Tercera pregunta sorpresa!

Con este curso, se pretende realizar un viaje virtual por los santuarios marianos más importantes del catolicismo en base a un itinerario espiritual caracterizado por la devoción a María, así como conocer los diversos aspectos culturales, tradicionales y religiosos de la devoción a la Virgen.

Fecha de inicio del curso: 2 de enero de 2012

Fecha de finalización del curso: 2 de abril de 2012

Periodicidad de envió de las lecciones: semanal

Moderadores: Catholic.net, Gustavo d Apice, Ignacio S, hini, Moderadores Animadores

Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor J Julio Villarreal M » Sab Feb 11, 2012 9:35 am

La representación de la Virgen María en las diferentes etapas de la Historia del Arte;
En el arte mariano en Occidente se desarrolló primero en el Medio Oriente, cuna del cristianismo, y luego en el resto del Oriente. El Occidente le sigue un poco más tarde, pero a diferencia del Oriente, donde el arte sagrado permaneció bajo el signo de los iconos, el de Occidente se diversificó constantemente, gracias a influencias culturales diversas y al desarrollo del pensamiento.
Las primeras huellas del arte cristiano occidental se encuentran en las catacumbas romanas cavadas por los cristianos que huían de las persecuciones imperiales y quienes decoraban sus paredes subterráneas con frescos de escenas bíblicas. Por otra parte, diversos objetos del arte cristiano oriental fueron transferidos en Occidente por los viajeros que entraban de Tierra Santa: traían sus frascos decorados, llenos de agua de Jerusalén o de otros lugares santos y plaquetas de marfil labradas que servían para la decoración. En cuanto a los primeros íconos, propiamente dicho, estos llegaron a Italia del Sur hacia el siglo XIII.
En el año mil, un nuevo impulso en el occidente del arte romano cristiano toma forma en la arquitectura con la construcción de los monasterios y las iglesias con sus estampas, bajo relieves y esculturas con referencias a María. Las catedrales de Vezelay y Marmoutier en Francia o San Ambrosio en Milano serías algunas de esas joyas.
En esa época el estatuario mariano se desarrolla (cf La Virgen de Rocamadour o de Puy en Velay); las Vírgenes Negras (cuyo origen sigue siendo aun desconocido) comienzan a multiplicarse.
Desde el siglo XII el arte mariano gótico aparece en el estatuario, por ejemplo, la Virgen con el Niño de Nuestra Señora de París y se desarrolla sobre todo en Alemania con las “hermosas Madonas”.
El gótico, al inicio sobrio, se complica a partir de los siglos XIII y XIV y se convierte en flamboyante; es también el momento en que se desarrolla el arte de los vitrales.
RENACIMIENTO:
En el siglo XV, a principios del Renacimiento y del humanismo primero en Italia y luego en toda Europa, la imagen de la Virgen se humaniza y acoge la belleza profana: un Fray Angélico pinta Vírgenes de mucho recogimiento, pero un Philippo Lippi se dedica más bien a la belleza exterior, así la Virgen parece una princesa del Renacimiento.
Después del “Quatrocento a la italiana”, se dibuja una tendencia a la reacción contra los excesos del humanismo; es la época de la “Contra-Reforma” (a mediados del siglo XVI) y del arte barroco: la Virgen es vista ante todo como la Reina del Cielo, una Mujer imponente, entre el Cielo y la Tierra, puesta sobre un pedestal o sobre una colmumna, como en Munich.
El siglo XIX en el arte se dará con abundancia de estilos diferentes al de las Vírgenes de Ingres, por ejemplo, (donde la perfección de la línea crea una cierta distancia abstracta) o a las de estilo sulpiciano (devocional) que se populariza.
Con la llegada del expresionismo (y luego del impresionismo), el arte del siglo XX se vuelve más subjetivo. El artista se proyecta en sus obras, la inspiración es menos religiosa. A pesar de todo, muchos artistas pintan y esculpen a la Virgen y la presentan en vitrales, cada uno según su propio estilo. De Picasso a Maurice Denis, de Rouant a Chagall, y muchos otros.

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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor isadelscj » Sab Feb 11, 2012 10:50 am

Ambicioso tema nos planteas Hini. Menudo tratado nos va a salir si todos los participantes aportan un punto de estudio. Para que todos puedan participar he elegido un tema particular "La representación de la Virgen en la escultura exenta en el Arte Románico en España", de esta forma dejo que otros compañeros estudien la escultura románica de la Virgen en otros campos como los capiteles o los tímpanos de las Iglesias por ejemplo y así de paso doy ideas. ;) ;) ;)

La representación de la Virgen en la escultura exenta en el Arte Románico en España

La ruta de peregrinación hacia la Catedral de Santiago de Compostela fomentó la producción de escultura al levantarse numerosas iglesias a lo largo del camino, bajo la organización de la orden de Cluny. Estos templos fueron construidos en lugares de paso para una acogida espiritual de peregrinos.

La Virgen no suele representarse sola sino junto a Jesús Niño , como Madre de Dios (Theotokos). Las primeras manifestaciones de "Vírgenes románicas" son las del tipo Sedes Sapientiae o Trono de la Sabiduría, de tradición bizantina.

María aparece sentada con el Niño Dios sentado en el centro de su regazo. Sus brazos se colocan en ángulo recto paralelos al cuerpo del Niño, simulando los reposabrazos de un trono. Sedente y majestuosa, toda ella es trono para el Niño Dios. Nada hace suponer una relación materno-filial entre ambos.

En cuanto a sus características hay que señalar en primer término el hieratismo propio del románico que se expresa con toda su fuerza. De otro lado, cabe resaltar la frontalidad de ambas figuras. Ambas figuras son muy planas y aparecen dispuestas simétricas y muy rígidas. El rostro de la Virgen es alargado y solemne.

Jesús es representado frontalmente, y con frecuencia aparece bendiciendo con su mano derecha y a veces en la izquierda portando los Evangelios.

En estas imágenes abundan las llamadas imágenes-relicario por lo que en la espalda de la Virgen, a la altura del pecho tenían una cavidad con portezuela para albergar reliquias.

Respecto de los materiales dichas tallas se realizaban con maderas del lugar fundamentalmente pino y roble empleándose dos bloques de madera: uno para la Virgen y el otro para el Niño. La superficie frontal esculpida se cubría con una tela y una capa de estuco para dejar una superficie lisa sobre la que policromar con temple.

Como ejemplo significativo de este modelo de vírgenes románicas cabe destacar Nuestra Señora de la Majestad de la Catedral de Astorga (León, España).

A finales del siglo XII y comienzos del XIII, la composición de la Virgen y el Niño evoluciona de forma que la férrea simetría se pierde, representándose el Niño sentado sobre la rodilla izquierda de su madre. Por otro lado María contacta con el cuerpo de su Hijo colocando su mano sobre el hombro o la cadera.
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor Pachelli 1991 » Sab Feb 11, 2012 12:43 pm

Capillas de los Alabastros. CATEDRAL DE SEVILLA.
Se llaman así por el material en el que están construidas. Son cuatro pequeñas capillas situadas en los muros laterales del coro. Fueron realizadas a partir de 1515, intervinieron en su construcción el maestro Juan Gil de Hontañón y desde 1530 el arquitecto Diego de Riaño que replanteo el interior de las mismas sustituyendo el estilo gótico en que estaban proyectadas por el renacentista.16 A continuación se mencionan de forma independiente. Se trata de la Capilla de la Inmaculada, Capilla de la Encarnación, Capilla de la Virgen de la Estrella y Capilla de San Gregorio.
Capilla de la Inmaculada
El 14 de febrero de 1628 Jerónima Zamudio, viuda del jurado Francisco Gutiérrez de Molina le encarga al escultor Martínez Montañés un retablo con una imagen de la Inmaculada Concepción para colocarlo en esta capilla funeraria. Tras algunos retrasos en la ejecución y el consiguiente pleito, Martínez Montañés justificó la tardanza en terminar la obra con la siguiente frase: será de las primeras cosas que haya en España y lo mejor que el susodicho ha hecho. El tiempo le ha dado la razón, puesto la talla de la Inmaculada que preside el retablo que fue por fin inaugurado el 8 de diciembre de 1631 está considerada una obra de excepcional valor. Popularmente se la conoce como La Cieguecita por su mirada baja con los párpados apenas abiertos.
El retablo en su conjunto consta de banco en el que están colocados los retratos de los patronos de la capilla antes citados que fueron pintados por Pedro Pacheco en 1631. La hornacina central con la imagen de la Inmaculada está flanqueada por tallas de San Gregorio Papa y San Juan Bautista así como relieves de San José, San Joaquín, San Jerónimo y San Francisco.42
La Cieguecita está realizada en madera de cedro, mide 164 cm y está concebida según el modelo que describió Pedro Pacheco en su libro Tratado del arte de la pintura. Se trata por tanto de una Virgen niña con una larga melena que cae sobre la espalda. Viste larga túnica ceñida con un cíngulo que simboliza su doncellez y un manto sobre los hombros que se recoge con el brazo izquierdo produciendo numerosos pliegues. La cabeza se adorna con una corona de 12 estrellas que aluden a las doce tribus de Israel. En la peana aparecen los rostros de tres ángeles sobre un dragón que representa el pecado.
Capilla de la Encarnación
Está presidida por un retablo atribuido a Francisco de Ocampo y Felguera que fue realizado en torno a 1630 con el tema principal de La Anunciación. En el banco del mismo existen relieves de San Juan Bautista, San Juan Evangelista, Santo Domingo, San Francisco y San Antonio.43
Capilla de la Virgen de la Estrella
Debe su nombre a una imagen renacentista de la Virgen que se cree fue realizada por el escultor ´renacentista de origen francés Nicolás de León en torno a 1530. Esta talla se encuentra situada en un retablo barroco de Jerónimo Franco fechado en 1695.43
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor ayga127 » Sab Feb 11, 2012 3:01 pm

La Anunciación es seguramente uno de los temas iconográficos más habituales en la historia del arte cristiano. Su representación pictórica sigue un modelo arquetípico, en el que aparece la Virgen María vestida de azul en un interior arquitectónico, y el ángel San Gabriel irrumpiendo desde el exterior, en el extremo opuesto de la composición. Sobrevolando estas dos figuras se distingue siempre una paloma blanca que simboliza al Espíritu Santo, y en ocasiones también unos rayos de sol u otro elemento alusivo al poder de Dios Padre, quien también puede aparecer representado. Además de lo expuesto, la escena se completa con otros símbolos, como un jarrón con flores o un ramo de azucenas, que hacen referencia a la pureza, inocencia y belleza de la Virgen María.
Éste es el modelo que sigue la primera imagen que reproducimos aquí, obra del florentino Filippo Lippi, pintada sobre tabla hacia 1450 (hoy en la Alte Pinakothek de Munich). Filippo Lippi fue discípulo de Masaccio y destacó por su destreza en la consecución de efectos cromáticos, pero sobre todo por su novedosa concepción del espacio, basada en la utilización del paisaje como fondo para sus composiciones. En su versión de la Anunciación aparecen todos los elementos señalados anteriormente, enmarcados en una arquitectura clasicista con tres arcos de medio punto separados por pilastras compuestas, claramente inspirada en las teorías artísticas del Renacimiento italiano. Tras los arcos se abre en perspectiva un «hortus conclusus» o jardín cerrado, que tiene dos significados iconográficos. En primer lugar es una representación del paraíso, que tiene como objetivo rememorar el pecado original de Adán y Eva redimido mediante el nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo; éste es el significado que tiene el jardín en la famosa versión de la Anunciación de Fra Angelico, que está en el Museo del Prado. En segundo lugar, el hecho de que el jardín aparezca circundado por muros constituye una metáfora de la virginidad de María, que permanece inmaculada al producirse su concepción por obra y gracia del Espíritu Santo.
En el siglo XV, en Italia, se desarrolló una completísima teoría de las imágenes religiosas que intentó adaptar los temas tradicionales, de origen medieval, a la sensibilidad y el naturalismo propios del Renacimiento. Las representaciones artísticas empezaron a valorarse por su capacidad para provocar determinadas emociones en el espectador, así que fueron adquiriendo una creciente profundidad psicológica. Pero ¿cómo representar físicamente los sentimientos? Según el humanista Leon Battista Alberti, los «movimientos del alma» se reconocían por medio de «movimientos del cuerpo». Esta idea, postulada por otros teóricos y artistas del Quattrocento, estableció una relación directa entre los movimientos del cuerpo y los estados de ánimo. En un primer momento, la forma de representar las emociones se limitó a una serie de códigos gestuales parecidos a los utilizados en la predicación eclesiástica, la danza o el teatro. Pero, poco a poco, los artistas se atrevieron a imitar las expresiones de la gente de la calle, a introducir detalles anecdóticos tomados de la vida cotidiana o a aportar sus propias percepciones, incluso a pesar de que el tema de sus obras fuera de carácter religioso.
Todo ello permitió incrementar las dosis de naturalismo en la representación artística y amplió notablemente las posibilidades iconográficas. Por sus características, la escena de la Anunciación fue una de las que mejor representó esta variedad de sensaciones. Durante el Renacimiento se llegaron a configurar hasta cinco tipos iconográficos distintos, dependiendo de la reacción mostrada por la Virgen María ante el mensaje comunicado por el ángel Gabriel. Estos tipos, identificados por el historiador del arte M. Baxandall, eran «conturbatio» (turbación), «cogitato» (reflexión), «interrogatio» (interrogación), «humi­liatio» (sumisión), y «meritatio» (mérito). Si comparamos la imagen reproducida arriba con esta otra de Botticelli, la llamada Anunciación Cestello de la Galería de los Uffizi (1490), podemos apreciar claramente las diferencias entre ambas. La primera es un ejemplo claro de «cogitato» mientras que la de Botticelli es una inquietante versión de «conturbatio». En definitiva, a pesar de ser un tema tan profusamente repetido en el arte cristiano, no todas las Anunciaciones son iguales porque no todas representan las mismas emociones sobre el famoso episodio narrado en el Evangelio de San Lucas.
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor Pachelli 1991 » Sab Feb 11, 2012 3:29 pm

La iconografía Mariana

Uno de los puntos mas delicados de la polémica entre Católicos y protestantes fue el tema de la Virginidad de María. A los ataques de estos últimos, quienes le negaban la extraordinaria importancia que por siglos le habían prodigado los fieles, la Iglesia católica reaccionó con toda su energía, acudiendo no sólo a los teólogos, sino especialmente a los artistas. '° En todo el mundo católico se dedicaron altares a sus diversas advocaciones y el culto a María fue totalmente renovado. América no estuvo ajena a este fenómeno. Antes bien, se convirtió por así decirlo en depositaria de la mayor parte de las advocaciones marianas, e incluso algunas que se consideraron milagrosas, despertaron una gran devoción que se mantiene hasta el presente. Tales son los casos de la Virgen de Guadalupe en México, proveniente de una imagen de la Inmaculada Concepción, la Virgen de Quito que se deriva de la Mujer Apocalíptica; La Virgen del Rosario de Chiquinquirá, y La Virgen del Topo, originada esta última de un modelo español de La Piedad, del maestro Luis de Morales, apodado El Divino, en la Nueva Granada.


CAT. 1
La Sainte Famille,
Huile sur toile,
La Sagrada Familia
Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos
(Santafé, 1638-1711).
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor gl73 » Sab Feb 11, 2012 5:20 pm

Artísticamente las representaciones a La Virgen María son numerosas, pero destacan:

Anunciación
La Madre y el Niño
La Pasión

Por ejemplo elegimos La Virgen del Rosario de Pomata (Santiago de Pomata, Puno-Perú) que fue difundida por toda la Colonia gran número de pinturas provenientes de la escuela cuzqueña del siglo XVII y XVIII.
También existe una imagen tallada en madera aunque no hay datos de su creación, ni tampoco del nombre del escultor.

En el enlace a continuación encontraremos:

-el tema es La Madre y el Niño
-expresiones artisticas en pintura y escultura de la Virgen del Rosario de Pomata
-artististas principales, Escuela Cuzqueña

http://casadelcorregidor.pe/colaboraciones/_biblio_Stanfield-Mazzi.php
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor J Julio Villarreal M » Sab Feb 11, 2012 5:23 pm

Arte italiano:
Los iconos Bizantinos en las representaciones italianas de la Virgen María es doble:

 1°. En cuanto a la técnica y materiales: fueron pintadas originalmente en témpera (yema de huevo y los pigmentos de la tierra) en paneles de madera. A este respecto, comparten la herencia romana antigua de los iconos Bizantinos. Las imágenes más tempranas de la Virgen María se encuentran en Roma, el centro del cristianismo en el oeste medieval. Una es una representación valorada de Santa María en Trastevere, una de las muchas iglesias romanas dedicadas a la Virgen María. Otra, una imagen soprepintada sobre otra versión más antigua, es venerada en el Pantheon, que era la gran maravilla arquitectónica del antiguo Imperio romano, que fue rededicado a María como expresión del triunfo de la iglesia frente a las persecuciones de la Roma pagana.

 2°. En cuanto al estilo y contenido, es decir la iconografía: Cada imagen destaca el papel maternal que María desempeña, representándola en relación a su hijo infante. Es difícil calibrar las fechas del racimo de estas imágenes anteriores, sin embargo, parecen ser en su totalidad trabajos de los siglos VII y VIII.

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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor J Julio Villarreal M » Sab Feb 11, 2012 11:15 pm

El primer retrato de la Virgen María se le atribuye a San Lucas Evangelista (aunque no se ha podido comprobar) y de ahí se sigue una larga tradición artística que va desde las primeras pinturas al fresco en iglesias clandestinas (Dura Europos) y catacumbas en Roma, los mosaicos bizantinos y los íconos (que se cree, han sido copiados de este primer retrato realizado por el Evangelista), seguidos por el Arte Gótico definido por su abundante simbolismo (manuscritos iluminados).

Más adelante, los grandes maestros del Renacimiento italiano nos presentan imágenes religiosas en un contexto humanizado, en las que se prescinde de los fondos dorados característicos de la Edad Media, hasta llegar al realismo místico de los tenebristas de los siglos XVI y XVII (Caravaggio, Rembrandt y José de Ribera "El Españoleto").

Los temas religiosos fueron retomados en el siglo XIX por los simbolistas (Prerrafaelitas) y en el siglo XX los trabajos más notables fueron los de Salvador Dalí.

A pesar de los grandes cambios que ha experimentado la humanidad, desde los inicios del Cristianismo, la Inmaculada Virgen María permanece como ideal de fe, de pureza y de belleza, siendo el Arte Sacro uno de los grandes testimonios de la promesa de salvación y redención del hombre.

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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor Patricia Zarate » Dom Feb 12, 2012 12:55 pm

Arte bizantino

En general, existen tres tipos de imágenes cristianas: la imagen de culto, la imagen descriptivo - narrativa y la imagen de devoción.
Las imágenes de culto son aquellas a través de las cuales la divinidad se personaliza en el mundo, son únicas, pertenecen al ámbito de las apariciones y los milagros y ocupan lugares preponderantes en los santuarios que generalmente están dedicados a estas imágenes.
Las descriptivo - narrativas, transmiten un mensaje relacionado con la doctrina, con la historia sagrada, con la teología y con los dogmas de la fe cristiana.
Las de devoción representan también a la divinidad pero generalmente son reproducciones de las imágenes de culto o de personajes asociados a la devoción católica como santos, diferentes advocaciones de la virgen o las personas de la santísima trinidad y pertenecen al ámbito personal.
El arte de Bizancio que se conserva, pertenece en su mayoría a las imágenes descriptivo - narrativas y a las imágenes de devoción, aunque también se conservan imágenes de emperadores.
Es del arte Bizantino de donde surgen modelos para toda la Edad Media.
Entre otras cosas, se representa en Bizancio por primera vez a la corte angelical.
El arte Bizantino dentro de los templos, fue realmente una teología en imagen, ya fuera en pintura o en mosaico y se convirtió en un maravilloso espectáculo para impresionar el alma.
La imagen Bizantina fue la prolongación del dogma, y el desarrollo de la doctrina en el arte Bizantino tenía carácter de libro sagrado de amena lectura.
Se ha dado por categorizar al arte Bizantino en tres "edades de oro", independientes de la epoca "iconoclasta" del siglo VIII en la que un grupos de personas se oponían a la existencia de cualquier tipo de imagen religiosa.
La pugna entre iconódulos (a favor de las imágenes) e iconoclastas (destructores de imágenes) dio como resultado que en el año 754, todo el arte fuera prohibido en la iglesia oriental.
Sin embargo, esta limitación fue de corta duración y ya para el siglo IX, el arte volvía a estar presente como instrumento de catequización y vehículo de devoción.
En la primera etapa del arte Bizantino (siglo VI), los temas iconográficos son:
Cristológicos y mariológicos que recorren la vida, pasión y muerte de cristo y la vida de la Virgen María.
El tema fundamental era la "deesis" o sea, la representación del padre eterno o cristo acompañados de la Virgen y San Juan.
También se representan vírgenes con el niño de frente, con los ojos agrandados y dolorosos.
Los temas teológicos y las escenas bíblicas, se representan de forma hierática y están realizados con fines didácticos.
También se representa a los emperadores de manera realista.

En general, existen tres tipos de imágenes cristianas: la imagen de culto, la imagen descriptivo - narrativa y la imagen de devoción.
Las imágenes de culto son aquellas a través de las cuales la divinidad se personaliza en

El mundo, son únicas, pertenecen al ámbito de las apariciones y los milagros y ocupan lugares preponderantes en los santuarios que generalmente están dedicados a estas imágenes.

Las descriptivo - narrativas, transmiten un mensaje relacionado con la doctrina, con la historia sagrada, con la teología y con los dogmas de la fe cristiana.
Las de devoción representan también a la divinidad pero generalmente son reproducciones de las imágenes de culto o de personajes asociados a la devoción católica como santos, diferentes advocaciones de la virgen o las personas de la santísima trinidad y pertenecen al ámbito personal.
El arte de Bizancio que se conserva, pertenece en su mayoría a las imágenes descriptivo - narrativas y a las imágenes de devoción, aunque también se conservan imágenes de emperadores.
Es del arte Bizantino de donde surgen modelos para toda la Edad Media.
Entre otras cosas, se representa en Bizancio por primera vez a la corte angelical.
El arte Bizantino dentro de los templos, fue realmente una teología en imagen, ya fuera en pintura o en mosaico y se convirtió en un maravilloso espectáculo para impresionar el alma.
La imagen Bizantina fue la prolongación del dogma, y el desarrollo de la doctrina en el arte Bizantino tenía carácter de libro sagrado de amena lectura.
Se ha dado por categorizar al arte Bizantino en tres "edades de oro", independientes de la epoca "iconoclasta" del siglo VIII en la que un grupos de personas se oponían a la existencia de cualquier tipo de imagen religiosa.
La pugna entre iconódulos (a favor de las imágenes) e iconoclastas (destructores de imágenes) dio como resultado que en el año 754, todo el arte fuera prohibido en la iglesia oriental.
Sin embargo, esta limitación fue de corta duración y ya para el siglo IX, el arte volvía a estar presente como instrumento de catequización y vehículo de devoción.
En la primera etapa del arte Bizantino (siglo VI), los temas iconográficos son:
Cristo lógicos y mariológicos que recorren la vida, pasión y muerte de cristo y la vida de la Virgen María.
El tema fundamental era la "deesis" o sea, la representación del padre eterno o cristo acompañados de la Virgen y San Juan.
También se representan vírgenes con el niño de frente, con los ojos agrandados y dolorosos.
Los temas teológicos y las escenas bíblicas, se representan de forma hierática y están realizados con fines didácticos.
También se representa a los emperadores de manera realista.

arte bizantino
El arte bizantino es una expresión artística que se configura a partir del siglo VI fuertemente enraizada en el mundo helenístico como continuador del arte paleocristiano oriental. En sus primeros momentos se consideró como el conservador natural en los países del Mediterráneo oriental del Imperio Romano, siendo transmisor de formas artísticas que influyen poderosamente en la cultura occidental medieval. Los períodos del arte bizantino se ajustan, como es natural, a las grandes fases de su historia política.

características de la arquitectura bizantina.

a) mantuvo varios elementos tales como materiales (ladrillo y piedra para revestimientos exteriores e interiores de mosaico), arquerías de medio punto, columna clásica como soporte, etc.

b) también aportaron nuevos rasgos entre los que destaca la nueva concepción dinámica de los elementos y un novedoso sentido espacial.

c) su aportación más importante, el empleo sistemático de la cubierta abovedada, especialmente la cúpula sobre pechinas, es decir, triángulos esféricos en los ángulos que facilitan el paso de la planta cuadrada a la circular de la cúpula. Estas bóvedas semiesféricas se construían mediante hiladas concéntricas de ladrillo, a modo de coronas de radio decreciente reforzadas exteriormente con mortero, y eran concebidas como una imagen simbólica del cosmos divino.

d) Otra aportación de gran transcendencia fue la decoración de capiteles, de los que hubo varios tipos; así, el de tipo teodosiano es una herencia romana empleado durante el siglo IV como evolución del corintio y tallado a trépano, semejando a avisperos; otra variedad fue el capitel cúbico de caras planas decorado con relieves a dos planos.

las principales iglesias bizantinas.

Entre sus iglesias tenemos: santa Sofía, Baco, Santa Irene, Santos Apóstoles de Constantinopla, San Juan de Éfeso, San Vital, y la iglesia de San Apolinar Nuevo.

Síntesis de la escultura y la pintura bizantina.

a) La pintura: los artistas bizantinos aprendieron otra vez, estudiando los antecedentes clásicos, la representación de figuras vestidas en el estilo de paños o pliegues mojados. También intentaron sugerir la valoración de luces y sombras que crea la ilusión de espacio tridimensional y da vida a la superficie pintada. Sin embargo, las imágenes religiosas sólo se aceptaban si la figura humana no se representaba como una presencia física tangible.

Los artistas bizantinos resolvieron este problema por medio de la abstracción, es decir, por medio de diseños planos que conservaran el interés visual de la composición mientras evitaban cualquier modeloconcreto y con ello cualquier apariencia corporal. De este modo establecieron convencionalismos para la representación de la figura humana que perduraron en los restantes siglos del arte bizantino.

b) La escultura: La plástica escultórica bizantina supuso la culminación del arte paleocristiano, manteniendo sus técnicas y su estética de progresivo alejamiento de las cualidades clásicas: la mayor rigidez, la repetición de modelos estereotipados, la preferencia del bajorrelieve a las obras de bulto redondo y el uso de materiales ricos (marfil) que proporcionan pequeñas piezas, son los caracteres más destacados de la estatuaria bizantina de la primera etapa.

Tras la sistemática destrucción del período iconoclasta hay una vuelta al culto de las imágenes, pero para no caer en la idolatría y por influjo de las nuevas corrientes islámicas desaparece la figura humana en la estatuaria exenta.

Las obras más destacadas son las labores ornamentales de los capiteles con motivos vegetales y animales afrontados como son los de San Vital de Rávena o los sarcófagos de la misma ciudad en los que se representan los temas del Buen Pastor.

Pero las obras capitales de la escultura bizantina son las pequeñas obras, dípticos y cajas, talladas en marfil, destacando el díptico Barberini, Museo del Louvre, del siglo V, o la célebre Cátedra del obispo Maximiano, en Rávena, tallada hacia el año 533 sobre placas de marfil con minuciosa trabajo.

Decoracion de las iglesias bizantinas.

Se decoraban las iglesias con pinturas de cristo o de la virgen las figuras de Cristo con barba partida y edad madura (modelo siríaco) y de la Virgen que se presenta bajo diversas advocaciones (Kyriotissa o trono del Señor en la que sostiene sobre sus piernas la Niño, como si fuera un trono; Hodighitria, de pie con el Niño sobre el brazo izquierdo mientras que con el derecho señala a Jesús como el camino de salvación - es el modelo desarrollado en el gótico -; la Theotokos, o Madre de Dios, ofrece al Niño una fruta o una flor; la Blachernitissa o Platytera con una aureola en el vientre en el que parece el Niño indicando la maternidad de la Virgen).

Abundante empleo del dorado que ejercerán un marcada influencia en las obras góticas de Cimabue, Duccio y otros pintores italianos

a las diferentes partes del templo: el Pantocrátor (Cristo en Majestad bendiciendo) en la cúpula, el Tetramorfos (cuatro evangelistas) en las pechinas, la Virgen en el ábside, los santos y temas evangélicos en los muros de las naves.

La iglesia mantiene un sutil eje longitudinal, conformado por dos semicúpulas ue flanuean a la cúpula central por las galerías laterales, ue enmascaran los ermes contrafuertes ue sustentan el peso de la estructura.

De este modo se consiguió un espacio de apariencia mágica, dispersado en los bordes mediante exedras, nichos aruerías dominado por la cualidad material de la luz.
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor janetisabel » Dom Feb 12, 2012 4:32 pm

La Anunciación Fra Giovanni

Guido di Pietro, llamado Fra Giovanni, conocido como el fraile dominico Angélico, nació en Fiésole en 1387. Desde muy joven vivió cerca de Florencia y ya era conocido como pintor. Trabajó en el convento de Fiésole pintando varias de sus celdas.
Era un santo que pintaba escenas de la vida de Cristo y de la Virgen. Pintaba con gran sencillez, era una persona de gran devoción que expresaba en sus obras a través de un gran domino técnico. Parecía que pintara miniaturas, por el detalle que imprime en todas sus obras. Colores vivos, rostros hermosos, una pintura natural. Fra Angélico conocía los pintores y las técnicas y estilos de su época, pero sus imágenes son originales, naturales y hermosas.
Esta Anunciación que comentamos se encuentra en el Museo del Prado en Madrid, y fue pintada entre 1430 y 1432. La pintura central es la Anunciación del Árcangel Gabriel a la Virgen María.
Es una obra al temple, utilizando una mezcla con yema de huevo, sobre tabla. La parte central es la Anunciación. La Virgen está orando y el ángel se le aparece y le anuncia que va a ser la Madre de Dios. El Espíritu Santo, con su luz, ilumina la escena. Encima de la Virgen, unos arcos muy finos y en el centro de los arcos, el rostro de Dios. A la derecha, al fondo, una habitación para dar profundidad a la composición. A la izquierda, con un paisaje lleno de flores y plantas, Adán y Eva son expulsados del Paraísos.
Se trata, pues, de una obra simbólica que representa la nueva Eva y el nuevo Adán, Jesús encarnado, que nos redime del pecado. Debajo de la composición, una predela, la pieza rectangular, con cinco historias de la Virgen: el Nacimiento, las Bodas, la Visitación a su prima Isabel, la Presentación de Jesús en el templo y la Dormición de la Virgen.
Se trata de una obra llena de símbolos. La luz, la mano de dios, el Espíritu en forma de paloma, el Paraíso perdido por el pecado, el rostro de Dios. Una pintura elegante, con una estancia de gran simplicidad que da al jardín, con unos personajes que llevan unas ropas con colores vivos.
En la parte superior, a modo de techo, la bóveda celestial, parece un cielo lleno de estrellas y con un azul intenso que contrasta con el resto de la obra. Es una obra vistosa y clara, ordenada, que presenta el mensaje con claridad y sencillez.
Unos personajes hermosos, amables, que transmiten serenidad y llaman a la oración y a la piedad. Es una obra contemplativa en la que Fra Angélico oraba y meditaba dando gloria a Dios a través de la contemplación de los misterios de la Salvación.
janetisabel
 
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor J Julio Villarreal M » Dom Feb 12, 2012 4:39 pm

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María y la literatura

A lo largo de la historia y en todos los pueblos, la Virgen María ha inspirado:
Profecías,
Oraciones,
Poemas, e
Himnos de amor y de admiración.
Entre otros escritos sagrados o profanos... Todos estos textos forman parte del tesoro literario religioso de la humanidad.

TODO COMIENZA YA EN EL PRIMER LIBRO DE LA BIBLIA:
En el Génesis, con el anuncio de la salvación de la humanidad a través de la descendencia de la Mujer, que aplastará la cabeza de la serpiente (Gn. 3, 15) y continúa hasta el Apocalipsis con el anuncio de una gran señal en el cielo: una mujer revestida de sol, la luna bajo sus pies y en la cabeza una corona de doce estrellas (Ap. 12, 1)... En realidad, desde el Cantar de los Cantares, pasando por los libros de Isaías, el Magníficat del Evangelio y otros textos bíblicos; toda la Escritura está atravesada -explícitamente, o en ocasiones, de modo más sutil- por la espera, la alabanza y el amor hacia la Virgen, que lleva en sus entrañas a Cristo, Salvador del hombre.
Desde los primeros siglos, Padres de la Iglesia, Doctores y teólogos han cantado a María. Conocemos los tratados de Orígenes, los poemas a María de San Efrén o el himno Acatista, tantas veces cantado en todo el Oriente cristiano desde el siglo VI. Hasta los albores de la Edad Media, los Doctores, teólogos, grandes oradores y predicadores de la Iglesia escriben sobre la Virgen María (cf. entre otros San Agustín, Venancio Fortunato, San Andrés de Creta, San Juan Damasceno...).

Entre la Edad Media y la Reforma se alzan las figuras de grandes mariólogos como San Bernardo de Claraval o Santo Tomás de Aquino, sin olvidar al bienaventurado Duns Scoto, a quien debemos magníficos textos sobre la Inmaculada Concepción. En esta época se desarrolla también la literatura cortesana y un esbozo de lo que será el teatro, con los “Milagros” (cf. “El juglar de Nuestra Señora”) y otros dramas litúrgicos o “Misterios”, representados en los atrios de las Iglesias (cf. El misterio de la Navidad). A su vez, la poesía (en particular la dedicada a María) conoce un auge en todo el Occidente cristiano, mientras que en Oriente la literatura mariana queda relegada esencialmente a la liturgia.

CON EL RENACIMIENTO Y, DESPUÉS LA REFORMA, COMIENZAN LOS TIEMPOS MODERNOS:
Los escritores abrevan menos en las fuentes las religiosas que en las profanas; pero la Virgen continúa siendo un manantial de inspiración para los más grandes, desde Erasmo hasta Lutero... Durante el siglo XVII, el gran siglo de la literatura clásica en Occidente, María sigue siendo cantada por los autores religiosos (San Francisco de Sales, Pedro de Bérulle, o Bossuet en sus sermones), y también por los autores de teatro más conocidos (Corneille) o los místicos españoles (Santa Teresa de Ávila o San Juan de la Cruz). Ésta es también la época de la obra maestra de San Alfonso María de Ligorio: “Las glorias de María”.

En el siglo XIX, el Romanticismo también le consagra páginas famosas a la Virgen Madre (Goethe, Chateaubriand, Hölderlin, Lamartine, Heinrich Heine). En Francia, bajo la Restauración, Victor Hugo, Verlaine, Rimbaud, Heredia, escriben en honor a María. En Inglaterra, el anglicano John Henry Newman se convierte y publica también páginas espléndidas sobre la madre de Jesús; mientras que el prerafaelismo se desarrolla con William Wordwoth, Coleridge, Elizabeth Barett...
En cuanto al siglo XX y en este comienzo del siglo XXI, de Bernanos a Rainer Maria Rilke y a Tatiana Goritcheva, pasando por la gran Marie Noëlle, Gertrud Von le Fort, Serge Boulgakov o... Juan Pablo II, María de Nazaret ha sido siempre cantada por los poetas, los santos –religiosos o laicos- en todos los continentes. No existe hoy en día un género literario que no haya dado una obra maestra en honor a la Virgen Madre...

""María, elevada por la gracia de Dios por encima de todos los ángeles y de todos los hombres, como Madre de Dios Santísima, es honrada por la Iglesia con un culto especial, que difiere esencialmente del culto de adoración que se rinde al Verbo Encarnado, así como al Padre y al Espíritu Santo... Ese culto enteramente singular la Iglesia lo aprueba y favorece." (Conc. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, nn.66 y 67).


J. J. V. M.
“Santísima Virgen María, eres el reconocimiento de la excelencia de la Madre de Dios, fundamento del culto mariano, que lleva a la piedad filial como Madre nuestra que es”.

.
J. J. V. M.
"Qué el Espíritu Santo nos ilumine el camino y la Santísima Virgen María nos cubra y proteja con su manto".
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor roma_marce » Dom Feb 12, 2012 7:17 pm

LA PINTURA DEL QUATTROCENTO ITALIANO


La pintura del s.XV experimentó una enorme evolución, desde el empleo de las formas aún ligeramente decorativas y el uso de dorados y vistosos colores de Fra Angélico, en la primera mitad del siglo, hasta la consecución, por ejemplo, de los magníficos sistemas compositivos empleados por Mantegna van a sucederse toda una serie de aportaciones pictóricas que depurarán el lenguaje renacentista. Sin embargo, puede apreciarse en general un interés por la representación volumétrica de las figuras, la comunión narrativa de las partes y la representación verista de la naturaleza, las dimensiones y la profundidad.

Con el fin de establecer un repertorio claro de características generales y, al mismo tiempo, singularizar la obra y estilo de los pintores más importantes de esta etapa, os propongo que fijéis lo siguiente:

Las bases:
- La pintura se independiza de la arquitectura.
- Los artistas empiezan a gozar de mayor libertad creativa (transición del artesano al artista) y su obra una consideración de carácter no sólo manual sino, también, intelectual (humanismo).
- Las obras reflejan el amor por el hombre y la naturaleza, inspirándose en la antigüedad clásica (obras literarias, manifestaciones plásticas). El antropocentrismo se convierte en el eje de la nueva mirada que estos artistas aportan.


Técnicas y soportes:
°- Pintura mural: se mantiene la tradición del fresco pero va perdiendo importancia, poco a poco, aunque se conserva para la decoración de muros y bóvedas.

° Pintura de Caballete: irá ganando importancia; sobre tabla y, en menos ocasiones, sobre tela; se emplean las técnicas del temple (primera mitad del siglo XV) y del óleo (a partir de la segunda mitad del siglo XV), como consecuencia de la influencia de la escuela flamenca.

Los temas religiosos siguen siendo los más importantes pero dejan de ser exclusivos.
Los temas religiosos tradicionales se interpretan con el nuevo espíritu renacentista, se humanizan o se proponen lecturas neoplatónicas, en consonancia con el resurgir de la filosofía platónica.
- La Virgen con el Niño es uno de los más frecuentes, pero tratado con gran dulzura y delicadeza.
- Surgen nuevos temas como La Sagrada Conversación que representa a la Virgen entronizada acompañada de Santos.
- A veces se representan anacronismos en ambientes y vestidos, ya que los donantes aparecen vestidos a la manera del s. XV pero en escenas que, según la tradición, se desarrollan en Palestina o en el próximo oriente.


De entre los diferentes maestros del s. XV, podemos destacar los siguientes, indicando algunas de las peculiaridades de su estilo:

FRA ANGELICO (1387-1455)
- Profunda religiosidad: huye de lo trágico.
- Rasgos curvilíneos, finos contornos, actitudes serenas (influencias sienesas)
- Colores vivos, de gran riqueza cromático.
- Goticista: abundante uso del dorado; figuras alargadas y curvilíneas; colorido preciosista.
- Renacentista: volumen y espacio

OBRA MARIANA ELEGIDA:
• Anunciación. Museo del Prado.
VER IMAGEN EN: http://wa1.www.artehistoria.jcyl.es/historia/jpg/BEL00005.jpg;pvf39f31b5813570d8

OTRAS:
• Frescos del Convento de San Marcos. Florencia.
• Frescos de la capilla de Nicolás V. Vaticano.


MASACCIO (1401-1428)
- Prescinde totalmente del goticismo.
- Carácter escultórico de las figuras: formas robustas, monumentales, llenas de dramatismo. Reencarna la monumentalidad de Giotto pero las figuras se funden mejor con el ambiente.
- Fondos muy trabajados: se abandona lo anecdótico. Difumina los contornos y crea efectos de luz y sombra para aumentar la sensación de profundidad.
- Modela las figuras mediante los juegos de luz y sombra.
obras:
• Santísima Trinidad. Santa María Novella. Florencia.
• Expulsión del paraíso. Iglesia del Carmine. Florencia.


PAOLLO UCCELLO (1396-1475)
- Preocupación por la perspectiva.
- Colores planos y violentos escorzos.
obra:
• Batalla de San Romano.


PIERO della FRANCESCA (1416-1492)
- Fue el primer pintor en codificar las reglas de la perspectiva.
- Emplea una luz irreal, artificial, que da al conjunto una sensación de ser algo sobrenatural.
- Figuras voluminosas sin movimiento, de rostros poco individualizados.
- Paisajes y ambientes de construcción geométrico.
obras:
• El sueño de Constantino.
- Historia de la Santa Cruz, Iglesia de San Francisco de Arezzo.


FRA FILIPPO LIPPI (1406-1469)
- Humanización y refinamiento de las figuras.

OBRA MARIANA ELEGIDA:
• Virgen con el Niño.
VER IMAGEN EN: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/e/ee/Madonna_and_Child_(Filippo_Lippi).jpg/220px-Madonna_and_Child_(Filippo_Lippi).jpg


DOMENICO Ghirlandaio (1449-1494)
• Frescos de Santa María Novella.


De entre todos, el que mejor encarna los valores de este primer renacimiento es, sin duda:
SANDRO BOTTICELLI (1444-1510)
- Formación neoplatónica: intenta conjugar la mitología pagana con el cristianismo.
- Composiciones melancólicas e idealistas.
- Gran dibujante: predomina la línea sobre el color. Dibujo nervioso de línea ondulantes que forman arabescos.
- Prestó especial atención a la figura femenina.

OBRA MARIANA ELEGIDA:

• Virgen del Magnificat. VER IMAGEN EN: http://botticelliprints.com/Madonna%20of%20the%20Magnificat%20Botticelli.jpg



ANDREA MANTEGNA (1431-1506)
De este pintor hay que destacar su pormenorizado tratamiento del espacio a través de la perspectiva y el modelado casi escultórico de las figuras, tanto en sus actitudes como en la expresividad de sus rostros y gestos.

OBRA MARIANA ELEGIDA:
- El tránsito de la Virgen. VER IMAGEN EN: http://www.marisol.co.uk/montes/mantegnadetail.jpg

¡QUÉ HERMOSA NUESTRA MADRE EN TODOS LOS TIEMPOS!

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ostendat Dominus faciem suam tibi et misereatur tui,
convertat Dominus vultum suum ad te et det tibi pacem.
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor Titoshca » Dom Feb 12, 2012 7:41 pm

Iconos del arte bizantino en madera. Representación de Cristo y la Virgen María.

Imagen

En el arte bizantino una representación, eran la divinidad misma hecha materia, una teofanía que se aproxima mucho a lo que significaban las reliquias en el mundo occidental (restos de santos, objetos que estuvieron en contacto con Cristo como la madera de la cruz o la Virgen María) Se desarrolo del siglo IV-XV. Se puede decir que hubo mucho libros en miniatura, como el que se muestra en la Imagen.
Dios les bendiga
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor ncruzconejo » Dom Feb 12, 2012 8:53 pm

Muchas gracias por todos los apores tan interesantes ,realmente mucho que aprender,maravilloso todo el conocimiento que genera este tema .
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor MA SOCORRO A REYES L » Dom Feb 12, 2012 9:53 pm

LA VIRGEN DEL ROSARIO
La devoción de la Virgen del Rosario está muy vinculada con el culto de la Virgen de la Misericordia del cual, en ciertos aspectos, no es más que una prolongación.

El rosario etimológicamente designa una corona de rosas. Las cuentas estaban representadas como rosas blancas y rojas que luego se reemplazaron por bolas de dos tamaños.

Los dominicos hacían remontar el origen de esta devoción al fundador de la orden. Alrededor de 1210 la Virgen se habría aparecido a Santo Domingo y le habría entregado un rosario que éste llamó corona de rosas de Nuestra Señora. En realidad, como demostraron los bolandistas, el rosario es una creación de un bretón que se llamaba Alain de la Roche (Alanus de Rupe) que vivió a fines del siglo XV. En 1470 escribió una obra titulada De Utilitate Psalterii Mariae, que fue traducido a todas las lenguas.

La Virgen del Rosario no apareció sobre ningún monumento figurativo anterior al último cuarto del siglo XV. Se trata de una devoción tardía más o menos contemporánea del culto de la Virgen de los Siete Dolores y muy posterior a las Vírgenes de la Piedad o de la Misericordia.

ICONOGRAFÍA
Para representar a la Virgen del Rosario los dominicos tomaron en principio el tipo de la Virgen de la Misericordia. La primera representación conocida de este tema es un tríptico de la iglesia de San Andrés de Colonia. La única diferencia con la Virgen de la Misericordia es que dos ángeles sostienen una corona de rosas sobre su cabeza.

Una segunda fórmula, no mucho más original, tomó el modelo de la Virgen de los siete gozos o de los siete dolores, rodeada por una aureola de tondos. La Virgen se inscribe en una sarta en forma de mandorla, compuesta por grandes rosas historiadas que se intercalan entre cada decena. Uno de los ejemplos más conocidos de este tema es la Salutación angélica de Veit Stoss (iglesia de San Lorenzo, Nuremberg).

En un tercer tipo iconográfico la Virgen se presenta sentada, con el Niño Jesús sobre las rodillas, y es ella o el Niño quienes presentan el rosario a Santo Domingo. Posteriormente se elimina el conjunto de tondos, quedando sólo la escena principal.
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor MA SOCORRO A REYES L » Dom Feb 12, 2012 10:04 pm

LA VIRGEN DE LA MISERICORDIA
Los orígenes de la Virgen de la Misericordia son muy antiguos. El motivo del manto protector procede de la antig�edad más remota. Es un simbolismo tan natural que resulta común a todas las épocas, a todos los estados de civilización. Se lo encuentra en los ritos de adopción y de matrimonio. Abrigar a un niño bajo el propio manto es adoptarlo. En la Edad Media, los acusados se refugiaban bajo los faldones de un obispo o un señor para buscar asilo.

La difusión del tema de la Virgen de la Misericordia se debe sobre todo a las cofradías de penitentes, que se multiplicaron en todas partes, especialmente en Italia, donde san Buenaventura fundó hacia 1270 la cofradía de los Recommandati Virgini; y en el sur de Francia. Un gran número de estas representaciones entra en la categoría de los exvotos dedicados por las ciudades o las cofradías en tiempos de peste. En tiempos de epidemia, las poblaciones se volvían hacia los santos "antipestíferos": San Sebastián, San Roque y, especialmente, hacia la Virgen de la Misericordia.

Si examinamos las pinturas o esculturas que representan a la Virgen, desde el punto de vista de su composición podemos distinguir dos elementos: la figura de la Virgen y los orantes acurrucados bajo su manto.

A veces la Virgen aparece sentada, pero en la mayoría de los casos está de pie, y siempre de frente, a fin de no ocultar a los orantes. Ella es de una estatura gigantesca en relación a sus protegidos, que tienen talla de niños. Esa desproporción es una necesidad del tema y no tenía nada chocante para los artistas de la Edad Media, acostumbrados a expresar la jerarquías espirituales por las diferencias de escala entre los personajes.

En ciertos casos, la Virgen está representada con el Niño Jesús sobre el brazo izquierdo. Pero la presencia del Niño concuerda mal con el tema de la Virgen protectora, que necesita tener las manos libres para desplegar su manto. Es por ello que la Virgen de la Misericordia casi siempre está representada sin el Niño. A veces tiende los brazos para elevar por sí misma los faldones de su manto. En otras versiones une las manos en gesto de plegaria y entonces son los ángeles o los santos quienes le prestan el servicio de desplegar el manto protector.

Cuando se trata de un exvoto dedicado en tiempos de peste, el manto se convierte en un escudo sobre el cual se parten las flechas que simbolizan la peste.

En cuanto a los refugiados bajo el manto, se pueden distinguir diversas versiones claramente diferenciadas:
1. La Mater omnium (la Madre de todos). Es cuando la Virgen protege bajo su manto a la cristiandad entera. Pero la teología medieval cultivaba las clasificaciones y las jerarquías. Por ello, los sexos están generalmente separados. Con mayor frecuencia aún, la cristiandad está dividida en clérigos y laicos.

2. La protectora de una colectividad. En lugar de ser la "Madre de todos", la Virgen de la Misericordia puede estar representada como la protectora especial de un grupo de fieles: orden religiosa, cofradía, corporación o familia.

3. La patrona de un donante. Finalmente, en la época renacentista, a consecuencia del progreso del individualismo, la protección de la Virgen de la Misericordia a veces se restringió a un donante.
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor MA SOCORRO A REYES L » Dom Feb 12, 2012 10:10 pm

LA INMACULADA CONCEPCIÓN
El dogma según el cual la Virgen María fue preservada por Dios del pecado original desde su concepción se proclamó en 1854, poniendo fin a una larga controversia que había comenzado en el siglo XII y tuvo su punto culminante en España en el siglo XVII. En el marco de la compleja y dilatada historia de la formación iconográfica de la Purísima hay varios momentos importantes.

La Inmaculada Concepción fue representada en primer lugar simbólica o alusivamente, mediante el abrazo de Ana y Joaquín ante la Puerta Dorada. En la Iglesia oriental y en la primera versión del arte occidental, la Inmaculada Concepción de la Virgen está asociada con el encuentro de sus padres, Ana y Joaquín, frente a la Puerta Dorada de Jerusalén. La Madre de Dios no habría sido concebida de manera natural, sino por medio de un beso en los labios. Esto se debe a que, según los teólogos medievales, no era posible la relación sexual totalmente desprovista de pecado, aunque fuera leve. Por ello, para considerar a María libre de todo pecado, no podía haber sido concebida de manera natural.

Hacia finales de la Edad Media apareció una representación novedosa del tema. La Virgen Inmaculada, enviada por Dios desde el cielo, desciende a la tierra. De pie sobre la luna, coronada de estrellas, extiende los brazos o une las manos sobre el pecho. Las fuentes de esta representación son el Cantar de los Cantares y el Apocalipsis.

En primer lugar, la Inmaculada está asimilada a la novia del Cantar de los Cantares. Las metáforas bíblicas, popularizadas por las Letanías de la Virgen de Loreto, aparecen a su alrededor: el sol, la luna, la estrella del mar, el jardín cerrado, la fuente, el pozo de agua viva, el cedro del Líbano, el olivo, el lirio, la rosa, el espejo sin mancha, la Torre de David, la Ciudad de Dios, la puerta del cielo.

Los otros atributos de la Inmaculada están tomados del Apocalipsis (cap. 12). La luna, que nunca se representa llena, como en la Crucifixión, sino recortada en forma de creciente, evocaba la castidad de Diana. Después de la victoria de Lepanto, la cristiandad gustó interpretar el creciente de luna bajo los pies de la Virgen como un símbolo de la victoria de la cruz sobre la media luna turca. Este tema apareció por primera vez en la iconografía del arte cristiano a fines del siglo XV: los emblemas de las letanías están representados en la catedral de Cahors, en la capilla de Notre Dame, que fue construida en 1484.

La leyenda Tota pulchra, que remite directamente a los versos del Cantar de los Cantares (Tota pulchra es amica mea, et macula non est in te, Toda eres hermosa, amiga mía; no hay tacha en ti), se interpreta como la firma de Dios en la creación de María: mientras que los pintores firman sus obras faciebat (usando el imperfecto, puesto que son verdaderamente obras imperfectas), Dios, por el contrario, firma con las palabras Tota pulchra, ya que lo que sale de su mano es perfecto.

En la historia de la formación iconográfica de la Inmaculada Concepción nos encontramos con otro momento crucial cuando la imagen de devoción se presenta como la concreción plástica de una visión, la de Juan en Patmos, descrita en el capítulo 12 del Apocalipsis. La fórmula definitiva e la Inmaculada, que va a dominar a lo largo del siglo XVII, será la resultante de la conjunción del motivo Tota pulchra con el de la mujer vestida de sol del Apocalipsis.

El arte barroco del siglo XVII, por tanto, tiene el mérito de haber creado el tipo definitivo de la Inmaculada Concepción. Libre ya de todos los símbolos de las letanías, rodeada sólo por ángeles, sus pies aplastan la serpiente tentadora, para recordar su victoria sobre el pecado original. La España mística se apoderó de este tema y le imprimió la marca de su genio. Y consiguió hacer su propia versión. Tanto es así que no puede pensarse en la Inmaculada Concepción sin evocar las obras de Zurbarán, Ribera o Murillo.
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor JUAN JOSE PELLEGRINI » Lun Feb 13, 2012 10:35 am

VIRGEN MARIA CON EL NIÑO JESUS
http://es.wikipedia.org/wiki/Virgen_con_Ni%C3%B1o

Virgen con Niño por Filippo Lippi.
La Virgen con el Niño Jesús es uno de los principales iconos de la Cristiandad, representando a la Virgen María, madre de Jesús y su hijo. Después de cierta resistencia y controversia inicial, la fórmula «Madre de Dios» (Theotokos) fue adoptada oficialmente por la iglesia cristiana en el Concilio de Éfeso, 431. La primera representación de Virgen con Niño que se conserva puede ser la pintura mural en la Catacumba de Priscila, Roma, en la que aparece la Virgen sentada amamanta al Niño, quien a su vez vuelve la cabeza para mirar al espectador.1

Las primera representaciones consistentes de la Virgen Madre con su Hijo se desarrollaron en el Imperio de Oriente, donde a pesar de la tendencia iconoclasta en la cultura que rechazaba las representaciones físicas como «ídolos», el respeto por imágenes veneradas se expresaba en la repetición de una estrecha gama de tipos muy convencionales, las imágenes repetidas, conocidas como iconos (en griego «imagen»). En una visita a Constantinopla en el año 536, el papa Agapito I fue acusado de oposición a la veneración de la theotokos y a la representación de su imagen en las iglesias.2 Los ejemplos orientales muestran a la Virgen entronizada, incluso portando la cerrada corona bizantina incrustada de perlas con colgantes, con el Niño Jesús en su regazo.3

En Occidente, los hieráticos modelos bizantinos fueron seguidos estrechamente en la Baja Edad Media, pero con la creciente importancia del culto a la Virgen en los siglos XII y XIII se desarrollaron una más amplia variedad de tipos para satisfacer la corriente de unas formas de piedad más intensamente personales. En las fórmulas usuales góticas y renacentistas, la Virgen María se sienta con el Niño Jesús en su regazo, o lo abraza. En las primeras representaciones la Virgen se encuentra entronizada, y el Niño puede estar plenamente consciente, alzando su mano ofreciendo una bendición.

Esculturas góticas tardías de la Virgen con el Niño pueden mostrar a una Virgen en pie con el Niño en brazos. La iconografía varía entre imágenes públicas e imágenes privadas proporcionadas en una escala menor y que se pretendía que se dedicaran a la devoción personal en las habitaciones particulares: la Virgen amamantando al Niño (como en la Madona Litta) es una imagen ampliamente limitada a los iconos devocionales privados. Estas representaciones de María representada en el acto de dar de mamar al Niño Jesús se llaman de «Vírgenes de la Leche».

A menudo María y Jesús están rodeados por otros personajes, como San José (en este caso se habla de una Sagrada Familia). En una variación italiana del siglo XV, se añade a la imagen un san Juanito San Giovannino en italiano) mirándolos, esto es, San Juan Bautista de Niño, puesto que era casi coetáneo de Jesús. También pueden aparecer otros parientes de la Virgen María como santa Isabel o santa Ana, o incluso otros santos elegidos por razones variadas, por ejemplo los santos tutelares de los comitentes de la obra o de la ciudad que la alberga.





Virgen con Niño, de Ambrogio Lorenzetti, 1319, tabla, 85 × 57 cm, Pinacoteca de Brera, Milán.
Ejemplos de Virgen con Niño

Entre las más célebres obras representando a la Virgen con el Niño deben citarse:
Maestà de Florencia (1285-1286) de Cimabue
la Maestà de Siena (1308-1311) de Duccio di Buoninsegna.
La Virgen de las Rocas (1483-1486) obra maestra de Leonardo. Este pintor realizó varias Vírgenes con Niño también muy conocidas, como La Virgen, el Niño Jesús y santa Ana (h. 1510-1513) o la Madona Benois (1478-1482).
Virgen con el Niño entronizados y santos (1504-1505) de Rafael.
Virgen con Niño - Saint Bartholomew the Great (1998) de Alfredo Roldán

Otras representaciones tradicionales de la Virgen, aparte de esta Virgen con Niño, son la Virgen del Rosario y la Virgen de los Dolores o Dolorosa. También existen representaciones inspiradas inspiradas en célebres apariciones de María, como la Virgen de Lourdes y la de Guadalupe.
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor JUAN JOSE PELLEGRINI » Lun Feb 13, 2012 10:39 am

CORONACION DE LA VIRGEN MARIA
http://es.wikipedia.org/wiki/Coronaci%C ... _la_Virgen

Coronación de la Virgen, escultura en la portada de la Iglesia de Santa María de la Asunción (Novales), siglo XVI..
En el cristianismo católico y ortodoxo la Coronación de la Virgen es una secuencia más dentro del ciclo de la vida de la Virgen María. Pertenece esta creencia a la tradición y su referencia en los libros sagrados de la Biblia se encuentra en el capítulo 12 del libro del Apocalipsis. Su promoción está en un relato atribuido a San Melitón, obispo de Sardes (ciudad de Asia Menor) en el siglo II, que fue divulgada en el occidente cristiano el siglo VI por Gregorio de Tours y más tarde en el siglo XIII por Santiago de la Vorágine en su Leyenda dorada.

El relato supone que inmediatamente después de su muerte, María sube a los cielos (Asunción de la Virgen) y allí es coronada por Cristo, Dios Padre o la Trinidad.

Representaciones en el arte católico

Coronación de la Virgen (1645), con corona de rosas, por Velázquez.
Este tema aparece por primera vez en Francia en el siglo XII, en el tímpano de la puerta principal de la catedral de Notre Dame de Senlis (1190). La escena muestra a la Virgen sentada a la derecha de Cristo y coronada y bendecida por él.

Esta misma escena aparece en las vidrieras de la catedral de Angers (Catedral San Mauricio de Angers), aunque en este caso la Virgen es coronada por un ángel. En la catedral de Bourges (Catedral de Saint-Étienne de Bourges) se ve la misma representación en el tímpano del pórtico de la Virgen.

En Italia, se representa el tema en Santa María la Mayor de Roma, en un mosaico de Jacopo Torriti de 1295.

Mosaico de Jacopo Torriti, 1295.
En general, durante la Edad Media y primer Renacimiento, la Virgen es coronada por Cristo. Hay ejemplos en el siglo XV, como en Lorenzo Monaco (1414) o en Fra Angélico, que incluye la escena en el fresco de una de las celdas del Convento de San Marcos de Florencia, pintada entre 1437 y 1446.

En el siglo XVI se comienza a añadir la representación de la reunión de los apóstoles en torno al sepulcro vacío de Jesús en la mitad terrenal, mientras la Coronación preside la zona dedicada al mundo celestial. Ejemplo de este esquema iconográfico es el Retablo Oddi de Rafael.

Otra posibilidad es la representación de la Virgen coronada por la Trinidad, con el Padre a la derecha del espectador, el Hijo a la derecha del Padre y el Espíritu Santo en una posición central, figurado simbólicamente como una paloma. Este es el modelo que usó El Greco (1591) y Velázquez, que, ya en el barroco, convierte a la corona en una diadema de rosas.
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Re: Tercera pregunta sorpresa!

Notapor SERGIO CHAVEZ » Mar Feb 14, 2012 12:50 am

La Virgen María, Refugio de pecadores

Una de las advocaciones marianas de las cuales es posible encontrar un buen número de representaciones en los templos virreinales y los museos mexicanos es la de Nuestra Señora del Refugio. Pintada en el sur de Italia en el primer cuarto del siglo XVIII, la imagen fue promovida en la Nueva España por la Compañía de Jesús, para finalmente fijarse y sobrevivir hasta la actualidad en algunos puntos del territorio: Puebla, el Bajío, Zacatecas. Sea, pues, un comentario sobre su historia y su iconografía la oportunidad del resurgimiento de este Gabinete de luz.
El nombre de Nuestra Señora del Refugio corresponde al título de Refugio de pecadores, una de las invocaciones de la letanía lauretana, es decir del rezo mariano que reconoce las excelencias de la Virgen, conformado en torno a la Santa Casa de Loreto.

Representación iconográfica

La Virgen del Refugio deriva y a la vez se aleja de las imágenes de la Virgen-trono, solemnes y hieráticas. Muestra a María sentada, con el Niño en su regazo, de acuerdo a la tipología de la Eleusa (la Virgen de la ternura): Madre e Hijo se inclinan hacia el otro con gesto amoroso, rompiendo la simetría y la frontalidad características de las imágenes más antiguas en que la Virgen ejerce potestad sobre el universo. Dicha tipología, junto con los elementos iconográficos que se describen a continuación, se repiten en todas las copias del original, muchos de los cuales también llevan una inscripción con el título de la advocación. Tal cosa está fundamentada en su estatuto de imagen sagrada, pues para asegurar su efectividad debían ser copiadas fielmente, a manera de “icono”, tal como sucede con este cuadro de José de Páez.

Descripcion del cuadro

María viste una túnica encarnada o rosada y un manto azul –ornamentado en muchas imágenes con vivos dorados, aplicaciones de pan de oro que dibujan motivos vegetales, estrellas, y los nombres de María y Cristo. Este último suele mirarse cubierto por una túnica translúcida y un paño de pureza. Cruza los hombros de la Madre un paño también translúcido y ligero, o bien color avellana, sostenido por un rico broche. Los pendientes y el hilo de perlas que suele portar recuerdan las joyas que solían ser regaladas por los fieles a este tipo de imágenes –al igual que las vestimentas cuando se trataba de figuras escultóricas “de vestir”. Las sienes de la Virgen pueden estar ceñidas bien por una corona real –idéntica a la del Niño– o por una diadema imperial. Por último: sobre el fondo neutro del cuadro se recorta el brillo de los resplandores de ambas figuras, que denotan la sacralidad de los personajes y sugieren halos de orfebrería. O bien, el fondo puede estar ocupado por un cúmulo de nubes, en tanto que instrumento de visualización de lo sagrado.

Las más de las veces, la escena aparece rodeada por un marco fingido, a manera de trampantojo o trompe-l'œil. En el caso de la segunda pintura aquí reproducida, sus molduras y motivos vegetales quedan a su vez inscritos dentro de un espléndido marco de plata repujada y cincelada.

De acuerdo a la firma que aparece del lado derecho, “Berrveco Fecit.”, la obra fue realizada por un pintor perteneciente a dicha familia de artífices poblanos, presumiblemente Luis, de cuya vida se tienen muy pocas noticias. No resulta extraño que se trate de un cuadro pintado en Puebla, ya que la devoción a la Virgen del Refugio cobró gran auge en esa ciudad durante la segunda mitad del siglo XVIII, como se verá más adelante.

El origen de la devoción a Nuestra Señora del Refugio

Tuvo lugar en Frascati, Italia, a principios del siglo XVIII. Según cuenta la leyenda, en dicha población, el padre jesuita Antonio Valdenucci deseaba una imagen “que fuera su compañera, guía y maestra en las misiones”, que consiguiera reformar las costumbres, suscitara la devoción y atrajera los favores de María sobre sus devotos. A tal propósito, encargó a un pintor una copia de la Virgen de la Encina, cuyo bajorrelieve era venerado en Poggio y de la cual conocía una estampa.

Aunque la pintura fue realizada por un artista menor, “de los menos afamados en Roma”, resultó de una sorprendente belleza, hecho que fue tenido como prueba del carácter sagrado de la imagen: “habiéndole dado la idea, consiguió [Valdenucci] con sus oraciones que saliese la imagen tan perfecta, que tuvieron mucho que celebrar y admirar los maestros más acreditados en el arte de la pintura”.[2] Fue entonces colocada en su tabernáculo, y llevada de poblado en poblado como “imagen de misión”, para ser más tarde colocada en una capilla en Frascati. Fue a partir de ese lugar que la Compañía de Jesús difundió la devoción en Italia y el resto del orbe cristiano.

Hacia el año de 1717 se fijó la advocación, cuyo título corresponde como ya se dijo a uno de los títulos de la letanía lauretana: Reffugium Peccatorum (Refugio de pecadores) –del cual existieron en la tardía Edad Media representaciones muy distintas a ésta. De acuerdo a dicho título, la Virgen María es el arca viva que preserva a los hombres de los males del alma y del cuerpo; la ciudad que refugia a los miserables y los desamparados; la torre del faro que da luz a los hombres que navegan en el peligroso mar del mundo; aquella que salva a las almas del naufragio. Como intercesora y Madre misericordiosa, ella es la Luna que luce de noche para los pecadores que la invocan, tal como Cristo lo hace de día para los justos.[3] Tal es precisamente el sentido de la estampa aquí reproducida, que corresponde a la Letanía Lauretana comentada por Francisco Xavier Dornn y grabada por los hermanos Klauber (Augsburgo, 1750).

En 1719, la imagen llegó a la Nueva España, donde conservó su vocación peregrina y su carácter misericordioso. En ese año que el jesuita Juan José Giuca –quien había presenciado la coronación pontificia de la imagen un par de años atrás– trajo la primera estampa; un poco más tarde habría de llegar procedente de Italia la primera copia pictórica. A partir de ese momento, la devoción comenzó a extenderse, con fines didácticos y propagandísticos, por los templos y colegios de la Compañía, lo mismo entre las elites que entre los indios y las clases bajas.

Pero las imágenes de la Virgen del Refugio no sólo habrían de dotar de relieve y magnificencia los concurridos santuarios urbanos de la orden, sino que también fueron utilizadas como estrategia de enclave en sus misiones rurales, en barriadas y andurriales. La devoción se arraigó en Puebla, Zacatecas y el Bajío. En la primera de esas ciudades, cobró forma en una gran fiesta de luces y en el tráfico de la vida urbana: para las últimas décadas del siglo XVIII habían sido erigido más de setenta nichos esquineros, como recurso de protección en la vía pública.[4] En ese lugar, que viera florecer el culto bajo los auspicios del obispo Pantaleón Álvarez de Abreu, aún se alza el templo erigido “en el antiguo lugar de las caleras” localizado en un barrio periférico de la urbe. Por muchos años, hacia él se dirigieron procesiones de rogativa y ofrendas votivas en agradecimiento a los numerosos milagros concedidos por Nuestra Señora del Refugio. Entre ellos, abundaban la devolución de la vista a los ciegos, la salud de los enfermos y la expulsión de espíritus malignos.

A partir de su santuario angelopolitano, la devoción se extendió hacia el norte de la Nueva España, como una imagen de avanzada en las fronteras. A partir de 1747 estuvo presente en el Colegio de Propaganda Fide de Guadalupe, Zacatecas. En dicho templo franciscano le fue labrado un retablo y la imagen fue nombrada “patrona” de sus misiones. Acerca de ello, relata el cronista José Antonio de Alcocer: “Llevan consigo los Misioneros una hermosa imagen de María Santísima del título del Refugio de los Pecadores, pintada en un lienzo de enrollar, para que la Madre de Dios, a quien ofrecen sus fatigas, los socorra con su soberana protección y alcance de su Hijo Santísimo la conversión de los pecadores que ellos solicitan”.
Hacia el septentrión novohispano, la imagen fue conocida hasta la Alta California; hacia el sur, en los altares de la Catedral de Guatemala. En muchos de esos sitios, la iconografía y la devoción permaneció viva hasta finales del siglo XIX, e incluso hasta la actualidad. Aunque, hoy en día, no mucha gente sea capaz de identificarla y desconozca su historia, en honor de la Virgen del Refugio muchos hombres y mujeres recibieron su nombre propio algunas décadas atrás.

ver imagen en:www.arts-history.mx.
SERGIO CHAVEZ
 
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