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18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Lun Jul 29, 2013 10:36 pm
por pilar calva
18. Vocación original al matrimonio
A continuación hemos tratado de penetrar en el contenido del conciso versículo 25 del Génesis 2: «Estaban ambos desnudos, el hombre y la mujer, sin avergonzarse de ello».

(13-II-80/17-II-80)

1. La meditación siguiente presupone cuanto ya se sabe por los diversos análisis hechos hasta ahora. Estos brotan de la respuesta que dio Jesús a sus interlocutores (Evangelio de San Mateo, 19, 3-9 y de San Marcos, 10, 1-12), que le habían presentado una cuestión sobre el matrimonio, sobre su indisolubilidad y unidad. El Maestro les había recomendado considerar atentamente lo que era «desde el principio». Y precisamente por esto, en el ciclo de nuestras meditaciones hasta hoy, hemos intentado reproducir de algún modo la realidad de la unión, o mejor, de la comunión de personas, vivida «desde el principio» por el hombre y por la mujer. A continuación hemos tratado de penetrar en el contenido del conciso versículo 25 del Génesis 2: «Estaban ambos desnudos, el hombre y la mujer, sin avergonzarse de ello».
Estas palabras hacen referencia al don de la inocencia originaria, revelando su carácter de manera, por así decir, sintética. La teología, basándose en esto, ha construido la imagen global de la inocencia y de la justicia originaria del hombre, antes del pecado original, aplicando el método de la objetivación, específico de la metafísica y de la antropología metafísica. En el presente análisis tratamos más bien de tomar en consideración el aspecto de la subjetividad humana; ésta, por lo demás, parece encontrarse más cercana a los textos originarios, especialmente al segundo relato de la creación, esto es, al yahvista.
2. Independientemente de una cierta diversidad de interpretación, parece bastante claro que «la experiencia del cuerpo», como podemos deducir del texto arcaico del Gén 2, 23, y más aún del Gén 2, 25, indica un grado de «espiritualización» del hombre, diverso del de que habla el mismo texto después del pecado (cf. Gén 3) y que nosotros conocemos por la experiencia del hombre «histórico». Es una medida diversa de «espiritualización», que comporta otra composición de las fuerzas interiores del hombre mismo, como otra relación cuerpo-alma, otras proporciones internas entre la sensitividad, la espiritualidad, la afectividad, es decir, otro grado de sensibilidad interior hacia los dones del Espíritu Santo. Todo esto condiciona el estado de inocencia originaria del hombre y a la vez lo determina, permitiéndonos también comprender el relato del Génesis. La teología y también él Magisterio de la Iglesia han dado una forma propia a estas verdades fundamentales (1).
3. Al emprender el análisis del «principio» según la dimensión de la teología del cuerpo, lo hacemos basándonos en las palabras de Cristo, con las que El mismo se refirió a ese «principio». Cuando dijo: «¿No habéis leído que al principio el Creador los hizo varón y mujer?» (Mt 19, 4), nos mandó y nos manda siempre retornar a la profundidad del misterio de la creación. Y lo hacemos teniendo plena conciencia del don de la inocencia originaria, propia del hombre antes del pecado original. Aunque una barrera insuperable nos aparte de lo que el hombre fue entonces como varón y mujer, mediante el don de la gracia unida al misterio de la creación, y de lo que ambos fueron el uno para el otro, como don recíproco, sin embargo, intentamos comprender ese estado de inocencia originaria en conexión con el estado histórico del hombre después del pecado original: «status naturæ lapsæ simul et redemptæ».
Por medio de la categoría del «a posteriori histórico», tratamos de llegar al sentido originario del cuerpo, y de captar el vínculo existente entre él y la índole de la inocencia originaria en la «experiencia del cuerpo», como se hace notar de manera tan significativa en el relato del libro del Génesis. Llegamos a la conclusión de que es importante y esencial precisar este vínculo, no sólo en relación con la «prehistoria teológica» del hombre, donde la convivencia del varón y de la mujer estaba casi completamente penetrada por la gracia de la inocencia originaria, sino también en relación a su posibilidad de revelarnos las raíces permanentes del aspecto humano y sobre todo teológico del ethos del cuerpo.
4. El hombre entra en el mundo y casi en la trama íntima de su porvenir y de su historia, con la conciencia del significado esponsalicio del propio cuerpo, de la propia masculinidad y feminidad. La inocencia originaria dice que ese significado está condicionado «étnicamente» y además que, por su parte, constituye el porvenir del ethos humano. Esto es muy importante para la teología del cuerpo: es la razón por la que debemos construir esta teología «desde el principio», siguiendo cuidadosamente las indicaciones de las palabras de Cristo.
En el misterio de la creación, el hombre y la mujer han sido «dados» por el Creador, de modo particular, el uno al otro, y esto no sólo en la dimensión de la primera pareja humana y de la primera comunión de personas, sino en toda la perspectiva de la existencia del género humano y de la familia humana. El hecho fundamental de esta existencia del hombre en cada una de las etapas de su historia es que Dios «los creó varón y mujer»; efectivamente, siempre los crea de este modo y siempre son así. La comprensión de los significados fundamentales, encerrados en el misterio mismo de la creación, como el significado esponsalicio del cuerpo (y de los condicionamientos fundamentales de este significado) es importante e indispensable para conocer quién es el hombre y quién debe ser, y por lo tanto cómo debería plasmar la propia actividad. Es cosa esencial e importante para el porvenir del ethos humano.
5. El Génesis 2, 24 constata que los dos, varón y mujer, han sido creados para el matrimonio: «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne». De este modo se abre una gran perspectiva creadora: que es precisamente la perspectiva de la existencia del hombre, que se renueva continuamente por medio de la «procreación» (se podría decir de la «autorreprodución»). Esta perspectiva está profundamente arraigada en la conciencia de la humanidad (cf. Gén 2, 23) y también en la conciencia particular del significado esponsalicio del cuerpo (cf. Gén 2, 25). El varón y la mujer, antes de convertirse en marido y esposa (en concreto hablará de ello a continuación el Gén 4, 1) surgen del misterio de la creación ante todo como hermano y hermana en la misma humanidad. La comprensión del significado esponsalicio del cuerpo en su masculinidad y feminidad revela lo íntimo de su libertad, que es libertad de don. De aquí arranca esa comunión de personas, en la que ambos se encuentran y se dan recíprocamente en la plenitud de su subjetividad. Así ambos crecen como personas-sujetos, y crecen recíprocamente el uno para el otro, incluso a través de su cuerpo y a través de esa «desnudez» libre de vergüenza. En esta comunión de personas está perfectamente asegurada toda la profundidad de la soledad originaria del hombre (del primero y de todos) y, al mismo tiempo, esta soledad viene a ser penetrada y ampliada de modo maravilloso por el don del «otro». Si el hombre y la mujer dejan de ser recíprocamente don desinteresado, como lo eran el uno para el otro en el misterio de la creación, entonces se da cuenta de que «están desnudos» (cf. Gén 3). Y entonces nacerá en sus corazones la vergüenza de esa desnudez, que no habían sentido en el estado de inocencia originaria.
Volveremos todavía sobre este tema.
(1) «Si quis non confitetur primun hominem Adam, cum mandatum Dei in paradiso fuisset transgressus, statim sanctitatem et justitiam, in qua constitutus fuerat, amisisse... anathema sit» (Conc Trident., sess V, cap. 1, 2; DB 788, 789).
«Protoparentes in statu sanctitatis et justitiæ constituti fuerunt (...). Status justitiæ originalis protoparentibus collatus, erat gratuitus et vere supernaturalis (...). Protoparentes constituti sunt in statu naturæ integræ, id est, immunes a concupiscentia, ignorantia, dolore et morte... singularique felicitate gaudebant (...). Dona integritatis protoparentibus collata, erant gratuita et præternaturalia» (A. Tanquerey, Synopsis Theologiæ Dogmaticæ, Parisiis 194324, pp. 534-549).
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Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Lun Ago 05, 2013 4:50 pm
por bonifacia
BUENAS TARDES AMIGOS(AS):

Pregunta: ¿En que consta El Génesis 2, 24?

24." Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne."

Dios se regocijo en su perfecta creación la pareja conyugal , Adán y Eva que en su plena conciencia moral , en su actitud recta ya había determinado comunión, unidad indivisible, indisoluble de la pareja mediante el matrimonio se deben fidelidad, amor, respeto y obediencia a la voluntad de Dios, Jesucristo hace la confirmación mediante el sacramento don del espíritu santo , plan divino, "Lo que Dios ha unido no lo separe el hombre". (Mt. 19, 6).

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Lun Ago 05, 2013 9:16 pm
por CasJor
¿En qué consta el Génesis 2, 24?
Génesis 2,24
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”

Para poder analizar este versículo, es necesario recordar algunos versículos que preceden al citado. El hombre es corpóreo, en Gén 2, 18: “Tomó una de sus costillas… y de la costilla que de él tomara formó Dios a la mujer”. Por tanto varón y mujer son de la misma naturaleza, coexisten al mismo nivel de ser humano, tienen el mismo origen, dignidad e igualdad. No hay superioridad del uno sobre el otro.

Luego en Gén 2,23: “Esto sí que es ya hueso de mis huesos…”… expresa el complemento del uno hacia el otro (matemáticamente diríamos: lo que completa el conjunto universo). Como ya se había analizado se expresa el don de la felicidad originaria del hombre y que se vincula con el misterio de la creación, hecha con verdadero amor por parte de Dios. Ahora si es gratificante para el hombre varón su existencia en el mundo terrenal. Esa alegría manifiesta de Adán muestra que el matrimonio fue ideado por Dios como la principal fuente de felicidad y la forma natural de realización del ser humano.

Finalmente y volviendo al versículo que nos ocupa, al ser hombre varón y hombre mujer de naturaleza corpórea, están llamados a relacionarse de manera biunívoca por medio del cuerpo en la totalidad corpórea-espiritual.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mar Ago 06, 2013 1:03 pm
por maandreuster
¿En que consta el El Génesis 2, 24?
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mar Ago 06, 2013 1:59 pm
por Titica
Consta en Gn. 2,24 que los dos, varon y mujer han sido creados para el matrimonio: "por eso dejara el hombre a su padre y a su madre y se unira a su mujer y los dos seran una sola carne". Se abre asi la accion creadora con la procreacion , cooperando a la expansion de la humanidad.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mar Ago 06, 2013 3:07 pm
por lindoro50
El aspecto más importante del matrimonio es la comunión de los esposos que, por la gracia del Sacramento, se donan totalmente el uno al otro en la entrega del propio cuerpo, de la propia sexualidad, y es en este contexto de mutuo amor en el que Dios ha querido llamar a la existencia a nuevas criaturas, llamadas a transformarse en hijos de Dios para la eternidad.

El matrimonio expresa el amor de Dios por su pueblo, que es la iglesia. Así como Cristo se entregó en sacrificio por amor a la Iglesia y permanece eternamente fiel a ella, del mismo modo los esposos se entregan uno al otro totalmente, imitando el amor de Cristo. Es un gran bien recibir el sacramento del matrimonio en el caso de los bautizados, porque es el único modo de santificar el amor humano entre el hombre y la mujer. El Señor infunde su gracia en los corazones de los esposos para que cumplan los deberes propios de su estado: la fidelidad a sus promesas, la procreación y educación de sus hijos, el sostenimiento mutuo en medio de las alegrías y dificultades de su vida. El matrimonio entre los bautizados es uno de los siete sacramentos que instituyó Jesucristo. Esto quiere decir que es un camino de santidad: Dios llama a los esposos a que ganen el Cielo santificándose en su matrimonio y en su vida familiar. Saber que el matrimonio es una vocación divina ayuda a defenderlo y a valorarlo adecuadamente respondiendo con generosidad a la voluntad de Dios.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mar Ago 06, 2013 4:16 pm
por Jeanette Palacios
¿En que consta el Génesis 2, 24?

El Libro del Genesis 2:24 Consta que los dos Varon y mujer han sido creados para el Matrimonio por "eso dejara el hombre a su padre y a su madre y se unira a su mujer y vendran hacer los dos una sola carne."

De este modo se habre una gran perpectiva creadora: que es precisamente la perspectiva de la existencia del hombre, que se renueva continuamente por medio de la procreacion. Desde el principio de la creacion este es el gran proposito de Dios al bendecir a Adan y Eva para que ellos se multiplicaran y llenaran toda la tierra.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mar Ago 06, 2013 5:14 pm
por fpelaez
¿En que consta el Génesis 2, 24?

"Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y pasan a ser una sola carne." Habla del matrimonio, de la formación de una nueva familia en la comunión del hombre y de la mujer. Que al ser donación el uno para el otro se hace uno. Refleja la importancia de la relación entre hombre y mujer, y de la trascendencia que ésta tiene en la vida del ser humano. Es tan imporante y tan trascendente que el hombre deja a aquellos por el medio de los cuales Dios le dio la vida para unirse a su mujer. Habla también de exclusividad, su mujer... una para un hombre para hacerse uno.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mar Ago 06, 2013 7:14 pm
por Hugo Roberto Rosas
Génesis 2,24.
Nos habla de la separación de los vínculos que hay entre los padres, y unirse a una mujer.
Comienza el laso de la unión matrimonial,que mas adelante nos relata Jesús;el hombre se une a una mujer y los dos
formaran una sola carne( familia ).

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mar Ago 06, 2013 8:10 pm
por nancy caldera
El Gen 2,24 señala lo siguiente: Los hizo varón y mujer, de ésta manera fueron creados en pareja para una unión matrimonial y por eso la palabra señala." Por dicha causa dejará el hombre a su padre y a su madre y estará unido a su mujer y los dos vendrán a ser una misma carne." Aquí señala que formarán su hogar fuera de sus padre y se unirán para procrear y formar un ser que será producto de está unión de una sola carne.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mar Ago 06, 2013 8:40 pm
por Lucia Ramirez Landin
R= Dios en su infinita bondad tenia pensado la reproduccion humana por tanto esta union hombre- mujer desde el Amor lleva a una union sublime e convertinse en ese darse mutuo en una sola carne sin culpa alguna por dejar a su padre y madre ya que vienen de esa msisma union de Amor.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mar Ago 06, 2013 9:26 pm
por Gabriela S
Del matrimonio y la donación mutua que hacen esposo y esposa entre sí

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mar Ago 06, 2013 9:29 pm
por Gabriela S
y de la indisolubilidad del matrimonio.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mar Ago 06, 2013 11:18 pm
por olgadae
El Génesis 2, 24 constata que los dos, varón y mujer, han sido creados para el matrimonio: «Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne». De este modo se abre una gran perspectiva creadora: que es precisamente la perspectiva de la existencia del hombre, que se renueva continuamente por medio de la «procreación» (se podría decir de la «autorreprodución»). Esta perspectiva está profundamente arraigada en la conciencia de la humanidad (cf. Gén 2, 23) y también en la conciencia particular del significado esponsalicio del cuerpo (cf. Gén 2, 25).

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mié Ago 07, 2013 1:46 am
por Teresita de Garoz
Vocación Original del matrimonio.

El Génesis 2, 24.
Constata que los dos, varón y mujer, han sido creados para el matrimonio: "Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne".

De este modo se abre una gran perspectiva creadora: que es precisamente la perspectiva de la existencia del hombre, que se renueva continuamente por medio de la "procreación" .
Esta perspectiva está profundamente arraigada en la conciencia de la humanidad particular del significado esponsalicio del cuerpo. El varón y la mujer, antes de convertirse en marido y esposa surgen del misterio de la creación ante todo como hermano y hermana en la misma humanidad.
La comprensión del significado esponsalicio del cuerpo en su masculinidad y feminidad revela lo íntimo de su libertad, que es libertad de don.
De aquí arranca esa comunión de personas, en la que ambos se encuentran y se dan recíprocamente en la plenitud de su subjetividad.
En esta comunión de personas está perfectamente asegurada toda la profundidad de la soledad originaria del hombre .
Teresita de Garoz.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mié Ago 07, 2013 9:57 am
por Mary Jo
El Génesis 2, 24 consta que el varón y la mujer han sido creados para el matrimonio, en el se comprende el mandato que Dios les da: "Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne”. Pero también está ligado a la existencia del hombre, porque por la unión de ellos, se realiza la procreación, la existencia de un nuevo ser.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mié Ago 07, 2013 11:01 am
por marcela64
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y pasan a ser una sola carne Gen 2,24

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mié Ago 07, 2013 11:32 am
por mariaines
¿En que consta el El Génesis 2, 24?
El Génesis 2, 24 constata que los dos, varón y mujer, han sido creados para el matrimonio: "Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne". De este modo se abre una gran perspectiva creadora: que es precisamente la perspectiva de la existencia del hombre, que se renueva continuamente por medio de la "procreación"

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mié Ago 07, 2013 12:07 pm
por Maria 2
¿En que consta el el Génesis 2, 24?

El Génesis 2, 24 constata que los dos, varón y mujer, han sido creados para el matrimonio: "Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne". De este modo se abre una gran perspectiva creadora: que es precisamente la perspectiva de la existencia del hombre, que se renueva continuamente por medio de la "procreación" (se podría decir de la "autorreprodución"). Esta perspectiva está profundamente arraigada en la conciencia de la humanidad (cf. Gén 2, 23) y también en la conciencia particular del significado esponsalicio del cuerpo (cf. Gén 2, 25). El varón y la mujer, antes de convertirse en marido y esposa (en concreto hablará de ello a continuación el Gén 4, 1) surgen del misterio de la creación ante todo como hermano y hermana en la misma humanidad. La comprensión del significado esponsalicio del cuerpo en su masculinidad y feminidad revela lo íntimo de su libertad, que es libertad de don. De aquí arranca esa comunión de personas, en la que ambos se encuentran y se dan recíprocamente en la plenitud de su subjetividad. Así ambos crecen como personas-sujetos, y crecen recíprocamente el uno para el otro, incluso a través de su cuerpo y a través de esa "desnudez" libre de vergüenza. En esta comunión de personas está perfectamente asegurada toda la profundidad de la soledad originaria del hombre (del primero y de todos) y, al mismo tiempo, esta soledad viene a ser penetrada y ampliada de modo maravilloso por el don del "otro". Si el hombre y la mujer dejan de ser recíprocamente don desinteresado, como lo eran el uno para el otro en el misterio de la creación, entonces se da cuenta de que "están desnudos" (cf. Gén 3). Y entonces nacerá en sus corazones la vergüenza de esa desnudez, que no habían sentido en el estado de inocencia originaria.

COMENTARIO: Principalmente constata que varón y mujer, han sido creados para el matrimonio: "Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne". Abriendo una gran perspectiva creadora: que es precisamente la de la existencia del hombre, que se renueva continuamente por medio de la "procreación", ambos se encuentran y se dan recíprocamente en la plenitud y crecen el uno para el otro.

Un abrazo y hasta pronto.

Re: 18. Vocación original al matrimonio

NotaPublicado: Mié Ago 07, 2013 1:03 pm
por yanuf
FUERON CREADOS EL UNO PARA EL OTRO El Génesis 2, 24 constata que los dos, varón y mujer, han sido creados para el matrimonio: "Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne". De este modo se abre una gran perspectiva creadora: que es precisamente la perspectiva de la existencia del hombre, que se renueva continuamente por medio de la "procreación" (se podría decir de la "autorreprodución"). Esta perspectiva está profundamente arraigada en la conciencia de la humanidad (cf. Gén 2, 23) y también en la conciencia particular del significado esponsalicio del cuerpo (cf. Gén 2, 25). El varón y la mujer, antes de convertirse en marido y esposa (en concreto hablará de ello a continuación el Gén 4, 1) surgen del misterio de la creación ante todo como hermano y hermana en la misma humanidad. La comprensión del significado esponsalicio del cuerpo en su masculinidad y feminidad revela lo íntimo de su libertad, que es libertad de don.