61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Este curso tiene el objetivo de difundir la catequesis del amor humano, también conocida como Teología del Cuerpo.

En esta segunda parte se toca el adulterio, la concupiscencia, la donación mutua del hombre y a mujer en el matrimonio, la dignidad del cuerpo y del sexo, lo «ético» y lo «erótico» en el amor humano y el respeto al cuerpo.

Fechas:
Este curso consta 40 sesiones que se impartirán todos los martes y sábados a partir del 27 de agosto de 2013 , la última será el 3 enero de 2014

Moderadores: pilar calva, Catholic.net, Margarita Gonzalez, Moderadores Animadores

61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor pilar calva » Mar Oct 22, 2013 10:29 pm

(22-IV-81/26-IV-81)

1. Reflexionemos ahora -en relación con las palabras de Cristo en el sermón de la montaña- sobre el problema del <i>ethos</i> del cuerpo humano en las obras de la cultura artística. Este problema tiene raíces muy profundas. Conviene recordar aquí la serie de análisis hechos en relación con la referencia de Cristo al "principio", y sucesivamente con la llamada que El mismo "hizo al "corazón" humano, en el sermón de la montaña.

El cuerpo humano -el desnudo cuerpo humano en toda la verdad de su masculinidad y feminidad- tiene un <i> significado de don</i> de la persona a la persona. El <i>ethos</i> del cuerpo, es decir, la <i> regularidad ética de su desnudez</i>, a causa de la dignidad del sujeto personal, está estrechamente vinculado a ese sistema de referencia, entendido como sistema <i> esponsalicio</i>, en el que el dar de una parte se encuentra con la apropiada y adecuada respuesta de la otra al don. Tal respuesta decide sobre la reciprocidad del don.

La objetivación artística del cuerpo humano en su desnudez masculina y femenina, a fin de hacer de el primero un modelo y, después, tema de la obra de arte, es siempre una cierta transferencia al margen de esta originaria y específica configuración suya <i> con la donación interpersonal</i>. Ello constituye, en cierto sentido, un desarraigo del cuerpo humano de esa configuración y su transferencia a la dimensión de la objetivación artística: dimensión específica de la obra de arte o bien de la reproducción típica de las técnicas cinematográficas o fotográficas de nuestro tiempo.

En cada una de estas dimensiones -y en cada una de modo diverso- el cuerpo humano pierde ese significado profundamente subjetivo del don, y se convierte en objeto destinado a un múltiple conocimiento, mediante el cual los que miran, asimilan, o incluso, en cierto sentido, se adueñan de lo que evidentemente existe, es más, debe existir esencialmente a nivel de don, hecho de la persona a la persona, no ya en la imagen, sino en el hombre vivo. A decir verdad, ese "adueñarse" se da ya a otro nivel, es decir, a <i> nivel del objeto de la transfiguración o reproducción artística</i>; sin embargo, es imposible no darse cuenta que desde el punto de vista del <i> <i>ethos</i> del cuerpo</i>, entendido profundamente, surge aquí un problema. Problema muy delicado, que tiene sus niveles de intensidad según los diversos motivos y circunstancias tanto por parte de la actividad artística, como por parte del conocimiento de la obra de arte o de su reproducción. Del hecho que se plantee este problema no se deriva ciertamente que el cuerpo humano, en su desnudez, no pueda convertirse en tema de la obra de arte, sino sólo que este problema no es puramente estético ni moralmente indiferente.

2. En nuestros análisis anteriores (sobre todo en relación a la referencia de Cristo al "principio"), hemos dedicado mucho espacio al significado de la vergüenza, tratando de comprender la diferencia entre la situación -y el estado- de la inocencia originaria, en la que "estaban ambos desnudos... sin avergonzarse de ello" (<i>Gén</i> 2, 25) y, sucesivamente, entre la situación -y el estado- pecaminoso en el que nació entre el hombre y la mujer, <i> junto con la vergüenza, la necesidad específica de la intimidad hacia el propio cuerpo</i>. En el corazón del hombre sujeto a la concupiscencia esta necesidad sirve, si bien indirectamente, a asegurar el don y la posibilidad del darse recíprocamente.

Tal necesidad determina también el modo de actuar del hombre como "objeto de la cultura", en el más amplio significado de la palabra. Si la cultura demuestra una tendencia explícita a cubrir la desnudez del cuerpo humano, ciertamente lo hace no sólo por motivos climáticos, sino también con relación al proceso de crecimiento de la sensibilidad personal del hombre. La anónima desnudez del hombre-objeto contrasta con el progreso de la cultura auténticamente humana de las costumbres.

Probablemente es posible confirmar esto también en la vida de las poblaciones así llamadas primitivas. El proceso de <i> afinar la sensibilidad personal humana es ciertamente factor y fruto de la cultura</i>.

Detrás de la necesidad de la vergüenza, es decir, de la intimidad del propio cuerpo (sobre la cual informan con tanta precisión las fuentes bíblicas en Génesis 3), se esconde una norma más profunda: la del don orientada hacia las profundidades mismas del sujeto personal o hacia la otra persona, especialmente en la relación hombre-mujer según la perenne regularidad del darse recíproco. De este modo, en los procesos de la cultura humana, entendida en sentido amplio, constatamos -incluso en el estado pecaminoso heredado por el hombre- una <i> continuidad</i> bastante explícita <i> del significado esponsalicio del cuerpo</i> en su masculinidad y feminidad.

Esa vergüenza originaria, conocida ya desde los primeros capítulos de la Biblia, es un elemento permanente de la cultura y de las costumbres. Pertenece al origen del <i>ethos</i> del cuerpo humano.

3. El hombre de sensibilidad desarrollada supera, con dificultad y resistencia interior, el límite de esa vergüenza. Lo que se pone en evidencia incluso en las situaciones que por lo demás justifican la necesidad de desnudar el cuerpo, como por ejemplo, en el caso de los exámenes o de las intervenciones médicas.

Especialmente hay que recordar también otras circunstancias, como por ejemplo, las de los campos de concentración o de los lugares de exterminio, donde la violación del pudor corpóreo es un método conscientemente usado para destruir la sensibilidad personal y el sentido de la dignidad humana. Por doquier -si bien de modos diversos- se confirma la misma línea de regularidad. Siguiendo la sensibilidad personal, el hombre <i> no quiere convertirse en objeto</i> para los otros a través de la propia desnudez anónima, <i> ni quiere que el otro se convierta para él</i> en objeto de modo semejante. Evidentemente «no quiere» en tanto en cuanto se deja guiar por el sentido de la dignidad del cuerpo humano.

Varios, en efecto, son los motivos que pueden inducir, incitar, incluso empujar al hombre a actuar de modo contrario a lo que exige la dignidad del cuerpo humano, en conexión con la sensibilidad personal. No se puede olvidar que la fundamental "situación" interior del hombre "histórico" es el estado de la triple concupiscencia (cf. 1 <i>Jn</i> 2, 16). Este estado -y, en particular, la concupiscencia de la carne- se hace sentir de diversos modos, tanto en los impulsos interiores del corazón humano, como en todo el clima de las relaciones interhumanas y en las costumbres sociales.

4. No podemos olvidar esto ni siquiera cuando se trata de la amplia esfera de la cultura artística, sobre todo la de carácter visivo y espectacular, como tampoco cuando se trata de la <i> cultura de "masas"</i>, tan significativa para nuestros tiempos y vinculada con el uso de las técnicas de divulgación de la comunicación audiovisual.

Se plantea un interrogante: cuándo y en qué caso esta esfera de actividad del hombre -desde el punto de vista del <i> <i>ethos</i> </i> del cuerpo- se pone bajo acusa de "pornovisión", así como la actividad literaria, a la que se acusaba y se acusa frecuentemente de "pornografía" (este segundo término es más antiguo). Lo uno y lo otro se realiza cuando se rebasa el límite de la vergüenza, o sea, de la sensibilidad personal respecto a lo que tiene conexión con el cuerpo humano, con su desnudez, cuando en la obra artística o mediante las técnicas de la reproducción audiovisual <i> se viola el derecho a la intimidad</i> del cuerpo en su masculinidad o feminidad y -en último análisis- cuando se <i> viola la profunda regularidad del don y del darse recíproco</i>, que está inscrita en esa feminidad y masculinidad a través de toda la estructura del ser hombre.

Esta inscripción profunda -mejor incisión- decide sobre el significado esponsalicio del cuerpo humano, es decir, sobre la llamada fundamental que éste recibe a formar la "comunión de las personas" y a participar en ella.

Al interrumpir en este punto nuestra reflexión, que continuaremos en el próximo capítulo conviene hacer constar que la observancia o la no observancia de estas regularidades, tan profundamente vinculadas a la sensibilidad personal del hombre, no puede ser indiferente para el problema de "crear un clima favorable a la castidad" en la vida y en la educación social.

Preguntas:
¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto? Que dice el Santo Padre?
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor CasJor » Lun Ene 13, 2014 10:18 am

El respeto al cuerpo en las obras de arte
¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto? ¿Que dice el Santo Padre?

Es importante en este aspecto lo que concierne a la sensibilidad personal del hombre, de manera fundamental está en primer término no convertirse en objeto para los otros mediante la desnudez anónima. Debe privar en ese sentido el don de la dignidad del cuerpo humano.

El hombre que decide actuar de modo contrario a lo que exige la dignidad del cuerpo humano, en conexión con la sensibilidad personal, está siendo llevado a un estado de concupiscencia. Este estado y, particularmente, la concupiscencia de la carne se manifiesta, tanto en los impulsos interiores del corazón humano, como en todo el clima de las relaciones interhumanas y en las costumbres sociales.

No podemos olvidar esto ni siquiera cuando se trata de la amplia esfera de la cultura artística, sobre todo la de carácter visual y la del espectáculo público, como tampoco cuando se trata de la cultura de "masas", tan significativa para nuestros tiempos y vinculada con el uso de las técnicas de divulgación de la comunicación audiovisual.

Usualmente (no es generalización) esta actividad del hombre -desde el punto de vista del ethos del cuerpo- se traslapa en un acto de "pornovisión", así como la actividad literaria, a la que se acusaba y se acusa frecuentemente de "pornografía". En cualquier caso, la transgresión del ethos del cuerpo se realiza cuando; “se rebasa el límite de la vergüenza, o sea, de la sensibilidad personal respecto a lo que tiene conexión con el cuerpo humano, con su desnudez, cuando en la obra artística o mediante las técnicas de la reproducción audiovisual se viola el derecho a la intimidad del cuerpo en su masculinidad o feminidad y -en último análisis- cuando se viola la profunda regularidad del don y del darse recíproco, que está inscrita en esa feminidad y masculinidad a través de toda la estructura del ser hombre”.
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor Maria 2 » Lun Ene 13, 2014 1:00 pm

¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto? Que dice el Santo Padre?
Este problema tiene raíces muy profundas.

La objetivación artística del cuerpo humano en su desnudez masculina y femenina, a fin de hacer de el primero un modelo y, después, tema de la obra de arte, es siempre una cierta transferencia al margen de esta originaria y específica configuración suya con la donación interpersonal.

El cuerpo humano pierde ese significado profundamente subjetivo del don, y se convierte en objeto destinado a un múltiple conocimiento, mediante el cual los que miran, asimilan, o incluso, en cierto sentido, se adueñan de lo que evidentemente existe, ese "adueñarse" se da ya a otro nivel, es decir, a nivel del objeto el cuerpo humano, en su desnudez, no pueda convertirse en tema de la obra de arte, sino sólo que este problema no es puramente estético ni moralmente indiferente.

Tal necesidad determina también el modo de actuar del hombre como "objeto de la cultura", en el más amplio significado de la palabra. Si la cultura demuestra una tendencia explícita a cubrir la desnudez del cuerpo humano, ciertamente lo hace no sólo por motivos climáticos, sino también con relación al proceso de crecimiento de la sensibilidad personal del hombre. La anónima desnudez del hombre-objeto contrasta con el progreso de la cultura auténticamente humana de las costumbres.

Esa vergüenza originaria, conocida ya desde los primeros capítulos de la Biblia, es un elemento permanente de la cultura y de las costumbres. Pertenece al origen del ethos del cuerpo humano.

El hombre de sensibilidad desarrollada supera, con dificultad y resistencia interior, el límite de esa vergüenza. Lo que se pone en evidencia incluso en las situaciones que por lo demás justifican la necesidad de desnudar el cuerpo, como por ejemplo, en el caso de los exámenes o de las intervenciones médicas.

Especialmente hay que recordar también otras circunstancias, como por ejemplo, las de los campos de concentración o de los lugares de exterminio, donde la violación del pudor corpóreo es un método conscientemente usado para destruir la sensibilidad personal y el sentido de la dignidad humana. Siguiendo la sensibilidad personal, el hombre no quiere convertirse en objeto para los otros a través de la propia desnudez anónima, ni quiere que el otro se convierta para él en objeto de modo semejante. Evidentemente «no quiere» en tanto en cuanto se deja guiar por el sentido de la dignidad del cuerpo humano.

Varios, en efecto, son los motivos que pueden inducir, incitar, incluso empujar al hombre a actuar de modo contrario a lo que exige la dignidad del cuerpo humano, en conexión con la sensibilidad personal. No se puede olvidar que la fundamental "situación" interior del hombre "histórico" es el estado de la triple concupiscencia (cf. 1 Jn 2, 16).
No podemos olvidar esto ni siquiera cuando se trata de la amplia esfera de la cultura artística, sobre todo la de carácter visivo y espectacular, como tampoco cuando se trata de la cultura de "masas", tan significativa para nuestros tiempos y vinculada con el uso de las técnicas de divulgación de la comunicación audiovisual.

Se plantea un interrogante: cuándo y en qué caso esta esfera de actividad del hombre -desde el punto de vista del ethos del cuerpo- se pone bajo acusa de "pornovisión", se realiza cuando se rebasa el límite de la vergüenza, o sea, de la sensibilidad personal respecto a lo que tiene conexión con el cuerpo humano, con su desnudez, cuando en la obra artística o mediante las técnicas de la reproducción audiovisual se viola el derecho a la intimidad del cuerpo en su masculinidad o feminidad y -en último análisis- cuando se viola la profunda regularidad del don y del darse recíproco, que está inscrita en esa feminidad y masculinidad a través de toda la estructura del ser hombre.

La observancia o la no observancia de estas regularidades, tan profundamente vinculadas a la sensibilidad personal del hombre, no puede ser indiferente para el problema de "crear un clima favorable a la castidad" en la vida y en la educación social.

COMENTARIO: El hombre que decide actuar de modo contrario a lo que exige la dignidad del cuerpo humano es llevado a un estado de concupiscencia que se manifiesta desde los impulsos interiores del corazón humano, en las relaciones humanas y en las costumbres sociales. De cualquier modo la transgresión del cuerpo se realiza cuando se pierde la vergüenza respecto al cuerpo humano en relación con su desnudez, cuando en la obra artística o mediante las técnicas de la reproducción audiovisual se viola el derecho de la intimidad del cuerpo de cada persona en su masculinidad o en su feminidad.

Un abrazo y hasta pronto.
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor virginia castro » Lun Ene 13, 2014 3:18 pm

#61

Virginia Castro

El cuerpo humano el desnudo cuerpo humano en toda la masculinidad y feminidad, tiene un significado de don de la persona. La moral del cuerpo, la etica de su desnudez, a causa dde la dignidad de la persona, esta vinculado a ese sistema de referencia entendido como sponsalicio, en el que dar de una parte se encuentra la apropiada y adecuada respuesta de la otra al don, tal respuesta decide sobre la reciprocidad del don.
Recordar siempre 1 Juan 2, 16 y el pecado de la carne que se hace sentir por los diferentes impulsos del Corazon sobre todo en el clima social y de costumbres interhumanas.
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor Jeanette Palacios » Lun Ene 13, 2014 6:11 pm

¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto? Que dice el Santo Padre?

El Desnudo cuerpo humano en todo la la verdad de su masculinidad y feminidad tiene un significado de don de la persona ala otra persona os sea reciprocidad del don.
El Santo Padre explica que Varios, son los motivos que pueden inducir, incitar, incluso empujar al hombre a actuar de modo contrario a lo que exige la dignidad del cuerpo humano, en conexión con la sensibilidad personal. . No podemos olvidar esto ni siquiera cuando se trata de la amplia esfera de la cultura artística, sobre todo la de carácter visivo y espectacular, como tampoco cuando se trata de la cultura de "masas", tan significativa para nuestros tiempos y vinculada con el uso de las técnicas de divulgación de la comunicación audiovisual. Desde el punto de vista del ethos del cuerpo- se pone bajo acusa de "pornovisión", así como la actividad literaria, a la que se acusaba y se acusa frecuentemente de "pornografía" (este segundo término es más antiguo). Lo uno y lo otro se realiza cuando se rebasa el límite de la vergüenza, o sea, de la sensibilidad personal respecto a lo que tiene conexión con el cuerpo humano, con su desnudez, cuando en la obra artística o mediante las técnicas de la reproducción audiovisual se viola el derecho a la intimidad del cuerpo en su masculinidad o feminidad y -en último análisis- cuando se viola la profunda regularidad del don y del darse recíproco, que está inscrita en esa feminidad y masculinidad a través de toda la estructura del ser hombre.
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor patricio » Lun Ene 13, 2014 10:21 pm

¿Cómo conciliar en el arte, el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto? Que dice el Santo Padre?

-El cuerpo humano en toda la verdad de su masculinidad y feminidad tiene un significado de don de la persona a la persona. El ethos del cuerpo, es decir, la regularidad ética de su desnudez, a causa de la dignidad del sujeto personal, está estrechamente vinculado a ese sistema de referencia, entendido como sistema esponsalicio, en el que el dar de una parte, se encuentra con la apropiada y adecuada respuesta de la otra al don. Tal respuesta decide sobre la reciprocidad del don.
La objetivación artística del cuerpo humano en su desnudez masculina y femenina, a fin de hacer de el primero un modelo y, después, tema de la obra de arte, es siempre una cierta transferencia al margen de esta originaria y específica configuración suya con la donación interpersonal. Ello constituye, en cierto sentido, un desarraigo del cuerpo humano de esa configuración y su transferencia a la dimensión de la objetivación artística: dimensión específica de la obra de arte o bien de la reproducción típica de las técnicas cinematográficas o fotográficas de nuestro tiempo.
En cada una de estas dimensiones y en cada una de modo diverso, el cuerpo humano pierde ese significado profundamente subjetivo del don, y se convierte en objeto destinado a un múltiple conocimiento, mediante el cual los que miran, asimilan, o incluso, en cierto sentido, se adueñan de lo que evidentemente existe, es más, debe existir esencialmente a nivel de don, hecho de la persona a la persona, no ya en la imagen, sino en el hombre vivo. A decir verdad, ese "adueñarse" se da ya a otro nivel, es decir, a nivel del objeto de la transfiguración o reproducción artística; sin embargo, es imposible no darse cuenta que desde el punto de vista del ethos del cuerpo, entendido profundamente, surge aquí un problema. Problema muy delicado, que tiene sus niveles de intensidad según los diversos motivos y circunstancias tanto por parte de la actividad artística, como por parte del conocimiento de la obra de arte o de su reproducción. Del hecho que se plantee este problema no se deriva ciertamente que el cuerpo humano, en su desnudez, no pueda convertirse en tema de la obra de arte, sino sólo que este problema no es puramente estético ni moralmente indiferente.
Para conciliar el arte en estos dos aspectos, en los procesos de la cultura humana, entendida en sentido amplio, constatamos incluso en el estado pecaminoso heredado por el hombre, una continuidad bastante explícita del significado esponsalicio del cuerpo en su masculinidad y feminidad.

- Una cosa es el cuerpo humano vivo del hombre y de la mujer, que, de por sí, crea el objeto de arte y la obra de arte y otra cosa es el cuerpo como modelo de la obra de arte, como en las artes plásticas, escultura o pintura. Es necesario pensar en la necesidad de crear un clima favorable a la pureza; efectivamente, este clima puede estar amenazado no sólo en el modo mismo en que se desarrollan las relaciones y la convivencia de los hombres vivos, sino también en el ámbito de las objetivizaciones propias de las obras de cultura. Se constata que el cuerpo humano es perenne objeto de cultura, por la sencilla razón de que el hombre mismo es sujeto de cultura, y en su actividad cultural y creativa, él compromete su humanidad, incluyendo por esto, en esta actividad incluso su cuerpo.
Debemos ser conscientes de las palabras que Cristo pronunció en el sermón de la montaña, comparando el "mirar para desear" con el "adulterio cometido en el corazón". La ampliación de estas palabras al ámbito de la cultura artística es de particular importancia, por cuanto se trata de "crear un clima laborable a la castidad", del que habla Pablo VI en su Encíclica "Humanæ vitæ" y nosotros como católicos de verdad, debemos comprender este tema de un modo profundo y esencial.
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor lindoro50 » Mar Ene 14, 2014 12:07 pm

¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto?

El problema no es en primera instancia el objeto material representado porque el cuerpo en sí es algo bueno. Se trata de un problema que va al nivel del objeto moral. Ese objeto (el cuerpo desnudo o semidesnudo) está plasmado, o representado con una intencionalidad que le infunde el artista a través de las cualidades o modos en que la reproduce (posturas, enfoques, gestos, realismo, viveza, etc.) Al espectador, invitado por el artista a ver su obra, se le comunica no sólo la objetivación, y por tanto, la nueva materialización del modelo o de la materia, sino que, al mismo tiempo, se le comunica la verdad del objeto que el autor, en su creación artística, ha logrado expresar con sus propios medios. Cuando la intención supone una reducción del cuerpo a rango de objeto de goce, destinado a la satisfacción de la concupiscencia, la imagen atenta contra la dignidad de la persona (la que es representada y la que mira) y se inserta en la mirada concupiscente, en la pornografía. En cambio, cuando la obra tiene el elemento de sublimación que incluye la cualidad de no inducir al ‘mirar para desear’, no ofrece objeciones morales.

Ciertamente que hay una gran diferencia entre las artes que representan (pintura, escultura) y las que reproducen (fotografía, cine). Las primeras tienen la cualidad de poder sublimar, transfigurar el cuerpo. De alguna manera pueden espiritualizarlo y hacer prevalecer en la representación (y por tanto, en la mirada del espectador) el aspecto estético, la belleza, la verdad del cuerpo humano. Las segundas reproducen el cuerpo vivo (el cine con movimiento) y por tanto, están más inmediatamente ligadas a la experiencia del hombre (experiencia herida por la concupiscencia).

Recordemos también, que los problemas no radican sólo en la mayor desnudez de la obra sino en la capacidad de insinuar un mensaje sobre la imaginación.

Por otro lado, el llamado ‘naturalismo’, que reclama el derecho a mostrarlo todo, olvida que la entera verdad sobre el hombre exige tomar en consideración tanto el sentido de la intimidad del cuerpo como la coherencia del don vinculado a la masculinidad y feminidad del cuerpo mismo, en el cual se refleja el misterio del hombre, propio de la estructura interior de la persona.

¿Qué dice el Santo Padre?

Es fundamental la conexión entre la moral y el arte. Ambos se condicionan de modo recíproco. En efecto, al modelar una obra el artista se expresa a sí mismo hasta el punto de que su producción es un reflejo singular de su mismo ser, de lo que él es y de cómo es. El artista, cuando realiza una obra, no sólo da vida a su obra, sino que por medio de ella, en cierto modo, descubre también su propia personalidad. En el arte encuentra una dimensión nueva y un canal extraordinario de expresión para su crecimiento espiritual. Por medio de las obras realizadas, el artista habla y se comunica con los otros. La historia del arte, por ello, no es sólo historia de las obras, sino también de los hombres. Las obras de arte hablan de sus autores, introducen en el conocimiento de su intimidad y revelan la original contribución que ofrecen a la historia de la cultura. Los invito a redescubrir la profundidad de la dimensión espiritual y religiosa que ha caracterizado el arte en todos los tiempos, en sus más nobles formas expresivas.
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor Silviamaria » Mar Ene 14, 2014 2:09 pm

¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto? ¿Qué dice el Santo Padre?

Es transcendental que exista respeto porque el cuerpo es templo del Espíritu Santo y no debe ser tratado como un objeto. Se comete pecado cuando la persona permite que su cuerpo sea utilizado para tal o cual circunstancia ya que con esa decisión demuestra que no tiene decencia.

El Santo Padre menciona entre otros conceptos lo siguiente:
“Detrás de la necesidad de la vergüenza, es decir, de la intimidad del propio cuerpo (sobre la cual informan con tanta precisión las fuentes bíblicas en Génesis 3), se esconde una norma más profunda: la del don orientada hacia las profundidades mismas del sujeto personal o hacia la otra persona, especialmente en la relación hombre-mujer según la perenne regularidad del darse recíproco. De este modo, en los procesos de la cultura humana, entendida en sentido amplio, constatamos -incluso en el estado pecaminoso heredado por el hombre- una <i> continuidad</i> bastante explícita <i> del significado esponsalicio del cuerpo</i> en su masculinidad y feminidad. Esa vergüenza originaria, conocida ya desde los primeros capítulos de la Biblia, es un elemento permanente de la cultura y de las costumbres. Pertenece al origen del <i>ethos</i> del cuerpo humano”
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor garu » Mar Ene 14, 2014 8:18 pm

Conciliar el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto, tal como ocurre en las diferentes manifestaciones artísticas, como la pintura, la escultura, el cine, la televisión, etc., es realmente una tarea difícil.
Tomemos en cuenta primeramente, que la desnudez de un cuerpo implícitamente, conforme a la concepción esponsal del cuerpo, demanda la desnudez de otro cuerpo, como donación recíproca de si. En segundo lugar, tomemos cualesquiera representación artística del cuerpo humano y veremos que lo anterior no tiene lugar, perdiéndose de esta forma la premisa originaria. Como se ve, no es fácil una conciliación de estas dos situaciones, ya que como dijo el Santo Padre Juan Pablo II en su alocución sobre el tema, el problema no es sólo estético sino que tiene implicaciones morales que no pueden ser indiferentes. Tratemos de llegar pues a una media que nos permita ver la representación del cuerpo humano como una obra de arte y eso sería a través de la vergüenza, a aquella vergüenza originaria que hizo cubrir el cuerpo; a la que nos lleva a cierta resistencia inicial, pero que logramos vencer con cierta dificultad, cuando ella es necesaria como cuando se trata de un examen médico o una operación; a esa vergüenza que aún en culturas primitivas esconden la desnudez completa del cuerpo. Una manera de hacer arte con el cuerpo, sería dándole la dignidad que el mismo posee per se, cubriendo su masculinidad y femineidad, devolviendo la intimidad del propio cuerpo y llevándola al ámbito de la relación hombre-mujer y el darse recíproco
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor maguie » Mié Ene 15, 2014 8:22 pm

En el arte, el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto pueden conciliarse cuando la intención y expresión del artista es admirar o hace patente la belleza del cuerpo humano. Dependiendo de los sentimientos o emociones que el artista quiera provocar con su obra, será su representación. Si el artista desea resaltar la belleza del cuerpo humano lo representará con respeto sin violar el derecho a la intimidad del cuerpo.

El Papa dice que la obra de arte se convierte en pornografía cuando rebasa los límites de la vergüenza, es decir cuando convierte la representación o imagen en algo que viola el derecho a la intimidad del cuerpo, cuando la obra está hecha para inspirar la utilización de dicha imagen o representación como objeto de satisfacción del que mira, en lugar de ser utilizado ese cuerpo, como instrumento de don recíproco
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor mariaines » Jue Ene 16, 2014 4:15 pm

¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto? Que dice el Santo Padre?
Se concilia teniendo siempre en cuenta que somos obra de las manos de Dios y que somos templo del Espiritu Santo y que todo lo que se hace es para que cause admiracion y poder alabar a Dios.
El Santo Padre afirma: Lo uno y lo otro se realiza cuando se rebasa el límite de la vergüenza, o sea, de la sensibilidad personal respecto a lo que tiene conexión con el cuerpo humano, con su desnudez, cuando en la obra artística o mediante las técnicas de la reproducción audiovisual se viola el derecho a la intimidad del cuerpo en su masculinidad o feminidad y -en último análisis- cuando se viola la profunda regularidad del don y del darse recíproco, que está inscrita en esa feminidad y masculinidad a través de toda la estructura del ser hombre.
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor Mary Jo » Vie Ene 17, 2014 6:09 pm

¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto?
Se puede conciliar teniendo en cuenta:
- La dignidad de la persona.
- El no tratarla como objeto.
- Respetar la intimidad del cuerpo en su masculinidad o feminidad.

¿Qué dice el Santo Padre?
El Santo Padre comenta que si no hay esta conciliación en el arte por el respeto del sujeto y la expresión del cuerpo como objeto, se puede violar el derecho a la intimidad del cuerpo y a la regularidad del don y del darse recíproco, que está inscrita en esa feminidad y masculinidad a través de toda la estructura del ser hombre.
Dice que el hombre no quiere convertirse en objeto para los otros a través de la propia desnudez, pues prevalece siempre el sentido de la dignidad del cuerpo humano.
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor Rutilo De Los Santos » Sab Ene 18, 2014 4:34 pm

Pregunta.-¿Como conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresion del cuerpo como objeto? Que dice el santo Padre?
R=El ser humano varon o mujer tiene dignidad como persona y se debe respetar su desnudez fisica tanto en forma individual como en su relacion sexual (el marido con su mujer) y en el arte,la desnudez del varon y de la mujer no pueden sobrepasar los limites de la verguenza y del pudor intimos,no deben violar el derecho a la intimidad del cuerpo ni tampoco violar el derecho a la intimidad de las relaciones sexuales conyugales,donde se violaria la profunda regularidad del don y del darse reciproco.La lectura,la musica,el baile las obras de teatro,el radio,la television,el cine,el internet,las esculturas,las pinturas,deben favorecer la educacion de la castidad,por lo tanto no deben tener la intencion de consentir pensamientos y deseos impuros, ya que Cristo, vino a purificar nuestro corazon,para devolvernos la imagen y semejanza con Dios
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor NELSON » Sab Ene 25, 2014 2:24 pm

Preguntas:
¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto?
La objetivación artística del cuerpo humano en su desnudez masculina y femenina, a fin de hacer del primero un modelo y, después, tema de la obra de arte, es siempre una cierta transferencia al margen de esta originaria y específica configuración suya con la donación interpersonal. Ello constituye, en cierto sentido, un desarraigo del cuerpo humano de esa configuración y su transferencia a la dimensión de la objetivación artística: dimensión específica de la obra de arte o bien de la reproducción típica de las técnicas cinematográficas o fotográficas de nuestro tiempo.

¿Qué dice el Santo Padre?
Varios, en efecto, son los motivos que pueden inducir, incitar, incluso empujar al hombre a actuar de modo contrario a lo que exige la dignidad del cuerpo humano, en conexión con la sensibilidad personal. No se puede olvidar que la fundamental "situación" interior del hombre "histórico" es el estado de la triple concupiscencia (cf. 1 Jn 2, 16). Este estado -y, en particular, la concupiscencia de la carne- se hace sentir de diversos modos, tanto en los impulsos interiores del corazón humano, como en todo el clima de las relaciones interhumanas y en las costumbres sociales.
NELSON LÓPEZ BUITRAGO - COLOMBIA
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor Dolovalencia » Lun Ene 27, 2014 7:46 pm

El cuerpo humano tiene un significado de don de la persona a la persona. El objetivo artístico del cuerpo humano en su desnudez pierde ese significado del don y se convierte en objeto de múltiple conocimiento. Surge aquí un problema según los diversos motivos y circunstancias por parte de la actividad artística como por parte de la obra de arte o su reproducción.
Este problema del el cuerpo humano en su desnudez no significa que no pueda convertirse en obra de arte.
Viendo la sensibilidad personal del hombre no quiere convertirse en objeto para otros a travez de la propia desnudez anónima, "no quiere" cuando se deja guiar por el sentido de la dignidad del cuerpo humano.
Cuando el hombre desde el punto de vista del cuerpo se pone bajo acusa de pornografía esta se realiza cuando se rebasa el límite de la vergüenza con su desnudez. A esto profundamente vinculado a la sensibilidad personal del hombre no puede ser indiferente para el problema de crear un clima favorable a la castidad en la vida y educación social.
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor MA SOCORRO A REYES L » Mié Ene 29, 2014 7:19 pm

En la intimidad del propio cuerpo, se esconde una norma más profunda: la del don orientada hacia las profundidades mismas del sujeto personal o hacia la otra persona, especialmente en la relación hombre-mujer según la perenne regularidad del darse recíproco. Es vergüenza originaria como elemento permanente de la cultura y de las costumbres. Pertenece al origen del ethos del cuerpo humano. El hombre de sensibilidad desarrollada supera, con dificultad y resistencia interior, el límite de esa vergüenza. Lo que se pone en evidencia incluso en las situaciones que por lo demás justifican la necesidad de desnudar el cuerpo, como por ejemplo, en el caso de los exámenes o de las intervenciones médicas.
MA SOCORRO A REYES L
 
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor RoxanaGomez25 » Jue Ene 30, 2014 3:46 pm

Conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto, según dice el Santo Padre: No se puede objetivizar a las personas en ningún ámbito, siempre debe cuidarse la dignidad personal, no olvidar la situación interior el estado de la triple concupiscencia, la vergüenza por la intimidad del cuerpo, orientada hacia el sujeto, debe permanecer, para cuidar la dignidad del cuerpo humano.
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor yaluz » Vie Ene 31, 2014 9:57 pm

Preguntas:
¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto? Que dice el Santo Padre?
R:
El arte no puede entrar en conflicto con la moral. Son expresiones del hombre, que es imagen de Dios y que encuentra en el arte una forma de expresión para plasmar lo bello, lo sublime. Es una manifestación del hombre interior. Ahora bien, pienso que deja de ser arte, cuando esa manifestación o expresión, degrada la dignidad del hombre, cuando la intención del autor es precisamente incitar a través de la mirada, a la concupiscencia de la carne, esto puede suceder tanto en las obras plásticas, esculturas, así como en los medios audiovisuales. Sin embargo, es bueno acotar, que no solamente el desnudo, la desnudez del cuerpo humano, expresada en la obra puede ser objeto de la “mirada” concupiscente, también sucede, que aún vestida o cubierta la imagen del cuerpo, exprese, bien sea por el gesto o actitud, una pornovisión.
¿Que dice el Santo Padre?
El Papa hace énfasis al decir que cuando en una obra"se viola el derecho a la intimidad del cuerpo en su masculinidad o feminidad y -en último análisis- cuando se viola la profunda regularidad del don y del darse recíproco, que está inscrita en esa feminidad y masculinidad a través de toda la estructura del ser hombre." La experiencia del don y del darse reciproco, es un acto intimo, particular, acto Trino, donde se es sujeto y nunca objeto,el significado esponsalicio del cuerpo humano.
Zulay R. de Álvarez (yaluz)
Venezuela
yaluz
 
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor mari_pily » Sab Feb 01, 2014 9:36 pm

¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el cuerpo y la expresión del cuerpo como objeto?
En el arte el respeto por el sujeto debería empezar por la dignidad personal y evitar ver la expresión del cuerpo como objeto ya que esto sería tomado como un simple conocimiento y no se le estaría dando el verdadero valor ni se tomaría en cuente el don en el matrimonio.
mari_pily
 
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Re: 61. El respeto al cuerpo en las obras de arte

Notapor b. gabriel reyes reyes » Mar Feb 04, 2014 10:57 pm

[b]¿Cómo conciliar en el arte el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto?[/b]
[i]Interpretando lo expresado en el desarrollo de la reflexión, me parece que conciliar, en el arte, el respeto por el sujeto y la expresión del cuerpo como objeto se logra…
• cuando no se rebasa el límite de la vergüenza, o sea, de la sensibilidad personal respecto a lo que tiene conexión con el cuerpo humano, con su desnudez,
• cuando en la obra artística o mediante las técnicas de la reproducción audiovisual no se viola el derecho a la intimidad del cuerpo en su masculinidad o feminidad y
• cuando no se viola la profunda regularidad del don y del darse recíproco, que está inscrita en esa feminidad y masculinidad a través de toda la estructura del ser hombre.[/i]

[b] ¿Qué dice el Santo Padre?[/b]
[i]El Santo Padre dice que al tomar el cuerpo humano, en su desnudez, como tema de la obra de arte, constituye un problema, no puramente estético ni moralmente indiferente, en virtud de que se destruye la necesidad de la intimidad del propio cuerpo, ligada a la vergüenza originaria, que manifiesta el significado esponsalicio del cuerpo en su masculinidad y feminidad.
Detrás de la necesidad de la vergüenza se esconde una norma más profunda: la del don orientada hacia las profundidades mismas del sujeto personal o hacia la otra persona, especialmente en la relación hombre-mujer según la perenne regularidad del darse recíproco.[/i]
b. gabriel reyes reyes
 
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