Tomás de Zumalacárregui
Otros de los personajes relacionados con Compostela fue: Tomás de Zumalacárregui y de Imaz, nació en Ormáiztegui, Guipúzcoa, que corresponde a los Paises Vascos de España, el 29 de diciembre de 1788 y murió en Cegama, Guipúzcoa, 24 de junio de 1835. Le llamaban y fue Duque de la Victoria o Duque de la Victoria de las Amezcoas y Conde de Zumalacárregui. Conocido como Tío Tomás, y apodado en Navarra como: el Tigre de las Amescoas.
Militar español que dirigió el ejército carlista dónde llegó al grado de general, durante la Primera Guerra Carlista.. Ingresó en el ejército durante la Guerra de la Independencia de 1808 a 1814. En las luchas políticas del reinado de Fernando VII. Su por su postura antiliberal, colaboró con los realistas y ascendido a coronel; se alistó en Zaragoza, donde participó en el primer sitio de la ciudad. Tomó parte en la batalla de Tudela y en el segundo Sitio de Zaragoza. Durante el segundo Sitio participó en una fallida salida de tropas que trataban de romper el cerco de la ciudad siendo hecho prisionero por los franceses. Consiguió escapar de estos rompiendo sus ligaduras y huyó a su localidad natal, Ormáiztegui.
En 1833 se llevó a cabo el plan del pleito sucesorio al morir el monarca, Zumalacárregui participó desde Pamplona en el levantamiento de los reaccionarios que apoyaban al infante Carlos María Isidro en defensa del absolutismo monárquico.
Al fracasado el pronunciamiento en la ciudad, Tomás se retiró al interior de la provincia, en donde unificó a las fuerzas carlistas navarras y organizó uno de los contingentes más eficaces del ejército rebelde. Durante la Primera Guerra Carlista que se inició en el año 1833 hasta 1840, don Carlos le confió el mando de sus fuerzas en Navarra y le ascendió a general. Se resistió a todos los intentos de atraerle hacia el bando de Isabel II, por parte de su propio hermano Miguel y de su antiguo jefe, el general Quesada.
Consciente de su inferioridad numérica y armamentística, Tomás de Zumalacárregui reprodujo la táctica guerrillera que conocía desde la Guerra de la Independencia, amparándose en lo accidentado del relieve y en el apoyo de gran parte de la población civil. El Tío Tomás, fue muy popular entre sus tropas, continuando en mostrarse cruel en la represión de los liberales y en emplear el terror para mantener controlado el territorio.
Durante el año 1834 se sucedieron las victorias en pequeñas escaramuzas: las batallas de Alegría y las Amézcoas, hasta el punto de provocar la dimisión de Rodil en el mando del ejército enemigo. Animado por esos éxitos y por la necesidad de conseguir dinero y apoyos internacionales, don Carlos le ordenó al año siguiente tomar Bilbao, a pesar de la opinión contraria de Zumalacárregui ya que él lo que quería y prefería era atacar Vitoria.
Comenzó con éxito, al abrirse paso la marcha hacia Bilbao venciendo a Espartero en Durango; dueño de la mayor parte de las Provincias Vascongadas, puso sitio a la capital vizcaína; pero, en su empeño por reconocer personalmente las fortificaciones enemigas y las posiciones de sus hombres, resultó alcanzado por un disparo del ejército que defendía Bilbao.
Herido en una pierna, Zumalacárregui se trasladó a su pueblo para ponerse en manos de un curandero de su confianza y murió, probablemente de septicemia. El ejército carlista perdió así a su militar más prestigioso, debilitándose notablemente sus posibilidades de éxito en la contienda y abriéndose en su seno fuertes disensiones políticas.
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COMENTARIO.-Exiten libros sobre su historia de Tomás de Zumalacárregui, escrito por Bellver Amaré, Fernando.Publicado 17.03.2010. Páginas 300,.ISBN Digital: 9788499584119
En Historia es fundamental intentar explicar la vida de los hombres del pasado más allá de las teorías históricas y comprender sus hechos. Este libro se acerca a Tomás de Zumalacárregui, un hombre que no sólo vivió en la España de diciembre de 1788 a junio de 1835, sino que la vivió. A medida que su vida avanzó, sus contemporáneos fueron abriéndole paso desde las últimas filas hasta llegar a la primera, y le convirtieron así en el protagonista más destacado de España de octubre de 1833 a junio de 1835.
Y este protagonismo no es otro que el de defender y abanderar a su pueblo a través de la defensa del Rey legítimo, arraigado en su historia y que, a partir de septiembre de 1833, no es otro que Don Carlos.
FUENTES. Biografia y Vidas, Wikipedia, Google.