54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Este curso tiene el objetivo de difundir la catequesis del amor humano, también conocida como Teología del Cuerpo.

En esta segunda parte se toca el adulterio, la concupiscencia, la donación mutua del hombre y a mujer en el matrimonio, la dignidad del cuerpo y del sexo, lo «ético» y lo «erótico» en el amor humano y el respeto al cuerpo.

Fechas:
Este curso consta 40 sesiones que se impartirán todos los martes y sábados a partir del 27 de agosto de 2013 , la última será el 3 enero de 2014

Moderadores: pilar calva, Catholic.net, Margarita Gonzalez, Moderadores Animadores

54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor pilar calva » Mar Oct 22, 2013 10:19 pm

(28-I-81/1-II-81)

1. Escribe San Pablo en la primera Carta a los Tesalonicenses: “...Esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación; que <i>Os</i> abstengáis de la fornificación; que cada uno sepa mantener su propio cuerpo en santidad y respeto, no con afecto libidinoso, como los gentiles que no conocen a Dios” (1 <i>Tes</i> 4, 3-5). Y después de algunos versículos, continua: “Que no <i>Os</i> llamó Dios a la impureza, sino a la santidad. Por tanto, quien estos preceptos desprecia, no desprecia al hombre, sino a Dios, que <i>Os</i> dio su Espíritu Santo” (<i>ib</i> ., 4, 7-8). A estas frases del Apóstol hicimos referencia durante nuestro encuentro del pasado 14 de enero. Sin embargo, hoy volvemos sobre ellas porque son particularmente importantes para el tema de nuestras meditaciones.

2. La pureza, de la que habla Pablo en la primera Carta a los Tesalonicenses (4, 3-5. 7-8), se manifiesta en el hecho de que el hombre “sepa mantener el propio cuerpo en santidad y respeto, no con afecto libidinoso”. En esta formulación cada palabra tiene un significado particular y, por lo tanto, merece un comentario adecuado.

En primer lugar, la pureza es una “capacidad”, o sea en el lenguaje tradicional de la antropología y de la ética: una actitud. Y en este sentido, es virtud. Si esta capacidad es decir, virtud. Lleva a abstenerse “de la impureza”, esto sucede porque el hombre que la posee sabe “mantener el propio cuerpo en santidad y respeto, no con afecto libidinoso. Se trata aquí de <i> una capacidad práctica, que hace al hombre apto para actuar</i> de un modo determinado y, al mismo tiempo, para <i> no actuar</i> del modo contrario. La pureza, para ser esta capacidad o actitud, obviamente debe estar arraigada en la voluntad, en el fundamento mismo del querer y del actuar consciente del hombre. Tomás de Aquino, en su doctrina sobre las virtudes, ve de modo aun más directo el objeto de la pureza en la facultad del deseo sensible, al que él llama <i> appetitus concupiscibilis</i>. Precisamente esta facultad debe ser particularmente “dominada”, ordenada y hecha capaz de actuar de modo conforme a la virtud, a fin de que la “pureza” pueda atribuírsele al hombre. Según esta concepción, la pureza consiste, ante todo, en contener los impulsos del deseo sensible, que tiene como objeto lo que en el hombre es corporal y sexual. La pureza es una variante de la virtud de la templanza.

3. El texto de la primera Carta a los Tesalonicenses (4; 3-5) demuestra que la virtud de la pureza, en la concepción de Pablo, consiste también en el dominio y en la superación de “pasiones libidinosas”; esto quiere decir que pertenece necesariamente a su naturaleza la capacidad de contener los impulsos del deseo sensible, es decir, la virtud de la <i> templanza</i>. Pero, a la vez, el mismo texto paulino dirige nuestra atención hacia otra función de la virtud de la pureza, hacia otra dimensión suya -podría decirse- más positiva que negativa. La finalidad, pues, de la pureza, que el autor de la Carta parece poner de relieve, sobre todo, es no sólo (y no tanto) la abstención de la “impureza” y de lo que a ella conduce, por lo tanto, la abstención de “pasiones libidinosas”, sino, al mismo tiempo, el mantenimiento del propio cuerpo e, indirectamente, también del de los otros con “santidad y respeto”.

Estas dos funciones, la “abstención” y el <i> “mantenimiento”</i> están estrechamente ligadas y son <i> recíprocamente dependientes</i>. Porque, en efecto, no se puede “mantener el cuerpo con santidad y respeto”, si falta esa abstención “de la impureza”, y de lo que a ella conduce, en consecuencia se puede admitir que el mantenimiento del cuerpo (propio e, indirectamente, de los demás) “en santidad y respeto” confiere adecuado significado y valor a esa abstención. Esta, de suyo, requiere la superación de algo que hay en el hombre y que nace espontáneamente en él como inclinación, como atractivo y también como valor que actúa, sobre todo, en el ámbito de los sentidos, pero muy frecuentemente no sin repercusiones sobre otras dimensiones de la subjetividad humana, y particularmente sobre la dimensión afectivo-emotiva.

4. Considerando todo esto, parece que la imagen paulina de la virtud de la pureza-imagen que emerge de la confrontación tan elocuente de la función de la “abstención” (esto es, de la templanza) con la del “mantenimiento del cuerpo con santidad y respeto”- es profundamente <i> justa, completa y adecuada</i>. Quizá debemos esta plenitud no a otra cosa sino al hecho de que Pablo considera la pureza no sólo como capacidad (esto es, actitud) de las facultades subjetivas del hombre, sino, al mismo tiempo, como una manifestación concreta de la vida “según el Espíritu”, en la cual la capacidad humana está interiormente fecundada y enriquecida por lo que Pablo, en la Carta a los Gálatas 5, 22, llama “fruto del Espíritu”. <i> El respeto</i> que nace en el hombre hacia todo lo que es corpóreo y sexual, tanto en sí, como en todo otro hombre, varón y mujer, se manifiesta como la fuerza más esencial para mantener el cuerpo “en santidad”. Para comprender la doctrina paulina sobre la pureza, es necesario entrar a fondo en el significado del término “respeto”, entendido aquí, obviamente, como fuerza de carácter espiritual. Precisamente esta fuerza interior es la que confiere plena dimensión a la pureza como virtud, es decir, como capacidad de actuar en todo ese campo en el que el hombre descubre, en su interior mismo, los múltiples impulsos de “pasiones libidinosas”, y a veces, por varios motivos, se rinde a ellos.

5. Para entender mejor el pensamiento del autor de la primera Carta a los Tesalonicenses, es oportuno tener presente además otro texto, que encontramos en la primera Carta a los Corintios. Pablo expone allí su gran <i> doctrina eclesiológica</i>, según la cual, la Iglesia es Cuerpo de Cristo; aprovecha la ocasión para formular la argumentación siguiente acerca del cuerpo humano: “...Dios ha dispuesto los miembros en el cuerpo, cada uno de ellos como ha querido” (1 <i>Cor</i> 12, 18); y más adelante: “Aún hay más: los miembros del cuerpo que parecen más débiles son los más necesarios; y a los que parecen más viles los rodeamos de mayor honor, y a los que tenemos por indecentes, los tratamos con mayor decencia, mientras que los que de suyo son decentes no necesitan de mas. Ahora bien: Dios dispuso el cuerpo dando mayor decencia al que carecía de ella, a fin de que no hubiera escisiones en el cuerpo, antes todos los miembros se preocupen por igual unos de otros” (<i>ib</i> ., 12, 22-25).

6. Aunque el tema propio del texto en cuestión sea la teología de la Iglesia como Cuerpo de Cristo, sin embargo en torno a este pasaje, se puede decir que Pablo, mediante su gran analogía eclesiológica (que se repite en otras Cartas, y que tomaremos a su tiempo), contribuye, a la vez, <i> a profundizar en la teología del cuerpo</i>. Mientras en la primera Carta a los Tesalonicenses escribe acerca del mantenimiento del cuerpo “en santidad y respeto”, en el pasaje que acabamos de citar de la primera Carta a los Corintios quiere mostrar a este cuerpo humano precisamente como digno de respeto; se podría decir también que quiere enseñar a los destinatarios de su Carta la justa concepción del cuerpo humano.

Por eso, esta descripción paulina del cuerpo humano en la primera Carta a los Corintios, parece estar estrechamente ligada a las recomendaciones de la primera Carta a los Tesalonicenses: “Que cada uno sepa mantener el propio cuerpo en santidad y respeto” (1 <i>Tes</i> 4, 4). Este es un hilo importante, quizá el esencial, de la doctrina paulina sobre la pureza.


Pregunta:
¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonisenses? ¿Cuál es la interdependencia entre “abstención” y “mantenimiento”, de la que habla san Pablo… y qué aportación hace?
Avatar de Usuario
pilar calva
Moderador Staff
 
Mensajes: 146
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor CasJor » Lun Dic 16, 2013 10:19 am

El respeto al cuerpo según San Pablo
¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonisenses? ¿Cuál es la interdependencia entre “abstención” y “mantenimiento”, de la que habla san Pablo… y qué aportación hace?

En la primera Carta a los Tesalonicenses se puede comprobar que la pureza consiste en la templanza, sin embargo, igual que en la primera Carta a los Corintios, se pone también de relieve la nota del 'respeto'. Mediante este respeto debido al cuerpo humano, la pureza como virtud cristiana se manifiesta en las Cartas paulinas como un camino eficaz para apartarse de lo que en el corazón humano es fruto de la concupiscencia de la carne. La abstención 'de la impureza', que implica el mantenimiento del cuerpo 'en santidad y respeto', permite deducir que, según la doctrina del Apóstol, la pureza es una ' capacidad centrada en la dignidad del cuerpo, esto es, en la dignidad de la persona en relación con el propio cuerpo, con la feminidad y masculinidad que se manifiesta en este cuerpo. La pureza, entendida como 'capacidad' es precisamente expresión y fruto de la vida 'según el Espíritu' en el significado pleno de la expresión, es decir, como capacidad nueva del ser humano, en el que da fruto el don del Espíritu Santo. Estas dos dimensiones de la pureza la dimensión moral, o sea, la virtud, y la dimensión carismática, o sea, el don del Espíritu Santo están presentes y estrechamente ligadas en el mensaje de Pablo. Esto lo pone especialmente de relieve el Apóstol en la primera Carta a los Corintios, en la que llama al cuerpo 'templo (por tanto, morada y santuario) del Espíritu Santo'.

'¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que, por tanto, no os pertenecéis?'. Cualquier pecado que cometa un hombre, fuera de su cuerpo queda; pero el que fornica, peca contra su propio cuerpo'. La nota del pecado al que el Apóstol estigmatiza aquí está en el hecho de que este pecado, al contrario de todos los demás, es 'contra el cuerpo' (mientras que los otros pecados quedan 'fuera del cuerpo'). Así, pues, en la terminología paulina encontramos la motivación para las expresiones 'los pecados del cuerpo' o los 'pecados carnales'. Pecados que están en contraposición precisamente con esa virtud, gracias a la cual el hombre mantiene 'el propio cuerpo en santidad y respeto'.

Estos pecados llevan consigo la 'profanación' del cuerpo: privan al cuerpo de la mujer o del hombre del respeto que se les debe a causa de la dignidad de la persona. Sin embargo, el Apóstol va más allá: según él, el pecado contra el cuerpo es también ' profanación del templo'. Sobre la dignidad del cuerpo humano, a los ojos de Pablo, no sólo decide el espíritu humano, gracias al cual el hombre es constituido como sujeto personal, sino más aún la realidad sobrenatural, que es la morada y la presencia continua del Espíritu Santo en el hombre en su alma y en su cuerpo como fruto de la redención realizada por Cristo. De donde se sigue que el 'cuerpo' del hombre ya no es solamente 'propio'. Y no sólo por ser cuerpo de la persona merece ese respeto, cuya manifestación en la conducta recíproca de los hombres, varones y mujeres, constituye la virtud de la pureza. Cuando el Apóstol escribe: 'Vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios' (1 Cor 6, 19), quiere indicar todavía otra fuente de la dignidad del cuerpo, precisamente el Espíritu Santo, que es también fuente del deber moral que se deriva de esta dignidad.
CasJor
 
Mensajes: 63
Registrado: Lun Jun 03, 2013 9:26 am
Ubicación: Costa Rica

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor virginia castro » Lun Dic 16, 2013 1:49 pm

Virginia castro #54

1) La pureza de que habla Pablo se manifiesta en el hecho de que el hombre : sepa mantener el propio cuerpo con santidad y respeto no con afecto libidioso.

2) La abstencion y mantenimiento estan muy de cerca y dependen una a la otra y nos dice Pablo " no se pude tener el cuerpo con santidad y respeto", si falta esa abstencion de la impureza y a lo que nos lleva para el mantenimiento de nuestro cuerpo, Pablo nos da aver que el "fruto del espiritu" nace en el hombre, hacia todo lo que es corporeo y sexual tanto en el hombre como la mujer se manifiesta como la fuerza mas esencial para mantener el cuerpo " en Santidad".
virginia castro
 
Mensajes: 199
Registrado: Lun Feb 22, 2010 11:19 am

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor lindoro50 » Lun Dic 16, 2013 2:11 pm

¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonicenses?

Al hecho de que el hombre sepa mantener el propio cuerpo en santidad y respeto, no con afecto libidinoso, es decir, respeto, entendido aquí como fuerza de carácter espiritual. Fuerza interior que otorga plena dimensión a la pureza como virtud, o sea, como capacidad de actuar en todo ese campo en el que el hombre descubre, en su interior mismo, los múltiples impulsos de pasiones libidinosas, y a veces, por diversos motivos, se rinde a ellas.

¿Cuál es la interdependencia entre “abstención” y “mantenimiento”, de la que habla san Pablo… y qué aportación hace?

No se puede mantener el cuerpo con santidad y respeto, si falta la abstención de la impureza, y de lo que a ella conduce, por lo tanto se puede admitir que el mantenimiento del cuerpo (propio e, indirectamente, de los demás) en santidad y respeto, confiere adecuado significado y valor a esa abstención. Esta, de suyo, requiere la superación de algo que hay en el hombre y que nace espontáneamente en él como inclinación, como atractivo y también como valor que actúa, sobre todo, en el ámbito de los sentidos, pero muy frecuentemente no sin repercusiones sobre otras dimensiones de la subjetividad humana, y particularmente sobre la dimensión afectivo-emotiva.
Pablo considera la pureza no sólo como capacidad (actitud) de las facultades subjetivas del hombre, sino, al mismo tiempo, como una manifestación concreta de la vida según el Espíritu, en la cual la capacidad humana está interiormente fecundada y enriquecida por lo que Pablo, en la Carta a los Gálatas 5, 22, la llama fruto del Espíritu.
lindoro50
 
Mensajes: 318
Registrado: Dom Mar 27, 2011 1:02 pm

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor Silviamaria » Lun Dic 16, 2013 2:13 pm

¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonicenses? ¿Cuál es la interdependencia entre “abstención” y “mantenimiento”, de la que habla San Pablo… y qué aportación hace?

El sentido de la pureza es la moderación y el respeto al cuerpo humano, ese comportamiento permite que exista dignidad en el ser humano ya que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo
La interdependencia entre abstención y mantenimiento es fundamental porque para que haya respeto y santidad al cuerpo debe la persona abstenerse de las impurezas del mundo y esto aporta para la santidad porque un hombre o una mujer son dignos cuando saben cuidar su cuerpo y su espíritu.
Silviamaria
 
Mensajes: 439
Registrado: Mié Sep 08, 2010 3:32 pm

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor NELSON » Lun Dic 16, 2013 2:52 pm

Pregunta:
¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonisenses?
El texto de la primera Carta a los Tesalonicenses (4; 3-5) demuestra que la virtud de la pureza, en la concepción de Pablo, consiste también en el dominio y en la superación de "pasiones libidinosas"; esto quiere decir que pertenece necesariamente a su naturaleza la capacidad de contener los impulsos del deseo sensible, es decir, la virtud de la templanza.
¿Cuál es la interdependencia entre "abstención" y "mantenimiento", de la que habla san Pablo... y qué aportación hace?
Estas dos funciones, la "abstención" y el "mantenimiento" están estrechamente ligadas y son recíprocamente dependientes. Porque, en efecto, no se puede "mantener el cuerpo con santidad y respeto", si falta esa abstención "de la impureza", y de lo que a ella conduce, en consecuencia se puede admitir que el mantenimiento del cuerpo (propio e, indirectamente, de los demás) "en santidad y respeto" confiere adecuado significado y valor a esa abstención. Esta, de suyo, requiere la superación de algo que hay en el hombre y que nace espontáneamente en él como inclinación, como atractivo y también como valor que actúa, sobre todo, en el ámbito de los sentidos, pero muy frecuentemente no sin repercusiones sobre otras dimensiones de la subjetividad humana, y particularmente sobre la dimensión afectivo-emotiva.
NELSON LÓPEZ BUITRAGO - COLOMBIA
nelsonlopezbuitrago@gmail.com
NELSON
 
Mensajes: 140
Registrado: Mar Sep 29, 2009 6:58 pm

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor Jeanette Palacios » Lun Dic 16, 2013 6:24 pm

¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonisenses?
La finalidad segun san Pablo de la Pureza es la abstencion a hacer cosas impuras libidinosas y al mismo tiempo al mantenimiento del propio cuerpo e indirectamente el de los otros con Santidad y respeto.

¿Cuál es la interdependencia entre “abstención” y “mantenimiento”, de la que habla san Pablo…
La abstencion y mantenimiento estan estrechamente ligadas y son reciprocamente dependientes. No se puede mantener el cuerpo con Santidad y respeto si falta esa abstencion de la impureza.

y qué aportación hace?
Pablo contribuye a profundizar en la Teologia del cuerpo. Habla de la justa concepcion del cuerpo humano.
Jeanette Palacios
 
Mensajes: 140
Registrado: Mar Jun 04, 2013 2:16 pm

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor RoxanaGomez25 » Mar Dic 17, 2013 12:45 pm

El fondo del sentido de la pureza que enuncia San Pablo en la carta a los Tesalonisenses es que cada uno sepa mantener su cuerpo en santidad y respeto, no con afecto libidinoso.. Dios nos llama a la santidad no a la impureza, quien desprecia sus preceptos desprecia a Dios. La pureza es una capacidad, actitud, virtud a abstenerse a la impureza porque el hombre sabe mantener el propio cuerpo en santidad y respeto.
La interdependencia entre abstención y mantenimiento que refiere San Pablo, que esta capacidad práctica que hace el hombre para actuar de un modo y no de otro contrario, es en virtud de la pureza arraigada en la voluntad en querer y actuar consciente, de abstenerse pero en la pureza no es solo como templanza de contener impulsos del deseo sensible, del dominio y superación de pasiones libidinosas, también de Mantener el cuerpo en santidad y respeto. Esta unión es justa, completa, la pureza es tanto capacidad como manifestación concreta de la vida según el Espíritu.
El hombre vive el respeto humano por lo corporeo y sexual y se manifiesta la pureza como fuerza esencial de mantener el cuerpo en santidad, respeto como fuerza espiritual, interior.
RoxanaGomez25
 
Mensajes: 124
Registrado: Lun Jun 10, 2013 7:48 pm

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor maguie » Mar Dic 17, 2013 4:09 pm

EL sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonicenses en el fondo es que cada hombre sea consciente del don de Dios de su cuerpo y de cómo ha de servirse de él para dar gloria a Dios, para hacer Su voluntad.

La interdependencia entre 'abstención' y 'mantenimiento' de los que habla Pablo es que al abstenerse de dar al cuerpo lo que le apetece le procura un 'mantenimiento' que le ha de llevar a acercarse a Dios y experimentar en sus obras los frutos del Espíritu.
Esta interdependencia aporta la justa concepción del cuerpo humano que es parte integrante de la persona y que es un medio por el cual se puede alcanzar a Dios o por el contrario alejarse de Él.
maguie
 
Mensajes: 169
Registrado: Lun Abr 16, 2012 12:05 pm

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor mariaines » Mié Dic 18, 2013 7:32 am

¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonisenses? ¿Cuál es la interdependencia entre "abstención" y "mantenimiento", de la que habla san Pablo... y qué aportación hace?

La pureza, de la que habla Pablo en la primera Carta a los Tesalonicenses (4, 3-5. 7-8), se manifiesta en el hecho de que el hombre "sepa mantener el propio cuerpo en santidad y respeto, no con afecto libidinoso".
El texto de la primera Carta a los Tesalonicenses (4; 3-5) demuestra que la virtud de la pureza, en la concepción de Pablo, consiste también en el dominio y en la superación de "pasiones libidinosas"; esto quiere decir que pertenece necesariamente a su naturaleza la capacidad de contener los impulsos del deseo sensible, es decir, la virtud de la templanza. Pero, a la vez, el mismo texto paulino dirige nuestra atención hacia otra función de la virtud de la pureza, hacia otra dimensión suya -podría decirse- más positiva que negativa. La finalidad, pues, de la pureza, que el autor de la Carta parece poner de relieve, sobre todo, es no sólo (y no tanto) la abstención de la "impureza" y de lo que a ella conduce, por lo tanto, la abstención de "pasiones libidinosas", sino, al mismo tiempo, el mantenimiento del propio cuerpo e, indirectamente, también del de los otros con "santidad y respeto".
La imagen paulina de la virtud de la pureza-imagen que emerge de la confrontación tan elocuente de la función de la "abstención" (esto es, de la templanza) con la del "mantenimiento del cuerpo con santidad y respeto"- es profundamente justa, completa y adecuada. Quizá debemos esta plenitud no a otra cosa sino al hecho de que Pablo considera la pureza no sólo como capacidad (esto es, actitud) de las facultades subjetivas del hombre, sino, al mismo tiempo, como una manifestación concreta de la vida "según el Espíritu", en la cual la capacidad humana está interiormente fecundada y enriquecida por lo que Pablo, en la Carta a los Gálatas 5, 22, llama "fruto del Espíritu". El respeto que nace en el hombre hacia todo lo que es corpóreo y sexual, tanto en sí, como en todo otro hombre, varón y mujer, se manifiesta como la fuerza más esencial para mantener el cuerpo "en santidad". Para comprender la doctrina paulina sobre la pureza, es necesario entrar a fondo en el significado del término "respeto", entendido aquí, obviamente, como fuerza de carácter espiritual. Precisamente esta fuerza interior es la que confiere plena dimensión a la pureza como virtud, es decir, como capacidad de actuar en todo ese campo en el que el hombre descubre, en su interior mismo, los múltiples impulsos de "pasiones libidinosas", y a veces, por varios motivos, se rinde a ellos.

En la primera Carta a los Tesalonicenses escribe acerca del mantenimiento del cuerpo "en santidad y respeto", en el pasaje de la primera Carta a los Corintios quiere mostrar a este cuerpo humano precisamente como digno de respeto; se podría decir también que quiere enseñar a los destinatarios de su Carta la justa concepción del cuerpo humano.
mariaines
 
Mensajes: 518
Registrado: Dom Ene 31, 2010 9:58 am

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor Rutilo De Los Santos » Jue Dic 19, 2013 10:33 am

Pregunta.- ¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los tesalonicenses?
R= Aquí es necesario entrar a fondo en el significado del término "respeto", entendido aquí,obviamente como fuerza de carácter espiritual.Precisamente esta fuerza interior es la que confiere plena dimensión a la pureza como virtud, es decir como capacidad de actuar en su interior, en su corazón, absteniéndose de la " impureza", con el dominio y superación de pasiones " libidinosas", manteniendo el propio cuerpo, e indirectamente el de los otros con " santidad " y " respeto"
¿Cuál es la interdependencia entre " abstención" y " mantenimiento", de la que habla San Pablo ?
R= Estas dos funciones están estrechamente ligadas y son recíprocamente dependientes, porque en efecto, no se puede " mantener el cuerpo con santidad y respeto", sí falta esa " abstención de la impureza" y sus consecuencias. Por lo que el mantenimiento del cuerpo ( propio e,indirectamente el de los demás) en santidad y respeto confiere adecuado significado y valor a esa " abstención" ( virtud de la templanza).
Pregunta .- De lo anterior ¿Que aportación hace San Pablo?
R= La imagen Paulina de la pureza que emerge de la confrontación tan elocuente de la función de la " abstención" con la del " mantenimiento del cuerpo con santidad y respeto" es profundamente justa,completa y adecuada.Esta plenitud se debe al hecho de que San Pablo considera a la " pureza" no solo como capacidad ( actitud) de las facultades subjetivas del hombre, sino al mismo tiempo, como una manifestación concreta de la vida " según el espíritu"
Rutilo De Los Santos
 
Mensajes: 45
Registrado: Mar Ago 13, 2013 5:22 pm
Ubicación: San Nicolás de los Garza. Nuevo León México

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor patricio » Jue Dic 19, 2013 11:09 am

¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonisenses?

La pureza, de la que habla Pablo a los Tesalonicenses, se manifiesta en el hecho de que el hombre “sepa mantener el propio cuerpo en santidad y respeto, no con afecto libidinoso”.
La pureza es una “capacidad”, o sea en el lenguaje tradicional de la antropología y de la ética: una actitud. Y en este sentido, es virtud. Si esta capacidad es decir, virtud, lleva a abstenerse “de la impureza”, esto sucede porque el hombre que la posee sabe “mantener el propio cuerpo en santidad y respeto, no con afecto libidinoso. Se trata aquí de una capacidad práctica, que hace al hombre apto para actuar de un modo determinado y, al mismo tiempo, para no actuar del modo contrario. La pureza, para ser esta capacidad o actitud, obviamente debe estar arraigada en la voluntad, en el fundamento mismo del querer y del actuar consciente del hombre.
En la concepción de Pablo, se demuestra que la virtud de la pureza consiste también en el dominio y en la superación de “pasiones libidinosas”; esto quiere decir que pertenece necesariamente a su naturaleza la capacidad de contener los impulsos del deseo sensible, es decir, la virtud de la templanza.

¿Cuál es la interdependencia entre “abstención” y “mantenimiento”, de la que habla san Pablo… y qué aportación hace?

La finalidad de la pureza, que Pablo, el autor de la Carta parece querer poner de relieve, sobre todo, es no sólo la abstención de la “impureza” y de lo que a ella conduce, por lo tanto, la abstención de “pasiones libidinosas”, sino, al mismo tiempo, el mantenimiento del propio cuerpo e, indirectamente, también del de los otros con “santidad y respeto”. Estas dos funciones, la “abstención” y el “mantenimiento” están estrechamente ligadas y son recíprocamente dependientes. Porque, en efecto, no se puede “mantener el cuerpo con santidad y respeto”, si falta esa abstención “de la impureza”, y de lo que a ella conduce, en consecuencia se puede admitir que el mantenimiento del cuerpo (propio e, indirectamente, de los demás) “en santidad y respeto” confiere adecuado significado y valor a esa abstención. Esta, de suyo, requiere la superación de algo que hay en el hombre y que nace espontáneamente en él como inclinación, como atractivo y también como valor que actúa, sobre todo, en el ámbito de los sentidos, pero muy frecuentemente no sin repercusiones sobre otras dimensiones de la subjetividad humana, y particularmente sobre la dimensión afectivo-emotiva.
La aportación de la imagen paulina de la virtud de la pureza-imagen que emerge de la confrontación tan elocuente de la función de la “abstención” con la del “mantenimiento del cuerpo con santidad y respeto” es profundamente justa, completa y adecuada. Quizá debemos esta plenitud no a otra cosa, sino al hecho de que Pablo considera la pureza no sólo como capacidad de las facultades subjetivas del hombre, sino, al mismo tiempo, como una manifestación concreta de la vida “según el Espíritu”, en la cual la capacidad humana está interiormente fecundada y enriquecida por lo que Pablo llama “fruto del Espíritu”.
patricio
 
Mensajes: 255
Registrado: Jue Ene 19, 2012 9:39 am

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor Maria 2 » Jue Dic 19, 2013 4:12 pm

¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonisenses? ¿Cuál es la interdependencia entre "abstención" y "mantenimiento", de la que habla san Pablo... y qué aportación hace?

En la primera Carta a los Tesalonicenses la pureza consiste en la templanza como virtud cristiana, la abstención de ser impuro implica el mantenimiento del cuerpo en santidad y respeto, según la doctrina del Apóstol, la pureza es una capacidad centrada en la dignidad del cuerpo, esto es, en la dignidad de la persona con el propio cuerpo, con la feminidad y masculinidad que se manifiesta. Cualquier pecado que cometa una persona, peca contra su propio cuerpo.

COMENTARIO: Sobre la dignidad del cuerpo humano, a los ojos de Pablo, no sólo decide el espíritu humano, gracias al cual el hombre es constituido como sujeto personal, sino más aún no sólo por ser cuerpo de la persona merece ese respeto, cuya manifestación en la conducta recíproca de los hombres, varones y mujeres, constituye la virtud de la pureza.

Un abrazo y hasta pronto.-
Maria 2
 
Mensajes: 157
Registrado: Mar Ene 15, 2013 12:42 pm

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor Mary Jo » Vie Dic 27, 2013 5:56 pm

¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonicenses?
El sentido de la pureza según San Pablo se puede resumir en dos puntos:
1. Entender la pureza como esa capacidad práctica, que se manifiesta por vivir según el “Espíritu”, que consiste en abstenerse de la “impureza”, haciendo uso de la voluntad.
2. Con la pureza el hombre está manifestando a su cuerpo y al de los otros “santidad y respeto”.

¿Cuál es la interdependencia entre "abstención" y "mantenimiento", de la que habla san Pablo... y qué aportación hace?
Estas dos funciones, la "abstención" y el "mantenimiento" están estrechamente ligadas y son recíprocamente dependientes. ¿Por qué? Porque no se puede "mantener el cuerpo con santidad y respeto", si falta esa abstención "de la impureza", y de lo que a ella conduce.
La aportación de esta interdependencia entre "abstención" y "mantenimiento" es entender que el hombre debe respetar todo lo que es corpóreo y sexual, tanto en sí, como en todo otro hombre, varón y mujer, para mantener el cuerpo "en santidad".
Mary Jo
 
Mensajes: 148
Registrado: Dom Jun 02, 2013 2:49 pm

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor garu » Sab Dic 28, 2013 7:56 pm

El sentido de la pureza no es otro que cumplir la voluntad del Padre, que nos llamó a la santificación. La pureza es una virtud producto de la voluntad, potencia del alma, que nos permite dominar nuestros afectos y apetencias y está íntimamente ligada con la templanza. La abstinencia y el mantenimiento tienen una existencia común, porque mal puedo mantenerme pura si no practico la abstinencia y mal puedo practicar esta última si no hago una lucha constante para mantener al cuerpo en santidad y respeto. San Pablo muestra de esta manera que el cuerpo humano es digno de respeto, dando al mismo su justa concepción. Es un preámbulo a la Teología del Cuerpo.
garu
 
Mensajes: 105
Registrado: Vie Jun 14, 2013 2:41 pm

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor MA SOCORRO A REYES L » Jue Ene 02, 2014 10:26 pm

Para San Pablo en su Carta a los Tesalonicenses, la pureza se manifiesta en el hecho de que el hombre sepa mantener el propio cuerpo en santidad y respeto, no con afecto libidinoso. La pureza es una capacidad en el lenguaje tradicional de la antropología y de la ética: una actitud como virtud. La virtud, lleva a abstenerse de la impureza, porque el hombre que la posee sabe mantener el propio cuerpo en santidad y respeto, no con afecto libidinoso. Capacidad práctica, que hace al hombre apto para actuar de un modo determinado y, al mismo tiempo, para no actuar del modo contrario. La pureza, para ser esta capacidad o actitud, debe estar arraigada en la voluntad, en el fundamento mismo del querer y del actuar consciente del hombre, en la capacidad de contener los impulsos del deseo sensible, es decir, la virtud de la templanza.
La finalidad de la pureza, paulina parece querer poner de relieve, no sólo la abstención de la impureza y de lo que a ella conduce, por lo tanto, la abstención de pasiones libidinosas, sino, al mismo tiempo, el mantenimiento del propio cuerpo e, indirectamente, también del de los otros con santidad y respeto. Requiere la superación de algo que hay en el hombre y que nace espontáneamente en él como inclinación, como atractivo y también como valor que actúa, sobre todo, en el ámbito de los sentidos, pero muy frecuentemente no sin repercusiones sobre otras dimensiones de la subjetividad humana, y en la dimensión afectivo-emotiva. San Pablo considera la pureza no sólo como capacidad de las facultades subjetivas del hombre, sino, al mismo tiempo, como una manifestación concreta de la vida “según el Espíritu”, en la cual la capacidad humana está interiormente fecundada y enriquecida por lo que Pablo llama “fruto del Espíritu”.
MA SOCORRO A REYES L
 
Mensajes: 299
Registrado: Mié Abr 20, 2011 11:29 am

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor yaluz » Sab Ene 04, 2014 9:39 pm

¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonisenses? ¿Cuál es la interdependencia entre “abstención” y “mantenimiento”, de la que habla san Pablo… y qué aportación hace?
R:
El sentido de la pureza que San Pablo enuncia no es otro que el de resaltar la voluntad, el querer actuar consciente de una determinada forma para rechazar las impurezas, es decir los deseos libidinosos, por lo tanto la pureza es la capacidad de controlar los impulsos, es la virtud templanza. Este actuar son obras o frutos del Espiritu
San Pablo habla de una fuerza interna que permite la abstención y al mismo tiempo mantenimiento del cuerpo: la abstención es la templanza y el mantenimiento es el respeto hacia todo lo que es corpóreo y sexual, tanto de si mismo como en todo hombre, varón y mujer.
Existe por lo tanto una interdependencia: la abstención permite el mantenimiento del propio cuerpo y por supuesto el de los otros, con santidad y respeto y viceversa, es decir mantener el respeto y santidad hacia el cuerpo de uno mismo y hacia el de los otros permite la abstención y esto sucede porque el cuerpo es templo del Espiritu y permite que fluya esa fuerza interna, ese respeto hacia ese cuerpo, Templo del Espiritu Santo.
Zulay R. de Álvarez (yaluz)
Venezuela
yaluz
 
Mensajes: 187
Registrado: Jue Jun 06, 2013 8:17 pm

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor b. gabriel reyes reyes » Vie Ene 10, 2014 11:05 pm

[b]¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonisenses?[/b]
[i]Según San Pablo la pureza es una virtud, manifestación de la “vida según el Espíritu”, que capacita al hombre para superar el atractivo y dominar los impulsos del deseo sensible que espontáneamente nacen en él. Esta virtud se expresa en el mantenimiento del propio cuerpo y el de los demás, “con santidad y respeto”.[/i]

[b] ¿Cuál es la interdependencia entre "abstención" y "mantenimiento", de la que habla san Pablo... y qué aportación hace?[/b]
[i]El mantenimiento del propio cuerpo con respeto y santidad significa conservar el cuerpo en la vocación que el Creador le ha asignado: el significado esponsal, lo cual conlleva la abstención de pasiones libidinosas y viceversa: Respetar el plan de Dios en relación al cuerpo, en el dominio de la concupiscencia de la carne, significa mantenerlo en santidad.
Me parece que una aportación que hace San Pablo es la analogía eclesiológica, con ella nos hace profundizar en la teología del cuerpo.[/i]
b. gabriel reyes reyes
 
Mensajes: 149
Registrado: Mié Jul 22, 2009 9:35 am

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor Carlos64 » Mar Ene 14, 2014 6:14 pm

Pregunta: "¿Cuál es en el fondo el sentido de la pureza que San Pablo enuncia en la carta a los Tesalonicenses?"

En síntesis, San Pablo considera a la pureza como "mantener el propio cuerpo con santidad y respeto, no con afecto libidinoso" y "abstenernos de la fornicación", para responder de ambas formas al llamado divino a la santificación y al hecho a haber sido ungidos por el Espíritu Santo.

De esta concepción teológica paulina se desprende que la pureza halla sentido como capacidad, actitud o virtud orientada a actuar de un modo concreto. Y de ello se infiere que la pureza viene a arraigarse en la dimensión volitiva de la acción consciente del hombre, en este caso la acción orientada a dominar y ordenar los impulsos del deseo sensible o carnales-sexuales. Puede deducirse que la concepción teológica de San Pablo acerca de la pureza posee derivaciones significativas de índole antropológica y psico-afectiva; derivaciones que posibilitan llevar el Ethos cristiano a la vivencia cotidiana y concreta del hombre tomando decisiones y efectuando acciones conscientemente en relación a su cuerpo y a sus impulsos eróticos. Y es en esta dimensión cotidiana, del diario decidir y actuar, que la pureza viene a expresarse en la templanza y la continencia.

Pregunta: "¿Cuál es la interdependencia entre “abstención” y “mantenimiento”, de la que habla san Pablo… y qué aportación hace?"

Como se ha visto, la pureza para San Pablo implica tanto mantener el cuerpo en santidad y respeto como abstenerse de la fornicación, esto es, de todo lo que implique impureza, lo libidinoso, lo lujurioso, en definitiva lo concupiscente. Ergo, la pureza en el sentido paulino tiene un componente negativo (abstención) y uno positivo (mantenimiento). Ambos componentes son interdependientes en razón de su necesario antagonismo: mantener el cuerpo en santidad y respeto es imposible si al mismo tiempo el hombre carnal, sometido a la concupiscencia de la carne, obra a su arbitrio; entregarse al libertinaje de los impulsos sensibles del eros es imposible si a la vez se opta por la santidad y el respeto del cuerpo, esto es, si a la vez se busca activamente vivir la dimensión del cuerpo según su significado esponsalicio. En términos paulinos estrictamente, vivir según la carne y vivir según el Espíritu son opciones que se excluyen mutuamente y de modo esencial.

La novedad introducida por Pablo estriba en señalar a la pureza como, en última y esencial instancia, una manifestación concreta de la vida en el Espíritu. Así, la pureza viene a trascender el ámbito psicoafectivo (volitivo, motivacional, emocional) del ser humano para definirse como fruto de la acción divina en el corazón humano, acción mediante la cual el Espíritu de Dios fecunda y potencia la dimensión psicoafectiva humana y da origen al respeto a lo corpóreo (fuerza espiritual, interior) que confiere a la pureza su plenitud como virtud. Otra novedad de importancia en el pensamiento teológico del Apóstol de los Gentiles es la relación entre su doctrina eclesiológica y la teología del cuerpo, específicamente la aserción de que el cuerpo es un ente digno de respeto como un todo y en cada una de sus partes, siendo ésta una noción irrenunciable para una correcta concepción del cuerpo humano.

Dios la bendiga, doctora Pilar.
Discípulo de Cristo por amor del Padre y unción del Espíritu. Miembro de la Iglesia por gracia divina. Amar a Jesús es mi mayor alegría.

Dios te salve, María, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
Avatar de Usuario
Carlos64
 
Mensajes: 98
Registrado: Mar Sep 17, 2013 6:58 pm
Ubicación: Costa Rica

Re: 54. El respeto al cuerpo según San Pablo

Notapor Dolovalencia » Vie Ene 17, 2014 2:13 pm

1 Tes 4;3-5. 1 Tes 4;7-8
En carta a los tesalonincense Pablo habla de la pureza en el hecho de que el hombre sepa mantener el propio cuerpo en santidad y respeto.
1) la pureza es una capacidad o sea una actitud y una virtud.
Si esta virtud lleva a abstenerse de la impureza es porque el hombre sabe mantener el propio cuerpo en santidad y respeto que hace al hombre actuar de un modo determinado. La pureza debe estar ligada a la voluntad en el fundamento mismo del querer y del actuar consiente del hombre. Según San Pablo la virtud de la pureza consiste en el dominio y superación de las pasiones libidinosas es decir la virtud de la templanza. También nos lleva a otra dimensión al mantenimiento del propio cuerpo. El mantenimiento del cuerpo en santidad y respeto contiene al significado y valor de esa abstención Pablo considera la pureza como una manifestación concreta de la vida según el Espíritu.
Pablo conoce un doble significado de la pureza e impureza un sentido genérico y otro específico.
En el genérico es puro todo lo que moralmente es bueno e impuro todo lo que moralmente es malo.
"El fruto del Espíritu" el dominio de sí la Enkateria este dominio se refiere a la continencia en el ámbito de todos los sentidos.
"Dominio de sí" = "continencia" o "templanza"
(1Tes 4.3-5). (1Tes 4,7-8)
Pablo llama aquí a la pureza contribuye a la santificación del hombre.
Dolovalencia
 
Mensajes: 100
Registrado: Mié Jun 05, 2013 2:52 pm

Siguiente

Volver a Catequesis de Juan Pablo II sobre el amor humano, Parte II La purificación del corazón

¿Quién está conectado?

Usuarios registrados: Google [Bot]

Reportar anuncio inapropiado |
Reportar anuncio inapropiado |