Ambas se encuentran en una relación casi simbiótica, es decir no puede existir una sin la otra. Como humanidad estamos sujetos temporalmente a la “experiencia” de manera natural, es decir percibimos el mundo a través de lo que nuestros sentidos captan y si vamos más allá, podemos decir que el conocimiento se adquiere a través de la experiencia. Estas experiencias nos pueden alejar de nuestro camino hacia un estado de “Revelación” el cuál sería en cierto modo regresar al hombre prehistórico (inocencia original) develar o descubrir verdades teológicas. Por ende, el devenir diario en la humanidad sería el punto en que convergen “experiencia” y “revelación” para alcanzar una debemos pasar ocasionalmente por la otra.
Bendiciones y buenas vibras !!!