Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Dios crea al hombre para darle a conocer su amor
El curso contiene la catequesis de Juan Pablo II sobre el cuerpo humano y el sentido de la sexualidad humana. Esta serie de enseñanzas fueron impartidas los primeros cinco años de su pontificado, entre los años 1979 y 1984.

Fecha de inicio del curso: 17 de Abril 2012

Fecha de finalización del curso: 11 de Junio 2012

Periodicidad: Semanal

Moderadores: monik, Catholic.net, acmargalef, Gabriela Vega, Ana Cecilia Margalef, Effy De Lille, Moderadores Animadores

Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Ana Cecilia Margalef » Lun May 07, 2012 8:55 pm

P. Mario Pezzi

El matrimonio sacramento

Si el matrimonio restaura este plan de Dios, lo hace en cuanto sacramento. Como tal, es signo, y signo eficaz en el sentido de que nos comunica la gracia divina.

Ya sobre el plano de la naturaleza el matrimonio es un sacramento

El matrimonio, ya en el plano de la naturaleza, es un sacramento, y Juan Pablo II no tiene miedo de afirmar que es incluso «un sacramento primordial», pues es un «signo que transmite eficazmente en el mundo visible el misterio invisible escondido en Dios desde la eternidad»[1]. En el hombre y la mujer, en la diferencia de su masculinidad y feminidad, existe la revelación de un carácter sacramental del mundo, en la medida en que el mundo revela algo de Dios. El misterio escondido en Dios se revela de la manera más sublime en la pareja humana, hombre y mujer llamados a la comunión por medio de la entrega total de su persona y de su cuerpo. En este sentido, el matrimonio es signo del Amor increado, del amor con que Dios se ama a Sí mismo y con que El ama a la humanidad. Desde el principio, existe, pues, un sacramento primordial, que es el sacramento del matrimonio. En la unión del hombre y de la mujer, en la sacramentalidad de su comunión y de su atracción, está la expresión del amor de Dios. Eso es verdad referido a toda su Creación, que revela a su Creador, pero es verdad del modo más perfecto y total en la comunión del hombre y de la mujer.

El sacramento del matrimonio comunica la gracia

Como todo sacramento, el matrimonio nos comunica la gracia. Por nosotros mismos, no podemos hacer nada para restaurar lo que fue destruido por el pecado. A lo sumo, podemos «salvar los muebles». Es la obra de la virtud lo que nos permite alcanzar un cierto equilibrio humano, siempre precario no obstante. Pero lo que ha introducido el pecado es la concupiscencia; la virtud no destruye la concupiscencia, aunque combate sus efectos. Puede existir, por ejemplo, una gran benevolencia mutua en la amistad conyugal -así es, además, como Aristóteles define la amistad: podemos llegar a querer el bien del otro antes que nuestro propio bien-. Sin embargo, este amor no está exento de concupiscencia, ya que, por nuestras propias fuerzas, nosotros no podemos extirpar la concupiscencia de nuestros corazones y llegar a la comunión total de las personas.

Santo Tomás de Aquino dice en la Summa theologiae que la gracia viene a restaurarnos en nuestra propia raíz; interviene en «la esencia dei alma»: «La gracia [...] tiene un sujeto anterior a las potencias del alma, es decir, que está en la esencia del alma; pues así como por la potencia intelectiva el hombre participa del conocimiento divino mediante la virtud de la fe, y como por la potencia de la voluntad del amor divino mediante la virtud de la caridad, así también por la naturaleza del alma participa, según cierta semejanza, de la naturaleza divina mediante una especie de regeneración o nueva creación». Actúa en lo íntimo de nosotros mismos, en lo más profundo de lo que somos, y por eso podemos convertimos en templos del Espíritu Santo. "¿No sabéis que vuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo?", dice san Pablo. Al alcanzarnos así en nuestra propia raíz, la gracia lleva a cabo en nosotros una regeneración, y santo Tomás llega a decir una «creación nueva»: para recuperar la expresión de san Pablo, llegamos a ser de este modo hombres y mujeres «nuevos» (cf. Col 3, 9-10)[2].

La gracia recupera desde nuevos supuestos lo que somos incluso en lo íntimo de nuestro ser. Mediante la gracia, somos enteramente regenerados en el sentido de recreados a partir de la raíz de nuestro ser. Ése es exactamente el sentido de la oración al Espíritu Santo: «Ven, oh Santo Espíritu: llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu, y las cosas serán creadas. Y renovarás la faz de la tierra». Esta creación nueva tendrá lugar porque el Espíritu Santo va a regenerar hasta lo más íntimo del ser a aquellos en quienes viene a habitar.

El sacramento del matrimonio, en cuanto nos comunica la gracia en el estado propio del matrimonio y para las obras propias del matrimonio, viene a regenerarnos en lo íntimo de la unión de nuestro cuerpo y de nuestra alma, en lo "íntimo de nuestro ser psicosomático. Es preciso que hagamos a este respecto un acto de fe relativamente determinado: la gracia del matrimonio es eficaz, pero nosotros podemos acogerla en mayor o menor medida. La debilidad de los efectos de la gracia del matrimonio, que podemos constatar y lamentar, no procede del matrimonio en cuanto tal, sino de nuestra falta de acogida a la gracia. Si acogiéramos realmente, en lo íntimo de nuestro ser, la gracia regeneradora, seríamos transformados radicalmente y seríamos capaces de vivir una comunión total de personas, incluso en la encarnación más física, y significar de este modo la perfecta comunión de las Personas divinas. Si no es éste el caso, es porque no acogemos de manera suficiente la gracia, porque no creemos bastante en ella o porque nos resistimos a ella. Por la gracia del sacramento del matrimonio plenamente acogida, nos hacemos capaces de volver a ser «iconos de la Trinidad». Aunque sólo fuera por eso, el matrimonio sería ya un sacramento inmenso, pero hay todavía más.

La redención del cuerpo


«Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se - entregó a sí mismo por ella, para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra y presentársela resplandeciente a sí mismo, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida sino que sea santa e inmaculada Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos» (Ef S, 25-28).

Se trata del pasaje central de la famosa «carta del matrimonio» de san Pablo, que ha sido mal interpretada con frecuencia. Juan Pablo II ha consagrado diecisiete audiencias de su magna catequesis sobre el amor humano en el plan divino al comentario de este pasaje de la carta a los Efesios[3]. Dice que «si se quiere interpretar este pasaje hay que hacerlo a la luz de lo que Cristo nos dijo sobre el cuerpo humano», es decir, a la luz de la "Teología del cuerpo".

Juan Pablo II considera útil precisar, en primer lugar, el modo correcto de interpretar el mandato que da san Pablo en esta carta a los efesios: «Las mujeres deben someterse en todo a sus maridos, como al Señor» (Ef. 5, 22). El Papa dice a este respecto que «al expresarse así, el autor no intenta decir que el marido es "amo" de la mujer y que el contrato interpersonal propio del matrimonio es un contrato de dominio del marido sobre la mujer. En cambio, expresa otro concepto: esto es, que la mujer, en su relación con Cristo -que es para los dos cónyuges el único Señor- puede y debe encontrar la motivación de esa relación con el marido, que brota de la esencia misma del matrimonio y de la familia. Sin embargo, esta relación no es sumisión unilateral. El matrimonio, según la doctrina de la Carta a los Efesios, excluye ese componente del contrato que gravaba y, a veces, no cesa de gravar sobre esta institución. En efecto, el marido y la mujer están "sujetos los unos a los otros», están mutuamente subordinados. La fuente de esta sumisión recíproca está en la pietas cristiana, y su expresión es el amor (…).

El amor excluye todo género de sumisión, en virtud de la cual la mujer se convertiría en sierva o esclava del marido, objeto dé sumisión unilateral. El amor ciertamente hace que simultáneamente también el marido esté sujeto a la mujer, y sometido en esto al Señor mismo, igual que la mujer al marido. La comunidad o unidad que deben formar por el matrimonio, se realiza a través de una recíproca donación, que es también una mutua sumisión».

San Pablo afirma que las relaciones de los esposos en el matrimonio deben ser a imagen de las relaciones de Cristo con la Iglesia. Recíprocamente, las relaciones de Cristo con la Iglesia son a imagen de las relaciones entre los esposos cuando éstos viven en fidelidad a la gracia sacramental de su matrimonio. Juan Pablo II llega a decir incluso: «que el matrimonio corresponde a la vocación de los cristianos sólo cuando refleja el amor que Cristo-Esposo dona a la Iglesia, su Esposa, y que la Iglesia [...] intenta devolver a Cristo». Fuera de esta perspectiva, no hay propiamente hablando matrimonio cristiano.

¿Cómo se entrega el Cristo-Esposo a la Iglesia, su Esposo?

Ahora bien, esta humanidad, que se ha apartado del Esposo divino y ha rechazado los desposorios (en el Antiguo Testamento), tiene que ser rescatada. Y Dios lo hace hasta tal punto qué, a través del Verbo encarnado, los desposorios llegan hasta la inmolación. Y el momento en que Dios, a través del Verbo encarnado, se desposa totalmente con la humanidad pecadora y obra de suerte que la restituye en su dignidad virginal, es la Cruz: en ese momento el Verbo encarnado se desposa total- menté con la humanidad y la constituye en Iglesia. amándola «hasta la muerte y una muerte. de cruz» (Flp 2, 8).

Este amor del Cristo-Esposo por la Iglesia tiene algo de radicalmente nupcial[4]. Nuestros desposorios humanos están llamados desde entonces a ser imagen de los desposorios de Cristo con la Iglesia. Eso es lo que pretende decir la carta a los Efesios. No hay matrimonio cristiano más que si se da la voluntad de los esposos de adoptar en toda su vida conyugal la actitud del Cristo-Esposo respecto a la Iglesia-Esposa. No es, por tanto, casual que encontremos en Ef 5, 28 esta afirmación: «deben amar los maridos a sus mujeres como á sus propios cuerpos», que es eco de aquellas palabras del Génesis: «ésta es verdaderamente carne de mi carne». En la cruz y para la eternidad, Cristo ha amado a la Iglesia como a su propio cuerpo, concediéndole convertirse en su cuerpo místico.

El matrimonio, para ser trasladado a este grado sublime de la analogía de amor del Cristo-Esposo por la Iglesia-Esposa, supone evidentemente que los esposos tengan la misma actitud que Cristo, es decir, que acepten «crucificar su carne con sus pasiones y sus concupiscencias» (Ga 5, 24). El papel de la gracia sacramental es ir quemando poco a poco en nosotros las raíces de la concupiscencia, de suerte que seamos aptos para significar, en todas las dimensiones de nuestra vida conyugal, los desposorios de inmolación de Cristo y de la Iglesia.

La gracia sacramental del matrimonio eleva así la significación del cuerpo humano: éste, llamado «al principio» a significar, en la unión conyugal, la comunión de la Trinidad de las Personas divinas, con la gracia del sacramento se convierte en la imagen de los desposorios redentores de Cristo con la Iglesia[5].

La resurrección y el fin del matrimonio

«Se le acercaron unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección, y le preguntaban: "Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno y deja mujer y no deja hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano. Eran siete hermanos: el primero tomó mujer, pero murió sin dejar descendencia; también el segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. Ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos, murió también la mujer: En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer ".

Jesús les contestó: "¿No estáis en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos. Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dio: Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error "» (Mc 12, 18-27).

Juan Pablo II ha consagrado seis audiencias al comentario de este pasaje del evangelio de san Marcos, que se encuentra de una manera casi idéntica en los otros dos Sinópticos (cf. Mt 22, 24-30 y Le 20, 27-40), y que constituye «el tercer miembro del tríptico de las enunciaciones de Cristo mismo: tríptico de palabras esenciales y constitutivas para la "Teología del cuerpo"».

Para comprender por qué «cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido» y lo que eso nos revela sobre la esencia misma del matrimonio, es preciso que intentemos acercarnos a lo que es verdaderamente la resurrección y cómo ésta nos desvela «una dimensión completamente nueva del misterio (del cuerpo) del hombre».

La resurrección significa una nueva sumisión del cuerpo al espíritu». Será, añade Juan Pablo II, «como el estado del hombre definitivo y perfectamente "integrado", a través de una unión tal del alma con el cuerpo, que califica y asegura definitivamente esta integridad perfecta»[6]. Y prosigue el Papa: «el grado de espiritualización, propia del hombre "escatológico", tendrá su fuente en el grado de su "divinización", incomparablemente superior a la que se puede conseguir en la vida terrena. Es necesario añadir que aquí se trata no sólo de un grado diverso, sino en cierto sentido de otro género de "divinización": La participación en la naturaleza divina, la participación en la vida íntima de Dios mismo, penetración e impregnación de lo que es esencialmente humano por parte de lo que es esencialmente divino, alcanzará entonces su vértice, por lo cual la vida del espíritu humano llegará a una plenitud tal, que antes le era absolutamente inaccesible [...].

La resurrección consistirá en la perfecta participación de todo lo que en el hombre es corporal a lo que en él es espiritual. Al mismo tiempo consistirá en la perfecta realización de lo que en el hombre es personal.»

"Las palabras: ´ni se casarán ni serán dados en matrimonio´ parecen afirmar, a la vez, que los cuerpos humanos, recuperados y al mismo tiempo renovados en la resurrección, mantendrán su peculiaridad masculina y femenina y que el sentido de ser varón o mujer en el cuerpo en el ´otro siglo´ se constituirá y entenderá de modo diverso del que fue desde ´el principio´ y, luego en toda la dimensión de la existencia humana"[7].

Juan. Pablo II describe así este nuevo estado de la humanidad:


"Así, pues, esa situación escatológica en la que ´no tomarán mujer ni marido´, tiene su fundamento sólido en el estado futuro del sujeto personal, cuando después de la visión de Dios ´cara a cara´, nacerá en él un amor de tal profundidad y fuerza de concentración en Dios mismos que absorberá completamente toda su subjetividad psicosomática.

Esta concentración del conocimiento (´visión´) y del amor en Dios mismo - concentración que no puede ser sino la plena participación en la vida íntima de Dios, esto es, en la misma realidad Trinitaria será, al mismo tiempo, el descubrimiento, en Dios; de-todo el ´mundo´ de las relaciones constitutivas de su orden perenne (´cosmos?, Esta concentración será, sobre todo, del descubrimiento de sí por parte del hombre, no sólo en la profundidad de la propia persona, sino también en la unión que es propia del mundo de las personas en su constitución psicosomática. La concentración del conocimiento y del amor sobre Dios mismo en la comunión trinitaria de las personas puede encontrar una respuesta beatificante en los que llevarán a ser partícipes del ´otro mundo´ únicamente a través de la realización de la comunión recíproca proporcionada a personas creadas. Y por esto profesamos la fe en la ´comunión de los Santos´ (communio sanctorum), y la profesamos en conexión orgánica con la fe en la ´resurrección de los muertos´.

Una vez resucitados, estaremos en situación de realizar no sólo una imagen de la comunión divina, sino que realizaremos totalmente la comunión divina en nosotros y, en consecuencia, plenamente la significación esponsal de nuestro cuerpo.

La virginidad «por el Reino»

"Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que fueron hechos tales por los hombres, y hay eunucos que se hicieron tales a si mismos por el Reino de los Cielos. Quien pueda entender, que entienda" (Mt 19,12).

Sobre el fondo de las palabras de Cristo, dice Juan Pablo II, se puede afirmar que no sólo el matrimonio nos ayuda a entender la continencia por el reino de los cielos, sino también que la misma continencia arroja una luz particular sobre el matrimonio visto en el misterio de la creación y de la redención"[8].

Contrariamente a lo que inclina a pensar cierto maniqueísmo larvado, que interviene con excesiva frecuencia en las cuestiones relativas al cuerpo y a la sexualidad, el matrimonio y la continencia, aunque correspondan a opciones de vida y a vocaciones diferentes, no se oponen. Y, sobre todo, no se puede otorgar privilegio a la continencia con el motivo de que supone abstenerse de las obras de la carne y ponerlo como pretexto para devaluar la vocación al matrimonio. Esto es lo que afirma de modo muy claro el Papa: "Aunque la continencia por el Reino de los cielos se identifica con la renuncia al matrimonio -que da nacimiento a una familia en la vida de un hombre y de una mujer- no se puede ver de ninguna manera en ella una negación del valor esencial del matrimonio; al contrario, la continencia sirve indirectamente para poner de relieve lo que es eterno y más profundamente personal en la vocación conyugal, lo que, en las dimensiones de lo temporal (y al mismo tiempo con la perspectiva del otro mundo), corresponde a la dignidad del don personal, ligada a la significación nupcial del cuerpo en su masculinidad o feminidad".

La continencia, a buen seguro, es una "vocación ´excepcional´, no ´ordinaria" y, en este sentido, se puede admitir que sea considerada superior a la vocación más común y ordinaria que es la del matrimonio, pero eso no puede conducir a depreciar el valor del matrimonio. Juan Pablo II precisa el modo en que se debe entender la "superioridad" de la continencia: "Esa ´superioridad´ de la continencia sobre el matrimonio no significa nunca en la auténtica tradición de la Iglesia, una infravaloración del matrimonio o un menoscabo de su valor -esencial-.—Tampoco significa una -inclinación, aunque sea implícita, hacia las posiciones maniqueas, o a un apoyo a modos de valorar o de obrar que se fundan en la concepción maniquea del cuerpo y del sexo, del matrimonio y de la generación. La superioridad evangélica y auténticamente cristiana de la virginidad, de la continencia, está dictada consiguientemente por el reino de los cielos. En las palabras de Cristo referidas a Mateo (19, 11-12), encontramos una sólida base para admitir solamente esta superioridad[9]: en cambio, no encontramos base alguna para cualquier desprecio del matrimonio, que podría haber estado presente en el reconocimiento de esa superioridad".ss No hay, por consiguiente, más motivación que la del Reino de los cielos: "al elegir la continencia por el reino de los cielos, el hombre ´debe´ dejarse guiar precisamente por esta motivación"[10], afirma el Papa.

¿Qué es, pues, el Reino de los cielos?... Es también, al mismo tiempo, anticipar lo que tendrá lugar en el otro mundo cuando Cristo sea "todo en todos" (1 Co 15, 28). "De este modo, dice Juan Pablo II, la continencia por el Reino de los cielos, la elección de la virginidad o del celibato para toda la vida, se han convertido, en la experiencia de los discípulos y de los fieles de Cristo, en el acto de una respuesta particular al amor del Esposo divino y, en virtud de ello, han adquirido la significación de un acto de amor conyugal: es decir, de una entrega conyugal de nosotros mismos, con el fin de responder de manera particular al amor conyugal del Redentor: una entrega de sí entendida como renuncia, pero sobre todo hecha por amor"[11].

Tanto en el caso del matrimonio como en el de la continencia, nos encontramos ante una invitación a la entrega de nosotros mismos, entrega mediante la que nos es posible realizar plenamente nuestra vocación de personas: tanto es así que la persona se define por esta capacidad de entregarse ella misma por amor. En cierto modo, aunque puede haber una pluralidad de estados de vida, no hay más que una sola vocación: la de la entrega conyugal de nosotros mismos, bien en el matrimonio, bien en la castidad.

"En definitiva -dice Juan Pablo II-, la naturaleza de uno y otro amor es amor [en la continencia o en el matrimonio] es "esponsaIicia", es decir, expresada a través del don total de sí. Uno y otro amor tienden a expresar el significado esponsalicio del cuerpo, que "desde el principio" está grabado en la misma estructura personal del hombre y de la mujer"[12]. Encontrarnos aquí una intuición muy vigorosa del concilio Vaticano II en su constitución Gaudium et Spes, (n 24.3) en cuya redacción participó de manera activa Juan Pablo II, y que comentará en numerosas ocasiones: "El hombre, única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo".

El signo de las bodas del Cordero

El primer signo que da Jesús -y que sólo refiere Juan- es el milagro de Caná. Este milagro con el que Jesús inaugura su vida pública tuvo lugar en el transcurso de un banquete de bodas, en el que Jesús pronuncia esta frase, aparentemente misteriosa, como respuesta a la invitación de la Virgen María: "¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora". Es preciso comprender que se trata aquí de la hora de sus desposorios con su Iglesia.

El último signo que da Jesús se sitúa asimismo en una comida, la de la última Cena, y esta comida es también una comida de bodas. Es la comida eucarística en la cual Cristo se entrega voluntariamente a la Iglesia con su carne y su sangre: se entrega definitiva y totalmente como alimento por la Iglesia-Esposa hasta el final de los tiempos. Esta entrega de sí mismo es la anticipación de los méritos que la Redención que se consumará algunas horas más tarde entre Getsemaní y el Gólgota. "Dichosos los invitados a las bodas del Cordero", nos dice Cristo en el curso de la última Cena; "todo está consumado", dice en la cruz Esta consumación de las bodas es la de los desposorios, del mismo modo que, en el caso de los esposos en su noche de bodas, este "todo está consumado" expresa la totalidad de la realización de la sacramentalidad de su matrimonio. El matrimonio se concluye por las palabras sacramentales del compromiso mutuo de los esposos, pero se realiza plenamente sólo una vez que se consuma mediante la entrega de los cuerpos.

"El matrimonio como sacramento, dice el Papa, se contrae mediante la palabra, que es signo sacramental en razón de su contenido: ´Te tomo a ti como esposa -como esposo- y prometo serte fiel, en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y amarte y honrarte todos los días de mi vida: Sin embargo, está palabra sacramental es de por sí sólo el signo de la celebración del matrimonio. Y la celebración del matrimonio se distingue de su consumación hasta el punto de que, sin esta consumación, el matrimonio no está todavía constituido en su plena realidad. La constatación de que un matrimonio se ha contraído jurídicamente, pero no se ha consumado (ratum - non consummatum), corresponde a la constatación de que no se ha constituido plenamente como matrimonio. En efecto, las palabras mismas Te quiero a ti como esposa -esposo-´ se refieren no sólo a una realidad determinada, sino que puede realizarse sólo a través de la cópula conyugal".

Del mismo modo, los desposorios de Cristo con la Iglesia se celebraron en cierto modo en la institución de la Eucaristía la noche del Jueves Santo, cuando Cristo entregó su cuerpo y su sangre a sus apóstoles y, a través de ellos, a toda la Iglesia, que se constituyó en ese instante; estos desposorios no se cumplieron plenamente, no se consumaron, más que en el madero nupcial de la Cruz con la entrega total de sí mismo por nuestra salvación.

El sentido de nuestro matrimonio cristiano es identificarnos -lo más posible y cada día más, en un clima de fidelidad a la gracia del sacramento- con los desposorios de Cristo con la Iglesia, en espera de la resurrección, que significará por completo aquello para lo que está hecho nuestro cuerpo. "Dichosos los invitados a las bodas del Cordero": de estas bodas del Cordero hacemos memoria cada Viernes Santo, y es en cada Eucaristía donde, realmente y hasta el fin de los tiempos, se realiza esta palabra.


Notas

[1] Audiencia del 20 de Febrero de 1980, § 4.

[2] En la nota a Rom. 5, 5: "Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado", la Biblia de Jerusalén escribe: "El Espíritu Santo de la promesa... es sobre todo un principio interior de vida nueva que Dios da, envía, suministra, derrama. Recibido por la fe y el bautismo, habita en el cristiano, en su espíritu y aun en su cuerpo. Este Espíritu, que es el Espíritu de Cristo, hace hijo de Dios al cristiano y hace habitar n Cristo er. su corazón. Sustituyendo al principio malo de la carne, el Espíritu se hace en el hombre principio de fe, de conocimiento sobrenatural, de amor, de santificación, de conducta moral, de intrepidez apostólica, de esperanza y de oración. No hay que extinguirlo, ni contristarlo. Uniéndonos con Cristo, realiza la unidad de su Cuerpo".

Esta verdad: el Espíritu Santo que habita en nosotros es el fundamento sobre el que el Papa Juan Pablo II funda la vida moral, también sexual y matrimonial. El Espíritu Santo hace posible lo que ser la imposible solamente para nuestras fuerzas.

[3] Cf. Audiencias del 28 de Julio de 1902 al 15 de Diciembre de 1982.

[4] En muchos himnos a la Cruz Gloriosa se la llama "lecho de amor", "Tálamo nupcial" donde nos ha amado el Señor En la Misa en Latín, antes de la Comunión el Celebrante todavía dice: "Dichosos los invitados a la cena del Cordero".

[5] Es obvio que esta santificación en el matrimonio es una obra que se da gradual y progresivamente en los fieles. Por eso la pequeña Comunidad Cristiana sostiene y ayuda a los matrimonios en los momentos de crisis, y en la celebración de la Palabra y de la Eucaristía, los esposos encuentran alimento y sostén en la asimilación al amor de Cristo por la Iglesia.

[6] Audiencia del 2 de Diciembre de 1981, § 6.

[7] Audiencia del 2 de Diciembre de 1981 par. 4

[8] Audiencia del 31 de Marzo de 1982, párr. 6.

[9] Audiencia del 7 de Abril de 1982, § 6.

[10] Audiencia del 31 de Mazo de 1982, § 4.

[11] Audiencia del 21 de Abril de I982, § 7.

[12] Gaudium et Spes, n. 24.



Participación en el foro

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?

2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?

3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?

4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?

5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?
Ana Cecilia Margalef
 
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Re: Tema 4: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Gabriela_Ladron » Lun May 07, 2012 9:28 pm

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?

Se entiende como recoperar la gracia perdida por el pecado original, regresar a Dios de quieb salismo, todo por amor incondicional de Dios hacia nosotros.

2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?

Que la continencia se refiere a la fidelidad en la vocación elegida, el matrimonio o bien la vacación religiosa. En ambos casos hay amor y donación. Si bien hay superioridad por la virginidad, no se desprecia el matrimonio, sino dejarse llevar por la motivación del Reino de los Cielos.

3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?

Porque nos habla de la donación y amor mutuo en la dignidad tanto del hombre como la mujer, llevándolos a sujetarse por el amor. También eleva la dignidad del cuerpo de ambos y expresa la unión por medio del amor.

4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?

En que somos elegidos por Dios, por su grandísimo amor para ser sus hijos, viviendo en el amor de Dios y por Él.

5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?

El matrimonio es un sacramento que se contrae mediante la palabra y en su contenido, el tomar al otro por esposo o por esposa, para amarse, respetarse y honrarse, y ese lenguaje expresado por la voz se vuelve realidad con la consumación del matrimonio, volviéndose realidad mediante la unión conyugal, que sella el sacramento.
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Gabriela_Ladron
 
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Re: Tema 4: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Elianne » Mar May 08, 2012 1:10 am

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
Como la unión plena del cuerpo y del alma perfectamente integrados, con una divinización que humanamente no puede ser alcanzable aunque ya ahorita gozamos de la divinidad porque fuimos creados a imagen y semejanza de Dios
2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
La continencia por el reino de los cielos se identifica con la renuncia al matrimonio y que es a través de él que seda nacimiento a la familia en la vida del hombre y de la mujer. La continencia por el reino tamibién pone de manifiesto la vocación conyugal en el cuerpo por su masculinidad y feminidad y llamado al esponsorio con Dios. Una renuncia conyugal de hombre con mujery al mismo tiempo una aceptación nupcial con Cristo
3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
Muestra el grado máximo del amor de Cristo-esposo por su Iglesia-esposa. Supone una msima actitud del esposo y la esposa en el matrimonio como la que tuvo Cristo con su iglesia, es un llamado a hacer presente en la unión conyugal la comunión trinitaria de las personas divinas, convirtiéndose con ello en una imagen de los desponsales divinos.
4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
El amor de Dios por su humanidad y por cada uno de nosotros es expresado en el matrimonio, en la unión en cuerpo y alma del hombre y la mujer, que es un reflejo de ese amor desde el inicio que Dios nos tiene
5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?
Porque la consumación del matrimonio de un hombre y una mujer se da al momento de la unión de sus cuerpos y se da de esa forma cumplimiento a las promesas hechas de palabra al momento de hacer el rito sacramental del matrimonio.
Elianne
 
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Re: Tema 4: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor segovigo » Mar May 08, 2012 4:48 am

1. Comó se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
Con la reurrección del cuerpo no habrá ni marido ni mujer. El hombre será perfectamente integrado a traves de una unión total de su cuerpo con su alma, además despues de la visión de Dios sera divinizado en plena comunión con Dios.
2.Qué significan las palabras de Cristo sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
La continencia por el Reino de los Cielos es la renuncia al matrimonio para entregar toda su vida a Dios. Es una vocación excepcional pero no superior al matrimonio. Es una respuesta particular al amor de Dios , una entrega total entendida como renuncia, hecha por amor.
3.Por qué el texto de la carta a los Efesios es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
Porque los esposos tienen que amarse como el Cristo ha amado a su Iglesia, es decir tienen que entregarse uno al otro como el cristo se ha entregado para nosotros. con la ayuda de la gracia sacramental tienen que "crucificar su carne, con sus pasiones y sus concupiscencias."
4.Comó descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades?
El sacramento del matrimonio transmite en el mundo visible el misterio invisible escondido de Dios desde la eternidad. La unión del hombre y de la mujer llamados a la comunión es signo del Amor increado, del Amor con que dios se ama a si mismo y con que ama a la humanidad.
5.Comó se relaciona el lenguaje del cuerpo con la realidad del signo de la promesa marital?
Las palabras que se intercambian los esposos son el signo sacramental de la celebración del matrimonio, pero el matrimonio se realiza plenamente solo una vez que se consume mediante de la entrega de los cuerpos.
segovigo
 
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Re: Tema 4: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor mariaines » Mar May 08, 2012 4:54 am

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
La resurrección significa una nueva sumisión del cuerpo al espíritu». Será, añade Juan Pablo II, «como el estado del hombre definitivo y perfectamente "integrado", a través de una unión tal del alma con el cuerpo, que califica y asegura definitivamente esta integridad perfecta». La resurrección consistirá en la perfecta participación de todo lo que en el hombre es corporal a lo que en él es espiritual. Al mismo tiempo consistirá en la perfecta realización de lo que en el hombre es personal.»
"Las palabras: ´ni se casarán ni serán dados en matrimonio´ parecen afirmar, a la vez, que los cuerpos humanos, recuperados y al mismo tiempo renovados en la resurrección, mantendrán su peculiaridad masculina y femenina y que el sentido de ser varón o mujer en el cuerpo en el ´otro siglo´ se constituirá y entenderá de modo diverso del que fue desde ´el principio´ y, luego en toda la dimensión de la existencia humana".

2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
Juan Pablo II, respecto a estas palabras afirma que no sólo el matrimonio nos ayuda a entender la continencia por el reino de los cielos, sino también que la misma continencia arroja una luz particular sobre el matrimonio visto en el misterio de la creación y de la redención".

3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
Porque las relaciones de los esposos en el matrimonio deben ser a imagen de las relaciones de Cristo con la Iglesia. Recíprocamente, las relaciones de Cristo con la Iglesia son a imagen de las relaciones entre los esposos cuando éstos viven en fidelidad a la gracia sacramental de su matrimonio. Juan Pablo II llega a decir incluso: «que el matrimonio corresponde a la vocación de los cristianos sólo cuando refleja el amor que Cristo-Esposo dona a la Iglesia, su Esposa, y que la Iglesia [...] intenta devolver a Cristo». Fuera de esta perspectiva, no hay propiamente hablando matrimonio cristiano.

4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
En la unión en cuerpo y alma del hombre y la mujer, que es un reflejo de ese amor desde el inicio que Dios nos tiene.

5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?
Porque la consumación del matrimonio de un hombre y una mujer se da al momento de la unión de sus cuerpos y se da de esa forma cumplimiento a las promesas hechas de palabra al momento del sacramento.
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Re: Tema 4: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor deseo de dios » Mar May 08, 2012 6:25 am

¿como se entiende la resureccion del cuerpo como la realidad del mundo futuro?

la resurrecion es la nueva sumision del cuerpo al espiritu, union del ama con el cuerpo que sera la integridad perfecta.

¿que significan las palabras de Cristo sobre la continencia por el Reino de los Cielos?

que elijas la vocacion que elijas, debe haber una entrega de nosotros mismos, y entregarse por amor.
la entrega conyugal de nosotros mismos, bien en el matrimonio, o bien en la castidad.

¿por qué el texto de la carta de los Efesios es la coronacion de las verdades de la Sagrada Escritura?

que la mujer ame y respete a su marido al igual que el marido bebe amar y respetar a su mujer, al igual que Jesus ama a su Iglesia.Es la union De Jesus con la Iglesia, asi como la iglesia esta sujeta a CRisto, asi tambien las mujeres lo deben estar a sus maridos en trodo., y los maridos amar a sus esposas como Crirto amo a la Iglesia y se entrego El mismo por ella.

¿como descubre el matrimonio oculto por las edades?

Por puro amor nos ha predestinado a ser sus hijos adoptivos, por medio de Jesucristo y conforme al beneplácito de su voluntad, para hacer resplandecer la gracia maravillosa que nos ha concedido por medio de su querido Hijo.

¿como se relaciona el lenguaje del cuerpo con la realidad del signo en la promesa marital?

El matrimonio es la union del cuerpo y alma de los esposos, por tanto las palabras previas de promesa en la celebracion es solo un signo de la union posterior de los cuerpos de la mujer y del hombre, consumando asi, el matrimonio, la entrega total por el otro.
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Re: Tema 4: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor MARIAANGELES RAMIREZ » Mar May 08, 2012 12:27 pm

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
R= El hecho mismo de resucitar es la participación plena del hombre corporal al hombre espiritual, logrando así comunión con Dios.Es el encuentro cara-cara, con el Creador, asumiendo la perfecta unión del espíritu con Dios.
2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
R=La continencia se refiere propiamente a la renuncia al matrimonio, no negando la importancia sacramental del mismo, sino elevando la dimensión espiritual, basado en la dignidad del don personal, y poniendo de relieve la importancia de lo eterno y espiritual.
3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
R= Porque nosotros desposorios humanos estamos llamados a imitar y a ser imagen y semejanza con Cristo que desposa a la Iglesia.Los esposos al igual que Cristo deberán entregar su vida ( cuerpo y alma) , crucificando sus pasiones y concupicensias
a tal grado de lograr esa común unión fundada en la gracia sacramental , que Cristo entrega a su amada la Iglesia.
4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
R= El plan de Dios desde la creación, era dar su amor, asimismo el matrimonio está llamado a co-creaar con y por amor, ya
-que la Santísima Trinidad a partir dela nada quiso externar y derramar su gracia y su amor,dando origen a seres humanos capaces de recibir el espíritu y a su vez devolverlo a su Creador
5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?
R= Con el cuerpo eucarístico, con la Santísma Trinidad y con los desposorios de Cristo-Iglesia, ya no serán dos sino uno solo.
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Ada Lorena Canjura » Mar May 08, 2012 12:41 pm

BUENOS DIAS HNOS.
QUE BENDICIÓN SALUDARLES
GRACIAS A DIOS ME PERMITE TENER VIDA PARA PODER SEGUIR CON ESTA INTERESANTE ENSEÑANZA.
1-cuando después de la visión de Dios ´cara a cara´, nacerá en él un amor de tal profundidad y fuerza de concentración en Dios mismos que absorberá completamente toda su subjetividad psicosomática. Una vez resucitados, estaremos en situación de realizar no sólo una imagen de la comunión divina, sino que realizaremos totalmente la comunión divina en nosotros y, en consecuencia, plenamente la significación esponsal de nuestro cuerpo.
2-Significa que la continencia es una vocación y una gracia especial, sobre todo aquellos que optan a ello, por amor al Reino de Dios.
3-Porque nos enseña la obediencia por medio de amor y la entrega, y nos aclara que somos el cuerpo de Cristo.
4-La verdad que esta pregunta no la entendí mucho, pero según la lectura, Dios nos ha dotado de vida en libertad, pero al final creados y con un mismo espiritu que nos guie y nos hace inseparables del amor de Dios, por nuestro Padre creados y por nuestro Padre unidos a la santísima Trinidad,al igual que el matrimonio un misterio de unión que permite entender que si estamos unidos a Cristo, encontraremos la verdad.
5- en la unión conyugal, la comunión de la Trinidad de las Personas divinas, con la gracia del sacramento se convierte en la imagen de los desposorios redentores de Cristo con la Iglesia.
BENDICIONES Y HASTA LUEGO
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Olga Yanneth BM » Mar May 08, 2012 2:30 pm

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
Esta afirmación, de acuerdo con lo que dijo Juan Pablo II; se refiere a que la resurrección adquiere un significado donde: <<el hombre es definitivo y perfectamente "integrado", a través de una unión tal del alma con el cuerpo, que califica y asegura definitivamente esta integridad perfecta>>.

Llevará al hombre al grado de espiritualización, y a su vez a su divinización, diferente a la vida terrena; donde se participaró en la vida íntima de Dios, la conjugación de la esencia humana y la esencia divina, llegando a la plenitud, de la cual antes era innaccesible.

2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
Es un llamado, una vocación excepcional, considerándola superior a la del matrimonio. Donde hay una superioridad evangélica, como dice el Papa Juan Pablo II << No hay, por consiguiente, más motivación que la del Reino de los cielos: "al elegir la continencia por el reino de los cielos, el hombre ´debe´ dejarse guiar precisamente por esta motivación">>

3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
Resalta el amor que hay en el matrimonio, entre el hombre y la mujer, sometidos conjuntamente y en comunión con el Señor, a través de la donación del uno al otro; reflejando la entrega de Cristo- esposo por su Iglesia- esposa.

4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
El don total de sí mismo al plan divino de Dios, ya sea en el matrimonio o en la continencia; expresando el amor que quiso Dios crearnos desde "el principio".

5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?

"Que la mujer, en su relación con Cristo -que es para los dos cónyuges el único Señor- puede y debe encontrar la motivación de esa relación con el marido, que brota de la esencia misma del matrimonio y de la familia. Sin embargo, esta relación no es sumisión unilateral. El marido y la mujer están "sujetos los unos a los otros», están mutuamente subordinados. La fuente de esta sumisión recíproca está en la pietas cristiana, y su expresión es el amor".

"El sentido de nuestro matrimonio cristiano es identificarnos -lo más posible y cada día más, en un clima de fidelidad a la gracia del sacramento- con los desposorios de Cristo con la Iglesia, en espera de la resurrección, que significará por completo aquello para lo que está hecho nuestro cuerpo. "Dichosos los invitados a las bodas del Cordero": de estas bodas del Cordero hacemos memoria cada Viernes Santo, y es en cada Eucaristía donde, realmente y hasta el fin de los tiempos, se realiza esta palabra".
Dios te bendiga.
Olga Yanneth BM. ●¸.•º¨Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ¨º•.¸●
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Paty_CPDV » Mar May 08, 2012 3:32 pm

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
Como esa unión de cuerpo y espiritu y logras esa integración perfecta que el mismo Dios nos ha dejado.

2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
Considero que aqui entra en juego la fidelidad, yo entiendo esta cuestión de la continencia como una elección dependiendo de la vocación que cada uno elija ya sea sacerdotal, religioso, matrimonio etc. pero debemos luchar por ese Reino de los cielos que se nos ha prometido sea cual sea nuestra vocación, al final de nuestra vida terrenal lo que deseamos es el esponsorio con Dios.

3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
Si Dios nos dice que fuimos creados a su imagen y semejanza, nos mandó a Jesús para que se entregará por AMOR a la iglesia, nosotros humanos debemos corresponder a ese AMOR que Dios nos ha legado y en cuanto al matrimonio tanto mujer como hombre deben entregarse en cuerpo y alma.

4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
Dios expresa su amor en el matrimonio, con la unión de un solo cuerpo y una sola alma de hombre y mujer, que es sinonimo del amor que Dios nos ha tenido desde el principio.

5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?
Se relaciona en la entrega de los cuerpos al adoptar ese compromiso sacramental mutuo de los esposos.
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Dimayerlin » Mar May 08, 2012 4:00 pm

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
La resurrección significa una nueva sumisión del cuerpo al espíritu»
«como el estado del hombre definitivo y perfectamente "integrado", a través de una unión tal del alma con el cuerpo, que califica y asegura definitivamente esta integridad perfecta»[6]. Y prosigue el Papa: «el grado de espiritualización, propia del hombre "escatológico", tendrá su fuente en el grado de su "divinización", incomparablemente superior a la que se puede conseguir en la vida terrena.

2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos? se puede afirmar que no sólo el matrimonio nos ayuda a entender la continencia por el reino de los cielos, sino también que la misma continencia arroja una luz particular sobre el matrimonio visto en el misterio de la creación y de la redención sirve indirectamente para poner de relieve lo que es eterno y más profundamente personal en la vocación conyugal, lo que, en las dimensiones de lo temporal (y al mismo tiempo con la perspectiva del otro mundo), corresponde a la dignidad del don personal

3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura Las relaciones entre los esposos deben ser semejantes a las de Cristo con su Iglesia
4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
Se descubre a la luz del plan de Dios de que nos amemos como El nos amo y a ser cocreadores

5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital? Con la Trinidad Santisima y Santa Eucaristia.
Postrada esta mi alma ante Ti todo lo que soy Te adora!
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Phachita » Mar May 08, 2012 4:44 pm

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
Como una nueva sumisión del cuerpo al espíritu. Será, añade Juan Pablo II, «como el estado del hombre definitivo y perfectamente "integrado", a través de una unión tal del alma con el cuerpo, que califica y asegura definitivamente esta integridad perfecta. La perfecta participación de todo lo que en el hombre es corporal a lo que en él es espiritual.

2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos? La continencia sirve indirectamente para poner de relieve lo que es eterno y más profundamente personal en la vocación conyugal, lo que corresponde a la dignidad del don personal; o bien, la elección de la virginidad o del celibato para toda la vida, se han convertido, en la experiencia de los discípulos y de los fieles de Cristo, en el acto de una respuesta particular al amor del Esposo divino.

3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura? Porque el amor excluye todo género de sumisión, las relaciones de los esposos en el matrimonio deben ser a imagen de las relaciones de Cristo con la Iglesia. Recíprocamente, las relaciones de Cristo con la Iglesia son a imagen de las relaciones entre los esposos cuando éstos viven en fidelidad a la gracia sacramental de su matrimonio. Juan Pablo II llega a decir incluso: «que el matrimonio corresponde a la vocación de los cristianos sólo cuando refleja el amor que Cristo-Esposo dona a la Iglesia, su Esposa, y que la Iglesia [...] intenta devolver a Cristo». Fuera de esta perspectiva, no hay propiamente hablando matrimonio cristiano.

4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4) En el sentido que nos declara que ya estamos predestinados o escogidos para que fuéramos santos y sin mancha delante de Dios; y esto lo podemos lograr y llegar a la santidad con un buen matrimonio cristiano.

5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital? A traves de la cópula conyugal se contatata y consuma la palabra o promesa juridica de los esponsales.

Saludos
Phachita
 
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Paulinas sobarzo » Mar May 08, 2012 7:17 pm

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
Que es a lo que todo ser humano tiende para llegar a su plenitud, una nueva sumisión del cuerpo al espíritu, dice Juan Pablo II como el estado del hombre definitivo y perfectamente integrado, todo lo que en el hombre es corporal a lo que en el es espiritual.

2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
Que la vocación virginal es un anticipo a lo que todo ser humano esta llamado en el Reino de los cielos, la unión plena con la Trinidad. Esta continencia terrenal sirve para poner de relieve lo que es eterno y a lo que estamos llamados, teniendo en cuenta que todos estamos llamados en la vida terrenal a la entrega conyugal de nosotros mismos, bien en el matrimonio.

3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
Porque el ser humano fue amado en si mismo por Dios, es el sentido de su existir y su plenitud la encontrará en la entrega sincera de si mismo, que en definitiva es amar. El motivo de la Encarnación del Verbo es para expresar esta realidad del amor infinito de Dios al hombre y su vocación al amor, todo lo demás nace de aqui.

4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
El matrimonio revela el misterio escondido de Dios, por la comunión de los esposos a través de la entrega total de su cuerpo y personal, esto es signo del amor con que Dios se ama a si mismo y con el a la humanidad.

5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?
Asi como Cristo entrega su cuerpo y su sangre a sus discipulos y en ellos a toda la Iglesia, así el lenguaje del cuerpo en la entrega de los esposos revela el sino de promesa marital de los desposorios.
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor irene basualdo » Mar May 08, 2012 8:05 pm

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
Es nuestra profesión de fe en la cual creemos en la Santisima Trinidad que después de la muerte, nos dará vida plena en cuerpo y alma porque habita en nosotros.

2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
Es una invitación a la entrega de nosotros mismos, mediante la que nos es posible realizar plenamente nuestra vocación de personas. Bien sea mediante la de la entrega conyugal de nosotros mismos, en el matrimonio, o en la castidad.

3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
Porque Jesús amó y se entregó por su Iglesia para santificarla, viéndola inmaculada y pura. Nosotros somos miembros de la Iglesia, o sea su Cuerpo al cual lo alimentaremos y cuidaremos con el amor que Cristo nos manifestó.

4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
Mediante Dios, Padre que nos ha elegido para que fueramos santos en su presencia por el amor,o sea el sentido de nuestro matrimonio cristiano es identificarnos, en un clima de fidelidad a la gracia del sacramento de Cristo con la Iglesia.

5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?
El matrimonio se concreta con las palabras sacramentales del compromiso mutuo de los esposos, pero se realiza plenamente sólo una vez que se consuma mediante la entrega de los cuerpos.
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor doristobon » Mar May 08, 2012 8:37 pm

1¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
R/ se entiende la resurrección del cuerpo como que este no volverá en su forma terrenal pues todos en el cielo serán como ángeles
2¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
R /Nos lleva a una reflexión sobre el celibato, y a una soledad por Dios
3¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
R/es la verdad de la sagrada escritura porque nos habla de la reciprocidad del amor entre marido y mujer que debe brotar de su común unió con cristo
4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)
R/Lo descubre cuando lo reconoce como sacramento y signo eficaz para llegar a Dios
5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital.
R/ El lenguaje del cuerpo se relaciona en la `promesa matrimonial porque en el sacramento se hacen unas promesas que se deben cumplir y luego debe haber una consumación para que se pueda llevar a cabalidad el matrimonio
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Andres Cardona » Mar May 08, 2012 10:34 pm

1¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
Cuando resucitemos el espiritu estara unido intrinsicamente al cuerpo y estaremos en la presencia de Dios como lo que somos, hombres y mujeres. Esa presencia nos da la participacion en la vida de Dios.

2¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
Dice Cristo que la continencia o virginidad es por factores externos, creada o por voluntad propia. Siendo la optional por voluntad propia muy importante, hace ver que la continencia que lleva al matrimonio es muy buena. Y permite conocer la verdadera vocacion.

3¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
En este pasaje Pablo nos muestra como el hombre y la mujer son uno solo al unirse en comunion. Y que al darse el uno al otro, se someten a la otra persona voluntariamente, siendo una entrega como la de Cristo en la cruz.

4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
Dios nos ha elegido desde el principio a ser parte de la comunion, al ser solo de El, asi como lo es el esposo de la esposa y viceversa.

5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?
Al ser hechos hombre y mujer, estamos fisicamente capacitados para la union marital. Asi como Cristo se dio en la cruz, asi mismo el hombre se entrega a su esposa.
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Angie Lora » Mar May 08, 2012 10:44 pm

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
Como una dimension nueva del misterio de nuestro cuerpo, en una armonia total con el espiritu.. Resucitados estaremos en perfecta comunion con Dios y con nosotros mismos. Siguiendo la trayectoria trazada por Jesus.

2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
La continencia nos da mas claridad para comprender el matrimonio en el misterio de la creacion y la redencion.
La continencia se considera estar en un nivel superior que el matrimonio, porque se asemeja mas a lo que viviremos en la resurreccion.
3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
Porque descubre el amor de Cristo por la Iglesia. Nos explica con ello que debemos amar a nuestros conyuges con la misma actitud de Cristo.
4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
Cuando en el matrimonio se dona el uno al otro totalmente y en ello hay una completa sumision y donacion.
5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?
Cuando los esposos en la noche de bodas se entregan totalmente el uno al otro..igual que como cristo se entrego por nosotros en la cruz y en la Eucaristia cuando se entrega a su esposa, la Iglesia.
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Ricardo Castro » Mar May 08, 2012 11:04 pm

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
Cuando llegamos a una total plenitud, una armonia perfecta de nuestro cuerpo y espiritu.
2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
Explica la importancia que tiene ya que aun sin el llamado al matrimonio se vive el estado esponsal con Cristo y la Iglesia. se asemeja a lo que viviremos en la Patria eterna.
3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
Nos permite ver la donacion total de los esposos, asemejandose a la entrega total de Cristo por su Iglesia.
4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
Porque nos revela a Dios mismo. A traves de a entrega total de los esposos ambos se someten el uno al otro en una completa donacion de si mismos.
5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?
Porque luego de que los esposos consuman su union, en esa union pueden asemejarse a la comunidad trinitaria.
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor wadowice » Mié May 09, 2012 12:05 am

1. La resurrección significa el estado del hombre, desde su realidad masculina o femenina, completamente integrado, pleno, “divinizado" (partícipe de la vida íntima de Dios, de su naturaleza), significa ver “cara a cara” a Dios, concentrados en la Trinidad, más allá de cualquier subjetividad psicosomática, en comunión plena con nuestros semejantes, dándose la significación esponsal de cada uno de nuestros cuerpos.
2. Desde el misterio de la creación y la redención, uno y otro, matrimonio y continencia por el Reino de los Cielos, se pueden entender mejor; no se oponen, son opciones de vida diferentes, ninguno es mejor que el otro. Aquél nos recuerda que la creación continúa, éste es signo escatológico y resalta lo que es eterno y más personal en la realidad conyugal. Ambas opciones son entrega conyugal, “esponsal” (don total de sí mismo), por amor.
3. En el matrimonio no debe haber sumisión, sino amor y donación mutuos, amor que une, amor que refleje la imagen de la relación Cristo-Iglesia.
4. Dios nos eligió antes de “la fundación del mundo” por amor y el matrimonio también es amor, entrega mutua de persona y cuerpo, y debe reflejar la entrega de Dios hacia nosotros. el matrimonio es entonces, signo eficaz, es sacramento, así como el mundo es sacramento de Dios.
5. El matrimonio es signo del Amor increado y en la unión hombre-mujer se está expresando el amor de Dios: amor hacia Sí mismo y hacia la humanidad. Así como la creación revela a su Creador, en forma más perfecta, la comunión del hombre y la mujer, desde su ser masculino y femenino, en su entrega mutua, reflejan también a su Creador.
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Re: Tema IV: El matrimonio, la redención y la resurrección

Notapor Fatima Isabel » Mié May 09, 2012 8:08 am

1. ¿Cómo se entiende la resurrección del cuerpo como la realidad del mundo futuro?
&&- Que el dia en que resucitemos, la union del cuerpo-alma sera diferente, tendra una escencia diferente. Sera nuestro estado unico y final. Nos veremos todos con un mismo corazon espiritual.

2. ¿Qué significan las palabras de Cristo (Mt 19, 11-12) sobre la continencia por el Reino de los Cielos?
&&- No todos nacimos con la misma vocacion: algunos nacimos con vocacion al matrimonio y otros con la entrega a Dios, ambas entregas son totales y con plena voluntad de conciencia, con amor total. La continencia se refiere a la fidelidad de la vocacion a la que fuimos llamados por Dios.

3. ¿Por qué el texto de la carta a los Efesios (5, 21-33) es la coronación de las verdades de la Sagrada Escritura?
&&- En el sacramento del matrimonio nosotros estamos aceptando la union, fidelidad y entrega total al ser amado y en ese momento estamos coronandonos, llevando acabo las palabras escritas en el Evangelio.(al igual que Jesus fue Coronado)

4. ¿Cómo descubre el matrimonio el misterio oculto por las edades (Ef 1, 3-4)?
&&- Somos elegidos de Dios. Somos tal y como Dios nos ha amado en El, y estamos en El de cierta manera desde el principio.

5. ¿Cómo se relaciona el “lenguaje del cuerpo” con la realidad del signo en la promesa marital?
&&- Hombre y mujer toman los votos matrimoniales(promesa marital) en el altar ante Dios, pero hasta que se consuma el matrimonio(la union de los cuerpos, la entrega del uno al otro) es cuando queda SELLADO(signo marital). .
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