por hnofrancis » Mar Ago 28, 2012 5:31 pm
1)Los principales estilos de canto sagrado en la época del canto llano, son:
- Canto galicano en la región de las Galias.
- Canto mozárabe en la península ibérica.
- Canto ambrosiano, propia de Milán.
- Canto romano establecida en Roma.
2) Los Santos Padres enseñaron que la música litúrgica era esencialmente "vocal" y "oracional" estando la música al servicio de la palabra y la oración.
- Clemente de Alejandría: “rechacemos la música que perturba los ánimos, unas veces es melancólica y otras incitadora del placer”.
- San Jerónimo: “ no lo hagan para lucirse... A Dios hay que cantarle con el corazón y con conocimiento de las escrituras”.
“Oigan esto los muchachos, oigan esto los que tienen el oficio de salmodiar en la Iglesia…no se fijen tanto en tomar medicinas dulces para la voz, sino en cantar a Dios con temor, con obras y con conocimiento de las Escrituras”.
- San Agustín:…Pensad en aquellos que se regocijan, en cualquier clase de canto y veréis de qué modo, entre los cánticos modulados con la voz, se regocijan rebosantes de alegría cuando no pueden declararlo todo con la lengua. Luego, si estos se regocijan por el gozo terreno ¿nosotros no debemos dar gritos de alegría, regocijarnos por el gozo celestial, que ciertamente no podemos expresar mediante palabras?
- San Basilio:“… Denuncia a quienes con absoluto desprecio de Dios bailan en las basílicas de los mártires el día de la resurrección.”
3) El aporte de los Santos Padres con respecto a la música sagrada es importante para rescatar algunos aspectos de nuestra música sagrada actual, entre ellos encontramos el aspecto vocal. Si bien es cierto, el Papa Juan Pablo II ha mencionado la relación entre "música y palabra", y "contemplación y oración", muchas veces se ha subrayado tanto la belleza estética musical, que no nos ha catapultado a la contemplación sino al deleite del oido.
Muchos cantos se eligen para las celebraciones según el aprecio musical atractivo, dejando de menos la palabra, el aspecto vocal, así la música no está al servicio de la palabra, ni de la Palabra. La música solamente auditiva - dejando de lado el aspecto contemplativo - no hace posible que la Palabra se encarne.
Cuando Dios nos da una palabra a través de la música, sale de nosotros la oración. Una oración hecha música.
Una oración como una es la música, una voz, un mismo Espíritu.
Una asamblea que canta unida, formando la polifonía de nuestros corazones elevando nuestra acción de gracias al Padre, junto con los coros angélicos; una Iglesia (terrestre y celeste) cantando loas al Creador y Señor de toda música.
"Para Ti es mi música Señor, voy a explicar el camino perfecto..."
Francis Navío