14. En el jardín del Edén

En esta primera parte se toca la creación del hombre en relación a la sexualidad y el amor humano, la inocencia y la desnudez, el significado "esponsal" del cuerpo, la donación mutua, la vocación original del matrimonio, la dignidad de la procreación y los problemas del matrimonio en la visión integral del hombre.

Esta es la primera parte de seis partes que se darán de manera consecutiva e ininterrumpida. El curso completo se dará a lo largo de un año y consta de: :

Parte I: Principios del amor humano (23 lecciones)

Parte II: La purificación del corazón (40 lecciones)

Parte III: La resurrección de la carne (9 lecciones)

Parte IV: La virginidad cristiana (14 lecciones)

Parte V: El sacramento del matrimonio (27 lecciones)

Parte VI: Amor y fecundidad (16 lecciones)

Moderadores: pilar calva, Catholic.net, Margarita Gonzalez, Gabirela Vega, Moderadores Animadores

Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor mvirginia_garcia » Lun Jul 29, 2013 4:02 pm

¿ Qué expresan las palabras “esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne”?

"Cuando el primer hombre, al ver a la primera mujer exclama: “Es carne de mi carne y hueso de mis huesos” (Gén 2, 23), afirma sencillamente la identidad humana de ambos. Exclamando así, parece decir: ¡He aquí un cuerpo que expresa la “persona”! Atendiendo a un pasaje precedente del texto yahvista, se puede decir también: este “cuerpo” revela al “alma viviente”, tal como fue el hombre cuando Dios Yahvé alentó la vida en él (cf. Gén 2, 7), por la cual comenzó su soledad frente a todos los seres vivientes. Precisamente atravesando la profundidad de esta soledad originaria, surge ahora el hombre en la dimensión del don recíproco, cuya expresión -que por esto mismo es expresión de su existencia como persona- es el cuerpo humano en toda la verdad originaria de su masculinidad y feminidad. El cuerpo, que expresa la feminidad “para” la masculinidad, y viceversa, la masculinidad “para” la feminidad, manifiesta la reciprocidad y la comunión de las personas."

Esta expresión muestra el asombro del hombre ante la ayuda que Dios le envía, ante la presencia de un igual que le complementa, ante la salida a su soledad que le muestra Dios.
El Señor es mi Pastor nada me falta. Solo DIOS basta
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor Diana Leura » Lun Jul 29, 2013 6:32 pm

Cuando el “hombre-varón”, al despertar del sueño genesíaco, ve al “hombre-mujer”, tomado de él, dice: “esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Gén 2, 3); estas palabras expresan, en cierto sentido, el comienzo subjetivamente beatificante de la existencia del hombre en el mundo. En cuanto se ha verificado al “principio”, esto confirma el proceso de individuación del hombre en el mundo, y nace, por así decir, de la profundidad misma de su soledad humana, que él vive como persona frente a todas las otras criaturas y a todos los seres vivientes (animalia).

Afirma sencillamente la identidad humana de ambos. Exclamando así, parece decir: ¡He aquí un cuerpo que expresa la “persona”! Atendiendo a un pasaje precedente del texto yahvista, se puede decir también: este “cuerpo” revela al “alma viviente”, tal como fue el hombre cuando Dios Yahvé alentó la vida en él (cf. Gén 2, 7)

Urge ahora el hombre en la dimensión del don recíproco, cuya expresión -que por esto mismo es expresión de su existencia como persona- es el cuerpo humano en toda la verdad originaria de su masculinidad y feminidad. El cuerpo, que expresa la feminidad “para” la masculinidad, y viceversa, la masculinidad “para” la feminidad, manifiesta la reciprocidad y la comunión de las personas. La expresa a través del don como característica fundamental de la existencia personal. Este es el cuerpo: testigo de la creación como de un don fundamental, testigo, pues, del Amor como fuente de la que nació este mismo donar


Dios los bendiga

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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor b. gabriel reyes reyes » Lun Jul 29, 2013 8:44 pm

[b]¿Qué expresan las palabras “esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne”?[/b]

[i]Las palabras que Adán pronunció al principio: “esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne” expresan la primera alegría de la aparición del hombre en la existencia como “varón y mujer”, experiencia estrechamente unida con la revelación y con el descubrimiento del significado del cuerpo “esponsalicio”: Cuerpo que expresa a la persona, y al alma viviente en su soledad original; cuerpo testigo de la creación como don fundamental del Amor.

En cuanto se han expresado al “principio”, estas palabras afirman la identidad humana de ambos, confirman el proceso de individuación del hombre en el mundo, pues nacen de la profundidad misma de su soledad humana que él vive como persona, y lo hacen surgir en la dimensión del don recíproco y la comunión de personas.[/i]
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor garu » Mar Jul 30, 2013 7:06 am

Al ver el hombre-varón al hombre-mujer, la reconoce como un ser semejante a él, distinto al resto de la creación (animalia), nace el concepto de persona y la diferenciación del cuerpo en sus dos géneros y el don de la donación mediante la comunión de los cuerpos, masculino y femenino, constituyéndose el comienzo del carácter esponsal del cuerpo.
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor riorosa » Mar Jul 30, 2013 11:32 am

¿Qué expresan las palabras “esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne”?

•Estas palabras expresan, en cierto sentido, el comienzo subjetivamente beatificante de la existencia del ser humano (varón y mujer) en el mundo.
•Esta expresión también confirma el proceso de individuación del ser humano en el mundo y nace de la profundidad misma de su soledad humana, que vive como persona frente a todas las otras criaturas y a todos los seres vivientes (animalia).
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor monivargas1117 » Mar Jul 30, 2013 3:47 pm

¿Qué expresan las palabras “esto si que es ya hueso de mi hueso y carne de mi carne?
Lo que las palabras expresan son un Gozo total ante la creacion del otro, "la mujer", un ser que se unira al hombre como ayuda, como complemento, como donador mismo de Amor. Juntos cumpliran los mandatos del Creador, Amarse, respetarse, apoyarse mutuamente de manera reciproca con el fin de procea., acto mismo de donacion, de Amor.

Bendiciones!
Moni
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor leonibus » Mar Jul 30, 2013 6:09 pm

¿Qué expresan las palabras “esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne”?
Cuando el “hombre-varón”, al despertar del sueño genesíaco, ve al “hombre-mujer”, tomado de él, dice: “esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Gén 2, 3); dice el Papa que estas palabras expresan, en cierto sentido, el comienzo subjetivamente beatificante de la existencia del hombre en el mundo.
En cuanto se ha verificado al “principio”, esto confirma el proceso de individuación del hombre en el mundo, y nace, por así decir, de la profundidad misma de su soledad humana, que él vive como persona frente a todas las otras criaturas y a todos los seres vivientes (los animales). El hombre-varón se reconoce en igual dignidad frente al hombre mujer, en su cuerpo y en su alma.
También este principio, pues, pertenece a una antropología adecuada y puede ser verificado siempre según ella. Esta verificación puramente antropológica nos lleva, al mismo tiempo, al tema de la “persona” y al tema del “cuerpo sexo”. Esta simultaneidad es esencial afirma el Papa. La corporalidad y la espiritualidad van intrínsecamente unidas. Efectivamente, si tratáramos del sexo sin la persona, quedaría destruida toda la adecuación de la antropología que encontramos en el libro del Génesis. Si se separa la sexualidad de la dimensión de la persona, la imagen del hombre queda desvirtuada y asemejada a la de los seres vivientes irracionales.
leonibus
 
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor erinconb » Mar Jul 30, 2013 9:17 pm

El principio del que se ha venido hablando es "atemporal", esto es, no sabemos que tanto tiempo transcurre o ha transcurrido en la existencia del hombre y la mujer creados por la donación amorosa de Dios. Sin embargo podemos asumir que ha sido un tiempo suficiente como para que ellos disfruten de todo lo que les ha dado el Creador. En esa condición pueden apreciar toda la belleza de la creación e incluso su propia belleza. El hombre, que si nos apegamos al texto tendría un poco mas de vida que la mujer ya que esta según el texto yahvista procedería del hombre, puede haber observado el comportamiento animal en cuanto el instinto reproductivo y otro tipo de manifestaciones, pero naturalmente no puede identificarse con ninguno de ellos. Pero cuando contempla a la mujer, entonces entiende que en la manifestación amorosa encuentra su propio y natural complemento y por esto señala "esta si es carne de mi carne y hueso de mis huesos". Con esa creatura si puede identificarse, complementarse y tener la manifestación de su propia donación.
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor cdirma09 » Mié Jul 31, 2013 8:56 am

Buenos Días junto a Jesús Y María:

Pregunta Y Respuesta:

1)¿Qué expresan las palabras "esto sí es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne?

R= Expresan, en cierto sentido, el comienzo subjetivamente beatificante de la existencia del hombre en el mundo. En cuanto se ha verificado al "principio", esto confirma el proceso de individuación del hombre en el mundo, y nace, por así decir, de la profundidad misma de su soledad humana, que él vive como persona frente a todas las otras criaturas y a todos seres los vivientes (animalia).
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor mercea » Mié Jul 31, 2013 3:17 pm

¿Qué expresan las palabras “esto si que es ya hueso de mi hueso y carne de mi carne?

Es el comienzo de la unidad conyugal. En este versículo el sexo entra en la teología del cuerpo.
Ese “comienzo” beatificaste del ser y del existir del hombre, como varón y mujer.
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor migdaliae » Mié Jul 31, 2013 6:29 pm

La palabras "esto si es hueso de mis huesos y carne de mi carne" expresan el reconocimiento de la identidad humana de ambos. El hombre distingue esa diferencia de ese nuevo ser creado del resto de los seres vivientes. Crea conciencia de la identidad humana de ambos. Aún siendo diferentes, reconoce que es su complemento. Ambos son recíprocos (con su masculinidad "para" su feminidad y viceversa), y creados para la comunión de las personas. Con este don del Creador, el hombre toma conciencia del sexo, sin sentir verguenza uno del otro, y del cuerpo que se les dio para la unión conyugal y con la capacidad de la bendición de la fecundidad.
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor mateva69 » Mié Jul 31, 2013 7:55 pm

Esta si es hueso de mu hueso y carne de mi carne, expresa la existencia del hombre en el mundo, pues es interesante como el autor nos va explicando de una manera muy detallada el desarrollo de esta cita del Genesis, capítulo 2, se muestra al hombre creado como un don y una comunion con la mujer es decir se muestra como uno solo, hombre-mujer, ya que los dos se pertenecen y esto explica su sexualidad que se lo muestra con toda la antropologia del hombre, no separando el cuerpo del sexo mas bien tomando realidad sobre ello, para una intima convivencia y un posterior reproducir.
mateva69
 
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor maria guadalupe neri meza » Mié Jul 31, 2013 11:21 pm

Significa la experinecia, la seguridad, de ser consiente de quien esta enfrente de el es similiar, semejante....de la misma naturaleza que el. Con los atributos semejantes del ser creado por DIOS. Es el darse cuenta de que comparten un cuerpo diferente sin avergonzarse de ello, una identificación de el don de reciprocidad, de comunión.
maria guadalupe neri meza
 
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor Elizalban » Jue Ago 01, 2013 9:06 am

¿ Qué expresan las palabras “esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne”?
“Esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne” es la expresión de un descubrimiento consciente del puente que existe entre la soledad y la ayuda, puente que es el don de sí mismo, el compartir en plena libertad. Es una expresión consciente del vivir y no del solo existir, como resultado de esa desnudez originaria, de esa inteligencia espiritual.
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor Dolovalencia » Jue Ago 01, 2013 1:26 pm

Expresan el comienzo beatificante de la existencia del hombre en el mundo. Es sin duda la felicidad originaria del hombre y constituye precisamente esa felicidad que pertenece al misterio de la creación hecha por amor. Con estas palabras se afirma la identidad humana de ambos, esta unido con la revelación y con el descubrimiento del significado del cuerpo.
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor Nelson Panizo » Jue Ago 01, 2013 9:06 pm

Las palabras “esto sí que es ya hueso de mis huesos y carne de mi carne” expresan, de alguna manera, el comienzo beatificante de la existencia del hombre en el mundo, que al haberse verificado al “principio”, confirma el proceso de individualización del hombre en el mundo, y nace, por decir así, de la profundidad misma de su soledad humana, que él vive como persona –sola y diferente - frente a todas las otras criaturas y a todos los seres vivientes. Se afirma así la identidad humana de ambos.
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor casl » Vie Ago 02, 2013 3:03 pm

Estas palabras expresan varias cosas importantes:
- El comienzo subjetivamente beatificante de la existencia del hombre en el mundo. Porque Dios dijo, no es "bueno" que el hombre esté solo, es posible decir que mientras no se verificó el encontrarse hombre y mujer juntos, la humanidad en sí misma no había comenzado a existir.
- Expresan también la individuación del hombre en el mundo, al encontrarse frente a otro como él, puede distinguirse como individuo distinto de ese otro.
- Corresponde así mismo al fin de la soledad originaria del hombre; ya que, aunque siempre deberá responder en soledad a su Creador, en el mundo de las cosas creadas, ya no está solo, tiene a otro a su lado similar a él.
- Afirma la identidad humana de ambos: mismos huesos y misma carne. Y por lo tanto, se sientan las bases de la igualdad de ambos, el descubrimiento en el otro del alma viviente. Pero esta igualdad no es uniformidad, es una igualdad que se da junto con la complementariedad, la comunión y la reciprocidad que el cuerpo demuestran.
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor strelladelamanana » Vie Ago 02, 2013 11:58 pm

Hermano(a)s, buena noche!
Dios Trinio nos bendice en Amor, nos conserva en estado de gracia y nos exhorta a vivir en la fe del amor infinito. Nuestra madre amorosa María Virgen nos protege y conforta.

14. ¿Qué expresan las palabras "esto sí que es ya hueso de mis huesos y como de mi carne"?.
La afirmación de la identidad humana del Hombre en ambos, Varón y Mujer, Mujer y Varón. Así también marca el inicio-comienzo subjetivo beatificante de la existencia del hombre (varón-mujer) en el mundo.

Saludos cordiales, Strella.
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor juan71428 » Dom Ago 04, 2013 7:19 pm

Cuando el primer hombre, al ver a la primera mujer exclama: “Es carne de mi carne y hueso de mis huesos” (Gén 2, 23), afirma sencillamente la identidad humana de ambos. Exclamando así, parece decir: ¡He aquí un cuerpo que expresa la “persona”! Atendiendo a un pasaje precedente del texto yahvista, se puede decir también: este “cuerpo” revela al “alma viviente”, tal como fue el hombre cuando Dios Yahvé alentó la vida en él.
juan71428
 
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Re: 14. En el jardín del Edén

Notapor alejandrah » Lun Ago 05, 2013 7:13 pm

Estas palabras expresan, en cierto sentido, el comienzo subjetivamente beatificante de la existencia del hombre en el mundo. En cuanto se ha verificado al “principio”, esto confirma el proceso de individuación del hombre en el mundo, y nace, por así decir, de la profundidad misma de su soledad humana, que él vive como persona frente a todas las otras criaturas y a todos los seres vivientes (animalia).
Cuando el primer hombre, al ver a la primera mujer exclama: “Es carne de mi carne y hueso de mis huesos” (Gén 2, 23), afirma sencillamente la identidad humana de ambos. Exclamando así, parece decir: ¡He aquí un cuerpo que expresa la “persona”! Atendiendo a un pasaje precedente del texto yahvista, se puede decir también: este “cuerpo” revela al “alma viviente”, tal como fue el hombre cuando Dios Yahvé alentó la vida en él (cf. Gén 2, 7), por la cual comenzó su soledad frente a todos los seres vivientes. Precisamente atravesando la profundidad de esta soledad originaria, surge ahora el hombre en la dimensión del don recíproco, cuya expresión -que por esto mismo es expresión de su existencia como persona- es el cuerpo humano en toda la verdad originaria de su masculinidad y feminidad. El cuerpo, que expresa la feminidad “para” la masculinidad, y viceversa, la masculinidad “para” la feminidad, manifiesta la reciprocidad y la comunión de las personas. La expresa a través del don como característica fundamental de la existencia personal. Este es el cuerpo: testigo de la creación como de un don fundamental, testigo, pues, del Amor como fuente de la que nació este mismo donar. La masculinidad-feminidad -esto es, el sexo- es el signo originario de una donación creadora y de una toma de conciencia por parte del hombre, varón-mujer, de un don vivido, por así decirlo, de modo originario. Este es el significado con el que el sexo entra en la teología del cuerpo.
alejandrah
 
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