por claudia corchado » Lun Jun 02, 2014 5:34 pm
Pregunta:
¿Por qué habla el Papa del sentido ético y antropológico en esta parte de la catequesis?
Las palabras de Cristo en el sermón de la montaña (Mt 5, 27-28), contienen un profundo significado ético y antropológico. Se habla del significado ético y antropológico de estas palabras, porque aluden a las dos dimensiones íntimamente unidas del ethos y del hombre “histórico”. Las palabras de Cristo se dirigen al “corazón”, al hombre interior. El hombre interior es el sujeto específico del ethos del cuerpo, y Cristo quiere impregnar de esto la conciencia y la voluntad de sus oyentes y discípulos.
¿En qué sentido podemos hablar del “ethos” de la redención y especialmente la redención del Cuerpo?
San Pablo, en la Carta a los Romanos, contrapone “la servidumbre de la corrupción” (Rm 8, 21) y la sumisión a “la vanidad” (Rm 8,20), al deseo de la “redención de nuestro cuerpo (Rm 8, 23). En este contexto, el Apóstol habla de los gemidos de “toda la creación” que “abriga la esperanza de que también ella será libertada de la servidumbre de la corrupción, para participar en la libertad de la gloria de los hijos de Dios” (Rm 8, 20-21). De este modo, San Pablo desvela la situación de toda la creación, y en particular la del hombre después del pecado. Para esta situación es significativa la aspiración que -juntamente con la “adopción de hijos” (Rm 8, 23) tiende precisamente a la “redención del cuerpo” presentada como el fin, como el fruto escatológico y maduro del misterio de la redención del hombre y del mundo, realizada por Cristo.
En el sermón de la montaña Cristo habla en la perspectiva de la redención del hombre y del mundo (y precisamente, por lo tanto, de la “redención del cuerpo”). De hecho, ésta es la perspectiva de todo el Evangelio, de toda la enseñanza, más aún, de toda la misión de Cristo. En la enseñanza de Cristo la referencia fundamental a la cuestión del matrimonio y al problema de las relaciones entre el hombre y la mujer, se remite al “principio”. Esta llamada sólo puede ser justificada por la realidad de la redención; fuera de ella, en efecto, permanecería únicamente la triple concupiscencia, o sea, esa “servidumbre de la corrupción”, de la que escribe el Apóstol Pablo. Solamente la perspectiva de la redención justifica la referencia al “principio”, o sea, la perspectiva del misterio de la creación en la totalidad de la enseñanza de Cristo acerca de los problemas del matrimonio, del hombre y de la mujer y de su relación recíproca.
¿Qué es la templanza?
El imperativo dominio de sí, la necesidad de una inmediata continencia y de una templanza habitual, esto es, la continencia de los deseos.
Cristo indica con claridad que para alcanzar la redención del cuerpo, para dominar la concupiscencia de la carne y a todo el hombre de la concupiscencia, debe seguirse el camino de la templanza y de dominio de los deseos.
Explica la Frase:
El camino de la llamada a la pureza del corazón, tal como fue expresada en el sermón de la montaña, es en todo caso reminiscencia de la soledad originaria, de la que fue liberado el hombre-varón mediante la apertura al otro ser humano, a la mujer. La pureza de corazón se explica, en fin de cuentas, con la relación hacia el otro sujeto, que es originaria y perennemente "conllamado".
La pureza es exigencia del amor. Es la dimensión de su verdad interior en el “corazón” del hombre.
En el sermón de la montaña Cristo habla en la perspectiva de la redención del hombre y del mundo, por lo tanto, de la “redención del cuerpo”. En la enseñanza de Cristo la referencia fundamental a la cuestión del matrimonio y al problema de las relaciones entre el hombre y la mujer, se remite al “principio”, es decir, la perspectiva del misterio de la creación en la totalidad de la enseñanza de Cristo acerca de los problemas del matrimonio, del hombre y de la mujer y de su relación recíproca.
Saludos a todos.