Festividad Mariana que celebramos hoy

Con este curso, se pretende realizar un viaje virtual por los santuarios marianos más importantes del catolicismo en base a un itinerario espiritual caracterizado por la devoción a María, así como conocer los diversos aspectos culturales, tradicionales y religiosos de la devoción a la Virgen.

Fecha de inicio del curso: 2 de enero de 2012

Fecha de finalización del curso: 2 de abril de 2012

Periodicidad de envió de las lecciones: semanal

Moderadores: Catholic.net, Gustavo d Apice, Ignacio S, hini, Moderadores Animadores

Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor J Julio Villarreal M » Vie Mar 16, 2012 1:30 am

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16 de marzo.

“Virgen de Copacabana de Punta Corral”, Jujuy, Argentina.

Imagen


“Virgen de Copacabana de Punta Corral”.

En el año 1835 Don Pablo Méndez tuvo la aparición de una señora vestida de blanco, de cabellera reluciente que le recomendaba que al otro día volviera a buscarla.
Al otro día volvió y sobre las piedras halló otra “piedrita” extraña, blanca y pequeña que le recordaba las formas de algunas imágenes que había visto en las estampas, sobre todo de la Virgen de Copacabana, tan conocida y venerada en el Altiplano. Estaban patentes la cabeza con su corona, su manto cónico, algo modelada la figura del Niño.


La devoción de la Virgen de Copacabana de Punta Corral tiene más de siglo y medio de historia, remontándonos hacia el primer tercio del siglo XIX. Desde aquellos días, las honras a Nuestra Madre María en la Advocación de la Virgen de Copacabana de Punta Corral se efectúan cada año en coincidencia con el inicio de la máxima festividad cristiana, la Semana Santa, más precisamente, para el “Domingo de Ramos” y el “Miércoles Santo”.

Punta Corral se halla ubicado en el departamento de Tumbaya a una distancia de 45 Km. al norte de San Salvador de Jujuy en las serranías homónimas, al este del pueblo de Tumbaya, a 3.860 metros de altura sobre el nivel del mar, es un lugar ventoso pero mágico, con un clima frío, sobre todo en las noches, pero cargado de fe.

Antes de Semana Santa, la comunidad cristiana de la Provincia de Jujuy, provincias vecinas y de Bolivia, en especial, moradores de las localidades de toda la Quebrada de Humahuaca, se trasladan hacia Tumbaya y Tilcara, para de allí peregrinar hacia el Santuario erigido en el Abra de Punta Corral, sito en el departamento de Tumbaya.

La imagen de la Virgen de Copacabana de Punta Corral, tiene sus orígenes y por ello una gran similitud a la imagen venerada en Copacabana, República de Bolivia, en la bahía del Lago Titicaca. De allí podríamos afirmar que deviene en gran medida la denominación que intenta conjugar el nombre de los ambos lugares: El primero ubica el inicio de la devoción en Copacabana a comienzos del siglo XVI cuando el Jefe Inca Tito Yupanqui le ofreciera votos a la Virgen en aquella localidad, para poder sobrellevar la calamidad agrícola que azotaba por esos días.

El segundo se corresponde con la aparición de la Virgen en el Abra de Punta Corral, dentro la Estancia Vieja, cuando don Pablo Méndez (campesino del lugar), protegiéndose de la inclemecias climáticas se refugiaba en ese paraje en el mes de julio de 1835. Son dos las imágenes de la Virgen de Copacabana de Punta Corral que se veneran en la Quebrada de Humahuaca: una de ellas desciende durante el Domingo de Ramos a Tumbaya y la otra el Miércoles Santo a Tilcara.

HISTORIA: Según datos aportados por el esclavo ya fallecido Don Alberto Méndez, sacados de un cuaderno que dejaron anteriores esclavos, cuenta que fue el primero, Don Pablo Méndez, seguido por su cuñado Don Roque Jacinto Torres. En el año 1835, por el mes de julio, cerca de la Fiesta de San Santiago, en los pastizales del Abra de Estancia Vieja, a Don Pablo Méndez, que se encontraba pastando sus vaquitas se le apareció una señora vestida de blanco, de cabellera reluciente que le habló con afable majestad preguntándole qué hacía. Maravillado y como quien conversa consigo mismo le contesta.

Antes de que la aparición se diluyera, oyó que le recomendaba que al otro día volviera a buscarla. Don Pablo quedó atónito, se restregó los ojos, se encontraba perplejo y solo atinó a señalar con piedras el lugar y regresó a su rancho. Reunido con su familia les contó lo ocurrido. Algunos se rieron, otros que se había dormido en vez de cuidar el ganado, que todo había sido un sueño. Don Roque Jacinto Torres, hombre capaz y leído le aconsejó que volviera al día siguiente y así lo hizo. Aunque la señora no apareció, sobre las piedras que había dejado como señal, halló una “piedrita” extraña, blanca y pequeña que le recordaba las formas de algunas imágenes que había visto en las estampas, sobre todo de la Virgen de Copacabana, tan conocida y venerada en el Altiplano.

Estaban patentes la cabeza con su corona, su manto cónico, algo modelada la figura del Niño. Todo quedó aclarado para el alma sencilla de Méndez quien, luego de orar fervientemente regresa llevando consigo la pétrea figura. Pronto la noticia recorrió grandes distancias y fueron muchos los campesinos que llegaron a Punta Corral para orar ante la piedra legendaria. La familia resolvió ir hasta Tumbaya para consultar al sacerdote y este no pudo dejar de reconocer el parecido, oyó interesado el relato que le hizo el pastor y resolvieron que la piedra hallada quedara en la Iglesia.

Se cuenta que a poco andar, la piedra desapareció de la Iglesia y fue Don Pablo Méndez requerido en averiguación del hecho del que nada sabía, quien decide volver al lugar de la maravillosa aparición en donde fue encontrada nuevamente la “piedra”. La Virgen mostraba sin dudas su deseo de permanecer en los ásperos pedregales de Punta Corral.
Para acogerla dignamente Pablo Méndez hizo promesa de esclavitud al culto y con su cuñado Torres y otros fieles levantaron un pequeño oratorio donde se veneró por años la imagen de piedra. Habiendo enfermado don Roque Jacinto Torres, se encomendó junto con los habitantes de la zona a la Virgen, y prometió construir una nueva y digna capilla si sanaba de su dolencia. El milagro se produjo y, luego de su recuperación don Roque comenzó la construcción de la capilla prometida, señalándose su inicio en 1889. Diez años después la obra fue terminada. En 1891 Don Roque viaja rumbo a Potosí para comprar las campanas, la corona de plata y la Media Luna sobre la cual la Reina de los Cielos apoya su Planta.

Miles de devotos peregrinan hacia el Abra de Punta Corral, para luego acompañar a Nuestra Madre María en su bajada hacia Tumbaya como hacia Tilcara, cargando sobre sus hombros la Sagrada Imagen, acompañados por bandas de Sikuris. La procesión se inicia en Punta Corral con las primeras luces del alba y llega al pueblo al caer la tarde. La “Mamita Virgen” como la llaman los lugareños baja acompañada por los fieles y el armónico sonido de los sikus.

La imagen es nocturna, por lo general el sábado ya se aglomeran los peregrinos y hay que formar una extensa fila para poder ingresar y presentar nuestro saludo a la Virgencita, nuestro agradecimiento, nuestro pedido, nuestra promesa, así recibir su gracia, para que año tras año tengamos la fuerza, el valor y la voluntad necesaria para llegar hasta su altar.

LOS CAMINOS PARA PEREGRINAR Las honras a Nuestra Señora de Copacabana, son la expresión de fe más grande de la Quebrada de Humahuaca, y para ascender al Santuario, existen cuatro senderos, tres de los cuales son los más transcurridos; dos de ellos parten desde el departamento de Tumbaya, otro desde la localidad de Maimará y el ubicado más al norte parte desde la ciudad de Tilcara.

Por Tumbaya: Es el ubicado más al sur, si se llega desde San Salvador de Jujuy.
Este asciende desde el pueblo para luego cruzar el Río Grande e ingresar por la profunda quebrada del río que desciende desde Punta Corral. Esta senda se encuentra bien demarcada, pero se debe caminar con precaución debido a que la mayor parte del trayecto se realiza por el empedrado río, cuenta con dos calvarios, el primero ubicado a 3.9 Km. del pueblo y a una altura de 2.371 m.s.n.m., en tanto el segundo está a 9 kilómetros aproximadamente del primero y a 15 Km. de Punta Corral a una altitud de 2.880 metros. La longitud total del trayecto por este camino es de aproximadamente 28 Km. Nivel de Dificultad: Medio-Alto.

Por Tunalito: El Trayecto desde Tunalito hasta el Santuario de Punta Corral, es paisajísticamente espectacular, desde lo alto de las montañas, luego de sortear la famosa espiral, se puede divisar a lo lejos Purmamarca como un pequeño cofrecito adornado por colores, también flanqueante de los cerros, rompe el horizonte la majestuosidad del Chañi, el techo de la Provincia de Jujuy. Son tan sólo 15 kilómetros en donde el estado físico es exigido al máximo, pero es la fe lo que sin dudas hace arribar a los peregrinos a Punta Corral. Nivel de Dificultad: Alto.

Por Tilcara: Este camino hasta el Santuario de Punta Corral, es tal vez el más tranquilo de los tres, en cuanto a cantidad de peregrinos se refiere. El sendero parte cruzando el Río Huasamayo, como si se fuera a la garganta del diablo, pero cruzando el río. Luego se debe ascender bruscamente al cerro, para luego bordearlo, el paisaje es increíble. Este trayecto cuenta con seis calvarios, en el cuarto de estos, Chilcaguada, los lugareños venden algunos alimentos, agua y café. A partir de aquí comienza la famosa cuesta colorada, la cual culmina en el Abra Colorada donde se emplaza el sexto calvario. Desde aquí se debe proseguir en línea recta hasta Punta Corral. Si se desea peregrinar al Santuario del Abra de Punta Corral (3.800 metros de altura) se debe tomar el sendero que sube al cerro ubicado a la izquierda. A este calvario también arriba la huella que proviene desde Maimará. Nivel de Dificultad: Medio-Alto.

La gran diferencia de Tilcara y Tumbaya es que en la Villa Veraniega (Tilcara) la Virgen pertence a la familia de esclavos, Torres, Méndez y demás, la organización está a cargo exclusivamente de ellos y desciende el Miércoles previo a Jueves y Viernes Santo. Participan activamente otras Instituciones pero el protagonismo es de la sucesión Torres – Méndez. En cambio en Tumbaya está a cargo de la Asociación de peregrinos, una Comisión de Devotos y la Asociación de Peregrinos de la Virgen de la parroquia de Tumbaya, juntamente con otras Instituciones.

LAS BANDAS DE SIKURIS Son principales protagonistas de la Peregrinación, con sus sonidos que penetran entre los cerros, algunos se sobreponen, otros con un marcado respeto van acompañado la Imagen. Las Bandas de Sikuris son de distintas procedencia de Ciudad Capital, Barrio Mariano Moreno, Barrio Belgrano, bandas de Palpalá , Purmamarca, Tumbaya, Tunalito, Tilcara, El Aguilar, Punta Corral, Abra Pampa, el Carmen San Pedro, son mas de 40. Y en algunos casos desde otras provincias. Aproximadamente 2.000 sikuris quienes no sólo cargan sus mochilas con sus pertenencias sino también sus instrumentos musicales y rotando los turnos van acompañando, a lo largo del camino se observan los números de rotación, lo que indica los relevos de las Bandas, con suerte una Banda acompañará dos y hasta tres veces la Imagen. Estremece y emociona el sonido de los instrumentos de viento, durante todo el camino, resuenan las cañas y los tamboriles marcando el paso de los peregrinos

Para bajar a la virgen es curioso observar como forman filas las mujeres y hombres para “hombrear” a la Virgen. Estas filas se forman a 200 metros de la Iglesia y ya en horas de la madrugada. Antes se pedía a las mujeres asistir con la cabeza cubierta por un pañuelo y preferentemente con una pollera, los varones con la cabeza descubierta y con pantalones largos, nunca con pantalones cortos ni bermudas. Idéntico respeto se observa en la Iglesia pero para ingresar la cabeza debe estar descubierta y nunca darle la espalda a la imagen de la Virgen.

FIESTA: Los lugareños se organizan para participar de la devoción con mucha antelación preparando sus productos (carnes de cordero y de chivo, papas, chicha, etc.) para comercializar en la fiesta. Los devotos preparan sus “Promesas” entregando a la Virgen una medalla de plata en forma de corazón y de distintos miembros del cuerpo pidiendo a la “Virgencita” para que se les cure alguna enfermedad.

Esta fiesta tiene componentes religiosos que ligan creencias andinas con otro tipo de creencias venidas de Europa. En cada tramo del camino a Punta Corral se puede observar a la orilla de los caminos algunos montículos de piedra llamados “apachetas”, donde el peregrino hace un alto y se inclina agregando otra piedra más, como significando la unión al cansando de los demás. Cuando el caminante pasa al lado de estas apachetas sentirá la unión y la fuerza para continuar el camino después de haber rezado una oración.

La Virgen baja vestida magníficamente (la imagen tiene apenas 35 cm de alto) alhajada y cubierta de flores, con el esclavo al frente, y es conducida a la Iglesia Tilcara o Tumbaya, a donde van llegando los misachicos de toda la quebrada. La fiesta alcanza su epicentro el Sábado de Gloria en que el pueblo, adornadas sus calles con vivos arcos de flores revive emocionado la jornada de la Resurrección, después de haber realizado una procesión nocturna con antorchas para rememorar el Santo Entierro.

La Virgen vuelve a su templo de Punta Corral el 17 de Julio, pero ya el aire no es de fiesta plena sino de dolor porque la Imagen retorna a su lejano templo. Ya desde la víspera se realizan actos para despedir a la Santísima Mamita, como cariñosamente la llaman sus devotos. Después de una breve procesión alrededor de la plaza del pueblo y la despedida oficial del párroco, se inicia el regreso hacia las ocho de la mañana del día 17, con el estandarte al frente, seguido por el esclavo, dos guardias, la Santísima Virgen, otros dos, guardias y más atrás los promeseros.

Los cánticos acompañan la marcha hasta el Abra de Punta Corral. Al atardecer se llega al pueblo, donde la Virgen es recibida por el sacerdote y es depositada en su santuario, a la derecha del altar. Al día siguiente se va en procesión hasta el Abra en que apareció la Virgen, y luego de rezar y dar gracias, se regresa al pueblo. El día 19, después de una comida general, se emprende el regreso a la caída de la tarde.

Festividad el 16 de marzo.


J. J. V. M.
“Virgen de Copacabana de Punta Corral, sana nuestras dolencias”.
J. J. V. M.
"Qué el Espíritu Santo nos ilumine el camino y la Santísima Virgen María nos cubra y proteja con su manto".
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Vie Mar 16, 2012 9:09 am

Desde el año 460 se venera a Nuestra Señora de la Fuente, Constantinopla.

La devoción de la Virgen de Copacabana de Punta Corral tiene más de siglo y medio de historia, remontándonos hacia el primer tercio del siglo XIX. Su veneración en Jujuy, Argentina.

Hoy 16 de marzo su festividad de las dos advocaciones marianas
"No anteponer nada al amor de Dios"

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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor maria vargas » Vie Mar 16, 2012 9:22 am

16 de marzo. Nuestra Señora de la Fuente de Constantinopla.
NUESTRA SEÑORA DEL AGUA
El obispo emérito de la Diócesis de Tenerife Don Damián Iguacen Borau nos sorprende de nuevo con un artículo dedicado a la Virgen María, perteneciente a una serie de folletos en los que reflexiona sobre las diversas advocaciones de la Madre de Dios. Esta vez hemos recibido el escrito titulado “Nuestra Señora del Agua” que lleva como portada el icono ruso “Madre de Dios Fuente de la vida”, ante el que el obispo nos invita a reflexionar y a orar. (Colocamos unos extractos de la reflexión)
Mons. Damián Iguacen Borau, Obispo emérito de la Diócesis Nivariense
1. Estamos ante el icono de la «Madre de Dios, Fuente de la vida». Según una anti­gua tradición, la Virgen María se apareció en las afueras de Constantinopla y señaló una fuente que había hecho brotar, milagrosa, cuyas aguas corrían por el bosque próximo. En el icono vemos un enfermo que bebe esta agua y queda curado ante la admiración del pueblo de Dios que contempla esta escena. Muy pronto se edificó allí un templo dedicado a la Vir­gen María. Algo parecido ocurrió en Lourdes. Es frecuente encontrar ermitas, santuarios, capillas o imágenes de la Virgen María junto a fuentes, ríos, estanques de agua. La devoción popular asocia con toda naturalidad el agua a la Virgen María y hasta la llama «Sellada Fuente pura de gracia y de piedad».
La Virgen María, «Nuestra Señora del Agua» nos invita a pensar en el agua, a agra­decer a Dios el don del agua, a valorarla y a usarla bien. El agua merece una buena acogida y una buena distribución. Y al hablar del agua no podemos olvidar a su Creador. Hoy preo­cupa mucho el problema del agua, a nivel mundial. Hay foros y Exposiciones del agua. Este elemento vital se va haciendo problema, que se intenta resolver «científicamente», «técnica­mente», «políticamente»; todo esto está bien y tiene que ser; pero no es suficiente. Da la impresión como si estuviéramos a la orilla del río; vemos pasar el agua; hablamos del agua; usamos el agua; sin preocuparnos de la fuente; como si no tuviera fuente; como si el agua depen­diera de nosotros; sin preguntar por la fuente; ignorándola, e incluso, queriéndola cegar.
Aquí está la Virgen María, «Nuestra Señora del Agua», «Madre de Dios, Fuente de la Vida». Dios es la Fuente de toda vida. La Virgen María nos lleva, nos enseña la Fuente, el Creador de esa agua que tanto preocupa a científicos, técnicos, políticos y usuarios. No ignoremos la Fuente. Contemos con la Fuente. «Atención los que olvidáis a Dios», eso no es científico. En la inauguración de los monumentales telescopios de Canarias, algunos cien­tíficos extranjeros me dijeron: ¿Y aquí no se hace una oración, un recuerdo, un canto al Creador de estas maravillas que vamos a contemplar con estos magníficos instrumentos? Ofi­cialmente, nada. Pero en nuestros corazones muchos entonamos el salmo 18: «Los cielos pro­claman le gloria de Dios y el firmamento pregona la obra de sus manos». Dios es la Fuente, esa «Fuente escondida, que bien sé yo do tiene su manida, aunque es de noche». Qué lumi­nosa y esclarecedora es la fe, compañera inseparable de la ciencia y el progreso.
2. ¡Agua! ¡Qué maravilla! «Aguas del espacio, bendecid al Señor». San Francisco llama al agua «hermana»: «Y por la hermana agua, preciosa en su candor, que es útil, casta, humilde, ¡loado, mi Señor!». El agua es preciosa y útil, tan útil que sin agua no hay vida. Si el agua desapareciera de la Tierra, desaparecería todo vestigio de vida.
A un maestro de vida cristiana le he oído que hay siete cántaros en el mundo: «el cántaro de agua del seno materno; el cántaro de agua de lluvia; el cántaro de agua del mar; el cántaro de agua de manantial; el cántaro de agua de los ríos; el cántaro de agua de los gri­fos; el cántaro de agua bautismal». Y la liturgia dice: «Y sacaremos con gozo del manantial de la Vida las aguas que dan al hombre la fuerza que resucita».
4. Las nubes descargan sus aguas a veces en forma de tormenta, acompañadas de rayos, relámpagos y truenos, «cuajadas» en granizo y pedrisco, que asola los campos, se pier­den las cosechas y resulta inútil el trabajo y los sudores del labrador. El salmista describe este terrible fenómeno hablando con Dios: «Las nubes descargaban sus aguas, retumbaban los nubarrones, tus saetas zigzagueaban, retumbaba el estruendo de tu trueno, los relámpa­gos deslumbraban el orbe, la Tierra retembló estremecida».

Pero el salmista nos invita a ver la majestad de Dios en la tormenta: «Hijos de los hombres, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor. La voz del Señor sobre las aguas, el Señor en la Gloria ha tronado, el Señor sobre las aguas torrenciales. El Señor se sienta por encima del aguacero, el Señor se sienta como rey eterno. El Señor da fuerza a su pueblo, el Señor bendice a su pueblo con la paz». Que «Nuestra Señora del Agua» nos ayude a descubrir que siempre «el Cielo proclama la gloria del Señor y el firmamento pregona la obra de sus manos; el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra».
5. Tambien hay agua que mana del suelo: las fuentes, los manantiales. Qué maravi­lla una fuente, un manantial. «Manantiales, bendecid al Señor». Hay fuentes naturales, que siem­pre manan, unas veces a borbotones, como saltando el agua, a veces silenciosamente o con un rumor como de oración. Todo manantial tiene una belleza y encierra como un misterio. Qué bien se está junto a una fuente, cuánto se aprende junto a un manatial. A veces, la fuente está escondida y cuesta encontrarla.

Pensemos de qué serviría el agua de la fuente si estuviera corrompida, si no fuera potable, ¿beberíamos de ella? Nos está diciendo: «Conserva tu corazón limpio, como el agua cristalina de la fuente, como estas aguas cristalinas del arroyo, y así, como ellas, podrás tú reflejar en tu vida las estrellas del cielo y las flores de la Tierra. Dice el salmista: «Cuántas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría y amor. De los manantiales sacas los ríos para que fluyan entre los montes; en ellos beben las fieras del campo; junto a ellas habi­tan las aves del cielo y entre las frondas se oye su canto. Desde tu morada, Señor, riegas los montes y la tierra se sacia de tu acción fecunda». Y el poeta místico comenta: «Y, como codi­ciosa, por ver y acrecentar su hermosura, desde la cumbre airosa, una fontana pura hasta lle­gar corriendo se apresura.Y luego, sosegada, el paso entre los árboles torciendo, al suelo de pasada, de verdura vistiendo, y con diversas flores va esparciendo».
Dios no es «fuente intermitente»; pero, sí es «fuente escondida». Es fuente perma­nente, pero escondida; no lo veo, pero está. Cuántas veces en las negativas es cuando está más cerca de nosotros. Nos pide actitudes de «niño», de hijo que se fía enteramente de su padre. Verdaderamente es un Dios escondido. «Aquella eterna fuente está escondida, que bien sé ye do tiene su manida, aunque es de noche». Dios nos pone a prueba, porque nos ama, para aquilatar nuestro amor; parece que se va, que no nos quiere, como si no estuviera; eso «dice el necio en su corazón: no hay Dios» pero, no es verdad. «En esta oscura noche de esta vida, que bien sé yo la fonte frida, aunque es de noche». Dios siempre está con noso­tros. Qué hermoso el «cantar del alma que se huelga de conocer a Dios por fe». El «Geiser» es una fuente intermitente que lanza al aire con fuerza un surtidor de agua caliente, una espe­cie de volcán acuoso. Qué símbolo tan expresivo del Corazón de Dios Amor, fuente de amor, que brota con fuerza sobre cada uno de nosotros, para calentar nuestro frío corazón.
7. Hay fuentes artísticas y fuentes monumentales. En ellas el agua salta y hace cabrio­las, se eleva y sube como una palmera, dibuja figuras geométricas y encajes luminosos de agua transparente de varios colores. Son como la versión doméstica del «agua en movi­miento». Que no sean sólo un monumento. Nos recuerdan las palabras de Jesús junto al pozo de Jacob: «El agua que yo le daré se hará en él una fuente que salta hasta la vida eterna». Esta agua viva que salta hasta la vida eterna es la gracia santificarte. Al escuchar el rumor de estas aguas entremos en nosotros mismos: «Siento en mi interior la voz de un agua viva que me dice: Ven al Padre».


Hay pozos de agua. Y cisternas y depósitos de agua. El pozo tiene una larga historia en la vida de la humanidad, en la historia de la divina revelación y en la tradición de la Igle­sia. También Jesús esperó junto a un pozo a que alguien le sacara agua para apagar su sed. Cada persona es un pozo. A cada persona el Señor viene a pedir agua: «Dame de beber». El pozo es también un símbolo. Sacar agua del pozo es toda una liturgia, exige un esfuerzo mayor que ir a la fuente. Un pozo agrietado no puede retener el agua. «Me han abandonado a mí, fuente de agua viva, y se han fabricado cisternas, pozos agrietados, que no pueden rete­ner el agua», dice el Señor.
El pozo también encierra peligros; ante él hay que tomar precauciones. Qué paradoja: ir a por agua al pozo y morir ahogado. En la vida hay muchos peligros, podemos caer en algún pozo. «Vigilad y orad, para no caer en la tentación», dice el Señor. Muchos, por falta de vigilancia, de prudencia, por demasiada confianza en sí mismos, «fueron a por lana, y salieron trasquilados». Se dan muchos casos de «el alguacil, alguacilado». Se dan también muchos casos de personas que dan la impresión que están caídas en un pozo profundo y no hacen más que dar vueltas por el fondo del pozo. De un pozo no se sale dando vueltas, sino subiendo. «Levantemos el corazón», nos dice la Iglesia en la liturgia de la misa. «Lo tenemos levan­tado hacia el Señor» Que sea verdad.
8. El mar. Hay agua de mar. «Mares, bendecid al Señor». Los mares son grandes masas de agua salada, de color azul, como el cielo. Cielos y mares, de color azul ambos, parecidas realidades, paralelas, creadas por el mismo Señor: «suyo es el mar, porque El lo hizo», en él «bullen cetáceos y peces». El mar nos habla de inmensidad, de la inmensidad de Dios. «¿Quién ha medido a puñados el mar?». Se asoma San Pablo al misterio de Dios y exclama: «¡Oh abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos!». Nosotros somos un puntito infi­nitesimal que admiramos su inmensidad, efímera flor de un día, fugaces y transitorios como la espuma que deja el barco al pasar.

Estamos rodeados de mares. Los mares bañan las costas de todas las islas, y de todos los continentes. El mar es un gran medio de comunicación para hermanar a todos los hom­bres. Basta con salir de las aguas propias para tener el camino abierto y poder visitar a los hermanos. Aprendamos a convertir los obstáculos en medios para el encuentro. El mar se atraviesa remando, navegando. Aquí hay una invitación al esfuerzo personal.
El mar tiene peligros y los que andan por él han de ser expertos. Nos enseña a ser prudentes.
9. Los ríos. Hay agua de ríos. «Ríos, bendecid al Señor». «El alumbró manantiales y torrentes; El secó ríos inagotables». El profeta, emocionado, dice: «me mostró un río». Qué maravilla son los ríos. Y cuántas cosas podemos aprender de ellos. El agua que discurre ante nuestros ojos nos recuerda la fugacidad de las cosas y lo transitoria que es muestra vida. «Nuestras vidas son los ríos que van a dar en el mar, que es el morir». A la orilla del río vemos con qué rapidez va pasando lo que lleva el río flotando. «Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando, cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando: Se viene la muerte, pero nuestra vida no termina, se transforma. El mar es el fin del río; pero la muerte no es el fin de la vida, sino el comienzo de la vida eterna. «Se acabaron la lucha y el camino, y, dejando el vestido corruptible, revistióme mi Dios de incorruptible». La muerte no nos sumerge en el «absoluto anónimo»; la muerte nos lleva a Dios, que es la Vida. A El hemos de rendir cuentas de nuestra vida aquí. Pasemos esta vida haciendo el bien.

El agua del río está de paso, pero pasa haciendo el bien: «la tierra se sacia de su acción fecunda». Sólo hace daño cuando se desborda. Bien canalizada, se transforma tam­bién en energía eléctrica; al mover las turbinas de las centrales escalonadas a lo largo de su curso y apenas perceptibles. Qué energía sobrenatural puede producir, cuánto bien hace al mundo la «vida escondida con Cristo en Dios» de tantos hombres y mujeres consagrados al Señor.

El río es, también, un medio de transporte y lo ha sido a lo largo de la historia. No sólo transporta las cosas que lleva flotando, sino que se transporta a él mismo, sigue siendo él mismo hasta la desembocadura. El río es tradición, un precioso símbolo de la Tradición. La sagrada Escritura y la Tradición son las dos fuentes de la revelación divina. Tradición no es una mera sucesión de cosas, que se puede interrumpir y luego seguir. La Tradición, si se interrumpe, ya no es tradición. El río, si se para, ya no es río, es agua estancada. La Iglesia es toda tradición, fidelidad a Dios a través de los siglos.
10. También hay arroyos, riachuelos, torrentes , que son pequeñas corrientes de agua, que tienen su misión. El torrente es una corriente de agua impetuosa y poco duradera, que suele producirse como consecuencia de grandes lluvias, aguaceros o rápidos deshielos. Los arro­yos, los riachuelos, suelen nacer en primavera, cuando el sol reblandece la nieve. Qué alta y qué bella es la cuna de los arroyos, cuna de nieve y de sol. Se deslizan suavemente por las laderas, al principio lentamente, silenciosamente, van recibiendo otras aguas, crece su caudal, el agua juguetona salta y canta, va encontrando nuevas cosas y acaba en un río al que acrece o en un embalse o pantano; sus aguas, conducidas por galerías y tubos, mueven turbinas gigantescas que producen electricidad. «Aquel líquido limpio y fluido del valle que sacrificó su trayectoria natural se ha convertido en fluido sutil que da luz, calor, movimiento, y sostiene la vida del mundo». Precioso símbolo de la vida escondida, ofrecida al Señor.
«Vi un torrente de agua que brotaba del lado derecho del Templo y todos aquellos a los que llegaba esta agua quedaban salvados». Esta visión profética de Ezequiel se cumple en Jesucristo. La Sangre de Cristo, derramada en la Cruz, alcanza a todos los siglos de la historia; se derrama por todas las latitudes; fructifica en todas las edades de la vida humana; penetra en todos los niveles y categorías sociales; hermana a todos los hombres y los hace iguales ante Dios; es como un riego que hace germinar toda clase de virtudes y carismas. Qué alegría: «En el camino beberá del torrente, por eso levantará la cabeza».
Aquellos cuatro ríos del Paraíso se representan en la iconografía cristiana cayendo de una montaña sobre la que está el Cordero degollado, y simbolizan los cuatro Evangelios, que llevan el agua de la doctrina y de la salvación. Para el evangelista San Juan los ríos de agua viva que brotarán del seno de Jesús y de las creyentes simbolizan, con su fértil virtua­lidad, al Espíritu Santo que habían de recibir los cristianos.
El Apocalipsis describe la Jerusalén del cielo y pone en ella un río de agua de vida, clara como el cristal, que sale del trono de Dios y del Cordero, y corre por las calles de la ciudad. A un lado y a otro del río hay árboles plantados, árboles de vida, que dan doce fru­tos al año y sus hojas son saludables para las naciones. Se trata de un mundo, de una huma­nidad que ha alcanzado por fin la plenitud anunciada y presagiada en el Génesis. Ya no habrá nada maldito. Todas estas imágenes sirven para expresar la dicha de los moradores del cielo, que gozan de vida eterna. Entonces sí que la vida y la luz y la bendición y el reino glorioso serán una realidad eterna.

Las nubes aparecen en la historia de la revelación, en la vida de la Iglesia y en la vida de cada uno de nosotros. Dios habla desde la nube. La nube señala su presencia al mismo tiempo que la oculta. Las nubes son signo de apoteosis y epifanías. A través de la nube se percibe la presencia del Señor, pero esa misma nube vela su rostro: está ahí, pero invisible. La marcha del Pueblo de Dios por el desierto continúa para nosotros. Dios está aquí. El Señor está realmente presente, con nosotros, está presente en la sagrada Eucaristía, pero oculto en la nube de las especies sacramentales. Nuestro camino es un caminar en la fe, que «suple las deficiencias de nuestros sentidos». No lo veo, pero está. Un profundo sentimiento de intimi­dad y de trascendencia.

Hay muchas nubes en nuestro caminar por la vida. Con estas nubes Dios no nos quiere despistar. Dios no es algo nebuloso, anónimo, inasequible, inasible, un ideal huidizo, inac­cesible, una abstracción. Dios es Amor. «La Iglesia enseña que el Dios único y verdadero, nuestro Creador y Señor, puede ser conocido con certeza por sus obras, gracias a la luz natu­ral de le razón humana». «Dispuso Dios en su bondad y sabiduría revelarse a sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad, mediante el cual, los hombres, por medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espíritu y se hacen consortes de la naturaleza divina». Pastor de nuestras almas, busca a sus ovejas perdidas, no se hace buscar, El viene a nosotros. Lo nuestro es acogerlo.
12. La Virgen María, Nuestra Señora del Agua, es invocada por la Iglesia también como «Vaso». El agua y el vaso están muy relacionados. Vaso, así, en general, es un reci­piente, de cualquier materia y forma, apto para recibir y retener cosas y sobre todo líquidos. Según la Sagrada Escritura las personas somos «vasos» destinados por Dios para llevar el bien, para «dar de beber al sediento». Las personas que así lo hacen son «vasos de elección». Los injustos y fraudulentos se llaman «vasos pésimos». Pero, todos somos «vasos de barro», frágiles, que nos rompemos fácilmente, y tenemos que andar con cuidado. «No echéis en saco roto la gracia de Dios», nos dice el Apóstol.
Hemos de ser «vasos preciosos». Los vasos son preciosos o por la materia y forma artística que tienen, o por lo que contienen, por el uso que se hace de ellos, o por la utili­dad que nos reportan. El cristiano es un vaso de elección destinado por Dios a llevar el Evan­gelio por todas partes, a colaborar con el Señor en la obra de la redención del mundo. Gran­des tesoros ha depositado el Señor en nosotros. No seamos vasos rotos, que derraman el agua. ¿Para qué sirve el agua derramada? El vaso recibe, retiene y da a beber el agua que guarda. Sea de la materia, que sea, qué maravilla el cántaro, el botijo, la cantimplora, la botella, la redoma, siempre a punto para que beba el sediento. La materia y la forma artística son valo­res añadidos, valores que sirven de muy poco para uno que se acerca a ellos a beber y no contienen agua. No nos quedemos para nosotros mismos los dones que el Señor nos ha dado; en el darnos a los demás con amor encontraremos una gran felicidad.
El agua merece un gran respeto. Tiene sus leyes; cuando no se respetan, el agua, que es una bendición, se vuelve castigo; es vital, pero también letal; es refrescante y clara, pero se puede envenenar; da vida, pero también ahoga. No abusemos ni maltratemos ni desperdi­ciemos el agua. No malgastemos los dones de Dios, no juguemos con la vida. Con agua enja­bonada se suele hacer burbujas y pompas que, «cuando de lejos se miran / cautivan el cora­zón /, mas, se ve que nada son / cuando al tocarlas espiran» El agua hecha granizo, en el suelo parece una perla preciosa; pero, al tocarlo, se disuelve en agua. Cuántas locas ilusio­nes son un «pedrisco» para el espíritu. Y «cuántos, por lavar quizás / las manchas de su con­ciencia, / empañan con insolencia / el honor de los demás». Seamos vasos de elección, por­tadores de la Buena Noticia.
En la Letanía Lauretana tres veces llamamos a la Virgen María «Vaso»: Vaso espiri­tual, Vaso venerable, Vaso insigne de devoción». Y lo hacemos con toda razón. Ella es Vaso que contiene el maná que nos alimenta, y encierra en sí toda delicia. Ella es Vaso lleno del Amor encarnado en su seno purísimo, Jesucristo, Fuente de agua viva, alimento sobrenatu­ral. Ella es «Copa de salvación», «Arca de la Nueva Alianza», Sagrario y Custodia viviente, Templo de la Santa Trinidad, Vaso insigne, Virgen acogedora, que nos enseña y ayuda a ser nosotros también acogedores, vasos llenos de agua, para saciar la sed de Jesús y la de todos los «sedientos». «La Fuente sellada que brotó del Edén es la Santa Madre de Dios». «Salve, Fuente de vida y salud. Salve, Fuente que lavas las almas. Salve, oh Copa que derrama ale­gría. Salve, oh Santa Madre de Dios, Fuente de la vida».
Nuestra Señora del Agua, ruega por nosotros.

Mons. Damián Iguacen Borau

Diversas variantes de la advocación «Nuestra Señora del Agua».

Nuestra Señora de las Aguas.

Nuestra Señora de dos Aguas.

Nuestra Señora de entre Aguas.

Nuestra Señora de Entrambasaguas.

Nuestra Señora de Aguas Santas.

Nuestra Señora de Aguas Vivas.

Nuestra Señora de Bañales.

Nuestra Señora de los Baños.

Nuestra Señora de la Barca.

Nuestra Señora de Buenafuente.

Nuestra Señora de los Canales.

Nuestra Señora de la Cisterna.
Nuestra Señora Copa que vierta alegría.
Tambien encontre esta celebracion
NANMATIAL DE VIDA, TURQUIA ( VIERNES SIGUIENTE A PASCUA)
El Manantial de Vida es a la vez la fiesta de una iglesia histórica en Constantinopla y de un icono de la Madre de Dios (Virgen María), que es venerado por la Iglesia Ortodoxa Oriental y las Iglesias orientales católicas que siguen el rito bizantino. Fuera de la ciudad imperial de Constantinopla, cerca de la Puerta de Oro (Porta Aurea) se solía encontrar un bosque de árboles. Allí hay un santuario que desde los primeros tiempos se había dedicado a la Virgen y una fuente de agua milagrosa. ...CONTIENE VIDEOS... ...VER VIDEOS... LA LEYENDA La tradición que rodea la fiesta se refiere a un soldado llamado Leo Marcellus, que más tarde se convertiría en el emperador bizantino León I. El 4 de abril de 450 cuando Leo estaba pasando por el bosque, se encontró con un ciego que se había perdido. Leo se apiadó de él, lo llevó a la vía, lo sentó a la sombra y se puso a buscar agua para dar al hombre sediento. Leo escuchó una voz que le decía, "No se moleste, Leo, en buscar agua en otros lugares, está aquí!" Mirando alrededor, no podía ver a nadie, y tampoco podía ver nada de agua. Entonces oyó la voz de nuevo, "Leo, emperador ve al bosque, tome del agua que encontrará y déle al hombre sediento. Luego tome barro y póngalo en los ojos del ciego. ... Y construya una iglesia aquí ... que todos los que vengan aquí encontrarán respuestas a sus peticiones ". “Entonces usted sabrá quién soy, quién es el que durante tanto tiempo ha bendecido este sitio. Pronto le ayudaré a erigir aquí una iglesia que llevará mi nombre, y todos los que vengan aquí con fe en Mi nombre tendrán respuesta a sus plegarias, y serán completamente curados de sus enfermedades.” Leo hizo lo que le dijo, y cuando los ojos del ciego fueron ungidos recobró la vista. El ciego sin una guía, entró en Constantinopla, glorificando la gracia de la Madre de Dios. Esto ocurrió durante el reinado del emperador Marciano (391-457). El Emperador Marciano fue sucedido por León Marcellus (457-473). Se acordó de la aparición de la Virgen, y ordenó que la fuente sea limpiada del fango; terraplenes fueron construidos para aislar la corriente que brotaba de los otros manantiales cercanos, y el agua fue confinada en una piscina circular grande de piedra, por encima de la cual se construyó una iglesia dedicada a la Madre de Dios. El emperador León llamó a este manantial, el "Manantial de Vida", porque fue revelado por la gracia milagrosa de la Virgen. Cien años después de Marciano, reinó el emperador Justiniano el Grande (527-565), un hombre muy dedicado a la fe ortodoxa. Durante mucho tiempo sufrió de edema, al no encontrar la ayuda de los médicos, ya se consideraba condenado a muerte. Una noche oyó una voz que decía: "Tú, oh rey, no puedes volver a la salud a menos que bebas de mi manantial." El rey no sabía de que manantial hablaba la voz, y cayó en la desesperación. Luego, durante el día, la Virgen se le apareció y le dijo: "Levántate, oh rey, ve a Mi manantial, y bebe de el, y serás saludable, como lo eras antes." El enfermo actuando conforme a la voluntad de la Señora encontró el manantial, bebió de su agua, y pronto recuperó la salud. Cerca de la iglesia construida por Leo, el emperador agradecido erigió una nueva iglesia magnífica, donde más tarde se fundó un monasterio populoso Es imposible contar todos los milagros que se derivaron del manantial de vida y llevando gracias a los reyes, a los patriarcas, así como a la gente común. El poder de la gracia actúa el día de hoy a través del agua del manantial. Ese poder es experimentado personalmente no sólo por los ortodoxos, sino también por los católicos, armenios, e incluso por los turcos. LA IGLESIA Después de que él se convirtió en emperador, León construyó una iglesia dedicada a la Virgen del Manantial de Vida sobre el lugar donde se ubicaba la fuente. Después de la Caída de Constantinopla en 1453, la iglesia fue derribada por los turcos, y las piedras utilizadas para construir una mezquita del sultán Bayacid. Sólo una pequeña capilla se mantuvo en el sitio de la iglesia. Veinte y cinco escalones conducían hasta la capilla, que tenía una ventana en el techo para dejar que la luz entrara y estaba rodeado de una barandilla. El sitio de la iglesia fue cubierto con tierra y piedra triturada, de manera que los cimientos de la iglesia desaparecieron de la vista. Los hermosos alrededores se convirtieron en un cementerio musulmán. Un centinela turco, situado en las ruinas de la iglesia, prohibía a los cristianos no sólo reunirse en el lugar, sino incluso a acercarse allí. Poco a poco, el rigor de esta prohibición fue cesando y a los cristianos se les permitió construir una pequeña iglesia allí. Sin embargo, en 1821, como resultado de la revolución griega, fue destruida también, y la propia fuente tapada y enterrada bajo los escombros. Una vez más los cristianos limpiaron las ruinas, abrieron de nuevo la fuente, y una vez más el agua corrió en ella. Más tarde, entre las piezas rotas en una de las ventanas se encontró, ya medio podrido por el tiempo y la humedad, un panel en el que se registraron diez milagros que se produjeron por manantial de vida durante el período 1824-1829. En 1833, el sultán otomano reformista Mahmud II dio permiso a los cristianos de reconstruir la iglesia. Cuando los cimientos de la iglesia original fueron descubiertos en el curso de la construcción, el Sultán emitió un segundo edicto permitiendo no sólo la reconstrucción de la capilla, sin de una gran iglesia de acuerdo a las dimensiones originales. La construcción fue terminada el 30 de diciembre de 1834, y el Patriarca ecuménico, Constantino II consagró la iglesia el 2 de febrero de 1835, con gran pompa, el Patriarca celebrando con 20 obispos y un enorme despliegue de fieles la dedicó a la Santísima Madre de Dios. Muy cerca se construyó un hospital y la casa de limosnas. Incluso los musulmanes hablaban con gran respeto del Manantial de Vida y de la Virgen, que a través de él derrama su gracia. "Grande Santa María entre las mujeres", es como se refieren a la Santísima Virgen. El agua del Manantial de Vida ellos le llaman el "agua de Santa María". El 6 de septiembre de 1955, la iglesia fue destruida de nuevo por los musulmanes durante un motín. Otra pequeña capilla fue reconstruida en el sitio, pero la iglesia aún no ha sido restaurada a su tamaño anterior. La fuente aún fluye hasta nuestros días y es considerada por los fieles porque tiene propiedades milagrosas. FIESTA La fiesta se celebra el Viernes Brillante, es decir, el viernes siguiente a Pascua (Semana Santa). Es la única fiesta que se puede celebrar durante la Semana de Pascua, todas las otras conmemoraciones que tienen lugar durante este tiempo suelen ser transferidas a otro día. Los himnos y oraciones de la fiesta se combinan con los himnos pascuales, y con frecuencia se realiza una Bendición de las Aguas después de la Divina Liturgia del Viernes Brillante. Hay también una conmemoración del icono de la Madre de Dios, Manantial de Vida, observada el 4 de abril (para las iglesias que siguen el tradicional calendario juliano, 4 de abril en la actualidad cae el 17 de abril del moderno calendario gregoriano). EL ICONO Este icono tiene una apariencia maravillosa y reconfortante. Representado es un cáliz de piedra enorme, de pie en un depósito ancho, lleno de agua. El depósito lleno de agua de la vida escucha a los que tienen sed. La imagen del icono incluye a la Virgen María con su hijo parado dentro de un cáliz de piedra que presumiblemente representa el agua viva que es Cristo. Esta "agua viva" está contenida en la cruz que todos los que le siguen deben llevar como El lo hizo. En la Iglesia primitiva, la pila bautismal era en realidad en forma de una cruz, como la cruz de este icono y los cristianos entraban en la base de la cruz y salían por la parte superior, y luego volvían a entrar por la izquierda de la cruz y salían por la derecha de la cruz, entonces el sacerdote, que estaba de pie en medio de la cruz / pila bautismal, les daba la comunión.
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor maria vargas » Vie Mar 16, 2012 9:30 am

Aqui encontre una imagen del icono
[img][IMG=http://img208.imageshack.us/img208/8682/aguax.jpg][/img][/img]
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor BlancaElena » Vie Mar 16, 2012 11:20 am

maria vargas escribió:Aqui encontre una imagen del icono
[img][IMG=http://img208.imageshack.us/img208/8682/aguax.jpg][/img][/img]


Imagen

Maria, con gusto subo la imagen que nos deseas compartir.
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor maria vargas » Vie Mar 16, 2012 12:49 pm

Mil gracias. Algun día voy a descular como se insertan las imagenes, pero a veces es mejor que no me salgan las cosas para encontrar gente solidaria. Gracias y saludos
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor Pachelli 1991 » Sab Mar 17, 2012 12:57 pm

FESTIVIDAD MARIANA QUE CELEBRAMOS HOY.

A PARTIR DE 1697, EL 17 DE MARZO SE FESTEJA A Nuestra Señora de Irlanda

El Oficio de Nuestra Señora es instituido por S.S. el Papa Urbano II en 1095.
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor isadelscj » Dom Mar 18, 2012 4:49 am

Si bien la festividad de NUESTRA SEÑORA DE LOS DESAMPARADOS, Valencia, España, tiene lugar el Segundo Domingo de Mayo, los días 17 y 18 de marzo tiene lugar la Ofrenda de Flores, en el que participarán unas 100.000 personas, confeccionando un manto para la "Geperudeta" (como se conoce popular y cariñosamente a la Patrona de Valencia) de unos 60.000 ramos de flores.

Para mayor información, acudir a la web de la Archidiócesis de Valencia:

http://www.archivalencia.org/contenido. ... 37&id=6627

Salve, Verge dels Desemparats;
Salve, sempre adorada Patrona;
Salve, Mare del bons valencians.
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor J Julio Villarreal M » Dom Mar 18, 2012 10:13 am

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“Nuestra Señora de la Misericordia de Savona”, Italia.

Imagen

“Nuestra Señora de la Misericordia de Savona”

En 1536 la Madre de Dios se le apareció a Antonio Botta, humilde labriego de la Liguria, para pedirle que en ese lugar le edificase una capilla desde la cual irradiaría su mensaje de amor y piedad.
El santuario dedicado a Nuestra Señora de la Misericordia, tiene una cripta envuelve el lugar de las apariciones y donde, sobre la misma piedra desde la que habló Nuestra Señora, se encuentra una bella imagen de mármol blanco.


Ver enlace de la sesión 11. Actividad virtual….martes 15 de marzo 10:20am.

viewtopic.php?f=251&t=20809&p=373976#p373836


Festividad el 18 de marzo.


J. J. V. M.
“Nuestra Señora de la Misericordia de Savona, llénanos de tu amor y piedad”.
J. J. V. M.
"Qué el Espíritu Santo nos ilumine el camino y la Santísima Virgen María nos cubra y proteja con su manto".
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor J Julio Villarreal M » Dom Mar 18, 2012 10:18 am

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Hoy se festeja a:
1.- “Nuestra Señora de la Misericordia de Savona”, Italia
2.- “Reina de la Paz de Canals”, Córdoba, Argentina
3.- “Nuestra Señora de la Misericordia de Ajaccio”, Córcega, Francia



“Reina de la Paz de Canals”, Córdoba, Argentina



Imagen


“Reina de la Paz de Canals”


En Canals, ciudad de Córdoba, Argentina, una imagen de Reina de la Paz de Medjugorje llora en repetidas oportunidades en el año 2005, comenzando el 18 de marzo de 2005, en la Parroquia La Anunciación y Santo Cristo, hecho que es apreciado por numerosos fieles.

En Cordoba, Argentina, se produce otro milagro en nuestros tiempos. Una vez más, es la Virgen la que derrama lágrimas ante sus hijos sorprendidos.
Como dijo Jesús, si los hombres callan Su Palabra o a Sus mensajeros, El hará hablar a las piedras. Y son las imágenes de piedra, en este caso de Su Madre, las que nos hablan.
Nos hablan del dolor de Dios, que nos ve perdernos en la noche de este tiempo sin fe, sin amor, sin búsqueda de la verdad.

Una imagen de la Virgen como Ella se nos aparece actualmente en Medjugorje, la Reina de la Paz, es el instrumento. Un buen sacerdote, sencillo y lleno de fe, el testigo principal. Y la sorprendida gente de Canals, en Córdoba, el rebaño enamorado de nuestra hermosa Madre que nos da su testimonio. Escuchemos el relato de los hechos. Canals es una localidad y estación de ferrocarril del departamento Unión, en el sur de la provincia de Córdoba, Argentina.

El siguiente es el relato del Padre Daniel Palazesi de la Parroquia La Anunciación y Santo Cristo, Diócesis Villa de la Concepción del Río IV 2650 Canals – Provincia de Córdoba – Argentina

MARÍA REINA DE LA PAZ LLORA ANTE NOSOTROS La imagen objeto de estos hechos tan maravillosos, comprada junto con la imagen de la Virgen de Luján en Buenos Aires al Señor Pablo Depetris, es de origen italiano. Habiéndose decidido ya construir un templete y entronizar la imagen de Ntra. Sra. de Luján en el ingreso al pueblo, se acerca a la parroquia una persona con la intención de donar la imagen de María Reina de la Paz (Medjugorge). De allí la decisión de buscar otro lugar y construir otro templete. Ambas imágenes llegaron a la parroquia en agosto de 2004.

Faltando aún algún detalle de terminación del templete, se llevó la imagen el 15 de marzo de 2005, martes de la quinta semana de cuaresma.
Cabe mencionar que había ya un grupo de personas esperando la llegada, y que también fue llamativo la cantidad de personas que preguntaban: ¿Cuándo traen a la Virgen?

EL HECHO: El viernes 18 de marzo de 2005 (Santa María junto a la Cruz), apenas pasadas las diez de la mañana, al pasar por el templete me bajo para hacer una oración. En ese momento se retiraba una persona, otra que pasaba en moto, se detiene y me dice: “¡Padre, van a tener que ponerle una goma, fíjese que le entra agua!”.
Ya había notado yo la aparición de dos gotas opacas, aparentemente de líquido. Debo decir que descarté totalmente la posibilidad de que hubiera entrado agua, más bien pensé en la transpiración de la imagen por efecto del sol. Sin saber el origen, telefónicamente solicité a un colaborador, que poseía la llave del templete, que fuera a secar esas gotitas. Las gotas se habían formado en el labio superior y la otra en el mentón. Recibí la respuesta de que iría al mediodía.

Ya cerca de las seis de la tarde, me llama una persona diciéndome que su nieta acababa de manifestarle que al salir de la escuela pasó por el templete de la Virgen y le vio los ojos llorosos y que tenía dos gotitas. Al comunicarme nuevamente con el encargado de ir a secar la imagen, me manifiesta que las gotitas no salen, es algo duro, como si fueran parte de la misma imagen.

LAS LÁGRIMAS DE LA VIRGEN: El día 24 de marzo, Jueves Santo, en un momento me levanto del confesionario y suena el teléfono, me dicen: “¡Padre, venga a ver, la Virgen está llorando!”. El fenómeno volvió a repetirse el Viernes Santo y el Sábado, pero no así el Domingo de Pascua!
Este hecho, contando desde el día 15 de marzo, se repitió diez días el primer mes, diez días el segundo mes, siempre por la tarde entre las 16 y 18 hs.

Con el transcurrir de los días y fruto de las lágrimas vertidas, se han hecho más notables las primeras gotas, se ha formado una nueva gotita en el labio superior del lado derecho, como así surcos en relieve por donde han corrido las lágrimas.

El tercer mes se repitió el fenómeno en forma más esporádica, los días 19 de mayo y 29 de mayo (Cuerpo y Sangre de Jesús), y el 9 y 11 de junio.

Otra vez aparecen las lágrimas el día miércoles 13 de julio, aniversario de la tercera aparición en Fátima. En aquella oportunidad la Sma. Virgen le dice a Lucía entre otras cosas: “Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Para salvarlas Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón”. (…) “Con el fin de prevenir la guerra, vendré para pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora en los primeros sábados de mes”.

Promesa cumplida por Nuestra Señora a Lucía el 10 de diciembre de 1925.
Recién llegado de Medjugorje me manifiestan que la Virgen había llorado el miércoles 17 de agosto por la tarde, y puedo ser testigo una vez más de las lágrimas de la Virgen, dos días después, el viernes 19.

En total, puedo dar fe, que fueron, no menos de 58 veces, sin contar el 18 de marzo, día en que apareció la gota del mentón, hasta el 26 de noviembre. El día 8 de octubre fueron copiosas las lágrimas, y por primera vez, caían sobre el vestido, llegando hasta el pié izquierdo, quedando sobre el pedestal, hasta secarse. Se veían los dos ojos llenos de lágrimas.

Esto sucedió hasta el día 26 de noviembre, cada vez que lloraba. Hasta el 8 de octubre las lágrimas llegaban hasta el mentón y luego se solidificaban, haciendo crecer la gota que pende del mentón. A partir de ese día en el momento en que llora, se licua la gota del mentón y caen las gotas, pero siempre, al dejar de llorar, se solidifica.
No podría dar fe de que después del 26 de noviembre haya vuelto a llorar. Lo que si ocurre es que, siempre en el horario en que solía llorar, aunque no todos los días, se licua la gota del mentón, quedando cada vez más pequeña.

Es notable el deterioro que sufrió la pintura, de la imagen, en el rostro por donde corrían las lágrimas, aún en el párpado superior del ojo derecho, probando que se llenaba de lágrima. También el deterioro de la pintura se ha producido en el pié izquierdo donde caían las lágrimas. Otro hecho que se pudo comprobar, es que, al dejar de llorar, quedaban restos de lágrima en los ojos que luego se solidificaba perdiendo la transparencia, opacándose.
Después del 26 de noviembre, los ojos han quedado limpios, con brillo, y no se nota deterioro, como en el rostro, producido por las lágrimas. Estamos a un mes de que se cumpla el primer año del comienzo de los hechos (18 de marzo de 2005), todavía se percibe que la gota del mentón se licua y da la impresión que, al solidificarse, cada vez se hace más pequeña, pero aún se observa.
Muchas Gracias-Padre Daniel.

OTROS TESTIMONIOS: Hay personas que dicen haber notado cambios en la mirada, distinto brillo en los ojos de la imagen. Cambios de color en el rostro y en las manos cuando vierte las lágrimas. Personas que dicen haber percibido el perfume de rosas, no solo en el templete sino también en el templo parroquial en los días en que se rezó la novena en honor a María Reina de la Paz (16 al 24 de junio).
Sigue siendo importante la cantidad de gente de la comunidad que se acerca hasta el templete, si bien no es lo de los primeros días, en que era difícil encontrar un momento que no hubiera alguien.
Se comprueba también la visita de peregrinos de distintos lugares, sobre todo de nuestra provincia, aunque también de otras provincias, en especial los fines de semana.

TESTIMONIO FINAL DEL PADRE PALAZESI: Con posterioridad a la difusión de la lacrimación de la imagen de la Reina de la Paz en Canals, Córdoba, el sitio web Reina del Cielo preguntó al Párroco Daniel Palazesi sobre lo acontecido una vez que cesaron los hechos que maravillaron a los fieles del lugar.

Estimados amigos:
Simplemente, lo que sucedía después del 26 de noviembre de 2005 (que fue la última vez que la vimos llorar) fue que la gota que pendía del mentón algunos días por la tarde se licuaba, y al solidificarse de nuevo quedaba más pequeña. Concluyó en que la gota desapareció totalmente. Sin embargó perduró el signo de su llanto en el rostro, al deteriorarse la pintura de la imagen fruto de las lágrimas derramadas.
Mi testimonio: la lágrima humana tiene un alto contenido de sal. Pregunto, ¿Por qué, hablamos de lágrimas amargas a veces? Será que el contenido de sal, que puede variar, aumenta con el dolor y el pesar. Las lágrimas no se analizaron, no nos fue posible hacerlo. No soy un entendido en la materia. Pero creo que no es temerario creer que María se nos ha manifestado, que nos ha invitado a mirar a Medjugorje. Todos los videntes la han visto llorar allí. Mirjana, quien tiene el encargo de orar por los no creyentes, es quien más veces la ha visto llorar, y confiesa que ha menudo la Virgen está triste. Ella jamás ha dejado de repetir:
“Si ustedes pudieran tan solo ver las lágrimas de Nuestra Señora cuando habla de sus hijos, los no creyentes, de inmediato se pondrían a orar por esta intención con amor”.
María Reina de la Paz de Canals es un “eco” del llamado de la Madre desde Medjugorje. Algún día podremos saber qué significado especial tiene el 18 de marzo, día de la aparición anual a Mirjana, día en que comenzó la manifestación en Canals. Por ahora ha dicho Mirjana que no puede develarlo.

Festividad 18 de marzo.


J. J. V. M.
“Reina de la Paz de Canals, tus lagrimas nos hacen orar por amor”.
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor J Julio Villarreal M » Dom Mar 18, 2012 10:21 am

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Hoy se festeja a:
1.- “Nuestra Señora de la Misericordia de Savona”, Italia
2.- “Reina de la Paz de Canals”, Córdoba, Argentina
3.- “Nuestra Señora de la Misericordia de Ajaccio”, Córcega, Francia



“Nuestra Señora de la Misericordia de Ajaccio”, Córcega, Francia.

Imagen


“Nuestra Señora de la Misericordia de Ajaccio”


Esta advocación en Ajaccio es la réplica de la advocación de NS de la Misericordia de Savona, que se apareció el 18 de marzo de 1536. Una imagen de ella fue llevada a Ajaccio, coronada, y en 1656 salvó a la ciudad de una peste, por lo que el pueblo la declaró su patrona.

La catedral de Ajaccio es la residencia de esta imagen y conserva los restos de Napoleón Bonaparte, que nació en esa ciudad. Ajaccio es un municipio, capital del departamento de Córcega del Sur, en la isla de Córcega perteneciente a Francia. Ubicada sobre la costa oeste de la isla, la comuna propiamente dicha se extiende sobre la ribera norte del golfo de Ajaccio, entre la Gravona y las Islas Sanguinarias. Numerosas playas y caletas bordean su territorio, sobre todo en la parte oeste, en la que está particularmente accidentada.

Ajaccio fue francesa el 15 de mayo 1768. Napoleón nació el año siguiente, el 15 de agosto de 1769. Se separó el mismo año, con toda la isla, y se coloca bajo la protección de Gran Bretaña. Los franceses regresaron en 1796.Ajaccio era la cabeza de la isla en 1811, que luego formó un solo departamento. Ella destrona a Bastia, que había sido la capital de Córcega.


La ciudad de Ajaccio: fue fundada en 1492 por los genoveses en un sitio romano. Ajazzo, de acuerdo con la ortografía de la época, bien protegido de los piratas que durante siglos asolaron la costa mediterránea con una pared sólida que se completaron alrededor de 1503.

A menudo se ha buscado el origen de la palabra de Ajaccio, en comparación con el guerrero Ajax. Pero ¿no le parece más probable encontrar en la palabra italiana addiaccio derivados de jacium anuncio en latín, que significa un lugar al aire libre o pasar la noche con las ovejas
Fue en 1553 que los franceses tomaron posesión de ella bajo el mando del mariscal de Terme (construcción de la ciudadela), pero en 1559, Córcega se convierte en Génovesa por el Tratado de Le Cateau.

Ajaccio durante muchos años fue ocupada por los genoveses y los corsos no tienen derecho a la ciudad. Ellos se asentaron al este de la ciudad en el otro lado de la Plaza del Olmo que es el nombre del Borgo (barrio).
En 1575, la República de Liguria conceder escudo de armas a Ajaccio: “de azul, una columna de plata coronada por el escudo de la República de Génova con un perro de plata a cada lado”, escrita en latín con” los habitantes de Ajaccio a la República de Génova.

EL ORIGEN DEL CULTO DE NUESTRA SEÑORA DE LA MISERICORDIA: El 18 de marzo de 1536, la Virgen María se apareció a un viejo campesino, Antonio Botta, cerca de Savona, y dijo:

“Soy la Virgen María, Ve a tu confesor, y le dices que debe predicar en la Iglesia a las personas que ayunen tres sábados y hagan tres días de la procesión en honor de Dios y de Su Madre”, y luego dice: “el cuarto sábado te veré en este lugar de nuevo”. Luego que dijo estas palabras desapareció junto con el esplendor.

El 8 de abril, cuarto sábado después de la aparición, Antonio Botta, regresó al lugar de los milagros y la Virgen se apareció diciendo:

“Ustedes los de Savona les envié para pedir en mi primer mensaje que realicen ayuno durante tres sábados, y hagan una procesión de tres días, a todos los religiosos y las casas de Disciplina; y a las casas de Disciplina les recomiendo sobre todo la disciplina en los días de Viernes Santo. Porque si no fuera por las oraciones y buenas obras, realizadas por cofradías y otros siervos de Dios, el mundo sería aún más difícil de lo que es. Le pido a todo el pueblo renunciar a toda iniquidad, y dejar los vicios y pecados, porque mi hijo está muy enojado con el mundo por la gran iniquidad. Y si no hacen esto, su vida será corta “.

Botta dijo entonces: “Si no me da ninguna señal no me creeran”.

Y la Madonna dijo: “Yo les di una señal dentro de ellos”.

Luego dijo: “Tu sigue adelante en tu vida, y mucha gente lo creerá”.

Dicho esto alzó tres veces las manos y los ojos al cielo, dando tres veces la bendición a los que recurren a ella, diciendo palabras de Jesús en la célebre frase: “Misericordia, quiero y no justicia”, en alusión a las sangrientas guerras entre España y Francia que tenían a Italia por campo de batalla.

Un siglo más tarde, el capitán Orto, trajo a Ajaccio una estatuilla de la Virgen en 1645. Un día una pelea se desató frente a su casa, la gente que luchaba escuchó una orden de la estatua pidiendo calma. Los combatientes asustados, se detuvieron de inmediato!
Abrumado, el capitán decidió construir un oratorio en honor de Nuestra Señora de la Misericordia. La capilla fue inaugurada 3 de abril 1645.
Una gran estatua de Nuestra Señora de la Misericordia fue colocada luego en la iglesia de los jesuitas, ahora San Erasmo.

LA PLAGA Y LA PROMESA: El patronazgo nació en 1656, cuando varias regiones de Italia se vieron afectadas por la plaga.
En 1656, una plaga – como a menudo se desataban a menudo- devasta la ciudad de Génova y amenaza con llegar a Ajaccio. Los habitantes de Ajaccio, ponen su confianza en Nuestra Señora de la Misericordia, que preserva la ciudad de esta enfermedad contagiosa. El 15 de noviembre de 1656, los habitantes de Ajaccio consagran la ciudad a la Virgen.

El 15 de marzo 1660, el obispo Ardizzone, aprueba la consagración.

En la Catedral, el 16 de noviembre 1661 de los Magníficos Ancianos (el Consejo de la Ciudad) se reunieron en la sala del Palazzo y pronunciaron la solemne promesa de que aceptan a la Santísima Virgen como Protectora, Patrona y Abogada de Ajaccio, le dan las gracias por todas sus bendiciones, y la promesa de que cada año, el más antiguo de los Magníficos Ancianos movilizará a sus colegas para celebrar el día 18 de marzo de cada año su fiesta a la perfección. El voto fue registrado en acta notarial.
Ellos construyeron una capilla a Nuestra Señora de la Misericordia en la Catedral de Ajaccio.
La Capilla de la Misericordia, dentro de la catedral fue inaugurada en 1750, pero el trabajo de la escultura no se terminó hasta 1752. La estatua de la Virgen es la réplica exacta de la de Savona.

CATEDRAL: En Santa Elena, Napoleón se estaba muriendo y recordó la iglesia de su infancia: “Si mi cuerpo no estuviera proscrito, como se ha proscrito a mi persona que se me niega un poco de tierra, espero que me inhumen con mis antepasados en la catedral de Ajaccio, en Córcega.”

Esta cita grabada en una losa de mármol rojo a la entrada de la catedral es un recordatorio de su importancia en la vida del emperador. El párroco Lucien, su tío abuelo, ofició allí. El 15 de agosto de 1769, su madre Letizia, estaba presente en las misas solemnes en honor de la Virgen, y también el primer aniversario de la anexión de Córcega a Francia, y también sintió alli el primer dolor de parto. El bautismo del pequeño Napoleón se celebró el 21 de julio 1771. La catedral alberga la capilla funeraria de la familia Bonaparte construida en el Segundo Imperio de la Capilla Imperial.

En 1559, el Consejo de Ancianos presentó una solicitud al Senado de Génova y al Papa Gregorio XIII para dar Ajaccio una catedral. Sustituía a la iglesia de la Santa Cruz construida en el siglo XV y demolida en 1553 para dar cabida al foso de la ciudadela, la nueva catedral fue terminada en 1593 y dedicada a la Asunción de la Virgen.

La catedral tuvo en un primer momento dimensiones modestas. El crucero de cruz latina, muestra un transepto apenas visible y las tres naves interiores parecen demasiado cortas en comparación con las proporciones de altura y anchura. Sin embargo, las siete capillas laterales, la cúpula impuesta y, especialmente, la fachada barroca de un ocre hermoso da espectáculo de un encanto indefinible.

A la derecha, entrando en la catedral se encuentra el Baptisterio, de mármol donde fue bautizado Napoleón. Cuenco tallado con las armas de Giustiniani, fue terminada en 1900 con una coronación de bronce de inspiración toscana en que se encuentra en letras de oro la inscripción “HEIC baptisatus Imperator Magnus”. El altar es una donación realizada en 1811 por la hermana de Napoleón, Elisa Bacciochi, princesa de Luques y Piombino. El altar como el retablo consta de cuatro columnas de mármol negro, provienen de la iglesia Dei Suffraganti de Luques.

Tres capillas se distinguen en particular en las naves laterales. La Capilla de Nuestra Señora de la Misericordia dedicada a la patrona de Ajaccio “La Madunuccia” presenta una hermosa estatua en un notable retablo con columnas de mármol amarillo.
La Capilla de Nuestra Señora del Rosario fue consagrada en 1765, según la tradición, la familia Bonaparte habría tenido su tumba en este lugar. El arco de la capilla está decorada con pinturas que representan los misterios de la Virgen y dos nichos contienen estatuas de Santo Domingo y Santa Catalina de Siena.
Por último, la pequeña capilla de la Virgen del Llanto está decorado con pinturas del hijo de Tintoretto.

LA MADUNUCCIA: Este festival está en el corazón de Ajaccio.
Las celebraciones comienzan la noche del 17 de marzo por las plegarias tradicionales ante la estatua de Nuestra Señora de la Misericordia ubicada en la Place des Palmiers.
El 18 de marzo de cada año, los habitantes de Ajaccio honran a la Santa patrona de la ciudad, Nuestra Señora de la Misericordia, la Madunuccia.
En la víspera del 18 de marzo, se llevan a cabo vigilias y misas durante el cual la población se reúne en Memoria de sus Ancianos.
Cada residente demuestra su fe al encender velas ante el altar de Madunuccia, en las ventanas y balcones.
El 18 es el día de la conmemoración en sí y de la gran procesión.
En la mañana se celebra una gran misa en la catedral de Ajaccio, en la presencia del obispo de Córcega.

Por la tarde, una nueva misa antes de la procesión, la catedral no es suficiente para dar cabida a todos los presentes y muchos siguen su curso desde el patio.
Al final de la misa, la procesión, la Madunuccia es llevada en hombros por una docena de personas que se reemplazan de vez en cuando por otras personas.

Tradicionalmente, los miembros de la “Banda de Municipal de Música” de Ajaccio abre el camino seguida por los representantes de cada parroquia de la ciudad imperial, después la Estatua de la Madonuccia y la procesión inició su recorrido en las calles de Ajaccio.
La procesión hace una escala prolongada en la Iglesia de Saint-Roch, donde el Obispo y los coros interpretan hermosas canciones religiosas.

Todos los 18 de marzo se realiza la fiesta de la Madunuccia en su honor.


J. J. V. M.
“Nuestra Señora de la Misericordia de Ajaccio, danos Misericordia justa”.
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor PEPITA GARCIA 2 » Dom Mar 18, 2012 1:37 pm

Este domingo 18 de Marzo festejamos a Nuestra Señora de Dijon, Francia.

Esta festividad data desde el año 1513.



Iglesia Saint Michel
La bella iglesia Saint Michel está cerca del palacio de los Duques de Dijon, fue construida en el lugar de una capilla del siglo IX. La iglesia actual data del siglo XV, la construyó la comunidad católica de Dijon, un hecho extraño cuando entonces el estado solía pagar las iglesias. Este edificio es de estilo gótico, empezaron por hacer el coro central en 1499, luego las obras pararon por falta de dinero, y por la guerra contra los Suizos. Se terminó en 1529, y se dedicó a san Miguel arcángel.Pillaron la iglesia después de la revolución francesa, y la mayor parte de las obras de arte fueron destruida. Si la iglesia se renovó, quedan pocas cosas de estos tiempos.
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor isadelscj » Dom Mar 18, 2012 3:03 pm

Abundando en la Ofrenda de Flores a NUESTRA SEÑORA DE LOS DESAMPARADOS en Valencia, España, os dejo un enlace en el que podeis ver como quedó el gigantesco manto hecho de flores procedente de las numerosas ofrendas el año pasado:

http://www.youtube.com/watch?v=QZA8QdTm ... re=related

Y en el siguienete se puede apreciar como se inicia el recubrimiento floral. Asimismo, gracias a los vestidores que en número de entre 40 y 45 se encaraman por la estructura, se puede calcular el gran tamaño de la imagen.

http://www.youtube.com/watch?v=lNcREuG0GI8
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor J Julio Villarreal M » Lun Mar 19, 2012 9:53 am

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Hoy 19 de marzo no encontré festividad de la Virgen María.
Pero como hoy se festeja a SAN JOSÉ y por ser esposo casto de la Virgen María lo veneramos.

Comparto extracto del documento: “San José el mas Santo de los Santos, por el Padre Ángel Peña OAR”.


El matrimonio de María y José.


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El matrimonio de María y José.


La unión de José y maría fue un verdadero matrimonio aunque no existió entre ellos relación carnal.

José fue un verdadero esposo para María y cumplió todas las obligaciones de un esposo, por lo cual la Sagrada Familia es un ejemplo de Familia.

VIRGINIDAD DE SAN JOSÉ
Según algunos escritos apócrifos de los primeros siglos, como el libro Historia de José el carpintero, el Protoevangelio de Santiago o el Evangelio de Tomás, que son del siglo II o más tarde, san José habría estado casado antes de conocer a María y habría tenido, al menos, seis hijos, que serían, según algunos, los llamados hermanos de Jesús. Al quedar viudo, ya anciano con 89 años, se habría casado con María, que tenía unos catorce o quince años. Según estos libros apócrifos, José habría vivido hasta los 111 años, pasando unos veinte años con Jesús. Estos libros influyeron en la opinión de que san José era un anciano, que más que esposo era un padre para María, y que se habría casado con ella para salvar las apariencias ante la sociedad.

Nada más fuera de la realidad. San José tuvo que hacer frente a todas las responsabilidades de una familia, lo que hubiera sido imposible si hubiera sido un anciano, que necesitaba cuidado y atención. ¿Cómo hubiera podido guiar a la Sagrada Familia por el desierto con todos los peligros y con todo el esfuerzo que supone caminar veinte días hasta llegar a Egipto? Dios puso al lado de María un compañero y un esposo fuerte y vigoroso para defenderla de todos los peligros y para ayudarla en todas sus necesidades. Un esposo, que debió trabajar mucho para poder sustentar una familia pobre, especialmente durante su estancia en Egipto, donde no tenían familiares. Hablar de José como de un anciano enfermo es algo que sólo libros apócrifos y fantasiosos pudieron inventar.

El padre Tomás Morales, fundador de los Cruzados de Santa María, afirma:Aquí está san José: anchas espaldas para el trabajo, no pierde ni un segundo, está siempre adorando, está siempre trabajando, está siempre solícito, cuidando de la Virgen y, sobre todo, del Jesús niño. No tiene un instante libre, no piensa más que en amar, adorar y en trabajar para ellos. Aquí está san José. Es el ministro de relaciones exteriores de la sagrada familia. Él es el que se tiene que preocupar de todo en Nazaret, en los cuatro o cinco días de camino hacia Belén, en la gruta de Belén, en Egipto después, en Nazaret y siempre relacionándose con todos.

Por eso, desde los primeros siglos, varios santos Padres tuvieron que hablar de un san José joven, y no anciano y viudo. San Jerónimo defiende su virginidad en su escrito contra Helvidio: Tú dices que María no fue virgen; yo reivindico para mí aún más, a saber, que también el mismo José fue virgen por María, para que del consorcio virginal naciese el Hijo virgen. En el santo varón no hubo fornicación y no se ha escrito que haya tenido otra mujer. De María fue más bien custodio que marido; de donde se sigue haber permanecido virgen con María, quien mereció ser llamado padre del Señor.

San Pedro Damián (1007-1072) escribió: No parece que fuese suficiente que sólo la Madre fuese virgen; es de fe de la Iglesia que también aquel que hizo las veces de padre ha sido virgen. Nuestro Redentor ama tanto la integridad del pudor florido, que no sólo nació de seno virginal, sino también quiso ser tocado por un padre virgen.

Santo Tomás de Aquino dice: Se debe creer que José permaneció virgen, porque no está escrito que haya tenido otra mujer y la infidelidad no la podemos atribuir a tan santo personaje.

Dice san Francisco de Sales (1567-1622): María y José habían hecho voto de virginidad para todo el tiempo de su vida y he aquí que Dios quiso que se uniesen por el vínculo del santo matrimonio, no para que se desdijeran y se arrepintieran de su voto, sino para que se confirmasen más y más y se animasen mutuamente juntos durante toda su vida.

Muchos santos de peso creen que José había hecho voto de virginidad antes de casarse con María, pero lo que sí es cierto es que, a partir de su matrimonio con María, lo hizo para aceptar así la voluntad de Dios.

MATRIMONIO DE JOSÉ Y DE MARÍA
Lo primero que debemos tener en cuenta es que fue un verdadero matrimonio, a pesar de que nunca hubo entre ellos relación carnal.

El Espíritu Santo reconoce en el Evangelio: José, esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo (Mt 1, 16). José era verdadero esposo de María y entre ellos había un verdadero matrimonio. Analizando la naturaleza del matrimonio, tanto san Agustín como santo Tomás de Aquino, la ponen siempre en la indivisible unión espiritual, en la unión de los corazones, en el consentimiento, elementos que en aquel matrimonio se han manifestado de modo ejemplar. En el momento culminante de la historia de la salvación, cuando Dios revela su amor a la humanidad mediante el don del Verbo, es precisamente el matrimonio de María y José el que realiza en plena libertad el don esponsal de sí, al acoger y expresar tal amor.

Dice san Agustín: María pertenece a José y José a María, de modo que su matrimonio fue verdadero matrimonio, porque se han entregado el uno al otro. Pero ¿en qué sentido se han entregado? Ellos se han entregado mutuamente su virginidad y el derecho de conservársela el uno al otro. María tenía el derecho de conservar la virginidad de José y José tenía el derecho de custodiar la virginidad de María. Ninguno de los dos puede disponer y toda la fidelidad de este matrimonio consiste en conservar la virginidad.

San Agustín, considerando que san Mateo escribe la genealogía de los antepasados de Jesús a partir de José, descendiente de David, dice que Dios reconoce que fue un verdadero matrimonio; pues, de otra manera, nunca hubiera sido posible llamar a Jesús, hijo de José. Y dice: Jesús fue considerado en la genealogía de José para que los fieles no considerasen tan importante en el matrimonio la unión de los cuerpos, como para no creerse esposos sin esa unión corporal… Con este ejemplo, viene magníficamente enseñado a los fieles esposos que también, practicando la continencia de común acuerdo, el matrimonio puede permanecer como tal si se conserva el afecto, aunque no haya unión sexual.

El Papa León XIII dijo en la encíclica Quamquam pluries de agosto de 1889: El matrimonio es la máxima sociedad y amistad, a la que por su naturaleza va unida la comunidad de bienes. Dios le ha dado José a María, no sólo como compañero de vida sino también como testigo de su virginidad.
Y como decía Juan Pablo II: Precisamente, del matrimonio con María es de donde derivan para José su singular dignidad y sus derechos sobre Jesús. Es cierto que la dignidad de la Madre de Dios llega tan alto que nada puede existir más sublime; pero, porque entre la beatísima Virgen y José se estrechó un lazo conyugal, no hay duda de que a aquella altísima dignidad por la que la Madre de Dios supera con mucho a todas las criaturas, él se acercó más que ningún otro. Ya que el matrimonio es el máximo consorcio y amistad… se sigue que Dios ha dado a José como esposo a la Virgen no sólo como compañero de vida, testigo de su virginidad, sino también para que participase por medio del pacto conyugal en la excelsa grandeza de ella.

José y María unieron sus corazones como dos estrellas que no se enlazan nunca, mientras que sus rayos luminosos se entrecruzan en el espacio.
Fue un matrimonio parecido a lo que sucede en la primavera entre las flores, que juntan sus perfumes, o a dos instrumentos musicales que juntan sus melodías al unísono, formando una sola…

Su matrimonio era necesario para preservar a la Virgen de cualquier sospecha, mientras le llegase el momento de revelar el misterio del nacimiento de Jesús… A
mi parecer, san José debió ser, al casarse con la Virgen, un hombre joven, fuerte, viril, atlético, bien parecido y casto; un prototipo del hombre, que puede verse hoy en una pradera apacentando un rebaño o piloteando un avión o en el taller de un carpintero. Y no un impotente anciano, sino un hombre rebosante de vigor juvenil; no un fruto seco, sino una flor lozana y llena de promesas; no en el ocaso de la vida, sino en el amanecer, derrochando energía, fuerza y amor.
¡Cómo se agigantan las figuras de la Virgen y de san José, cuando deteniéndonos en el examen de su vida, descubrimos en ella el primer poema de amor!
El corazón humano no se conmueve ante el amor de un viejo por una joven; pero ¿cómo no admirarse profundamente del amor de dos jóvenes unidos por un vínculo divino? María y José llevaron a su boda no sólo su voto de virginidad, sino también dos corazones llenos de un gran amor, más grande que cualquier otro amor que corazón humano haya podido nunca contener. Ninguna pareja de casados se ha querido nunca tanto…

Como dijo el Papa León XIII: Su matrimonio fue consumado con Jesús. María y José se unieron con Jesús;
María y José no pensaron más que en Jesús. Amor más profundo ni lo ha habido ni lo habrá ya nunca en esta tierra. San José renunció a la paternidad de la sangre, pero la encontró en el espíritu, porque fue padre adoptivo de Jesús. La Virgen renunció a la maternidad y la encontró en su propia virginidad.


Felicidades a los José, Josefa y a todos mis tocayos. Que disfrutemos el amor y protección de la Sagrada Familia.


J. J. V. M.
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor J Julio Villarreal M » Lun Mar 19, 2012 9:58 am

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Comparto la “Bienaventuranza de María en su Matrimonio con San José”. Extractado del libro “Las Bienaventuranzas de María” de Laureano Catán Lacoma, editado por la Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1985.


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Bienaventuranza de María en su Matrimonio con San José


«Bienaventurado el que encuentra un amigo bueno, y quien habla a oídos que le escuchan» (Eclo. 25,12).

«Bienaventurado el que no tiene que condenarse a sí mismo en las resoluciones que toma» (Rom 14,22).

«Bienaventurado el varón que habita con una mujer sensata» (Eclo 25,11).

«Bienaventurado el marido de una mujer buena; el número de sus días será doblado» (Eclo. 26,1).

De estas cuatro bienaventuranzas transcritas, las dos últimas se refieren directamente en el texto sagrado al varón que ha sido afortunado en la elección de su mujer.
Ahora bien, siendo el matrimonio una «comunidad de vida y de amor» como ha dicho el concilio Vaticano II, es claro que la felicidad en el matrimonio es algo de que necesariamente participan por igual los dos esposos.
Por esta razón, esas bienaventuranzas bíblicas, dichas propiamente de los varones casados que acertaron en la elección de su consorte, son susceptibles de ser aplicadas a las mujeres que han contraído matrimonio, si las condiciones aquí indicadas se cumplen en sus maridos.
Por ello, todas son aplicables a la Virgen Santísima.

La castísima doncella nazarena, a pesar de tener el propósito firmísimo de “no conocer varón” (Lc 1,34) por tener consagrada a Dios su virginidad, contrajo primero desposorio y luego verdadero matrimonio con San José. Lo afirma el santo Evangelio.
Los jóvenes judíos se desposaban generalmente entre los dieciocho y los veinticuatro años; las doncellas, en cambio, solían hacerlo mucho antes, hacia los doce años y medio, si bien no pocas de ellas se prometían más tarde, «aunque nunca esperando a cumplir los veinte años, ya que esto era considerado como una deshonra».

El desposorio se hacía normalmente entregando el esposo un objeto pequeño de valor mínimo a la esposa, en la casa de ésta y ante dos testigos, mientras le decía : «Por este signo quedas desposada conmigo». No era costumbre en Galilea que los desposados hicieran vida común, aunque en Judea era considerado lícito; en cambio sí era frecuente esperar un año para realizar el matrimonio propiamente dicho, lo cual se hacía conduciendo solemnemente el esposo a la desposada en el día convenido de la casa de sus padres a la suya propia, y celebrando luego la fiesta durante una semana entera.

Dentro de este marco de costumbres tradicionales hay que colocar el matrimonio de María con el carpintero de Nazaret.
No deja de sorprender el hecho de que nuestra Señora, pese a estar resuelta a conservar su virginidad incluso después de su desposorio (Lc 1,38), consintiera en él. ¿Obedeció sencillamente a las indicaciones de sus padres o tutores, dejando confiadamente en las manos del Todopoderoso el cumplimiento de su compromiso sagrado? ¿Descubrió previamente su consagración al casto artesano, persuadiéndole para vivir virginalmente en el matrimonio? ¿Halló ya en él, sin ninguna insinuación propia, este mismo ideal?
No mereciendo confianza cuantos datos nos dan los evangelios apócrifos sobre el particular, todas las cosas que se digan para contestar a estas repuestas no pasarán de ser razonables conjeturas. Lo cierto es que María, aunque tuvo el irrevocable propósito de conservar su virginidad y aunque, unida a José, vivió con él virginalmente, contrajo con él verdadero matrimonio, como siempre ha enseñado la Iglesia.
Por eso se le pueden aplicar a María estas cuatro bienaventuranzas bíblicas que se refieren a los esposos y se han citado aquí.
¡Qué hermosamente le cuadra la primera, si realmente descubrió su propósito a José antes del desposorio y le indujo a un matrimonio virginal! «Bienaventurada la que encuentra un amigo bueno y quien habla a oídos que la escuchan».

María fue bienaventurada porque encontró en el humilde artesano un amigo bueno, de alma grande y sencilla, que la amaba con auténtico amor de amistad, y no de concupiscencia, y porque al descubrirle el velo de su designio de virginidad nupcial «habló a oídos que le escucharon» y aceptaron con alegría aquel blanco y no imaginado sendero de vida impoluta en el matrimonio.

No se le aplica con menos perfección la segunda bienaventuranza, la formulada por San Pablo, bien que con otro propósito. Hablando de que no es lícito obrar cuando la propia conciencia tiene duda sobre la licitud o ilicitud de un acto, y de que, para poderlo hacer sin pecado, hay que llegar a la certeza de que es bueno el acto que se intenta realizar, propone esa bienaventuranza:
«Bienaventurado el que no tiene que condenarse a sí mismo en las resoluciones que toma», esto es, bienaventurado el que acierta al tomar una decisión prudente en materia dudosa, y no tiene que arrepentirse de haberla tomado.

Así lo hizo María. Se encontraba en una gran perplejidad. ¿Cómo compaginar la virginidad perpetua que había consagrado a Yahvé con el matrimonio que sus tutores o la costumbre, o ambos a la vez, le imponían? El conflicto de conciencia era evidente y grave. Ella lo resolvió… ¡confiando! ¡Confiando en Dios y en San José!

Y ¡ninguno de los dos le falló! Dios iluminó a San José, y éste, lejos de ser un peligro para la integridad de la Virgen, se convirtió para ella en el ángel de carne humana, tutelar de su pureza ante los hombres y sombra protectora de su fama ante el pueblo de Israel !Bienaventurada María, que, al aceptar a José como esposo guardián de su virginidad, no tuvo que arrepentirse ni condenarse a sí misma por la resolución que había tomado!.

Igualmente se realiza en María la bienaventuranza siguiente :

«Bienaventurada la mujer que habita con un varón sensato».

San José no era uno de los sabios de Israel, ni tenía fama de hombre ilustrado. Cuando los habitantes de Nazaret oyeron en la sinagoga la sabiduría de Cristo, comprendieron que no se la había podido comunicar su padre putativo:
«¿De dónde le viene a éste tal sabiduría…? ¿No es éste el hijo del carpintero?» (Mt 13,55).
Pero si el artesano nazareno no era un sabio, era sí un israelita de corazón limpio que, iluminado por su conciencia recta y por la ley de Dios, había adquirido en la escuela de la vida humana esa humilde pero segura filosofía que se llama sensatez. Buena prueba de ello dio cuando advirtió en su esposa las señales de una maternidad que para él era un misterio. No dudaba él de la inocencia de María, pero no acababa de descifrar el enigma de su preñez. ¿Qué hacer en tan difícil coyuntura?
Otro con menor juicio la hubiese acusado públicamente de adulterio o hubiera dejado corroer secretamente su propia existencia por los celos. El sensato artesano no hizo ni lo uno ni lo otro la base de sus deliberaciones fue no comprometer el honor de su esposa. En consecuencia «resolvió repudiarla secretamente» (Mt 1,19), desentendiéndose de un asunto que no comprendía y dejándolo todo en las mejores manos: las de la Divina Providencia.
Dios premió tanto seso y virtud, enviándole pronto en sueños un ángel que le descubrió el velo del misterio : «José, hijo de David, no temas recibir en tu casa a María, tu mujer, pues lo que se engendró en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a todo el pueblo de sus pecados» (Mt 1,20-21). Así era la sensatez de José. María fue bienaventurada ya en vida por tener la dicha de compartir la existencia con un varón de tan eximia prudencia.
«Bienaventurada la mujer de un marido bueno; el número de sus días será doblado». También este venturoso augurio se cumplió en María. Tuvo la dicha de tener un esposo «bueno».

La bondad, la virtud, en el lenguaje bíblico se llama «justicia», palabra que equivale a santidad’. Y al carpintero de Nazaret ése es justamente el nombre que le da el Evangelio, precisamente al narrarnos sus dudas y congojas ante la divina maternidad de María: «José, su esposo, siendo justo…» (Mt 1,19).
Este calificativo lo da la Escritura sólo a muy excelsos varones. Al anciano Simeón (Lc 2,25) éste es el mayor elogio que le tributa. Según San Pablo, «el que vive de la fe» (Rom 1,17), cumpliendo cuanto la fe nos dice, no merece mayor alabanza que ésta: ser justo.
El mismo centurión romano que asistió a la crucifixión de Cristo, al ver los prodigios que se realizaron en su muerte y reconocer por ellos su santidad, no tributa mayor alabanza al Señor: «Verdaderamente este hombre era justo» (Lc 23,47).
Y el apóstol San Pedro, que había conocido por especial revelación del Padre que Jesús era «el Mesías, Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16), aplica este adjetivo a Cristo, diciendo : «Cristo murió una vez por nuestros pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios» (1 Pe 3,18).

Así, pues, porque José fue justo, fue un esposo bueno, un esposo santo. En los difíciles momentos de Belén, de la huida a Egipto, del regreso a Nazaret, José se convirtió en el instrumento de la Providencia para procurar a María el sustento para el cuerpo, la paz para el espíritu, el consuelo para el corazón.
Como los querubines que extendían sus alas sobre el propiciatorio del arca y la cubrían sin tocarse, José y María, unidos por el más casto amor, proyectaban su existencia y sus desvelos sobre el Hijo del Altísimo (Lc 1,32).
Siempre el uno al lado del otro, pero siempre sin tocarse, convirtiendo su mutuo y casto amor en un estímulo constante para la santidad.
Por eso, el número de los años de María fue «doble», colmada de méritos, hasta el momento en que, llegada su hora, fue fruta sazonada para la eternidad.


J. J. V. M.
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor maria vargas » Lun Mar 19, 2012 12:26 pm

Hoy es día para festejar la Sagrada Familia de Nazareth.

Lugares Fantástico: Iglesia de la Sagrada Familia de Barcelona

Cuando el librero José María Bocabella compró el amplio solar con el propósito de construir en él un templo expiatorio que estuviera dedicado a la Sagrada Familia, sus intenciones reales no eran ciertamente la que luego se hicieron realidad. Para él hombre de profunda religiosidad, el fin primordial era crear un baluarte de la fe, un claro punto de referencia espiritual dentro del recinto de Barcelona, una ciudad que si iba desarrollando rápidamente según lo planos de los arquitectos Cerdá (1859) Rovira (1868).
Planos que habían dado preferencia al sistema que proponía como esquema urbanístico básico una monótona repetición de bloques cuadrados, pero que parecía demasiado “modernista” a todos los que consideraban que Cataluña era una especie de isla que debían defender de los asaltos del exterior. Para contrastar con una geometría urbana tan pobre, el nuevo templo debería tener una estructura que recordara la de las antiguas catedrales, para conseguir que así fuera se eligió a arquitecto Francisco de Paula del Villar, quien realizó el proyecto “gótico”.
Según los planos de Villar, la iglesia debería medir 97 metros por 44, tener una planta en cruz latina, tres naves y un amplio ábside semicircular que albergaría nueve capillas; en e] centro estaba prevista una cripta, cuyas obras fueron las primeras, que se iniciaron, el día 1 de marzo de 1882. Pero ocurrió que, al cabo de pocos meses, empezaron las discrepancias entre Villar y el arquitecto Martorell, figura de primera categoría en el ambiente artístico catalán y amigo y consejero del librero Bocabella.
Villar dimitió, y Martorell, invitado a ocupar su puesto, lo rechazó, pero aconsejando confiar la prosecución del trabajo al joven Gaudí, ayudante suyo en algunas obras y compañero del librero en los peregrinajes a Montserrat. Así fue como el 3 de noviembre de 1883 el artista empezaba la obra a la, que había de dedicar gran parte de su vida, hasta el punto de hacer de ella, ya en los años de su vejez, el objeto en el que convergirían todos sus pensamientos y todas sus actividades. Gaudí no elaboró en seguida el proyecto definitivo, sino al contrario, tardó mucho en llegar a este resultado, pues como se pone de manifiesto en los numerosos esbozos que dejó, la visión completa del conjunto no estuvo clara para él hasta los últimos años de su vida.


Este proceder, que obedecía a intuiciones sucesivas, era típico del maestro catalán; llegaba a la definitiva expresión creadora a través de una gradual aproximación, dejando sedimentar poco a poco sus ideas hasta que se traducían en una forma concreta. Por otro lado, su fantasía, puramente plástica e inclinada al empleo de todos los materiales disponibles (hormigón, piedra, ladrillo, hierro, pasta vidriada, cerámica), no podía reducirse al limitado campo de una hoja de papel, al esquematismo bidimensional de un dibujo, sino que sentía la imperiosa exigencia de modelar en el espacio, de trabajar directamente, aunque fuera a escala reducida, sobre la misma materia.
[img]http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/4/4d/Sagrada_Familia_interior_over_altar.jpg/200px-
En un principio Gaudí se sintió en cierta manera influido y mediatizado por el esquema impuesto por su predecesor, pero su indecisión duró muy poco, no tardando en transformar la cripta, que era el único elemento parcialmente definido. Elevó diez metros la altura de la bóveda y pronto dejó intuir lo que después sería el fin supremo de su trabajo: dar la máxima verticalidad a las estructuras para recrear no los resultados formales del gótico, sino el espíritu que animó a los artífices de este estilo. Con este fin, Gaudí, que con frecuencia fue considerado como un arquitecto gótico que había llegado al mundo con enorme retraso, abolió dos elementos esenciales del gótico “verdadero”: los arcos apuntados y el contrapunto de arbotantes y contrafuertes, que él mismo calificaba como las “muletas” de los edificios.

En su lugar introdujo el arco parabólico y la inclinación de las columnas según la resultante de la composición de los pesos que sobre ellas gravitaban, lo mismo que “un tronco de árbol se inclina según la masa de las hojas sostenidas, por las ramas”. Siguiendo con el proyecto, Gaudí fue modificando por completo los planos de Villar, extendiendo el primitivo programa de una “representación sagrada” a una amplitud, complejidad y audacia tales que fue mucho más allá de las intenciones y fantasías del más ambicioso y previsor proto maestro gótico.

Las dimensiones fueron entonces de 120 metros por 40, a fin de que hubiera espacio para una planta en cruz latina con cinco naves, completada con doce campanarios (los doce apóstoles) y con un cimborio que representaba la gloria de Jesucristo. Dicho cimborio debía alcanzar una altura de 160 metros, es decir, superior a la de San Pedro, detalle que, demuestra que la simbología cristiana iba acompañada también del orgullo del catalán, aunque católico entre los católicos; es el mismo orgullo que, extendido a toda la hispanidad, le hará representar también las ciudades de Valencia, Granada, Toledo, Burgos, Valladolid, Santiago y Sevilla en las ocho columnas anteriores de la nave central.

Las cuatro columnas mayores, destinadas a sostener el cimborio, debían reproducir a los cuatro evangelistas, Mateo, Marcos Lucas y Juan. Los apóstoles, distribuidos en grupos de cuatro y dispuestos en forma de campanario, vigilarían las tres entradas, cada una de ellas con tres puertas que simbolizaban la Fe, la Esperanza y la Caridad. La entrada de levante se dedicaba al Nacimiento y a la Epifanía de Jesús; la de poniente a su Pasión y Muerte, y la de mediodía, la principal, a su Gloria y al Juicio Final. Pero lo que asombra de un proyecto semejante no es la correspondencia biunívoca entre los elementos arquitectónicos y la historia sagrada llevada hasta las últimas consecuencias, sino la previsión de que toda esa estructura se iba a completar con centenares y centenares de estatuas en bulto redondo o en alto relieve y además con paredes pintadas, esmaltes, mayólicas, pastas de vidrio y hierros forjados.

Frente a tal profusión, frente a una orgía tal de medios expresivos, algunos investigadores han opinado que debían considerar a Gaudí como barroco. Sin embargo, su personalidad, vinculada a sus orígenes —y Gaudí lo estuvo visceralmente—, traspasa de tal manera los límites de cualquier tradición que el arquitecto no puede integrarse en ninguna clasificación conocida. Quizá por esto el artista catalán fue ignorado durante mucho tiempo por la crítica contemporánea. Con la excepción de un juicio positivo de Le Corbusier en 1928, o una interpretación de “barroco” por parte de Cassau en 1933 y otra desde el punto de vista surrealista de Dalí, su nombre fue prácticamente ignorado por las vanguardias artísticas europeas, que sólo se dieron cuenta de su valía y de la trascendencia de su obra después de la segunda Guerra Mundial, cuando hacía ya veinticinco años que había desaparecido, dejando, como recuerdo de su extraordinaria fantasía, esbozos. maquetas, anotaciones y apuntes del templo, pero por desgracia menos testimonios concretos.

En efecto, la Sagrada Familia, en el momento en que murió su creador, se reducía prácticamente, o sea en cuanto a elementos construidos, a la cripta, a parte del ábside y a la fachada del’ Nacimiento, estando en construcción las torres que habían de dar la inconfundible característica gaudiniana a todo el templo. Y llegando aquí conviene hacer un breve recorrido de las etapas cronológicas de los trabajos: el 19 de marzo de 1885 se celebró la misa en la cripta, que aún no se había cubierto; entre 1887 y 1893 se construyen las paredes del ábside; mientras tanto se cubre la bóveda de la cripta, ultimada en 1891. Después se iniciaron los trabajos de la fachada del Nacimiento: en 1903 se completan las estructuras básicas y los portales; el primer campanario se concluyó en 1918 y el segundo en enero de 1926.

Después de la muerte de Gaudí, el arquitecto Sugranyes acabó la construcción de las torres que faltaban, y tras un largo período en que las obras estuvieron suspendidas, los arquitectos Quintana, Bonet Garí y Puig Boada levantaron la fachada de la Pasión, cuyas torres quedaron completadas en 1976. Es poco, ciertamente, en relación con la suma de energías gastadas y de los esfuerzos realizados; pero aun así, lo que hasta su muerte pudo llevar a término testimonia su capacidad y su genio para crear nuevas formas y para dominar la materia “inventa- da” para componerlas. Y para demostrarlo basta ver las agujas con las que terminan los cuatro campanarios, que “parecen hechas por el mismo hombre que las concibió”. Las catedrales nunca, o casi nunca, han podido ser la obra de un solo hombre.

Tampoco podía serlo la Sagrada Familia de Barcelona, por sus colosales dimensiones. por lo ambicioso de su concepción, por la fabulosa cantidad de elementos secundarios y marginales que han, de figurar en su decoración y por la misma inquietud artística del propio Gaudí, que le impulsaba constantemente a cambiar, a renovarse, a superarse siempre en una tarea sin fin. La Sagrada Familia nació como un deseo colectivo; por ello, en Cataluña, muchos están convencidos de que debe acabarse. En este sentido se han realizado algunos intentos y otros se están llevando a cabo. Para ello existen los diseños de Gaudí y sus maquetas, algunas reconstruidas después de la guerra civil basándose en sus apuntes.

En el interior mismo del templo hay un museo en el que se conservan muchos de esos inapreciables testimonio. Otros han sido reunidos por la fundación “Amigos de Gaudí” y por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Pero quizás el propio Gaudí, si aún viviera y se entregara como siempre a su desbordada fantasía, prescindiría de todo ello y crearía nuevas formas y forjaría nuevos proyectos, sin llegar a acabar tampoco “su” iglesia.

El Pórtico de la Esperanza. Dedicado a San José, encontramos las escenas de los Esponsales de la Virgen María y San José, la Familia de Jesús (con San Joaquín y Santa Ana), la Muerte de los Santos Inocentes, La huida a Egipto y La barca de San José, en que José es el timonel que conduce a la Iglesia Católica (la fisonomía de José corresponde a la del propio Gaudí, como homenaje de los trabajadores del templo tras su muerte). También podemos observar la colocación de animales domésticos como ocas, gansos o patos como alusión a la fauna del Nilo, así como flora de Egipto. El pórtico está rematado por un gran pináculo semejante a los peñascos de Montserrat, con la inscripción Sálvanos.
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor BlancaElena » Lun Mar 19, 2012 7:22 pm

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San José 19 de marzo
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor J Julio Villarreal M » Lun Mar 19, 2012 9:52 pm

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Virgen de Czestochowa, Polonia.


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Nuestra Señora de Czestochowa


Esta imagen de la virgen negra milagrosa por muchos siglos ha estado íntimamente relacionada con la historia del pueblo polaco. En 1656 fue aclamada patrona de Polonia. Los Católicos celebran su fiesta el 26 de agosto y los Ortodoxos el 19 de marzo).

La imagen milagrosa fue reconocida oficialmente por el Papa Clemente XI en el año 1717. La corona dada por el Papa fue utilizada durante la primera coronación oficial de la imagen, pero este símbolo del reinado de Nuestra Señora fue robado en el año 1909. La corona fue reemplazada por una de oro incrustada con joyas regalada por el Papa San Pío X.
Jan Casmir, Rey de Polonia, quien peregrinó allá en el año 1656. Después de haber colocado su corona a los pies del altar de la Virgen, prometió, “Yo, Jan Casmir, Rey de Polonia, os tomo a Vos como Reina y Patrona de mi reino; coloco a mi pueblo y a mi ejército bajo vuestra protección…” Mayo 3, el día en que se hizo este voto, fue designado por el Papa Pío XI con la fiesta de María bajo el titulo de “Reina de Polonia”.

El Papa Juan Pablo II era devoto de esta advocación. Ha visitado varias veces a la Virgen de Czestochowa, siendo la primera en el año 1979, pocos meses después de haber sido elegido Papa.

El 4 de Junio de 1979 llegó a Jasna Góra el primer Papa polaco, Juan Pablo II, que empezó su peregrinación con estas palabras: “Se está realizando la voluntad de María: heme aquí… aquí estoy y recuerdo una vieja canción de los confederales de Bar: “somos servidores de María, siervos de María” … El siervo llamado desde esta tierra, vuelve a los pies de Jasna Góra, donde a menudo me detenía como vosotros y que me ha visto de rodillas sobre la tierra desnuda como vosotros estáis a menudo durante horas y horas…”.

Durante los tres días de la estancia del Papa se encontraron con él unos tres millones y medio de fieles. Juan Pablo II, pronunciando un acto de entrega de la Iglesia Universal, de la patria, de todos los hombres y de sí mismo a la Virgen, exclamó: “Madre, soy todo tuyo y aquello que es mío es tuyo”. Le ofreció también una rosa de oro que fue colocada en el altar de la Madre de Dios.


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LA IMAGEN PINTADA POR SAN LUCAS
Según una leyenda, después de la crucifixión de Jesús, cuando la Virgen María se trasladó a la casa de San Juan, llevó consigo algunos artículos personales, entre ellos una mesa hecha por el mismo Redentor en el taller de San José. Se cuenta que, cuando las mujeres piadosas de Jerusalén le pidieron a San Lucas que hiciese una pintura de la Madre de Dios; fue la parte superior de esta mesa la que el Apóstol utilizó para pintar la imagen.

La leyenda cuenta que la imagen permaneció en los alrededores de Jerusalén hasta que fue descubierta por Santa Elena, en el siglo cuarto. El cuadro, junto con otras reliquias, fue trasladado a la ciudad de Constantinopla, donde el hijo de Santa Elena, el Emperador Constantino el Grande, erigió una Iglesia para su entronización. La imagen de la Madre de Dios y el Niño fue honrada por el pueblo.

Cuando los Sarracenos invadieron la ciudad, los senadores y ciudadanos cargaron la preciada imagen en procesión por las calles. Los Sarracenos se llenaron de pánico y huyeron en consternación.

Más tarde, durante el terrible reinado del Emperador Izauryn, quien rechazaba los objetos sagrados y había destruido muchos a fuego, la imagen fue salvada por su esposa, la Emperatriz Irene, quien demostró una gran astucia al esconder la imagen de la Virgen en el palacio del Emperador, lugar donde los enemigos de Nuestra Señora nunca pensarían en buscarla.
La imagen permaneció en Constantinopla por quinientos años, hasta que se convirtió en objeto de varias dotes y así fue, eventualmente, a parar en Rusia y a la región rusa que más tarde se convirtió en la actual Polonia.

LA IMAGEN LLEGA A POLONIA
Después de que la imagen vino a formar parte de las posesiones del príncipe polaco, San Ladislao, fue instalada en un lugar especial de su palacio en Belz. Poco tiempo después, cuando el castillo fue asediado por los Tártaros, una flecha enemiga penetró en la Capilla por una ventana hasta el icono, causando un rasguño en la garganta de la Virgen María. La lesión permanece hasta el día de hoy, a pesar de los muchos intentos hechos a través de los años para repararla.

Las crónicas narran que San Ladislao se determinó a salvaguardar la imagen de las subsecuentes invasiones de los Tártaros trasladándola a Opala, su ciudad natal, donde estaría más segura.

Este viaje lo llevó hasta Czestochowa, lugar donde decidió pasar la noche. Durante esta breve pausa de su viaje, la imagen fue trasladada a Jasna Gora (que significa “colina luminosa”). Ahí fue colocada en una pequeña Iglesia de madera llamada La Asunción. A la mañana siguiente, después de haber colocado la imagen con sumo cuidado en su vagón correspondiente, los caballos se rehusaban a moverse.

Aceptando esto como una señal del cielo de que la imagen había de permanecer en Czestochowa, San Ladislao hizo regresar la imagen solemnemente, a la Iglesia de la Asunción. Esto ocurrió el día 26 de agosto de 1382, día que aún se observa como fiesta de la imagen de Nuestra Señora.

Dado que fue el deseo de San Ladislao que la imagen fuese custodiada por los más santos varones, ordenó la construcción de una Iglesia y monasterio de los Padres Paulinos, quienes devotamente se han encargado de su cuidado por los últimos seis siglos.

Habiendo escapado de la furia del Emperador Izauryn, y el daño causado por la flecha de los tártaros en la garganta de la Virgen María, la imagen fue puesta en peligro por los husitas, quienes abrazaron herejías extravagantes. Estos últimos invadieron el monasterio de los Padres Paulinos en 1430 y saquearon el suntuoso santuario. Entre los objetos robados estaba la imagen de Nuestra Señora.

Después de haberla colocado en el vagón, los husitas avanzaron tan sólo una corta distancia antes de que los caballos se rehusaran a caminar. Recordando que un incidente similar había ocurrido a San Ladislao hacía unos cincuenta años atrás, y dándose cuenta de que la imagen había sido la causa, los herejes arrojaron la imagen al suelo. Ésta se quebró en tres pedazos. Uno de los ladrones sacó su espada, golpeó la imagen y le causó dos cortaduras profundas. Cuando se preparaba para golpearla por tercera vez, cayó al suelo y se retorció en agonía, hasta que murió. Las dos cortaduras en la mejilla de la Virgen, junto con el daño causado anteriormente por la lanza en su garganta, han reaparecido siempre a pesar de los repetidos intentos de restauración.
La imagen estuvo nuevamente en peligro en el año 1655. En aquel entonces, 12,000 suecos se enfrentaron a los 300 hombres que protegían el santuario. Aunque grandemente superados en número, los protectores de la Virgen lograron un gran éxito derrotando a los enemigos. Al año siguiente, la Virgen María fue aclamada como Reina de Polonia.

Cercano a nuestros tiempos, el día 14 de septiembre de 1920, cuando el ejército ruso se estableció en el Río Vístula y se preparaba para invadir la ciudad de Varsovia, el pueblo recurrió a la Virgen María. Al día siguiente, fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, el ejército ruso se retiró después que la imagen de la Virgen apareció en una nube sobre la ciudad. En la historia de Polonia, ésta victoria es conocida como El Milagro de Vístula.

Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, los alemanes invadieron y capturaron Polonia. Después de haber tomado la ciudad de Varsovia, una de las órdenes de Hitler fue la de suspender y cancelar todas las peregrinaciones ya que estas fortalecían al pueblo polaco. En demostración al amor por Nuestra Señora y la confianza en su protección, medio millón de polacos secretamente viajaron hasta el santuario en contra de las órdenes de Hitler. Después de la liberación de la ciudad en el año 1945, un millón y medio de personas expresaron su gratitud a Nuestra Señora rezando frente a su imagen milagrosa.
Veintiocho años después del primer intento del ejército ruso por capturar la ciudad, lograron esclavizar al país completo a partir del año 1948. Sin embargo, durante ese año, más de 800,000 personas valientes peregrinaron al santuario durante la fiesta de la Asunción, una de las tres fiestas de la imagen, aunque pasaron bajo la mirada de los soldados comunistas que rutinariamente patrullaban las calles.

Hoy día, el pueblo continúa rindiendo honores a la venerada imagen de Nuestra Señora y el Niño, especialmente el día 26 de agosto, día que ha sido reservado para su celebración desde tiempos del Príncipe Ladislao.

Dado el color tan oscuro de la cara y las manos de Nuestra Señora, la imagen ha sido afectuosamente llamada “la Madona Negra”, frase que nos recuerda del Cantar de los Cantares, “Soy morena pero bella”.

Los milagros atribuidos a la intercesión de Nuestra Señora de Czestochowa son numerosos y espectaculares. La documentación de estos milagros y curaciones se encuentra preservada en los archivos de los Padres Paulinos en Jasna Gora.

EL CUADRO DE LA VIRGEN
El cuadro de la Virgen pertenece al tipo de iconos denominados Odigitria (esta palabra de origen griego significa “Aquella que indica y guía a través del camino”). Pintado sobre una tabla de madera de las siguientes dimensiones: 122,2 cm, 82,2 cm y 3,5 cm, el cuadro representa el busto de la Virgen con Jesús en brazos.

La cara de la Virgen domina el cuadro con el efecto de que quien lo mira se encuentra inmerso en la mirada de María: mira a María que le mira. También la cara del Niño mira al peregrino pero no su mirada que resulta fija. Las dos caras tienen una expresión seria y pensante lo que da a todo el cuadro un tono emotivo. La mejilla derecha de la Virgen está marcada por dos rasguños paralelos y por un tercero que atraviesa a los otros dos. Su cuello presenta otros seis arañazos, dos de los cuales son visibles y cuatro apenas se percibe.

Jesús está vestido con una túnica escarlata y descansa sobre el brazo izquierdo de la Madre que hace como de trono para que se pueda sentar. La mano izquierda del Niño sostiene el libro y la derecha está elevada en signo de bendición. Sobre su pecho descansa la mano de la Virgen que señala al Niño y parece querer decirnos: “Fijaros en mi Hijo Jesús, Él es el Hijo de Dios”.

El vestido y el manto de la Virgen están adornados con la flor de lis, símbolo de la familia real de Hungría. Contrasta la luminosidad de sus vestidos con los colores oscuros de sus rostros. En la frente de María hay representada una estrella de seis puntas. Ambos, la Virgen y Jesús tienen aureolas doradas.


Festividad:
19 de marzo para los Ortodoxos.
26 de agosto para la Iglesia Católica.


Enlaces videos:

http://forosdelavirgen.org/594/virgen-d ... -2/#videos

http://farm4.static.flickr.com/3057/280 ... b116_o.gif



J. J. V. M.
“Nuestra Señora de Czestochowa, resucita nuestros cuerpos a la vida eterna”.
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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor J Julio Villarreal M » Lun Mar 19, 2012 10:03 pm

19 de marzo se celebra la festividad de San José, esposo santo y casto de la Virgen María.
San José es llamado el "Santo del silencio" No conocemos palabras expresadas por él, tan solo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. José fue "santo" desde antes de los desposorios. Un "escogido" de Dios. Desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.


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Matrimonio de María con José
La perpetua virginidad de María no es obstáculo para que entre ella y San José hubiera un verdadero matrimonio. Además del testimonio evangélico de que " Estaba desposada con José " (Mt l, l8) y de que después "la recibió como esposa" (Ibid. 24), tenemos la clara explicación de que, si bien el consentimiento matrimonial tiene que tener, para su validez, como objeto el derecho mutuo al uso del cuerpo del otro cónyuge, ese derecho muy bien podía estar condicionado a un propósito, también mutuo, de no usarlo, propósito que, después del matrimonio ratificado, podía muy bien convertirse en un mutuo voto sin invalidar el mismo matrimonio. En este caso se junta un verdadero matrimonio con una verdadera virginidad, y no hay lesión alguna de la virtud de la justicia que regula los derechos matrimoniales.
Santo Tomás de Aquino presenta como razones que pueden demostrar la conveniencia de que Cristo fuera concebido y naciera de Madre Virgen:
a.- La dignidad del Padre, ya que, siendo Cristo verdadero y natural hijo de Dios, no convenía que tuviese otro Padre que compitiese con Dios tal dignidad;
b.- Su mismo nombre y calidad de Hijo o Verbo de Dios que excluye toda corrupción del espíritu;
c.- La dignidad del Hombre-Jesús, que no debía tener en su origen nada que fuera pecado, puesto que había venido a borrar el pecado del mundo;
d.- Por el fin de la encarnación del Verbo, que era para que los hombres renacieran hijos de Dios.
Sin embargo, esa misteriosa conjunción de maternidad y virginidad es siempre un misterio impenetrable, objeto exclusivo de la fe, la cual simplemente se apoya en la autoridad de Dios y en su poder infinito, que, como el ángel Gabriel explicara a la Virgen, "porque nada hay imposible para Dios" (Lc l, 37)


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Re: Festividad Mariana que celebramos hoy

Notapor isadelscj » Mar Mar 20, 2012 1:53 am

maria vargas escribió:Hoy es día para festejar la Sagrada Familia de Nazareth.

Lugares Fantástico: Iglesia de la Sagrada Familia de Barcelona

Cuando el librero José María Bocabella compró el amplio solar con el propósito de construir en él un templo expiatorio que estuviera dedicado a la Sagrada Familia, sus intenciones reales no eran ciertamente la que luego se hicieron realidad. Para él hombre de profunda religiosidad, el fin primordial era crear un baluarte de la fe, un claro punto de referencia espiritual dentro del recinto de Barcelona, una ciudad que si iba desarrollando rápidamente según lo planos de los arquitectos Cerdá (1859) Rovira (1868).
Planos que habían dado preferencia al sistema que proponía como esquema urbanístico básico una monótona repetición de bloques cuadrados, pero que parecía demasiado “modernista” a todos los que consideraban que Cataluña era una especie de isla que debían defender de los asaltos del exterior. Para contrastar con una geometría urbana tan pobre, el nuevo templo debería tener una estructura que recordara la de las antiguas catedrales, para conseguir que así fuera se eligió a arquitecto Francisco de Paula del Villar, quien realizó el proyecto “gótico”.
Según los planos de Villar, la iglesia debería medir 97 metros por 44, tener una planta en cruz latina, tres naves y un amplio ábside semicircular que albergaría nueve capillas; en e] centro estaba prevista una cripta, cuyas obras fueron las primeras, que se iniciaron, el día 1 de marzo de 1882. Pero ocurrió que, al cabo de pocos meses, empezaron las discrepancias entre Villar y el arquitecto Martorell, figura de primera categoría en el ambiente artístico catalán y amigo y consejero del librero Bocabella.
Villar dimitió, y Martorell, invitado a ocupar su puesto, lo rechazó, pero aconsejando confiar la prosecución del trabajo al joven Gaudí, ayudante suyo en algunas obras y compañero del librero en los peregrinajes a Montserrat. Así fue como el 3 de noviembre de 1883 el artista empezaba la obra a la, que había de dedicar gran parte de su vida, hasta el punto de hacer de ella, ya en los años de su vejez, el objeto en el que convergirían todos sus pensamientos y todas sus actividades. Gaudí no elaboró en seguida el proyecto definitivo, sino al contrario, tardó mucho en llegar a este resultado, pues como se pone de manifiesto en los numerosos esbozos que dejó, la visión completa del conjunto no estuvo clara para él hasta los últimos años de su vida.


Este proceder, que obedecía a intuiciones sucesivas, era típico del maestro catalán; llegaba a la definitiva expresión creadora a través de una gradual aproximación, dejando sedimentar poco a poco sus ideas hasta que se traducían en una forma concreta. Por otro lado, su fantasía, puramente plástica e inclinada al empleo de todos los materiales disponibles (hormigón, piedra, ladrillo, hierro, pasta vidriada, cerámica), no podía reducirse al limitado campo de una hoja de papel, al esquematismo bidimensional de un dibujo, sino que sentía la imperiosa exigencia de modelar en el espacio, de trabajar directamente, aunque fuera a escala reducida, sobre la misma materia.
[img]http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/4/4d/Sagrada_Familia_interior_over_altar.jpg/200px-
En un principio Gaudí se sintió en cierta manera influido y mediatizado por el esquema impuesto por su predecesor, pero su indecisión duró muy poco, no tardando en transformar la cripta, que era el único elemento parcialmente definido. Elevó diez metros la altura de la bóveda y pronto dejó intuir lo que después sería el fin supremo de su trabajo: dar la máxima verticalidad a las estructuras para recrear no los resultados formales del gótico, sino el espíritu que animó a los artífices de este estilo. Con este fin, Gaudí, que con frecuencia fue considerado como un arquitecto gótico que había llegado al mundo con enorme retraso, abolió dos elementos esenciales del gótico “verdadero”: los arcos apuntados y el contrapunto de arbotantes y contrafuertes, que él mismo calificaba como las “muletas” de los edificios.

En su lugar introdujo el arco parabólico y la inclinación de las columnas según la resultante de la composición de los pesos que sobre ellas gravitaban, lo mismo que “un tronco de árbol se inclina según la masa de las hojas sostenidas, por las ramas”. Siguiendo con el proyecto, Gaudí fue modificando por completo los planos de Villar, extendiendo el primitivo programa de una “representación sagrada” a una amplitud, complejidad y audacia tales que fue mucho más allá de las intenciones y fantasías del más ambicioso y previsor proto maestro gótico.

Las dimensiones fueron entonces de 120 metros por 40, a fin de que hubiera espacio para una planta en cruz latina con cinco naves, completada con doce campanarios (los doce apóstoles) y con un cimborio que representaba la gloria de Jesucristo. Dicho cimborio debía alcanzar una altura de 160 metros, es decir, superior a la de San Pedro, detalle que, demuestra que la simbología cristiana iba acompañada también del orgullo del catalán, aunque católico entre los católicos; es el mismo orgullo que, extendido a toda la hispanidad, le hará representar también las ciudades de Valencia, Granada, Toledo, Burgos, Valladolid, Santiago y Sevilla en las ocho columnas anteriores de la nave central.

Las cuatro columnas mayores, destinadas a sostener el cimborio, debían reproducir a los cuatro evangelistas, Mateo, Marcos Lucas y Juan. Los apóstoles, distribuidos en grupos de cuatro y dispuestos en forma de campanario, vigilarían las tres entradas, cada una de ellas con tres puertas que simbolizaban la Fe, la Esperanza y la Caridad. La entrada de levante se dedicaba al Nacimiento y a la Epifanía de Jesús; la de poniente a su Pasión y Muerte, y la de mediodía, la principal, a su Gloria y al Juicio Final. Pero lo que asombra de un proyecto semejante no es la correspondencia biunívoca entre los elementos arquitectónicos y la historia sagrada llevada hasta las últimas consecuencias, sino la previsión de que toda esa estructura se iba a completar con centenares y centenares de estatuas en bulto redondo o en alto relieve y además con paredes pintadas, esmaltes, mayólicas, pastas de vidrio y hierros forjados.

Frente a tal profusión, frente a una orgía tal de medios expresivos, algunos investigadores han opinado que debían considerar a Gaudí como barroco. Sin embargo, su personalidad, vinculada a sus orígenes —y Gaudí lo estuvo visceralmente—, traspasa de tal manera los límites de cualquier tradición que el arquitecto no puede integrarse en ninguna clasificación conocida. Quizá por esto el artista catalán fue ignorado durante mucho tiempo por la crítica contemporánea. Con la excepción de un juicio positivo de Le Corbusier en 1928, o una interpretación de “barroco” por parte de Cassau en 1933 y otra desde el punto de vista surrealista de Dalí, su nombre fue prácticamente ignorado por las vanguardias artísticas europeas, que sólo se dieron cuenta de su valía y de la trascendencia de su obra después de la segunda Guerra Mundial, cuando hacía ya veinticinco años que había desaparecido, dejando, como recuerdo de su extraordinaria fantasía, esbozos. maquetas, anotaciones y apuntes del templo, pero por desgracia menos testimonios concretos.

En efecto, la Sagrada Familia, en el momento en que murió su creador, se reducía prácticamente, o sea en cuanto a elementos construidos, a la cripta, a parte del ábside y a la fachada del’ Nacimiento, estando en construcción las torres que habían de dar la inconfundible característica gaudiniana a todo el templo. Y llegando aquí conviene hacer un breve recorrido de las etapas cronológicas de los trabajos: el 19 de marzo de 1885 se celebró la misa en la cripta, que aún no se había cubierto; entre 1887 y 1893 se construyen las paredes del ábside; mientras tanto se cubre la bóveda de la cripta, ultimada en 1891. Después se iniciaron los trabajos de la fachada del Nacimiento: en 1903 se completan las estructuras básicas y los portales; el primer campanario se concluyó en 1918 y el segundo en enero de 1926.

Después de la muerte de Gaudí, el arquitecto Sugranyes acabó la construcción de las torres que faltaban, y tras un largo período en que las obras estuvieron suspendidas, los arquitectos Quintana, Bonet Garí y Puig Boada levantaron la fachada de la Pasión, cuyas torres quedaron completadas en 1976. Es poco, ciertamente, en relación con la suma de energías gastadas y de los esfuerzos realizados; pero aun así, lo que hasta su muerte pudo llevar a término testimonia su capacidad y su genio para crear nuevas formas y para dominar la materia “inventa- da” para componerlas. Y para demostrarlo basta ver las agujas con las que terminan los cuatro campanarios, que “parecen hechas por el mismo hombre que las concibió”. Las catedrales nunca, o casi nunca, han podido ser la obra de un solo hombre.

Tampoco podía serlo la Sagrada Familia de Barcelona, por sus colosales dimensiones. por lo ambicioso de su concepción, por la fabulosa cantidad de elementos secundarios y marginales que han, de figurar en su decoración y por la misma inquietud artística del propio Gaudí, que le impulsaba constantemente a cambiar, a renovarse, a superarse siempre en una tarea sin fin. La Sagrada Familia nació como un deseo colectivo; por ello, en Cataluña, muchos están convencidos de que debe acabarse. En este sentido se han realizado algunos intentos y otros se están llevando a cabo. Para ello existen los diseños de Gaudí y sus maquetas, algunas reconstruidas después de la guerra civil basándose en sus apuntes.

En el interior mismo del templo hay un museo en el que se conservan muchos de esos inapreciables testimonio. Otros han sido reunidos por la fundación “Amigos de Gaudí” y por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Pero quizás el propio Gaudí, si aún viviera y se entregara como siempre a su desbordada fantasía, prescindiría de todo ello y crearía nuevas formas y forjaría nuevos proyectos, sin llegar a acabar tampoco “su” iglesia.

El Pórtico de la Esperanza. Dedicado a San José, encontramos las escenas de los Esponsales de la Virgen María y San José, la Familia de Jesús (con San Joaquín y Santa Ana), la Muerte de los Santos Inocentes, La huida a Egipto y La barca de San José, en que José es el timonel que conduce a la Iglesia Católica (la fisonomía de José corresponde a la del propio Gaudí, como homenaje de los trabajadores del templo tras su muerte). También podemos observar la colocación de animales domésticos como ocas, gansos o patos como alusión a la fauna del Nilo, así como flora de Egipto. El pórtico está rematado por un gran pináculo semejante a los peñascos de Montserrat, con la inscripción Sálvanos.



La festividad litúrgica de la SAGRADA FAMILIA DE NAZARET, tiene lugar en el Tiempo de Navidad, en concreto el DOMINGO SIGUIENTE A LA FESTIVIDAD DE NAVIDAD. Puede ser trasladada, como ocurrió la pasada Navidad, al no haber ningún Domingo entre el 25 de diciembre y el 1 de enero

Ayer 19 de marzo, fue la SOLEMNIDAD (rango superior a la festividad) de San José, esposo de la Virgen María.


Cordiales saludos.
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