RECUERDA QUE UNICAMENTE EN ESTE TEMA SE ESCRIBEN LAS RESPUESTAS A LA SESIÓN 2. SI SE ABREN OTROS TEMAS CON LAS RESPUESTAS, ÈSTAS SERÁN BORRADOS. GRACIAS POR SU COMPRENSIÓN.Dios Padre en su misterioso designio de amor, llegada la plenitud de los tiempos envió a su Hijo unigénito a inaugurar en la tierra el Reino de Dios y a realizar la obra de la redención de los hombres. Para continuar su obra de salvación, Cristo ha instituido la Iglesia como organismo visible vivificado por el Espíritu.
Movida por este Espíritu, la Iglesia profundiza continuamente en la conciencia de sí misma meditando sobre el misterio de su ser y de su misión. La Iglesia «existe para evangelizar», esto es, para »llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad.»1
La escuela católica es lugar de evangelización, de auténtico apostolado y de acción pastoral, no en virtud de actividades complementarias o paralelas o paraescolares, sino por la naturaleza misma de su misión, directamente dirigida a formar la personalidad cristiana.2
La Escuela Católica entra de lleno en la misión salvífica de la Iglesia y particularmente en la exigencia de la educación a la fe. El proyecto educativo de la Escuela Católica se define precisamente por su referencia explícita al Evangelio de Jesucristo, con el intento de arraigarlo en la conciencia y en la vida de los jóvenes, teniendo en cuenta los condiciona- mientos culturales de hoy. 3
<b>RESPONSABLES DE LA EVANGELIZACIÓN </b>
El 5 de noviembre de 1982, Juan Pablo II se dirigía, en Granada, a los educadores cristianos con estas palabras: "Esa misión que es un deber eclesial: “Ay de mí si no evangelizare” (1Cor 9, 1ss6), sigue teniendo en nuestros días una importancia trascendental (…). Tal misión no es privativa de los ministros sagrados o del mundo religioso, sino que debe abarcar los ámbitos de los seglares, de la familia, de la escuela. Todo cristiano ha de participar en la tarea de la formación cristiana. Ha de sentir la urgencia de evangelizar “que no es para mi motivo de gloria, sino que me impone (1 Cor 9, 16)”.
Es la iglesia entera, todo el pueblo de Dios, quien tiene el deber y el derecho fundamental de la evangelización. Esto lleva a dos convicciones que es evangelizar no es para nadie un acto de individualidad y aislado, sino una acción profundamente eclesial; y que ningún evangelizador es dueño absoluto de su acción evangelizadora, sino que debe actuar en comunión con la Iglesia y sus Pastores. Es evidente que las tareas de los distintos miembros del Pueblo de Dios –Romano Pontífice, obispos, sacerdotes, religiosos y seglares –serán comunes y diferenciadas según su ministerio y carisma propios.
Entre las principales actitudes que deben animar a los evangelizadores conviene destacar el reconocimiento de saberse enviados y animados por la acción del Espíritu Santo. Asumen, por tanto, la responsabilidad de ser: testigos auténticos, que viven y practican lo que transmiten; promotores de unidad y comunión eclesial, para hacer creíble lo que anuncian; y servidores de la verdad, animados por el amor el fervor de los santos.
La Virgen María, que, en la mañana de Pentecostés presidió con su oración el comienzo de la evangelización bajo el influjo del Espíritu Santo, debe ser la estrella de la evangelización siempre renovada que la Iglesia, dócil al mandato del Señor, debe promover y realizar, sobre todo en esos tiempos difíciles llenos de esperanza.
SER CATEQUISTA: UNA MISIÓN TRASCENDENTE, UN RETO Y UNA GRAN RESPONSABILIDAD Ser catequista no es cualquier cosa: tienes en tus manos lo más importante de la educación de los niños, pues lo que ellos aprenderán de ti no sólo les ayudará a conseguir una nota aprobatoria o un título universitario, sino que les ayudará a ser verdaderamente felices en esta vida y a conseguir la felicidad eterna. ¿Puede existir algo más importante?
Ser catequista es un reto y una gran responsabilidad, pues el mensaje que estarás transmitiendo a tus alumnos es el mensaje de Jesucristo y estarás influyendo no sólo en su intelecto, sino que llegarás a su espíritu, a su corazón, a su alma y podrás colaborar de una manera eficaz con el Espíritu Santo en la transformación en Cristo y para Cristo del corazón de cada niño.
El catequista debe ser el mejor de los maestros, pero no solamente eso, sino un verdadero apóstol, que sea capaz de ver en sus alumnos a las almas que Jesucristo quiere que guíe hacia Él.
Por todo esto, ser catequista no se puede tomar a la ligera. Para ser educador de la fe, se necesita un compromiso personal, serio, meditado y profundo.
"No son ustedes los que me han elegido a mí, soy Yo el que los ha elegido para que vayan y den fruto, y este fruto permanezca".
<b>¡ERES CATEQUISTA! TU MISIÓN ES TRANSFORMAR EL MUNDO </b>
Si tú has decidido y te has comprometido a ser un buen catequista, entonces:
* Ayudarás a que cada uno de tus alumnos descubra el amor de Dios en su vida, y haga del amor de Dios el motor de sus actitudes y acciones.
* Ayudarás a que en la vida de aquellos que sean sus alumnos, desaparezcan las crisis de fe, la ignorancia, la indiferencia y la apatía religiosa que debilitan enormemente a la Iglesia.
* Colaborarás a que Jesucristo se convierta en el centro, modelo y criterio de la vida de cada alumno, ayudándolo a conocerlo por el estudio completo y exigente de la doctrina católica, a amarlo por medio de la reflexión personal de las verdades de fe y a imitarlo por la vivencia de la fe y de un compromiso apostólico serio.
* Ayudarás a cada niño a descubrir, en un mundo regido por la indiferencia religiosa y el materialismo, un sentido diferente para su vida, brindándole una opción que definirá sus actitudes y convicciones, que le llevará a buscar la virtud y que iluminará todas sus acciones.
* Contribuirás a que la escuela católica y la parroquia se conviertan en verdaderos centros de la nueva evangelización, de formación de líderes cristianos comprometidos con Dios, con la sociedad y con la Iglesia.
* Colaborarás en la transformación en Cristo del corazón de cada uno de tus alumnos, logrando así la transformación de la sociedad de acuerdo al proyecto cristiano.
Tu misión : transformar el mundo. Esa es tu misión. Esos son los frutos de tu trabajo que el mundo, la Iglesia y el mismo Jesucristo esperan de ti.
Por esto, no cualquiera puede ser catequista. Se necesita que la persona elegida para ese puesto cumpla con ciertos requisitos o cualidades que harán que su labor sea eficaz dentro de la Iglesia.
EL CATEQUISTA TIENE UN GRAN DOMINIO DE LA FE, DE LA MORAL CATÓLICA Y UNA AMPLIA CULTURA GENERALEl catequista debe tener un amplio dominio de la fe y la moral católicas y una amplia cultura general.
Debes estar a la altura de la madurez espiritual de tus alumnos, ser capaz de responder competentemente a todas sus dudas para orientarlos correctamente hacia la verdad.
Para ser catequista no basta con la buena intención.
Por esto, el catequista que la Iglesia necesita:
a)Conoce y domina los conceptos y contenidos de la auténtica doctrina católica.
o Es asiduo estudioso de los temas referentes a la fe y la moral cristianas.
o Estudia constantemente las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia, para no confundirse con ideas contrarias a su fe católica.
o Profundiza diariamente en el mensaje evangélico. Conoce a la perfección lo que Cristo vino a enseñarnos.
b)Tiene una amplia cultura general y la renueva constantemente, para ser capaz de aplicar la doctrina de la Iglesia a los temas y problemas actuales.
c)Está siempre dispuesto a aprender y renovar sus conocimientos a través de cursos de capacitación y lecturas formativas.
<b>EL CATEQUISTA TIENE UNA GRAN CAPACIDAD PEDAGÓGICA </b>
Un verdadero educador de la fe debe estar preparado pedagógicamente para poder llevar a cabo la delicada tarea de moldear las almas y mentes de los niños.
No sirve saber mucho si no se sabe cómo transmitir conocimientos de una manera adecuada a la edad y etapa de formación de los alumnos.
Por eso, el catequista que la Iglesia necesita:
a) Es un asiduo estudioso de la psicología y los intereses de los niños.
- Se esfuerza por conocer a cada uno de sus alumnos, sabiendo que es un alma que Dios le ha confiado y que tiene una misión importante e insustituible dentro de la Iglesia.
- Trata a cada uno de acuerdo a sus características individuales, potenciando sus cualidades al máximo y desarrollando todas sus capacidades intelectuales: estudio, memoria, análisis y síntesis y actitudes de reflexión y de acción que los conviertan en un verdadero apóstol del Reino de Cristo.
- Sabe escuchar a cada alumno, dándole atención personal y dedicándole el tiempo necesario.
- Confía en la capacidad de cada alumno, haciendo que se sienta seguro y desarrolle una alta autoestima.
- Sabe reconocer sus logros, por más pequeños que éstos sean. Los motiva constantemente para que tengan interés en la clase de formación católica.
o Se preocupa no sólo de transmitir datos, sino de lograr que estos datos influyan y transformen la vida de los alumnos.
b) Conoce y aplica las técnicas básicas para el control del grupo
- Es un líder que atrae a los demás y los ayuda a su realización.
- Tiene ascendiente sobre sus alumnos, no por castigos y amenazas, sino por su testimonio.
- Conoce el valor de la disciplina y no la confunde con la represión. Sabe aplicar la disciplina formativa: Prevenir, motivar y responsabilizar.
- Utiliza la disciplina preventiva como medio eficaz para mantener el interés y las actitudes adecuadas dentro de la clase.
c) Se exige cada día hacer más interesantes y atractivas sus clases.
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No se confía de su simple experiencia.
- Lee y estudia acerca de nuevas técnicas de enseñanza.
- Elabora material didáctico para hacer del aprendizaje una tarea llena de interés.
EL CATEQUISTA ES UN HOMBRE ÍNTEGRO Antes de ser catequista eres ser humano, hombre o mujer.
Como tal, teniendo una misión tan importante dentro del mundo, se espera que seas una persona que sepas desarrollar armónicamente todas tus potencialidades: sentimientos, inteligencia y voluntad.
El tipo de catequista que la Iglesia necesita:
- Es una persona coherente que ama y busca la verdad y ajusta su comportamiento a ella.
Vive y da testimonio de los contenidos que conoce y que enseña en sus clases.
Corrobora todo lo que predica con su vida personal, familiar y profesional.
- Tiene y mantiene una reputación moral intachable pues sabe que será un modelo y ejemplo a seguir de sus alumnos.
- Tiene una recta escala de valores: Dios ilumina su inteligencia, su inteligencia a la voluntad y la voluntad a los sentimientos.
- Es una persona madura con un gran equilibrio emocional que la hace fuerte para afrontar problemas y dificultades.
Sabe dominarse y nunca pierde el control de sus emociones frente a los alumnos.
- Le da una gran importancia a la puntualidad, como muestra del respeto que tiene hacia los demás. Empieza su clase a tiempo y la termina a tiempo.
- Es responsable. Está consciente de su deber y nunca se acoge a excusas para dejar de cumplirlo.
- Cuida su presentación personal, vistiendo de una manera digna, sencilla, elegante y adecuada a su edad.
- Es una persona prudente, justa y moderada en su manera de hablar, que utiliza un léxico digno, respetuoso, amable y adecuado a las circunstancias.
- Es una persona alegre, optimista, positiva y sonriente, que sabe acoger a los demás. Tiene tiempo para escuchar a sus alumnos cuando se acercan a él.
- Transmite el valor de la convivencia, promoviendo siempre actitudes de respeto, y sembrando un ambiente de cordialidad y amabilidad ante cualquier circunstancia
EL CATEQUISTA TIENE UNA PROFUNDA VIDA INTERIORNadie da lo que no tiene. Para transmitir fielmente el mensaje de Dios debes llenarte de Dios: ser una persona con una profunda vida interior, que reconoce el valor de la oración y que ama profundamente a Jesucristo y a su Iglesia. Este amor forzosamente se reflejará en tu trabajo de catequesis.
Por esto, el catequista que la Iglesia necesita:
- Tiene una profunda vida de oración.
- Mantiene una relación personal con Jesucristo. Lo ama real y apasionadamente.
-Su ejemplo transmite una convicción profunda de la fe católica, comunica una gran experiencia de Dios, contagia el amor de Cristo a los demás. Viendo al catequista, los alumnos descubren y experimentan a Dios de manera personal en sus vidas.
- Reconoce la acción de Dios en su tarea de catequesis, lo deja actuar por medio del Espíritu Santo, y recuerda siempre que él sólo es un instrumento para sembrar la semilla que Dios hará germinar.
- Valora la vida de Gracia y por ello se acerca frecuentemente a los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía. Sabe que si el sarmiento se separa de la vid, no podrá dar fruto.
- Ama a la Iglesia profundamente. Se alegra con sus triunfos y se entristece con sus fracasos. La defiende de los ataques de sus enemigos y trabaja por su extensión.
- Reconoce al Papa como la autoridad suprema de la Iglesia. Estudia su palabra y la toma como propia.
- Ama a las almas de todos los hombres. Se preocupa por sus salvación eterna y por eso ora por ellos y trabaja eficazmente para que en todas ellas reine Jesucristo.
- Reconoce a María como su gran aliada en la tarea de catequesis. Le tiene una gran devoción que la manifiesta con la imitación de sus virtudes.
- Su testimonio guía a los alumnos a preferir a Dios sobre los atractivos del mundo, es testigo del gran tesoro de la fe católica por el cual vale la pena luchar. Es capaz de motivarlos a mejorar y crecer como hombres y como cristianos siguiendo el ejemplo de Cristo
EL CATEQUISTA SABE TRABAJAR EN EQUIPO Como catequista, es muy importante que te veas como un miembro más del Cuerpo de Cristo,como un eslabón en la cadena de hombres y mujeres que colaboran para la salvación de tus alumnos. No puedes considerarte un ser aislado, pues dejas de aprovechar lo que otros hacen por ti y entorpeces la acción de Dios en tu trabajo de catequesis.
Por eso, el catequista que la Iglesia necesita:
a) Trabaja en equipo con los padres de familia, continuando la labor educativa de la fe católica que ha sido comenzada en casa, logrando la congruencia entre lo que se vive en casa y lo que se aprende en las clases de religión.
b) Trabaja en equipo con las catequistas de años anteriores y posteriores para poder llevar a cabo un trabajo progresivo y ordenado en donde cada alumno encuentre continuidad entre lo que aprende un año en la clase de formación católica, lo que había aprendido el año anterior y lo que va a escuchar al año siguiente.
c) Trabaja en equipo con la escuela o la parroquia en la que desarrolla su actividad.
- Está integrada con la Institución e identificada con la filosofía educativa del mismo:
- Sabe que el colegio o parroquia no es un edificio, sino que es un cuerpo vivo.
- Sabe unirse con los de arriba y los de abajo para cumplir con los objetivos.
- Acepta totalmente los criterios, sistemas y métodos pedagógicos del colegio o parroquia. Los hace propios y los aplica con fidelidad y profesionalismo.
- Cumple con su tarea sin perder de vista el trabajo de todo el colegio o parroquia.
- Busca que el colegio o parroquia crezca, sea reconocido y triunfe en todos sus alumnos.
- Es una persona solidaria, trabajadora, participativa y emprendedora.
- Está presente en el momento y lugar que se le necesita.
- Se alegra con los triunfos de los demás y se entristece con los fracasos.
- No sólo se considera empleado.
- Trabaja con eficacia. Lleva a cabo su tarea completa y sin errores.
o Le gana tiempo al tiempo.
- Se presta para ayudar.
o Propone iniciativas para mejoramiento del colegio o parroquia.
- No teme a los retos y a las nuevas actividades
EL CATEQUISTA CUMPLE CON SUS FUNCIONES DE UNA MANERA PROFESIONAL Dependiendo de la institución en la que realices tu catequesis, se te pedirá que cumplas con algunas tareas específicas.
Las que presentamos aquí son algunas sugerencias que deberás comentar con el encargado de coordinar el programa de catequesis en el colegio o parroquia
En cada clase:
- Asistir puntualmente a trabajar
- Impartir sus clases de una manera profesional y dinámica.
- Llevar el récord de enseñanza en el libro de clase.
- Cumplir con el reglamencolegio o parroquia.
-
Cumplir con alegría y eficacia cualquier tarea delegada por la coordinación de catequesis.
- - Velar por el buen funcionamiento del colegio o parroquia en cuanto a disciplina, nivel académico y cuidado del material e instalaciones.
Semanalmente:
- Informar por escrito a la coordinación de catequesis acerca del desarrollo de sus clases.
Mensualmente:
- Colaborar en la organización de concursos y eventos especiales.
- Entregar calificaciones.
- Pedir el material para el mes siguiente.
- Asistir a una jornada de capacitación.
- Elaborar el periódico mural del mes referente a virtudes o al calendario litúrgico.
- Tener una entrevista personal con la coordinación de catequesis.
Anualmente:
- Elaborar el programa anual de trabajo.
- Recibir y acomodar los libros y útiles que entregan los padres de familia.
- Realizar el inventario de material didáctico para la catequesis.
- Asistir entusiasta y activamente a los cursos de capacitación.
- Asistir a unos ejercicios espirituales de tres días
LA EVANGELIZACIÓN, MISIÓN ESENCIAL DE LA IGLESIA Concluimos este capítulo remarcando una vez más que la evangelización es la misión esencial de la Iglesia. Como recoge San Lucas, el Señor señala claramente que "es necesario que yo anuncie también a otras ciudades el Evangelio del Reino de Dios, porque para esto he sido enviado". Jesucristo mismo es el Evangelio de Dios. San Pablo señala respecto a su misión de apóstol: "no me envió Cristo a bautizar sino a evangelizar".
La Iglesia, instituida por Jesucristo para continuar entre los hombres su obra salvadora, es consciente de que "la tarea de evangelización de todos los hombres constituye su misión esencial"; "evangelizar constituye la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar".
En efecto, los vínculos entre la Iglesia y la evangelización son tan íntimos que la Iglesia nace de la acción evangelizadora de Cristo y de los Apóstoles; es instituida y enviada al mundo por Cristo. Aunque evangelizadora, comienza por evangelizarse a sí misma, a través de una conversión y renovación constante de todos sus miembros, para poder evangelizar al mundo de manera creíble. Ella es la depositaria del mensaje de la evangelización, que conserva como un depósito viviente y precioso, no para tenerlo escondido, sino para comunicarlo. Finalmente, es la que envía a los evangelizadores a predicar no a sí mismos o sus ideas personales, sino un Evangelio del que ni ellos ni ella son dueños y propietarios absolutos para disponer de él a su gusto, sino ministros para transmitirlo con suma fidelidad.
TAREAS-Participación en el Foro 1-¿Cuál es el lugar de la catequesis en el proyecto del cual forma parte?
2-¿Cuánto es el arraigo y la pertenencia del equipo de catequesis en su comunidad?
3-¿Cuáles son los testimonios de la gente que pasó por la enseñanza catequística en aquel lugar?
Ejercicio personal de apoyo y formación (no se responde ni en facebook ni en los foros) - Cuestionario 2
http://www.es.catholic.net/archivos/encuesta2.pdfPara ver las respuestas correctas del cuestionario pasado haz click aquí: - Respuestas 1
http://www.es.catholic.net/archivos/respuestas1.pdf-Participation en Facebook https://www.facebook.com/login.php?next ... 2941707%2F1. ¡Regala el curso de formación para el Catequista! ¿A cuántas personas estás difundiendo el curso?
Si tienes cualquier duda de cómo entrar en el foro, dudas de cómo participar, etc. puedes dar CLICK AQUÍ :
http://www.es.catholic.net/catequistasy ... p?id=56414
FUENTES Y DOCUMENTOS COMPLEMENTARIOS - Carta de Benedicto XVI sobre la Urgencia de la Educación:
http://www.es.catholic.net/catequistasy ... p?id=35420
- Actualización del Directorio Catequestico General:
http://www.vatican.va/roman_curia/congr ... ct_sp.html
- Directorio Catequestico General Números: 29, 33, 59 y 120
http://www.vatican.va/roman_curia/congr ... is_sp.html
- Introducción a la Pedagogía de la Fe. 1ª Edición. España 2001. Pag 67
Recuerda que puedes consultar a los Tutores del Curso y escribirles a su correo. :Ma. Elena Miranda Especialidad: Veintitrés años como catequista y profesora de religión. En Roma, México, Barcelona, Tenerife y Madrid.
memiranda@regnumchristi.netDaniel CálizEspecialidad: Catequesis dentro de la parroquia
consultas@catequesisdeadultos.comLupina del Valle Especialidad: Más de 10 años de experiencia en la docencia religiosa escolar
lupina73@me.comMaría Luisa Martínez Robles Especialidad: Experiencia de 25 años en la Catequesis para la preparación de la Primera Comunión, Educación Infantil durante 20 años María Luisa Martínez Robles
Margarita González de Guzmán Especialidad: Coordinación de Catequesis de su parroquia San Jerónimo por más de 20 años. Asesora de grupos para el estudio de Biblia, y participación en conferencias sobre Fe y Religión, dentro de nuestra ciudad y aledañas Margarita González de Guzmán
RECUERDA QUE UNICAMENTE EN ESTE TEMA SE ESCRIBEN LAS RESPUESTAS A LA SESIÓN 2. SI SE ABREN OTROS TEMAS CON LAS RESPUESTAS, ÈSTAS SERÁN BORRADOS. GRACIAS POR SU COMPRENSIÓN.