26. La triple concupiscencia

Este curso tiene el objetivo de difundir la catequesis del amor humano, también conocida como Teología del Cuerpo.

En esta segunda parte se toca el adulterio, la concupiscencia, la donación mutua del hombre y a mujer en el matrimonio, la dignidad del cuerpo y del sexo, lo «ético» y lo «erótico» en el amor humano y el respeto al cuerpo.

Fechas:
Este curso consta 40 sesiones que se impartirán todos los martes y sábados a partir del 27 de agosto de 2013 , la última será el 3 enero de 2014

Moderadores: pilar calva, Catholic.net, Margarita Gonzalez, Moderadores Animadores

Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor marthademorones » Jue Sep 12, 2013 11:35 am

¿Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?

En el Génesis nos habla de la ruptura que tenemos con Dios por el hecho de haber cometido pecado original, es decir todos lo tenemos, pero en relación con la respuesta de Cristo nosotros tenemos el poder de no romper nuestra amistad con Dios o mantenerla.

Yo tengo el conocimiento y las herramientas para seguir a su lado o decidir alejarme de El.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor vegafroilan » Jue Sep 12, 2013 6:22 pm

¿Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la
génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?
Todo lo que hay en el mundo, concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y orgullo de la vida, no viene del Padre, sino que procede del mundo. Y el mundo pasa y también sus concupiscencias; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. Es obvio que para entender estas palabras, hay que tener muy en cuenta el contexto, en el que se insertan, es decir, el contexto de toda la “teología de San Juan”, sobre la que se ha escrito tanto (1). Sin embargo, las mismas palabras se insertan, a la vez, en el contexto de toda la Biblia; pertenecen al conjunto de la verdad revelada sobre el hombre, y son importantes para la teología del cuerpo. No explican la concupiscencia misma en su triple forma, porque parecen presuponer que “la concupiscencia del cuerpo, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida”, sean, de cualquier modo, un concepto claro y conocido. En cambio explican la génesis de la triple concupiscencia, al indicar su proveniencia, no “del Padre”, sino “del mundo.
¿Se puso en duda el don, explica esta triple concupiscencia con esta
afirmación que hace Juan Pablo II?
Solamente conviene observar que la misma descripción bíblica parece poner en evidencia especialmente el momento clave, en que en el corazón del hombre se puso en duda el don. El hombre que toma el fruto del “árbol de la ciencia del bien y del mal” hace, al mismo tiempo, una opción fundamental y la realiza contra la voluntad del Creador, Dios Yahvé, aceptando la motivación que le sugiere el tentador: “No, no moriréis; es que sabe Dios que el día que de él comáis, se Os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal”; según traducciones antiguas: “seréis como dioses, conocedores del bien y del mal” (2). En esta motivación se encierra claramente la puesta en duda del don y del amor, de quien trae origen la creación como donación. Por lo que al hombre se refiere, él recibe en don “al mundo” y, a la vez, la “imagen de Dios”, es decir, la humanidad misma en toda la verdad de su duplicidad masculina y femenina.
Basta leer cuidadosamente todo el pasaje del Gén 3, 1-5, para determinar allí el misterio del hombre que vuelve las espaldas al “Padre” (aun cuando en el relato no encontremos este apelativo de Dios). Al poner en duda, dentro de su corazón, el significado más profundo de la donación, esto es, el amor como motivo específico de la creación y de la Alianza originaria (cf. especialmente Gén 3, 5), el hombre vuelve las espaldas al Dios-Amor, al “Padre”. En cierto sentido lo rechaza de su corazón y como si lo cortase de aquello que “viene del Padre”; así, queda en él lo que “viene del mundo”. :-)

Sagrados Corazones de Jesús y María, Protejan nuestras familias que sean corazones de paz.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor Anamariur » Vie Sep 13, 2013 7:54 pm

Porque sí entendemos cómo y por qué nació la concupiscencia, sí entendemos la consecuencia del pecado, como fruto de la ruptura de la Alianza con Dios en el corazón humano -en lo íntimo del hombre-, sus auténticas experiencias a lo largo de la historia, entonces podemos entender el por qué ese deseo en el corazón lleva al hombre a cometer adulterio.ii
Cuando el hombre vuelve las espaldas al "Padre" poniendo en duda, dentro de su corazón, el significado más profundo de la donación, esto es, el amor como motivo específico de la creación y de la Alianza originaria, elige lo que "viene del mundo" y esto explica esta triple concupiscencia con la afirmación que hace Juan Pablo II.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor migdaliae » Sab Sep 14, 2013 11:01 pm

Cuando Cristo habla del "hombre que ve a la mujer deseándola" durante el sermón de la montaña, lo relaciona con "aquello que no viene del Padre, sino del mundo." Es producto de la triple concupiscencia (de la carne, de los ojos y del orgullo de la vida. Si volvemos al principio, vemos que el hombre fue creado con su inocencia original, la cual pierde al romper su alianza con Dios. Con la aparición del pecado, cambia la situación del hombre. Le da la espalda a Dios y abre su corazón a aquello que no viene de Dios. Con el pecado desaparece ese darse y comunión desinteresados. Aparecen el deseo, la soberbia y el egoismo en el corazón del hombre, perdiendo su inocencia originaria.

Con la tentación y el pecado, el corazón del hombre puso en duda el don y el amor que habían recibido de su Creador. "Sereis como dioses, conocedores del bien y el mal." El hombre da la espalda a Dios. Su corazón rechaza lo que viene de él, prefiriendo lo que viene del mundo. Con ello vemos como el corazón del hombre cambió abriendo paso a la concupiscecia de la carne, de los ojos y a la soberbia de la vida.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor Jose Angel Garcia » Dom Sep 15, 2013 12:14 pm

¿Porqué es importante la puntualización que hace el texto sobre la génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo? Se puso en duda el Don, explica esta triple concupiscencia, con esta afirmación que hace Juan Pablo ll.

Para entender esa verdad de importancia universal del hombre "histórico", contenida en las palabras de Cristo durante el sermón de la montaña (Mt 5, 27), debemos volver una vez mas al libro del Genésis, detenernos una vez mas "en el humbral" de la revelación del hombre "histórico". Esto es tanto mas nesesario, en cuanto que este humbral de la historia de la salvación es, al mismo tiempo, umbral de auténticas experiencias humanas.
El hombre pone en duda, dentro de su corazón, el significado mas profundo de la donación, esto es, el amor como motivo específico de la creación y de la Alianza originaria (Gen 3, 5). El hombre vue las espaldas a Dios-Amor, al "Padre". En cierto sentido lo rechaza de su corazón y como si lo cortase de aquéllo que "viene del padre". Asi, queda en él lo que "viene del mundo". Es por eso que en (1 Jn 2, 16-17) recalca que la triple concupiscencia es algo que procede del mundo y no de Dios, es decir, bienen a raiz de la separacion de Dios.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor Yennis Silva » Mar Sep 17, 2013 9:53 pm

¿Porqué es importante la puntualización que hace el texto sobre la génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?
Se puso en duda el Don, explica esta triple concupiscencia, con esta afirmación que hace Juan Pablo ll.

En sentido general y etimológico, concupiscencia es el deseo que el alma siente por lo que le produce satisfacción, es decir un "Deseo desmedido" no en el sentido del bien moral, sino en el de lo que produce satisfacción carnal. De acuerdo a la teología moral católica, la concupiscencia es un apetito incontrolado contrario a la razón. Aquí apetito quiere decir inclinación interna, y la referencia a la razón tiene que ver con la oposición entre lo sexual y lo racional, no con el uso común de la palabra razón.
La palabra concupiscencia tiene dos acepciones que son, por un lado la tendencia a pecar y por otro, también aceptada por teólogos católicos que va más ligada a los "impulsos" que al estar la persona humana herida por el pecado (original), entonces estos impulsos deben ser regidos por la prudencia (la razón humana) que está iluminada por la Fe.

Podemos ver en (1 Jn 2, 16-17) donde acentúa que la triple concupiscencia es algo que procede del mundo y no de Dios, es decir, nace una vez que el hombre se separa del amor de Dios.

La triple concupiscencia es un tema bien complejo, y con muchas aristas las cuales para evitar caer en todas estas tentaciones hay que sentir el amor de Dios en nuestras vidas, vivirlo y transmitirlo a nuestro prójimo, solo cambiando y actuando de acuerdo al querer de Dios, todo es posible.

"TE AMO MI JESÚS, HAS CAMBIADO MI VIDA"
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor Mary Jo » Mar Sep 17, 2013 11:29 pm

a. ¿Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?

Es tan importante porque:
1. Porque el origen de la concupiscencia está relacionada con el mundo y no con la creación del Padre.
2. La triple concupiscencia no es fruto del misterio de la creación, sino como fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal en el corazón del hombre.
3. La triple concupiscencia fructifica la ruptura de la primera Alianza con el Creador.
4. El lugar y la fuente de concupiscencia es el “mundo”, no el creado por Dios, cuya “bondad” es fundamental, sino el que es resultado de la ruptura de la Alianza de Dios en el corazón humano.

b. Se puso en duda el don, explica esta triple concupiscencia con esta afirmación que hace Juan Pablo II

Al hablarse que se puso en duda el don, se refiere al momento en que el hombre toma el fruto del "árbol de la ciencia del bien y del mal" y al mismo tiempo, hace una opción fundamental y la realiza contra la voluntad del Creador, aceptando la motivación que le sugiere el tentador, es decir, de ser como Dios. En esta motivación se encierra la puesta en duda del don y del amor, de quien trae origen la creación como donación. Por lo que al hombre se refiere, él recibe en don "al mundo" y, a la vez, la "imagen de Dios", es decir, la humanidad misma en toda la verdad de su duplicidad masculina y femenina.
Al poner en duda, dentro de su corazón, el significado más profundo de la donación, esto es, el amor como motivo específico de la creación y de la Alianza originaria, en cierto sentido lo rechaza de su corazón y como si lo cortase de aquello que "viene del Padre"; así, queda en él lo que "viene del mundo".
Por lo que podemos entender que la triple concupiscencia venga de ese “mundo” originado por el pecado.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor katrinaruiz » Jue Sep 19, 2013 11:55 pm

Porque se comprueba las palabras de Cristo en el sermón de la montaña, que el deseo viene del corazón humano, es decir, es originario del mundo y no proviene de Dios. En el Genesis se hace mención de lo proveniente de Dios y se muestra como al darle la espalda nace en el corazón del hombre la triple concupiscencia: del cuerpo, los ojos y la soberbia de la vida; provenientes del mundo, lo cual no se encontraba existente en el estado originario del hombre, en el cual todo provenía de Dios.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor Bertha Verduzco » Vie Sep 20, 2013 9:23 pm

¿Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?
Porque indica su proveniencia, no “del Padre”, sino “del mundo”.
La concupiscencia está “en el mundo” y, “viene del mundo”, no como fruto del misterio de la creación, sino como fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal en el corazón del hombre. Lo que fructifica en la triple concupiscencia no es el “mundo” creado por Dios para el hombre sino el resultado de la Alianza con el Creador que se rompió en el corazón del hombre.

BERTHA MARIA VERDUZCO CRUZ
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor fpelaez » Mié Sep 25, 2013 5:31 pm

¿Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la
génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?

Por qué Cristo da una respuesta al hombre histórico, que se refiere a todo hombre que ha estado en el mundo, empezando con el hombre orginal. En quien tuvo génesis la concupiscencia. Cristo en su respuesta hace referencia a aquello que se perdió con el pecado original que a su vez fue la génesis de la concupiscencia. Es importante porque también hace referencia a la relación que hay entre el hombre original y el hombre histórico, ya que nace la concupiscencia en el hombre, se hace no sólo en el hombre original sino en el hombre histórico. Lo cual quiere decir que a partir de la génesis de la concupiscencia en el hombre original, todo hombre, el hombre histórico, llevará inscrita en su corazón esta concupiscencia.

Se puso en duda el don, explica esta triple concupiscencia con esta
afirmación que hace Juan Pablo II

En el Eden, frente al árbol de la ciencia del bien y del mal, el hombre dudó del don del amor de Dios, primero en soberbia, puesto que al escuchar serás como Dios, llamó al corazón querer ser más, pensar que se puede ser cómo Dios (el enemigo del alma seduce al hombre de la misma forma por la cuál el fue seducido a alejarse de Dios, la soberbia). Al ponerse en duda el don y optar por la desobediencia, se les "abren" los ojos al hombre y a la mujer, la concupiscencia del los ojos, al tapar el cuerpo se hace presente también la concupiscencia de la carne. El hombre y la mujer ya no se veían como don. Se pone en duda el don del amor y así se pone en duda toda la existencia del hombre.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor b. gabriel reyes reyes » Mié Sep 25, 2013 6:16 pm

[b]¿Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?[/b]

[i]La puntualización que hace el texto en relación con la respuesta de Cristo es importante porque se reviven los mismos significados fundamentales, del “principio” como elementos constitutivos de una antropología adecuada y substrato profundo de la teología del cuerpo.[/i]

[b]“Se puso en duda el don”, explica esta triple concupiscencia con esta afirmación que hace Juan Pablo II?[/b]

[i]Aceptando la motivación que le sugiere el tentador, el hombre…
• pone en duda, dentro de su corazón, el significado más profundo de la donación, esto es, el amor como motivo específico de la creación y de la Alianza originaria
• vuelve las espaldas al Dios-Amor, al "Padre". En cierto sentido lo rechaza de su corazón y, como si lo cortase de aquello que "viene del Padre", sólo queda en él "Todo lo que hay en el mundo, concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y orgullo de la vida…” (Jn 2, 16-17).[/i]
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor marcela64 » Mié Sep 25, 2013 6:58 pm

¿Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?
el inicio del pecado surge en la mente por eso Jesucristo dice que el que mira a una mujer deseandola ya cometió se adulterio

Se puso en duda el don, explica esta triple concupiscencia con esta afirmación que hace Juan Pablo II
Estan estrechamente relacionadas esta triple concupiscencia pues el deceo viene del hombre, la mirada le alimenta y el orgullo no te permite reconocer que estas pecando
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor Carlos64 » Vie Sep 27, 2013 1:46 pm

Pregunta: "¿Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo? Se puso en duda el don, explica esta triple concupiscencia con esta
afirmación que hace Juan Pablo II"
.

Cito: "El hombre que toma el fruto del “árbol de la ciencia del bien y del mal” hace, al mismo tiempo, una opción fundamental y la realiza contra la voluntad del Creador, Dios Yahvé, aceptando la motivación que le sugiere el tentador: “No, no moriréis; es que sabe Dios que el día que de él comáis, se Os abrirán los ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal”; según traducciones antiguas: “seréis como dioses, conocedores del bien y del mal” (2). En esta motivación se encierra claramente la puesta en duda del don y del amor, de quien trae origen la creación como donación. Por lo que al hombre se refiere, él recibe en don “al mundo” y, a la vez, la “imagen de Dios”, es decir, la humanidad misma en toda la verdad de su duplicidad masculina y femenina".

La respuesta de Cristo ante el dilema humano, que en definitiva es el dilema del pecado y de su consecuencia esencial,(esto es, la separación del hombre de Dios percibida y vivida como una ruptura que nos constriñe y nos desvirtúa en una ambivalencia existencial de cara al bien y el mal), es declararnos la necesidad de que descubramos la plena imagen de lo que realmente somos en lo más profundo del corazón (nuestro interior). Desde este punto de vista, la invitación de Cristo a reencontrar la pureza de nuestro corazón, reencontrando con ello la imagen de Dios que se nos dio en un principio como don de amor, puede entenderse como un llamado a superar en nosotros mismos la triple concupiscencia que lastra nuestro ser (por decirlo de otro modo, despojarnos del lastre) para así volver a ser lo que según el designio amoroso del Padre hemos de ser. Y para ello es primordial la confianza absoluta en el amor del Padre, precisamente la antítesis de lo que se dio cuando el ser humano del principio de la historia bíblica optó por confiar más en el engaño del maligno que en el don de la creación y el amor paternal de Dios, poniendo así en entredicho (desconfiando de) la bondad infinita del designio divino.

En otras palabras, si la concupiscencia en sus tres acepciones es resultado de una desconfianza primordial para con Dios introducida por la astucia del tentador y por la opción que tomó el ser humano original (hombre y mujer) de desconfiar de Aquel que le había dado el don de su Amor (prácticamente, la serpiente presenta a Dios como un persona ue dice mentiras y a su don como una farsa, y el hombre, engañado, se lo cree), el retorno a nuestra inocencia primordial, la cual implica la vida en gracia de Dios desde nuestra realidad corpórea y desde nuestra dicotomía de género, sólo es posible en la confianza plena en el amor del Padre y en el hecho de que ese Amor es tan perfecto y gratuito que se nos dona desde nuestro corazón (en nuestro interior más profundo hay un abismo que Dios quiere llenar y que sólo Él puede llenar) en la medida en que confiamos. Entre más confiamos en Dios y en su don de amor, que es el Don de Sí Mismo, más retornamos a ser lo que fuimos antes de la caída.

Así, la respuesta de Cristo es que en cierta manera descubramos en nosotros mismos, en nuestro corazón, el mundo como algo bueno creado por Dios antes del pecado. Al descubrirnos previamente como imagen de Dios, creados en el amor y por el amor, inocentes, capaces de comunión plena por medio de nuestro cuerpo, sin vergüenzas que delaten nuestra ruptura con su designio, descubrimos en nosotros esa plena imagen y re-descubrimos al mundo como el escenario, libre de pecado y de concupiscencia, de la obra de Dios.

Ser puro de corazón implica poder ver a Dios. A ese extremo inimaginable de bienaventuranza lleva la ética de Cristo. La concupiscencia es el lastre que nos lo impide siempre por cuanto conlleva la señal (vergüenza, soberbia) de una desconfianza inicial en el amor divino (se puso en duda el don). En la pureza de corazón no hay sitio alguno para esa desconfianza. Pureza de corazón es confianza absoluta, filial, en el amor del Padre.

El Señor la bendiga, Dra. Calva.
Discípulo de Cristo por amor del Padre y unción del Espíritu. Miembro de la Iglesia por gracia divina. Amar a Jesús es mi mayor alegría.

Dios te salve, María, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor RoxanaGomez25 » Dom Sep 29, 2013 5:19 pm

Es importante puntualizar la concupiscencia en relación a la respuesta de Cristo, y si se pone en duda el don, cuando Cristo se refiere al principio, se refiere a cuando Dios crea al mundo bueno, pero cuando el hombre rechaza el don, se pone de espaldas a Dios, rompe la alianza con Él, se puede decir que se marca una línea divisoria (Gn 3,7) donde dice que abrieron los ojos y se vieron desnudos, ahí se puede decir que entró la triple concupiscencia de carne, de ojos y de orgullo, soberbia de la vida, de una dimensión de inocencia original pasan al pecado, de una dimensión de alianza pasan a rechazar y dar la espalda al don, la concupiscencia está y viene del mundo, no del Padre, sino como fructificada de la ruptura de esta alianza, como fruto del árbol de bien y del mal, es una ruptura en el corazón del ser humano, en su interior, un nuevo estado de su naturaleza, Cristo lo puntualiza para que veamos que en el principio no existía la concupiscencia, existía el don en alianza..
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor itziar2 » Mié Oct 02, 2013 12:23 pm

Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?
Se puso en duda el don, explica esta triple concupiscencia con esta afirmación que hace Juan Pablo II

La génesis de la concupiscencia se encuentra en la ruptura de la Alianza con Dios Creador en el corazón del hombre, así el mundo del libro del Génesis se ha convertido en fuente y lugar de concupiscencia. La frase de de la Carta de San Juan 2, 16-17, "... no vienen del Padre sino del mundo..." nos remite de nuevo "al principio", deteniéndonos en el umbral de la revelación del hombre histórico.
La relación entre el texto de San Juan y las palabras de Cristo en Mateo 5, 27-28 nos permite acercarnos a la verdad sobre el hombre; la mirada deseando, es precisamente, la mirada de un hombre de deseo, el hombre que mira para desear y la mujer que es objeto de tal mira, se encuentran en la dimensión de la triple concupiscencia: carne, ojos y soberbia de la vida, concupiscencia que viene del mundo y no del Padre.
Es en Génesis 3, 1-5 donde se describe el momento clave en el que en el corazón del hombre se pone en duda el Don y del Amor; el hombre recibe como don el mundo y la imagen de Dios, es decir, la humanidad en su duplicidad masculina y femenina y el amor como motivo especifico de la creación y de la Alianza originaria, volviendo la espalda a Dios-Amor, al Padre y por tanto, queda en el corazón del hombre "lo que viene del mundo"
y se les abrieron los ojos y se dieron cuenta que estaban desnudos. (vergüenza en conexión con el pecado)Es la fuente primera de la manifestación en el hombre de lo que no viene del Padre sino del mundo
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor claudia corchado » Jue Oct 17, 2013 5:54 pm

Pregunta: ¿Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?
Porque es necesario entender lo que es ese bíblico “hombre de deseo”, para descubrir la profundidad de las palabras de Cristo según Mt 5, 27-28, y para explicar lo que signifique su referencia al corazón humano. Para entender esa verdad sobre el hombre “histórico”, contenida en las palabras de Cristo durante el sermón de la montaña se debe volver al libro del Génesis. El hombre que toma el fruto del “árbol de la ciencia del bien y del mal” hace, al mismo tiempo, una opción fundamental y la realiza contra la voluntad del Creador, Dios Yahvé, aceptando la motivación que le sugiere el tentador. En esta motivación se encierra claramente la puesta en duda del don y del amor, de quien trae origen la creación como donación.

Se puso en duda el don, explica esta triple concupiscencia con esta afirmación que hace Juan Pablo II
En todo el pasaje del Gén 3, 1-5, se puede determinar el misterio del hombre que vuelve las espaldas al “Padre”. Al poner en duda, dentro de su corazón, el significado más profundo de la donación (esto es, el amor como motivo específico de la creación y de la Alianza originaria), el hombre vuelve las espaldas al Dios-Amor, al “Padre”. En cierto sentido lo rechaza de su corazón, como si cortase todo aquello que “viene del Padre”, y así queda en él lo que “viene del mundo”. La primera frase del relato yahvista (Gén 3, 7), refiere a la “situación” del hombre después del pecado y muestra el nuevo estado de la naturaleza humana. El libro del Génesis se refiere a esta experiencia para demostrar la “línea divisoria” que existe entre el estado de inocencia originaria y el estado de situación de pecado del hombre al “principio” mismo.
La concupiscencia de la carne y, junto con ella, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida, está “en el mundo” y, a la vez, “viene del mundo”, no como fruto del misterio de la creación, sino como fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal (cf. Gén 2, 17) en el corazón del hombre. Lo que fructifica en la triple concupiscencia no es el “mundo” creado por Dios para el hombre en su infinita “bondad”, sino fructifica la ruptura de la primera Alianza con el Creador, con Dios-Elohim, con Dios-Yahvé. Esta Alianza se rompió en el corazón del hombre, misterio del pecado, en los comienzos de la historia humana.

Saludos a todos y que DIOS nos ayude a continuar en el curso.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor mercea » Sab Oct 19, 2013 9:39 pm

Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?

Rta:
Jesús nos pide ser limpio de corazón, el deseo, (la carne)lo impuro que viene del mundo es todo lo contrario al deseo de Dios.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor mari_pily » Dom Oct 20, 2013 2:09 pm

Jesús dice: Todo aquel que mire a otra mujer con ojos de deseo ya ha cometido adulterio con ella en su corazón, por eso hace una puntualización muy importante para que todos andemos con más cuidado cuidando nuestra mirada y así mismo nuestros pensamientos, para no caer en la tentación y cometamos adulterio con el pensamiento, pues esto le desagrada a Dios.
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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor Monica Guzman » Lun Oct 21, 2013 5:58 am

¿Por qué es tan importante la puntualización que hace el texto sobre la
génesis de la concupiscencia, en relación con la respuesta que da Cristo?

Porque nos hace ver que el origen de esta concupiscencia no es de Dios, sino del corazón del hombre que ha roto la Alianza con su Dios Padre, engañado por el demonio, pero aceptado libremente en sus corazones (del hombre y la mujer).

Porque aquí Cristo hace ver que no sólo importan los actos en sí, sino el interior de esos actos. En la concupiscencia, se manifiesta el rechazo al don de Dios, a su amor, mostrándonos así la triple concupiscencia de la carne, la vista y el orgullo de la vida (querer ser como dioses).

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Re: 26. La triple concupiscencia

Notapor mamafeliz » Lun Oct 21, 2013 2:05 pm

"Todo lo que hay en lel mundo, concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y orgullo de la vida, no viene del Padre, sino que procede del mundo. Y el mundo pasa y también sus concupiscencias; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre"
Estas palabras son importantes para la teología del cuerpo y explican la génesis de la triple concupiscencia, al indicar su proveniencia, no "del padre", ssino "del mundo".
La concupiscencia de la carne y, junto con ella, la concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida, está "en el mundo" y, a la vez, "viene del mundo", no como fruto del misterio de la creación, sino como fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal en el corazón del hombre. La triple concupiscencia fructifica la ruptura de la primera Alianza con el Creador. Esta Alianza se rompió en el corazón del hombre.
La formula según la cual, la concupiscencia "no viene del Padre, sino del mundo" parece dirigirse una vez más hacia el "principio" bíblico.
Cristo indica que el hombre "mira" a la mujer "deseandola" porque es un "hombre de deseo" y se encuentra en la dimensión de la triple concupiscencia.
La frase "Abrieronse los ojos de ambos, y viendo que estaban desnudos, cosieron unas hojas de higera y se hicieron unos cenidores" indica el comienzo de la concupiscencia en el corazón del hombre.
mamafeliz
 
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Registrado: Mié Jun 05, 2013 12:33 pm

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