por Carlos64 » Dom Feb 02, 2014 10:38 pm
Pregunta: "¿Cómo explica el Papa la relación entre Teología del Cuerpo y pedagogía del Cuerpo?"
La teología del cuerpo, visión antropológica derivada de las palabras de Cristo y que gira en torno a su apelación al corazón humano y su referencia al Principio, implica una pedagogía por cuanto es necesario educar al hombre histórico, varón y mujer, para que asuma su cuerpo como tarea que le ha sido encomendada por Dios. Asumir la tarea del cuerpo desde la ética cristiana implica visualizar al cuerpo como una expresión de humanidad, de dignidad personal, de comunión interpersonal. En términos teológicos, el cuerpo debe ser re-aprendido como signo y manifestación del hombre interior, esto es, como el vehículo material de la comunión que se da a través del don de sí en las relaciones interpersonales y, de forma particular, en las relaciones conyugales entre el varón y la mujer (significado esponsalicio). Se requiere, en suma, aprender el significado del cuerpo desde el punto de vista espiritual, de modo que podamos superar no sólo la distorsión fundamental que acarrea la concupiscencia sino también la visión biologista que predomina en los círculos científicos y académicos de hoy día, en los cuales se prescinde, por imperativos paradigmáticos a priori, de toda consideración acerca de la espiritualidad del cuerpo, reduciéndole a un sistema de procesos fisiológicos complejos, y por tanto reduciendo a la persona humana a una especie de homúnculo cuyo cuerpo carece de una dimensión moral.
Pregunta: "¿Por qué es tan importante la base que da la Teología del Cuerpo. Por qué es necesaria la Teología del Cuerpo para entender las exigencias morales del Magisterio?"
Sin la base que nos proporciona la teología del cuerpo según el Ethos de Cristo, es imposible lograr la madurez espiritual necesaria para descubrir el valor y la dignidad del cuerpo en toda su integridad. La ausencia de esta teología en nuestro sistema de referencias fundamentales implica necesariamente el predominio irresoluble de la concupiscencia, con todas las consecuencias de pecado, cosificación, desencuentro, hedonismo y egoísmo que la concupiscencia de la carne trae a la vida humana. La vida en el Espíritu se torna imposible.
Por otro lado, la teología del cuerpo es necesaria para comprender el Magisterio de la Iglesia en torno a la dignidad de la familia y del matrimonio. Sin esta teología, tal cual se deduce de la enseñanza eclesial contemporánea, la concupiscencia de la carne es capaz de distorsionar incluso el vínculo de los esposos de manera que el eros predomine sobre el Ethos y las manifestaciones propias de la vida conyugal sirvan a una dinámica de egoísmos encontrados en vez de servir al amor genuino, el que se da sólo a través el auténtico don de sí,en el que el hombre interior controla y encauza los instintos naturales en bien de valores más trascendentes y hace del cuerpo físico manifestación de su integridad que se dona al otro. En otras palabras, es la pedagogía del cuerpo según el ethos cristiano la que permite que la vida sexual de los esposos trascienda la mera satisfacción egoísta de pasiones concupiscentes y se convierta en auténtica expresión de comunión según el designio de Dios (y serán una sola carne), de manera que valores como el respeto mutuo, la dignidad de la persona, la castidad (entendida en los esposos como inocencia, como renuncia a la morbosidad y a la malicia, y también como fidelidad mutua), el autodominio, la continencia (en el sentido de no permitir que el vínculo entre ambos gire en torno a lo sexual --según el hedonismo imperante en el pensamiento secularista contemporáneo-- , siendo más importante la comunión espiritual y humana en todo su significado, de modo que lo erótico sea sólo una dimensión más del vínculo --y no la más importante--, y de modo que la abstinencia periódica deje de ser imposible y más bien se torne en parte natural, y hasta necesaria, de la relación) y la responsabilidad se constituyan en cánones éticos del diario vivir de los cónyuges. En resumidas cuentas, la pedagogía del cuerpo según la teología del cuerpo derivada de las `palabras de Cristo ha de llevar a que el Ethos predomine sobre el eros y lo encause en función del significado esponsalicio del cuerpo.
Bendiciones, Dra. Pilar
Discípulo de Cristo por amor del Padre y unción del Espíritu. Miembro de la Iglesia por gracia divina. Amar a Jesús es mi mayor alegría.
Dios te salve, María, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.