Tema 5: ¿Qué hay después de la muerte?

[marisa725]

1.- ¿ Cómo explicarías a alguien que, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros que hay vida tras la muerte ?
No somos animales ni ángeles, sino una mezcla de ambos. En el hombre conviven realidades corporales como el hambre y espirituales como voluntad libre e inteligencia que abstrae.
En Filosofóa, el camino más sencillo para mostrar la espiritualidad del alma consiste en estudiar sus dos potencias intelecto y voluntad. En cuanto al intelecto, veamos tres aspectos que serían imposibles si éste fuese meramente material: la capacidad de abstracción, la universalidad de los conceptos que pueden ser abstraídos y la autorreflexión.
La simple capacidad de abstracción, presupone espiritualidad.
Con la muerte muere la materia, pero la espiritualidad no muere. Por último hemos visto morir mucha gente, después de un tiempo se han convertido en polvo; porque el alma da vida al cuerpo y cuando se separa el alma del cuerpo pasará a la eternidad y el cuerpo se pudrirá y se reducirá a polvo.

2.-¿ Qué es el infierno, el purgatorio y el cielo ?

El Infierno es el Estado donde van los que mueren en pecado mortal personal, como enemigos de Dios y no merecedores de la vida eterna al lado de Dios.
Es de fe su existencia y eternidad, o duración sin fin.

El purgatorio es el lugar de purificación necesaria para el encuentro con Dios, donde van los justos que murieron en pecado venial o quien tiene aún deudas de castigo temporal por el pecado.
El purgatorio es una parte del cielo, es como una sala de espera, el lugar de preparación para el encuentro con el Señor.

El cielo es el estado del alma, en que se da honor y gloria a Dios por siempre. El Cielo lo preparó Dios para los que aman. El amor alcanza a Dios y se sumerge en Él, como su único tesoro.

3.- ¿ Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte ?
La de aceptar la muerte en satisfacción de nuestros pecados y aceptarla tal y cual nos lo envíe el Señor.
Debemos ser felices al morir, si hemos logrado la santidad en vida terrenal, porque el premio principal es Dios mismo, es el amarle y contemplarle cara a cara.
Para aceptar la muerte, debemos ser capaces de traspasar los ojos de nuestra naturaleza humana, para ver desde nuestro costado espiritual y comprender la alegría de que Dios nos recibirá con Sus Brazos abiertos.
Debemos aceptar la muerte como el momento más importante de nuestra existencia; porque es el momento decisivo en el que depende nada menos que nuestra eternidad.

4.- ¿ Has intentado imaginarte como es el cielo?. ¿ No lo podrías contar ?
Para mi el Cielo es gozar de Dios por toda la eternidad.
El cielo es la felicidad extrema y es el estado del alma en que siempre vemos a Dios, a los ángeles, a los santos y la Virgen María.
Ya no habrá sufrimiento, ni hambre, ni miseria; sino todo será hermoso porque ya no necesitaremos nada material. Y en el tiempo final también disfrutaremos de un cuerpo glorioso.
Tener el Cielo es tener a Dios y tener a Dios es vivir en gracia.

[maryelke]

1.-¿Cómo le explicamos a alguien, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte?
El ser humano posee alma y ella es inmortal, ya que el cuerpo (hombre) no sólo es materia, posee alma y ésta tiene la capacidad de trascender, al no ser materia esta no se puede destruir. Además por formación cristiana estamos convencidos que existe la vida eterna.

¿Qué es el infierno, el purgatorio, y el cielo?
El infierno, es la consecuencia final del pecado, pues el infierno es una situación en la que se encuentra aquel de forma consiente y libre se aleja de Dios.
Jesús con su muerte nos permite la remisión de los pecados hasta el último día de vida.
El purgatorio, es el lugar en que se permite la purificación del alma. Esta corrección debe ser completa para borrar toda imperfección. Para salvar toda alma se requiere de la ayuda de terceros que oran por ellos.
El Cielo, es la Casa de Dios, en donde habitan aquellas almas que se encuentran en comunión con la Santísima Trinidad, la Virgen María, los ángeles y los santos. El cielo es toda aspiración del cristiano, en donde el hombre est{a en estado de eterna felicidad. También se puede decir que es nuestra relación viva y permanente con la Santísima Trinidad, maás que un lugar físico.

¿Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte?
La actitud del cristiano debe ser con esperanza de llegar a la meta, el Cielo, para ello debe en gracia de Dios. Mas la muerte para un cristiano debe ser un paso más para vivir y contemplar la promesa de Cristo, la Vida Eterna; teniendo la convicción de que pasaremos por un estado de purificación antes de contemplar la Casa Celestial.

¿Has intentado imaginarte cómo es el Cielo? ¿Nos lo podrías contar?
Si, físicamente me lo imagino como un paisaje de colores vivos, donde no existe la noche (la oscuridad), el tiempo, donde todo está debidamente armonizado y las personas conviviendo en felicidad.

[Eragt]

Para Eragt

¿Es lo mismo alma que espíritu?
En la práctica sí, aunque filosóficamente hay diferencias (alma es a cuerpo como espíritu es a materia)

Cuando después de la muerte pasamos a la presencia de Dios y este nos juzga, ¿en la segunda venida de Cristo vamos a ser juzgados nuevamente? porque se nos ha dicho "vendrá con gloria a juzgar a vivos y muertos" ¿o esperaremos la segunda venida para ser juzgados de una sola vez? de ser así en qué estado vamos a estar mientras tanto?
Hay que distinguir entre el Juicio particular (inmediatamente después de la muerte; sella nuestro destino eterno) y el Juicio universal (tras el final de los tiempos: reunión ante Cristo de todos los habitantes que han pasado por este mundo en la que se hace patente para todos el destino eterno de cada uno y las consecuencias -positivas o negativas- de nuestros actos hasta ese momento final.
¡Felicidades por hacerte preguntas y querer saber más!
Michel Esparza (autor del curso)

Gracias Michel por su repuesta. Ahora estoy claro de mis incognitas.
Saludos

[pattypj]

Participación en el foro:

• ¿Cómo explicarías a alguien que, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte?
La fe nos dice qué sucede exactamente después de la muerte, pero con la sola razón podemos demostrar que no todo termina con la muerte. Ya Platón, hace 24 siglos, demostró que nuestra alma es inmortal: incorruptible e indestructible. San Agustín y Santo Tomás de Aquino recogen sus argumentos y los perfeccionan.
En general, esos argumentos se apoyan en la naturaleza espiritual del alma humana. Si conseguimos mostrar que en el hombre no todo es materia -como sostiene un materialismo-, si el hombre es capaz de trascender la materia por ser mucho más que un simple animal algo más sofisticado, si en la persona humana hay una realidad más anclada en el ser que la materia, concluiremos que el alma es incorruptible, es decir, que el futuro de esta realidad espiritual presente en nosotros no se rige por las leyes de la materia. La materia sufre cambios sustanciales mientras que el alma no es una sustancia contingente, sino necesaria. El único devenir posible de una sustancia de naturaleza espiritual es la aniquilación, algo que, en principio, el Dios nunca hace. Al contrario que la materia, el alma es simple: no se puede destruir. En el hombre conviven realidades corporales (hambre) y espirituales (inteligencia que abstrae y voluntad libre). No somos ni animales ni ángeles, sino una mezcla de ambos. Ambas dimensiones están íntimamente unidas. Esta perfecta unidad de la persona humana sólo ha sido explicada satisfactoriamente por la filosofía aristotelico-tomista. Según ésta, el alma es forma del cuerpo; necesita del cuerpo para expresarse y obtener datos a través de los sentidos, aunque, de por sí, es una sustancia subsistente (capaz de existir con independencia del cuerpo y, por tanto, incorruptible o inmortal). En filosofía, el camino más sencillo para mostrar la espiritualidad del alma consiste en estudiar sus dos potencias: intelecto y voluntad. En cuanto al intelecto, veamos tres aspectos que serían imposibles si éste fuese meramente material: la capacidad de abstracción, la universalidad de los conceptos que pueden ser abstraídos y la autorreflexión.

• ¿Qué es el infierno, el purgatorio y el cielo?
INFIERNO
El infierno es la última consecuencia del pecado mismo, que se vuelve contra quien lo ha cometido. Es la situación en que se sitúa definitivamente quien rechaza la misericordia del Padre incluso en el último instante de su vida. Para describir esta realidad, el Nuevo Testamento anuncia que Cristo, con su resurrección, ha vencido la muerte y ha extendido su poder liberador también en el reino de los muertos.
Sin embargo, la redención sigue siendo un ofrecimiento de salvación que corresponde al hombre acoger con libertad. Por eso, cada uno será juzgado de acuerdo con sus obras. El Nuevo Testamento presenta el lugar destinado a los obradores de iniquidad como un horno ardiente, donde «será el llanto y el rechinar de dientes» o como la gehenna de «fuego que no se apaga. Todo ello es expresado, con forma de narración, en la parábola del rico epulón, en la que se precisa que el infierno es el lugar de pena definitiva, sin posibilidad de retorno o de mitigación del dolor. Las imágenes con las que la sagrada Escritura nos presenta el infierno expresan la completa frustración y vaciedad de una vida sin Dios. El infierno, más que un lugar, indica la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios, manantial de vida y alegría. Morir en pecado mortal sin estar arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra infierno». La «condenación» consiste precisamente en que el hombre se aleja definitivamente de Dios, por elección libre y confirmada con la muerte, que sella para siempre esa opción. La sentencia de Dios ratifica ese estado.

PURGATORIO
Para cuantos se encuentran en la condición de apertura a Dios, pero de un modo imperfecto, el camino hacia la bienaventuranza plena requiere una purificación, que la fe de la Iglesia ilustra mediante la doctrina del «purgatorio». En la sagrada Escritura se pueden captar algunos elementos que ayudan a comprender el sentido de esta doctrina, aunque no esté enunciada de modo explícito. Expresan la convicción de que no se puede acceder a Dios sin pasar a través de algún tipo de purificación. Durante nuestra vida terrena, siguiendo la exhortación evangélica a ser perfectos como el Padre celestial, estamos llamados a crecer en el amor, para hallarnos firmes e irreprensibles en presencia de Dios Padre, en el momento de «la venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos». Por otra parte, estamos invitados a «purificamos de toda mancha de la carne y del espíritu», porque el encuentro con Dios requiere una pureza absoluta.

Hay que eliminar todo vestigio de apego al mal y corregir toda imperfección del alma. La purificación debe ser completa, y precisamente esto es lo que enseña la doctrina de la Iglesia sobre el purgatorio. Este término no indica un lugar, sino una condición de vida. Quienes se encuentran en la condición de purificación están unidos tanto a los bienaventurados, que ya gozan plenamente de la vida eterna, como a nosotros, que caminamos en este mundo hacia la casa del Padre. Así como en la vida terrena los creyentes están unidos entre sí en el único Cuerpo místico, así también después de la muerte los que viven en estado de purificación experimentan la misma solidaridad eclesial que actúa en la oración, en los sufragios y en la caridad de los demás hermanos en la fe. La purificación se realiza en el vínculo esencial que se crea entre quienes viven la vida del tiempo presente y quienes ya gozan de la bienaventuranza eterna. Es evidente que la purificación en la tierra -por contar con la libertad- es más ligera que en el Purgatorio. Aquí nos lavamos; allí, nos lavan.
CIELO
Cuando haya pasado la figura de este mundo, los que hayan acogido a Dios en su vida y se hayan abierto sinceramente a su amor, por lo menos en el momento de la muerte, podrán gozar de la plenitud de comunión con Dios, que constituye la meta de la existencia humana.
Como enseña el Catecismo de la Iglesia católica, «esta vida perfecta con la santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con ella, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados se llama "el cielo". El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha».
Hoy queremos tratar de comprender el sentido bíblico del «cielo», para poder entender mejor la realidad a la que remite esa expresión En el lenguaje bíblico el cielo se entiende como morada de Dios. A la representación del cielo como morada trascendente del Dios vivo, se añade la de lugar al que también los creyentes pueden, por gracia, subir, como muestran en el Antiguo Testamento las historias de Enoc y Elías. Así, el cielo resulta figura de la vida en Dios. En este sentido, Jesús habla de «recompensa en los cielos» y exhorta a «amontonar tesoros en el cielo». El Nuevo Testamento profundiza la idea del cielo también en relación con el misterio de Cristo. Los creyentes, en cuanto amados de modo especial por el Padre, son resucitados con Cristo y hechos ciudadanos del cielo. La participación en la completa intimidad con el Padre, después del recorrido de nuestra vida terrena, pasa por la inserción en el misterio pascual de Cristo. San Pablo subraya con una imagen espacial muy intensa este caminar nuestro hacia Cristo en los cielos al final de los tiempos. Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos (los muertos resucitados), al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor. En el marco de la Revelación sabemos que el «cielo» o la «bienaventuranza» en la que nos encontraremos no es una abstracción, ni tampoco un lugar físico entre las nubes, sino una relación viva y personal con la santísima Trinidad. Es el encuentro con el Padre, que se realiza en Cristo resucitado gracias a la comunión del Espíritu Santo. Es preciso mantener siempre cierta sobriedad al describir estas realidades últimas, ya que su representación resulta siempre inadecuada. Hoy el lenguaje personalista logra reflejar de una forma menos impropia la situación de felicidad y paz en que nos situará la comunión definitiva con Dios.


• ¿Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte?
La esperanza cristiana se basa en las promesas hechas por el Único que siempre es capaz de cumplir lo prometido. Imaginar el Cielo es un gran incentivo para nuestra esperanza. Vivimos, como reza la liturgia, «esperando la gloriosa venida de Nuestro Señor Jesucristo». Estamos de viaje y es lógico que el pensamiento se nos escape hacia la meta definitiva en la que nos espera la Persona que más y mejor nos ama. Si le queremos con locura, deseamos ardientemente la definitiva unión con Él.
Hay, sin embargo cristianos que sienten horror ante la muerte. Es lógico que la muerte dé miedo, aunque sólo sea porque se trata de un tránsito sobre el que desconocemos los detalles. Morir siempre tiene algo de violento. Pero si consideramos que la muerte es como la llegada nupcial del Amado que viene a abrazarnos, ya no impresiona tanto. «Es preciso -explica L. Trese- que nos esforcemos por comprender lo que significa quedar sumergidos en el poderoso abrazo del Amor Absoluto, en ese amor indescriptible, pero personalísimo, mediante el cual yo seré todo de Dios y Él todo mío; una misión por la que mi alma, convertida en llama de amor, arde con una pasión inefable y gozosísima; una fusión tan arrebatadora que hace inevitable el éxtasis, un éxtasis que excluye cualquier sombra de dolor, porque no terminará nunca. Sí, cuando seamos capaces de captar, aunque sea un poquito, la verdadera naturaleza de la visión directa de Dios, del amor y la felicidad que gozaremos en el cielo, la muerte dejará de mostrarnos su sombría faz y perderemos el miedo. Una emoción tan irreprimible como es el miedo se ve anulada por otra todavía más fuerte: el amor. Este no ha arrojado de nuestro corazón el miedo, pero lo ha convertido en algo irrelevante.

• ¿Has intentado imaginarte como es el cielo? ¿nos lo podrías contar?
Si me lo he imaginado. Es un lugar inmensamente hermoso, en donde hay una luz intensa que nos guía hacia la Santisima Trinidad. Ahí estaremos ante la presencia de Dios y nos reuniremos con todos nuestros seres queridos que se nos han adelantado convertidos en angeles, quienes nos reciben con una gran alegría dándonos la bienvenida con una paz y tranquilidad nunca experimentada, ya no tenemos miedo, porque Dios está con nosotros. Se oirá música de arpa que nos invita a gozar plenamente de la presencia de DIOS vivo.

[pattypj]

Participación en el foro:

• ¿Cómo explicarías a alguien que, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte?
La fe nos dice qué sucede exactamente después de la muerte, pero con la sola razón podemos demostrar que no todo termina con la muerte. Ya Platón, hace 24 siglos, demostró que nuestra alma es inmortal: incorruptible e indestructible. San Agustín y Santo Tomás de Aquino recogen sus argumentos y los perfeccionan.
En general, esos argumentos se apoyan en la naturaleza espiritual del alma humana. Si conseguimos mostrar que en el hombre no todo es materia -como sostiene un materialismo-, si el hombre es capaz de trascender la materia por ser mucho más que un simple animal algo más sofisticado, si en la persona humana hay una realidad más anclada en el ser que la materia, concluiremos que el alma es incorruptible, es decir, que el futuro de esta realidad espiritual presente en nosotros no se rige por las leyes de la materia. La materia sufre cambios sustanciales mientras que el alma no es una sustancia contingente, sino necesaria. El único devenir posible de una sustancia de naturaleza espiritual es la aniquilación, algo que, en principio, el Dios nunca hace. Al contrario que la materia, el alma es simple: no se puede destruir. En el hombre conviven realidades corporales (hambre) y espirituales (inteligencia que abstrae y voluntad libre). No somos ni animales ni ángeles, sino una mezcla de ambos. Ambas dimensiones están íntimamente unidas. Esta perfecta unidad de la persona humana sólo ha sido explicada satisfactoriamente por la filosofía aristotelico-tomista. Según ésta, el alma es forma del cuerpo; necesita del cuerpo para expresarse y obtener datos a través de los sentidos, aunque, de por sí, es una sustancia subsistente (capaz de existir con independencia del cuerpo y, por tanto, incorruptible o inmortal). En filosofía, el camino más sencillo para mostrar la espiritualidad del alma consiste en estudiar sus dos potencias: intelecto y voluntad. En cuanto al intelecto, veamos tres aspectos que serían imposibles si éste fuese meramente material: la capacidad de abstracción, la universalidad de los conceptos que pueden ser abstraídos y la autorreflexión.

• ¿Qué es el infierno, el purgatorio y el cielo?
INFIERNO
El infierno es la última consecuencia del pecado mismo, que se vuelve contra quien lo ha cometido. Es la situación en que se sitúa definitivamente quien rechaza la misericordia del Padre incluso en el último instante de su vida. Para describir esta realidad, el Nuevo Testamento anuncia que Cristo, con su resurrección, ha vencido la muerte y ha extendido su poder liberador también en el reino de los muertos.
Sin embargo, la redención sigue siendo un ofrecimiento de salvación que corresponde al hombre acoger con libertad. Por eso, cada uno será juzgado de acuerdo con sus obras. El Nuevo Testamento presenta el lugar destinado a los obradores de iniquidad como un horno ardiente, donde «será el llanto y el rechinar de dientes» o como la gehenna de «fuego que no se apaga. Todo ello es expresado, con forma de narración, en la parábola del rico epulón, en la que se precisa que el infierno es el lugar de pena definitiva, sin posibilidad de retorno o de mitigación del dolor. Las imágenes con las que la sagrada Escritura nos presenta el infierno expresan la completa frustración y vaciedad de una vida sin Dios. El infierno, más que un lugar, indica la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios, manantial de vida y alegría. Morir en pecado mortal sin estar arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra infierno». La «condenación» consiste precisamente en que el hombre se aleja definitivamente de Dios, por elección libre y confirmada con la muerte, que sella para siempre esa opción. La sentencia de Dios ratifica ese estado.

PURGATORIO
Para cuantos se encuentran en la condición de apertura a Dios, pero de un modo imperfecto, el camino hacia la bienaventuranza plena requiere una purificación, que la fe de la Iglesia ilustra mediante la doctrina del «purgatorio». En la sagrada Escritura se pueden captar algunos elementos que ayudan a comprender el sentido de esta doctrina, aunque no esté enunciada de modo explícito. Expresan la convicción de que no se puede acceder a Dios sin pasar a través de algún tipo de purificación. Durante nuestra vida terrena, siguiendo la exhortación evangélica a ser perfectos como el Padre celestial, estamos llamados a crecer en el amor, para hallarnos firmes e irreprensibles en presencia de Dios Padre, en el momento de «la venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos». Por otra parte, estamos invitados a «purificamos de toda mancha de la carne y del espíritu», porque el encuentro con Dios requiere una pureza absoluta.

Hay que eliminar todo vestigio de apego al mal y corregir toda imperfección del alma. La purificación debe ser completa, y precisamente esto es lo que enseña la doctrina de la Iglesia sobre el purgatorio. Este término no indica un lugar, sino una condición de vida. Quienes se encuentran en la condición de purificación están unidos tanto a los bienaventurados, que ya gozan plenamente de la vida eterna, como a nosotros, que caminamos en este mundo hacia la casa del Padre. Así como en la vida terrena los creyentes están unidos entre sí en el único Cuerpo místico, así también después de la muerte los que viven en estado de purificación experimentan la misma solidaridad eclesial que actúa en la oración, en los sufragios y en la caridad de los demás hermanos en la fe. La purificación se realiza en el vínculo esencial que se crea entre quienes viven la vida del tiempo presente y quienes ya gozan de la bienaventuranza eterna. Es evidente que la purificación en la tierra -por contar con la libertad- es más ligera que en el Purgatorio. Aquí nos lavamos; allí, nos lavan.
CIELO
Cuando haya pasado la figura de este mundo, los que hayan acogido a Dios en su vida y se hayan abierto sinceramente a su amor, por lo menos en el momento de la muerte, podrán gozar de la plenitud de comunión con Dios, que constituye la meta de la existencia humana.
Como enseña el Catecismo de la Iglesia católica, «esta vida perfecta con la santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con ella, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados se llama "el cielo". El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha».
Hoy queremos tratar de comprender el sentido bíblico del «cielo», para poder entender mejor la realidad a la que remite esa expresión En el lenguaje bíblico el cielo se entiende como morada de Dios. A la representación del cielo como morada trascendente del Dios vivo, se añade la de lugar al que también los creyentes pueden, por gracia, subir, como muestran en el Antiguo Testamento las historias de Enoc y Elías. Así, el cielo resulta figura de la vida en Dios. En este sentido, Jesús habla de «recompensa en los cielos» y exhorta a «amontonar tesoros en el cielo». El Nuevo Testamento profundiza la idea del cielo también en relación con el misterio de Cristo. Los creyentes, en cuanto amados de modo especial por el Padre, son resucitados con Cristo y hechos ciudadanos del cielo. La participación en la completa intimidad con el Padre, después del recorrido de nuestra vida terrena, pasa por la inserción en el misterio pascual de Cristo. San Pablo subraya con una imagen espacial muy intensa este caminar nuestro hacia Cristo en los cielos al final de los tiempos. Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos (los muertos resucitados), al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor. En el marco de la Revelación sabemos que el «cielo» o la «bienaventuranza» en la que nos encontraremos no es una abstracción, ni tampoco un lugar físico entre las nubes, sino una relación viva y personal con la santísima Trinidad. Es el encuentro con el Padre, que se realiza en Cristo resucitado gracias a la comunión del Espíritu Santo. Es preciso mantener siempre cierta sobriedad al describir estas realidades últimas, ya que su representación resulta siempre inadecuada. Hoy el lenguaje personalista logra reflejar de una forma menos impropia la situación de felicidad y paz en que nos situará la comunión definitiva con Dios.


• ¿Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte?
La esperanza cristiana se basa en las promesas hechas por el Único que siempre es capaz de cumplir lo prometido. Imaginar el Cielo es un gran incentivo para nuestra esperanza. Vivimos, como reza la liturgia, «esperando la gloriosa venida de Nuestro Señor Jesucristo». Estamos de viaje y es lógico que el pensamiento se nos escape hacia la meta definitiva en la que nos espera la Persona que más y mejor nos ama. Si le queremos con locura, deseamos ardientemente la definitiva unión con Él.
Hay, sin embargo cristianos que sienten horror ante la muerte. Es lógico que la muerte dé miedo, aunque sólo sea porque se trata de un tránsito sobre el que desconocemos los detalles. Morir siempre tiene algo de violento. Pero si consideramos que la muerte es como la llegada nupcial del Amado que viene a abrazarnos, ya no impresiona tanto. «Es preciso -explica L. Trese- que nos esforcemos por comprender lo que significa quedar sumergidos en el poderoso abrazo del Amor Absoluto, en ese amor indescriptible, pero personalísimo, mediante el cual yo seré todo de Dios y Él todo mío; una misión por la que mi alma, convertida en llama de amor, arde con una pasión inefable y gozosísima; una fusión tan arrebatadora que hace inevitable el éxtasis, un éxtasis que excluye cualquier sombra de dolor, porque no terminará nunca. Sí, cuando seamos capaces de captar, aunque sea un poquito, la verdadera naturaleza de la visión directa de Dios, del amor y la felicidad que gozaremos en el cielo, la muerte dejará de mostrarnos su sombría faz y perderemos el miedo. Una emoción tan irreprimible como es el miedo se ve anulada por otra todavía más fuerte: el amor. Este no ha arrojado de nuestro corazón el miedo, pero lo ha convertido en algo irrelevante.

• ¿Has intentado imaginarte como es el cielo? ¿nos lo podrías contar?
Si me lo he imaginado. Es un lugar inmensamente hermoso, en donde hay una luz intensa que nos guía hacia la Santisima Trinidad. Ahí estaremos ante la presencia de Dios y nos reuniremos con todos nuestros seres queridos que se nos han adelantado convertidos en angeles, quienes nos reciben con una gran alegría dándonos la bienvenida con una paz y tranquilidad nunca experimentada, ya no tenemos miedo, porque Dios está con nosotros. Se oirá música de arpa que nos invita a gozar plenamente de la presencia de DIOS vivo.

[Silvyrodvi27]

¿Cómo explicarías a alguien que, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte?
R/ Le diría que la sola razón nos hace darnos cuenta que no somos únicamente materia, que por la razón sabemos que tenemos voluntad,inteligencia y hasta sentimientos. Que la razón nos dicta que no todo puede acabar con la extinción del cuerpo. Que más allá de mi materia, mi escencia es eterna; y que eso a lo que llamamos alma no se acaba y por tal razón debe trascender más allá de todo lo que conocemos.

• ¿Qué es el infierno, el purgatorio y el cielo?
R/ Para mí los tres son estados:
- El infierno es el estado al que yo por mi propia elección decido llegar. Un estado de ausencia absoluta de Dios. De autoexclusión definitiva de la comunión con Dios. En el que me alejo definitivamente de Dios.
- El Purgatorio es un estado de purificación, que me permite reparar las faltas que cometí y no reparé en vida y me da la opción de que al cumplir dicha reparación podré gozar de la presencia de Dios. Es un estado otorgado por la GRAN MISERICORDIA DIVINA. En el corrijo todo vestigio de apego al mal y elimino mis imperfecciones.
- El Cielo es el estado de Gracia Absoluta, de Comunión de Amor con Dios y todos los Santos. Es la paz, el gozo, la dicha, la perfección. Es la meta de nuestra existencia.

• ¿Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte?
R/ Debe ser una actitud de esperanza, de gozo, de alegía de encontrarnos con El Amado. Una actitud de contemplación y entrega(donación de amor a Dios mediante los hermanos) Un esperar la Comunión absoluta con Dios, pero, también un trabajar cada día en mi santificación como tributo a Dios, a Su infinita Misericordia.

• ¿Has intentado imaginarte como es el cielo? ¿nos lo podrías contar?
R/ Para mí el Cielo es un estado de absoluto amor, de entrega mutua de Dios y yo, UN ABRAZO PROFUNDO en el que nos fundimos y paso a ser parte de ese Todo Amor, Toda Gracia. Donde sólo se siente paz, alegría, pureza y perfección.

[marus]

Participación en el foro:

• ¿Cómo explicarías a alguien que, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte?
Se puede explicar que con la sola razón podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte por la filosofía de la Revelación. Platón, hace 24 siglos, demostró que nuestra alma es inmortal: incorruptible e indestructible. San Agustín y Santo Tomás de Aquino recogen sus argumentos y los perfeccionan. En el hombre conviven realidades corporales y espirituales. No somos ni animales ni ángeles, sino una mezcla de ambos. Ambas dimensiones están íntimamente unidas. Esta perfecta unidad de la persona humana sólo ha sido explicada satisfactoriamente sin caer en dualismos por la filosofía aristotélico-tomista. En la cual dice que el alma es forma del cuerpo; necesita del cuerpo para expresarse y obtener datos a través de los sentidos, aunque, de por sí, es una sustancia subsistente capaz de existir con independencia del cuerpo y, por tanto, incorruptible o inmortal. En filosofía, el camino más sencillo para mostrar la espiritualidad del alma consiste en estudiar sus dos potencias: intelecto y voluntad. En cuanto al intelecto, veamos tres aspectos que serían imposibles si éste fuese meramente material: la capacidad de abstracción, la universalidad de los conceptos que pueden ser abstraídos y la autorreflexión.

• ¿Qué es el infierno, el purgatorio y el cielo?
El INFIERNO más que un lugar, indica la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios, manantial de vida y alegría. Morir en pecado mortal sin estar arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra infierno. El PURGATORIO es una misericordia de Dios; para cuantos se encuentran en la condición de apertura a Dios, pero de un modo imperfecto, el camino hacia la bienaventuranza plena requiere una purificación, que la fe de la Iglesia ilustra mediante la doctrina del purgatorio. La purificación en la tierra por contar con la libertad es más ligera que en el Purgatorio. Aquí nos lavamos; allí, nos lavan. El CIELO es la vida perfecta con la santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con ella, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados se llama cielo. El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha. En la biblia el cielo se entiende como morada de Dios a la representación del cielo como morada trascendente del Dios vivo, se añade la de lugar al que también los creyentes pueden, por gracia, subir, como muestran en el Antiguo Testamento Jesús habla de recompensa en los cielos y exhorta a amontonar tesoros en el cielo. El Cielo es por tanto la vida de los bienaventurados que consiste en la plena posesión de los frutos de la redención realizada por Cristo, que asocia a su glorificación celestial a quienes han creído en él y han permanecido fieles a su voluntad

• ¿Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte?
La actitud cristiana ante la muerte debe ser de alegría, aunque es lógico que la muerte dé miedo, aunque sólo sea porque se trata de un tránsito sobre el que desconocemos los detalles. Morir siempre tiene algo de violento. Pero si consideramos que la muerte es como la llegada nupcial del Amado que viene a abrazarnos, ya no impresiona tanto. Cuando seamos capaces de captar, aunque sea un poquito, la verdadera naturaleza de la visión directa de Dios, del amor y la felicidad que gozaremos en el cielo, la muerte dejará de mostrarnos su sombría faz y perderemos el miedo.

• ¿Has intentado imaginarte como es el cielo? ¿nos lo podrías contar?
El CIELO para mi es un lugar de paz donde esta Dios y con su sola presencia irradia alegría y felicidad, la contemplación del ser amado y el enamoramiento que tiene mi alma de él llegará al climax de la alegría en el momento de estar junto a él porque el emana todo y será el triunfo de mi vida.

[martha lia]

Un saludo fraterno en Cristo Jesús

1- Lo haría explicándole la diferencia que hay entre el ser humano y los demás seres de la creación en cuanto a la espiritualidad que poseemos, aspecto por lo demás relevante porque es lo que nos hace ser mejores seres humanos, ésto lo hacemos a través del alma que es inmortal e incorruptible. La semejanza que tenemos con las demás creaturas es el cuerpo o la materia que es corruptible.

2- El infierno es el estado del alma que está en ausencia de Dios, es sentir eternamente soledad, tristeza, angustia, desesperación, sufrimiento, etc, todo aquello que se experimenta cuando no se cree en Dios y no nos dejamos guiar por Él. Es apartarnos voluntariamente del Cuerpo glorioso de Cristo desde aquí en la Tierra, por esto bien nos decía Juan Pablo II que el infierno y el Cielo están desde aquí en el paso por la vida terrena.
El purgatorio es el estado de esperanza y purificación, que en el mejor de los casos tendremos por Amor y Misericordia de Dios, para que pasando de allí lleguemos con las vestiduras blancas y así ser dignos de estar ante su Presencia.
El Cielo es la extensión de la Creación de Dios porque Él es "El creador del Cielo y de la Tierra". Es la perfección del ser humano que ha alcanzado niveles espirituales más altos depués de la purificación. La llave del Reino de los cielos se encuentra aquí entre nosotros, en la Iglesia, en cabeza de los sacerdotes que son los encargados de guiar al rebaño como lo hizo Jesús el Buen Pastor y ante quienes debemos acudir, con un sincero propósito de enmienda, para recibir la absolución de nuestros pecados y de ésta forma comenzar a vivir el Cielo aquí en la Tierra y acortar el tiempo de purificación en el purgatorio.

3- Dice el CIC: "El día de la muerte inaugura para el cristiano, al término de su vida sacramental, la plenitud de su nuevo nacimiento comenzado en el Bautismo, la -semejanza- definitiva a -imagen del Hijo-, conferida por la Unción del Espíritu Santo y la participación en el Banquete del Reino anticipado en la Eucaristía, aunque pueda todavía necesitar últimas purificaciones para revestirse de la túnica nupcial". Ante ésta sublime realidad, es indiscutible que nuestra actitud debe ser, como a lo largo de nuestra vida, de fe en Dios que siempre cumple sus promesas, y de agradecimiento por ser tan Bueno, aunque ya sabemos que ésta retribución la obtendremos según nuestras obras en el paso por ésta vida terrenal.

4- Como dije en la respuesta número dos, imagino el Cielo como la extensión de la Creación, donde seguiremos contemplando y admirando las maravillas que sólo Dios es capaz de hacer para la felicidad del hombre. Si la creación que contemplamos en la Tierra nos parece hermosa, creo que la del Cielo será como dice en la Palabra "Lo que el ojo no vió ni el oído escuchó", su hermosura debe traspasar todos los límites de la imaginación y nos extasiaremos eternamente en ella y en su Creador. y más maravilloso aún será compartir éste eterno momento del lado de la Santísima Trinidad, de la Virgen María, de los ángeles y de los santos. Estaremos despojados de toda naturaleza humana y será el sitio donde encontremos la total y plena felicidad.

Gracias y que Dios los bendiga

Martha Lia Flórez
Bogotá-Colombia

[silvia de marroquin]

Qu es el infierno, el purgatorio y el cielo: El infierno es un lugar donde el alma llega porque ya no tiene la gracia salvifica, prometida por El. El ser humano vive a espaldas de Dios.
El purgatorio es un estado del alma donde es purifiad para poder entrar al cielo.
El cielo es lo que aspira el ser humano, ya que es su fin ultimo, poder llegar a la gloria eterna junto al Señor, los angeles, los santos, la Virgencita Maria.
Cual debe ser la actitud cristiana ante la muerte? De alegria y esperanza, porque sabe que va a trascender. Y vera la Gloria de Dios que es su fin ultimo.
Has intentado imginarte como es el cielo? Nos lo podrias contar? He imaginado el cielo como un paraiso con diferentes flores, arboles y animales.Un lugar de descanso y meditacion, de alegria porque este es el fin ultimo.

[Aguedita Quezada]

¿Cómo explicarías a alguien que, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte?
Es importante ser concientes que somos personas, por el hecho de ser personas, podemos darnos cuenta con la sola razón que somos trascendentes, es decir nuestra realidad espiritual (voluntad, razonamiento, abstracción, deseo de plenitud, de felicidad, etc,) todo esto no está regido solamente por las leyes de la materia, sino una vez bien comidos no aspiramos a nada más, sin embargo siempre estamos buscando algo más que llene nuestro espíritu, esto demuestra que somos seres espirituales. Somos diferentes de otros seres materiales y diferentes de los seres específicamente espirituales como los ángeles. Una de las cuestiones del hombre de todos los tiempos es: Quién soy? De donde vengo y a donde voy? Que hay después de la muerte? Un animal no se cuestiona sobre esto, muere y basta. Solo el hombre porque es trascendente se interroga, argumenta y busca respuestas.

• ¿Qué es el infierno, el purgatorio y el cielo?
No son un lugar, son un estado que prácticamente lo elegimos en esta vida terrestre por libre voluntad y consciencia.
El Infierno es el rechazo de Dios y el sufrimiento de estar lejos de su presencia y de su amor para siempre. El purgatorio es un estado de purificación temporal dura hasta cuando el alma esta totalmente pura para ser digna de ver y gozar de la presencia de Dios. Es expresión de la misericordia de Dios, una ultima oportunidad.
• ¿Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte?
Nosotros debemos buscar de amar a Dios asi como el nos ama y confiar plenamente en El, luego vivir según su voluntad y tener la segura esperanza y deseo de verlo cara a cara, luego de la muerte.
• ¿Has intentado imaginarte como es el cielo? ¿nos lo podrías contar?
Si, muchas veces, sobre todo cuando siento o pruebo alegrías y gozos espirituales, que en absoluto no son plenos, entonces digo, algún día ya no tendré que añorar migajas de felicidad, porque seré feliz eternamente. Este pensamiento me ayuda a vivir con entusiasmo mi vida diaria aun en medio de dificultades o incomprensiones. Algo que pruebo es la tranquilidad de la conciencia cuando hago las cosas bien, cuando me confieso, cuando pido perdón a alguien que he ofendido, pruebo un gozo interno y digo, esto es ya gozar del cielo en pequeñas docis.

[Aguedita Quezada]

COMENTARIO
Esta lección si me ha hecho pensar mucho sobre el “deseo” del cielo, ciertamente que solo cuando algo es deseado, se espera, se hace lo posible por lograrlo. Por ejemplo, yo estoy lejos de mi patria, de mis padres, de mis coterráneos, de las personas con quienes he compartido parte de mi vida como misionera, ahora estoy aqui en este rinconcito del Africa, estoy haciendo una bella experiencia, me gusta (es un regalito de Dios), pero si extraño lo que “es mio”, especialmente a mis padres, y cuando pienso en regresar, si Dios quiere, me emociono y no me pesan las dificultades, el calor, el cansancio, la comida, lo hago con gusto todo, porque tengo la esperanza del regreso y del encuentro sobre todo. Es decir de la felicidad que probaremos juntos.
Pienso que es una buena oportunidad para desear esta realidad que Jesús nuestro humano mayor nos ha revelado y además El mismo ha dicho, voy a prepararles un puesto, entonces nuestro puesto ya está listo. Creo que si vemos la muerte como un medio esencialmente necesario para gozar de esta eterna felicidad, antes que temerla, la deseamos, por ello los santos, no tenían miedo, por ejemplo si pensamos a los mártires, ellos deseaban la muerte violenta incluso, con tal d no perder la eternidad. Pero personalmente me siento aun lejos de este desear ardientemente el cielo, es la gracia que me empeño a pedir al Señor, así pienso que mi vida será más generosa.
Gracias ustedes, que hacen posible que despertemos a lo que es esencial como cristianos, creo que poco a poco nuestro mundo cambiará si empezamos al menos los cristianos a vivir de otra manera, con esperanza, con amor, amando sin reservas a Dios y al prójimo, no importa los sacrificios y renuncias que ello puede comportar. Gracias de Corazón.

[Roberto Marino]

• ¿Cómo explicarías a alguien que, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte? Haciéndole notar que la muerte no es el último paso del cristiano, sino que es el anteúltimo paso ya que la resurrección es el último. Y toda muerte es la conclusión de la misión en este cielo terrenal.

• ¿Qué es el infierno, el purgatorio y el cielo? él infierno es. Un lugar ardiendo, donde el olor es sofocante. Ya nada se puede hacer, una vez que se entro a ese lugar no se sale jamás.
Pidamos a Nuestro Señor Jesucristo, la gracia del arrepentimiento y de la perseverancia.
Valoremos la gran misericordia que tuvo y tiene Jesús, que nos habla el mismo acerca de este lugar, porque él quiere que el pecador se salve. El purgatorio es: el lugar donde el Padre nos da la oportunidad de purificarnos para entrar a gozar del cielo que el nos regala.
• ¿Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte? Saber que somos seres de paso en este lugar, y comprender que no morimos en un todo, sino que nos ausentamos materialmente.
• ¿Has intentado imaginarte como es el cielo? ¿Nos lo podrías contar? El cielo creo es el lugar mas maravilloso, si, un verdadero paraíso con praderas de verdor, preparado por el Padre para nosotros por su amor inmenso y su gracia infinita
No solo nos creo únicos sino que nos tiene preparado ese lugar maravilloso reservado a cada uno.

Bendiciones en Cristo y Maria.

[mayu]

Hola hermanos en Cristo, bendiciones para todos...

1- Aún sin haber estudiado y leído a Platón, San Agustín, Sto Tomás etc, que de hecho lo hice en mi carrera, puedo con toda la convicción que me ha dado mi experiencia de vida, mi preparación, mi fe y mis prácticas en las cosas de Dios; decir y explicar, que sí hay vida después de la muerte...Fue la promesa de JC no...???? y yo Creo, Confío y Espero en ÉL, y se que no soy solo materia, cuerpo corrupto y destructible, tengo algo tan esencial, espiritual, inmaterial,en mi, que me hace "SER, SENTIR Y ACTUAR" de manera diferente a los demás seres que conmigo pueblan el universo. Ese algo intangible,es mi alma, que no morirá, que no se destruirá al morir el cuerpo, porque ella no está hecha de materia corrupta, es obra divina, que me hace ser humano y espiritual a la vez y que irá a reunirse con mi Creador...

2- El infierno: Rechazo absoluto y voluntario del hombre a Dios, su Padre y Creador, es vivir sin ÉL,sumidos en el pecado y negándose a si mismo la posibilidad de conocerle y amarle, en todas sus dimensiones...

- El Purgatorio: Es esa condición del hombre que implica la necesidad de buscar la purificación y la limpieza de su alma; conforme a la Misericordia de Dios, que da esa oportunidad de buscar la pureza absoluta; para llegar a ÉL...

- El Cielo: Comunión perfecta con Dios Padre, Dios Hijo y Dios ES, con la Virgen maría y todos los ángeles y santos que están allí en gozo pleno, disfrutando de su Presencia...Es el fin último del ser humano y el cúlmen de todas sus aspiraciones, es el premio a una vida, vivida conforme a la ley de Dios...y a su Divina promesa...

4- Aunque nadie puede negar, que hay temor a la muerte, los cristianos que creemos en la promesa de JC, debemos tener una actitud de Fe, de Confianza y de Esperanza en que ésta se cumplirá y que aunque nuestro cuerpo, se destruya por la ley natural de la materia,nuestra alma, llegará a Dios, a la felicidad plena y esto es, lo que nos debe dar la fortaleza necesaria, para aceptar este trance, por muy difícil que sea...

5- Cómo he imaginado el cielo? Desde niña, creo y sigo aferrada a ello, que es un lugar, no se donde, un hermosísimo jardín perfumado, con aguas cristalinas, con muchos ángeles bellos, cantando y danzando para Dios, con todos los santos, María Santísima y todas las almas de mis seres queridos y demás personas que lo han alcanzado, con ÉL como sentado en un divino trono, mostrando todo su Amor, su Poder, su Justicia etc etc...es el gozo pleno y la felicidad total del hombre: estar con Dios, algo indescriptible...

[mosesnica05]

¿Cómo explicarías a alguien que, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte?
Si conseguimos mostrar que en el hombre no todo es materia -como sostiene un materialismo-, si el hombre es capaz de trascender la materia por ser mucho más que un simple animal algo más sofisticado, si en la persona humana hay una realidad más anclada en el ser que la materia, concluiremos que el alma es incorruptible, es decir, que el futuro de esta realidad espiritual presente en nosotros no se rige por las leyes de la materia. La materia sufre cambios sustanciales (la madera quemada, por ejemplo, pasa a ser otra cosa: ceniza), mientras que el alma no es una sustancia contingente, sino necesaria. El único devenir posible de una sustancia de naturaleza espiritual es la aniquilación, algo que, en principio, el Dios nunca hace. Al contrario que la materia, el alma es simple: no se puede destruir.

• ¿Qué es el infierno, el purgatorio y el cielo?
EL INFIERNO: Es el lugar donde serán el llanto y el rechinar de dientes por el ausentismo de Dios en nuestras vidas.
El PURGATORIO: Cuando algunas acciones no nos dejan entrar al cielo y cuando estas acciones no son tan graves como para merecer el fuego eterno, Dios en su infinita misericordia ha creado un lugar de purificación el cual es el purgatorio.
El CIELO: Es la recompensa que Dios nos tiene preparados por cumplir sus enseñanzas y vivir en comunión con el.
• ¿Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte?
la muerte es como la llegada nupcial del Amado que viene a abrazarnos.

• ¿Has intentado imaginarte como es el cielo? ¿nos lo podrías contar?
El Cielo para mi es un lugar sin miedo con amor sin preocupaciones donde se podra disfrutar eternamente de una vida al 1000%, una vida con Dios y bendiciones.

[mosesnica05]

¿Cómo explicarías a alguien que, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte?
Si conseguimos mostrar que en el hombre no todo es materia -como sostiene un materialismo-, si el hombre es capaz de trascender la materia por ser mucho más que un simple animal algo más sofisticado, si en la persona humana hay una realidad más anclada en el ser que la materia, concluiremos que el alma es incorruptible, es decir, que el futuro de esta realidad espiritual presente en nosotros no se rige por las leyes de la materia. La materia sufre cambios sustanciales (la madera quemada, por ejemplo, pasa a ser otra cosa: ceniza), mientras que el alma no es una sustancia contingente, sino necesaria. El único devenir posible de una sustancia de naturaleza espiritual es la aniquilación, algo que, en principio, el Dios nunca hace. Al contrario que la materia, el alma es simple: no se puede destruir.

• ¿Qué es el infierno, el purgatorio y el cielo?
EL INFIERNO: Es el lugar donde serán el llanto y el rechinar de dientes por el ausentismo de Dios en nuestras vidas.
El PURGATORIO: Cuando algunas acciones no nos dejan entrar al cielo y cuando estas acciones no son tan graves como para merecer el fuego eterno, Dios en su infinita misericordia ha creado un lugar de purificación el cual es el purgatorio.
El CIELO: Es la recompensa que Dios nos tiene preparados por cumplir sus enseñanzas y vivir en comunión con el.
• ¿Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte?
la muerte es como la llegada nupcial del Amado que viene a abrazarnos.

• ¿Has intentado imaginarte como es el cielo? ¿nos lo podrías contar?
El Cielo para mi es un lugar sin miedo con amor sin preocupaciones donde se podra disfrutar eternamente de una vida al 1000%, una vida con Dios y bendiciones.

[javier prado]

1r/pues iniciaría de una forma breve y concisa, explicando que nuestra vida esta conformada por una parte material y la otra espiritual, que el día que fallecemos, nuestra parte material que da en la tierra y nuestra parte espiritual pasaria o se ba hacia su espacio correspondiente llamado o celestial.
2R/ INFIERNO: es la ultima consecuencia del pecado mismo que se vuelve contra quien la ha cometido.
PURGATORIO: es una misericordia de Dios.
CIELO: es la morada de Dios.
3/ la actitud de in cristiano tiene que ser es de fe, y una plena esperanza.
4/lo imagino de una forma muy bella, me imagino un lugar rodeado de pura naturaleza (parque natural) habitado por santos y personas cristianas de bien donde todo en dicho lugar marcha bien dando ala perfección, y orientado por la corte celestial.

[mayo]

TEMA 5 QUE HAY DESPUÉS DE LA MUERTE?
1-Como explican a alguien que con sola razón podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte?
-La biblia nos dice que no solamente hay vida después de la muerte sino que hay una vida eterna gloriosa.

2- Que es el infierno, el purgatorio y el cielo?
-El infierno lo primero que debe quedar claro es que Dios no te manda al infierno "Dios es un Dios de amor los hombres que van al infierno es por que ellos los decidieron con sus malos comportamientos y sus pecados en la tierra y no buscamos el perdón de Dios
-El purgatorio- es un estado el que van las almas, que aun muriendo en gracia de Dios, no han llegado en su vida purificar el daño que han ocasionado con sus pecados.
El cielo- debe ser alegría paz, que se pueda tener es el estado del infinita felicidad donde podrás amar y ser amado por Dios

-3-Cual debe ser la actitud cristiana ante la muerte?
es solamente de una manera atreves de la fe y confianza de Jesucristo Jesús dijo "yo soy la resurrección y la vida el que
cree en mi aunque este muerto vivirá y todo aquel que vive y cree en mi no morirá eternamente.
4- Has intentado imaginar como es el cielo no los podrías contar?
Me imagino el cielo con muchos ángeles nubes blancas con mi Dios resplandeciente mucha paz no hay temor de nada vivir eternamente en la paz del señor

[Maryc-gv]

1.- ¿Cómo explicarías a alguien que, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte?
Hay vida después de la muerte, puesto que no somos solamente materia, tenemos un alma que trasciende la materia, la prueba está en que tenemos inteligencia y voluntad (libre albedrío). Ambas realidades están íntimamente unidas ya que el alma necesita del cuerpo para expresarse, aunque es capaz de existir independiente del cuerpo, esto nos habla de que es inmortal. Refiriéndonos a la inteligencia, la capacidad de autorreflexión del hombre, nos muestra que somos diferentes a los animales que solo se guían por el instinto, que somos capaces de interiorizarnos, podemos ver mas allá de lo que vemos con nuestros ojos hablando materialmente. Y refiriéndonos a la voluntad, somos libres para elegir, por eso, el hombre es capaz de actuar de modo contrario a todas las expectativas lógicas. Esto nos habla de que trascendemos más allá de la materia, por lo tanto que no todo termina con la muerte, aunque nuestro cuerpo se corrompa, nuestra alma seguirá viva.

2,.¿Qué es el infierno, el purgatorio y el cielo?
El infierno, es la última consecuencia del pecado, el lugar de pena definitiva sin posibilidad de retorno. Es la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios rechazando su misericordia incluso en el último instante de su vida.
El purgatorio, es el estado de purificación para estar preparados al encuentro definitivo con Dios.
El cielo, es la plenitud de comunión definitiva de vida y amor con Dios. Es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha.

3.-¿Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte?
De gozosa esperanza de vida eterna en comunión con Dios.

4,. ¿Has intentado imaginarte como es el cielo? ¿nos lo podrías contar?
Si lo he intentado, pero es algo difícil de imaginar, un misterio, pero un misterio lleno de esperanza, como gozoso. Me imagino muy cercana al corazón de Jesús contemplando su mirada que penetra todo mi ser y me hace sentirme amada plenamente y en ese Amor contemplando el misterio de Dios, que me lleva a una alegría o gozo indescriptible, y todo esto compartiendolo como con mis hermanos como si fuéramos uno solo en Dios. Me imagino en una constante comunicación con Dios pero no necesariamente de palabras sino de corazón a corazón. Estaremos en constante adoración y alabanza me imagino que en todo lo que hagamos. Esto es lo mas importante que imagino, mas detalles no lo sé, pero será consecuencia de vivir plenamente en su amor y presencia.

[luis alberto]

¿Cómo explicarías a alguien que, con la sola razón, podemos estar plenamente seguros de que hay vida tras la muerte?Podemos demostrar que el hombre no solo es materia, en la persona humana el alma está más anclada en el ser que la materia, así le alma es indestructible, incorrompible, el cuerpo por el contrario no, aunque resucitaremos en cuerpo y alma.
El hombre es libre, tiene voluntad, puede actuar con libertad incluso contra los instintos, el dolor, o lincluso la superviviencia, pude hacer huelga de hambre o dar la vida por otro, actuando contra las espectativas lógicas.
La persona humana tiene capacidad de abstracción y a pesar de su capacidad cerebral reducida podemos abstarer un número ilimitado de objetos. Tineen acapacidad también de autoreflexión , si el intelecto fuera solo material no podrñía volverse de modo inmediato sobre si mismo. La persona humana utiliza el inteloecto para dicurrir sobre el intelecto.
¿Qué es el infierno, el purgatorio y el cielo?

El infierno es la consecuancia del pecado, que no lleva a una dimensión de infelicidad que se vuelve contra el pecador, siendo una situación definitiva. Es la completa vaciedad de una vida sin Dios, para siempre.

Al cielo solo van directamente los santos, los demás nos debemos de purificar, para ello está el purgatorio, es un transito de aprendizaje de santidad, donde crecer en el amor y desvincularnos totalmente del mal.

El cielo es la comunión gozosa con Dios, la plenitud de la intimidad con ÉL,una relación viva y personal con la santisima Trinidad, donde serémos eternamente felices en la gloria de Dios.

• ¿Cuál debe ser la actitud cristiana ante la muerte?

Actidad de esperanza, imaginando el cielo y su gloria. Esperndo conseguir sen santos para poder acceder a él.
Me gusta la frase de santa Teresa de Jésus: "Vivo sin vivir en mi, y tan alta vida espero que muero porque no muero"

• ¿Has intentado imaginarte como es el cielo? ¿nos lo podrías contar?

Lo he intentado muchas veces, y su concepción ha ido cambiando a medida que madaraba humanamente y maduraba en la fe, este crecimiento en la busqueda de la intimidad amorosa con el Padre, me ha mostrado cada vez más el cielo como mi hogar, como el hogar del descanso del dia de trabajo, dónde te reunes con los seres queridos al amor del hogar, como el hogar de descanso de esa jubilación gozosa al lado de tus hijos y nietos, donde solo importa lo que nos queremos y necesitamos y que no necitamos nada más, así el hogar del Padre eterno, el del Padre amoroso, el del Padre compasivo y misiricordioso, será el hogar del descanso de una vida entera queriendo amar como el Padre, un descanso de una vida humana en lucha constante con la tentación y el pecado. Será la plenitud en todos los sentidos.

[carmen6411]

-Como explicariamos a laguien que con la sola razon podemos estar plenamene seguros de que hay vida tras la muerte?
El hombre esta compuesto por alma y cuerpo, uno sin lo otro no podria vivir, cuando el cuerpo muere este se descompone pero el alma que es que da vida es incorrupto vivira para siempre.Todas la s obras de misericordia que hagamos en vida a nuestros hermanos nos llevaran a vivir eternamente.

-Que es el infierno, el purgatorio y el cielo?
EL INFIERNO lo vivimos aqui mismo cuando vivimos alejados de Dios, nos apartamos de EL. Es tristeza, es soledad, es vivir sumergidos en la oscuridad (pecado).
EL PURGATORIO Es un estado de purificacion de nuestra alma. Es buscar purificarnos de toda mancha de la carne y del espiritu para cuando llegue el momento del encuentro feliz con Dios estemos limpios. Es un estado de vida.
EL CIELO Es gozar de la plenitud de comunion con Dios. El cielo es la morada de Dios vivo, tambien es el lugar en donde todo cristiano creyente desea ir por la gracia de Dios. El cielo es paz, felicidad, es luz es alegria que experimentamos aqui en la tierra si sabemos gozar de los bienes que Dios nos regala.

-Cual debe ser la actitud cristiana ante la muerte?
La actitud cristiana ante la muerte debe ser de esperanza, de fe de amor hacia el feliz encuentro con Dios, nosotros estamos de paso por la tierra, sin embargo le tenemos miedo a la muerte nos da horror pensar en ello, pero si llegamos a comprender que la muerte es enconttrarnos con quien mas nos ama Dios toda nuestrea actitud cambiaria .

-Has intentado imaginarte como es el cielo. Nos lo podria contar?
Me imagino el cielo un paraiso lleno de una luz resplandeciente, llena de paz, de gozo, y una alegria inimaginable . Me lo imagino lleno de todos los que ya han pasado por la muerte y han podido llegar alli por la gracia de Dios, a ese feliz encuentro cara a cara con EL.