por semijuandedios » Mié Feb 15, 2012 7:14 pm
En el catolicismo, las apariciones marianas son las presuntas manifestaciones de la Virgen María - también llamadas mariofanías - ante una o más personas, en un lugar y tiempo histórico determinado. Algunas han sido reconocidas por la Iglesia.
Algunas de estas apariciones han dado origen incluso a lugares de culto o peregrinación conocidos como Santuarios, algunos de ellos muy famosos. Otras han inspirado la creación de órdenes religiosas (Orden de los Carmelitas, Orden de los Mercedoarios, Orden Dominicana, entre otras), pero la mayoría no han tenido un fin institucional, sino de renovación espiritual, y sirven también en los casos más conocidos como destino de peregrinación.
Las llamadas "apariciones" o manifestaciones de la Virgen María son fenómenos que aparentemente suceden a lo largo de la historia de la Iglesia, sobre todo durante el siglo XX. La Iglesia Católica ha reconocido muy pocas, y aún éstas son consideradas "revelaciones privadas", dejando a los fieles en libertad de creer en ellas o no.
La primera es la de la Virgen del Pilar al Apóstol Santiago en Zaragoza, en torno al año 40 d. C. Luego aparece la Virgen del Carmen a través de San Simón Stock. En la Edad Media aparece en Puy. Aproximadamente en 1392 se aparece bajo la advocación de Virgen de la Candelaria a dos pastores guanches en Canarias, España. En el siglo XVI la aparición a San Juan Diego en México bajo el nombre de Guadalupe. La llamada Virgen del Huerto se le apareció al joven Sebastian descalzo (en la mitad del siglo del 1700). En el siglo XIX aparece en La Salette a los pastores Melanie Calvat y Maximin Giraud (1846); en Lourdes (1858) a Santa Bernadette Soubirous y en Fátima (1917) a los pastorcitos Lucía dos Santos y Francisco y Jacinta Marto; también el 13 de julio de 1945 se le aparece a Pierina Gilli en Montichiari y Fontanelle, Italia, llamándose María Rosa Mística.
Otro ejemplo lo encontramos con las apariciones en la región de la ex-Yugoslavia, en el pueblo de Medjugorje en Bosnia y Herzegovina, donde 6 niños, desde el día 24 de junio de 1981, aseguran que se les aparece la virgen (o como ellos le llaman en su lengua "gospa") de manera frecuente y donde actualmente los videntes - hoy ya adultos - dicen que continuan teniendo las visitas. A pesar de ser la aparición moderna más famosa no tiene aprobación eclesiástica.
Prácticamente cada santuario mariano tiene como origen una revelación o un fenómeno extraordinario vinculado a la Virgen María. La actitud de la Iglesia Católica ante estos fenómenos ha oscilado entre la aceptación, luego de un proceso de investigación y análisis intenso del caso, o de rechazo. Muchas apariciones, especialmente sucedidas en el siglo XX, no cuentan aún con este veredicto formal. Benedicto XV fijó las normas a seguir para estudiar estos casos, en los que participa también la ciencia.
La era de la aceptación fácil de las mariofanías en la Iglesia finalizó aproximadamente con la era de las grandes madres espirituales, como Santa Gertrudis y Santa Matilde. A partir del siglo XIV, la teología se hace mucho más racionalista y se construye, sobre todo desde la obra de Jean de Gerson (s. XIV), la opinión dominante muy restrictiva en la práctica eclesiástica, cuyo máximo ejemplo negativo será la condena a Juana de Arco.
La praxis de los favorecidos con las mariofanías, incluidos fundadores de órdenes religiosas, ha sido el secretismo de las supuestas comunicaciones de María, por temor al malentendido y el miedo a que la obra de fundación se viera perjudicada.
Los contrarios a las mariofanías las asocian a movimientos marginales en la Iglesia, a expresiones excesivas de la piedad popular o incluso a alucinaciones colectivas, y desde fuera de la Iglesia se las atribuye a veces a manipulaciones de la ignorancia popular por los eclesiásticos o por los mismos Gobiernos.
La tradición religiosa católica recoge como primera aparición mariana a la llamada "Virgen del Pilar". Documentos del siglo XIII hacen mención a la antigua historia de la aparición de la Virgen María, estando ella viva en Jerusalém, al apóstol Santiago "el Mayor" cuando éste predicaba en tierras españolas, concretamente en Zaragoza, junto al río Ebro.
En la edad media los relatos de apariciones se hacen sumamente populares. En la literatura de ésta época, textos como Los milagros de Nuestra Señora, del español Gonzalo de Berceo (siglo XI) o las Cántigas de Alfonso X el Sabio reflejan la praxis celestial de María, para salvar de peligros, para consolar a sus devotos, para implantar un espíritu de misericordia, para renovar la fe, y reconquistar regiones enteras para la fe católica. Mujeres como Santa Gertrudis, Santa Brígida, Santa Catalina y Santa Juana de Arco (+1431) son una muestra de esta situación que, sin ser mensajes exclusivamente de la Virgen, son aceptados por las autoridades de la Iglesia.
Hasta el siglo XIII las apariciones tuvieron una fácil aceptación por la Iglesia. A partir de esa época, el clima dejará de ser tan favorable, especialmente por la difusión de las tesis de Jean de Gerson, que marcarán un pensamiento en extremo restrictivo, que plantearán la exigencia de "pruebas" mediante un método de criterios de verificación, que dejaba fuera el utilizado hasta entonces el "inspiracional" o revelación interna de los jueces, y que supondrán la entrada del racionalismo espiritualista. Este se escorará inevitablemente hacia un juicio negativo, como mero velo justificativo, ante la percepción de amenaza para el poder eclesial, que brotaba de cualquier movimiento espontáneo no organizado; el método tenía sus ventajas, al condenar ya fuera el fenómeno aparicionista cierto o no, se impedía un desarrollo del que nunca era previsible la evolución. Esto explicará porqué los primeros opositores a las videncias infantiles sean los mismos padres, sabedores del rigor inquisitorial y de los problemas ante el estamento eclesiástico y político, del hecho aparicionista.
En ese clima de semiclandestinidad, paradójico en un tiempo aún de dominio social y cultural del catolicismo, las apariciones serán de manera recurrente apreciadas por los creyentes del pueblo natural.
La reforma protestante, con su invocación exclusivista de Cristo, será prácticamente sin exclusión contraria a las apariciones o mariofanías. Ello ha sido así antes, durante y después de la Reforma: antes, por ejemplo en el movimiento de los hermanos de la fe común, dentro del clima de la mística renana y de los países bajos), serían devastados los santuarios marianos, originados en su mayor parte en mariofanías, porque, amén de fines de apropiación material, las iglesias reformadas no dan otro papel a María que el biológico o de simple honra humana; y ya en los tiempos modernos, los movimientos generados tras el orden conciliar, no plantean ningún valor epifánico a la figura de María, insistiendo en un orden "común" del que quedaría excluida la manifestación que no fuera de orden interno, por completo subjetiva.
Frente a estas tesis, la teología mariofánica de la pléyade de fundadores de órdenes religiosas es muy explícita a este respecto (Juan Eudes, Padre Colin, Juan Bosco, Guillermo José Chaminade y naturalmente el fundador redentorista Alfonso de Ligorio, siendo uno de los mariófilos más grandes Santo Domingo de Guzmán fundador de la Orden de Predicadores) expondrá sin ambages la condición de vanguardia de María no sólo dogmática o devocional, sino de acción. Y esta acción incluye de manera genuina, y por decirlo así "natural", la manifestación mariana y su conducción necesaria de la Iglesia en todos los órdenes, si bien estrictamente no es necesario el reconocimiento explícito oficializado, e incluso evita potenciales manipulaciones.
LISTA DE APARICIONES MARÍANAS
Principales apariciones de la Bienaventurada Virgen María:
•Nuestra Señora de Guadalupe
•Nuestra Señora de La Salette
•Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.
•Nuestra Señora de Lourdes
•Nuestra Señora de Pontmain
•Nuestra Señora de Fátima
•Nuestra Señora de Beauraing
•Nuestra Señora de Banneaux
•Nuestra Señora de Garabandal (no reconocida por la Santa Sede)
•Nuestra Señora de Akita
•Maria Reconciliadora de los Pueblos (Betania, Venezuela)
•Nuestra Señora de Medjugorje (caso en estudio por la Santa Sede)
Otras apariciones famosas:
•Nuestra Señora de Coromoto
•Nuestra Señora del Pilar
•Virgen del Rosario de San Nicolás
•María Rosa Mística (Montichiari-Fontanelle, Italia)
•Ntra. Sra. de la Virgen de la Cabeza
OTRAS APARICIONES
•Nestra Señora de todas las Naciones (Amsterdan, Holanda)
•La Llama de Amor del Inmaculado Corazón de María (Hungria)
•La Medianera de todas las Gracias (Marienfried, Alemania)
•Nuestra Señora de la Revelación (Tre Fontane, Roma)
•Nuestra Señora Reina de Turzovka (Turzovka, Eslovaquia)
•Nuestra Señora de la Inmaculada Pureza (Litmanová, Eslovaquia)
•Nuestra Señora de la Eucaristia (Manduria, Italia)
2. Características de las Apariciones auténticas:
Sencillez de los videntes:
El vidente (o los videntes) juega un papel, hasta cierto punto, importante en el discernimiento de la autenticidad de las apariciones. Pueden ser un obstáculo si llegan a negar las experiencias que han tenido, ya sea por miedo o por otra razón (esto ocurrió en la aparición de La Salette). Pueden los videntes llegar a proporcionar criterio necesario para demostrar su falta de autenticidad (si manifiestan, por ejemplo, problemas mentales o emocionales.)
Los videntes auténticos:
- Evitan enfocar la atención hacia ellos;
- Usualmente son jóvenes, sin formación académica notoria;
- No resaltarían ante el mundo por razones naturales.
- En algunas ocasiones no eran particularmente santos o espirituales antes de la aparición;
- Nunca esperaban, ni buscaban tener visiones; estas fueron de total sorpresa para ellos;
-Muchas veces son avisados por la Virgen que tendrán que sufrir mucho a consecuencia de su elección. La aparición conlleva pruebas y grandes dificultades para sus vidas.
La virtud por excelencia que deben tener los videntes es la humildad. "La humildad es el sello más seguro, la piedra de toque por excelencia, para discernir todas las operaciones divinas" (ejemplo: Santa Bernardita; Beatos Francisco y Jacinta: ellos huían de la atención).
Hay una serie de preguntas que se pueden hacer en referencia a los videntes:
- ¿Es capaz de obedecer el vidente las autoridades de la Iglesia cuando se les pide que guarde silencio?
- ¿Que frutos de conversión manifiesta?
- ¿El vidente ha aceptado favores personales o dinero a cambio de las apariciones o revelaciones proféticas?
- ¿Acepta el vidente la posibilidad de que las visiones pueden ser ilusorias o demanda que todos le crean?
- ¿Puede el vidente continuar, en lo posible, en una vida normal cristiana, o existe en él la necesidad de tener siempre algún hecho sobrenatural?
El lugar de las apariciones:
- Tienden a ocurrir en lugares aislados y de silencio. Suelen ser lugares que invitan a la oración.
- Usualmente en áreas o regiones donde las creencias religiosas están bajo ataque o se han olvidado;
-Los lugares de aparición muchas veces se convierten en santuarios de peregrinación donde la presencia de la Virgen se hace sentir y ella nos lleva a Jesús.
La Transmisión de un mensaje a los fieles:
-Los videntes dan cuenta detallada y consistentemente del contenido de sus visiones. Y aunque hayan pasado muchos años después de las apariciones, aún no se contradicen con lo dicho anteriormente.
-El mensaje generalmente exhorta a vivir el Evangelio, recordando algo que se está olvidando. Llama al arrepentimiento, a volver a Dios.
-Pide el aumento de la fe, los sacramentos, la oración y de las obras de piedad y de misericordia. (No siempre hay mensaje. Ej: Knock, Irlanda)
Son acompañadas por algún signo milagroso que ayuda a confirmar la autenticidad.
-Ocurren eventos milagrosos totalmente inexplicables a nivel humano.
-Curaciones físicas de enfermedades mortales ya declarados así por los médicos;
-Conversiones de personas ateas e incluso rebeldes contra Dios (el ejemplo de Ratisbone, el judío que se convirtió por la Medalla Milagrosa)
-Eventos sobrenaturales visibles (por ejemplo el milagro del sol en Fátima).
Las apariciones que no muestran las características de arriba son más difíciles de analizar por las autoridades religiosas y científicas.
Las apariciones se deben juzgar sin mezclarlas con otros eventos
Una gran dificultad en el discernimiento de las apariciones son las situaciones que no son propiamente de la aparición pero que se mezclan con ella.
-A veces, apariciones auténticas son seguidas de un gran incremento de actividad sobrenatural. Alguna de esta actividad puede ser del enemigo, para desacreditar la aparición. (Ejemplo: Se dice que en los 5 años después de Lourdes se reportaron unas 150 apariciones en Europa pero ninguna de esas fue aprobada).
-No se debe juzgar la aparición por lo que puedan hacer algunos de sus pretendidos devotos.
3. categorías
En general, las apariciones pueden caer bajo las siguientes categorías:
Dudosas.......... Todas las apariciones empiezan en esta categoría por cuanto que no se puede asumir que esté ocurriendo algo sobrenatural de parte de Dios hasta que no se efectúe una evaluación completa.
Falsas.......... Después de las evaluaciones, muchas de las apariciones dudosas son determinadas como falsas de acuerdo con los criterios de discernimiento de la Iglesia (los veremos más adelante). No todas las apariciones falsas son fraude. Puede ser que la persona vidente era sincera pero errada por razones de engaño satánico, problemas mentales u otra razón.
Falsas y Fraudulentas....... Desafortunadamente, algunas de las supuestas apariciones han sido fingidas. Esto puede ocurrir por muchas razones: busca de atención, fama, dinero, etc... En algunos casos se trata de intervención diabólica. Pueden entonces darse fenómenos extraordinarios, imitaciones de milagros que son en realidad obra del demonio. Recordemos que el demonio es capaz de rezar el rosario y decir cosas bonitas si eso engaña a la gente para después que se entusiasmen y pierdan el cuidado poder atraparlas.
Aprobadas por la Iglesia......... (por el obispo o por el Papa). Son una pequeña minoría de las apariciones reportadas. Solo la Iglesia tiene la autoridad para declarar el estatus de una aparición. La Iglesia actúa con mucha prudencia, después de mucho tiempo de discernimiento.
Muchas apariciones auténticas no llegan a ser aprobadas. No cada vez que la Virgen visita es con la misma trascendencia de mensaje. La Virgen es madre de todos y puede aparecerse o comunicarse de manera extraordinaria con sus hijos a nivel personal, sin un mensaje público. En otros casos la aparición puede ser solo para un grupo o una zona, o un mensaje para una ocasión de particular peligro pero sin la intención de que se establezca allí una particular devoción nueva.
No es necesario si quiera buscar la aprobación de la Iglesia a no ser que la Virgen imparta un mensaje público o comiencen a asistir muchas personas.
4. EL PROCESO DE APROBACIÓN
Las apariciones pueden tener varios grados de aprobación.
1- Declaración favorable del obispo. Si la aparición atrae a muchas personas, el obispo establece una comisión para una evaluación exhaustiva. La comisión hace su recomendación al obispo y este puede que se declare en apoyo de la aparición, diciendo que "no contiene nada contrario a la fe o la moral", que "parecen ser inspiradas sobrenaturalmente" y "son dignas de devoción por parte de los fieles".
2- Permiso para celebración de la liturgia. Se permite celebrar la Santa Misa en el lugar de las apariciones. En este tiempo se observan los frutos. La mayoría de las apariciones se quedan en este grado de aprobación oficial y no es necesario mas. El hecho que no venga una aprobación de la Santa Sede no indica rechazo.
3–Reconocimiento papal. Si una aparición tiene una gran difusión internacional, puede darse una declaración de la Santa Sede. El Papa declara públicamente que el mismo tiene una disposición favorable con relación a los eventos y al contenido de la aparición. Esto puede darse de diferentes maneras: Una mención favorable del Papa, una visita al santuario, etc.
4– Reconocimiento litúrgico. Es el mas alto grado de aprobación, con la inserción oficial de la aparición en el calendario litúrgico.
Entre las apariciones del siglo XIX, solo las de La Salette, Rue de Vac y Lourdes alcanzaron el máximo grado de aprobación. Entre las del siglo XX, solo Fátima, Beauraing y Bélgica.
Nunca en la historia de la Iglesia han habido tantas apariciones aprobadas y tantos reportes de apariciones como en las últimas décadas. Aproximadamente 500 reportes de apariciones desde 1980. Podemos deducir que estamos en tiempos extraordinarios en que Dios nos exhorta con urgencia e insistencia a través de su madre. Es por lo tanto sumamente importante que escuchemos y respondamos antes que sea demasiado tarde.
"La caridad no entra al cielo, hasta que la humildad le abra las puertas"
AFECTISIMO EN CRISTO Y MARIA
Sem Juan de Dios Castillo Encinas