45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Este curso tiene el objetivo de difundir la catequesis del amor humano, también conocida como Teología del Cuerpo.

En esta segunda parte se toca el adulterio, la concupiscencia, la donación mutua del hombre y a mujer en el matrimonio, la dignidad del cuerpo y del sexo, lo «ético» y lo «erótico» en el amor humano y el respeto al cuerpo.

Fechas:
Este curso consta 40 sesiones que se impartirán todos los martes y sábados a partir del 27 de agosto de 2013 , la última será el 3 enero de 2014

Moderadores: pilar calva, Catholic.net, Margarita Gonzalez, Moderadores Animadores

45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor pilar calva » Mar Oct 22, 2013 9:33 pm

(22-X-80/26-X-80)
1. En los capítulos de esta segunda parte ocupa el centro de nuestras reflexiones el siguiente enunciado de Cristo en el sermón de la montaña: “Habéis oído que fue dicho: No adulterarás. Pero yo <i>Os</i> digo que todo el que mira a una mujer deseándola, ya adulteró con ella (con respecto a ella) en su corazón” (<i>Mt</i> 5, 27-28). Estas palabras tienen un significado esencial para toda la teología del cuerpo, contenida en la enseñanza de Cristo. Por tanto, justamente atribuimos gran importancia a su correcta comprensión e interpretación. Ya constatamos en nuestra reflexión precedente que la doctrina maniquea, en sus expresiones, tanto primitivas como posteriores, está en contraste con estas palabras.

Efectivamente, no es posible encontrar en la frase del sermón de la montaña, que hemos analizado, una “condena” o una acusación contra el cuerpo. Si acaso, se podría entrever allí una condena del corazón humano. Sin embargo, nuestras reflexiones hechas hasta ahora manifiestan que, si las palabras de Mateo 5, 27-28 contienen una acusación, el objeto de ésta es sobre todo el hombre de la concupiscencia. Con estas palabras no se acusa al corazón, sino que se le somete a un juicio, o mejor, se le llama a un examen crítico, más aún, autocrítico: ceda o no a la concupiscencia de la carne. Penetrando en el significado profundo de la enunciación de Mateo 5, 27-28, debemos constatar, sin embargo, que el juicio que allí se encierra acerca del “deseo”, como acto de concupiscencia de la carne, contiene en sí no la negación, sino más bien la afirmación del cuerpo, como elemento que juntamente con el espíritu determina la subjetividad ontológica del hombre y participa en su dignidad de persona. Así, pues, <i> el juicio sobre la concupiscencia de la carne tiene un significado esencialmente diverso del que puede presuponer la ontología maniquea del cuerpo</i>, y que necesariamente brota de ella.

2. El cuerpo, en su masculinidad y feminidad, está llamado “desde el principio” a convertirse en la manifestación del espíritu. Se convierte también en esa manifestación mediante la unión conyugal del hombre y de la mujer, cuando se unen de manera que forman “una sola carne”. En otro lugar (cf. <i>Mt</i> 19, 5-6) Cristo defiende los derechos inolvidables de esta unidad, mediante la cual el cuerpo, en su masculinidad y feminidad, asume el valor de signo, signo en algún sentido, sacramental; y además, poniendo en guardia contra la concupiscencia de la carne, expresa la misma verdad acerca de la dimensión ontológica del cuerpo y confirma su significado ético, coherente con el conjunto de su enseñanza. Este significado ético nada tiene en común con la condena maniquea, y, en cambio, está profundamente compenetrado del misterio de la “redención del cuerpo”, de que esbribirá San Pablo en la Carta a los Romanos (cf. <i>Rom</i> 8, 23). La “redención del cuerpo” no indica, sin embargo, el mal ontológico como atributo constitutivo del cuerpo humano, sino que señala solamente <i> el estado pecaminoso del hombre</i>, por el que, entre otras cosas, éste <i> ha perdido el sentido límpido del significado esponsalicio del cuerpo</i>, en el cual se expresa el dominio interior y la libertad del espíritu. Se trata aquí -como ya hemos puesto de relieve anteriormente- de una pérdida “parcial”, potencial, donde el sentido del significado esponsalicio del cuerpo se confunde, en cierto modo, con la concupiscencia y permite fácilmente ser absorbido por ella.

3. La interpretación apropiada de las palabras de Cristo según Mateo 5, 27-28, como también la “praxis” en la que se realizará sucesivamente el <i> <i>ethos</i> </i> auténtico del sermón de la montaña, deben ser absolutamente liberados de elementos maniqueos en el pensamiento y en la actitud. Una actitud maniquea llevaría a un “aniquilamiento”, si no real, al menos intencional del cuerpo, a una negación del valor del sexo humano, de la masculinidad y feminidad de la persona humana, o por lo menos sólo a la “tolerancia” en los límites de la “necesidad” delimitada por la necesidad misma de la procreación. En cambio, basándose en las palabras de Cristo en el sermón de la montaña, el <i> <i>ethos</i> </i> cristiano se caracteriza por una <i> transformación de la conciencia y de las actitudes de la persona humana</i>, tanto del hombre como de la mujer, <i> capaz de manifestar y realizar el valor del cuerpo y del sexo</i>, según el designio originario del Creador, puestos al servicio de la comunión de las personas”, “que es el sustrato más profundo de la ética y de la cultura humana. Mientras para la mentalidad maniquea el cuerpo y la sexualidad constituyen, por decirlo así, un “anti-valor”, en cambio, para el cristianismo son siempre un “valor no bastante apreciado”, como explicaré mejor más adelante. La segunda actitud indica cuál debe ser la forma del <i> <i>ethos</i> </i>, en el que el misterio de la “redención del cuerpo” se arraiga, por decirlo así, en el suelo “histórico” del estado pecaminoso del hombre. Esto se expresa por la fórmula teológica, que define el “estado” del hombre “histórico” como <i> status naturæ lapsæ simul ac redemptæ</i>.

4. Es necesario interpretar las palabras de Cristo en el sermón de la montaña (<i>Mt</i> 5, 27-28) a la luz de esta compleja verdad sobre el hombre. Si contienen cierta “acusación” al corazón humano, <i> mucho más le dirigen una apelación</i>. La acusación del mal moral, que el “deseo” nacido de la concupiscencia carnal íntemperante oculta en sí, es, al mismo tiempo, una llamada a vencer este mal. Y si la victoria sobre el mal debe consistir en la separación de él (de aquí las severas palabras en el contexto de Mateo 5, 27-28), sin embargo, se trata solamente de <i> separarse del mal del acto</i> (en el caso en cuestión, del acto interior de la “concupiscencia”) <i> y en ningún modo de transferir lo negativo de este acto a su objeto</i>. Semejante transferencia significaría cierta aceptación -quizá no plenamente consciente- del “anti-valor” maniqueo. Eso no constituiría una verdadera y profunda victoria sobre el mal del acto, que es mal por esencia moral, por lo tanto mal de naturaleza espiritual; más aún, allí se ocultaría el gran peligro de justificar el acto con perjuicio del objeto (en lo que consiste propiamente el error esencial del <i> <i>ethos</i> </i> maniqueo). Es evidente que Cristo en Mateo 5, 27-28 exige separarse del mal de la “concupiscencia” (o de la mirada de deseo desordenado), pero su enunciado no deja suponer en modo alguno que sea un mal el objeto de ese deseo, esto es, la mujer a la que se “mira para desearla”. (Esta precisión parece faltar a veces en algunos textos “sapienciales”).

5. Debemos precisar, pues, la diferencia entre la “acusación” y la “apelación”. Dado que la acusación dirigida al mal de la concupiscencia es, al mismo tiempo, una apelación a vencerlo, consiguientemente esta victoria debe unirse a un esfuerzo para descubrir el valor auténtico del objeto, para que en el hombre, en su conciencia y en su voluntad, no arraige el “anti-valor” maniqueo. En efecto, el mal de la “concupiscencia”, es decir, del acto del que habla Cristo en Mateo 5, 27-28, hace, sí, que el objeto al que se dirige, constituya para el sujeto humano un “valor no bastante apreciado”. Si en las palabras analizadas del sermón de la montaña (<i>Mt</i> 5, 27-28) el corazón humano es “acusado” de concupiscencia (o si es puesto en guardia contra esa concupiscencia), a la vez, mediante las mismas palabras <i> está llamado a descubrir el sentido pleno de lo que en el acto de concupiscencia constituye para él un “valor no bastante apreciado”</i>. Como sabemos, Cristo dijo: “Todo el que mira a una mujer deseándola, ya adulteró con ella en su corazón”. El “adulterio cometido en el corazón”, se puede y se debe entender como “desvalorización”, o sea, empobrecimiento de un valor auténtico, como privación intencional de esa dignidad, a la que en la persona en cuestión responde el valor integral de su feminidad. Las palabras de Mateo 5, 27-28 contiene una llamada a descubrir este valor y esta dignidad, y a afirmarlos de nuevo. Parece que sólo entendiendo así las citadas palabras de Mateo, se respeta su alcance semántico.
Para concluir estas concisas consideraciones, es necesario constatar una vez más que el modo maniqueo de entender y valorar el cuerpo y la sexualidad del hombre es esencialmente extraño al Evangelio, no conforme con el significado exacto de las palabras del sermón de la montaña, pronunciadas por Cristo. La llamada a dominar la concupiscencia de la carne brota precisamente de la afirmación de la dignidad personal del cuerpo y del sexo, y sirve únicamente a esta dignidad. Cometería un error esencial aquel que quisiese sacar de estas palabras una perspectiva maniquea.

Pregunta:
Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano… saca las consecuencias de cada uno.
¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor Jeanette Palacios » Lun Nov 11, 2013 2:14 am

Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano… saca las consecuencias de cada uno.
El maniqueismo sostiene que la sexualidad es mala y degradante que es un placer desordenado, como unica finalidad de la sexualidad, el juicio sobre la concuspiscencia de la carne tiene un significado esencialmente diverso del que pueda presuponer la antologia Maniquea del cuerpo. Desde el punto de vista del ethos Cristiano el cuerpo en su masculinidad y feminidad esta llamado a convertirse en manifestacion del Espiritu, mediante la union conyugal o sea el Matrimonio signo Sacramental y tiene asi un significado etico que pone en guardia contra la concuspiscencia de la carne. El Ethos del sermon de la montaña debe ser liberado de elementos Maniqueos en pensamiento y actitud. El pensamiento Maniqueo el cuerpo y la sexualidad constituyen un anti valor.
en cambo para el Cristiano:
a)es transformacion o formacion de la conciencia y actitudes de la persona humana
b) La sexualidad debe estar al servicio del amor y ser vivido dentro de un responsable compromiso
c) El encuentro corporal es simbolo de la union de las almas
d) No es malo el placer, lo malo es separlo de su finalidad natural el amor y la procreacion
e) A mayor entrega Espiritual mayor riqueza y plenitud en la entrega corporal (sexualidad)
e) Dios es el autor del matrimonio es una institucion hecha por Dios, como sacramento es un signo sensible y eficaz de la gracia de Dios. Asi el matrimonio Cristiano como vocacion es una llamada especial a la Santidad.

¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?
Mateo 5: 27-28 Contiene una acusacion al hombre de la concuspiscencia, no se acusa al corazon si no que se le hace una apelacion o un examen critico.
La acusacion que hace es del mal moral y una llamada o apelacion a vencer este mal. Cristo exige separarse del mal de la concuspiscencia o de la mirada de deseo desordenado. Jesus no quiere que se arraigue en el corazon del hombre el anti valor Maniqueo.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor Monica Guzman » Lun Nov 11, 2013 7:08 am

Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano… saca las consecuencias de cada uno.

La comprensión maniquea de la sexualidad es de que el cuerpo y el sexo son antivalores y que únicamente "sirven" para la procreación.

El Ethos cristiano tiene a la sexualidad como la comunión de personas y busca una transformación de la conciencia y de las actitudes de las personas, hombre y mujer que valore la dignidad de la persona. Encierra en sí misma una unidad misteriosa a la redención del cuerpo.

¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?

Es una apelación porque busca poner en alerta y cuidado la intensión del corazón, no acusa ni pone como malo al corazón mismo, sino que invita a la pureza, cuidado y valoración de la dignidad de la persona.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor lindoro50 » Lun Nov 11, 2013 1:06 pm

Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano… saca las consecuencias de cada uno.

La comprensión maniquea de la sexualidad arruina/deforma, no realmente, pero sí intencionalmente, al cuerpo, es decir, niega el valor del sexo humano, y consecuentemente la masculinidad y feminidad de la persona, tolerándolo solamente en los límites de la necesidad misma de la procreación.

Por otro lado, el ethos cristiano se caracteriza por una transformación de la conciencia y de las actitudes de la persona, tanto del hombre como de la mujer, capaz de manifestar y realizar el valor del cuerpo y del sexo, según el designio originario del Creador, puestos al servicio de la comunión de las personas, que es el asiento más profundo de la ética y de la cultura humana.

Consecuencias: Mientras para la mentalidad maniquea el cuerpo y la sexualidad constituyen, por decirlo así, un anti-valor, en cambio, para el cristianismo son siempre un valor no bastante apreciado.
El ethos cristiano no es más que vivir basándose en fundamentos de la afirmación de vida de Jesús como norma y sentido de vida, sus prioridades, su trato con las personas, sus anuncios, sus denuncias, su fidelidad a la misión encomendada por el Padre. Es tratar de articular la ética con la ética de vida.

¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?

Hay que precisar la diferencia entre acusación y apelación. La acusación dirigida al mal de la concupiscencia es, al mismo tiempo, una apelación a vencerla, por lo tanto debe realizarse un esfuerzo por descubrir el valor auténtico del objeto (al que se dirige la concupiscencia), para que en la conciencia y voluntad del hombre, no arraigue el anti-valor maniqueo. En efecto, el mal de la concupiscencia, hace que el objeto al que se dirige, constituya para el sujeto humano un valor no bastante apreciado. Si en las palabras del sermón de la montaña el corazón humano es acusado de concupiscencia (o si es puesto en guardia contra esa concupiscencia), a la vez, mediante las mismas palabras está llamado a descubrir el sentido pleno de lo que en el acto de concupiscencia constituye para él un valor no bastante apreciado. Como sabemos, Cristo dijo: “Todo el que mira a una mujer deseándola, ya adulteró con ella en su corazón”. El adulterio cometido en el corazón, se puede y se debe entender como ‘desvalorización’, o sea, empobrecimiento de un valor auténtico, privación intencional de esa dignidad, a la que en la persona en cuestión responde el valor integral de su feminidad. Las palabras de Mateo 5, 27-28 contienen una llamada a descubrir este valor y esta dignidad, y a afirmarlos de nuevo.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor CasJor » Lun Nov 11, 2013 3:08 pm

Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio
Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano… saca las consecuencias de cada uno.

La actitud maniquea de la sexualidad llevaría a un “aniquilamiento”, intencional del cuerpo y a una negación del valor de la sexualidad humana, de la masculinidad y feminidad de la persona humana, probablemente sólo se toleraría en los límites de la “necesidad” delimitada por la necesidad de la procreación. Por el contrario, según las palabras de Cristo en el sermón de la montaña, el ethos cristiano se caracteriza por una transformación de la conciencia y de las actitudes de la persona humana, tanto del hombre como de la mujer, capaz de manifestar y realizar el valor del cuerpo y del sexo, según el designio original del Creador, puestos al servicio de la comunión de las personas”, “que es el sustrato más profundo de la ética y de la cultura humana. Mientras para la mentalidad maniquea el cuerpo y la sexualidad constituyen, por decirlo así, un “anti-valor”, en cambio, para el cristianismo serán siempre un “valor no bastante apreciado”. La segunda actitud indica cuál debe ser la forma del ethos, en el que el misterio de la “redención del cuerpo” se arraiga, por decirlo así, en el suelo “histórico” del estado pecaminoso del hombre.

¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?

Las palabras de Cristo en el sermón de la montaña si contienen cierta “acusación” al corazón humano, mucho más le dirigen una apelación. La acusación del mal moral, que el “deseo” nacido de la concupiscencia carnal, es, al mismo tiempo, una llamada a vencer este mal. Y si la victoria sobre el mal debe consistir en la separación de él, se trata solamente de separarse del mal del acto de la “concupiscencia” y en ningún modo de transferir lo negativo de este acto a su objeto. Semejante transferencia significaría cierta aceptación -quizá no plenamente consciente- del “anti-valor” maniqueo. Eso no constituiría una verdadera y profunda victoria sobre el mal del acto, que es mal por esencia moral, por lo tanto mal de naturaleza espiritual; más aún, allí se ocultaría el gran peligro de justificar el acto con perjuicio del objeto. Es evidente que Cristo en Mateo 5, 27-28 exige separarse del mal de la “concupiscencia”, pero su enunciado no deja suponer en modo alguno que sea un mal el objeto de ese deseo, esto es, la mujer a la que se “mira para desearla”.

La diferencia entre la “acusación” y la “apelación”. Dado que la acusación dirigida al mal de la concupiscencia es, al mismo tiempo, una apelación a vencerlo, consiguientemente esta victoria debe unirse a un esfuerzo para descubrir el valor auténtico del objeto, para que en el hombre, en su conciencia y en su voluntad, no arraigue el “anti-valor” maniqueo. El “adulterio cometido en el corazón”, se puede y se debe entender como “desvalorización”, o sea, empobrecimiento de un valor auténtico, como privación intencional de esa dignidad, a la que en la persona en cuestión responde el valor integral de su feminidad. Las palabras de Mateo contienen una llamada a descubrir este valor y esta dignidad, y a afirmarlos de nuevo.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor Maria 2 » Lun Nov 11, 2013 5:47 pm

Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano… saca las consecuencias de cada uno. ¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?

Cristo en el sermón de la montaña: “Habéis oído que fue dicho: No adulterarás. Pero yo Os digo que todo el que mira a una mujer deseándola, ya adulteró con ella (con respecto a ella) en su corazón”

No es posible encontrar en la frase del sermón de la montaña, que hemos analizado, una “condena” o una acusación contra el cuerpo. Si acaso, se podría entrever allí una condena del corazón humano.

El cuerpo, en su masculinidad y feminidad, está llamado “desde el principio” a convertirse en la manifestación del espíritu. Se convierte también en esa manifestación mediante la unión conyugal del hombre y de la mujer, cuando se unen de manera que forman “una sola carne”. En otro lugar (cf. Mt 19, 5-6) Cristo defiende los derechos inolvidables de esta unidad, mediante la cual el cuerpo, en su masculinidad y feminidad, asume el valor de signo. La “redención del cuerpo” no indica, sin embargo, el mal ontológico como atributo constitutivo del cuerpo humano, sino que señala solamente el estado pecaminoso del hombre, por el que, entre otras cosas, éste ha perdido el sentido límpido del significado esponsalicio del cuerpo, en el cual se expresa el dominio interior y la libertad del espíritu.

Una actitud maniquea llevaría a un “aniquilamiento”, si no real, al menos intencional del cuerpo, a una negación del valor del sexo humano, de la masculinidad y feminidad de la persona humana, o por lo menos sólo a la “tolerancia” en los límites de la “necesidad” delimitada por la necesidad misma de la procreación. En cambio, basándose en las palabras de Cristo en el sermón de la montaña, el ethos cristiano se caracteriza por una transformación de la conciencia y de las actitudes de la persona humana, tanto del hombre como de la mujer, capaz de manifestar y realizar el valor del cuerpo y del sexo, según el designio originario del Creador, puestos al servicio de la comunión de las personas”, “que es el sustrato más profundo de la ética y de la cultura humana. Mientras para la mentalidad maniquea el cuerpo y la sexualidad constituyen, por decirlo así, un “anti-valor”, en cambio, para el cristianismo son siempre un “valor no bastante apreciado”.

La acusación del mal moral, que el “deseo” nacido de la concupiscencia carnal intemperante oculta en sí, es, al mismo tiempo, una llamada a vencer este mal. Y si la victoria sobre el mal debe consistir en la separación de él (de aquí las severas palabras en el contexto de Mateo 5, 27-28), sin embargo, se trata solamente de separarse del mal del acto. Es evidente que Cristo en Mateo 5, 27-28 exige separarse del mal de la “concupiscencia” (o de la mirada de deseo desordenado), pero su enunciado no deja suponer en modo alguno que sea un mal el objeto de ese deseo, esto es, la mujer a la que se “mira para desearla”. (Esta precisión parece faltar a veces en algunos textos “sapienciales”).

La diferencia entre la “acusación” y la “apelación”. Dado que la acusación dirigida al mal de la concupiscencia es, al mismo tiempo, una apelación a vencerlo, consiguientemente esta victoria debe unirse a un esfuerzo para descubrir el valor auténtico del objeto, para que en el hombre, en su conciencia y en su voluntad, no arraigue el “anti-valor” maniqueo. Cristo dijo: “Todo el que mira a una mujer deseándola, ya adulteró con ella en su corazón”. El “adulterio cometido en el corazón”, se puede y se debe entender como “desvalorización”, o sea, empobrecimiento de un valor auténtico, como privación intencional de esa dignidad, a la que en la persona en cuestión responde el valor integral de su feminidad. Las palabras de Mateo 5, 27-28 contiene una llamada a descubrir este valor y esta dignidad, y a afirmarlos de nuevo. Parece que sólo entendiendo así las citadas palabras de Mateo, se respeta su alcance semántico.

Para concluir estas concisas consideraciones, es necesario constatar una vez más que el modo maniqueo de entender y valorar el cuerpo y la sexualidad del hombre es esencialmente extraño al Evangelio, no conforme con el significado exacto de las palabras del sermón de la montaña, pronunciadas por Cristo. La llamada a dominar la concupiscencia de la carne brota precisamente de la afirmación de la dignidad personal del cuerpo y del sexo, y sirve únicamente a esta dignidad. Cometería un error esencial aquel que quisiese sacar de estas palabras una perspectiva maniquea.

COMENTARIO: Es una apelación porque busca poner en alerta y cuidado la intensión del corazón, no acusa ni pone como malo al corazón mismo, sino que invita a la pureza, cuidado y valoración de la dignidad de la persona.

Un abrazo y hasta pronto.-
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor fpelaez » Mar Nov 12, 2013 12:28 pm

Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano… saca las consecuencias de cada uno.

Comprensión maniquea de la sexualidad: Es algo denigrante y malo; incluso condena el matrimonio. Se ve la sexualidad puramente para la reproducción/procreación.

Comprensión desde el Ethos cristiano de la sexualidad: comunidad de hombre y mujer bajo el matrimonio. Busca el amor y la donación mutua de los conyugues y así que se transforme el hombre y su conciencia al valorar la dignidad de la persona como persona y en su feminidad y masculinidad. Valora plenamente el cuerpo y el sexo.

¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?

Acusa al pecado, a la concupiscencia, sin embargo apela al corazón del hombre a vivir en la gracia de la verdad de la dignidad del cuerpo y de la sexualidad del hombre y de la mujer. Apela a una transformación del corazón en el amor mutuo y en la donación.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor itziar2 » Mar Nov 12, 2013 2:14 pm

El maniqueismo condena el corazón humano, sospecha del corazón del hombre; aniquila el valor del cuerpo y del sexo humano, de la masculinidad y de la feminidad, de la persona humana o bien, lo tolera como necesidad para la procreación.El maniqueismo incluye en el mal del acto, como negativo el objeto del acto, mientras que el ethos cristiano supone la transformación de la conciencia y de las actitudes de la persona humana (hombre y mujer) capaz de manifestar y realizar el valor de cuerpo y del sexo según el designio originario del Creador al servicio de la comunión de personas. Para el maniqueismo el cuerpo y el sexo son anti-valor mientras que para el cristiano el cuerpo y la sexualidad es valor no suficientemente apreciado.
2.- Acusación se dirige al mal de la concupiscencia como acto, no al objeto, es decir, la mujer no es mala
Apelación: para vencerlo y descubrir el valor autentico del objeto, para que en el hombre, conciencia y voluntad, no arraigue el criterio maniqueo.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor Rutilo De Los Santos » Mar Nov 12, 2013 5:28 pm

Pregunta.-Explica la diferencia entre la comprensión Maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano ...saca las consecuencias de cada uno
R= La comprensión maniquea de la sexualidad se basa en que el cuerpo pertenece al Mal y por lo tanto el acto sexual es maligno, como consecuencia esta Doctrina acusa y condena al cuerpo humano.
Es muy diferente la comprensión cristiana del acto sexual, ya que esta ve la dignidad del cuerpo y del sexo, según esta escrito en los evangelios.Las palabras de Cristo según Mt 5,27-28 esta apelando al corazón humano para someterlo a un juicio,o mejor a un examen crítico,más aún,autocrítico .El juicio que Cristo hace es al deseo como acto de concupiscencia de la carne,contiene en sí no la negación, sino más bien la afirmación del cuerpo,como elemento que juntamente con el espíritu determina la subjetividad ontologica del hombre y participa en su dignidad de persona.El cuerpo,en su masculinidad y feminidad,esta llamado desde el principio a convertirse en manifestación del espíritu,mediante la unión conyugal del hombre y la mujer, cuando se unen de manera que forman" una sola carne".
Pregunta.-¿que quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?
R= Debemos precisar ,pues ,la diferencia entre la acusación y la apelación .Dado que la acusación dirigida al mal de la concupiscencia es, al mismo tiempo,una apelación a vencerlo,consiguientemente esta victoria debe unirse a un esfuerzo para descubrir el valor auténtico del objeto,para que en el hombre,en su conciencia y en su voluntad,no arraigue el anti valor maniqueo .En efecto,el mal de la concupiscencia es decir del acto del que habla Cristo en Mateo 5,27-28, hace ,si,que el objeto al que se dirige ,constituye para el sujeto humano un" valor no bastante apreciado". Si en las palabras analizadas del Sermón de la Montaña ( Mt 5,27-28) el corazón humano es acusado de concupiscencia ( o si es puesto en guardia contra esa concupiscencia), a la vez mediante las mismas palabras,esta llamado a descubrir el sentido pleno de lo que en el acto de concupiscencia constituye para el "un valor no bastante apreciado". El adulterio cometido en el corazón,se puede y debe entender como " des valorización", o sea empobrecimiento de un valor auténtico ,como privación intencional de esa dignidad, a la que en la persona en cuestión responde el valor integral de su feminidad.Las palabras de Mateo 5,27-28, contienen una llamada a descubrir este valor y esta dignidad, y a afirmarlos de nuevo.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor yaluz » Mar Nov 12, 2013 10:01 pm

Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano… saca las consecuencias de cada uno.
R:
Existe una gran diferencia y lo explique en la pregunta anterior.
1: El maniqueísmo, por ejemplo consideraba que el espíritu del hombre es de Dios pero el cuerpo del hombre es del demonio que por demás tiene atrapado allí (en la materia corporal) al espíritu o luz; por lo tanto, creen que es necesario practicar un estricta “limpieza” para iniciar el proceso de liberación de la Luz atrapada. Desprecian por eso la materia, incluso el cuerpo.
2. Mientras que para el Ethos cristiano, el hombre, en cuerpo y espíritu constituyen la obra maestra del Creador.Según, el Papa, el ethos cristiano se caracteriza por" una transformación de la conciencia y de las actitudes de la persona humana, tanto del hombre como de la mujer, capaz de manifestar y realizar el valor del cuerpo y del sexo, según el designio originario del Creador, puestos al servicio de la comunión de las personas”, “que es el sustrato más profundo de la ética y de la cultura humana.”
3. En el Génesis 2,24 se habla de la unidad “y vendrán a ser los dos una sola carne es sin duda la que se expresa y se realiza en el acto conyugal, bendecidos por la fecundidad
4. : El maniqueísmo, aborrece la fecundidad, porque piensa que es una manera de dar continuismo al cuerpo, que es el mal y que atrapa al bien, a la luz…
5. El Ethos cristiano ve el cuerpo con su significado esponsal. La persona humana es "ser-don" y esto lo expresa hasta en su propio cuerpo. Por tanto, su identidad más profunda la expresa en el acto conyugal que es un don de amor
Consecuencias: Pienso que la principal consecuencia es: NO CONTINUAR LA OBRA DE DIOS al rechazar la fecundidad; y en segundo lugar, asignarle al cuerpo las responsabilidades que son expresiones de nuestra forma de pensar y actuar.
¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?
R: Cristo hace un llamado de atención cuando acusa” Habéis oído que fue dicho: No adulterarás. Pero yo Os digo que todo el que mira a una mujer deseándola, ya adulteró con ella (con respecto a ella) en su corazón” (Mt 5, 27-28). Pero también apela para que caigamos en cuenta que no solamente en el acto externo, en la concupiscencia de la carne, es cuando se comete el adulterio, también como parte de un acto interno, como el deseo, puede suceder.
Jesús acusa y apela para “vencer ese mal “por lo que en sus palabras no se ven para nada influenciadas por el maniqueísmo, todo lo contrario, se leja de éste.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor Silviamaria » Mié Nov 13, 2013 3:53 pm

Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano... saca las consecuencias de cada uno.

Desde el punto de vista la comprensión maniquea de la sexualidad la diferencia está en que en este caso la sexualidad sirve solo para la procreación, se la ve como un placer sin ningún tipo de valor hacia la persona. Las consecuencias son los antivalores.

Desde el punto de vista del Ethos cristiano la diferencia está en que la sexualidad entre hombre y mujer bajo el sacramento del matrimonio es la comunión de cuerpo y espíritu, valorando la dignidad de la persona. Las consecuencias son los valores, el placer tanto físico como espiritual en la entrega total por amor y con la gracia de Dios.


¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?

Quiere decir como una apelación porque no solo se peca en lo externo también con el corazón cuando se desea a la mujer del prójimo. Busca que el hombre domine a la concupiscencia y transforme su corazón.

Quiere decir como una acusación porque apela al corazón del hombre para que reflexione y viva en pureza su matrimonio, que se dignifiquen hombre y mujer en su entrega total.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor Javier Rolando » Vie Nov 15, 2013 1:54 am

1. Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano… saca las consecuencias de cada uno.

El rigorismo del maniqueísmo que condenaban la sexualidad como derivada de la maldad de la carne, que desde el dualismo cosmológico atribuían el origen de la materia al principio del mal; el cuerpo, en su masculinidad y feminidad, está llamado “desde el principio” a convertirse en la manifestación del espíritu. Esta manifestación se convierte también mediante la unión del hombre y la mujer en el Sacramento del Matrimonio de manera que forman “una sola carne”, “un solo ser”. Cristo defiende los derechos inviolables de esta unidad, mediante la cual el cuerpo, en su masculinidad y feminidad, asume el valor de signo. La “redención del cuerpo” no indica, sin embargo, el mal existente como atributo constitutivo del cuerpo humano, sino que señala solamente el estado pecaminoso del hombre, por el que, entre otras cosas, éste ha perdido el sentido transparente del significado esponsalicio del cuerpo, en el cual se expresa el dominio interior y la libertad del espíritu.

2. ¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?

La acusación se dirige al mal de la liviandad como acto, no al objeto, es decir, la mujer y el hombre no son malos, sino los actos que ellos realizan cuando se oscurece su voluntad y su libertad.
Con la apelación: para vencerlo y descubrir el valor autentico del objeto, para que en el hombre, conciencia y voluntad, no arraigue el criterio maniqueo.
Acusa al pecado, a la concupiscencia, sin embargo demanda al corazón del hombre a vivir en la gracia de la verdad de la dignidad del cuerpo y de la sexualidad hacia a una transformación del corazón en el amor mutuo y en la donación.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor Javier Rolando » Vie Nov 15, 2013 1:55 am

1. Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano… saca las consecuencias de cada uno.

El rigorismo del maniqueísmo que condenaban la sexualidad como derivada de la maldad de la carne, que desde el dualismo cosmológico atribuían el origen de la materia al principio del mal; el cuerpo, en su masculinidad y feminidad, está llamado “desde el principio” a convertirse en la manifestación del espíritu. Esta manifestación se convierte también mediante la unión del hombre y la mujer en el Sacramento del Matrimonio de manera que forman “una sola carne”, “un solo ser”. Cristo defiende los derechos inviolables de esta unidad, mediante la cual el cuerpo, en su masculinidad y feminidad, asume el valor de signo. La “redención del cuerpo” no indica, sin embargo, el mal existente como atributo constitutivo del cuerpo humano, sino que señala solamente el estado pecaminoso del hombre, por el que, entre otras cosas, éste ha perdido el sentido transparente del significado esponsalicio del cuerpo, en el cual se expresa el dominio interior y la libertad del espíritu.

2. ¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?

La acusación se dirige al mal de la liviandad como acto, no al objeto, es decir, la mujer y el hombre no son malos, sino los actos que ellos realizan cuando se oscurece su voluntad y su libertad.
Con la apelación: para vencerlo y descubrir el valor autentico del objeto, para que en el hombre, conciencia y voluntad, no arraigue el criterio maniqueo.
Acusa al pecado, a la concupiscencia, sin embargo demanda al corazón del hombre a vivir en la gracia de la verdad de la dignidad del cuerpo y de la sexualidad hacia a una transformación del corazón en el amor mutuo y en la donación.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor virginia castro » Vie Nov 15, 2013 11:23 am

Virginia Castro #45

1 respuesta:
Comprension maniquea de la sexualidad; es algo que hace el cuerpo y el sexo denigrante y el significado del matrimonio queda destruido.


2 Respuesta:
La union esponsalicia que Dios Bendijo en la creacion sigue siendo el Ethos Cristiano.


3 Respuesta:
Esta en contra del pecado, la concupiscencia y lucha para que el hombre viva en gracia y la dignidad del cuerpo y la sexualidad del hombre y mujer.
Apela a la transformacion del Corazon en el amor mutuo de la pareja.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor jcuengar » Vie Nov 15, 2013 7:21 pm

La visión Maniquea de la Sexualidad, en realidad no entiende la Sexualidad. Segmenta arbitrariamente al hombre desconociendo la su capacidad de donación, del ser pleno del yo al tú. Los maniqueos separan el Sexo de la sexualidad y ésta del hombre como si pudiera separarse el aroma de la flor.
La explicación del Papa JP II INTEGRA. Al afirmar Jesús en la montaña que en el principio eran una sola carne y al apelar al corazón del hombre, primero evidenciando su dureza y luego apelando a él como un camino hacia el hombre redimido, establece el camino de regreso a la casa del PADRE en cuanto a la vocación matrimonial.
Todo el hombre es Sexualidad, no sólo genitalidad, como una salir de sí para darse al otro con la mente, con el cuerpo con el corazón. La salida de sí entendida como donación no sólo está dirigida al placer o en el matrimonio al mutuo bien (carnal) de los cónyuges, sino a la entrega total del yo, hasta dar la vida por el otro.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor Titica » Sab Nov 16, 2013 1:36 pm

El ethos Cristiano se caracteriza por una transformacion de la conciencia y las actitudes de la persona humana, tanto del hombre como de la mujer, capaz de manifestar y realizer el valor del cuerpo y del sexo, segun lo querido por Dios Creador desde el designio originario puesto al servicio de la comunion de las personas. La "redencion del cuerpo" se arraiga , en el suelo "historico" del estado pecaminoso del hombre.
La conciencia y la voluntad en el hombre ayudan a descubrir el valor autentico de la comunion de personas,viendo en la mujer como sujeto y no como objeto.

Por lo contrario, la mentalidad maniquea el cuerpo y la sexualidad constituyen, un "anti-valor", en cambio para el cristianismo son siempre un "valor no bastante apreciado".
Las palabras de Cristo en Mateo 5,27-28 contiene una llamada a descubir el valor del sentido verdadero del otro como sujeto y de su dignidad como persona humana. El llama a dominar la concupiscencia de la carne con la afirmacion de la dignidad personal del cuerpo y del sexo.

El Papa precisa la diferencia entre la "acusacion" y la "apelacion" La acusacion va dirigida al mal de la concupiscencia y la apelacion a vencerla. Es decir, uniendo el esfuerzo para descubir el valor autentico del objeto como persona, para que en el hombre, en su conciencia y en su voluntad no arraige el "anti-valor" maniqueo. El ser humano tiene su dignidad de ser creado por Dios para un fin bueno.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor maandreuster » Sab Nov 16, 2013 4:33 pm

Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano… saca las consecuencias de cada uno.
¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?
Es la diferencia entre el respeto del cuerpo como manifestación del espiritu y el mirar el cuerpo como un objeto, en este caso de concupiscencia.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor cabacort » Mié Nov 20, 2013 10:37 pm

Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano... saca las consecuencias de cada uno.
El maniqueísmo habla de la sexualidad como algo malo, en tanto que el cuerpo es objeto de pecado, de maldad, por lo que el sexo ha de limitarse únicamente a la procreación de los hijos. Todo lo demás tiene que ser anulado y evitado, en tanto que el cuerpo de la concupscencia lleva al hombre a ver al sexo como una situación de deseo, alejándose de lo que su espíritu y su corazón le digan. Con esto, se aleja de lo que el Evangelio señala, pues la sexualidad deja de ser el medio de expresión de su propio ser, de su esencia humana.
Por su parte, el Ethos cristiano señala que en la relación conyugal se realizan plenamente la femeneidad y la masculinidad del ser humano, pues mediante el cuerpo se manifiesta el espíritu, convirtiéndose en un signo sacramental y santo, a través del vìnculo esponsalicio. Esto permite considerar el uso de la libertad y de la voluntad para tener una sexualidad responsable, donde cuerpo y espíritu se unan para santificar la vida matrimonial.
¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?
Sería una acusación en tanto que la concupiscencia del cuerpo puede llevarnos a ofender a la pareja y al vínculo matrimonial. Al sabernos poseedores de una capacidad para discernir lo que es bueno y para practicar nuestra voluntad, Dios apela a nuestras decisiones para que en comunión con él podamos ejercer nuestra sexualidad como él nos manda.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor maguie » Jue Nov 21, 2013 1:54 pm

Los maniqueos creen que el cuerpo está lleno de maldad y empuja al mal, por lo tanto inhiben y condenan cualquier manifestación del cuerpo, aunque sea legítima, especialmente las manifestaciones sexuales por lo que la dimensión corporal en ellos está limitada y condenada impidiendo la manifestación integral del ser humano.
El Ethos cristiano reconoce que el ser humano está hecho de cuerpo y espíritu y se reconocen y aprecian las manifestaciones legítimas del cuerpo, como la sexualidad dentro del matrimonio, con la que los cónyuges hacen vida la imagen y semejanza con Dios.
El Papa, cuando dice que en las palabras de Cristo en el Sermón de la montaña hay una acusación y un apelación, se refiere a que Cristo hace ver que el pecado puede ser interno -es decir denuncia que aunque nadie lo vea, puede haber pecado, pues es una ofensa a Dios hacer objeto a una mujer deseándola- y al mismo tiempo esas palabras hacen que el hombre se cuide de esos pensamientos que puede tener en cualquier momento para evitar cosificar a una mujer y ofender con ello a Dios.
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Re: 45. Dignidad del cuerpo y del sexo según el Evangelio

Notapor NELSON » Vie Nov 22, 2013 4:50 pm

Explica la diferencia entre la comprensión maniquea de la sexualidad y el Ethos cristiano... saca las consecuencias de cada uno.
La interpretación apropiada de las palabras de Cristo según Mateo 5, 27-28, como también la "praxis" en la que se realizará sucesivamente el ethos auténtico del sermón de la montaña, deben ser absolutamente liberados de elementos maniqueos en el pensamiento y en la actitud. Una actitud maniquea llevaría a un "aniquilamiento", si no real, al menos intencional del cuerpo, a una negación del valor del sexo humano, de la masculinidad y feminidad de la persona humana, o por lo menos sólo a la "tolerancia" en los límites de la "necesidad" delimitada por la necesidad misma de la procreación. En cambio, basándose en las palabras de Cristo en el sermón de la montaña, el ethos cristiano se caracteriza por una transformación de la conciencia y de las actitudes de la persona humana, tanto del hombre como de la mujer, capaz de manifestar y realizar el valor del cuerpo y del sexo, según el designio originario del Creador, puestos al servicio de la comunión de las personas", "que es el sustrato más profundo de la ética y de la cultura humana. Mientras para la mentalidad maniquea el cuerpo y la sexualidad constituyen, por decirlo así, un "anti-valor", en cambio, para el cristianismo son siempre un "valor no bastante apreciado"

¿Qué quiere decir el Papa cuando habla de las palabras de Cristo en el Sermón de la Montaña como una apelación y una acusación?
La diferencia entre la "acusación" y la "apelación". Dado que la acusación dirigida al mal de la concupiscencia es, al mismo tiempo, una apelación a vencerlo, consiguientemente esta victoria debe unirse a un esfuerzo para descubrir el valor auténtico del objeto, para que en el hombre, en su conciencia y en su voluntad, no arraigue el "anti-valor" maniqueo. En efecto, el mal de la "concupiscencia", es decir, del acto del que habla Cristo en Mateo 5, 27-28, hace, sí, que el objeto al que se dirige, constituya para el sujeto humano un "valor no bastante apreciado".
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