paola carbonell escribió:“El pecado es toda acción u omisión voluntaria contra la ley de Dios”, plantea el p. Jorge Loring.
Y aunque también diga que “el pecado, en sentido verdadero y propio, es siempre un acto de la persona”, prefiero hablar de pecado social, porque como expresa el documento para reflexionar acerca de este tema “No debemos permitir que la gente se esté muriendo de hambre, que existan las guerras, los maltratos a la naturaleza, asesinatos, robos, abortos, etc. Asimismo, resulta muy caro para una sociedad la poca formación de sus integrantes. Como sociedad debemos de entender que la pérdida de tiempo y la ignorancia, son lujos que no nos podemos permitir”.
Y en relación a esto último quiero decir que si el pecado de omisión es que pudiendo hacer el bien, voluntariamente no lo hacemos, también tenemos que tener en cuenta que todo el bien que hagamos tiene que estar dentro de nuestras posibilidades y a la vez tenemos que entender que individualmente no podemos con todo; por eso siempre distingo entre tener una responsabilidad compartida y ser culpable.
Por otra parte, si todo el bien que hacemos está dentro de nuestras posibilidades, en función del lugar que Dios nos ha señalado en la vida (porque a todos nos pide cosas diferentes y nos da dones distintos para lograrlas), me pregunto si es pecado de omisión cuando hago el bien y no alcanza para terminar con esas desigualdades sociales que nombramos más adelante?
Bueno, mi respuesta es que no, que no es pecado de omisión.
Y en relación a si cometemos pecado de omisión contra la Iglesia cuando la atacan y no decimos nada, o cuando no la promovemos; o contra el Gobierno o los políticos, cuando vemos que actúan mal y no decimos nada? No estoy muy segura y me viene la Palabra de Dios: “Sean comprensivos con el que no tiene segura su fe y dejen las discusiones que terminan en división” (Rom 14, 1). Con esto quiero decir que a veces puede ser más asertivo, lejos de confrontar con quien tiene una idea que no es la nuestra, aprovechar las pequeñas cosas que sí compartimos y construir desde el pie.
Por último estoy convencida que vale más sensibilizar, que concientizar, máxime si la conciencia es la voz de Dios que nos habla al corazón y todos (aun los que no lo saben), por el sólo hecho de haber sido creados a imagen y semejanza, tienen algo de Dios dentro de ellos (el aliento de vida). Por eso para sensibilizar, en el sentido de despertar sentimientos morales, tenemos una gran misión como católicos, cada uno desde el lugar que Dios le ha señalado, dando testimonio del Amor de Dios como hizo Jesús y le sucedieron los primeros cristianos.
Que tal Paola, gusto en saludarte nuevamente.
En relacion a tu ultimo parrafo te comento que también dice Jesus...el que no está conmigo está contra Mi,...No he venido a sembrar paz, sino la division.
La Misericordia nos impulsar a amar, a ayudar, a querer cambiar el mundo para Dios, pero nuestro ejemplo tiene que convencer, convertir y arrasar a los demás.
El catolico de hoy tiene que ser dinamico, proactivo, dadivoso, esforzado, tenemos convencer con la palabra, con el ejemplo y con el amor, PERO no podemos permanecer pasivos cuando se habla mal de nuestra familia terrena o espiritual. A veces usaremos la mano izquierda, y alguna que otra vez se necesita un poco de la derecha.
Saludos
Jose Luis Perez
Mexico