por ana fedez » Dom Jun 10, 2012 11:43 am
VARIAS ETAPAS DE LA BASILICA
Esta basílica ha pasado por bastantes vicisitudes a través de los tiempos. Situada en el Esquilino, una de las siete colinas de Roma, durante la República era necrópolis y paseo público bajo el Imperio de Augusto, donde el opulento Mecenas tenía unos jardines. Allí estaba la torre desde la cual contempló Nerón el incendio de Roma y allí había un templo dedicado a la diosa Juno, al que acudían las parejas de novios para implorar sus buenos auspicios. Aquí quiso la Reina del Cielo poner su morada. En el corazón de la urbe introduce su planta virginal y Roma se abrirá al amor de la Madre. Aún no estaba consagrada a María y era designada como basílica Sociniana. Allí habían luchado los partidarios del papa Dámaso con los secuaces del antipapa Ursino. a finales del siglo IV. Es conocida también como basílica Liberiana por su fundador, el papa Liborio, que es el papa del sueño milagroso.
En el siglo V la reconstruye Sixto III, quien la consagra a la Virgen.
El gran triunfo de María en el Concilio de Efeso ocurrió cuando en 431 cuando los padres del tercer concilio ecuménico proclamaron la maternidad divina de María contra el hereje Nestorio. Este acontecimiento desató una crecida ola de amor a la Virgen que recorrió toda la cristiandad de oriente a occidente, pues la maternidad divina de María es el más grande de los privilegios de María y la raíz de todas sus grandeza.
ROMA TRAS EL CONCILIO DE EFESO
Roma no podía faltar en esta hora de gloria de Maria. Santa María la Mayor recibió el eco de la definición de los padres de Efeso en honor de la Theotocos. La ciudad entera levantó y hermoseó esta basílica. Los pintores pusieron sus pinceles bajo la dirección del Papa y las damas relaron sus joyas. La antigua basílica Sociniana fue decorada con pinturas frescos, lienos, óleos y mosaicos que celebraban el misterio de la maternidad divina de María. Se alzó un arco de triunfo y sobre la puerta de entrada se leía: "A ti, oh Virgen María, Sixto te dedicó este nuevo templo... " Las pinturas son de tema Mariano y relacionadas con la maternidad divina de María. Representan a la Anunciación, la Visitación, María con el Niño, la adoraciónde los Magos, la huida a Egipto y escenas de la vida de la Virgen. Las tres amplias naves de la basílica se enriquecieron con los dones de los fieles y los ábsides se adornaron de lámparas y mosaicos.
SANTA MARIA AD PRAESEPE
En el siglo VII se le añade una nueva advocación: Santa María ad praesepe, Santa María en el Pesebre. La maternidad de María conduce la devoción de los fieles al portal de Belén, a Jesús. Como siempre, por María a Jesús. Al lado de la basílica surge una gruta estrecha, obscura y recogida como la de Belén. Allí irán los papas a celebrar la misa del gallo cada Navidad.
UNA DE LAS CUATRO BASILICAS
Hoy Santa María la Mayor es una de las cuatro basílicas patriarcales de Roma cuya visita es necesaria para ganar el jubileo del año santo. Actualmente es una de las iglesias más ricas y bellas de la ciudad de Roma, que conserva muy bien su carácter de basílica antigua..
Sobre el altar mayor hay una imagen de María del siglo XIII, atribuida a San Lucas, y en la nave se halla el monumento a la Reina de la Paz, erigido por Benedicto XV cuando terminó la primera guerra mundial. Su artesonado está dorado con el primer oro que Colón trajo de América. Santa María de las Nieves es una de las advocaciones más bellas de la Santísima Virgen. Ella, que es la Madre de Dios, Inmaculada, Asunta al cielo, Virgen de la Salud y del Rocío, es también Nuestra Señora de las Nieves.
LA PRIMERA BASILICA
Ni San Pedro del Vaticano, ni San Pablo extramuros, ni San Salvador de Letrán habían osado establecerse en el corazón de Roma hasta que María: "con el poder de su belleza avanza, triunfa y reina", como dice el salmo, se estableció en el corazón del paganismo. Penetró en la ciudad, atravesó los jardines de Mecenas y puso su planta en el Esquilino. La torre donde Nerón contempló cantando el incendio de Roma, fué derruída; el templo de la reina Juno cedió sus columnas y sus bronces a la nueva basílica cristiana. La reina del Cielo destronó a la reina del Olimpo.