por yaluz » Mar Jun 18, 2013 5:26 pm
Realmente me parece bien compleja la pregunta, ojalá acierte en mi respuesta
Las dos situaciones diametrialmente opuestas que presenta el Génesis, la de la inocencia original y la del pecado original tienen una dimensión propia en el interior del hombre. Estos dos estados están delimitados por la caida originaria. El árbol de la ciencia del bien y del mal es el simbolo que delimita los dos estados, uno de los cuales nos remite al estado que heredamos, el del pecado original , pero tambien nos hace ver que si heredamos el estado pecaminoso fue porque una vez pertenecimos al de la inocencia original. Por las palabras de nuestro Señor Jesucristo en el relato de Mateo,19 que nos remite al "principio"se percibe que hay una continuidad, un vinculo entre el hombre historico ,pecaminoso cuyas raices no son otras que las del su propia prehistoria, es decir el estado de inocencia original.
Ahora bien, la relación entre la experiencia y la revelación, según mi interpretación, el hombre cuerpo, surge de la experiencia, al principio fue imagen de Dios, y , solo después de romper la alianza con Dios Creador, se percibe como hombre cuerpo y recibe la primera promesa de redención, Gén.3,15. De allí comienza su vida desde la perspectiva de la redención. Y desde aqui se vislumbran las convergencias, plasmadas en el Antiguo Testamento y constatadas en el Nuevo Testamento,unidos ambos, por la figura mesianica, el Mesias de Israel,Jesús.
La experiencia de la existencia humana, que es una experiencia en el cuerpo, experimenta dolores, sufrimientos y hasta la misma muerte del cuerpo, por lo que San Pablo en Rom.8,23 habla el lenguaje de la revelación cuando dice ..".esperamos nuestros derechos de hijos y la redención de nuestro cuerpo"
Finalmente,por lo anteriormente dicho, es posible hablar de una relación recíproca, entre la experiencia y la revelación,en mi entender existe una estrecha vinculación ente ambas, que nos remite en cada acto de nuestra existencia humana al "principio" pues como bien dice el texto, tenemos el derecho, desde la perspectiva de la redención del cuerpo,que se garantice la continuidad y la unidad entre el estado hereditario del pecado del hombre y su inocencia originaria. Esto, por supuesto, basandose en la fe.
Zulay R. de Álvarez (yaluz)
Venezuela