por alfredo frausto estrada » Mié Mar 21, 2012 5:42 pm
1.- Que piensas sobre la teoría evolutiva del hombre, de Charles Darwin.
no se puede ser negligente al hecho de que en general las teorías evolucionistas son materialistas, y que fueron utilizadas por enemigos de la Iglesia para atacar el relato bíblico. O sea, ellas nacieron y en gran parte se desarrollaron como un intento de alzarse contra la propia revelación Divina.
Por lo tanto, nosotros los católicos debemos estar con completa tranquilidad de espíritu. Porque Dios posee la certeza que nada nos debe perturbar, y esa verdad es nacida de la fe en Dios y en su Palabra revelada.
Y en el aspecto científico del tema, en la medida en que sea desarrollado con rectitud de espíritu y sin fraudes, debe compaginarse perfectamente con el relato bíblico, pues el Dios que creó todas las cosas y que las reveló por su Palabra es uno solo.
2.- Reflexiona sobre lo que significa... estar hecho a imagen y semejanza de Dios.
Dios, según la Sagrada Escritura, formó su obra culmen diciendo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y nuestra semejanza, para que domine sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados y sobre todas las bestias de la tierra y sobre cuantos animales se muevan sobre ella.” (Gen 1,27).
A imagen de Dios no quiere decir que Dios tiene semejanza física con el hombre. Cuando la Biblia habla del hombre a imagen de Dios, se refiere al hecho de que el hombre tiene un alma espiritual. Está por encima de los otros seres vivientes que habitan en la tierra. El hombre no es una cosa, sino una persona. El Hombre, por tanto, puede pensar; puede amar a otras personas; puede escoger el bien; todas las cosas que ni ningún otro animal puede hacer. Pero, aunque podamos hacer todas estas cosas, debemos preguntarnos ¿por qué Dios nos hizo así?
Ciertamente Dios, que sabe todo, no necesita que nosotros pensemos. La razón es que Dios nos ha hecho a su imagen para conocerle y amarle. De todas las criaturas visibles, sólo el hombre es “capaz de Dios.” De todas las cosas de este mundo, sólo el hombre está llamado a vivir con Dios en el mundo más allá. Y siendo a Imagen de Dios, el hombre está llamado a amar: primero a Dios y luego a todo el que tiene semejanza con Dios, es decir, a cada persona humana, pues cada persona está hecha a imagen de Dios.
3.- Medita sobre el mensaje de la Virgen...Con la oración y el ayuno, el hombre puede detener las leyes de la naturaleza. Hasta las guerras se pueden detener.
En Medjugorje, la Santísima Virgen nos lanza una llamada de advertencia, una llamada doliente: “Ustedes han abandonado el ayuno”. Por consiguiente, debemos volver a incorporar en nuestras vidas esta “arma” tan eficaz.
El ayuno representa una práctica ascética importante, un arma espiritual para luchar contra cualquier posible apego desordenado a nosotros mismos. Privarnos por voluntad propia del placer del alimento y de otros bienes materiales, ayuda al discípulo de Cristo a controlar los apetitos de la naturaleza debilitada por el pecado original, cuyos efectos negativos afectan a toda la personalidad humana.
Tres son, los resortes que hacen que la fe se mantenga firme, la devoción sea constante, y la virtud permanente. Estos tres resortes son: la oración, el ayuno y la misericordia. Porque la oración llama, el ayuno intercede, la misericordia recibe.
El ayuno, en efecto, es el alma de la oración, y la misericordia es la vida del ayuno. Que nadie trate de dividirlos, pues no pueden separarse. Quien posee uno solo de los tres, si al mismo tiempo no posee los otros, no posee ninguno. Por tanto, quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca; que preste oídos a quien le suplica aquel que, al suplicar, desea que se le oiga.
Que el que ayuna preste atención al hambriento quien quiere que Dios preste atención a su hambre; que se compadezca quien espera misericordia; que tenga piedad quien la busca; que responda quien desea que Dios le responda a él.
En consecuencia, la oración, la misericordia y el ayuno deben ser como un único intercesor en favor nuestro ante Dios.
Recobremos con ayunos lo que perdimos por el desprecio; inmolemos nuestras almas con ayunos, porque no hay nada mejor que podamos ofrecer a Dios, de acuerdo con lo que el profeta dice: Mi sacrificio es un espíritu quebrantado: un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias. Hombre, ofrece a Dios tu alma, y ofrece la oblación del ayuno, para que sea una hostia pura, un sacrificio santo, una víctima viviente, provechosa para ti y acepta a Dios. Quien no dé esto a Dios no tendrá excusa, porque no hay nadie que no se posea a si mismo para darse.
4.- Que te inspira la pregunta ¿Quién soy, de dónde vengo y a dónde voy?
Para conocer "quién soy" y para tomar conciencia de: "a dónde voy" tenemos que redescubrir nuestro pasado.
Si el origen del hombre es el mono, estará condenado a vivir en la selva en la que estamos viviendo actualmente y que se agrava con el paso del tiempo.
Si el origen del hombre es Dios, y actúa en consecuencia, su destino final, será la Gloria.
Por lo tanto, Si el hombre no viene del mono, y si Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, y si el hombre es mucho más que el cuerpo que lo cubre, y si el hombre es espíritu, y si el espíritu es energía, y si la energía no se destruye, y si Dios es la potencia por excelencia, y si Dios es la energía por excelencia, y si el hombre salió de Dios.., el destino final del hombre debe ser Dios.