por cabacort » Mar Nov 05, 2013 9:34 pm
1.- Reflexiona sobre como debe ser el momento de nuestro Juicio ante Dios. ¿Has repasado tu vida, sobre lo que vas a entregarle o lo que vas a decirle sobre lo que has hecho o dejado de hacer?
Yo espero que ese momento sea grato a la vista de mi Padre Dios, que en ese momento su misericordia y su perdón estén siempre presentes, en tanto que me reconozco pecadora, con muchos desaciertos en mi vida de los cuales me he arrepentido y espero tener el tiempo suficiente para dar frutos de caridad, de fe y de esperanza, para entregárselos con un corazón limpio, con una vida santa edificada sobre sus cimientos y con un anhelo profundo por estar en su presencia, por confiarle mi existencia total, terrenal y eterna.
2.- ¿Le has pedido a Dios por una buena muerte? Donde estés realmente preparado/a para partir. ¿Has pensado en ese momento?
Sí, le he pedido que no permita que mi alma se pierda, que mi humanidad no sea tan débil como para no lograr una vida agradable a él y que cuando llegue el momento de mi muerte me permita haber cumplido mi misión en esta tierra de modo tal que vaya a su encuentro llena de gratitud y de alabanzas hacia él. Le pido que ese momento sea de paz, de fe, de esperanza y de mucho amor, que él me lleve de su mano y me permita dejar tranquilamente esta tierra, sin ninguna preocupación, sin ninguna deuda qué saldar, sin ningún remordimiento y sin ningúna desconfianza, aceptando su santa voluntad.
3.- ¿Crees que reflexionar frecuentemente sobre el momento de nuestra muerte, nos ayude a valorar y vivir mejor nuestra vida?
Por supuesto, pues nos dejamos llevar por tantas cosas que no tienen importancia, nos mantenemos dormidos con tantas necesidades absurdas e ilógicas; es necesario tener siempre presente que lo único que necesitamos es estar abiertos a Dios y a sus designios, estar en su presencia y no olvidarnos que el momento de nuestra muerte es el examen definitivo, es el que va a marcar el rumbo de nuestra Trascendencia y que la calidad de nuestra vida va a definir cómo será nuestro futuro.