35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Este curso tiene el objetivo de difundir la catequesis del amor humano, también conocida como Teología del Cuerpo.

En esta segunda parte se toca el adulterio, la concupiscencia, la donación mutua del hombre y a mujer en el matrimonio, la dignidad del cuerpo y del sexo, lo «ético» y lo «erótico» en el amor humano y el respeto al cuerpo.

Fechas:
Este curso consta 40 sesiones que se impartirán todos los martes y sábados a partir del 27 de agosto de 2013 , la última será el 3 enero de 2014

Moderadores: pilar calva, Catholic.net, Margarita Gonzalez, Moderadores Animadores

35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor pilar calva » Dom Sep 29, 2013 11:17 pm

35. Cristo denuncia el pecado de adulterio
El análisis de la afirmación de Cristo durante el sermón de la montaña, afirmación que se refiere al «adulterio cometido en el corazón» debe realizarse comenzando por las primeras palabras.

(13-VIII-80/17-VIII-80)
1. El análisis de la afirmación de Cristo durante el sermón de la montaña, afirmación que se refiere al “adulterio cometido en el corazón” debe realizarse comenzando por las primeras palabras. Cristo dice: “Habéis oído que fue dicho: No adulterarás...” (Mt 5, 27). Tiene en su mente el mandamiento de Dios, que en el Decálogo figura en sexto lugar y forma parte de la llamada Tabla de la Ley, que Moisés había obtenido de Dios-Jahvé.
Veámoslo por de pronto desde el punto de vista de los oyentes directos del sermón de la montaña, de los que escucharon las palabras de Cristo. Son hijos e hijas del pueblo elegido, pueblo que había recibido la “ley” del propio Dios-Jahvé, había recibido también a los “Profetas”, los cuales repetidamente, a través de los siglos habían lamentado precisamente la relación mantenida con esa Ley, las múltiples transgresiones de la misma. También Cristo habla de tales transgresiones. Más aun habla de cierta interpretación humana de la Ley, en que se borra y desaparece el justo significado del bien y del mal, específicamente querido por el divino Legislador. La ley, efectivamente, es sobre todo, un medio, un medio indispensable para que “sobreabunde la justicia” (palabras de Mt 5, 20, en la antigua versión). Cristo quiere que esa justicia “supere a la de los escribas y fariseos”. No acepta la interpretación que a lo largo de los siglos han dado ellos al auténtico contenido de la Ley, en cuanto que han sometido en cierto modo tal contenido, o sea, el designio y la voluntad del Legislador, a las diversas debilidades y a los límites de la voluntad humana, derivada precisamente de la triple concupiscencia. Era esa una interpretación casuística, que se había superpuesto a la originaria visión del bien y del mal, enlazada con la ley del Decálogo. Si Cristo tiende a la transformación del ethos, lo hace sobre todo para recuperar la fundamental claridad de la interpretación: “No penséis que he venido a abrogar la Ley a los Profetas; no he venido a abrogarla, sino a hacer que se cumpla” (Mt 5, 17). Condición para el cumplimiento de la ley es la justa comprensión. Y esto se aplica, entre otras cosas, al mandamiento “no cometer adulterio”.

2. Quien siga por las páginas del Antiguo Testamento la historia del pueblo elegido de los tiempos de Abraham, encontrará allí abundantes hechos que prueban cómo se practicaba y cómo, en consecuencia de esa práctica, se elaboraba la interpretación casuística de la Ley. Ante todo es bien sabido que la historia del Antiguo Testamento es teatro de la sistemática defección de la monogamia: lo cual, para comprender la prohibición “no cometer adulterio”, debía tener un significado fundamental. El abandono de la monogamia, especialmente en tiempo de los Patriarcas, había sido dictado por el deseo de la prole, de una numerosa prole. Este deseo era tan profundo y la procreación, como fin esencial del matrimonio, tan evidente que las esposas, que amaban a los maridos, cuando no podían darles descendencia, rogaban por su propia iniciativa a los maridos, los cuales las amaban, que pudieran tomar “sobre sus rodillas” -o sea, acoger- a la prole dada a la vida por otra mujer, como la sierva, o esclava. Tal fue el caso de Sara respecto a Abraham (1) y también el de Raquel respecto a Jacob (2). Esas dos narraciones reflejan el clima moral en que se practicaba el Decálogo. Explican el modo en que el ethos israelita era preparado para acoger el mandamiento “no cometer adulterio “ y la aplicación que encontraba tal mandamiento en la más antigua tradición de aquel pueblo. La autoridad de los Patriarcas era, de hecho, la más alta en Israel y tenía un carácter religioso. Estaba estrictamente ligada a la Alianza y a la promesa.

3. El mandamiento “no cometer adulterio” no cambió esa tradición. Todo indica que su ulterior desarrollo no se limitaba a los motivos (más bien excepcionales) que había guiado el comportamiento de Abraham y Sara, o de Jacob y Raquel. Si tomamos como ejemplo a los representantes más ilustres de Israel después de Moisés, los reyes de Israel, David y Salomón, la descripción de su vida atestigua el establecimiento de la poligamia efectiva, y ello, indudablemente, por motivos de concupiscencia.
En la historia de David, que tenía también varias mujeres, debe impresionar no solamente el hecho de que había tomado la mujer de un súbdito suyo, sino también la clara conciencia de haber cometido adulterio. Ese hecho, así como la penitencia del rey, son descritos de forma detallada y sugestiva (3). Por adulterio se entiende solamente la posesión de la mujer de otro, mientras no lo es la posesión de otras mujeres como esposas junto a la primera. Toda la tradición de la Antigua Alianza indica que en la conciencia de las generaciones que se sucedían en el pueblo elegido, a su ethos no fue añadida jamás la exigencia efectiva de la monogamia, como implicación esencial e indispensable del mandamiento “no cometer adulterio”.

4. Sobre este fondo histórico hay que entender todos los esfuerzos que están dirigidos a introducir el contenido específico del mandamiento “no cometer adulterio” en el cuadro de la legislación promulgada. Lo confirman los Libros de la Biblia, en los que se encuentra registrado ampliamente el conjunto de la legislación del Antiguo Testamento. Si se toma en consideración la letra de tal legislación; resulta que esta lucha contra el adulterio de manera decidida y sin miramientos, utilizando medios radicales, incluida la pena de muerte (4). Pero lo hace sosteniendo la poligamia efectiva, más aún, legalizándola plenamente, al menos de modo indirecto. Así, pues, el adulterio es combatido sólo en los límites determinados y en el ámbito de las premisas definitivas, que componen la forma esencial del ethos del Antiguo Testamento. Aquí por adulterio se entiende sobre todo (y tal vez exclusivamente) la infracción del derecho de propiedad del hombre con respecto a cualquier mujer que sea su esposa legal (normalmente: una entre tantas); no se entiende, en cambio, el adulterio como aparece desde el punto de vista de la monogamia establecida por el Creador. Sabemos ya que Cristo se refirió al “principio” precisamente en relación con este argumento (cf. Mt 19, 8).

5. Por otra parte, es muy significativa la circunstancia en que Cristo se pone de parte de la mujer sorprendida en adulterio y la defiende de la lapidación. El dice a los acusadores: “Quien de vosotros esté sin pecado tire la primera piedra contra ella” (Jn 8, 7). Cuando ellos dejan las piedras y se alejan, dice a la mujer: “Ve, y de ahora en adelante no peques más” (Jn 8, 11). Cristo identifica, pues, claramente el adulterio con el pecado. En cambio, cuando se dirige a los que querían lapidar a la mujer adultera, no apela a las prescripciones de la ley israelita, sino exclusivamente a la conciencia. El discernimiento del bien y del mal inscrito en las conciencias humanas puede demostrarse más profundo y más correcto que el contenido de una norma.

Como hemos visto, la historia del Pueblo de Dios en la Antigua Alianza (que hemos intentado ilustrar sólo a través de algunos ejemplos) se desarrollaba, en gran medida, fuera del contenido normativo encerrado por Dios en el mandamiento “no cometer adulterio”; pasaba, por así decirlo, a su lado. Cristo desea enderezar estas desviaciones. De aquí, las palabras pronunciadas por El en el sermón de la montaña.
(1) Cf. Gén 16, 2.
(2) Cf. Gén 30, 3.
(3) Cf. 2 Sam 11, 2-27.
(4) Cf. Lev 20, 10; Dt 22, 22.

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¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor mariaines » Mié Oct 09, 2013 6:40 am

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?

Se entiende sobre todo (y tal vez exclusivamente) la infracción del derecho de propiedad del hombre con respecto a cualquier mujer que sea su esposa legal (normalmente: una entre tantas); no se entiende, en cambio, el adulterio como aparece desde el punto de vista de la monogamia establecida por el Creador.
Sabemos ya que Cristo se refirió al "principio" precisamente en relación con este argumento (cf. Mt 19, 8).
Cristo desea enderezar estas desviaciones. De aquí, las palabras pronunciadas por El en el sermón de la montaña.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor mariaines » Mié Oct 09, 2013 6:41 am

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?

Se entiende sobre todo (y tal vez exclusivamente) la infracción del derecho de propiedad del hombre con respecto a cualquier mujer que sea su esposa legal (normalmente: una entre tantas); no se entiende, en cambio, el adulterio como aparece desde el punto de vista de la monogamia establecida por el Creador.
Sabemos ya que Cristo se refirió al "principio" precisamente en relación con este argumento (cf. Mt 19, 8).
Cristo desea enderezar estas desviaciones. De aquí, las palabras pronunciadas por El en el sermón de la montaña.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor mariaines » Mié Oct 09, 2013 6:42 am

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?

Se entiende sobre todo (y tal vez exclusivamente) la infracción del derecho de propiedad del hombre con respecto a cualquier mujer que sea su esposa legal (normalmente: una entre tantas); no se entiende, en cambio, el adulterio como aparece desde el punto de vista de la monogamia establecida por el Creador.
Sabemos ya que Cristo se refirió al "principio" precisamente en relación con este argumento (cf. Mt 19, 8).
Cristo desea enderezar estas desviaciones. De aquí, las palabras pronunciadas por El en el sermón de la montaña.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor mariaines » Mié Oct 09, 2013 6:49 am

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?

Se entiende sobre todo (y tal vez exclusivamente) la infracción del derecho de propiedad del hombre con respecto a cualquier mujer que sea su esposa legal (normalmente: una entre tantas); no se entiende, en cambio, el adulterio como aparece desde el punto de vista de la monogamia establecida por el Creador.
Sabemos ya que Cristo se refirió al "principio" precisamente en relación con este argumento (cf. Mt 19, 8).
Cristo desea enderezar estas desviaciones. De aquí, las palabras pronunciadas por El en el sermón de la montaña.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor mariaines » Mié Oct 09, 2013 6:49 am

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?

Se entiende sobre todo (y tal vez exclusivamente) la infracción del derecho de propiedad del hombre con respecto a cualquier mujer que sea su esposa legal (normalmente: una entre tantas); no se entiende, en cambio, el adulterio como aparece desde el punto de vista de la monogamia establecida por el Creador.
Sabemos ya que Cristo se refirió al "principio" precisamente en relación con este argumento (cf. Mt 19, 8).
Cristo desea enderezar estas desviaciones. De aquí, las palabras pronunciadas por El en el sermón de la montaña.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor mariaines » Mié Oct 09, 2013 6:53 am

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?

Se entiende sobre todo (y tal vez exclusivamente) la infracción del derecho de propiedad del hombre con respecto a cualquier mujer que sea su esposa legal (normalmente: una entre tantas); no se entiende, en cambio, el adulterio como aparece desde el punto de vista de la monogamia establecida por el Creador.
Sabemos ya que Cristo se refirió al "principio" precisamente en relación con este argumento (cf. Mt 19, 8).
Cristo desea enderezar estas desviaciones. De aquí, las palabras pronunciadas por El en el sermón de la montaña.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor Maria 2 » Mié Oct 09, 2013 10:30 am

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?

Los oyentes directos del sermón de la montaña, de los que escucharon las palabras de Cristo. Son hijos e hijas del pueblo elegido, pueblo que había recibido la “ley” del propio Dios-Yahvé, había recibido también a los “Profetas”, los cuales repetidamente, a través de los siglos habían lamentado precisamente la relación mantenida con esa Ley, las múltiples transgresiones de la misma.

La ley, efectivamente, es sobre todo, un medio, un medio indispensable para que “sobreabunde la justicia” (palabras de Mt 5, 20, en la antigua versión). Cristo quiere que esa justicia “supere a la de los escribas y fariseos”.
Si Cristo tiende a la transformación del ethos, lo hace sobre todo para recuperar la fundamental claridad de la interpretación: “No penséis que he venido a abrogar la Ley a los Profetas; no he venido a abrogarla, sino a hacer que se cumpla” (Mt 5, 17). Condición para el cumplimiento de la ley es la justa comprensión. Y esto se aplica, entre otras cosas, al mandamiento “no cometer adulterio”.

El abandono de la monogamia, especialmente en tiempo de los Patriarcas, había sido dictado por el deseo de la prole, de una numerosa prole. Este deseo era tan profundo y la procreación, como fin esencial del matrimonio, tan evidente que las esposas, que amaban a los maridos, cuando no podían darles descendencia, rogaban por su propia iniciativa a los maridos, los cuales las amaban, que pudieran tomar “sobre sus rodillas” -o sea, acoger- a la prole dada a la vida por otra mujer, como la sierva, o esclava.

Por adulterio se entiende solamente la posesión de la mujer de otro, mientras no lo es la posesión de otras mujeres como esposas junto a la primera. Toda la tradición de la Antigua Alianza indica que en la conciencia de las generaciones que se sucedían en el pueblo elegido, a su ethos no fue añadida jamás la exigencia efectiva de la monogamia, como implicación esencial e indispensable del mandamiento “no cometer adulterio”.

Como hemos visto, la historia del Pueblo de Dios en la Antigua Alianza (que hemos intentado ilustrar sólo a través de algunos ejemplos) se desarrollaba, en gran medida, fuera del contenido normativo encerrado por Dios en el mandamiento “no cometer adulterio”; pasaba, por así decirlo, a su lado. Cristo desea enderezar estas desviaciones. De aquí, las palabras pronunciadas por El en el sermón de la montaña.

COMENTARIO: En el antiguo testamento se entiende por adulterio el abandono de la monogamia, especialmente en tiempo de los Patriarcas, había sido dictado por el deseo de la prole, de una numerosa prole. Este deseo era tan profundo y la procreación como fin esencial del matrimonio tan evidente que las esposas, que amaban a los maridos, cuando no podían darles descendencia, rogaban por su propia iniciativa a los maridos, los cuales las amaban, que pudieran tomar “sobre sus rodillas” -o sea, acoger- a la prole dada a la vida por otra mujer, como la sierva, o esclava.

La novedad de Cristo es que se pone de parte de la mujer sorprendida en adulterio y la defiende de la lapidación. El dice a los acusadores: “Quien de vosotros esté sin pecado tire la primera piedra contra ella” (Jn 8, 7). Cuando ellos dejan las piedras y se alejan, dice a la mujer: “Ve, y de ahora en adelante no peques más” (Jn 8, 11). Cristo identifica, pues, claramente el adulterio con el pecado. En cambio, cuando se dirige a los que querían lapidar a la mujer adultera, no apela a las prescripciones de la ley israelita, sino exclusivamente a la conciencia. El discernimiento del bien y del mal inscrito en las conciencias humanas puede demostrarse más profundo y más correcto que el contenido de una norma.

Un abrazo y hasta pronto.-
Maria 2
 
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor lindoro50 » Mié Oct 09, 2013 11:06 am

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento?

La posesión de la mujer perteneciente a otro, sin embargo no lo era la posesión de otras mujeres como esposas junto a la primera, es decir, la poligamia. Toda la tradición de la Antigua Alianza indica que en la conciencia de las generaciones que se sucedían en el pueblo elegido, a su ethos no fue añadida jamás la exigencia efectiva de la monogamia, como implicación esencial e indispensable del mandamiento ‘no cometer adulterio’.

¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?

"Ustedes han oído que se dijo: 'No cometas adulterio.' Pero yo les digo que cualquiera que mira a una mujer y la codicia ya ha cometido adulterio con ella en el corazón." (Mt 5: 27). En otras palabras, adulterio no sólo incluye la comisión carnal del acto sexual con una persona diferente a su esposo o esposa, sino con mirar y desear a una mujer en su corazón (ethos).
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor virginia castro » Mié Oct 09, 2013 12:05 pm

VIRGINIA CASTRO # 35

Que se entiende por adulterio en el AT?

En el AT se practicaba la monogamia para la descendencia de la raza humana, en tiempos de los patriarcas que eran la autoridad de esos tiempos y que estaban ligados a la Alianza y la promesa lo veian como algo natural, aunque a veces los hombres lo hacian por concupiscencia. Algunas veces la legislacion era muy fuerte en el AT. y como castigo ponian al adulterio la pena de muerte, pero tambien era confuse la monogamia compartida y permitida.

Cual es la novedad que aporta Cristo?

Cristo libera a las mujeres pero no quita la ley de moises contra el adulterio.En el caso de la mujer sorprendida en adulterio que iba a ser lapidada, Jesus hace que los hombres tomen conciencia y haga discernimiento entre el bien y el mal. En Mateo 5, 27 Cristo nos da a ver que solo con el acto sexual se comete adulterio, sino en muchas otras formas con palabras, con miradas obsenas,y con deseos a otras personas que no son pareja ante Dios.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor Silviamaria » Jue Oct 10, 2013 12:00 pm

35.- Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?

Se entiende que se da por el deseo de mantener la prole. Se practicaba la monogamia y se la abandonaba con el fin primordial de aumentar la descendencia y en muchos casos con la aceptación de la esposa.

La novedad que aporta Cristo es que no sólo se comete adulterio cuando se posee a una mujer distinta a la pareja, basta con desear el hombre o la mujer a otra mujer o un hombre, en su corazón ya está cometiendo adulterio.

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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor pitalux » Jue Oct 10, 2013 5:12 pm

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?

R=Adulterio en el antiguo testamento es entendido como la relación sexual de un hombre con la mujer de otro. La adultera es mujer de alguien que se relaciona sexualmente con otro que no es su marido. Sin importar la cantidad de esposas que un hombre pueda tener. Se relaciona con el pecado o transgresión de la Ley en cuanto al uso de la propiedad ajena.
Jesús, habla de la intención del corazón, la novedad es que aclara el significado del artículo de la Ley, orienta en el verdadero sentido .Y dice que no ha venido a anular la ley de Moises y los Profetas sino a darle cumplimiento…esto es :a que se cumpla en su verdadera forma, tal como fué dada por Dios y no por las interpretaciones acomodativas que se le dan y que aún en nuestros días le damos. La novedad es que nos enseña lo que Dios instituyo y demando como norma a seguir y que aunque nos “hagamos “ en el fondo de nuestro corazón (donde escondida esta la sabiduría divina en nuestra conciencia)sabemos lo que es justo y lo que no es.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor patricio » Vie Oct 11, 2013 1:28 pm

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento?
Por adulterio se entiende solamente la posesión de la mujer de otro, mientras no lo es la posesión de otras mujeres como esposas junto a la primera. Toda la tradición de la Antigua Alianza indica que en la conciencia de las generaciones que se sucedían en el pueblo elegido, a su ethos no fue añadida jamás la exigencia efectiva de la monogamia, como implicación esencial e indispensable del mandamiento "no cometer adulterio".
Si se toma en consideración la letra de la legislación del Antiguo Testamento, resulta que esta lucha contra el adulterio de manera decidida y sin miramientos, se usa utilizando medios muy radicales, incluida la pena de muerte. Pero lo hace sosteniendo la poligamia efectiva, más aún, legalizándola plenamente. Así, pues, el adulterio es combatido sólo en los límites determinados y en el ámbito de las premisas definitivas, que componen la forma esencial del ethos del Antiguo Testamento. Aquí por adulterio se entiende sobre todo la infracción del derecho de propiedad del hombre con respecto a cualquier mujer que sea su esposa legal (normalmente: una entre tantas).

¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?
Cristo nos habla de las transgresiones a la ley; en el Antiguo Testamento se ha ido deformando
la idea original que tenía Dios; no se entiende, en cambio, el adulterio como aparece desde el punto de vista de la monogamia establecida por el Creador. Sabemos ya que Cristo se refirió al "principio" precisamente en relación con este argumento (cf. Mt 19, 8).
Como hemos visto, la historia del Pueblo de Dios en la Antigua Alianza se desarrollaba, en gran medida, fuera del contenido normativo encerrado por Dios en el mandamiento "no cometer adulterio"; pasaba, por así decirlo, a su lado. Cristo desea enderezar estas desviaciones.
El "adulterio cometido en el corazón" debe realizarse comenzando por las primeras palabras; Cristo dice: "Habéis oído que fue dicho: No adulterarás..." (Mt 5, 27). Tiene en su mente el mandamiento de Dios, que en el Decálogo figura en sexto lugar y forma parte de la llamada Tabla de la Ley, que Moisés había obtenido de Dios-Jahvé.
Los hijos e hijas del pueblo elegido, pueblo que había recibido la "ley" del propio Dios-Jahvé, había recibido también a los "Profetas", los cuales repetidamente, a través de los siglos habían lamentado precisamente la relación mantenida con esa Ley, las múltiples transgresiones de la misma. También Cristo habla de tales transgresiones. Más aun habla de cierta interpretación humana de la Ley, en que se borra y desaparece el justo significado del bien y del mal, específicamente querido por el divino Legislador. La ley, efectivamente, es sobre todo, un medio, un medio indispensable para que "sobreabunde la justicia" (palabras de Mt 5, 20, en la antigua versión). Cristo quiere que esa justicia "supere a la de los escribas y fariseos
No acepta la interpretación que a lo largo de los siglos han dado ellos al auténtico contenido de la Ley, en cuanto que han sometido en cierto modo tal contenido, o sea, el designio y la voluntad del Legislador, a las diversas debilidades y a los límites de la voluntad humana, derivada precisamente de la triple concupiscencia. Era esa una interpretación casuística, que se había superpuesto a la originaria visión del bien y del mal, enlazada con la ley del Decálogo. Si Cristo tiende a la transformación del ethos, lo hace sobre todo para recuperar la fundamental claridad de la interpretación: "No penséis que he venido a abrogar la Ley a los Profetas; no he venido a abrogarla, sino a hacer que se cumpla" (Mt 5, 17). Condición para el cumplimiento de la ley es la justa comprensión.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor NELSON » Vie Oct 11, 2013 2:48 pm

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento?
Ante todo es bien sabido que la historia del Antiguo Testamento es teatro de la sistemática defección de la monogamia: lo cual, para comprender la prohibición "no cometer adulterio", debía tener un significado fundamental. El abandono de la monogamia, especialmente en tiempo de los Patriarcas, había sido dictado por el deseo de la prole, de una numerosa prole. Este deseo era tan profundo y la procreación, como fin esencial del matrimonio, tan evidente que las esposas, que amaban a los maridos, cuando no podían darles descendencia, rogaban por su propia iniciativa a los maridos, los cuales las amaban, que pudieran tomar "sobre sus rodillas" -o sea, acoger- a la prole dada a la vida por otra mujer, como la sierva, o esclava.
¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?
es muy significativa la circunstancia en que Cristo se pone de parte de la mujer sorprendida en adulterio y la defiende de la lapidación. Él dice a los acusadores: "Quien de vosotros esté sin pecado tire la primera piedra contra ella" (Jn 8, 7). Cuando ellos dejan las piedras y se alejan, dice a la mujer: "Ve, y de ahora en adelante no peques más" (Jn 8, 11). Cristo identifica, pues, claramente el adulterio con el pecado. En cambio, cuando se dirige a los que querían lapidar a la mujer adúltera, no apela a las prescripciones de la ley israelita, sino exclusivamente a la conciencia. El discernimiento del bien y del mal inscrito en las conciencias humanas puede demostrarse más profundo y más correcto que el contenido de una norma.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor Rutilo De Los Santos » Vie Oct 11, 2013 4:04 pm

Pregunta.-¿Qué se entiende por adulterio en el antiguo testamento?
R= La posesión de la mujer de otro, mientras no lo es la posesión de otras mujeres como esposas juntó a la primera, o sea que le daban una interpretación solamente legal influida por la moral debilitada por causa de la concupiscencia.
Pregunta.-¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?
R= Cristo va a la originaria visión del bien y del mal, o sea la justa comprensión de la Ley, apelando a la conciencia humana, para darle su pleno cumplimiento.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor maguie » Sab Oct 12, 2013 3:29 pm

EN el Antiguo Testamento, se entiende por adulterio únicamente el tomar para sí a una mujer que fuese esposa de otro. No se tomaba en cuenta como adulterio el tener varias esposas a la vez.
LA novedad que aporta Cristo es que hace efectiva la dignidad de la mujer como compañera del hombre, y promueve la verdadera unión de los dos, se pertenecen mutuamente por libre elección y buscan la complementariedad de su unión, es decir vuelve al ‘principio’, tal como Dios quiso las cosas cuando las creó.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor maandreuster » Sab Oct 12, 2013 6:37 pm

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?
El adulterio se entiende como el desear la mujer de otro para sí. No significa monogomía porque existió la poligamía en el pueblo de Israel. No significa no tomar a otra mujer que no sea la esposa (o grupo de esposas). Cristo viene a enderezar las desviaciones que tiene el pueblo de Israel con respecto a la Ley.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor MA SOCORRO A REYES L » Mar Oct 15, 2013 3:37 pm

Toda la tradición de la Antigua Alianza indica que en la conciencia de las generaciones que se sucedían en el pueblo elegido, a su ethos no fue añadida jamás la exigencia efectiva de la monogamia, como implicación esencial e indispensable del mandamiento "no cometer adulterio". Y Cristo desea enderezar estas desviaciones. De aquí, las palabras pronunciadas por El en el sermón de la montaña.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor MA SOCORRO A REYES L » Mar Oct 15, 2013 3:38 pm

Toda la tradición de la Antigua Alianza indica que en la conciencia de las generaciones que se sucedían en el pueblo elegido, a su ethos no fue añadida jamás la exigencia efectiva de la monogamia, como implicación esencial e indispensable del mandamiento "no cometer adulterio". Y Cristo desea enderezar estas desviaciones. De aquí, las palabras pronunciadas por El en el sermón de la montaña.
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Re: 35. Cristo denuncia el pecado de adulterio

Notapor matrapaga » Mié Oct 16, 2013 4:32 pm

¿Qué se entiende por adulterio en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la novedad que aporta Cristo?
El adulterio en el antiguo testamento se referia solo a la infracción del derecho de propiedad del hombre con respecto a cualquier mujer que sea su esposa legal (normalmente: una entre tantas); no se entiende, en cambio, el adulterio como aparece desde el punto de vista de la monogamia establecida por el Creador. Por lo tanto podían estar viviendo en poligamia, y cometer adulterio cuando se fijaban en la esposa legal de otro hombre (mas dirigido hacia la mujer), no se vivía una monogamia, con el trasncurso de los años, desde Abraham se habia venido viviendo ya en poligamia y ya como consecuencia de la concupiscencia desde David en donde se hace referencia ya a la plena conciencia de adulterio y se relaciona como algo malo.
Jesucristo en el evangelio, con la mujer pecadora aporta el que Relaciona el adulterio con Pecado y quiere regresar la conciencia del hombre "al principio" a que se tome esa unión monogámica del hombre y la mujer como don de si y que se vea como algo malo todo lo que esté fuera de esa unión como es el adulterio. Apela a la ley isaelita y tambien a la conciencia humana. Jesús vino "no a abrogar la ley" sino a darle pleno cumplimiento" y para esto se necesitaba que la entendieran.
matrapaga
 
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