por luis alberto » Mar Abr 03, 2012 3:59 am
1. ¿Cuántos casos conoces que después de experiencias de sufrimiento han surgido muchos frutos?
La verdad es que mis experiencias a priori son contradictorias, recuerdo hace algunos años en España que se vendió un aceite adulterado más barato y mucha gente lo compró como manera de solucionar sus economías, era el famoso “aceite de colza”, muchos murieron y muchos quedaron con secuelas para toda la vida. Pues bien, incluso dentro de la misma familia ese sufrimiento en algunas personas le hizo crecer en el amor de Dios, les hizo tener más fe y confianza en el Padre. Conozco incluso de algunas vocaciones religiosas que derivaron de alguna manera de ese acontecimiento.
Pero otros derivaron en el odio, en el rencor, la pérdida de personas queridas y el sufrimiento propio les hizo renegar de ese Dios “injusto”, “insensible”, “cruel” y “despiadado”, un Dios que había permitido ese dolor tan grande en su familia y en sí mismo.
Lo mismo ocurre a diario con la muerte de seres queridos, sobre todo cuando son jóvenes, y sobre todo en muertes inesperadas y frutos de accidentes…, las respuestas son diversas.
Me preguntaba el por qué de esas respuestas tan diversas, y después de una pequeña investigación de campo, nada científica por supuesto, he llegado a la conclusión de que el que tiene verdadera experiencia de fe, el que vive día a día en el amor del Padre, ese, cuando viene el sufrimiento, como el Santo Job se lo ofrece al Señor y agradece el tiempo que no ha tenido sufrimiento y el que posiblemente vendrá sin sufrir. Este sabe apreciar las maravillas de Dios y las maravillas de su propia vida, incluso intuye con su fe su propia transcendencia hacia la vida plena, entonces, qué le puede importar un poco de sufrimiento y cómo se puede quejar si sabe que Jesús sufrió hasta la muerte en cruz por todos nosotros, …, solo le queja unir ese sufrimiento al sufrimiento de Jesús para así aliviar su carga, ofreciéndolo para la redención de su alma y del mundo.
2. ¿Has tenido la experiencia en momentos de sufrimiento de ofrecer tu dolor a Jesucristo, uniéndote a Él en la cruz, ofreciéndolo por los demás?
Si las he tenido, pero no de una manera rápida, consecutiva y consecuente con la experiencia, primero he pasado por las etapas del por qué yo, por qué a mí, por las etapas del enojo y la incomprensión, …, para solo después, a veces bastante después, llegar a mi corazón, a mi fe, a mi amor al Padre, entonces y solo entonces he podido unirme con mi dolor y sufrimiento a Cristo en la cruz.
3. ¿Has analizado porque los Santos han crecido en su santidad muchas veces por su unión mística a Jesucristo a través del ofrecimiento de su sufrimiento?
La experiencia de la muerte de mi madre, el ejemplo de entereza y fe ante el mucho sufrimiento que le acarreaba su dura enfermedad a sus 50 años, fue un duro modelo de de para mi, su muerte me produjo perplejidad, desorientación, tristeza y enojo; mi madre tenía 8 hijos y la más pequeña 8 años.
Pero ella nunca renegó de Dios, nunca lo hizo de su fe. Recuerdo una anécdota que decía mucho de sus preocupaciones en medio del dolor, quiso celebrar el sacramento de la extrema-unción o unción de enfermos como se llama hoy, para ello reunió a todos sus hijos y familiares y nos ofreció una misa, dentro tendría lugar el sacramento; por otra parte ella sabía que yo estaba en un periodo de fuerte discernimiento, y que la enfermedad terminal de mi madre me decantaba hacia la increencia; yo por contentarla participe del sacramento de la comunión, y en medio de su sufrimiento, en medio de sus últimas horas, … la escuche decir, ¡por fin puedo morir tranquila!.
4. ¿Has tenido la experiencia de en medio de mucho sufrimiento sentirte nada, y sentir que nada tiene sentido fuera de Dios?.
Si después muchas veces. También he intentado explicar a mis seres queridos y a mis hermanos de comunidad, como ante esas situaciones realmente nadie te vale fuera de Dios, sientes la soledad más absoluta y nadie la puede llenar, ni siquiera tu cónyuge, solo la puede llenar Dios. Y a veces que difícil se lo podemos.
5. ¿Has tenido la experiencia de sentirte muy cerca de Dios en medio del sufrimiento?
A veces lo he conseguido, he conseguido abrir la puerta para que entre el Padre, Él está siempre ahí, esperando que le abras, así entrará te acogerá, te acariciará y te consolará como solo Él sabe hacerlo.
¡Pero qué pesadas puertas ponemos en nuestra relación con Dios!
6. ¿Has sentido crecimiento espiritual y humano después de experiencias de dolor?
Se puede crecer siempre, en las experiencias de felicidad, amor, alegría y amistad, pero sobre todo se crece ante la adversidad, ante la carencia, ante el sufrimiento y el dolor. ¡Por supuesto!.