Tema 15.- EL Amor: Fundamento del Misionerismo
Publicado: Lun Jun 24, 2013 10:22 am
El fundamento del Misionerismo es el Amor. Es el conocimiento de uno mismo en relación con Dios; es el conocimiento del origen, tránsito y destino del ser humano. Es la conciencia del verdadero y profundo significado de la Trascendencia. Es el verdadero significado de quién soy y quiénes son los demás en relación a mí; es la conciencia de que no estoy solo; es la conciencia de que soy parte de un todo; es la conciencia del Ser, no del Tener.
Es entender la implicación del pecado de omisión, por el cuál no somos culpables, pero si co-responsables de las situaciones que nos aquejan. Es entender que solamente la dignidad, la solidaridad, la subsidiariedad, fundamentadas en el amor a Dios y, por Dios, en el amor a los hombres, es lo que romperá todos los paradigmas de nuestro tiempo y nos abrirá el conocimiento para un nuevo mundo, un mundo con tales riquezas y bendiciones como las que el hombre nunca ha soñado.
El Misionerismo busca la Felicidad, aspira a la Felicidad, da la Felicidad.
Todas las personas buscan la felicidad. Para conseguirla buscan llenarse de cosas materiales, sin darse cuenta que por muchas cosas que podamos tener éstas sólo van a ser un pequeño paliativo temporal, y al poco tiempo nos encontraremos en las mismas condiciones que antes de tenerlas, y no nos darán la verdadera felicidad.
Dios quiere que seamos felices, pero no a través de los placeres banales, sino a través del sacrificio trascendental.
Las formas de Dios, no son las formas de los hombres. El hombre de hoy acostumbrado a dar en función de cuánto va a recibir, muchas veces no alcanza a entender que cuando das sin esperar, recibes más de lo que diste.
El Sacrificio trascendental, como lo que hizo Jesús por los hombres, lleva implícita una paradoja difícil de entender para los hombres. Pero, lo único que debemos tener claro, en el matrimonio, en el trabajo, en las relaciones, en la ayuda a los demás, etc., es que a través de las aparentes concesiones que a veces podamos hacer, a través del perdón, de aguantar críticas, de donación, paciencia, entrega, etc., con la certeza de hacerlo por amor a Dios, nos va a redituar, nos va a regresar en mucho más de lo que dimos.
El Sacrificio Trascendental para el Misionerismo es fundamental.
Así mismo el Misionerismo, a través de las personas que lo vivan, debe ser alegre. Alegre en Dios, alegre a pesar del sufrimiento cuando suframos, alegre para con los demás, alegre desde la confianza y felicidad que nos debe dar el sabernos hijos de Dios. Alegre por la felicidad que nos debe dar el poder ayudar a los demás, alegre sabiendo que los demás también nos quieren ayudar. Alegre y feliz de saber que todos estamos unidos luchando por un mismo fin. Alegre al sabernos cada día más plenos y más cerca de Dios.
Se llega a la Felicidad por medio del Amor y el Sufrimiento
El mundo de hoy es un mundo completamente hastiado y desquiciado que ha perdido el norte de su existencia y que ha convertido su vida en un subsistir más que en un vivir.
Pero la noche cuando está más oscura es cuando está a punto de amanecer.
A diferencia de la noche y el día que se suceden de forma sistemática, el mundo se encuentra sumido en la más profunda oscuridad de todo su existir, y no saldrá de ella si las pocas luces que en él existen, no toman conciencia de la importancia y la existencia de esa luz y se unen para aumentar la intensidad de esa llama y la intensidad de esa luz.
Para romper esa oscuridad el único camino es el sacrificio, el sufrimiento generado por la indiferencia, la ofensa, la burla, los obstáculos, el odio generado por la inconsciencia y tantas otras cosas más.., como respuesta de mucha gente para la que han buscado prender la luz en esta gran oscuridad.
Pero tenemos que ser conscientes de que solamente a través del dar es cuando empezamos a recibir, y de que quien más dé, más recibirá.
Como dijimos antes, para romper esa profunda oscuridad hace falta que la luz empiece a iluminar, y el actuar de esa luz que también pasará por el sufrimiento y el sacrificio personal , nos va a llevar a un crecimiento interior personal que compensará con creces el sufrimiento recibido.
El mundo le teme al sacrificio. El mundo le teme al sufrimiento.
Y como pasa en tantas cosas en la parte espiritual, el mundo los teme porque no los comprende. No existe otro camino mejor para el crecimiento interior que el del sacrificio y el sufrimiento trascendente.
Solamente estos nos permiten valorar, de una manera profunda, lo que somos y lo que tenemos.
El matrimonio se forja en el crisol de las diferentes experiencias dolorosas que sortea en el camino. Un matrimonio lleno de rosas se vuelve egoísta y no sorteará un pequeño bache que el futuro le presente en el camino, y si lo sortea probablemente continúe, pero menos fortalecido que al principio, pues no ha estado acostumbrado a sortear dificultades.
No existen las rosas sin espinas, pero la hermosura de la rosa compensa la existencia de sus espinas.
Esta reflexión probablemente esté muy trillada porque ya la hemos escuchado muchas veces de manera similar, mas debemos de tomar conciencia de la importancia que tiene.
Valoramos lo que tenemos cuando lo sufrimos o cuando estamos a punto de perderlo.
Pero, ¡qué hermosas se vuelven las cosas después de que han sido purificadas en el crisol del sufrimiento!
El agua se vuelve tremendamente anhelada y preciosa cuando después de que en una gran caminata por la montaña, la necesitamos y no la encontramos.
Un trozo de pan se vuelve más precioso después de un ayuno.
El oxígeno se vuelve valioso cuando sufrimos de asma.
Las cosas se vuelven más hermosas y, cobran un valor diferente, después de una grave enfermedad.
Dentro de nuestra rutina diaria deberíamos saber agradecer todos esos obstáculos que se nos aparecen día a día y que son la sal de la vida.
El sufrimiento no hay que generarlo "porque ¡ay de aquel que sea el causante de todo ese sufrimiento..!" y no hay que buscarlo, pero cuando llegue tenemos que darnos cuenta que un mal menor nos puede llevar a un bien mayor.
El universo se rige por pulsaciones cósmicas, el hombre se rige por pulsaciones del corazón, nuestra vida interior debe regirse, por pulsaciones de buenos momentos y momentos de reflexión a los cuales llegamos a veces a través del sufrimiento.
Pero el sufrimiento sólo tiene sentido si nos lleva a crecer como personas y sobre todo en nuestra parte espiritual.
El sacrificio y el sufrimiento sólo tienen sentido cuando los soportamos en unión con Dios.
El sufrimiento por el sufrimiento, no tiene ningún sentido, porque solo sacamos de él, eso mismo, sufrimiento; y el sufrimiento por sí mismo no sirve para nada.
El sufrimiento cuando lo soportamos en unión con Dios se torna muchas veces en una gran bendición. Pero al sufrimiento y al sacrificio, debe dirigirlos siempre el Amor.
Sólo el Amor tiene el poder para obrar milagros. El Amor tiene el poder para convertir situaciones verdaderamente adversas en grandes bendiciones. Sólo el Amor a través de ese sacrificio y sufrimiento, será el único medio por el cual podamos cambiar la oscuridad que envuelve a este mundo.
Pero el único y verdadero Amor que existe es el que permanece unido a Dios. Sólo el Amor en unión con Dios tendrá la potencia suficiente para hacer que la luz brille nuevamente en nuestro mundo.
Cualquier otro tipo de amor, -para los que dicen que hay otro tipo de amor- no lo conseguirá. Pero para que brille la luz de Dios, debemos reflexionar y entender lo que es el Amor.
El Amor es lo que rige el Universo.
El Amor es energía. Pero más que energía, el Amor es una potencia.
El Amor puede conseguir cosas inimaginables para los hombres.
El Amor puede sortear la dificultad más grande a la que nos podamos enfrentar.
El Amor es una fuerza, es una energía.
El Amor no es un intangible. La entrega, la donación, el sacrificio, son consecuencias que se derivan del verdadero Amor.
Pero el Amor en sí tiene una fuerza muy superior a cualquier arma inventada por el hombre.
Los resultados conseguidos por los grupos de oración no son otra cosa más que el Amor en acción.
Debemos descubrir la verdadera potencia del Amor, que será el arma que consiga transformar todo el mal que existe en el mundo (codicia, avaricia, egoísmo, inconsciencia, etc.) en bien.
Pero el Amor que es una potencia y cuya manifestación es la entrega, la donación, el sacrificio, el sufrimiento, etc.., hemos de convertirlo en un estado de nuestro ser.
El Amor debemos convertirlo en un "Estado de Gracia"
Todos deberíamos de aspirar a ese "Estado de Gracia", que es un estado de Plenitud en Dios.
"El Amor debemos convertirlo en un Estado de Gracia. No es un camino de ilusión este Estado de Gracia, sino posible, real y el estado más digno del ser humano, que lo conquista amando de modo estable y definitivo a Dios, y cumpliendo sus mandamientos de vida, que dan la vida.
En algunas personas alcanzar este Estado de Gracia les supone momentos difíciles, de dudas, de incertidumbre si no lo han conocido antes, pero la certeza de tener a Dios en nuestro alma junto con el propósito de no querer ofenderle más de lo que ya ha sido ofendido, hacen que vuelva la paz y reconforte todo nuestro ser que exulta en alabanzas a Dios por su bondad, su grandeza y su poder que ya le tenemos dentro nuestro y a nosotros en Él."
Para llegar a este estado, el Misionerismo debe impulsar la revolución mas importante de todas, que es la Revolución del Conocimiento.
Para entender la Revolución del Conocimiento hay que entender que el conocimiento no tiene límites. El Conocimiento genera más conocimiento, cuanto más conocimiento tengamos más conocimiento generaremos y la máxima expresión del conocimiento, es Dios.
El mundo debe hacer un alto en el camino y replantearse su destino.
El hombre debe hacer un alto en su camino y darse cuenta que, en esencia, no es materia sino espíritu.
El hombre tiene que profundizar en el cuestionamiento fundamental, de "quién soy", "de dónde vengo" y "a dónde voy", porque ese será su nuevo punto de partida que le marcará cuál debe ser el verdadero camino por seguir. El único camino que podemos encontrar es el llegar a nosotros mismos, para así encontrarnos con nuestra parte espiritual, y a su vez llegar a Dios por medio del Amor.
El "Estado de Gracia" al que debemos aspirar es el que nos permite reconocer la plenitud existencial que significa sentirnos amados y sentirnos cerca de Dios.
Es la plenitud permanente que encontraron los Santos de las diferentes épocas; la plenitud por la que, no importaba ningún sacrificio con tal de sentir de forma permanente la presencia de Dios, aunque a veces tuvieran que pasar por noches oscuras.
Para el hombre de nuestro tiempo, vivir dicha plenitud debe pasar por encontrar el equilibrio de su vida entre el trabajo, su familia, y la donación de sí mismo a los demás a través de su apostolado u otras obras de caridad que haga, y todo ello permeado por una presencia central permanente de Dios.
La siguiente oración surgió casi de forma espontánea en medio de un mar de lágrimas por unos momentos de mucho dolor y puede ayudarnos a entender el verdadero y fundamental valor del sacrificio y sufrimiento bendito.
BENDITO EL SUFRIMIENTO BENDITO
MALDITO EL SUFRIMIENTO MALDITO
Bendito el sufrimiento bendito que me hace sufrir para así valorar las pocas o muchas cosas que tengo y que a veces parecen no importar.
Maldito el sufrimiento maldito que sólo me hace sufrir, que no me ayuda a crecer, que no me permite valorar y que sólo un mal sabor me ha dejado al marchar.
Bendito el sufrimiento bendito que me ayuda a reconocer y a valorar las cosas verdaderamente importantes como el amor, la familia, la unión, la posteridad, la amistad.
Maldito el sufrimiento maldito que llegándome, me llega duro y duro me deja cuando se va.
Bendito el sufrimiento bendito en esta noche de lágrimas donde valoro más la familia que me queda y valoro más la familia que se va.
Maldito el sufrimiento maldito, generado por la avaricia, la codicia, la inconsciencia y otras más.
Bendito el sufrimiento bendito que me lleva al amor y me lleva a perdonar, crecer y también olvidar.
Maldito el sufrimiento maldito que nos hunde en el fango y que arrastra a los demás.
Bendito el sufrimiento bendito que viendo a los demás en el fango, por amor me lleva a sufrir y a ayudar a los demás.
Bendito el sufrimiento bendito porque bendito "es" el sufrimiento bendito; porque si no fuera bendito el sufrimiento bendito ¿cómo podría explicar todo ese sufrimiento que por Amor, Cristo nos vino a dar?
Preguntas de reflexión que debes responder en los foros del curso
1.- ¿Has reflexionado sobre el calvario de vida que llevan la gran mayoría de personas, para poder sobrevivir, en esta vida sin sentido?
2.- ¿Qué es para tí el Sacrificio Trascendental, y que beneficios crees que aporte a las personas y a la sociedad?
3.- ¿Crees que le hace falta al mundo que empujemos una Revolución del Conocimiento, hasta donde crees que llegaríamos y cual sería tu visión de una sociedad con un gran conocimiento técnico y trascendental?
4.- El Amor es el fundamento del Misionerismo. ¿Cómo defines o visualizas ese Amor y que alcances crees que podría tener en el hombre y en la sociedad?
APLICACIONES DEL MISIONERISMO
Personal: Mi vida no se reduce al cumplimiento de unas reglas de convivencia familiar, laboral, social. Mi vida tiene sentido en el amor. Buscaré sonreír, servir, buscar el bien de quien tengo al lado. Seré capaz de amarme guardando y cumpliendo los mandamientos.
Familiar: Tener misericordia con nuestros familiares, estando dispuestos a sufrir o pasar penalidades si fuera necesario por el bien de nuestra familia. También debemos de ayudarlos, apoyarlos y servirlos para estar siempre reconciliados y unidos.
Empresa: Comprender el sacrificio de algunas personas de nuestra empresa, ayudarles con detalles y favores, ser sensibles a sus necesidades personales y familiares. La empresa tiene el deber de amar y hacer sentir a cada persona que es amada y tenida en cuenta. Caridad ante los errores, caridad al llamar la atención, caridad para con los menos capacitados, caridad con todos.
Aspectos varios importantes:
Los consultores del curso están a tu disposición aquí
http://www.es.catholic.net/consultas/consultorio.php?id=9
Para consultar todas las lecciones del curso o lecciones anteriores da
click aquí http://www.es.catholic.net/escritoresactuales/961/3320
Tema XII: La Globalización vs La Escalonización VIDEO
http://tv.catholic.net/index.php?option=video&id=872&subcat=80
Es entender la implicación del pecado de omisión, por el cuál no somos culpables, pero si co-responsables de las situaciones que nos aquejan. Es entender que solamente la dignidad, la solidaridad, la subsidiariedad, fundamentadas en el amor a Dios y, por Dios, en el amor a los hombres, es lo que romperá todos los paradigmas de nuestro tiempo y nos abrirá el conocimiento para un nuevo mundo, un mundo con tales riquezas y bendiciones como las que el hombre nunca ha soñado.
El Misionerismo busca la Felicidad, aspira a la Felicidad, da la Felicidad.
Todas las personas buscan la felicidad. Para conseguirla buscan llenarse de cosas materiales, sin darse cuenta que por muchas cosas que podamos tener éstas sólo van a ser un pequeño paliativo temporal, y al poco tiempo nos encontraremos en las mismas condiciones que antes de tenerlas, y no nos darán la verdadera felicidad.
Dios quiere que seamos felices, pero no a través de los placeres banales, sino a través del sacrificio trascendental.
Las formas de Dios, no son las formas de los hombres. El hombre de hoy acostumbrado a dar en función de cuánto va a recibir, muchas veces no alcanza a entender que cuando das sin esperar, recibes más de lo que diste.
El Sacrificio trascendental, como lo que hizo Jesús por los hombres, lleva implícita una paradoja difícil de entender para los hombres. Pero, lo único que debemos tener claro, en el matrimonio, en el trabajo, en las relaciones, en la ayuda a los demás, etc., es que a través de las aparentes concesiones que a veces podamos hacer, a través del perdón, de aguantar críticas, de donación, paciencia, entrega, etc., con la certeza de hacerlo por amor a Dios, nos va a redituar, nos va a regresar en mucho más de lo que dimos.
El Sacrificio Trascendental para el Misionerismo es fundamental.
Así mismo el Misionerismo, a través de las personas que lo vivan, debe ser alegre. Alegre en Dios, alegre a pesar del sufrimiento cuando suframos, alegre para con los demás, alegre desde la confianza y felicidad que nos debe dar el sabernos hijos de Dios. Alegre por la felicidad que nos debe dar el poder ayudar a los demás, alegre sabiendo que los demás también nos quieren ayudar. Alegre y feliz de saber que todos estamos unidos luchando por un mismo fin. Alegre al sabernos cada día más plenos y más cerca de Dios.
Se llega a la Felicidad por medio del Amor y el Sufrimiento
El mundo de hoy es un mundo completamente hastiado y desquiciado que ha perdido el norte de su existencia y que ha convertido su vida en un subsistir más que en un vivir.
Pero la noche cuando está más oscura es cuando está a punto de amanecer.
A diferencia de la noche y el día que se suceden de forma sistemática, el mundo se encuentra sumido en la más profunda oscuridad de todo su existir, y no saldrá de ella si las pocas luces que en él existen, no toman conciencia de la importancia y la existencia de esa luz y se unen para aumentar la intensidad de esa llama y la intensidad de esa luz.
Para romper esa oscuridad el único camino es el sacrificio, el sufrimiento generado por la indiferencia, la ofensa, la burla, los obstáculos, el odio generado por la inconsciencia y tantas otras cosas más.., como respuesta de mucha gente para la que han buscado prender la luz en esta gran oscuridad.
Pero tenemos que ser conscientes de que solamente a través del dar es cuando empezamos a recibir, y de que quien más dé, más recibirá.
Como dijimos antes, para romper esa profunda oscuridad hace falta que la luz empiece a iluminar, y el actuar de esa luz que también pasará por el sufrimiento y el sacrificio personal , nos va a llevar a un crecimiento interior personal que compensará con creces el sufrimiento recibido.
El mundo le teme al sacrificio. El mundo le teme al sufrimiento.
Y como pasa en tantas cosas en la parte espiritual, el mundo los teme porque no los comprende. No existe otro camino mejor para el crecimiento interior que el del sacrificio y el sufrimiento trascendente.
Solamente estos nos permiten valorar, de una manera profunda, lo que somos y lo que tenemos.
El matrimonio se forja en el crisol de las diferentes experiencias dolorosas que sortea en el camino. Un matrimonio lleno de rosas se vuelve egoísta y no sorteará un pequeño bache que el futuro le presente en el camino, y si lo sortea probablemente continúe, pero menos fortalecido que al principio, pues no ha estado acostumbrado a sortear dificultades.
No existen las rosas sin espinas, pero la hermosura de la rosa compensa la existencia de sus espinas.
Esta reflexión probablemente esté muy trillada porque ya la hemos escuchado muchas veces de manera similar, mas debemos de tomar conciencia de la importancia que tiene.
Valoramos lo que tenemos cuando lo sufrimos o cuando estamos a punto de perderlo.
Pero, ¡qué hermosas se vuelven las cosas después de que han sido purificadas en el crisol del sufrimiento!
El agua se vuelve tremendamente anhelada y preciosa cuando después de que en una gran caminata por la montaña, la necesitamos y no la encontramos.
Un trozo de pan se vuelve más precioso después de un ayuno.
El oxígeno se vuelve valioso cuando sufrimos de asma.
Las cosas se vuelven más hermosas y, cobran un valor diferente, después de una grave enfermedad.
Dentro de nuestra rutina diaria deberíamos saber agradecer todos esos obstáculos que se nos aparecen día a día y que son la sal de la vida.
El sufrimiento no hay que generarlo "porque ¡ay de aquel que sea el causante de todo ese sufrimiento..!" y no hay que buscarlo, pero cuando llegue tenemos que darnos cuenta que un mal menor nos puede llevar a un bien mayor.
El universo se rige por pulsaciones cósmicas, el hombre se rige por pulsaciones del corazón, nuestra vida interior debe regirse, por pulsaciones de buenos momentos y momentos de reflexión a los cuales llegamos a veces a través del sufrimiento.
Pero el sufrimiento sólo tiene sentido si nos lleva a crecer como personas y sobre todo en nuestra parte espiritual.
El sacrificio y el sufrimiento sólo tienen sentido cuando los soportamos en unión con Dios.
El sufrimiento por el sufrimiento, no tiene ningún sentido, porque solo sacamos de él, eso mismo, sufrimiento; y el sufrimiento por sí mismo no sirve para nada.
El sufrimiento cuando lo soportamos en unión con Dios se torna muchas veces en una gran bendición. Pero al sufrimiento y al sacrificio, debe dirigirlos siempre el Amor.
Sólo el Amor tiene el poder para obrar milagros. El Amor tiene el poder para convertir situaciones verdaderamente adversas en grandes bendiciones. Sólo el Amor a través de ese sacrificio y sufrimiento, será el único medio por el cual podamos cambiar la oscuridad que envuelve a este mundo.
Pero el único y verdadero Amor que existe es el que permanece unido a Dios. Sólo el Amor en unión con Dios tendrá la potencia suficiente para hacer que la luz brille nuevamente en nuestro mundo.
Cualquier otro tipo de amor, -para los que dicen que hay otro tipo de amor- no lo conseguirá. Pero para que brille la luz de Dios, debemos reflexionar y entender lo que es el Amor.
El Amor es lo que rige el Universo.
El Amor es energía. Pero más que energía, el Amor es una potencia.
El Amor puede conseguir cosas inimaginables para los hombres.
El Amor puede sortear la dificultad más grande a la que nos podamos enfrentar.
El Amor es una fuerza, es una energía.
El Amor no es un intangible. La entrega, la donación, el sacrificio, son consecuencias que se derivan del verdadero Amor.
Pero el Amor en sí tiene una fuerza muy superior a cualquier arma inventada por el hombre.
Los resultados conseguidos por los grupos de oración no son otra cosa más que el Amor en acción.
Debemos descubrir la verdadera potencia del Amor, que será el arma que consiga transformar todo el mal que existe en el mundo (codicia, avaricia, egoísmo, inconsciencia, etc.) en bien.
Pero el Amor que es una potencia y cuya manifestación es la entrega, la donación, el sacrificio, el sufrimiento, etc.., hemos de convertirlo en un estado de nuestro ser.
El Amor debemos convertirlo en un "Estado de Gracia"
Todos deberíamos de aspirar a ese "Estado de Gracia", que es un estado de Plenitud en Dios.
"El Amor debemos convertirlo en un Estado de Gracia. No es un camino de ilusión este Estado de Gracia, sino posible, real y el estado más digno del ser humano, que lo conquista amando de modo estable y definitivo a Dios, y cumpliendo sus mandamientos de vida, que dan la vida.
En algunas personas alcanzar este Estado de Gracia les supone momentos difíciles, de dudas, de incertidumbre si no lo han conocido antes, pero la certeza de tener a Dios en nuestro alma junto con el propósito de no querer ofenderle más de lo que ya ha sido ofendido, hacen que vuelva la paz y reconforte todo nuestro ser que exulta en alabanzas a Dios por su bondad, su grandeza y su poder que ya le tenemos dentro nuestro y a nosotros en Él."
Para llegar a este estado, el Misionerismo debe impulsar la revolución mas importante de todas, que es la Revolución del Conocimiento.
Para entender la Revolución del Conocimiento hay que entender que el conocimiento no tiene límites. El Conocimiento genera más conocimiento, cuanto más conocimiento tengamos más conocimiento generaremos y la máxima expresión del conocimiento, es Dios.
El mundo debe hacer un alto en el camino y replantearse su destino.
El hombre debe hacer un alto en su camino y darse cuenta que, en esencia, no es materia sino espíritu.
El hombre tiene que profundizar en el cuestionamiento fundamental, de "quién soy", "de dónde vengo" y "a dónde voy", porque ese será su nuevo punto de partida que le marcará cuál debe ser el verdadero camino por seguir. El único camino que podemos encontrar es el llegar a nosotros mismos, para así encontrarnos con nuestra parte espiritual, y a su vez llegar a Dios por medio del Amor.
El "Estado de Gracia" al que debemos aspirar es el que nos permite reconocer la plenitud existencial que significa sentirnos amados y sentirnos cerca de Dios.
Es la plenitud permanente que encontraron los Santos de las diferentes épocas; la plenitud por la que, no importaba ningún sacrificio con tal de sentir de forma permanente la presencia de Dios, aunque a veces tuvieran que pasar por noches oscuras.
Para el hombre de nuestro tiempo, vivir dicha plenitud debe pasar por encontrar el equilibrio de su vida entre el trabajo, su familia, y la donación de sí mismo a los demás a través de su apostolado u otras obras de caridad que haga, y todo ello permeado por una presencia central permanente de Dios.
La siguiente oración surgió casi de forma espontánea en medio de un mar de lágrimas por unos momentos de mucho dolor y puede ayudarnos a entender el verdadero y fundamental valor del sacrificio y sufrimiento bendito.
BENDITO EL SUFRIMIENTO BENDITO
MALDITO EL SUFRIMIENTO MALDITO
Bendito el sufrimiento bendito que me hace sufrir para así valorar las pocas o muchas cosas que tengo y que a veces parecen no importar.
Maldito el sufrimiento maldito que sólo me hace sufrir, que no me ayuda a crecer, que no me permite valorar y que sólo un mal sabor me ha dejado al marchar.
Bendito el sufrimiento bendito que me ayuda a reconocer y a valorar las cosas verdaderamente importantes como el amor, la familia, la unión, la posteridad, la amistad.
Maldito el sufrimiento maldito que llegándome, me llega duro y duro me deja cuando se va.
Bendito el sufrimiento bendito en esta noche de lágrimas donde valoro más la familia que me queda y valoro más la familia que se va.
Maldito el sufrimiento maldito, generado por la avaricia, la codicia, la inconsciencia y otras más.
Bendito el sufrimiento bendito que me lleva al amor y me lleva a perdonar, crecer y también olvidar.
Maldito el sufrimiento maldito que nos hunde en el fango y que arrastra a los demás.
Bendito el sufrimiento bendito que viendo a los demás en el fango, por amor me lleva a sufrir y a ayudar a los demás.
Bendito el sufrimiento bendito porque bendito "es" el sufrimiento bendito; porque si no fuera bendito el sufrimiento bendito ¿cómo podría explicar todo ese sufrimiento que por Amor, Cristo nos vino a dar?
Preguntas de reflexión que debes responder en los foros del curso
1.- ¿Has reflexionado sobre el calvario de vida que llevan la gran mayoría de personas, para poder sobrevivir, en esta vida sin sentido?
2.- ¿Qué es para tí el Sacrificio Trascendental, y que beneficios crees que aporte a las personas y a la sociedad?
3.- ¿Crees que le hace falta al mundo que empujemos una Revolución del Conocimiento, hasta donde crees que llegaríamos y cual sería tu visión de una sociedad con un gran conocimiento técnico y trascendental?
4.- El Amor es el fundamento del Misionerismo. ¿Cómo defines o visualizas ese Amor y que alcances crees que podría tener en el hombre y en la sociedad?
APLICACIONES DEL MISIONERISMO
Personal: Mi vida no se reduce al cumplimiento de unas reglas de convivencia familiar, laboral, social. Mi vida tiene sentido en el amor. Buscaré sonreír, servir, buscar el bien de quien tengo al lado. Seré capaz de amarme guardando y cumpliendo los mandamientos.
Familiar: Tener misericordia con nuestros familiares, estando dispuestos a sufrir o pasar penalidades si fuera necesario por el bien de nuestra familia. También debemos de ayudarlos, apoyarlos y servirlos para estar siempre reconciliados y unidos.
Empresa: Comprender el sacrificio de algunas personas de nuestra empresa, ayudarles con detalles y favores, ser sensibles a sus necesidades personales y familiares. La empresa tiene el deber de amar y hacer sentir a cada persona que es amada y tenida en cuenta. Caridad ante los errores, caridad al llamar la atención, caridad para con los menos capacitados, caridad con todos.
Aspectos varios importantes:
Los consultores del curso están a tu disposición aquí
http://www.es.catholic.net/consultas/consultorio.php?id=9
Para consultar todas las lecciones del curso o lecciones anteriores da
click aquí http://www.es.catholic.net/escritoresactuales/961/3320
Tema XII: La Globalización vs La Escalonización VIDEO
http://tv.catholic.net/index.php?option=video&id=872&subcat=80