por Willys One » Lun Sep 03, 2012 6:20 am
Muy hermosa historia (aunque un poquito raro eso de la manzana, ya que no es bíblico). Me gustó mucho la conclusión "Las palabras, por su parte, prestaban racionalidad a la música, le daban sentido.", ya que pienso que engloban una gran verdad: La música sola no es lo que nos permite dar culto, siendo la alabanza un acto humano-divino que no podemos/debemos desacralizar ni envilecer, es decir, no la debemos hacer villana, somera, trivial, casual ni, muhco menos, mundana.
Por eso tam,bién me gustó la frase "Y la unión fue tan perfecta que nadie se atrevió a enfrentarlas: bastaba que el poema —lírico o épico, infantil o adulto— fuese digno de la melodía, y que la música no envileciera las palabras.", en donde me interesa hacer muy inteligible el uso de la palabra envilecer.
Gracias.