nicho que tiene 1.80 mts. de alto. Este es el lugar escogido por la Providencia Divina para que la Santísima Virgen diera, una vez más, pruebas de su bondad apareciéndose a Bernardita Souvirous.
Bernardita Souvirous
María Bernardita Souvirous vivía en Lourdes con sus padres y aquel año de 1958 tenía apenas 14 años de edad. Era pequeña, débil y enfermiza, de familia pobre, casi miserable, y había pasado gran parte de su vida cuidando un rebaño de ovejas.
Bernardita era como todos los niños de su edad y salvo la inocencia de su corazón, en nada se diferenciaba de ellos. Era dócil y piadosa en la oración y un día el Párroco de la Aldea, al verla tan inocente dijo. "Así deben ser los niños a los que se aparece la Virgen"; no sabía el buen Sacerdote que sus palabras eran una profecía y que la Virgen se le aparecería a la niña no una, sino 18 veces.
La primera aparición
La primera aparición tuvo lugar el día 11 de febrero de 1858. Bernardita había ido a acompañar a su hermana María y a una vecinita a recoger ramas secas a la orilla del Gave, al pie de las rocas Massabielle.
Alegremente se habían puesto en camino hacia las 11 de la mañana y cogiendo ramas muertas llegaron frente a la Gruta. Las compañeras de Bernardita se descalzaron y atravesaron el Gave. Ella dudaba mojarse los pies pues además del asma que padecía, estaba acatarrada. Por fin se resolvió y apoyada en una piedra se inclinó para descalzarse, cuando un ruido extraño, como de un fuerte viento, la hizo volver la cabeza; cosa rara, las copas de los árboles estaban quietas. Me habrá equivocado, pensó y volvió a inclinarse para quitarse las medias, pero aquel ruido extraño volvió a oírse, pareciendo concentrarse en la gruta.
Bernardita mira hacia ella y queda estupefacta; quiere gritar, pero la voz se le apaga en la garganta. En medio de una luz espléndida como la del sol, pero apacible y suave como venida del cielo, Bernardita ve a una Dama admirablemente hermosa, en todo el esplendor de la juventud. Su talla era ordinaria; vestía una túnica blanca toda resplandeciente que le llegaba hasta los pies, anudada a la cintura con un lazo flotante de color azul. Un largo velo blanco como la túnica cubría su cabeza y envolviendo su cuerpo caía hasta el suelo.
Sus pies desnudos, de una pureza virginal, estaban ornados con dos rosas de oro; sus manos unidas ante el pecho como en una fervorosa plegaria. Tenía un largo rosario de cuentas blancas como la nieve engarzadas en una cadena de oro y una cruz también de oro lo remataba.
La niña estaba estática de emoción, no podía dar crédito a lo que veía y la Dama le sonreía inclinándose corno para saludarla.
Instintivamente Bernardita busca la cruz de su rosario y quiere levantar su mano para hacer la señal de la cruz, pero su brazo no la obedece. La Dama toma entonces la cruz de su rosario y hace un gran signo de la cruz, sonríe a la niña como invitándola a hacer lo mismo, ella la imita y su mano obedece en seguida. La Dama va pasando las cuentas de su rosario y Bernardita hace lo mismo.
Terminado el rezo del Rosario, la Dama se inclina, sonríe dulcemente a la niña como diciéndole adios y desaparece. Bernardita ve la roca gris desnuda y oye a sus compañeras que juegan alegremente. La visión ha desaparecido...
Las demás apariciones de la Virgen
Lástima que por lo reducido del espacio de que disponemos, no podamos detenernos a detallar una por una las 18 apariciones de la Santísima, Virgen a Bernardita, y así únicamente nos concretamos a Llamar la atención sobra los puntos más salientes de ellas.
El día de la tercera aparición Bernardita, a instancias de sus compañeras, pide a la Señora que le escriba su nombre y lo que desea, a lo que Ella contestó: "Lo que tengo que decirte, no hay necesidad de escribirlo, hazme favor solamente, de venir aquí durante 15 días y yo en cambio te prometo hacerte feliz no en esta vida, sino en la otra". Bernardita prometió así y durante 15 días siguió yendo a la gruta.
En todos estos días, la Dama mandaba siempre a Bernardita que hiciera penitencia por los pecadores y que pidiera en su nombre a los Sacerdotes que edificaran un Santuario al que debía irse en procesión. Bernardita a su vez suplicaba siempre a la Señora que le dijera su nombre, sin tener respuesta a esta pregunta.
La fuente milagrosa
El jueves 25 de febrero, después de su coloquio con la niña, la Virgen le dijo: "Bebe del agua de la fuente y lávate con ella y come las hierbas que están aquí".
Bernardita fue hacia el Gave, pues nunca había habido en la gruta ninguna fuente, pero la Virgen le dijo: "No vayas allá; ven a la fuente que está aquí" y con el dedo señaló el lugar. Bernardita rascó el suelo haciendo un agujero en el lugar señalado y repentinamente la cavidad formada se humedeció y apareció el agua que pronto la llenó. El agua que brotaba de la fuente nueva comenzó a correr y ese día tan solo humedeció la arena. Bernardita, sin saberlo, había abierto la fuente maravillosa de las curaciones y los milagros.
En pocos días brotaba límpido y puro un chorro como del grueso del brazo de un niño y desde entonces se conserva constante, dando 85 litros por minuto, es decir, 122 metros cúbicos por día.
Las primeras curaciones milagrosas
Al día siguiente a la aparición de la fuente, se 'operó la primera curación milagrosa.
Había en Lourdes un obrero cantero llamado Louis Bourriete, cuyos ojos habían sido mutilados al explotar una mina, hacía 20 años. El sabía de las cosas maravillosas que pasaban en la gruta y sobre todo de la fuente milagrosa que había brotado, y así dijo a su hija: "Ve a traerme de esa agua, que si la Virgen quiere, bien puede curarme".
Con el agua aún rebotada, frotó sus ojos perdidos mientras oraba fervorosamente y pronto las tinieblas que hacía 20 años lo tenían ciego, se desvanecieron quedando una bruma que se fue disipando a medida que Bourriete se lavaba los ojos hasta que pudo distinguir perfectamente los objetos.
¡Estoy curado! decía al día siguiente al doctor Dozores que lo atendía. El doctor, dudando, saca su agenda escribe algo que da a leer a Bourriete y éste lee. "Bourriete tiene una amaurosa incurable de la que no sanará".
-No puedo negarlo- dice el doctor estupefacto;- es un milagro, un verdadero milagro-
Desde entonces el nombre de la Virgen está en todos los labios, pues nadie dudaba que Ella fuera la que obrara tales maravillas.
El último de los 15 días que Bernardita prometió a la Virgen ir a la gruta se obró otro gran milagro.
Un pequeño niño, llamado Justino, se moría paralítico en una pobre casa de Lourdes. Había entrado ya en agonía y una vecina piadosa preparaba el sudario.
-Ya murió- dijo el padre; pero la madre no lloraba; pues tenía esperanza sobre toda esperanza que había nacido en su pecho. Tomó en sus brazos el cuerpo rígido de su hijo y corrió a la gruta. Eran cerca de las 5 de la tarde y todavía había frente a la gruta cerca de 600 personas.
La madre cayó de rodillas y con su niño moribundo en los brazos oró con fervor. De rodillas fue hasta la fuente y sumergió en las aguas el cuerpo de su hijo. Hacía mucho frío y el agua estaba helada; algunos de los presentes trataron de impedir lo que la madre hacia, pues pensaban que estaba loca y que mataría a su hijo, pero ella defendio con ahínco y los espectadores creyendo que el niño estaba muerto la dejaron hacer.
Cerca de un cuarto de hora tuvo el cuerpo del niño dentro del agua helada; luego lo sacó y envolviéndolo en su delantal lo llevó a su casa, llena de esperanza. Ahí lo acostó en su cuna arropándolo con cuidado. Poco tiempo después notó que el niño respiraba. ¡El milagro estaba hecho! Toda la noche continuó la respiración fuerte y regular y dos días después, al regresar la madre a casa donde había dejado a su hijo dormido vió con sorpresa que el niño paralítico antes, corría alegremente de un lado para otro. Este milagro fue constatado por 3 médicos.
Así quiso cerrar la Santísima Virgen su quincena. En adelante se sucederían constantemente las Peregrinaciones y la fuente de las gracias, salida del corazón de María, correría fecunda y consoladora para nunca agotarse.
LUPE RIVERA GONZALES - PERU
La Santissima Virgen de Lourdes Ses. 10. Curso Santuarios M
Publicado:
Mié Mar 07, 2012 6:03 am
por Francisco-Javier
Se ha cumplido el 150º aniversario de la supuesta aparición de la Virgen... En Lourdes, un pueblecito de los Pirineos donde, según la Iglesia, la Virgen se apareció 18 veces a una chica analfabeta de 14 años, partió en 1858 la respuesta católica a la ola anticlerical republicana. Fue providencial: cuatro años antes Pío IX había proclamado el dogma de la Inmaculada.
A los cuatro años la Santa Sede dio el aval de autenticidad a los relatos de Bernardette Soubirous. Fue la primera santa en ser fotografiada en vida, un revulsivo moderno para la fe en época de zozobra, mientras la Iglesia perdía el poder terreno y se enfrentaba al progreso, uno de sus momentos de mayor desfase con los tiempos.
En el año 1858, la localidad de Lourdes era una muy pequeña aldea con casas muy humildes, como así también sus habitantes que en un ochenta por ciento eran analfabetos.
Esta comarca, que era apenas conocida en Francia, se encuentra establecida en el inicio del sistema montañoso de los Pirineos y tiene hacia el oeste un promontorio rocoso conocido con el nombre de Massabielle (Rocas Viejas). Al pie de éste corre el Río Gave que se forma con las aguas que descienden de las montañas. A un lado de los muros de rocas seminegruzcas la naturaleza abrió una pronunciada gruta de 3 m y medio de ancha por 3 m y medio de alto y en medio del suelo hay una excavación que tiene 1,8 m. Esta gruta era un lugar solitario con un suelo árido y seco en el cual crecían rosales silvestres, que eran las flores de la zona.
Hoy junto a esa Gruta de las Revelaciones de María se alza un santuario y un lugar de peregrinación. La Gruta y la Basílica de la Inmaculada Concepción (construida por Monseñor Laurence, obispo que acogió las Revelaciones a Santa Bernadette Soubirous), constituyen el santuario original. Posteriormente, todo el conjunto de templos y edificios que tienen como centro la Gruta mencionada recibieron el nombre de Santuario de Nuestra Señora de Lourdes.
En el año 1858, la localidad de Lourdes era una muy pequeña aldea con casas humildes, como así también sus habitantes, que en un ochenta por ciento eran analfabetos.
Esta comarca, apenas conocida en Francia en ese momento, se encuentra en el inicio del sistema montañoso de los Pirineos y tiene hacia el oeste un promontorio rocoso conocido con el nombre de Massabielle (Rocas Viejas). Al pie de éste corre el río Gave que se forma con las aguas que descienden de las montañas. A un lado de los muros de rocas seminegruzcas la naturaleza abrió una pronunciada gruta de 3 metros y medio de ancha por 3 metro y medio de alta.
Esta gruta era un lugar solitario con un suelo árido y seco en el cual crecían rosales silvestres, que eran las flores de la zona. Aquí fue donde, según el testimonio de Bernadette Soubirous, se produjo una de las apariciones marianas más conocidas de la Historia, en el año 1858. Hoy junto a esa Gruta de las Revelaciones se alza un santuario y un lugar de peregrinación. La Gruta y la Basílica de la Inmaculada Concepción (construida por Monseñor Laurence, obispo que acogió las revelaciones privadas a santa Bernadette Soubirous), constituyen el santuario original. Posteriormente, todo el conjunto de templos y edificios que tienen como centro la Gruta mencionada recibieron el nombre de Santuario de Nuestra Señora de Lourdes.
El santuario de Lourdes junto con los santuarios de Torreciudad, Montserrat y El Pilar conforman la Ruta mariana [1](itinerario guiado por la espiritualidad y devoción mariana, poseedor de una gran riqueza turística, patrimonial, rural, gastronómica y natural.
El área que la compone tiene 52 hectáreas con 22 lugares de culto, la visitan 6 millones de personas al año, aproximadamente. El responsable hoy es el obispo de Tarbes-Lourdes, que nombra como representante permanente a un rector. El rector se hace cargo de aproximadamente siete mil personas de la Hospitalidad Nuestra Señora de Lourdes y más de 100.000 de las hospitalidades de las distintas peregrinaciones y regiones del mundo. También transitan 30 sacerdotes para recibir y acompañar a peregrinos y celebrar y administrar los sacramentos. Pertenecen a cuatro congregaciones religiosas y diferentes diócesis. Además, existen cinco comunidades femeninas que están también al servicio del santuario. Posee 297 empleados fijos y 95 temporales para el mes de febrero (cuando se celebra la fiesta de la Virgen de Lourdes) y más 63 de servicios varios.
La advocación católica de Nuestra Señora de Lourdes hace referencia a las 18 apariciones de la Virgen María que, de acuerdo al testimonio de santa Bernadette Soubirous (1844-1879), sucedieron en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave, en las afueras de la población de Lourdes, Francia, en las estribaciones de los Pirineos.
Ya en vida de Bernadette, multitud de católicos creyeron en las apariciones de la Virgen María como vehículo de la gracia de Dios, y el papa Pío IX autorizó al obispo local para que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1862, unos diecisiete años antes de la muerte de Bernadette.
Bernadette Soubirous fue declarada santa por Pío XI el 8 de diciembre de 1933. Desde entonces, la advocación de la Virgen María como Nuestra Señora de Lourdes ha sido motivo de gran veneración, y su santuario es uno de los más visitados del mundo.
La Iglesia Católica invoca a Nuestra Señora de Lourdes como patrona de los enfermos
Bernadette Soubirous, una pobre y analfabeta adolescente de catorce años, aseguró haber visto en 18 ocasiones a la Virgen María en una gruta del paraje de Massabielle, al occidente de Lourdes entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858.
En la tercera aparición, la niña habló con la Señora en gascón, dialecto occitano que se usa en la zona, la cual se dirigió a ella usando el "usted" (voi) de cortesía y pidiéndole: "¿Me haría usted el favor de venir aquí durante quince días?" (Boulet aoue era gracia de bié aci penden quinze dias?). Bernadette le prometió que lo haría. A su vez, la Señora le anunció que no le prometía hacerla feliz en este mundo, sino en el otro.
En sucesivas apariciones, el mensaje fue tomando cuerpo:
Invitación a la Penitencia y a la oración por los pecadores (21 de febrero).
Invitación a vivir una pobreza más evangélica.
Solicitud de que se hicieran procesiones a la gruta y le fuera erigida allí una capilla (2 de marzo).
El 25 de febrero, según testificó Bernadette, la Virgen le dijo que fuera a tomar agua de la fuente y que comiera de las plantas que crecían libremente allí. Ella interpretó que debía ir a tomar agua del cercano río Gave y hacia allá se dirigió. Pero la Señora le enseñó con el dedo que escarbara en el suelo. Al excavar en el fango e intentar beber, Bernadette ensució su rostro, y sus gestos y apariencia fueron motivo de escepticismo por parte de muchas de las de las 350 personas presentes, ya que el manantial no se manifestó de inmediato. Sin embargo, poco después surgió una fuente de agua que, hasta el día de hoy, es meta de peregrinaciones por parte de muchos católicos y que ha sido testigo de numerosos milagros. El manantial que brotó aquel 25 de febrero de 1858 produce cien mil litros de agua por día, de forma continua desde aquella fecha hasta nuestros días.
Ante la reiterada petición de Bernardette de que revelara su nombre, el 25 de marzo de 1858 (en su decimosexta aparición) la Señora le dijo : "Que soy era Immaculada Councepciou" ("Yo soy la Inmaculada Concepción"). El dogma católico de la Inmaculada Concepción de la Virgen María había sido solemnemente proclamado el 8 de diciembre de 1854, tres años antes. La expresión resultaba ajena al vocabulario de Bernadette y, en principio, fue motivo de desconcierto, tanto en el propio Padre Peyramale -párroco de Lourdes- como en otras autoridades eclesiásticas y civiles. Sin embargo, Bernadette Soubirous mantuvo una consistente actitud de calma durante todos los incisivos interrogatorios que se le hicieron, sin cambiar su historia ni su actitud, ni pretender tener un conocimiento más allá de lo dicho respecto de las visiones descritas.
Aprobación eclesiástica
Por otra parte, las autoridades de la Iglesia Católica han expresado explícitamente su devoción a Nuestra Señora de Lourdes de distintas formas. El 25 de marzo de 1958, centenario de aquella aparición en la que la "Señora" se presentó con las palabras "Yo soy la Inmaculada Concepción", el cardenal Angelo G. Roncalli, luego papa y beato Juan XXIII, consagró la gran Basílica subterránea de San Pío X. En la clausura del centenario de las apariciones de Lourdes, lo expresó así: "La Iglesia, por la voz de sus papas, no cesa de recomendar a los católicos que presten atención al mensaje de Lourdes".
El calendario litúrgico católico celebra la "Festividad de Nuestra Señora de Lourdes" el día de la primera aparición, es decir, el 11 de febrero. En 1992, el papa Juan Pablo II instituyó la celebración de la "Jornada Mundial del Enfermo" a realizarse el 11 de febrero de cada año, en memoria litúrgica de Nuestra Señora de Lourdes.
En 1983 y 2004, Juan Pablo II en persona visitó Lourdes, al igual que lo haría su sucesor Benedicto XVI el 15 de septiembre de 2008, en conmemoración del 150 aniversario de las apariciones de 1858.[4]
Hoy, el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes es uno de los sitios principales de peregrinaje católico en el mundo. Con una población de aproximadamente 15.000 habitantes, Lourdes recibe actualmente la visita de unos 6.000.000 de peregrinos por año.
Re: Sesión 10. Actividad virtual: Francia, Reino Unido e Irlanda
Publicado:
Mié Mar 07, 2012 1:43 pm
por MERY9
Apariciones de "Nuestra Señora de la Oración"
(Sainte Marie, Notre-Dame de la Prière)
8-14 de diciembre de 1947, L'Ile-Bouchard, Francia
Primera aparición, 8 diciembre,1947
Jacqueline Aubry, de doce años, su hermana Jeanette, de 7 años y su prima Nicole Robin de 10, iban de regreso a la escuela después de almorzar. Jacqueline les invitó a pasar por la iglesia a rezar. Allí reciben la primera aparición, aproximadamente a la 1PM, en la Fiesta de la Inmaculada Concepción.
Fueron al altar de la Virgen y comenzaron a rezar una década del rosario; pero no estaban aun por la mitad cuando Jacqueline, de repente, vio a una bella señora frente a ella. Estaba vestida de blanco, con las manos juntas en oración y un rosario sobre su mano derecha. A la izquierda, un ángel la contemplaba mientras le presentaba un lirio. Nicole y Jeanette también vieron la aparición.
La Señora les sonrió y Jacqueline pensó que deberían informar a alguien de lo ocurrido. Corrieron y se encontraron con Laura Croizon, de 8 años y su hermana Sergine, de 13 años. Las cinco niñas fueron al altar. Todas veían la aparición, excepto Sergine. Las otras tenían que describirle lo que veían. A la izquierda del altar de la Virgen hay un vitral de la Virgen de Lourdes, mientras que arriba había una estatua de Nuestra Señora de las Victorias (Todo está aun en la iglesia>>). La aparición estaba varios pies sobre la tierra, entre el altar y la ventana.
Las niñas describieron a una hermosa Señora, rodeada de una luz dorada. Llevaba un vestido blanco brillante con bordes dorados, una faja azul, y tenía consigo un rosario blanco. Su velo era blanco de un matiz diferente y le llegaba casi hasta los pies, aunque las niñas podían ver sus llamativos y largos cabellos rubios que le sobresalían frontalmente, en dos partes, y le llegaban hasta las rodillas. Su sonrisa era maravillosa, y ellas pensaban que su edad era aproximadamente 16 o 17 años.
El ángel, rodeado de una intensa luz blanca, se encontraba inclinado sobre su rodilla derecha en profunda contemplación, y llevaba una túnica blanca-rosada, también con bordes dorados. Al igual que la Señora, el ángel tenía ojos azules y cabellos rubios. En la mano derecha sostenía el tallo de un lirio, mientras tenía la mano izquierda colocada sobre su corazón. El ángel tenía alas blancas, también con ribetes dorados, cuyas plumas brillaban y se movían ligeramente con una "brisa" que las niñas no podían percibir. Las dos figuras se encontraban en una gruta rocosa.
La Señora se encontraba de pie sobre un bloque rectangular de piedra, decorado con una guirnalda que tenía cinco rosas de color rosado, y debajo de dicha guirnalda se encontraban las siguientes palabras inscriptas en letras doradas, de aproximadamente tres pulgadas de alto: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Esta es la invocación famosa de la Medalla Milagrosa en la aparición de Rue du Bac.
Una vez que las niñas hubieran explicado todo esto a Sergine, la Señora desapareció, y todos salieron de la iglesia. Jacqueline y Jeanette fueron apresuradamente a su casa a contarle a su madre lo que había pasado, pero ella no les creyó. Al volver al colegio, la noticia se difundió rápidamente, ya que Jacqueline volvió a relatar con entusiasmo a una de las hermanas, la Hna. Marie del Niño Jesús, que ella había visto a una bella Señora en la Iglesia, pero se preguntaba quién podría ser - ¿sería la Santísima Virgen? La Hermana creyó instantáneamente, pero temió una reacción general negativa.
El cura párroco, Fray Clovis Ségelle, y la directora, la Hna. Saint-Léon de la Cruz, acudieron al patio del colegio en ese momento, y no se sorprendieron con estos informes. Fray Ségelle manifestó que Jacqueline debió haber visto doble a través de los gruesos cristales de sus anteojos. Debido a su escasa visión y a una conjuntivitis crónica, Jacqueline tenía que usar anteojos y secarse continuamente los ojos.
Jacqueline manifestó que las otras niñas también habían visto a la Señora, y por lo tanto Fray Ségelle y la Hna. Saint-Léon decidieron cuestionarlas por separado. Cada una expuso el mismo relato, y de regreso al colegio, Jacqueline habló una vez más con la directora, quien la despidió bruscamente, y al mismo tiempo le insinuó que ella hubiera permanecido en la iglesia si la Señora era realmente tan bella como decía. Jacqueline no perdió tiempo en buscar a las otras niñas y conducirlas de vuelta al altar de la Virgen, donde fueron gratamente sorprendidas al ser recibidas por la sonriente Señora.
No obstante, cuando se arrodillaron ante ella, su expresión se volvió extremadamente triste cuando pronunció lentamente sus primeras palabras "Digan a los niños pequeños que recen por Francia, ya que su necesidad es grande." Jacqueline, aún sin estar segura de quien era la Señora, susurró a Jeanette y a Laura pidiéndoles que preguntaran a la Señora si ella era su "Maman du Ciel", (Madre del Cielo). Así lo hicieron, y la respuesta fue "¡Pero por supuesto yo soy vuestra Madre del Cielo!" Jacqueline preguntó luego acerca del ángel. La Señora lo miró, y el ángel se volvió a las niñas y les dijo: "Yo soy el ángel Gabriel."
Santuario
L'Ile Bouchard (isla Bouchard) no es una isla sino un pequeño pueblo junto al río Vienne, poco mas de 20 millas al sur de Tour, Francia. En su hermosa iglesia parroquial, dedicada a St. Gilles, del 8 al 14th de diciempbre 1947, se apareció la Virgen María.
En nuestra visita pudimos descubrir un lugar ungido de oración y gracia.
Desde 1947 numerosos católicos vienen en peregrinación a la iglesia parroquial de San Gilles, at L'Ile-Bouchard, para venerar a la Virgen María. Estas peregrinaciones han dado numerosos frutos de gracia. Sin jamás caer en el sensacionalismo, desarrollan un espíritu de oración y fortalecen la fe de los peregrinos.
Después de haber cuidadosamente estudiado los eventos, y tomado consejo con personas competentes1, autorizo estos peregrinajes y el culto público celebrado en la Iglesia de St. Gilles of I'Ile-Bouchard, para invocar a Nuestra Señora de la Oración, bajo la responsabilidad pastoral del sacerdote legítimo de esa parroquia.
Nra. Sra. de la Victoria
Junto a esta estatua, en la Iglesia,
apareció la Virgen