Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Curso que tratará de ayudar a quienes quieren proseguir los eslabones de una cadena de amor iniciada entre Dios y el Fundador y ser protagonista de una etapa más de la historia de tu Congregación

Fecha: 16 de enero al 26 de marzo del 2012

Moderadores: Catholic.net, gache, marcela lombard, Moderadores Animadores

Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor gache » Lun Feb 13, 2012 11:08 pm

La experiencia nos ha ido demostrando que existe una “cadena vocacional”. Casi siempre, detrás de cada vocación y de cada cristiano comprometido, ha habido una variedad de personas que se han puesto a su servicio, que lo han formado, que han orado por su vocación, que han descubierto sus capacidades, y que han despertado en él los grandes deseos de hacerse disponible a la llamada del Señor.

Se trata de una verdadera cadena de pastores vocacionales, en la que cada cual tuvo su papel. Parece que es ineludible la exigencia de crear en torno nuestro un ámbito humano que favorezca el nacimiento y el desarrollo de las vocaciones. A ello parece aludir la expresión de “cultura vocacional”21.

Los significados de la palabra cultura, aun considerada sincrónicamente, son múltiples. Pero aquí, por razones de simplificación, únicamente vamos a detenernos en algunos de los significados que ha tenido esta palabra a lo largo de la historia.

Cultura, en su etimología primera latina, significa el conjunto de labores y de frutos inherentes al cultivo de los campos. Cicerón emplea la metáfora “cultura animi”, equivalente a la “paideia” griega, y que se ha trasmitido hasta nuestros días con el significado de “proceso formativo de la personalidad humana”. Cultura, como sinónimo de “saber”, conjunto de conocimientos que tiene una persona. Persona culta sería la persona “cultivada”, por oposición a la ruda que no ha cultivado sus cualidades o capacidad intelectual, artística, literaria, etc.

Baltasar de Castiglione, distinguido representante del Renacimiento italiano, en su obra El Cortesano explicó todo lo que se le exigía al hombre culto en el siglo XVI:

familiaridad con la filosofía y con las lenguas clásicas,
ser autor de algún poema,
ser capaz de ejecutar alguna pieza musical y, por último,
buenas maneras, dignidad y cortesía.

En el antiguo bachillerato previo a la Ley de Educación de 1970, de Villar Palasí, se establecía una asignatura en el curso 6.º de bachillerato intitulada Historia del Arte y de la Cultura. En ella se abundaba principalmente en el arte, pero ya se daba entrada a otras manifestaciones “del espíritu” de diversos pueblos, principalmente del occidente europeo: formas de vida, organización política y social, etc. Estas manifestaciones eran expresión de “cultura”.

Actualmente, por el progreso e influjo de las ciencias antropológicas, el término cultura ha adquirido un significado mucho más amplio, se ha enriquecido. Y así, cultura es el arte, y la forma de organización sociopolítica, y la manera de celebrar las fiestas, la aparición de la vida o el desenlace de la muerte; la forma de vestir y de valorar las cosas y el quehacer humano. Cultura, en sentido antropológico, viene a equivaler a estilo de vida propio de un colectivo, tribu o pueblo; mentalidad que le anima; concepción de la vida.

Elementos de la cultura (D. Mamo): Según este autor, la cultura comprende elementos muy diversos y que abarcan el ser y quehacer de la persona en todas sus dimensiones. Enumera los siguientes:

elementos cognoscitivos: técnicos y científicos; la estructura política, la organización social, etc.
creencias (cultura implícita, sin racionalidad aparente: ritos y fiestas…);
valores y normas (no son los mismos en las diversas culturas, no hay una tipología sistemática de valores de rango universal; los llamados valores humanos son cuestionados por algunos pueblos que los tildan de producto occidental);
símbolos: sistema simbólico que funda expectativas y formas dadas de reacción; cada cultura tiene un sistema de símbolos por los que se expresa, y la lengua es sin duda la sistema simbólico más genuino de cada pueblo.

El CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) en su asamblea celebrada en Puebla afirma que la cultura “abarca la totalidad de la vida de un pueblo: conjunto de valores que lo animan y desvalores que lo debilitan y que, al ser participados en común por sus miembros, los reúne en base a una misma conciencia colectiva " (Pablo VI, Evangelii Nuntiandi 18). La cultura comprende, asimismo, las formas a través de las cuales aquellos valores o desvalores se expresan y configuran, es decir, las costumbres, la lengua, las instituciones y estructuras de convivencia social, cuando no son impedidas o reprimidas por la intervención de otras culturas dominantes” 22.

Es esta concepción que Puebla nos presenta sobre la cultura la que preferentemente vamos a tener en cuenta a lo largo de la exposición.

Está claro que esta comprensión de la cultura se aleja de aquellas que ponen el acento en la dimensión cognoscitiva o de adquisición de destrezas en un campo u otro. Y es esta forma de entender la cultura como conjunto de valores la que aquí nos interesa.

¿Qué rasgos caracterizan la cultura de los llamados pueblos noroccidentales?

Numerosos estudios y análisis dan respuesta a esta cuestión que ha preocupado y sigue preocupando a tantos pensadores y a amplios sectores de la Iglesia y que el Papa en sus intervenciones también ha subrayado, principalmente en la encíclica Fides et ratio.

José María Mardones23 considera que la racionalidad funcional, la globalización, el pluralismo y el relativismo son características de nuestra sociedad occidental -que afectan también a otros amplios sectores de la humanidad-, que incapacitan para la captación de los símbolos, la contemplación del misterio, la comprensión de la gratuidad, etc.

Son conocidos también los análisis que reiteradamente ha realizado sobre este tema Luis González-Carvajal, quien incluso valora éticamente los rasgos de la cultura dominante en Occidente y, más concretamente, en España. Según este autor, los rasgos prevalecientes son: la secularización, la mentalidad científico-técnica, la voluntad emancipatoria, la fe en el progreso, la tolerancia, el espíritu capitalista-burgués y el talante de la postmodernidad24, cuyas características son bien conocidas y, en mayor o menor medida, experimentadas por todos.

Si puede ser oportuno esclarecer el significado de “cultura”, no lo es menos aclarar qué hay que entender por “vocación”.

Vocación es el pensamiento providente del Creador, es su idea-proyecto, el sueño amoroso de Dios sobre cada criatura, que lo quiere distinto y específico para cada viviente; es una propuesta, un proyecto divino a realizar en el devenir de la historia personal e irrepetible. Se trata, pues, de un elemento constitutivo de la persona humana en su ser de creatura “a imagen” del que le ha llamado a la existencia. La consumación más plena del hombre consiste en realizar este proyecto. Nuestra cultura, por el contrario, rechaza esta manera de concebir la plenificación humana; piensa que lo que el hombre debe perseguir con todo ahínco es su mejor “autorrealización”. Sin embargo la fe cristiana mirando a Jesús, nos propone la “heterorrealización” como plenitud del hombre; Jesús vive continuamente de cara al Padre para cumplir su voluntad (Jn 4,34)25.

Cuando el Papa Juan Pablo II ya en 1992 declaraba: “Deseo, ante todo, llamar la atención hacia la urgencia de promover las que podemos llamar ‘actitudes vocacionales de fondo’, que originan una auténtica cultura vocacional”26 es consciente de las especiales dificultades que el hombre moderno encuentra para responder a la llamada de Dios y vivir la propia vida en clave vocacional. Precisamente por estas dificultades es urgente intentar crear una cultura vocacional; es decir, desarrollar una atmósfera en la que los jóvenes católicos puedan disponerse a verificar con cuidado y abrazar libremente la propia vocación como forma permanente de vida a la que están llamados en la Iglesia.

La nueva cultura vocacional: “Es una componente de la nueva evangelización. Es cultura de la vida y de la apertura a la vida, del significado del vivir, pero también del morir”, que frente a la ‘cultura de la muerte’, subraya algunos valores, tales como:

- la gratitud, la acogida del misterio,
- el sentido de lo imperfecto del hombre,
- la apertura del hombre a la trascendencia,
- la disponibilidad a dejarse llamar por otro (por Otro) y preguntar por la vida,
- la confianza en sí mismo y en el prójimo,
- la libertad de conmoverse ante el don recibido,
- el afecto, la comprensión, el perdón,
- la capacidad de soñar y anhelar
- el asombro que permite apreciar la belleza y elegirla por su valor intrínseco
- el altruismo que nace del descubrimiento de la dignidad de cualquier ser humano
- la búsqueda del sentido de la vida, el deseo de encontrar la verdad 27.


La vida es don totalmente gratuito y no existe otro modo de vivir digno del hombre, fuera de la perspectiva del don de sí mismo (...) La vocación nace del amor y lleva al amor, porque el hombre no puede vivir sin amor. Esta cultura de la vocación constituye el fundamento de la cultura de la vida nueva, que es vida de agradecimiento y gratuidad, de confianza y responsabilidad; en el fondo, es cultura del deseo de Dios, que da la gracia de apreciar al hombre por sí mismo, y de reivindicar constantemente su dignidad frente a todo lo que puede oprimirlo en el cuerpo o en el espíritu28.

La cultura vocacional, en cuanto conjunto de valores, debe pasar cada vez más de la conciencia eclesial a la civil, del conocimiento de lo particular o de la comunidad a la convicción universal de no poder construir ningún futuro sobre un modelo de hombre sin vocación.

La crisis que atraviesa el mundo juvenil revela, incluso en las nuevas generaciones, apremiantes interrogantes sobre el sentido de la vida, confirmando el hecho de que nada ni nadie puede ahogar en el hombre la búsqueda de sentido y el deseo de encontrar la verdad. Para muchos éste es el campo en el que se plantea la búsqueda de la vocación29.

Sigamos profundizando en esta “cultura vocacional”…


Tal vez no alcancemos a definirla de manera rigurosa y comprensible a la vez. Pero bastaría con percibir que cuando hablamos de cultura vocacional nos estamos refiriendo a una “atmósfera”, un ambiente, un ecosistema que, en sí mismo, irradia valores vocacionales, los ampara y los hace eficaces.

Podríamos acercarnos a identificarla con algunas descripciones que se complementen.



Es aquella situación que permite que la Pastoral Vocacional sea la vocación de la pastoral normal: pastoral de todas las vocaciones, indistintamente; en toda fase o momento de la vida, sin distinciones; pastoral ofrecida a todos los creyentes sin excepción ni excusa, dado que un creyente se hace adulto en la fe sólo cuando de persona llamada pasa a ser persona que llama.

Es un ambiente, una mentalidad creyente adulta, un hábitat eclesial y comunitario, que favorece el que cada persona, cada familia, cada entidad, se comprenda a sí misma en función de una misión encomendada por Dios para la construcción del Reino. Supone un tejido de valores y de ideales, una serie de concepciones de la vida, un legado de convicciones de fe y expresiones pastorales que propician el que las personas se descentren de sí mismas, que miren más allá de sus propios proyectos, que se pongan a la escucha y al servicio de una misión que las trasciende y que les ha sido confiada por Dios mismo.

Una cultura vocacional es tal cuando invita y conduce a hacerse preguntas vitales y cuando también da pistas y herramientas para responder a ellas. El hecho de constatar que hay preguntas indica que estamos ante un ambiente que favorece la gestación de ellas y por lo tanto que pone el sentido de la vida como telón de fondo a las búsquedas y a las respuestas de estas preguntas vitales. La pregunta es el motor que impulsa y mueve a buscar. Sin preguntas no hay búsqueda y si no se busca, la vida se vuelve plana, chata, sin horizontes que desafíen a la aventura. Es una atmósfera que valora y defiende la fidelidad a la propia vocación.

Esta cultura cultiva las actitudes vocacionales de fondo, promueve una cultura del espíritu, invita a reconocer y acoger la aspiración más profunda del hombre, reacciona contra una cultura de la muerte con una cultura de la vida, es, en su raíz, la cultura del deseo de Dios, compromete la mente y el corazón del hombre en el discernimiento de lo bueno. Crear esta cultura es uno de los urgentes servicios a prestar al Dueño de la mies, que llama a colaborar con Él.

¿Cómo fomentar, en concreto, la “cultura pro-vocacional” en nuestros ambientes?

La instauración de una cultura vocacional es, sin duda, el primer objetivo de la pastoral vocacional, o quizás de la pastoral en general30. ¿Qué pastoral es aquella que no cultiva la libertad de sentirse llamado por Dios ni produce cambio de vida? Para generarla de forma adecuada se deben alentar ciertas acciones, cargadas en sí mismas de fuerza vocacional, pero sin pretender que ellas desvelen de pronto y de forma automática la llamada de cada uno y suplan el camino de respuesta. Señalamos algunas.

Posibilitar el nacimiento y crecimiento del sujeto vocacional, es decir, de comunidades de creyentes que viven coherentemente su llamada personal y se sienten responsables de la de los otros. Comunidades en las que se tratan de forma normal y frecuente los planteamientos vocacionales de todos y de cada uno. El objetivo no es, sin más, que surja alguna vocación (al sacerdocio o a la vida consagrada), sino de que todo creyente llegue a ser persona llamada que llama, en un clima de fidelidad vocacional.

Crear signos y lugares permanentes donde cultivar y mostrar la experiencia de Dios compartida, sólida y fundamentada que se dirige al corazón de la persona y le plantea llamadas, exigencias, invitaciones. La reflexión y la tradición de la Iglesia indican que normalmente el discernimiento vocacional se hace presente a lo largo de estos itinerarios comunitarios: la celebración comunitaria y la oración (liturgia), la comunión eclesial y la fraternidad (koinonía), el servicio de la caridad (diakonía), el anuncio y testimonio del evangelio (martiría). Estas dimensiones que deben estar siempre presentes y armónicamente coordinadas, están cargadas de fuerza vocacional y movilizan Es una atmósfera que valora y defiende la fidelidad a la propia vocación al sujeto al situarlo ante una interpelación imposible de ignorar, una toma de decisión que no se puede dejar indefinidamente.

Sentir la Iglesia como cosa propia y sentir con la Iglesia... siendo no solamente colaboradores, sino también intercesores y testigos transfigurados por su misterio. La desafección por la Iglesia no lleva al nacimiento de las vocaciones, sino a la aridez estéril e infunde rechazo. Las vocaciones que no nacen de esta sana experiencia y de esta inserción en la vida y acción comunitaria eclesial tienen el peligro de estar viciadas de raíz y es dudosa su autenticidad.

Difundir y consolidar el acompañamiento vocacional personalizado,en particular en aquellos momentos existenciales de encrucijada donde se tejen las grandes decisiones de la vida. Es una relación pastoral que ha de cuidar las dos etapas de todo proceso de crecimiento de la fe: La educación (ayudar al joven a sacar fuera su verdad, a conocerse, a descubrir sus miedos y resistencias, fragilidades y dependencias) y la formación (proponerle un ideal que dé a su vida forma, consistencia y solidez, para que invierta en ella sus mejores recursos).

Hacer visible nuestro carisma misionero en expresiones significativas. Esa visibilidad es una opción exigente y al mismo tiempo arriesgada. No se reduce a pura exterioridad si está sostenida por una intensa experiencia de Dios y por un discernimiento lúcido sobre los signos usados. Es preciso que se pueda “ver” el carisma. Carteles, folletos, días reservados a presentar la historia, vida y misión de los claretianos... debe ser moneda común en todo lugar donde nos hagamos presentes.

Fomentar, además, un ambiente general de conocimiento de nuestro Fundador como don del Espíritu a la Iglesia y en particular a la Iglesia donde vivimos. Y creando un ambiente de simpatía hacia nuestra congregación, de manera que, por contagio, nuestra historia y nuestra vida impregne nuestros ambientes y toque a las personas. Y, sobre todo, facilitar que la expresión y comunicación normal de nuestra espiritualidad y vida misionera consiga que otros tengan los mismos “ojos” del P. Fundador, esto es, su sensibilidad, su corazón sus ideales, su percepción, su lógica misionera.

No olvidar jamás que una homilía, la administración de un sacramento, cualquiera que sea, una catequesis, una adoración del Santísimo, un retiro, una misa, una confesión, una reunión, una novena, una iniciativa del tipo que sea, si no es vocacional, es decir, si no apunta a la pregunta estratégica dirigida a todos (“y a mí, ¿qué me pide Dios a partir de esta Palabra, de este don...?”)no es acción pastoral cristiana, sino otra cosa, no bien definida, pero de cualquier modo inútil y a veces contradictoria por no decir persona que finge sentir lo que no siente.

Recrear una vida comunitaria fraterna, acogedora, hospitalaria y calurosa donde se vive la identidad claretiana y la pertenencia sin subterfugios; y donde, a la vez, existe cercanía, roce y trato directo con todos, abriendo la comunión y la corresponsabilidad también a laicos (hombres y mujeres).

Cuidar pastoralmente de las familias. Hubo un tiempo en el que los padres católicos fueron nuestros mejores aliados en la tarea de suscitar vocaciones. Hoy, en cambio, muchos padres no ven claro lo de la vida religiosa, ni su naturaleza y utilidad, ni la forma en la que se vive. Por haber decrecido esa confianza, debemos hacer un esfuerzo por restaurarla y conseguir su apoyo nuevamente.

No olvidar de aquellos con quienes compartimos la misión. A menudo de entre aquellos que colaboran con nosotros en parroquias, colegios, centros pastorales, actividades misioneras, voluntariados,... hay algunos que han pensado en la vida religiosa y en nuestra vida en particular; pero no saben cómo abordar este asunto. Debemos asegurarnos que existan abundantes posibilidades para tratarlo.


PREGUNTAS
REFLEXIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA


¿Cuáles de estos elementos veo más decisivos?
¿Qué otros elementos agregaría según mi experiencia pastoral?
¿Qué elementos de una cultura antivocacional difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...)
Cualquiera que sea el área pastoral donde trabajo, ¿qué medios concretos descubro para promover una cultura vocacional?
¿Podría poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en?
El acompañamiento de una pareja de novios.
La misa dominical de la Parroquia.
La relación con los profesores de un colegio nuestro.
La reunión de comunidad.
Una convivencia con adolescentes.



NOTAS

21 Cf. JUAN PABLO II, XXX Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones (1993).

22 CELAM, n. 387.

23 Cf. Cultura contemporánea, pp. 594-605, en Nuevo Diccionario de Catequética I, Ed. San Pablo, Madrid 1999.

24 González-Carvajal, Luis, Ideas y creencias del hombre actual, Sal Terrae, Santander 1996; Entre la utopía y la realidad, pp. 283-284, Sal Terrae, Santander 1998

25 Cf. Royón, Elías, La familia primer agente de la pastoral vocacional, pp. 85-97. TODOS UNO-143, 2000.

26 Mensaje del Santo Padre con motivo de la XXX jornada mundial de oración por las vocaciones, 2. Según el Papa, las actitudes vocacionales son: “la formación de las conciencias, la sensibilidad ante los valores espirituales y morales, la promoción y defensa de los ideales de la fraternidad humana, del carácter sagrado de la vida humana, de la solidaridad social y del orden civil. Se trata de lograr una cultura que permita al hombre moderno volverse a encontrar a sí mismo, recuperando los valores superiores de amor, amistad, oración y contemplación”.

27 NVNE, 13.

28 Mensaje del Santo Padre con motivo de la XXX jornada mundial de oración por las vocaciones, 2.

29 Cf. NVNE, 13; Discurso del Santo Padre al Congreso europeo sobre las vocaciones sacerdotales y religiosas, en L’Osservatore Romano, 16.V.1997, 4.

30 Cf. NVNE 13b.



Participación en el Foro
1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos

2. ¿Cómo puedes crear o promover la cultura vocacional en tu comunidad?

3. ¿Cuáles de estos elementos vez más decisivos

4. ¿Qué otros elementos agregarías según tu experiencia pastoral?

5. ¿Qué elementos de una cultura “antivocacional” difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...)
Cualquiera que sea el área pastoral donde trabajo, ¿qué medios concretos descubro para promover una cultura vocacional?

6. ¿Podrías poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en:
El acompañamiento de una pareja de novios.
La misa dominical de la Parroquia.
La relación con los profesores de uno de los colegios que dirigimos.
La reunión de comunidad.
Una convivencia con adolescentes.

Bibliografía recomendada/ artículos de apoyo :
- Una cultura vocacional : http://es.catholic.net/vocaciones/639/2 ... p?id=18758
Mensaje del Santo Padre con ocasión de la XXX Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, 1993

- Nuevas vocaciones para una nueva Europa: http://es.catholic.net/religiosas/806/2 ... p?id=29615
La nueva evangelización debe reanunciar el sentido fuerte de la vida como "vocación".

- Carta del Papa Benedicto XVI en el congreso europeo de Pastoral Vocacional: http://www.es.catholic.net/religiosas/8 ... p?id=47993
Carta del Papa Benedicto XVI a los participantes en el congreso europeo de pastoral vocacional el pasado 4 de julio en el Vaticano.
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor mariaines » Mar Feb 14, 2012 12:20 pm

Participación en el Foro

1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos
Cultura, en su etimología primera latina, significa el conjunto de labores y de frutos inherentes al cultivo de los campos. Cultura, como sinónimo de “saber”, conjunto de conocimientos que tiene una persona. Persona culta sería la persona “cultivada”, por oposición a la ruda que no ha cultivado sus cualidades o capacidad intelectual, artística, literaria, etc.
Elementos de la cultura (D. Mamo): Según este autor, la cultura comprende elementos muy diversos y que abarcan el ser y quehacer de la persona en todas sus dimensiones. Enumera los siguientes:
elementos cognoscitivos: técnicos y científicos; la estructura política, la organización social, etc.
creencias (cultura implícita, sin racionalidad aparente: ritos y fiestas...);
valores y normas (no son los mismos en las diversas culturas, no hay una tipología sistemática de valores de rango universal; los llamados valores humanos son cuestionados por algunos pueblos que los tildan de producto occidental);
símbolos: sistema simbólico que funda expectativas y formas dadas de reacción; cada cultura tiene un sistema de símbolos por los que se expresa, y la lengua es sin duda la sistema simbólico más genuino de cada pueblo.


2. ¿Cómo puedes crear o promover la cultura vocacional en tu comunidad?

La instauración de una cultura vocacional es, sin duda, el primer objetivo de la pastoral vocacional, o quizás de la pastoral en general.
Posibilitar el nacimiento y crecimiento del sujeto vocacional, es decir, de comunidades de creyentes que viven coherentemente su llamada personal y se sienten responsables de la de los otros.
Crear signos y lugares permanentes donde cultivar y mostrar la experiencia de Dios compartida, sólida y fundamentada que se dirige al corazón de la persona y le plantea llamadas, exigencias, invitaciones.
Sentir la Iglesia como cosa propia y sentir con la Iglesia... siendo no solamente colaboradores, sino también intercesores y testigos transfigurados por su misterio.
Difundir y consolidar el acompañamiento vocacional personalizado,en particular en aquellos momentos existenciales de encrucijada donde se tejen las grandes decisiones de la vida.
Hacer visible nuestro carisma misionero en expresiones significativas.
Fomentar, además, un ambiente general de conocimiento de nuestro Fundador como don del Espíritu a la Iglesia y en particular a la Iglesia donde vivimos.
Recrear una vida comunitaria fraterna, acogedora, hospitalaria y calurosa .
Cuidar pastoralmente de las familias.
No olvidar de aquellos con quienes compartimos la misión.

3. ¿Cuáles de estos elementos vez más decisivos
Veo como mas decisivo en mi comunidad los valores humanos porque de verdad estan muy cuestionados y creo que se debe trabajar tambien desde allí.

4. ¿Qué otros elementos agregarías según tu experiencia pastoral?
Segun mi experiencia pastoral agregaria la gratitud, la acogida del misterio, la apertura del hombre a la trascendencia,
la confianza en sí mismo y en el prójimo, el afecto, la comprensión, el perdón, la capacidad de soñar y anhelar, la búsqueda del sentido de la vida, el deseo de encontrar la verdad.

5. ¿Qué elementos de una cultura “antivocacional” difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...)
Cualquiera que sea el área pastoral donde trabajo, ¿qué medios concretos descubro para promover una cultura vocacional?
A veces no ayudamos a creer en la libertad, en el altruismo, en la valoracion de la familia. Creo que retiros, encuentros, convivencias, momentos de adoracion al Santisimo pueden ayudar para promover la cultura vocacional.

6. ¿Podrías poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en:
El acompañamiento de una pareja de novios: respeto, la confianza a traves de encuentros para novios.
La misa dominical de la Parroquia: la valoracion de la homilia, la preparacion de la misa con el equipo de liturgia, la lectio divina durante la semana con las lecturas del domingo siguiente.
La relación con los profesores de uno de los colegios que dirigimos: fomentar la acogida en la sala de profesores, la confanza, la ayuda, puede ser con encuentros, jornadas solo para docentes con un momento formativo, de reflexion y oracion.
La reunión de comunidad: favoreciendo la participacion de todos, preaprando previamente el tema.
Una convivencia con adolescentes: con momentos formativs y de oracion
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor FRAYJUANCAEC2012 » Mié Feb 15, 2012 11:53 am

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1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos
Sería lo que identifica a un pueblo como son las costumbres o tradiciones propias de se etnia.
Los elementos son:
Creencias: aquí pienso que entraría algo propio de su cultura : la religiosidad popular, es decir diferentes fiestas con sus costumbres y tradiciones.
Valores y normas todo lo que ha difundido y trasmitido de generación en generación hasta los tiempos actuales
Símbolos: lo considerado de cada pueblo al cual tienen un gran respeto y consideración.

2. ¿Cómo puedes crear o promover la cultura vocacional en tu comunidad?
Aceptándose mutuamente, sabiendo que Dios llama a todos sin excepción alguna a los que él quiere: pues necesitamos dar una respuesta a Dios y a los hermanos, aprendiendo a reconocer nuestros errores y tratar de mejorar cada día, y de vivir como vivió Jesús.

3. ¿Cuáles de estos elementos vez más decisivos
El elemento humano siempre será el esencial de todo ya que sin el no se podría hacer absolutamente nada.

4. ¿Qué otros elementos agregarías según tu experiencia pastoral?
Pienso que el acompañamiento y la acogida hacia los nuevos candidatos seria prioritario pues eso nos ha servido dentro de nuestra labor dentro de la promoción vocacional.

5. ¿Qué elementos de una cultura “anti vocacional” difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...)
Pues en la eucaristía motivamos a participar de encuentros retiros convivencias etc, con charlas o escuela para padres familia. En la catequesis con los niños y atraves del grupo parroquial con los jóvenes .

6. ¿Podrías poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en:
En la visita a los hogares.
En la eucaristía dominical.
Las Asambleas cristianas.
En convivencia con los estudiantes que se educan en nuestras instituciones
Campamentos con los jóvenes
Convivencias, retiros.
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor alvin1907 » Jue Feb 16, 2012 10:25 am

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1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos
La cultura es lo que identifica a un pueblo, ciudad o raza. Cada lugar tiene sus propias costumbres, su rpopia historia y su propio estilo de vida.
Los elementos son las creencias, las diferentes fiestas tradicionales de cada lugar, sus ideales o normas que pasan de egneracion en generacion y sus simbolos con los cuales lo identifican.

2. ¿Cómo puedes crear o promover la cultura vocacional en tu comunidad?
Basicamente lo que haria seria comenzar con el sondeo de q entienden y/o saben de lo que es la cultura vocacional para despues comenzar a aceptar al otro con la vocacion con la que se siente llamada cada persona.

3. ¿Cuáles de estos elementos vez más decisivos
El hombre en si es un elemento decisivo en cada sociedad y comunidad. El hombre es indispensable a si mismo como tambien son los demas.

4. ¿Qué otros elementos agregarías según tu experiencia pastoral?
No tengo mucha experiencia pastoral pero veo que es bueno que se con una buena y fluida informacion de la pastoral. Muchas veces no se conoce mucho del tema

5. ¿Qué elementos de una cultura “anti vocacional” difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...)
Muchas veces lo que hacemos en las familias es exigirles mas de lo que pueden ya sea por temas laborales o familiares. Esto lleva a que inconscientemente estemos dando una mala imagen.

6. ¿Podrías poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en:
Retiros, jornadas espirituales, encuentros comunitarios... se podrian tirar muchas lineas en las misas dominicales
alvin1907
 
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor Silviamaria » Vie Feb 17, 2012 12:46 pm

Buenas tardes, procedo a contestar
1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos
La cultura es lo que identifica a un pueblo o raza. Cada sitio del mundo tiene su historia, costumbres y forma de vida diferente. Los elementos son: las creencias, los valores, las reglamentaciones, el idioma, etc.

2. ¿Cómo puedes crear o promover la cultura vocacional en tu comunidad?
Lo elemental es que la gente sepa que es la cultura vocacional y la mayoría no lo sabemos, nadie se interesa por lo que no conoce, entonces comenzar por invitar a la gente a que descubra ese llamado personal y si lo siente preparar el camino para que pueda integrarse a la comunidad que sienta que su presencia es fundamental para Iglesia.

3. ¿Cuáles de estos elementos vez más decisivos
Los valores son el elemento fundamental porque el hombre que es el ejecutor de todos los elementos de la cultura tiene que saber canalizar esa creencia, idioma y otros signos para bienestar propio y de la comunidad.

4. ¿Qué otros elementos agregarías según tu experiencia pastoral?
No tengo experiencia pastoral pero por lo que ya conozco y observo agregaría la integración, es prioritaria porque todos queremos sentirnos bien en el sitio que estamos, entonces si damos sincera acogida a las personas interesadas lo demás fluye porque la persona ya ha aceptado el llamado de Dios.

5. ¿Qué elementos de una cultura “antivocacional” difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...)
Cualquiera que sea el área pastoral donde trabajo, ¿qué medios concretos descubro para promover una cultura vocacional?
Muchas veces sin darnos cuenta no valoramos al grupo familiar, que es la célula de donde saldrán las vocaciones. Se da importancia más al dinero y al bienestar material y no a los valores. Se deben promover encuentros de niños, jóvenes, adultos para recordar y mantener viva la presencia de los valores y el respeto a Dios y a la Iglesia.


6. ¿Podrías poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en:
El acompañamiento de una pareja de novios: en los cursos prematrimoniales incentivarlos a que se mantenga el respeto y la confianza en su vida de esposos.
La misa dominical de la Parroquia: los asistentes deben participar activamente en las lecturas y cánticos.
La relación con los profesores de uno de los colegios que dirigimos: Reuniones donde se observe camaradería con respeto y participación de todos.
La reunión de comunidad: Muy similar a la de los profesores pero agregando que las decisiones que se tomen deben ser para beneficio de la comunidad no de determinados participantes.
Una convivencia con adolescentes: Incluir en las charlas obras de teatro o representación de sucesos que les van a servir en la formación de su personalidad y vocación.

Hasta la próxima semana, que disfruten en familia.
Silviamaria
 
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor marcazzan15 » Vie Feb 17, 2012 3:58 pm

1)
Cultura, quiere decir un cultivo, en lo que contribuyen muchos factores para que haya un crecimiento.
Abarca todas las dimensiones:
Cognoscitivas, tecnicas, cientificas, politica, social, religiosa y humana.
Puebla afirma que la cultura involucra toda las personas positivo o negativamente, que existe valores y anti
valores que pueden determinar a las personas.

2)
Para crear y promover la cultura vocacional en mi comunidad, debo primero sensibilizar el entorno, y hablar de la belleza del Llamado de Dios a todas las personas, no solo a las jóvenes vocacionadas, cultivando en ellas la vida la gratuidad, la trascendecia, el amor y el servicio a los más pobres, el encuentro con la PALABRA que orienta,y el encuentro personal con Jesús.

3)
Hacer lectio divina, focalizada en el llamado de Dios.
Acercamiento amoroso a los sacramentos.
Involucrar a las personas en la misión, carismatica de Fundador.Vida fraterna y gozosa en la comunidad.
Trabajar juntos en determidadas ocaciones, recurrencias especiales carismaticas, para que se sientan protagonistas y descubran el valor de la entrega a Dios en la gratuidad.
Orar y hacer orar a todas las personas,incesantemente al Dueño de la mies para que envie trabajadores a su viña.

4)
El testimonio gozoso de entrega a Dios y servicio a los demás.
A todas las personas con quien trabajo, sea catolicos o de las mùltiples religiones les pido que oren por las vocaciones, es una misíon que responde al llamado de Dios:
" Id por el mundo a anunciar la palabra.."

5)
Los elementos anti-vocacional son el pesimismo, el desanimo, la falta de FE el descriminar..
Muchos medios, la valentia e promover a las vocaciones, el encuentro con jóvenes, en los colegios en el mercado, en la cancha...

6)
En cada encuentro.
Con los novios:
Las vocacionadas tienen otro novio que se llama Jesús.
En la misa dominical animar a los fieles ante de la santa misa a orar el santo rosario por las vocaciones.
Que los mismos profesores vayan identificando los jóvenes con inquietud vocacional y lo comunique a la hermana.
En la reunión de comunidad recordar el compromiso de promover a las jóvenes vocacionadas, ofrecer sacrificios y un tiempo de adoración sistematico para que haya una nueva primavera de vocaciones.
Estar con gusto con los adelescentes, presentaría el llamado de Samuel.
marcazzan15
 
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Cultura vocacional.

Notapor Luz Marina Rojas » Dom Feb 19, 2012 8:04 pm

1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos

La cultura comprende todo el saber y quehacer de una persona en todas sus dimensiones; elementos cognoscitivos, éticos, valores y normas.

2. ¿Cómo puedes crear o promover la cultura vocacional en tu comunidad?

Por medio del aprovechamiento de los espacios que la comunidad ofrece como: convivencias, retiros, revisiones de vida o simplemente el los momentos de compartir comunitario: recreaciones y horarios de comida.
Aprovechando los momentos de oración para pedir por las vocaciones.
Teniendo buena comunicación y dando nuevas ideas a las superioras de la importancia de hacer que todas las hermanas de la comunidad estén implicadas en la promoción vocacional y en la pastoral vocacional.
Además difundiendo la aclaración que vocación no es solo el llamado a la vida religiosa o sacerdotal y menos el de hacer promoción vocacional únicamente para nuestra congregación, si no estar abiertas a orientar cada joven a buscar su vocación particular, a que encuentre el verdadero sentido de su vida.

3. ¿Cuáles de estos elementos vez más decisivos?

Debe de haber una buena articulación de todos los elementos, pero es importantísimo el hacer que los miembros de las comunidades y todos los grupos cristianos eclesiales estén al corriente de lo que es y significa la pastoral vocacional para poder que se integre al plan pastoral de cada grupo como de cada individuo.
Si no sabemos mayor cosa sobre la promoción vocacional y si no se conoce nada sobre el tema muy inocentemente descuidamos la evangelización misma.

5. ¿Qué elementos de una cultura “antivocacional” difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...)

Hasta ahora no hemos podido educar en una cultura vocacional por la falta de comunicación, por el egoísmo de buscar vocaciones solo para nuestra propia comunidad, conozco casos de jóvenes que han salido de otras comunidades que no se identificaron con el carisma de tal congragación pero que tienen vocación sea para la vida religiosa misma o para la realización en otro estado de vida, pero que en el momento en el que salen las dejan o dejamos completamente solas y sin ninguna orientación para que sigan buscando su vocación.
Este error es frecuente y desafortunadamente es entendido como una falta de caridad.
La falta de conocimiento sobre lo que es realmente la vocación, en los orientadores, sacerdotes, religiosos
La falsa idea de muchos sacerdotes que piensan que es el tiempo de los laicos, y, o el egoísmo de perder en sus parroquias los que consideran buenos elementos en las diferentes pastorales parroquiales.

Cualquiera que sea el área pastoral donde trabajo, ¿qué medios concretos descubro para promover una cultura vocacional?

Primero para mi ha sido un descubrimiento, un novedad todo esto de la promoción vocacional, pero ahora sé que es un trabajo continuo es un compromiso personal, en el que a cada acción se le debe de dar el toque de pastoral vocacional, porque es parte de la evangelización misma.

6. ¿Podrías poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en:
El acompañamiento de una pareja de novios.

Primero que todo haciendo un taller sobre lo que es la vocación, para acabar con la idea errónea que la vocación es un llamado exclusivo a la vida religiosa o sacerdotal.
Buscando que los novios se interroguen sobre su vocación personal.
¿Sienten un llamado de Dios a hacer algo? ¿Qué?
¿Su profesión u oficio es para ustedes una vocación o un medio de vida?
¿Creen que la realización de la persona se hace en hacer aquello que se quiere o aquello sentimos como llamado de Dios?
¿Si llegaran a tener hijos están dispuestos a educar sus hijos en la responsabilidad de descubrir sus propias vocaciones y a buscar su realización?
Motivarloa a hecer oracion por las vocaciones.
Luz Marina Rojas
 
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor teluhela » Dom Feb 19, 2012 10:59 pm

Buenas noches para todos


1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos
El autor trata de enfocarnos con más precisión en la definición de Cultura, en su etimología primera latina, significa el conjunto de labores y de frutos inherentes al cultivo de los campos. Cicerón emplea la metáfora “cultura animi”, equivalente a la “paideia” griega, y que se ha trasmitido hasta nuestros días con el significado de “proceso formativo de la personalidad humana”. Cultura, como sinónimo de “saber”, conjunto de conocimientos que tiene una persona. Persona culta sería la persona “cultivada”, por oposición a la ruda que no ha cultivado sus cualidades o capacidad intelectual, artística, literaria, etc.

Y así, en la actualidad se puede decir que cultura es el arte, y la forma de organización sociopolítica, y la manera de celebrar las fiestas, la aparición de la vida o el desenlace de la muerte; la forma de vestir y de valorar las cosas y el quehacer humano. Cultura, en sentido antropológico, viene a equivaler a estilo de vida propio de un colectivo, tribu o pueblo; mentalidad que le anima; concepción de la vida.

Elementos de la cultura (D. Mamo): Según este autor, la cultura comprende elementos muy diversos y que abarcan el ser y quehacer de la persona en todas sus dimensiones. Enumera los siguientes:

elementos cognoscitivos: técnicos y científicos; la estructura política, la organización social, etc.
creencias (cultura implícita, sin racionalidad aparente: ritos y fiestas...);
valores y normas (no son los mismos en las diversas culturas, no hay una tipología sistemática de valores de rango universal; los llamados valores humanos son cuestionados por algunos pueblos que los tildan de producto occidental);
símbolos: sistema simbólico que funda expectativas y formas dadas de reacción; cada cultura tiene un sistema de símbolos por los que se expresa, y la lengua es sin duda al sistema simbólico más genuino de cada pueblo.

2. ¿Cómo puedes crear o promover la cultura vocacional en tu comunidad?
A través de lecturas referente a la cultura vocacional, talleres que participen todas las hnas. De la casa local, así como integrar empleados y grupos eclesiales, así todas hablamos un mismo idioma y suscitará el compromiso de trabajar por las vocaciones.

3. ¿Cuáles de estos elementos vez más decisivos
Quizá las creencias y los valores y normas

4. ¿Qué otros elementos agregarías según tu experiencia pastoral?
La estructura económica, religiosa, la biodiversidad.

5. ¿Qué elementos de una cultura “antivocacional” difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...) R/.probablemente la aridez, y rechazo por el llamado por el anti testimonio de nuestra parte.
Cualquiera que sea el área pastoral donde trabajo, ¿qué medios concretos descubro para promover una cultura vocacional? R/ Es preciso que se pueda “ver” el carisma. Carteles, folletos, días reservados a presentar la historia, vida y misión de las hermanitas...haciéndola común en todo lugar de la casa. Fomentar, un ambiente general de conocimiento de nuestra Fundadora como don del Espíritu a la Iglesia y en particular a la Iglesia donde vivimos. Y creando un ambiente de simpatía hacia nuestra congregación, de manera que, por contagio, nuestra historia y nuestra vida impregnen nuestros ambientes y toque a las personas. Y, sobre todo, facilitar que la expresión y comunicación normal de nuestra espiritualidad y vida misionera consiga que otros tengan los mismos “ojos” de la M. Fundadora, esto es, su sensibilidad, su corazón sus ideales, su percepción, su lógica misionera.

6. ¿Podrías poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en:
El acompañamiento de una pareja de novios: invitándolos a ser partícipes de su misión como bautizados de promover la pastoral vocacional.
La misa dominical de la Parroquia: no sólo yendo a misa sino colaborando en repartir la comunión, o involucrarme en la catequesis
La relación con los profesores de uno de los colegios que dirigimos: concientizándolos de su compromiso como cristiano
La reunión de comunidad: compartiendo experiencias de otras comunidades que ya están trabajando
Una convivencia con adolescentes: charla del tema cultura vocacional, no sólo a la vida religiosa sino a la diversidad de llamados que Dios hace en la humanidad.

Espero me hagan correcciones si estoy equivocada.

Dios nos siga bendiciendo, feliz noche
Hna. Teresa Lucciola Herrera Lavayen
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor melcufa18 » Lun Feb 20, 2012 4:40 pm

1. La cultura es lo que identifica a un pueblo, ciudad o raza. Cada lugar tiene sus propias costumbres, su propia historia y su propio estilo de vida.
algunos elementos que podemos encontrar son las creencias, las diferentes fiestas tradicionales de cada lugar, sus ideales o normas.

2.Primero que nada se trabajaría con talleres, charlas entre otras para así promover la cultura vocacional; luego de ahí se conformaría con grupo de promoción vocacional.

3. El hombre en si es un elemento decisivo en cada sociedad y comunidad.

4. información, afiches, uso de los medio de comunicación.

5. falsas ideas de la vocación y esto lleva a crear culturas anti-vocacionales... elevamos mucho el sacerdocio y la vida religiosa y desestimamos las demás vocaciones.

6. a través de carteles, charlas, lemas, retiros, encuentros.
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor Flory Villalobos » Lun Feb 20, 2012 5:00 pm

La experiencia nos ha ido demostrando que existe una “cadena vocacional”. Casi siempre, detrás de cada vocación y de cada cristiano comprometido, ha habido una variedad de personas que se han puesto a su servicio, que lo han formado, que han orado por su vocación, que han descubierto sus capacidades, y que han despertado en él los grandes deseos de hacerse disponible a la llamada del Señor.

Se trata de una verdadera cadena de pastores vocacionales, en la que cada cual tuvo su papel. Parece que es ineludible la exigencia de crear en torno nuestro un ámbito humano que favorezca el nacimiento y el desarrollo de las vocaciones. A ello parece aludir la expresión de “cultura vocacional”21.

Los significados de la palabra cultura, aun considerada sincrónicamente, son múltiples. Pero aquí, por razones de simplificación, únicamente vamos a detenernos en algunos de los significados que ha tenido esta palabra a lo largo de la historia.

Cultura, en su etimología primera latina, significa el conjunto de labores y de frutos inherentes al cultivo de los campos. Cicerón emplea la metáfora “cultura animi”, equivalente a la “paideia” griega, y que se ha trasmitido hasta nuestros días con el significado de “proceso formativo de la personalidad humana”. Cultura, como sinónimo de “saber”, conjunto de conocimientos que tiene una persona. Persona culta sería la persona “cultivada”, por oposición a la ruda que no ha cultivado sus cualidades o capacidad intelectual, artística, literaria, etc.

Baltasar de Castiglione, distinguido representante del Renacimiento italiano, en su obra El Cortesano explicó todo lo que se le exigía al hombre culto en el siglo XVI:

familiaridad con la filosofía y con las lenguas clásicas,
ser autor de algún poema,
ser capaz de ejecutar alguna pieza musical y, por último,
buenas maneras, dignidad y cortesía.

En el antiguo bachillerato previo a la Ley de Educación de 1970, de Villar Palasí, se establecía una asignatura en el curso 6.º de bachillerato intitulada Historia del Arte y de la Cultura. En ella se abundaba principalmente en el arte, pero ya se daba entrada a otras manifestaciones “del espíritu” de diversos pueblos, principalmente del occidente europeo: formas de vida, organización política y social, etc. Estas manifestaciones eran expresión de “cultura”.

Actualmente, por el progreso e influjo de las ciencias antropológicas, el término cultura ha adquirido un significado mucho más amplio, se ha enriquecido. Y así, cultura es el arte, y la forma de organización sociopolítica, y la manera de celebrar las fiestas, la aparición de la vida o el desenlace de la muerte; la forma de vestir y de valorar las cosas y el quehacer humano. Cultura, en sentido antropológico, viene a equivaler a estilo de vida propio de un colectivo, tribu o pueblo; mentalidad que le anima; concepción de la vida.

Elementos de la cultura (D. Mamo): Según este autor, la cultura comprende elementos muy diversos y que abarcan el ser y quehacer de la persona en todas sus dimensiones. Enumera los siguientes:

elementos cognoscitivos: técnicos y científicos; la estructura política, la organización social, etc.
creencias (cultura implícita, sin racionalidad aparente: ritos y fiestas…);
valores y normas (no son los mismos en las diversas culturas, no hay una tipología sistemática de valores de rango universal; los llamados valores humanos son cuestionados por algunos pueblos que los tildan de producto occidental);
símbolos: sistema simbólico que funda expectativas y formas dadas de reacción; cada cultura tiene un sistema de símbolos por los que se expresa, y la lengua es sin duda la sistema simbólico más genuino de cada pueblo.

El CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) en su asamblea celebrada en Puebla afirma que la cultura “abarca la totalidad de la vida de un pueblo: conjunto de valores que lo animan y desvalores que lo debilitan y que, al ser participados en común por sus miembros, los reúne en base a una misma conciencia colectiva " (Pablo VI, Evangelii Nuntiandi 18). La cultura comprende, asimismo, las formas a través de las cuales aquellos valores o desvalores se expresan y configuran, es decir, las costumbres, la lengua, las instituciones y estructuras de convivencia social, cuando no son impedidas o reprimidas por la intervención de otras culturas dominantes” 22.

Es esta concepción que Puebla nos presenta sobre la cultura la que preferentemente vamos a tener en cuenta a lo largo de la exposición.

Está claro que esta comprensión de la cultura se aleja de aquellas que ponen el acento en la dimensión cognoscitiva o de adquisición de destrezas en un campo u otro. Y es esta forma de entender la cultura como conjunto de valores la que aquí nos interesa.

¿Qué rasgos caracterizan la cultura de los llamados pueblos noroccidentales?

Numerosos estudios y análisis dan respuesta a esta cuestión que ha preocupado y sigue preocupando a tantos pensadores y a amplios sectores de la Iglesia y que el Papa en sus intervenciones también ha subrayado, principalmente en la encíclica Fides et ratio.

José María Mardones23 considera que la racionalidad funcional, la globalización, el pluralismo y el relativismo son características de nuestra sociedad occidental -que afectan también a otros amplios sectores de la humanidad-, que incapacitan para la captación de los símbolos, la contemplación del misterio, la comprensión de la gratuidad, etc.

Son conocidos también los análisis que reiteradamente ha realizado sobre este tema Luis González-Carvajal, quien incluso valora éticamente los rasgos de la cultura dominante en Occidente y, más concretamente, en España. Según este autor, los rasgos prevalecientes son: la secularización, la mentalidad científico-técnica, la voluntad emancipatoria, la fe en el progreso, la tolerancia, el espíritu capitalista-burgués y el talante de la postmodernidad24, cuyas características son bien conocidas y, en mayor o menor medida, experimentadas por todos.

Si puede ser oportuno esclarecer el significado de “cultura”, no lo es menos aclarar qué hay que entender por “vocación”.

Vocación es el pensamiento providente del Creador, es su idea-proyecto, el sueño amoroso de Dios sobre cada criatura, que lo quiere distinto y específico para cada viviente; es una propuesta, un proyecto divino a realizar en el devenir de la historia personal e irrepetible. Se trata, pues, de un elemento constitutivo de la persona humana en su ser de creatura “a imagen” del que le ha llamado a la existencia. La consumación más plena del hombre consiste en realizar este proyecto. Nuestra cultura, por el contrario, rechaza esta manera de concebir la plenificación humana; piensa que lo que el hombre debe perseguir con todo ahínco es su mejor “autorrealización”. Sin embargo la fe cristiana mirando a Jesús, nos propone la “heterorrealización” como plenitud del hombre; Jesús vive continuamente de cara al Padre para cumplir su voluntad (Jn 4,34)25.

Cuando el Papa Juan Pablo II ya en 1992 declaraba: “Deseo, ante todo, llamar la atención hacia la urgencia de promover las que podemos llamar ‘actitudes vocacionales de fondo’, que originan una auténtica cultura vocacional”26 es consciente de las especiales dificultades que el hombre moderno encuentra para responder a la llamada de Dios y vivir la propia vida en clave vocacional. Precisamente por estas dificultades es urgente intentar crear una cultura vocacional; es decir, desarrollar una atmósfera en la que los jóvenes católicos puedan disponerse a verificar con cuidado y abrazar libremente la propia vocación como forma permanente de vida a la que están llamados en la Iglesia.

La nueva cultura vocacional: “Es una componente de la nueva evangelización. Es cultura de la vida y de la apertura a la vida, del significado del vivir, pero también del morir”, que frente a la ‘cultura de la muerte’, subraya algunos valores, tales como:

- la gratitud, la acogida del misterio,
- el sentido de lo imperfecto del hombre,
- la apertura del hombre a la trascendencia,
- la disponibilidad a dejarse llamar por otro (por Otro) y preguntar por la vida,
- la confianza en sí mismo y en el prójimo,
- la libertad de conmoverse ante el don recibido,
- el afecto, la comprensión, el perdón,
- la capacidad de soñar y anhelar
- el asombro que permite apreciar la belleza y elegirla por su valor intrínseco
- el altruismo que nace del descubrimiento de la dignidad de cualquier ser humano
- la búsqueda del sentido de la vida, el deseo de encontrar la verdad 27.


La vida es don totalmente gratuito y no existe otro modo de vivir digno del hombre, fuera de la perspectiva del don de sí mismo (...) La vocación nace del amor y lleva al amor, porque el hombre no puede vivir sin amor. Esta cultura de la vocación constituye el fundamento de la cultura de la vida nueva, que es vida de agradecimiento y gratuidad, de confianza y responsabilidad; en el fondo, es cultura del deseo de Dios, que da la gracia de apreciar al hombre por sí mismo, y de reivindicar constantemente su dignidad frente a todo lo que puede oprimirlo en el cuerpo o en el espíritu28.

La cultura vocacional, en cuanto conjunto de valores, debe pasar cada vez más de la conciencia eclesial a la civil, del conocimiento de lo particular o de la comunidad a la convicción universal de no poder construir ningún futuro sobre un modelo de hombre sin vocación.

La crisis que atraviesa el mundo juvenil revela, incluso en las nuevas generaciones, apremiantes interrogantes sobre el sentido de la vida, confirmando el hecho de que nada ni nadie puede ahogar en el hombre la búsqueda de sentido y el deseo de encontrar la verdad. Para muchos éste es el campo en el que se plantea la búsqueda de la vocación29.

Sigamos profundizando en esta “cultura vocacional”…

Tal vez no alcancemos a definirla de manera rigurosa y comprensible a la vez. Pero bastaría con percibir que cuando hablamos de cultura vocacional nos estamos refiriendo a una “atmósfera”, un ambiente, un ecosistema que, en sí mismo, irradia valores vocacionales, los ampara y los hace eficaces.

Podríamos acercarnos a identificarla con algunas descripciones que se complementen.



Es aquella situación que permite que la Pastoral Vocacional sea la vocación de la pastoral normal: pastoral de todas las vocaciones, indistintamente; en toda fase o momento de la vida, sin distinciones; pastoral ofrecida a todos los creyentes sin excepción ni excusa, dado que un creyente se hace adulto en la fe sólo cuando de persona llamada pasa a ser persona que llama.

Es un ambiente, una mentalidad creyente adulta, un hábitat eclesial y comunitario, que favorece el que cada persona, cada familia, cada entidad, se comprenda a sí misma en función de una misión encomendada por Dios para la construcción del Reino. Supone un tejido de valores y de ideales, una serie de concepciones de la vida, un legado de convicciones de fe y expresiones pastorales que propician el que las personas se descentren de sí mismas, que miren más allá de sus propios proyectos, que se pongan a la escucha y al servicio de una misión que las trasciende y que les ha sido confiada por Dios mismo.

Una cultura vocacional es tal cuando invita y conduce a hacerse preguntas vitales y cuando también da pistas y herramientas para responder a ellas. El hecho de constatar que hay preguntas indica que estamos ante un ambiente que favorece la gestación de ellas y por lo tanto que pone el sentido de la vida como telón de fondo a las búsquedas y a las respuestas de estas preguntas vitales. La pregunta es el motor que impulsa y mueve a buscar. Sin preguntas no hay búsqueda y si no se busca, la vida se vuelve plana, chata, sin horizontes que desafíen a la aventura. Es una atmósfera que valora y defiende la fidelidad a la propia vocación.

Esta cultura cultiva las actitudes vocacionales de fondo, promueve una cultura del espíritu, invita a reconocer y acoger la aspiración más profunda del hombre, reacciona contra una cultura de la muerte con una cultura de la vida, es, en su raíz, la cultura del deseo de Dios, compromete la mente y el corazón del hombre en el discernimiento de lo bueno. Crear esta cultura es uno de los urgentes servicios a prestar al Dueño de la mies, que llama a colaborar con Él.

¿Cómo fomentar, en concreto, la “cultura pro-vocacional” en nuestros ambientes?

La instauración de una cultura vocacional es, sin duda, el primer objetivo de la pastoral vocacional, o quizás de la pastoral en general30. ¿Qué pastoral es aquella que no cultiva la libertad de sentirse llamado por Dios ni produce cambio de vida? Para generarla de forma adecuada se deben alentar ciertas acciones, cargadas en sí mismas de fuerza vocacional, pero sin pretender que ellas desvelen de pronto y de forma automática la llamada de cada uno y suplan el camino de respuesta. Señalamos algunas.

Posibilitar el nacimiento y crecimiento del sujeto vocacional, es decir, de comunidades de creyentes que viven coherentemente su llamada personal y se sienten responsables de la de los otros. Comunidades en las que se tratan de forma normal y frecuente los planteamientos vocacionales de todos y de cada uno. El objetivo no es, sin más, que surja alguna vocación (al sacerdocio o a la vida consagrada), sino de que todo creyente llegue a ser persona llamada que llama, en un clima de fidelidad vocacional.

Crear signos y lugares permanentes donde cultivar y mostrar la experiencia de Dios compartida, sólida y fundamentada que se dirige al corazón de la persona y le plantea llamadas, exigencias, invitaciones. La reflexión y la tradición de la Iglesia indican que normalmente el discernimiento vocacional se hace presente a lo largo de estos itinerarios comunitarios: la celebración comunitaria y la oración (liturgia), la comunión eclesial y la fraternidad (koinonía), el servicio de la caridad (diakonía), el anuncio y testimonio del evangelio (martiría). Estas dimensiones que deben estar siempre presentes y armónicamente coordinadas, están cargadas de fuerza vocacional y movilizan Es una atmósfera que valora y defiende la fidelidad a la propia vocación al sujeto al situarlo ante una interpelación imposible de ignorar, una toma de decisión que no se puede dejar indefinidamente.

Sentir la Iglesia como cosa propia y sentir con la Iglesia... siendo no solamente colaboradores, sino también intercesores y testigos transfigurados por su misterio. La desafección por la Iglesia no lleva al nacimiento de las vocaciones, sino a la aridez estéril e infunde rechazo. Las vocaciones que no nacen de esta sana experiencia y de esta inserción en la vida y acción comunitaria eclesial tienen el peligro de estar viciadas de raíz y es dudosa su autenticidad.

Difundir y consolidar el acompañamiento vocacional personalizado,en particular en aquellos momentos existenciales de encrucijada donde se tejen las grandes decisiones de la vida. Es una relación pastoral que ha de cuidar las dos etapas de todo proceso de crecimiento de la fe: La educación (ayudar al joven a sacar fuera su verdad, a conocerse, a descubrir sus miedos y resistencias, fragilidades y dependencias) y la formación (proponerle un ideal que dé a su vida forma, consistencia y solidez, para que invierta en ella sus mejores recursos).

Hacer visible nuestro carisma misionero en expresiones significativas. Esa visibilidad es una opción exigente y al mismo tiempo arriesgada. No se reduce a pura exterioridad si está sostenida por una intensa experiencia de Dios y por un discernimiento lúcido sobre los signos usados. Es preciso que se pueda “ver” el carisma. Carteles, folletos, días reservados a presentar la historia, vida y misión de los claretianos... debe ser moneda común en todo lugar donde nos hagamos presentes.

Fomentar, además, un ambiente general de conocimiento de nuestro Fundador como don del Espíritu a la Iglesia y en particular a la Iglesia donde vivimos. Y creando un ambiente de simpatía hacia nuestra congregación, de manera que, por contagio, nuestra historia y nuestra vida impregne nuestros ambientes y toque a las personas. Y, sobre todo, facilitar que la expresión y comunicación normal de nuestra espiritualidad y vida misionera consiga que otros tengan los mismos “ojos” del P. Fundador, esto es, su sensibilidad, su corazón sus ideales, su percepción, su lógica misionera.

No olvidar jamás que una homilía, la administración de un sacramento, cualquiera que sea, una catequesis, una adoración del Santísimo, un retiro, una misa, una confesión, una reunión, una novena, una iniciativa del tipo que sea, si no es vocacional, es decir, si no apunta a la pregunta estratégica dirigida a todos (“y a mí, ¿qué me pide Dios a partir de esta Palabra, de este don...?”)no es acción pastoral cristiana, sino otra cosa, no bien definida, pero de cualquier modo inútil y a veces contradictoria por no decir persona que finge sentir lo que no siente.

Recrear una vida comunitaria fraterna, acogedora, hospitalaria y calurosa donde se vive la identidad claretiana y la pertenencia sin subterfugios; y donde, a la vez, existe cercanía, roce y trato directo con todos, abriendo la comunión y la corresponsabilidad también a laicos (hombres y mujeres).

Cuidar pastoralmente de las familias. Hubo un tiempo en el que los padres católicos fueron nuestros mejores aliados en la tarea de suscitar vocaciones. Hoy, en cambio, muchos padres no ven claro lo de la vida religiosa, ni su naturaleza y utilidad, ni la forma en la que se vive. Por haber decrecido esa confianza, debemos hacer un esfuerzo por restaurarla y conseguir su apoyo nuevamente.

No olvidar de aquellos con quienes compartimos la misión. A menudo de entre aquellos que colaboran con nosotros en parroquias, colegios, centros pastorales, actividades misioneras, voluntariados,... hay algunos que han pensado en la vida religiosa y en nuestra vida en particular; pero no saben cómo abordar este asunto. Debemos asegurarnos que existan abundantes posibilidades para tratarlo.


PREGUNTAS
REFLEXIÓN PERSONAL Y COMUNITARIA

¿Cuáles de estos elementos veo más decisivos?
1. Posibilitar el nacimiento y crecimiento del sujeto vocacional, es decir, de comunidades de creyentes que viven coherentemente su llamada personal y se sienten responsables de la de los otros.
2. Crear signos y lugares permanentes donde cultivar y mostrar la experiencia de Dios compartida, sólida y fundamentada que se dirige al corazón de la persona y le plantea llamadas, exigencias, invitaciones.
3. Sentir la Iglesia como cosa propia y sentir con la Iglesia... siendo no solamente colaboradores, sino también intercesores y testigos transfigurados por su misterio.
4. Difundir y consolidar el acompañamiento vocacional personalizado,en particular en aquellos momentos existenciales de encrucijada donde se tejen las grandes decisiones de la vida.
5. Hacer visible nuestro carisma en expresiones significativas.
6. Fomentar un ambiente general de conocimiento del Fundador(a) como don del Espíritu a la Iglesia y en particular a la Iglesia donde vivimos.
7. Que toda pastoral cristiana se nos interrogue sobre¿qué me pide Dios a partir de esta Palabra, de este don...?”
8. Recrear una vida comunitaria fraterna, acogedora, hospitalaria y calurosa donde se vive la identidad cristiana y la pertenencia donde existe cercanía, roce y trato directo con todos, abriendo la comunión y la corresponsabilidad también a laicos (hombres y mujeres).
9. Cuidar pastoralmente de las familias.
10. No olvidar de aquellos con quienes compartimos la misión.


¿Qué otros elementos agregaría según mi experiencia pastoral?
a. El ser testimonios de vida no solo con palabras sino con hechos ya que como dice la Sierva de Dios Madre Marcelina: “Las palabras vuelan los ejemplos arrastran”.
b. El amor especialísimo a Jesús Eucaristía y a María.

¿Qué elementos de una cultura antivocacional difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...)
a. Comunidades desunidas y faltas de fe.
b. No crear momentos de intimidad con Jesús Eucaristia ni de reflexión para el discernimiento.
c. No sentirnos parte de la Iglesia ni comulgar con sus disposiciones, muchas veces escuchamos a religiosos o a los mismos sacerdotes hablando en contra del sacramento de la reconciliación o de la misericordia de Dios.

Cualquiera que sea el área pastoral donde trabajo, ¿qué medios concretos descubro para promover una cultura vocacional?
a. Dando a conocer el carisma de la congregación viviéndolo, amándolo y transmitiéndolo.
b. Igualmente la vida y obras de la Madre Fundadora.

¿Podría poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en?
El acompañamiento de una pareja de novios.
La misa dominical de la Parroquia.
La relación con los profesores de un colegio nuestro.
La reunión de comunidad.
Una convivencia con adolescentes.

a. Creando una atmósfera, un ambiente, un ecosistema que, en sí mismo, irradia valores vocacionales, los ampara y los hace eficaces.

b.Fomentar el interrogante ¿qué me pide Dios a mí que haga con mi vida?”
Flory Villalobos
 
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor maruosorio » Mar Feb 21, 2012 12:07 am

1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos
Cultura es todo lo que reprensaenta la identidad de una poblacion como son sus costumbres y todo aquello que se relacione con su estilo de vida. sus elemntos son:

elementos cognoscitivos: todo lo que representa conocimiento, ciencias, tecnologia, estructura gubernamental, economia
creencias: tradiciones, religiones, leyendas
valores y normas relacionados con normas de conducta y patones de comportamiento
símbolos: el idioma, simbolos patrios y todo tipo de símbolos

2. ¿Cómo puedes crear o promover la cultura vocacional en tu comunidad?
difundiendo el amor que Dios nos profesa para hacer que la comunidad se sienta parte de la iglesia, infundiendo valores a los niños en el catesismo a los ajovenes y adultos en la misa que permitan desarrollar la vocacion dejando claro que no se requiere ser perfecto o especial para seguir a Dios y que no es una condena elegir la vida consagrada. En los cursos de catequesis familiar preparar a los padres para infundir en sus hijos la semilla de la fé que será la detonante para desarrollar una cultura vocacional en los hijos.

3. ¿Cuáles de estos elementos vez más decisivos
Crear signos y lugares permanentes donde cultivar y mostrar la experiencia de Dios. En mi ciudad se ha perdido el verdadero concepto de un Dios lleno de amor que no busca perfeccion sino unicamente fé, esto imposibilita que las vocaciones surjan pues se busca en cuestiones efimeras el amor que solo Dios nos da, como resultado, es inconcebible la vida consagrada como un plan de vida.
Sentir la Iglesia como cosa propia. La iglesia en mi ciudad es una institucion como el gobierno y los padres son todo menos una guia hacia Dios, además de que está muy degradada la imagen que se tiene de ellos por eso es preciso que la sociedad sienta como suya la iglesia y que vean a los ministros de Dios como la mano amiga que les guiará a través del camino. Esto facilitará que las vocaciones se conciban con mayor naturalidad de como se consiben actualmente.

No olvidar jamás que una iniciativa del tipo que sea si no apunta a la pregunta estratégica dirigida a todos no es acción pastoral cristiana. Enseñar que la oracion es un acercamiento a Dios en donde podemos expresarnos libremente y en donde él nos recibe con todo su amor, al vivir esta experiencia cualquier vocacion hacia la vida consagrada se verá surgir son mayor facilidad haciendo a un lado los temores.

4. ¿Qué otros elementos agregarías según tu experiencia pastoral?
no tengo experiencia pastoral, pero considero que la empatia ayudaria mucho, sobre todo con los jovenes. Incentivar a los niños, enseñarles valores que sean la semilla de la fe serán los detonantes para las vocaciones, es empezar a sembrar desde ahora para cosechar despues.

5. ¿Qué elementos de una cultura “antivocacional” difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...)
siempre que se muestre a Dios como un ser frio y castigador estamos difundiendo una cultura antivocacional, cuando no se difunde el trabajo que los sacerdotes y las religiosas hacen a favor de la sociedad es otra forma y la ultima es cuando difundimos la idea de que ser sacerdote o religiosa es algo ajeno a nuestras posibilidades porque se requieren caracteristicas especiales.

Cualquiera que sea el área pastoral donde trabajo, ¿qué medios concretos descubro para promover una cultura vocacional?
catequesis, misa, cursos, eventos deportivos y recreativos promovidos por la iglesia

6. ¿Podrías poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en:
El acompañamiento de una pareja de novios. Preparalos para fomentar la fé en sus futuros hijos y enseñándoles a identificar cual es su mision en el mundo para que este conocimiento puedan transmitirlo a sus hijos.
La misa dominical de la Parroquia.En el sermon enseñar las bondades de servir a Dios, compartir experiencias conservando la empatia.
La relación con los profesores de uno de los colegios que dirigimos. Establecer como prioridad la enseñanza a los alumnos de la importancia de identificar que tipos de vocacion tienen (aunque no sea a la vida consagrada), prepara a los profesores para que enseñen a sus alumnos a desarrollar su vocacion y afrontar los temores que puedan originarse a causa de ella.
La reunión de comunidad.Inculcar que la cultura vocacional es trabajo de todos que debe desarrollarse en un ambiente de empatia.
Una convivencia con adolescentes. Enseñar que nuestro Dios es ama a los jóvenes, inculcar el trabajo en equipo, el compañerismo y la solidaridad con el prójimo, el servicio a la comunidad.
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor OmiManuel » Mar Feb 21, 2012 12:55 am

Definición de cultura, “en sentido antropológico, viene a equivaler a estilo de vida propio de un colectivo, tribu o pueblo; mentalidad que le anima; concepción de la vida (Sesión 5: Crear una cultura vocacional)”. Sus fundamentos son dinámicos y hoy en día hay una relatividad en la cultura al grado que se están considerando vertiginosos y triviales los valores que emanan de ella dado el ritmo acelerado que se vive.

En lo que concierne a promover la cultura vocacional en mi comunidad se dará en primera instancia cuando uno logra ser consciente que necesitamos relacionarnos con los otros para poder llevar a cabo la misión que Jesús nos ha encomendado a cada uno.
Los aquí enumerados dinamizan la realidad de la cultura, son necesarios para que se vayan desplegando. Los alcances del hombre van propiciando que algunos elementos se humanicen, pero con tristeza otros se minimizan. Y creo que agregaría el interés por la persona, un estar atento a las necesidades de los jóvenes, ver las interrogantes en las que se desenvuelven, una formación humana-espiritual.
Lo antivocacional se da en la incongruencia que damos como cristianos al conducirnos en el camino de la vivencia evangélica.

Medios concretos para promover una cultura vocacional en mi apostolado: Hacer llegar la palabra de Dios en sus vidas para que se animen, hacer conscientes a los jóvenes para que se comprometan en un apostolado logrando que ellos desplieguen sus capacidades en las necesidades de los demás.
Creo que en mi comunidad implementaría las siguientes actitudes: acompañar, escuchar, guiar, ser parte de sus historias para que su fe se fortalezca y, pienso que el contacto directo beneficiara en su santidad y con ello, buscaran el sentido de sus vidas en el ambiente que viven.

Por ultimo, se lograra crear una cultura vocacional en la medida en que uno como bautizado aspire a la Santidad, comenzando a dar este paso, se lograra ser ese ícono que necesitan los jovenes para reorientar el rumbo que la cultura de hoy les esta imponiendo.
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor sor eva » Mié Feb 22, 2012 5:50 pm

La Cultura es el arte y la organización sociopolitica, en la cual se pueden organizar diferentes eventos para celebrar todo aquello que va con el ser humano. También puede ser un estilo propio de vida del ser humano en los distintos pueblos,razas y naciones. En este conjunto de valores y riqueza que tiene la humanidad podemos también sacar la cultura vocacional, que es un buen componente en la evangelización, sobre todo en nuestros dias.

Entre los elementos que tenemos en la cultura podemos destacar:
Elementos cognoscitivos: como los técnicos y cientificos, la cultura política, la organización social.
Las creencias, los valores y normas, un sistema de valores de rango universal, valores humanos, símbolos
la lengua como sistema simbolicos de los pueblos.


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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor sor eva » Mié Feb 22, 2012 7:03 pm

La Cultura es el arte y la organización sociopolitica, en la cual se pueden organizar diferentes eventos para celebrar todo aquello que va con el ser humano. También puede ser un estilo propio de vida del ser humano en los distintos pueblos,razas y naciones. En este conjunto de valores y riqueza que tiene la humanidad podemos también sacar la cultura vocacional, que es un buen componente en la evangelización, sobre todo en nuestros dias.

Entre los elementos que tenemos en la cultura podemos destacar:
Elementos cognoscitivos: como los técnicos y cientificos, la cultura política, la organización social.
Las creencias, los valores y normas, un sistema de valores de rango universal, valores humanos, símbolos
la lengua como sistema simbolicos de los pueblos.

Como puedo crear o promover la cultura vocacional en mi comunidad?.
Creo que es muy importante sobre todo que en mi comunidad vivimos personas de varios paises, de varias razas y de varias culturas, sobre todo de cultura nativa en los pueblos de america. Respetamos la cultura y la lengua de cada quien, sus creencias y creo que no hemos tenido mucho problema en cuanto a esto, ellas se han insertado en las costumbres originales de la comunidad y la comunidad en las de ellas, respetando siempre a cada quien lo que posee.


El elemento mas importante para mi y mi comunidad es la organizacion social y el respecto por la cultura de cada quien

Otros elementos: tener encuenta el vestir de la candidata, segun su raza y costumbres
- permitir que no olviden su lengua nativa (idioma)
- celebrar o festejar, aquellas fechas importantes dentro de cada cultura

Los elementos de una cultura antivocacional que difundimos pueden ser:
- No aceptar la cultura donde vivo
- Cambiarles ciertas costumbres y creencias
- no acomodarse al lugar y trabajo

Los medios que puedo descubrir son:

- Animación
- El testimonio
- La apertura.- al dialogo
- invitación a retiros

* Fomentar la cultura vocacional en
- El acompañamiento de una pareja de novios: haciendoles ver la importante que tiene esta cultura en su vida, y en las vidas de sus familias, y el futuro hogar que van a formar, puede ser por medio de algunas diapositivas, pelicula, et.

- En la Misa dominical: teniendo en cuenta la participación de los fieles sin discriminar a nadie, motivando a que todos participen.

- La relación con los profesores: También teniendolos en cuenta en las distintas actividades, realizando retiros espirituales y aun vocacionales con ellos.

- La reunión en la comunidad: Con la exposición de un tema por medio de un sacerdote o religiosa experta en el tema, con unas dispositivas de motivación vocacional.

- Una convivencia con adolescentes: Con dinámicas, con temas, peliculas, compartiendo en grupos, etc.
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor jguerras100 » Jue Feb 23, 2012 11:51 am

Participación en el Foro
1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos
cultura comprende elementos muy diversos y que abarcan el ser y quehacer de la persona en todas sus dimensiones.
elementos cognoscitivos: técnicos y científicos; la estructura política, la organización social, etc.
creencias (cultura implícita, sin racionalidad aparente: ritos y fiestas...);
valores y normas (no son los mismos en las diversas culturas, no hay una tipología sistemática de valores de rango universal; los llamados valores humanos son cuestionados por algunos pueblos que los tildan de producto occidental);
símbolos: sistema simbólico que funda expectativas y formas dadas de reacción; cada cultura tiene un sistema de símbolos por los que se expresa, y la lengua es sin duda la sistema simbólico más genuino de cada pueblo.

2. ¿Cómo puedes crear o promover la cultura vocacional en tu comunidad?
Promoviendo los valores cristianos, los verdaderos valores evangélicos, debido a que por ser permisivos o tolerantes se ha infiltrado lo mundano en lo trascendente y por ello hoy vemos que se quiere competir con arma carnales y solo podrán capturar cristianos carnales o gente sin convicciones ni compromisos por seguir a Cristo.

3. ¿Cuáles de estos elementos vez más decisivos
Las creencias o piedad popular que se ha ido distorsionando hasta en algunos casos ser contrarios a la propia iglesia al ser más importante la fiesta patronal que la misma misa. Por qué debemos EVANGELIZAR AL MUNDO Y NUNCA MUNDANIZAR EL EVANGELIO

4. ¿Qué otros elementos agregarías según tu experiencia pastoral?
Los elementos litúrgicos, los catequísticos, pero sobre todo una nueva evangelización para lograr convertir a los miles de bautizados sin compromiso.

5. ¿Qué elementos de una cultura “antivocacional” difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...)
El temor y respeto por las cosas de Dios, incluyendo a las personas santas y las cosas santificadas, dando pie a que cualquiera sin importar su testimonio sea ministro o este alabando o enseñando, siendo esto contraproducente.

Cualquiera que sea el área pastoral donde trabajo, ¿qué medios concretos descubro para promover una cultura vocacional?
El amor y respeto por la labor de la vocación y no solo ser de entretenimiento o de competencia humana, el testimonio de la alegría y gozo por realizar las cosas ordinaria como las extraordinarias.


6. ¿Podrías poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en:
El acompañamiento de una pareja de novios.
No solo dando cursos o seminarios, sino siendo verdaderos consejeros espirituales teniendo el compromiso de ser directores espirituales desde niños para que exista la plena confianza de poder ser testigos y consejeros.

La misa dominical de la Parroquia.
Siendo participativos y hacer de la misa una fiesta sagrada, tomando en serio la elaboración de las homilías, de los símbolos, de los cantos acordes a las fechas litúrgicas, a la celebración de ese domingo de acuerdo a las lecturas, etc.

La relación con los profesores de uno de los colegios que dirigimos.
Aunque no estoy en colegios si pertenecí como alumno y como maestro alguna ocasión y es muy importante no solo llenar los cerebros de los alumnos, o las arcas de la escuela con dinero o prestigio, sino comprometerlos a que participen en sus diversas parroquias como cristianos de tiempo completo.

La reunión de comunidad.
Siendo honestos porque de ahí parte la lealtad y fidelidad a Cristo, llegando temprano y teniendo en mente programas y pales acordes al Plan Misionero y de organización de la Parroquia y de la Diócesis y no tener modas, improvisaciones, dar gustos o aficiones a las personas, etc.

Una convivencia con adolescentes.
Siendo primeramente amables y cordiales pero con disciplina y darles a esos adolescentes los principios y valores de la Sagrada Escritura y los ejemplos de los Santos de la Iglesia jóvenes que pudieron dejar constancia y perseverancia en sus medios concretos de vida.
jguerras100
 
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor ensunombre » Jue Feb 23, 2012 12:08 pm

1) Cultura tiene muchas acepciones entre ellas son el conjunto de costumbres, ritos y estilo de vida en general que un grupo de personas comparten. Y asi la cultura es el arte y la forma de organizacion sociopolitica y la manera de celebrar las fiestas, la aparicion de la vida o el desenlace de la muerte, etc.
Los elementos de la cultura segun el autor comprende elementos muy diversos y que abarcan el quehacer de la perona en todas sus dimensiones. entre ellas estan las siguientes: tecnicos y cientificos, la estructura politica, la organizacion social,etc. Valores y normas y simbolos, dentro de este ultimo elemento el mas importante es le lengua ya que viene a ser el mas genuino de cada pueblo.
2)La instauracion de una cultura vocacional es el primer objetivo de una pastoral vocacional y para generarla de manera adecuada se deben alentar y posibilitar el nacimiento y crecimiento del sujeto vocacional , de comunidades de creyentes que vivan de manera coherente con su llamado personal y se sientan responsables de los otros. Como objetivo primordial es que surja alguna vocacion, sino de que todo creyente llegue a ser la persona llamada que llama en un clima de fidelidad vocacional.
3) Las personas formadas con valores cristianos pienso es el elemento mas decisivo para promover una cultura vocacional.
4)Un elemento que agregaria a todo esto es formar claramente el concepto de hermandad dentro de cada miembro de nuestra comunidad.
5) Muchos de ellos son el egoismo, la insensibilidad y el poco interes de cada uno de nosotros hacia nuestro projimo como fuente de vocacion.
Creo tambien que debemos concentrarnos mas en trabajar en las familas porque ellas son fuentes y promotores de formacion de cada individuo dentro de nuestra comunidad.
6)
a.-Fomentar el respeto y fidelidad dentro de la pareja de novios como base para un matrimonio solido.
b.-El respeto e importancia de cada acto de la santa misa dominical dentro de nuestra comunidad desde el inicio hasta el final de la misma.
c.-El respeto hacia ellos como base de toda relacion.
d.-El respeto por cada integrante de nuestra comunidad y la importancia de cada uno de ellos dentro de la misma.
e.-El respeto y lealtad dentro de una amistad que puede ir mas alla de la adolescencia.
En conclusion la base de como fomentar la cultura vocacional entre cada miembro de cada uno de nuestra comunidad se basa en el RESPETO que podamos tener en cada uno de ellos.
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor adelizon » Mar Feb 28, 2012 3:26 pm

1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos
El autor empieza por presentar el significado de “cultura” desde su primera etimología latina, pero después amplía su perspectiva y dice que actualmente, por el progreso e influjo de las ciencias antropológicas, el término cultura ha adquirido un significado mucho más amplio, se ha enriquecido: cultura es el arte, la forma de organización sociopolítica, la manera de celebrar las fiestas, la aparición de la vida o el desenlace de la muerte; la forma de vestir y de valorar las cosas y el quehacer humano; el estilo de vida propio de un colectivo, la mentalidad que le anima, la concepción de la vida.
Más adelante propone la definición del CELAM (Puebla, 1979) que afirma que la cultura “abarca la totalidad de la vida de un pueblo: conjunto de valores que lo animan y desvalores que lo debilitan y que, al ser participados en común por sus miembros, los reúne en base a una misma conciencia colectiva" (Pablo VI, Evangelii Nuntiandi). La cultura comprende, asimismo, las formas a través de las cuales aquellos valores o desvalores se expresan y configuran, es decir, las costumbres, la lengua, las instituciones y estructuras de convivencia social…”
2. ¿Cómo puedes crear o promover la cultura vocacional en tu comunidad?
Creo que no hay otro camino que “vocacionalizar” la pastoral, hacer que la pastoral vocacional sea la vocación de todas las pastorales.
En palabras del Papa Juan Pablo II: La nueva evangelización debe reanunciar el sentido fuerte de la vida como «vocación», en su fundamental llamada a la santidad, recreando una cultura favorable a las distintas vocaciones.
Que la constante y paciente atención de la comunidad cristiana al misterio de la llamada divina promueva una «nueva cultura vocacional en los jóvenes y en las familias».
Esta cultura llega a ser hoy el primer objetivo de la pastoral vocacional o, más bien, de la pastoral en general. ¿Qué pastoral es aquella que no cultiva la libertad de sentirse llamados por Dios, ni produce un cambio de vida?
Se debe «vocacionalizar» toda la pastoral o actuar de modo que toda expresión de la pastoral manifieste de manera clara e inequívoca un proyecto o un don de Dios hecho a la persona, y suscite en la misma una voluntad de respuesta y de un compromiso personal.
Dice el artículo: (debemos lograr) “comunidades de creyentes que viven coherentemente su llamada personal y se sienten responsables de la de los otros. Comunidades en las que se tratan de forma normal y frecuente los planteamientos vocacionales de todos y de cada uno. El objetivo no es, sin más, que surja alguna vocación (al sacerdocio o a la vida consagrada), sino de que todo creyente llegue a ser persona llamada que llama, en un clima de fidelidad vocacional.
Y también: “No olvidar jamás que una homilía, la administración de un sacramento, cualquiera que sea, una catequesis, una adoración del Santísimo, un retiro, una misa, una confesión, una reunión, una novena, una iniciativa del tipo que sea, si no es vocacional, es decir, si no apunta a la pregunta estratégica dirigida a todos (“y a mí, ¿qué me pide Dios a partir de esta Palabra, de este don...?”) no es acción pastoral cristiana…”
3. ¿Cuáles de estos elementos vez más decisivos
Creo que todos los que se mencionan son decisivos, pero subrayo: “Crear signos y lugares permanentes donde cultivar y mostrar la experiencia de Dios compartida, sólida y fundamentada que se dirige al corazón de la persona y le plantea llamadas, exigencias, invitaciones. La reflexión y la tradición de la Iglesia indican que normalmente el discernimiento vocacional se hace presente a lo largo de estos itinerarios comunitarios: la celebración comunitaria y la oración (liturgia), la comunión eclesial y la fraternidad (koinonía), el servicio de la caridad (diakonía), el anuncio y testimonio del evangelio (martiría). Estas dimensiones que deben estar siempre presentes y armónicamente coordinadas, están cargadas de fuerza vocacional y movilizan. Es una atmósfera que valora y defiende la fidelidad a la propia vocación al sujeto al situarlo ante una interpelación imposible de ignorar, una toma de decisión que no se puede dejar indefinidamente”.
4. ¿Qué otros elementos agregarías según tu experiencia pastoral?
Creo que es muy importante el testimonio vocacional, el ejemplo que todos debemos dar de cómo respondemos generosamente a nuestro propio llamado.
Lo que comentaba en mi aportación anterior: Como nos ha dicho Juan Pablo II: La Iglesia está llamada cada vez más a ser hoy toda ella vocacional: dentro de ella “cada evangelizador debe adquirir conciencia de llegar a ser una «lámpara» vocacional, capaz de suscitar una experiencia religiosa que lleve a los niños, a los adolescentes, a los jóvenes y a los adultos a la relación personal con Cristo, en cuyo encuentro se descubren las vocaciones específicas”.
El artículo de esta sesión nos dice: “La experiencia nos ha ido demostrando que existe una “cadena vocacional”. Casi siempre, detrás de cada vocación y de cada cristiano comprometido, ha habido una variedad de personas que se han puesto a su servicio, que lo han formado, que han orado por su vocación, que han descubierto sus capacidades, y que han despertado en él los grandes deseos de hacerse disponible a la llamada del Señor.
Se trata de una verdadera cadena de pastores vocacionales, en la que cada cual tuvo su papel. Parece que es ineludible la exigencia de crear en torno nuestro un ámbito humano que favorezca el nacimiento y el desarrollo de las vocaciones. A ello parece aludir la expresión de “cultura vocacional”.
5. ¿Qué elementos de una cultura “antivocacional” difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...).
Todo aquello que vaya en la línea del materialismo, hedonismo, el secularismo, la apatía o indiferentismo, el relativismo, el pragmatismo, la “inmediatez” en la toma de decisiones, el miedo al compromiso.
Cualquiera que sea el área pastoral donde trabajo, ¿qué medios concretos descubro para promover una cultura vocacional?
Creo que tenemos que hacer grandes esfuerzos por anunciar el Evangelio de la Vocación en la Catequesis de niños, adolescentes, jóvenes y adultos.
6. ¿Podrías poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en:
El acompañamiento de una pareja de novios.
Hacerles ver que el noviazgo es un tiempo para prepararse para responder al llamado de Dios optando por seguirle en el matrimonio y la formación de una familia cristiana.
La misa dominical de la Parroquia.
Resaltando siempre que haya oportunidad la llamada que el Señor nos hace en su Palabra.
La relación con los profesores de uno de los colegios que dirigimos.
Hacerles ver que el magisterio es una forma de vida a la que hemos optado para responder a nuestra propia vocación.
La reunión de comunidad.
Que se descubran como la “asamblea de los llamados” (Ecclesia)
Una convivencia con adolescentes.
Presentarles las vidas de la Santísima Virgen y de los santos como modelo de vocación.
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor lore oliva » Mar Feb 28, 2012 7:03 pm

Hola, desde la semana pasada me llego el tema 4 y hoy llego el 7, veo en la pagina que están el 5 y 6, ¿aquí como le hago? respondo en cada apartado o pongo mis respuestas en el 7
Gracias.
Edna Oliva
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor Verbum01 » Jue Mar 01, 2012 4:00 am

Saludos desde Madrid

1. De manera breve menciona lo que dice el autor sobre la definición de cultura y cuáles son sus elementos.

La cultura abarca la totalidad de la vida de un pueblo: conjunto de valores que lo animan y desvalores que lo debilitan y que, al ser participados en común por sus miembros, los reúne en base a una misma conciencia colectiva.

2. ¿Cómo puedes crear o promover la cultura vocacional en tu comunidad?
Puedo crear o promover la cultura vocacional en mi Comunidad cultivando los siguientes valores:
- la gratitud, la acogida del misterio,
- el sentido de lo imperfecto del hombre,
- la apertura del hombre a la trascendencia,
- la disponibilidad a dejarse llamar por otro (por Otro) y preguntar por la vida,
- la confianza en sí mismo y en el prójimo,
- la libertad de conmoverse ante el don recibido,
- el afecto, la comprensión, el perdón,
- la capacidad de soñar y anhelar
- el asombro que permite apreciar la belleza y elegirla por su valor intrínseco
- el altruismo que nace del descubrimiento de la dignidad de cualquier ser humano
- la búsqueda del sentido de la vida, el deseo de encontrar la verdad.
3. ¿Cuáles de estos elementos vez más decisivos?
Los elementos que veo más decisivos son los siguientes:
 la apertura del hombre a la trascendencia
 la disponibilidad a dejarse llamar por otro (por Otro) y preguntar por la vida
 la libertad de conmoverse ante el don recibido.

4. ¿Qué otros elementos agregarías según tu experiencia pastoral?
Según mi experiencia pastoral yo diría que hay que posibilitar el nacimiento y crecimiento del sujeto vocacional, es decir, de comunidades de creyentes que viven coherentemente su llamada personal y se sienten responsables de la de los otros. Comunidades en las que se tratan de forma normal y frecuente los planteamientos vocacionales de todos y de cada uno. El objetivo no es, sin más, que surja alguna vocación (al sacerdocio o a la vida consagrada), sino de que todo creyente llegue a ser persona llamada que llama, en un clima de fidelidad vocacional.
Además hay que crear signos y lugares permanentes donde cultivar y mostrar la experiencia de Dios compartida, sólida y fundamentada que se dirige al corazón de la persona y le plantea llamadas, exigencias, invitaciones.

5. ¿Qué elementos de una cultura “antivocacional” difundimos consciente o inconscientemente en el trabajo pastoral que estamos haciendo? (sea en la pastoral juvenil, familiar, escolar, parroquial, ministerial...)
Cuando se muestre a Dios no como un Padre cercano y misericordioso sino como un castigador estamos difundiendo una cultura antivocacional. Igual cuando difundimos la idea de que ser sacerdote, religioso o religiosa es algo raro estamos difundiendo una cultura antivocacional.
Cualquiera que sea el área pastoral donde trabajo, ¿qué medios concretos descubro para promover una cultura vocacional?
Los medios concretos que descubro para promover una cultura vocacional:
La celebración comunitaria y la oración (liturgia), la comunión eclesial y la fraternidad (koinonía), el servicio de la caridad (diakonía), el anuncio y testimonio del evangelio (martiría). Estas dimensiones que deben estar siempre presentes y armónicamente coordinadas, están cargadas de fuerza vocacional y movilizan Es una atmósfera que valora y defiende la fidelidad a la propia vocación al sujeto al situarlo ante una interpelación imposible de ignorar, una toma de decisión que no se puede dejar indefinidamente.
Sentir la Iglesia como cosa propia y sentir con la Iglesia... siendo no solamente colaboradores, sino también intercesores y testigos transfigurados por su misterio. La desafección por la Iglesia no lleva al nacimiento de las vocaciones, sino a la aridez estéril e infunde rechazo. Las vocaciones que no nacen de esta sana experiencia y de esta inserción en la vida y acción comunitaria eclesial tienen el peligro de estar viciadas de raíz y es dudosa su autenticidad.

6. ¿Podrías poner ejemplos de cómo fomentar la cultura vocacional en:
El acompañamiento de una pareja de novios.
La misa dominical de la Parroquia.
La relación con los profesores de uno de los colegios que dirigimos.
La reunión de comunidad.
Una convivencia con adolescentes.


• El acompañamiento de una pareja de novios: darles temas de formación haciéndoles ver la importante que tiene la cultura vocacional en su futuro hogar.
• En la Misa dominical: crear un buen ambiente de hermandad y de acogida.
• La relación con los profesores: Contar con los profesores cuando se organiza las actividades con los alumnos.
• La reunión de comunidad: Crear un buen ambiente de fraternidad.
• Una convivencia con adolescentes: con temas y dinámicas adaptados a sus realidades. Ser flexible y abierto con ellos.

Un abrazo de: Atango :D
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Re: Sesión 5: Crear una cultura vocacional

Notapor aluka-67 » Jue Mar 01, 2012 8:31 pm

1- CULTURA: conjunto de valores que animan y desvalores que debilitan a un pueblo, que los reúne en base a una misma conciencia colectiva.
ELEMENTOS: cognitivos: técnicos y científicos; estructura política: organización social, creencias; valores y normas; valores de rango universal; valores humanos; símbolos.

2- Creando espacios en donde el ser humano pueda escuchar y pueda expresar todas sus inquietudes más fundamentales, que pueda llegar a conocer, descubrir quien es, para después sí hablar de vocación.

3- Creo que el elemento más decisivo son los valores humanos.

4- Si bien no tengo experiencia pastoral, creo que agregaría mayor conocimiento, información de lo que es "la pastoral", porque escuchamos pero no sabemos bien lo que es y significa.

5-Como elemento antivocacional, que mayormente difundimos es la importancia que le damos al nivel socio-económico, al "status".

6- En el acompañamiento de las parejas de novios, que realmente sea así, no un simple llenado de papeles; sino que el sacerdote los acompañe con charlas, encuentros semanales para que descubran realmente el significado y el valor que tiene el sacramento
En las misas dominicales, trabajaría mucho con los niños de catequesis, ellos muchas veces son la puerta de entrada de muchos padres que envían a sus hijos por cumplir solamente con una cuestión social nada más.
Con los profesores fomentando encuentros entre ellos extra-escolar, podría ser que en cada encuentro se trabaje un tema en particular.
Convivencia con adolescentes, atendiendo a sus inquietudes, escuchándolos.
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