31. La triple concupiscencia altera la significación esponsa

Este curso tiene el objetivo de difundir la catequesis del amor humano, también conocida como Teología del Cuerpo.

En esta segunda parte se toca el adulterio, la concupiscencia, la donación mutua del hombre y a mujer en el matrimonio, la dignidad del cuerpo y del sexo, lo «ético» y lo «erótico» en el amor humano y el respeto al cuerpo.

Fechas:
Este curso consta 40 sesiones que se impartirán todos los martes y sábados a partir del 27 de agosto de 2013 , la última será el 3 enero de 2014

Moderadores: pilar calva, Catholic.net, Margarita Gonzalez, Moderadores Animadores

31. La triple concupiscencia altera la significación esponsa

Notapor pilar calva » Mar Sep 24, 2013 11:51 pm

31. La triple concupiscencia altera la significación esponsal del cuerpo
La explicación de esta vergüenza no se busca en el cuerpo mismo, en la sexualidad somática de ambos, sino que se remonta a las transformaciones más profundas sufridas por el espíritu humano.

(25-VI-80/29-VI-80)

El análisis que hicimos durante la reflexión precedente se centraba en las siguientes palabras del Génesis 3, 16, dirigidas por Dios-Yahvé a la primera mujer después del pecado original: “Buscarás con ardor a tu marido, que te dominará” (Gén 3, 16). Llegamos a la conclusión de que estas palabras contienen una aclaración adecuada y una interpretación profunda de la vergüenza originaria (cf. Gén 3, 7), que ha venido a ser parte del hombre y de la mujer junto con la concupiscencia. La explicación de esta vergüenza no se busca en el cuerpo mismo, en la sexualidad somática de ambos, sino que se remonta a las transformaciones más profundas sufridas por el espíritu humano. Precisamente este espíritu es particularmente consciente de lo insaciable que es de la mujer. Y esta conciencia, por decirlo así, culpa al cuerpo de ello, le quita la sencillez y pureza del significado unido a la inocencia originaria del ser humano.

Con relación a esta conciencia, la vergüenza es una experiencia secundaria: si, por un lado, revela el momento de la concupiscencia, al mismo tiempo puede prevenir de las consecuencias del triple componente de la concupiscencia. Se puede incluso decir que el hombre y la mujer, a través de la vergüenza, permanecen casi en el estado de la inocencia originaria. En efecto, continuamente toman conciencia del significado esponsalicio del cuerpo y tienden a protegerlo, por así decir, de la concupiscencia, tal como si trataran de mantener el valor de la comunión, o sea, de la unión de las personas en la “unidad del cuerpo”.

2. El Génesis 2, 24 habla con discreción, pero también con claridad de la “unión de los cuerpos” en el sentido de la auténtica unión de las personas: “El hombre... se unirá a su mujer y vendrán a ser los dos una sola carne”; y del contexto resulta que esta unión proviene de una opción, dado que el hombre “abandona” al padre y a la madre para unirse a su mujer. Semejante unión de las personas comporta que vengan a ser “una sola carne”. Partiendo de esta expresión “sacramental” que corresponde a la comunión de las personas -del hombre y de la mujer- en su originaria llamada a la unión conyugal, podemos comprender mejor el mensaje propio del Génesis 3, 16; esto es, podemos establecer y como reconstruir en qué consiste el desequilibrio, más aún, la peculiar deformación de la relación originaria interpersonal de comunión, a la que aluden las palabras “sacramentales” del Génesis 2, 24.

Se puede decir, pues, -profundizando en el Génesis 3, 16- que mientras por una parte el “cuerpo”, constituido en la unidad del sujeto personal, no cesa de estimular los deseos de la unión personal, precisamente a causa de la masculinidad y feminidad (”buscarás con ardor a tu marido”), por otra parte y al mismo tiempo, la concupiscencia dirige a su modo estos deseos; esto lo confirma la expresión: “él te dominará”. Pero la concupiscencia de la carne dirige estos deseos hacia la satisfacción del cuerpo, frecuentemente a precio de una auténtica y plena comunión de las personas. En este sentido, se debería prestar atención a la manera en que se distribuyen las acentuaciones semánticas en los versículos del Génesis 3; efectivamente, aun estando esparcidas, revelan coherencia interna. El hombre es aquel que parece sentir vergüenza del propio cuerpo con intensidad particular: “Temeroso porque estaba desnudo, me escondí” (Gén 3, 10); estas palabras ponen de relieve el carácter realmente metafísico de la vergüenza. Al mismo tiempo, el hombre es aquel para quien la vergüenza, unida a la concupiscencia, se convertirá en impulso para “dominar” a la mujer (”él te dominará”).

A continuación, la experiencia de este dominio se manifiesta más directamente en la mujer como el deseo insaciable de una unión diversa. Desde el momento en que el hombre la “domina”, a la comunión de las personas -hecha de plena unidad espiritual de los dos sujetos que se donan recíprocamente- sucede una diversa relación mutua, esto es, una relación de posesión del otro a modo de objeto del propio deseo. Si este impulso prevalece por parte del hombre, los instintos que la mujer dirige hacia él, según la expresión del Génesis 3, 16, pueden asumir -y asumen- un carácter análogo. Y acaso a veces previenen el “deseo” del hombre, o tienden incluso a suscitarlo y darle impulso.

4. El texto del Génesis 3, 16 parece indicar sobre todo al hombre como aquel que “desea”, análogamente al texto de Mateo 5, 27-28, que constituye el punto de partida para las meditaciones presentes; no obstante, tanto el hombre como la mujer se han convertido en un “ser humano” sujeto a la concupiscencia. Y por esto ambos sienten la vergüenza, que con su resonancia profunda toca lo íntimo tanto de la personalidad masculina como de la femenina, aun cuando de modo diverso. Lo que sabemos por el Génesis 3 nos permite delinear apenas esta duplicidad, pero incluso los solos indicios son ya muy significativos. Añadamos que, tratándose de un texto tan arcaico, es sorprendentemente elocuente y agudo.

5. Un análisis adecuado del Génesis 3 lleva, pues, a la conclusión, según la cual la triple concupiscencia, incluida la del cuerpo, comporta una limitación del significado esponsalicio del cuerpo mismo, del que participaban el hombre y la mujer en el estado de la inocencia originaria.

Cuando hablamos del significado del cuerpo, ante todo hacemos referencia a la plena conciencia del ser humano, pero incluimos también toda experiencia efectiva del cuerpo en su masculinidad y feminidad y, en todo caso, la predisposición constante a esta experiencia. El “significado” del cuerpo no es sólo algo conceptual. Sobre esto ya hemos llamado suficientemente la atención en los análisis precedentes. El “significado del cuerpo” es a un tiempo lo que determina la actitud: es el modo de vivir el cuerpo. Es la medida, que el hombre interior, es decir, ese “corazón”, al que se refiere Cristo en el sermón de la Montaña, aplica al cuerpo humano con relación a su masculinidad/feminidad (por lo tanto, con relación a su sexualidad).

Ese “significado” no modifica la realidad en sí misma, lo que el cuerpo humano es y no cesa de ser en la sexualidad que le es propia, independientemente de los estados de nuestra conciencia y de nuestras experiencias. Sin embargo, este significado puramente objetivo del cuerpo y del sexo, fuera del sistema de las reales y concretas relaciones interpersonales entre el hombre y la mujer, es, en cierto sentido, “ahistórico”. En cambio, nosotros, en el presente análisis -de acuerdo con las fuentes bíblicas- tenemos siempre en cuenta la historicidad del hombre (también por el hecho de que partimos de su prehistoria teológica). Se trata aquí obviamente de una dimensión interior, que escapa a los criterios externos de la historicidad, pero que, sin embargo, puede ser considerada “histórica”. Más aún, está precisamente en la base de todos los hechos, que constituyen la historia del hombre -también la historia del pecado y de la salvación- y así revelan la profundidad y la raíz misma de su historicidad.

6. Cuando, en este amplio contexto, hablamos de la concupiscencia como de limitación, infracción o incluso deformación del significado esponsalicio del cuerpo, nos remitimos, sobre todo, a los análisis precedentes, que se referían al estado de la inocencia originaria, es decir a la prehistoria teológica del hombre. Al mismo tiempo, tenemos presente la medida que el hombre “histórico”, con su “corazón”, aplica al propio cuerpo respecto a la sexualidad masculina/femenina. Esta medida no es algo exclusivamente conceptual: es lo que determina las actitudes y decide en general el modo de vivir el cuerpo.

Ciertamente, a esto se refiere Cristo en el sermón de la Montaña. Nosotros tratamos de acercar las palabras tomadas de Mateo 5, 27-28 a los umbrales mismos de la historia teológica del hombre, tomándolas, por lo tanto, en consideración ya en el contexto del Génesis 3.

La concupiscencia como limitación, infracción o incluso deformación del significado esponsalicio del cuerpo, puede verificarse de manera particularmente clara (a pesar de la concisión del relato bíblico) en los dos progrenitores, Adán y Eva; gracias a ellos hemos podido encontrar el significado esponsalicio del cuerpo y descubrir en qué consiste como medida del “corazón” humano, capaz de plasmar la forma originaria de la comunión de las personas. Si en su experiencia personal (que el texto bíblico nos permite seguir) esa forma originaria sufrió desequilibrio y deformación -como hemos tratado de demostrar a través del análisis de la vergüenza- debía sufrir una deformación también él significado esponsalicio del cuerpo, que en la situación de la inocencia originaria constituía la medida del corazón de ambos, del hombre y de la mujer. Si llegamos a reconstruir en qué consiste esta deformación, tendremos también la respuesta a nuestra pregunta: esto es, en qué consiste la concupiscencia de la carne y qué es lo que constituye su nota específica teológica y a la vez antropológica. Parece que una respuesta teológica y antropológicamente adecuada, importante para lo que concierne al significado de las palabras de Cristo en el sermón de la Montaña (Mt 5, 27-28), puede sacarse ya del contexto del Génesis 3 y de todo el relato yahvista, que anteriormente nos ha permitido aclarar el significado esponsalicio del cuerpo humano.

Pregunta:
¿Es La concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente? ¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor mariaines » Mié Sep 25, 2013 9:46 am

¿Es La concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente? ¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?

El "significado" del cuerpo no es sólo algo conceptual. El "significado del cuerpo" es a un tiempo lo que determina la actitud: es el modo de vivir el cuerpo. Es la medida, que el hombre interior, es decir, ese "corazón", al que se refiere Cristo en el sermón de la Montaña, aplica al cuerpo humano con relación a su masculinidad/feminidad.
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor NELSON » Mié Sep 25, 2013 5:18 pm

¿Es La concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente?
El hombre y la mujer, a través de la vergüenza, permanecen casi en el estado de la inocencia originaria. En efecto, continuamente toman conciencia del significado esponsalicio del cuerpo y tienden a protegerlo, por así decir, de la concupiscencia, tal como si trataran de mantener el valor de la comunión, o sea, de la unión de las personas en la "unidad del cuerpo".

¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida? El "significado del cuerpo" es a un tiempo lo que determina la actitud: es el modo de vivir el cuerpo. Es la medida, que el hombre interior, es decir, ese "corazón”, al que se refiere Cristo en el sermón de la Montaña, aplica al cuerpo humano con relación a su masculinidad/feminidad (por lo tanto, con relación a su sexualidad).
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor lindoro50 » Jue Sep 26, 2013 12:32 pm

¿Es la concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente?

En efecto, a través de la concupiscencia, a causa del pecado, el hombre y la mujer conocen un perpetuo estado de insatisfacción en la unión que intentan de sus cuerpos y a través de la cual ya no consiguen alcanzar la plena comunión como personas, es decir no están llamados ya solamente a la unión y unidad, sino también están ‘amenazados’ por la insaciabilidad de esa unión y unidad, que no cesa de atraer al hombre y a la mujer precisamente porque son personas, llamadas desde la eternidad a existir ‘en comunión’. Subsiste entre ellos una concupiscencia jamás saciada del todo de la que intentan liberarse en vano por el dominio y avasallamiento mutuos.

¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?

El "significado del cuerpo" es lo que determina la actitud: es el modo de vivir el cuerpo. Es la medida, que el hombre interior, es decir, ese "corazón", al que se refiere Cristo en el sermón de la Montaña, aplica al cuerpo humano con relación a su masculinidad/feminidad (por lo tanto, en relación a su sexualidad). El corazón humano es el que ha sido turbado por el pecado, no el cuerpo. Si el cuerpo parece "rebelde", es porque el corazón del hombre ha perdido la "rectitud" del principio.
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor virginia castro » Jue Sep 26, 2013 2:56 pm

Virginia Castro # 31

Es la concupiscencia, lo mismo que la atracion de los sexos a la union de una manera vehemente?

La union de el hombre y la mujer como esposos sienten la necesidad y atraccion para una union en las relaciones sexuales que son de Corazon, de un sentimiento puro y verdadero.

Que es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?
El significado del cuerpo es a un tiempo lo que determina la actitud, es el modo de vivir el cuerpo, es la parte interior del ser humano que ve su cuerpo con el Corazon y se siente parte de la creacion y que debe mantenerse fuera de la concupiscencia, sin adulterio o malas costumbres.
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor Maria 2 » Jue Sep 26, 2013 3:19 pm

¿Es La concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente? ¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?

La explicación de esta vergüenza no se busca en el cuerpo mismo, en la sexualidad somática de ambos, sino que se remonta a las transformaciones más profundas sufridas por el espíritu humano.
Precisamente este espíritu es particularmente consciente de lo insaciable que es de la mujer. Y esta conciencia, por decirlo así, culpa al cuerpo de ello, le quita la sencillez y pureza del significado unido a la inocencia originaria del ser humano.

La vergüenza es una experiencia secundaria: si, por un lado, revela el momento de la concupiscencia, al mismo tiempo puede prevenir de las consecuencias del triple componente de la concupiscencia. Se puede incluso decir que el hombre y la mujer, a través de la vergüenza, permanecen casi en el estado de la inocencia originaria. En efecto, continuamente toman conciencia del significado esponsalicio del cuerpo y tienden a protegerlo, por así decir, de la concupiscencia, tal como si trataran de mantener el valor de la comunión, o sea, de la unión de las personas en la "unidad del cuerpo".

El Génesis 2, 24 habla con discreción, pero también con claridad de la "unión de los cuerpos" en el sentido de la auténtica unión de las personas: "El hombre... se unirá a su mujer y vendrán a ser los dos una sola carne"; y del contexto resulta que esta unión proviene de una opción, dado que el hombre "abandona" al padre y a la madre para unirse a su mujer. Semejante unión de las personas comporta que vengan a ser "una sola carne". Partiendo de esta expresión "sacramental" que corresponde a la comunión de las personas -del hombre y de la mujer- en su originaria llamada a la unión conyugal, podemos comprender mejor el mensaje propio del Génesis 3, 16; esto es, podemos establecer y como reconstruir en qué consiste el desequilibrio, más aún, la peculiar deformación de la relación originaria interpersonal de comunión, a la que aluden las palabras "sacramentales" del Génesis 2, 24.

Mientras por una parte el "cuerpo", constituido en la unidad del sujeto personal, no cesa de estimular los deseos de la unión personal, precisamente a causa de la masculinidad y feminidad ("buscarás con ardor a tu marido"), por otra parte y al mismo tiempo, la concupiscencia dirige a su modo estos deseos; esto lo confirma la expresión: "él te dominará". Pero la concupiscencia de la carne dirige estos deseos hacia la satisfacción del cuerpo, frecuentemente a precio de una auténtica y plena comunión de las personas.

El hombre es aquel que parece sentir vergüenza del propio cuerpo con intensidad particular: "Temeroso porque estaba desnudo, me escondí" (Gén 3, 10); estas palabras ponen de relieve el carácter realmente metafísico de la vergüenza. Al mismo tiempo, el hombre es aquel para quien la vergüenza, unida a la concupiscencia, se convertirá en impulso para "dominar" a la mujer ("él te dominará").

Si este impulso prevalece por parte del hombre, los instintos que la mujer dirige hacia él, según la expresión del Génesis 3, 16, pueden asumir -y asumen- un carácter análogo. Y acaso a veces previenen el "deseo" del hombre, o tienden incluso a suscitarlo y darle impulso.

El texto del Génesis 3, 16 parece indicar sobre todo al hombre como aquel que "desea", que constituye el punto de partida para las meditaciones presentes; no obstante, tanto el hombre como la mujer se han convertido en un "ser humano" sujeto a la concupiscencia.

Conclusión, según la cual la triple concupiscencia, incluida la del cuerpo, comporta una limitación del significado esponsalicio del cuerpo mismo, del que participaban el hombre y la mujer en el estado de la inocencia originaria.

El "significado del cuerpo" es a un tiempo lo que determina la actitud: es el modo de vivir el cuerpo. Es la medida, que el hombre interior, es decir, ese "corazón", al que se refiere Cristo en el sermón de la Montaña, aplica al cuerpo humano con relación a su masculinidad/feminidad (por lo tanto, con relación a su sexualidad).

Cuando, en este amplio contexto, hablamos de la concupiscencia como de limitación, infracción o incluso deformación del significado esponsalicio del cuerpo, nos remitimos, sobre todo, a los análisis precedentes, que se referían al estado de la inocencia originaria, es decir a la prehistoria teológica del hombre.

COMENTARIO: Por medio de la concupiscencia, a causa del pecado, el hombre y la mujer conocen el estado de insatisfacción en la unión de sus cuerpos y a través de la cual ya no consiguen alcanzar la plena comunión como personas, o sea que no están llamados solamente a la unión y unidad, sino también a existir en comunión.

El significado del cuerpo es lo que determina la actitud: es el modo de vivir del cuerpo por lo tanto es la medida del corazón al que se refiere, aplica al cuerpo humano con relación a su masculinidad - feminidad por lo tanto, en relación a su sexualidad. El corazón humano es el que ha sido turbado por el pecado, no el cuerpo y si el cuerpo parece rebelarse, es porque el corazón del hombre ha perdido la dirección del principio.

Un abrazo y hasta pronto.
Maria 2
 
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor Silviamaria » Jue Sep 26, 2013 3:57 pm

¿Es La concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente? ¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?

La concupiscencia si es lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente porque se da rienda suelta en forma ardorosa la inclinación hacia el pecado. Son deseos desordenados de la voluntad.

El significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida es la forma en que reacciona el ser humano ante esa satisfacción en el cuerpo y el sexo por medio del deleite. Cuando ya está satisfecho el deseo desaparece, pierde el interés y comienza el remordimiento, porque no hay amor ni valores.
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor Alejandra S » Vie Sep 27, 2013 2:10 pm

¿Es La concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente?
El apetito desordenado de placeres a causa del pecado busca la unión de los sexos de forma irreflexiva, sin buscar el bien propio y del otro. A causa de la masculinidad y feminidad, el cuerpo busca la unión de las personas, pero “al mismo tiempo la concupiscencia quiere dirigir a su modo esos deseos” de forma vehemente, lo quiere hacer poseer y dominar al otro. “hablamos de la concupiscencia como de limitación, infracción o incluso deformación del significado esponsalicio del cuerpo, nos remitimos, sobre todo, a los análisis precedentes, que se referían al estado de la inocencia originaria, es decir a la prehistoria teológica del hombre”.
¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?
“El “significado del cuerpo” es a un tiempo lo que determina la actitud: es el modo de vivir el cuerpo. Es la medida, que el hombre interior, es decir, ese “corazón”, al que se refiere Cristo en el sermón de la Montaña, aplica al cuerpo humano con relación a su masculinidad/feminidad (por lo tanto, con relación a su sexualidad).”
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor CasJor » Vie Sep 27, 2013 6:07 pm

¿Es La concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente? ¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?

La triple concupiscencia y en especial la concupiscencia de la carne, hace que la recíproca pertenencia varón – mujer, no tenga que ver con el significado de propiedad, ni con el objeto de posesión, sino que por el contrario se orienta hacia el concepto de poseer con el propósito de gozar.

Esencialmente el don desinteresado que originalmente viene de Dios es sustituido con aquello que viene del mundo, que es el gozo egoísta. El cuerpo pasa de ser templo y lugar del Espíritu Santo a objeto de placer y gozo.
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor yaluz » Sab Sep 28, 2013 11:19 pm

¿Es La concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente? ¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?

R:
Si, la concupiscencia es el resultado del pecado original, por éste el hombre manifiesta la predisposición constante a esta experiencia, a la comunión reciproca, pero no libres, como al” principio”, como el hombre prehistórico. Ahora en esta relación, que ha sufrido transformaciones, existe, o se presenta la necesidad de posesión del otro y es aquí donde se puede observar la influencia de la concupiscencia en el significado esponsalicio del cuerpo, ya la comunión reciproca está limitada una al otro, por la posesión, mientras que el hombre prehistórico, encontraba su propia plenitud a través de un don sincero de sí, darse, no posesionarse, la felicidad originaria, es decir lo que perdimos.
A la luz de la concupiscencia adquirida, la actitud del hombre histórico está determinada por el significado que le da al cuerpo, por eso las advertencias que dice Jesús en el Sermón de la Montaña,la triple concupiscencia.
Zulay R. de Álvarez (yaluz)
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor maandreuster » Dom Sep 29, 2013 6:17 pm

¿Es La concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente? ¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?
Es la vergüenza de la que hemos venido hablando que ya no permite esa comunicación profunda que existía en los primeros momentos que el hombre habitaba en el paraiso
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor patricio » Dom Sep 29, 2013 8:14 pm

¿Es la concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente?

El texto del Génesis 3, 16 parece indicar sobre todo al hombre como aquel que "desea", no obstante, tanto el hombre como la mujer se han convertido en un "ser humano" sujeto a la concupiscencia. Y por esto ambos sienten la vergüenza, que con su resonancia profunda toca lo íntimo tanto de la personalidad masculina como de la femenina, aun cuando de modo diverso.
El hombre es aquel para quien la vergüenza, unida a la concupiscencia, se convertirá en impulso para "dominar" a la mujer ("él te dominará"); a continuación, la experiencia de este dominio se manifiesta más directamente en la mujer como el deseo insaciable de una unión diversa. Desde el momento en que el hombre la "domina", a la comunión de las personas hecha de plena unidad espiritual de los dos sujetos que se donan recíprocamente sucede una diversa relación mutua, esto es, una relación de posesión del otro a modo de objeto del propio deseo. Si este impulso prevalece por parte del hombre, los instintos que la mujer dirige hacia él, según la expresión del Génesis 3, 16, pueden asumir y asumen un carácter análogo. Y acaso a veces previenen el "deseo" del hombre, o tienden incluso a suscitarlo y darle impulso.

¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?

Cuando hablamos del significado del cuerpo, ante todo hacemos referencia a la plena conciencia del ser humano, pero incluimos también toda experiencia efectiva del cuerpo en su masculinidad y feminidad y, en todo caso, la predisposición constante a esta experiencia. El "significado" del cuerpo no es sólo algo conceptual, es a un tiempo lo que determina la actitud: es el modo de vivir el cuerpo. Es la medida, que el hombre interior, es decir, ese "corazón", al que se refiere Cristo en el sermón de la Montaña, aplica al cuerpo humano con relación a su masculinidad/feminidad (por lo tanto, con relación a su sexualidad).
Ese "significado" no modifica la realidad en sí misma, lo que el cuerpo humano es y no cesa de ser en la sexualidad que le es propia, independientemente de los estados de nuestra conciencia y de nuestras experiencias.
Cuando, en este amplio contexto, hablamos de la concupiscencia como de limitación, infracción o incluso deformación del significado esponsalicio del cuerpo, nos remitimos, sobre todo, a los análisis precedentes, que se referían al estado de la inocencia originaria, es decir a la prehistoria teológica del hombre. Al mismo tiempo, tenemos presente la medida que el hombre "histórico", con su "corazón", aplica al propio cuerpo respecto a la sexualidad masculina-femenina.
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor garu » Dom Sep 29, 2013 8:33 pm

La atracción de los cuerpos es totalmente natural, ligada a su sexualidad somática. Al principio se dice: “El hombre... se unirá a su mujer y vendrán a ser los dos una sola carne”. Mas el concepto de unión e inocencia original se pierde con el pecado, disminuyendo el carácter esponsal del cuerpo y, a pesar de que el hombre trata de proteger esta inocencia original mediante la vergüenza (pudor), este pecado produce una deformación de la percepción del cuerpo y de su carácter original al surgir la concupiscencia, llevando al hombre a la predisposición constante de la experiencia efectiva del cuerpo, dirigiendo ésta como satisfacción del cuerpo mismo y no como muestra de verdadera unión, por tanto, no es lo mismo la atracción de los cuerpos que la unión vehemente de los mismos. En cuanto al significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia, entiendo que es la manera en que nosotros decidamos como vamos a vivir con nuestros cuerpos, que uso o abuso vamos a hacer de él. Pienso que el hombre trata aún hoy, a pesar de todo lo que podamos ver, de proteger ese carácter original que el Creador dio a nuestro cuerpo concebido a su imagen y semejanza, prueba de ello son múltiples movimientos, sobre todo de jóvenes, que luchan, entre otras cosas, contra la concupiscencia en todas sus formas, procurándose una mejor base y doctrina para vencerla.
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor josemartin » Lun Sep 30, 2013 7:52 am

El cuerpo a la luz de la concupiscencia se reduce sólo a una fuente inagotable de placer, un placer corporal que lleva a la extenuación y por consiguiente a la insatisfacción. Esa insatisfacción origina aspectos de odio, desprecio y aversión.
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor Bertha Verduzco » Mar Oct 01, 2013 10:29 am

En la inocencia original ya estaba puesta por el creador la atracción de los sexos, pero con la intención de establecer una comunión de personas en la mutua donación, con sencillez y pureza.
Con la concupiscencia la unión conyugal es una limitación y deformación del significado esponsal del cuerpo que sufre un desequilibrio no solo a nivel del cuerpo sino en la medida del corazón.

A la luz de la concupiscencia el significado del cuerpo se convierte en un medio de posesión del otro a modo de objeto del propio deseo. Impulso que prevalece por parte del hombre y los instintos que la mujer dirige hacia él, adquieren también un significado de posesión.

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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor Rutilo De Los Santos » Mar Oct 01, 2013 11:31 am

Pregunta.-¿Es la concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente?
R=No, va más allá de la pura pasión e instinto del ser humano, va a las transformaciones más profundas del espíritu humano,quita la sencillez y pureza de la unión esponsal del varón y la mujer en su forma originaria de inocencia, o sea que la concupiscencia afecta a la dimensión interior del ser humano,alterandola,limitandola y deformándola.
Pregunta.-¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?
R= Es la medida del corazón humano después de la caída diferente de la medida del corazón humano puro e inocente original,deformando la unión esponsalicia del varón y la mujer.
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor Jeanette Palacios » Mar Oct 01, 2013 1:00 pm

¿Es La concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente?
Vehemente: Significa una persona impetuosa, ardorosa que actua apasionadamente dejandose llevar por sus impulsos.
Concuspiscencia: : Son los deseos carnales que vienen del mundo y no de Dios.
Yo considero que si La concuspiscencia dirige los deseos o atraccion de los sexos de manera behemente porque es una atraccion meramente carnal,y gozo sexual, gozo del mundo.
En difernencia con el matrimonio que son actos con que los esposos se unen intimamente y castamente entre si, que son actos honestos y dignos y realizados verdaderamente humano.que fomentan la reciproca donacion.
Dios establecio que en esta funcion los esposos experimentaran un placer y una sastifaccion del cuerpo. Sin enbargo los esposos deben saber mantenerse en los limites de una justa moderacion. La atraccion por el sexo opuesto es normal para el alma accondicionada. En las escrituras no se condena esta atraccion, ni el sexo, lo que se condena es el sexo ilicito ya que la vida sexual debe ser para la procreacion.

¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?
El significado del cuerpo es la plena conciencia del ser humano a toda experiencia efectiva y la predisposicion a esta experiencia del cuerpo en su masculinidad y feminidad que determina la actitud, y el modo de vivir el cuerpo.
La Concuspiscencia viene siendo la limitacion, la infraccion o incluso la deformacion del significado esponsalicio del cuerpo.
Jeanette Palacios
 
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor jcuengar » Mié Oct 02, 2013 7:36 pm

La concupiscencia es producto del pecado. Si Dios no es suficiente nadie lo es. La concupiscencia es la expresión de esta insatisfacción permanente. La atracción vehemente de los sexos es una de las formas de expresión del ser incompleto y desvalido que ve al otro como objeto.
El significado del cuerpo es el conjunto de formas de donación que pueden ser expresadas por el corazón y que el pecado ha nublado y escondido detrás de unos ceñidores. La concupiscencia es pues el resultado del endurecimiento del corazón humano que ve insuficiencia en todo por ende el vacío de la índigo ciencia quiere ser llenado con ardor incluso por un objeto (el otro). El pudor como resabió de la vergüenza cósmica es un recordatorio de la verdadera naturaleza prehistórica del cuerpo como expresión sencilla y pura del Don a imagen de Dios Uno y Trino que se abre totalmente al Hijo y este lo recibe totalmente tanto que explota en el amor Espíritu Santo.
jcuengar
 
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor cabacort » Mié Oct 02, 2013 9:47 pm

¿Es La concupiscencia, lo mismo que la atracción de los sexos a la unión de una manera vehemente?
Yo considero que es mucho más amplia, pues en el texto se define como limitación, infracción o deformación del significado esponsalicio del cuerpo. Aquí habría que considerar no solo la atracción física, sino también el corazón y el alma. Al relacionarse hombre y mujer, no sólo manifiestan el deseo vehemente de estar juntos, sino que de dicha relación han de surgir una serie de manifestaciones de acciones y deseos que pueden estar o no, vinculados con el significado esponsalicio del cuerpo, de donación mútua, de comunión conyugal.

¿Qué es el significado del cuerpo a la luz de la concupiscencia adquirida?
El significado del cuerpo viene a ser el modo de vivir el cuerpo, es cómo nos manifestamos a través de nuestra sexualidad y de nuestro corazón, de nuestros sentimientos, como hombre o mujer; es nuestra actitud en la relación conyugal, independientemente de nuestras vivencias, de nuestras experiencias y de nuestro grado de conciencia de nuestro lugar en la relación y en la realidad en general.
cabacort
 
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Re: 31. La triple concupiscencia altera la significación esp

Notapor RoxanaGomez25 » Jue Oct 03, 2013 12:48 pm

La concupiscencia es lo mismo a la atracción de sexos, no es una unión esponsalicia, como en un estado original, es una atracción con limitación, con deseo de dominio, etc.
El significado del cuerpo a la luz de la conciencia adquirida, tiene que ver con lo que dijo Cristo en el sermón de la montaña (Mt 5, 27-28) donde nos afirma que el cuerpo no es solo un concepto, sino una actitud, forma de vivir, principalmente viniendo del corazón del hombre, en una natural masculinidad y feminidad, con la concupiscencia el espíritu humano sufrió una transformación, la conciencia, se deformó, se limitó, existe infracción sobre el verdadero sentido y significado esponsalicio del cuerpo. Pero el corazón es capaz la forma original de la comunión, ahí en el interior de las personas.
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