por serrano8 » Lun Mar 25, 2013 3:50 pm
1. ¿Por qué es tan importante inculcar en los alumnos una adhesión al Sumo Pontífice?
El mandato de Cristo de anunciar el Evangelio a toda criatura se refiere ante todo y directamente a los obispos con Pedro, y bajo la guía de Pedro. La sucesión apostólica y, sobre todo, la sucesión de Pedro, asegura la continuidad del mandato del Señor, porque en resumidas cuentas, y aunque parezca banal decirlo, ¿alguien tienen que responder al Señor, no?. No podríamos jamás establecer que esa responsabilidad es de cada uno, porque somos Iglesia, es decir, comunidad, unidad, y somos comunidad de seres humanos imperfectos, culturalmente diferentes, geográficamente esparcidos, que requerimos de un órgano regular que nos dirija. Sólo de esta manera se asegura la fidelidad al contenido doctrinario y a la misión encomendada y, no está por demás decir, que aun así, ha habido grandes e históricos deslices que habrían exterminado cualquier otra institución humana, y que demuestran la permanente presencia del Espíritu Santo, junto a la Iglesia. Entonces, la adhesión al Sumo Pontífice es, por lo dicho, una obligación en libertad, es una responsabilidad como miembros de una comunidad y es un deber cristiano personal y, algo más: nos compromete y eso debemos decírselo a los alumnos, a orar por el Sumo Pontífice todos los días de nuestra vida, oración que le ayudará a llevar tan pesada carga que le ha sido encomendada.
Finalmente “compete a la Iglesia la misión no sólo de transmitir la fe sino también de educar a todos sus hijos en la fe, y esto sólo es posible si se vive la comunión en su seno. Comunión y misión son, pues, la clave de la tarea de formación que realiza la Iglesia en el mundo.
2. Menciona 5 puntos en los que la Iglesia es responsable de la educación de la fe
Dice el texto: “Son formas principales de la educación en la fe: el catecumenado o la catequesis de adultos no bautizados; la catequesis de adultos ya bautizados, pero que deseen volver a la fe o necesitan completar su iniciación; la catequesis de niños, adolescentes y jóvenes; la educación cristiana en la familia y la enseñanza religiosa escolar, ya que tiene carácter de iniciación.” Ahora bien; lo anterior merece un comentario: si hay el riego de que en la interpretación del anuncio encomendado por el Señor haya una dispersión de criterios y entendimientos, realidad que exige la adhesión al Sumo Pontífice como mecanismo para la mantener la unidad de la Iglesia, aún más en la educación de la fe, sensible elemento que podría prestarse a los más grandes desatinos y arbitrariedades, requerimos estar unidos a la Iglesia para mantener un sólo Dios, una sola fe, y un sólo bautismo.