37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyugal

Este curso tiene el objetivo de difundir la catequesis del amor humano, también conocida como Teología del Cuerpo.

En esta segunda parte se toca el adulterio, la concupiscencia, la donación mutua del hombre y a mujer en el matrimonio, la dignidad del cuerpo y del sexo, lo «ético» y lo «erótico» en el amor humano y el respeto al cuerpo.

Fechas:
Este curso consta 40 sesiones que se impartirán todos los martes y sábados a partir del 27 de agosto de 2013 , la última será el 3 enero de 2014

Moderadores: pilar calva, Catholic.net, Margarita Gonzalez, Moderadores Animadores

37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyugal

Notapor pilar calva » Dom Oct 13, 2013 7:50 pm

37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyugal
Cristo dice en el sermón de la montaña: «No penséis que he venido a abrogar la ley o los Profetas: no he venido a abrogarla, sino a darle cumplimiento»

(27-VIII-80/31-VIII-80)

1. Cristo dice en el sermón de la montaña: “No penséis que he venido a abrogar la ley o los Profetas: no he venido a abrogarla, sino a darle cumplimiento” (Mt 5, 17). Para esclarecer en qué consiste este cumplimiento recorre después cada uno de los mandamientos, refiriéndose también al que dice: “No adulterarás”. Nuestra meditación anterior trataba de hacer ver cómo el contenido adecuado de este mandamiento, querido por Dios, había sido oscurecido por numerosos compromisos en la legislación particular de Israel. Los Profetas, que en su enseñanza denuncian frecuentemente el abandono del verdadero Dios Yahvé por parte del pueblo, al compararlo con el “adulterio”, ponen de relieve, de la manera más auténtica, este contenido.

Oseas, no sólo con las palabras, sino (por lo que parece) también con la conducta, se preocupa de revelarnos (1) que la traición del pueblo es parecida a la traición conyugal, aún más, al adulterio practicado como prostitución: “Ve y toma por mujer a una prostituta y engendra hijos de prostitución, pues que se prostituye la tierra, apartándose de Yahvé” (Os 1, 2). El Profeta oye esta orden y la acepta como proveniente de Dios-Yahvé: “Díjome Yahvé: Ve otra vez y ama a una mujer amante de otro y adúltera” (Os 3, 1). Efectivamente, aunque Israel sea tan infiel en su relación con su Dios como la esposa que “se iba con sus amantes y me olvidaba a mí” (Os 2, 15), sin embargo, Yahvé no cesa de buscar a su esposa, no se cansa de esperar su conversión y su retorno, confirmando esta actitud con las palabras y las acciones del Profeta: “Entonces, dice Yahvé, me llamará ‘mi marido’, no me llamará baalí... Seré tu esposo para siempre, y te desposaré conmigo en justicia, en juicio, en misericordia y piedades, y yo seré tu esposo en fidelidad, y tu reconocerás a Yahvé” (Os 2, 18. 21-22). Esta ardiente llamada a la conversión de la infiel esposa-cónyuge va unida a la siguiente amenaza: “Que aleje de su rostro sus fornicaciones, y dé entre sus pechos sus prostituciones; no sea que yo la despoje y, desnuda, la ponga como el día en que nació” (Os 2, 4-5).

2. Esta imagen de la humillante desnudez del nacimiento, se la recordó el Profeta Ezequiel a Israel-esposa infiel, y en proporción más amplia (2): “...con horror fuiste tirada al campo el día en que naciste. Pasé muy cerca de ti y te vi sucia en tu sangre, y, estando tú en tu sangre, te dije: ¡Vive! Te hice crecer a decenas de millares, como la hierba del campo. Creciste y te hiciste grande y llegaste a la flor de la juventud; te crecieron los pechos y te salió el pelo pero estabas desnuda y llena de vergüenza.

Pasé yo junto a ti y te miré. Era tu tiempo, el tiempo del amor, y tendí sobre ti mi mano, cubrí tu desnudez, me ligue a ti con juramento e hice alianza contigo, dice el Señor, Yahvé, y fuiste mía... Puse arillo en tus narices, zarcillos en tus orejas, y espléndida diadema en tu cabeza. Estabas adornada de oro y plata, vestida de lino y seda en recamado... Extendióse entre las gentes la fama de tu hermosura, porque era acabada la hermosura que yo puse en ti... Pero te envaneciste de tu hermosura y de tu nombradía, y te diste al vicio, ofreciendo tu desnudez a cuantos pasaban, entregándote a ellos... ¿Cómo sanar tu corazón, dice el Señor, Yahvé, cuando has hecho todo esto, como desvergonzada ramera dueña de sí, haciéndote prostíbulos en todas las encrucijadas y lupanares en todas las plazas? Y ni siquiera eres comparable a las rameras, que reciben el precio de su prostitución. Tú eres la adúltera que en vez de su marido acoge a los extraños” (Ez 16, 5-8. 12-15. 30-32).

3. La cita resulta un poco larga pero el texto, sin embargo, es tan relevante que era necesario evocarlo. La analogía entre el adulterio y la idolatría esta expresada de modo particularmente fuerte y exhaustivo. El momento similar entre los dos miembros de la analogía consiste en la alianza acompañada del amor. Dios Yahvé realiza por amor la alianza con Israel -sin mérito suyo-, se convierte para él como el esposo y cónyuge más afectuoso, más diligente y más generoso para con la propia esposa. Por este amor, que desde los albores de la historia acompaña al pueblo elegido, Yahvé-Esposo recibe en cambio numerosas traiciones: “las alturas”, he aquí los lugares del culto idolátrico, en los que se comete el “adulterio” de Israel-esposa. En el análisis que aquí estamos desarrollando, lo esencial es el concepto de adulterio, del que se sirve Ezequiel. Sin embargo se puede decir que el conjunto de la situación, en la que se inserta este concepto (en el ámbito de la analogía), no es típico. Aquí se trata no tanto de la elección mutua hecha por los esposos, que nace del amor recíproco, sino de la elección de la esposa (y esto ya desde el momento de su nacimiento), una elección que proviene del amor del esposo, amor que, por parte del esposo mismo, es un acto de pura misericordia. En este sentido se delinea esta elección: corresponde a esa parte de la analogía que califica la naturaleza del matrimonio. Ciertamente la mentalidad de aquel tiempo no era muy sensible a esta realidad -según los israelitas el matrimonio era más bien el resultado de una elección unilateral, hecha frecuentemente por los padres-, sin embargo esta situación difícilmente cabe en el ámbito de nuestras concepciones.

4. Prescindiendo de este detalle, es imposible no darse cuenta de que en los textos de los Profetas se pone de relieve un significado del adulterio diverso del que da del mismo la tradición legislativa. El adulterio es pecado porque constituye la ruptura de la alianza personal del hombre y de la mujer. En los textos legislativos se pone de relieve la violación del derecho de propiedad y, en primer lugar, del derecho de propiedad del hombre en relación con esa mujer, que es su mujer legal: una de tantas.

En los textos de los Profetas el fondo de la efectiva y legalizada poligamia no altera el significado ético del adulterio. En muchos textos la monogamia aparece la única y justa analogía del monoteísmo entendido en las categorías de la Alianza, es decir, de la fidelidad y de la entrega al único y verdadero Dios-Yahvé: Esposo de Israel. El adulterio es la antítesis de esa relación esponsalicia, es la antinomía del matrimonio (también como institución) en cuanto que el matrimonio monogámico actualiza en sí la alianza interpersonal del hombre y de la mujer, realiza la alianza nacida del amor y acogida por las dos partes respectivas precisamente como matrimonio (y, como tal, reconocido por la sociedad). Este género de alianza entre dos personas constituye el fundamento de esa unión por la que “el hombre... se unirá a su mujer y vendrán a ser los dos una sola carne” (Gén 2, 24). En el contexto antes citado, se puede decir que esta unidad corpórea es su derecho (bilateral), pero que sobre todo es el signo normal de la comunión de las personas, unidad constituida entre el hombre y la mujer en calidad de cónyuges. El adulterio cometido por parte de cada uno de ellos no sólo es la violación de este derecho, que es exclusivo del otro cónyuge, sino al mismo tiempo es una radical falsificación del signo. Parece que en los oráculos de los Profetas precisamente este aspecto del adulterio encuentra expresión suficientemente clara.

5. Al constatar que el adulterio es una falsificación de ese signo, que encuentra no tanto su “normatividad”, sino más bien su simple verdad interior en el matrimonio -es decir, en la convivencia del hombre y de la mujer, que se han convertido en cónyuges-, entonces, en cierto sentido, nos referimos de nuevo a las afirmaciones fundamentales, hechas anteriormente, considerándolas esenciales e importantes para la teología del cuerpo, desde el punto de vista tanto antropológico como ético. El adulterio es “pecado del cuerpo”.

Lo atestigua toda la tradición del Antiguo Testamento, y lo confirma Cristo. El análisis comparado de sus palabras, pronunciadas en el sermón de la montaña (Mt 5, 27-28), como también de las diversas, correspondientes enunciaciones contenidas en los Evangelios y en otros pasajes del Nuevo Testamento, nos permite establecer la razón propia del carácter pecaminoso del adulterio. Y es obvio que determinemos esta razón del carácter pecaminoso, o sea, del mal moral, fundándonos en el principio de la contraposición en relación con ese bien moral que es la fidelidad conyugal, ese bien que puede ser realizado adecuadamente sólo en la relación exclusiva de ambas partes (esto es, en la relación conyugal de un hombre con una mujer). La exigencia de esta relación es propia del amor esponsalicio, cuya estructura interpersonal (como ya hemos puesto de relieve) está regida por la normativa interior de la “comunión de personas”. Ella es precisamente la que confiere el significado esencial a la Alianza tanto en la relación hombre-mujer, como también, por analogía, en la relación Yahvé-Israel). Del adulterio, de su carácter pecaminoso, del mal moral que contiene, se puede juzgar de acuerdo con el principio de la contraposición con el pacto conyugal así entendido.

6. Es necesario tener presente todo esto, cuando decimos que el adulterio es un “pecado del cuerpo”; el “cuerpo” se considera aquí unido conceptualmente a las palabras del Génesis 2, 24, que hablan, en efecto, del hombre y de la mujer, que, como esposo y esposa, se unen tan estrechamente entre sí que forman “una sola carne”. El adulterio indica el acto mediante el cual un hombre y una mujer, que no son esposo y esposa, forman “una sola carne” (es decir, esos que no son marido y mujer en el sentido de la monogamia como fue establecida en el origen, más aún, en el sentido de la casuística legal del Antiguo Testamento). El “pecado” del cuerpo puede ser identificado solamente respecto a la relación de las personas. Se puede hablar de bien o de mal moral según que esta relación haga verdadera esta “unidad del cuerpo” y le confiera o no el carácter de signo verídico. En este caso, podemos juzgar, pues, el adulterio como pecado, conforme al contenido objetivo del acto.

Y éste es el contenido en el que piensa Cristo cuando, en el discurso de la montaña, recuerda: “Habéis oído que fue dicho: No adulterarás”. Pero Cristo no se detiene en esta perspectiva del problema.
(1) Cf. Os 1-3.
(2) Cf. Ez 16, 5-8. 12-15. 30-32.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor lindoro50 » Mié Oct 16, 2013 10:54 am

¿Cuál(es) es(son) la(s) pregunta(s)?
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor Maria 2 » Jue Oct 17, 2013 9:26 am

RESUMEN: Cristo dice en el sermón de la montaña: “No penséis que he venido a abrogar la ley o los Profetas: no he venido a abrogarla, sino a darle cumplimiento” (Mt 5, 17).

Aunque Israel sea tan infiel en su relación con su Dios Yahvé no cesa de buscar a su esposa, no se cansa de esperar su conversión y su retorno, Seré tu esposo para siempre, y te desposaré conmigo en justicia, en juicio, en misericordia y piedades, y yo seré tu esposo en fidelidad, y tu reconocerás a Yahvé” (Os 2, 18. 21-22).

La mentalidad de aquel tiempo no era muy sensible a esta realidad -según los israelitas el matrimonio era más bien el resultado de una elección unilateral, hecha frecuentemente por los padres-, sin embargo esta situación difícilmente cabe en el ámbito de nuestras concepciones.

El adulterio es pecado porque constituye la ruptura de la alianza personal del hombre y de la mujer. La monogamia aparece la única y justa analogía del monoteísmo entendido en las categorías de la Alianza, es decir, de la fidelidad y de la entrega al único y verdadero Dios-Yahvé: Esposo de Israel. El adulterio es la antítesis de esa relación esponsalicia, es la antinomia del matrimonio (también como institución) en cuanto que el matrimonio monogámico actualiza en sí la alianza interpersonal del hombre y de la mujer, realiza la alianza nacida del amor y acogida por las dos partes respectivas precisamente como matrimonio (y, como tal, reconocido por la sociedad).

El adulterio es “pecado del cuerpo”.

Lo atestigua toda la tradición del Antiguo Testamento, y lo confirma Cristo. Del adulterio, de su carácter pecaminoso, del mal moral que contiene, se puede juzgar de acuerdo con el principio de la contraposición con el pacto conyugal así entendido.

COMENTARIO: El adulterio es un “pecado del cuerpo”; un solo cuerpo quiere decir un hombre y una mujer unidos y bendecidos por Dios, que, como esposo y esposa se unen estrechamente entre sí.
El adulterio es el acto en el cual un hombre y una mujer, que no son esposo y esposa, forman “una sola carne” sin la bendición de Dios.

P.D: No encontré las preguntas a responder por lo que hice un resumen y una opinión personal sobre el tema.

Un abrazo y hasta pronto.
Maria 2
 
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor pitalux » Jue Oct 17, 2013 2:34 pm

No encontre pregunta...

Como comentario o duda : En todo este analisis se ha tratado de la "alianza",acuerdo,compromiso de dos personas (Dios y SU Pueblo,Hombre y Mujer) y el incumplimiento de esa alianza es desleatlad,adulterio,traición.Pero ¿Hay alguna clausula en la Ley que hable de cuando se llega a un acuerdo donde ambas partes deciden terminar o concluir con el pacto.? Dios es un caballero y no nos obliga,nos respeta nuestra LIBERTAD y VOLUNTAD para ELEGIRLO y ESTAR con EL (en sus términos y condiciones ).Los tiempos cambian y las circunstancias que regían la propiedad,suceción,herencias etc. ha cambiado,los avances cientificos y tecnologicos son usados para respaldar la ejecución de Derechos sucesorios,herencias etc.Las Mujeres ya son tomadas en cuenta,no son objetoni propiedad.,el promedio de vida de antes era menor,por lo que ,La muerte de los conyuges,unico medio de ruptura de la alianza conyugal sobrevenía antes de el cambio de opiniones o sentimientos o decisiones de separación... Cuantas parejas hay que NI LA MUERTE PUEDE SEPARARLOS, aunque lo diga la LEY? ...Puedo aceptar que el Matrimonio sea INDISOLUBLE,por ser una acto de DONACION MUTUA ESPONSAL,como en el ORIGEN...Me gusta eso...Lo que no puedo aceptar es que por la calentura del acto sexual ,por querer hacer las cosas "como Dios manda",segun las costumbres conservadoras y no "pecar" se tome la decisión de casarse...solo para tener "sexo correctamente".El problema no son las separaciones sino las UNIONES,se estan,estamos uniendonos por razones equivocadas(soledad,economia,ciudadania,egoismo,placer,capricho,costumbre,sexo,poder,poseción etc)ni siquiera por procreacion omo los Animales .Debemos concientizarnos y unirnos como PERSONAS,mas aún ,como HIJOS e HIJAS DE DIOS.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor NELSON » Jue Oct 17, 2013 7:13 pm

No encontré pregunta, pero lo más importante del tema me parece que es lo siguiente:
"El adulterio es un “pecado del cuerpo”; el “cuerpo” se considera aquí unido conceptualmente a las palabras del Génesis 2, 24, que hablan, en efecto, del hombre y de la mujer, que, como esposo y esposa, se unen tan estrechamente entre sí que forman “una sola carne”. El adulterio indica el acto mediante el cual un hombre y una mujer, que no son esposo y esposa, forman “una sola carne” (es decir, esos que no son marido y mujer en el sentido de la monogamia como fue establecida en el origen, más aún, en el sentido de la casuística legal del Antiguo Testamento). El “pecado” del cuerpo puede ser identificado solamente respecto a la relación de las personas. Se puede hablar de bien o de mal moral según que esta relación haga verdadera esta “unidad del cuerpo” y le confiera o no el carácter de signo verídico. En este caso, podemos juzgar, pues, el adulterio como pecado, conforme al contenido objetivo del acto".
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor patricio » Jue Oct 17, 2013 11:47 pm

Un comentario de enseñanza.

En el tema que vemos en el texto, se destaca claramente lo que tiene que ver con el adulterio y un parangón de la idolatría que comete el pueblo de Israel frente a Yahvé.
Los Profetas, en su enseñanza denuncian frecuentemente el abandono del verdadero Dios Yahvé por parte del pueblo y al compararlo con el “adulterio”, ponen de relieve, de la manera más auténtica, este contenido.
Oseas, no sólo con las palabras, sino también con la conducta, se preocupa de revelarnos que la traición del pueblo es parecida a la traición conyugal, aún más, al adulterio practicado como prostitución: “Ve y toma por mujer a una prostituta y engendra hijos de prostitución, pues que se prostituye la tierra, apartándose de Yahvé” (Os 1, 2).
Efectivamente, aunque Israel sea tan infiel en su relación con su Dios como la esposa que “se iba con sus amantes y me olvidaba a mí” (Os 2, 15), sin embargo, Yahvé no cesa de buscar a su esposa, no se cansa de esperar su conversión y su retorno, confirmando esta actitud con las palabras y las acciones del Profeta: “Entonces, dice Yahvé, me llamará ‘mi marido’, seré tu esposo para siempre, y te desposaré conmigo en justicia, en juicio, en misericordia y piedades, y yo seré tu esposo en fidelidad, y tu reconocerás a Yahvé” (Os 2, 18. 21-22). Esta ardiente llamada a la conversión de la infiel esposa-cónyuge va unida a la siguiente amenaza: “Que aleje de su rostro sus fornicaciones, y dé entre sus pechos, sus prostituciones; no sea que yo la despoje y, desnuda, la ponga como el día en que nació”.
Esta imagen de la humillante desnudez del nacimiento, se la recordó el Profeta Ezequiel a Israel-esposa infiel, y en proporción más amplia: “con horror fuiste tirada al campo el día en que naciste. Pasé muy cerca de ti y te ví sucia en tu sangre, y, estando tú en tu sangre, te dije: ¡Vive! Te hice crecer a decenas de millares, como la hierba del campo. Creciste y te hiciste grande y llegaste a la flor de la juventud; te crecieron los pechos y te salió el pelo pero estabas desnuda y llena de vergüenza.
La analogía entre el adulterio y la idolatría esta expresada de modo particularmente fuerte y exhaustivo en texto. El momento similar entre los dos miembros de la analogía consiste en la alianza acompañada del amor. Dios Yahvé realiza por amor la alianza con Israel, sin mérito suyo, se convierte para él como el esposo y cónyuge más afectuoso, más diligente y más generoso para con la propia esposa. Por este amor, que desde los albores de la historia acompaña al pueblo elegido, Yahvé-Esposo recibe en cambio numerosas traiciones.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor Silviamaria » Vie Oct 18, 2013 12:00 pm

Como no ha llegado pregunta considero que se debe exponer algún comentario: El tema central es el adulterio por un lado el cometido por el pueblo de Israel hacia Dios y en la actualidad el que se efectúa entre los esposos. Un pecado grave que afecta la moral y tiene relación directa con el cuerpo. Una falta cometida entre parejas que no están unidas por el vínculo del sacramento del matrimonio, no tiene la bendición de Dios.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor MA SOCORRO A REYES L » Vie Oct 18, 2013 12:01 pm

El adulterio es pecado del cuerpo, lo atestigua toda la tradición del Antiguo Testamento en los oráculos de los Profetas, y lo confirma Cristo. Se puede hablar de bien o de mal moral, fundándonos en el principio de la contraposición en relación con ese bien moral que es la fidelidad conyugal, ese bien en la relación conyugal de un hombre con una mujer el hombre y de la mujer, que como esposo y esposa, se unen tan estrechamente entre sí que forman una sola carne. El adulterio es pecado porque constituye la ruptura de la alianza personal del hombre y de la mujer, la alianza nacida del amor y acogida por las dos partes respectivas precisamente como matrimonio. El adulterio es una radical falsificación del signo.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor virginia castro » Vie Oct 18, 2013 2:23 pm

Virginia Castro # 37

El adulterio es en contra de la creacion del hombre y la mujer y contra de los mandamientos de Dios, la Familia y la sociedad.
Desde tiempos antiguos es tan malo y castigado como la idolatria; los dos estan en contra de la Alianza con Dios se rompe el pacto de la armonia y todos se hace pecado, es la concupiscencia de la carne; los profetas lo advertian mucho de estar fuera de todo adulterio y Jesus lo confirma otra vez en la bienaventuranzas en Mateo 5,27-28; hasta hoy en dia es algo depresivo ver que se ve mas el adulterio que en otros tiempos y lo hacen como si nada y las familias destruidas y las victimas los hijos.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor virginia castro » Vie Oct 18, 2013 2:23 pm

Virginia Castro # 37

El adulterio es en contra de la creacion del hombre y la mujer y contra de los mandamientos de Dios, la Familia y la sociedad.
Desde tiempos antiguos es tan malo y castigado como la idolatria; los dos estan en contra de la Alianza con Dios se rompe el pacto de la armonia y todos se hace pecado, es la concupiscencia de la carne; los profetas lo advertian mucho de estar fuera de todo adulterio y Jesus lo confirma otra vez en la bienaventuranzas en Mateo 5,27-28; hasta hoy en dia es algo depresivo ver que se ve mas el adulterio que en otros tiempos y lo hacen como si nada y las familias destruidas y las victimas los hijos.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor lindoro50 » Dom Oct 20, 2013 12:07 pm

Explica la relación entre adulterio e idolatría

La relación entre el adulterio y la idolatría consiste en la alianza acompañada del amor. Dios Yahvé realiza por amor la alianza con Israel -sin mérito suyo-, se convierte para él en esposo y cónyuge afectuoso, diligente y generoso para con su esposa. A cambio de este amor, que desde el principio acompaña al pueblo elegido, Yahvé-Esposo recibe numerosas traiciones, múltiples manifestaciones de culto idolátrico, en los que se comete el «adulterio» de Israel-esposa. Aquí se trata no tanto de la elección mutua hecha por los esposos, que nace del amor recíproco, sino de la elección de la esposa (ya desde el momento de su nacimiento), una elección que proviene del amor del esposo, amor que, por parte del esposo mismo, es un acto de misericordia.

¿Por qué el adulterio falsifica la alianza conyugal?

El adulterio es lo contrario de la relación esponsalicia, y del matrimonio (también como institución) en cuanto que el matrimonio monogámico actualiza en sí la alianza interpersonal del hombre y de la mujer, realiza la alianza nacida del amor y acogida por las dos partes respectivas precisamente como matrimonio (y, como tal, reconocido por la sociedad). Este género de alianza entre dos personas constituye el fundamento de esa unión por la que «el hombre... se unirá a su mujer y vendrán a ser los dos una sola carne» (Gén 2, 24). Es el signo normal de la comunión de las personas, unidad constituida entre el hombre y la mujer en calidad de cónyuges. El adulterio cometido por cualquiera de ellos no sólo es la violación de este derecho, sino al mismo tiempo es una radical falsificación del signo. El adulterio es pecado porque constituye la ruptura de la alianza personal del hombre y de la mujer.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor fpelaez » Vie Oct 25, 2013 10:46 am

Explica la relación entre adulterio e idolatría…

La relación entre el adulterio y la idolatría consiste en el rompimiento de la alianza que se hace acompañada del amor. Entre los cónyuges se hace una alianza de amor en el matrimonio, y Dios realiza por amor una alianza con Israel, alianza que se confirma en Cristo.

¿Por qué el adulterio falsifica la alianza conyugal?

El adulterio es contrario y trata de romper la relación esponsalicia. Falsifica el signo del amor esponsal, en el matrimonio al hacerse una sola carne, ninguno de los dos puede hacer lo mismo con alguien más. El adulterio causa una ruptura de la alianza personal entre el hombre y la mujer, al falsificar el signo del amor.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor Titica » Vie Oct 25, 2013 1:47 pm

El adulterio es pecado porque constituye la ruptura de la alianza personal del hombre y de la mujer.
El adulterio es la antithesis de la relacion esposalicia del matgrimonio tambien como institicion en cuanto el matrimonio es monogamico y como tal es reconocido por la sociedad.. Esta alianza entre las dos personas constituyew el fundamento de ese union por la que "el hombre se unira a su mujer y vendran a ser los dos una sola carne". Gn.2,24
Cuando uno de los dos falta y viola el derecho de que el matrimonio en su unidad constituida entre el hombre y la mujer como conyuges, se falsifica ese signo de pertenencia matrimonial del hombre con su mujer y viceversa.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor maguie » Jue Oct 31, 2013 6:36 pm

El adulterio falsifica el signo de la alianza conyugal porque pretende hacer una unión matrimonial con una persona con la que no se tiene un vínculo matrimonial, por lo tanto la unión se da solo físicamente y aun cabe la posibilidad de que se de sentimentalmente pero jamás se llegará a una unión que refleje la imagen y semejanza con Dios; no hay compromiso, no hay la intención de trascender a través de esta unión; por lo tanto el alma no quedará satisfecha. No hay alianza por lo que el signo ha sido utilizado, degradado.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor Alejandra S » Jue Oct 31, 2013 10:05 pm

El adulterio falsifica el amor conyugal, es un fraude, es una falsificación del amor verdadero y a la vez es un pecado que hace mucho daño. Es pecado porque rompe la Alianza entre un hombre y una mujer. Es un mal moral que se contrapone a la fidelidad conyugal. Jesús expresamente lo dice en el sermón de la montaña.
Juan Pablo II habla de la analogía entre el adulterio y la idolatría en el Antiguo Testamento, se refiere a la infidelidad del pueblo de Israel.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor marielflo » Dom Nov 03, 2013 11:53 pm

La fidelidad conyugal, se realiza adecuadamente sólo en la relación exclusiva del esposo y la esposa; es propia del amor esponsalicio y está regida por la normativa interior de la “comunión de personas”. Confiere el significado esencial a la Alianza tanto en la relación hombre-mujer, como también, por analogía, en la relación Yahvé-Israel).

¿Por qué el adulterio falsifica la alianza conyugal?
La falsifica porque el adulterio indica el acto mediante el cual un hombre y una mujer, que NO SON esposo y esposa, forman “una sola carne” (es decir, esos que no son marido y mujer en el sentido de la monogamia como fue establecida en el origen.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor jcuengar » Lun Nov 04, 2013 4:23 pm

Adulterio e idolatría: el adulterio es decir al otro ¡no eres suficiente!
En el principio el hombre peco por haber considerado a Dios insuficiente. La creación de Dios de la pareja primigenia imagen suya debía ser el reflejo de la donación total al otro que es también imagen de Dios.
Este pecado provoca el rechazo del otro y su reducción a "cosa"
Con esta reducción o insuficiencia inicia la idolatría como un intento vano y estúpido de querer llenarse del otro, de usar al otro y a los otros en lugar de ver a Dios "suficiente" en el otro. Así pues el adulterio es idolatría en la medida que usa a otra persona y destruye el vínculo totalizador con su pareja consagrada para adorar a sí mismo.
La alianza que representa el vínculo conyugal queda sin significado y por lo tanto carente de originalidad.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor Monica Guzman » Lun Nov 04, 2013 5:24 pm

El adulterio es un rompimiento con la alianza esponsal. Además de ser un pecado contra el cuerpo, es una falsificación del signo matrimonial. En el Antiguo Testamento era más bien un pecado contra el otro por tomar la mujer de su propiedad.
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor cabacort » Lun Nov 04, 2013 11:29 pm

El adulterio es el pecado del cuerpo; implica alejarse del vínculo conyugal para dar lugar a la concupiscencia, implica dejarse llevar por la carne y olvidarse del amor y donación mútua hacia el cónyuge.
Cuando se comete adulterio, tanto el hombre como la mujer, que no son esposos, se alejan de la gracia de Dios y pasan por alto el bien conferido a través del matrimonio, olvidando el amor esponsalicio y la comunión de personas.
Y bien, el adulterio se equipara con la idolatría, en cuanto que se rompe igualmente una alianza con Dios, en tanto que él es el que debe regir y guiar nuestra vida, tanto en el matrimonio, como en la vida cristiana
cabacort
 
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Re: 37. El adulterio falsifica el signo de la alianza conyug

Notapor b. gabriel reyes reyes » Sab Nov 09, 2013 9:31 pm

En los siguientes párrafos intento interconectar algunas ideas del tema:

Los Profetas especialmente Isaías, Oseas y Ezequiel comparan con el "adulterio", e incluso con la prostitución, el abandono del verdadero Dios-esposo por parte del pueblo-esposa y el amor con el que Yahve se ha unido a Israel, con el amor esponsal de los cónyuges. De esta forma el fondo de la efectiva y legalizada poligamia no altera el significado ético del adulterio. Cabe señalar que la analogía propuesta no es total, pues la elección, acorde con la mentalidad de los israelitas no es mutua, sino que se da una elección de la esposa, por pura misericordia del esposo.

Aunque “no hay en el Antiguo Testamento mención explícita alguna sobre la obligación de la monogamia, si bien la imagen presentada por los Libros posteriores demuestra que prevalecía en la práctica social (cf. por ej. los Libros Sapienciales, excepto Sir 37, 11; Tb)”, en muchos textos la monogamia aparece la única y justa analogía del monoteísmo, entendido en las categorías de la Alianza, es decir, de la fidelidad y de la entrega al único y verdadero Dios-Yahvé: Esposo de Israel.

El matrimonio monogámico
• actualiza en sí la alianza interpersonal del hombre y de la mujer,
• realiza la alianza, nacida del amor, que fundamenta la unión por la que "el hombre... se unirá a su mujer y vendrán a ser los dos una sola carne" (Gén 2, 24).

Esta unidad corpórea constituida entre el hombre y la mujer, en calidad de cónyuges, y expresión de la entrega mutua, es su derecho; pero sobre todo es el signo de la comunión de las personas.

El adulterio, cometido por parte de cada uno de ellos, no es pecado espiritual, sino “pecado del cuerpo”
• porque destruye esa alianza personal, el pacto conyugal de unidad y fidelidad
• viola el derecho de entrega, exclusivo del otro cónyuge
• falsifica radicalmente el signo de la comunión de las personas, el “ser una sola carne”.
b. gabriel reyes reyes
 
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